Alergia a los alimentos

Transcripción

1 Dr. Omar Josué Saucedo Ramírez Hospital Ángeles Pedregal Consultorio 1010 Teléfonos: , Mail: Celular: Alergia a los alimentos Se calcula que hasta 8% de los niños y 2% de los adultos tienen alguna alergia a los alimentos. Cuando se posee una verdadera alergia a los alimentos, el sistema inmunológico de una persona reacciona exageradamente ante un alimento que suele ser inocuo. La alergia a los alimentos puede aparecer en sujetos con antecedentes familiares de alergia y los síntomas pueden producirse luego que un individuo alérgico consume incluso una cantidad mínima de ese alimento. La intolerancia a los alimentos suele confundirse con alergia. Aquella, sin embargo, hace referencia a una respuesta anormal a un alimento o aditivo que no es una reacción alérgica. Difiere de la alergia en que no tiene nada que ver con el sistema inmunológico. Por ejemplo, una persona puede sentir incómodos malestares abdominales luego de tomar leche. Lo más probable es que esta reacción sea causada por la intolerancia al azúcar de la leche (lactosa), en la cual el individuo no posee las enzimas necesarias para descomponer y digerir correctamente la lactosa. El alergólogo le puede ayudar a determinar la diferencia entre intolerancia y alergia permitiendo así establecer un plan para el tratamiento. En los alimentos, los alérgenos (sustancias que causan reacciones alérgicas) son por lo general las proteínas. La mayoría de ellos pueden seguir causando reacciones incluso después de cocidos o de haber sido digeridos en el intestino. Se han estudiado numerosas proteínas de los alimentos para determinar el contenido de alérgenos. Los alérgenos más comunes de los alimentos, responsables de hasta el 90% de todas las reacciones alérgicas, son las proteínas en la leche, los huevos, el cacahuate, el trigo, la soya, el pescado, los mariscos y las nueces. Todos los alimentos son de origen animal o vegetal, y se agrupan en familias según su procedencia. Los cacahuates, los frijoles negros, frijoles bayos, alubias, habichuelas y la soya pertenecen a la familia de las leguminosas. Sorprendentemente, los espárragos, cebollitas, ajos y cebollas proceden de la familia de las liliáceas. En algunos grupos de alimentos, en particular los frutos secos y los mariscos, el ser alérgico a un miembro de la familia puede hacer que la persona sea alérgica a todos los integrantes del mismo grupo. Esto es lo que se conoce como reactividad cruzada. Sin embargo, algunas personas pueden ser alérgicas al cacahuate y a la nuez, que pertenecen a familias de alimentos

2 distintas; esta clase de alergias se denominan alergia coincidental porque no tienen relación entre sí. Dentro de los grupos de alimentos de origen animal la reactividad cruzada no es tan común. Por ejemplo, las personas alérgicas a la leche pueden ingerir carne de res y aquellas alérgicas a los huevos por lo general pueden comer pollo. Síntomas de las reacciones alérgicas a los alimentos La reacción alérgica cutánea más común es la urticaria. La urticaria es una zona roja, que da comezón y está hinchada, que puede aparecer de pronto y desaparecer con rapidez. Por lo general aparece en brotes y nuevos brotes aparecen en otras zonas cercanas. La urticaria puede producirse sola o estar acompañada de otros síntomas. La dermatitis atópica, o eczema, es una condición cutánea caracterizada por la piel enrojecida, comezón y presentar escamas; puede ser causada por la alergia a los alimentos. Esta reacción por lo general es crónica y se da en individuos con antecedentes personales o familiares de alergias o asma. Los síntomas de asma (tos, respiración sibilante o con dificultad debida al estrechamiento de las vías respiratorias) pueden ser causados por una alergia a los alimentos, en particular en bebés y niños. Entre los síntomas gastrointestinales de la alergia a los alimentos se encuentran los vómitos, la diarrea y los retortijones abdominales, y a veces una erupción rojiza alrededor de la boca, picazón e inflamación de la boca y la garganta, nauseas, dolor abdominal, hinchazón estomacal y flatulencia. En los bebés, son comunes las reacciones temporales no alérgicas a ciertos alimentos, en particular a las frutas. Por ejemplo, una erupción alrededor de la boca, debida a los ácidos naturales de alimentos como tomates y naranjas, o una diarrea debido al exceso de azúcar en el jugo de frutas u otras bebidas, son algo bastante común. Sin embargo, otras reacciones son alérgicas y pueden ser causadas por trazas del alimento alérgeno al ser ingerido nuevamente. A medida que crecen, algunos niños pueden tolerar alimentos que antes le causaron reacciones alérgicas, salvo cuando se trata de alergia a cacahuates y nueces. Apenas el 21% de los pacientes con alergia a los cacahuates la supera. Se deben efectuar controles periódicos de la alergia a los alimentos apropiados bajo supervisión de un alergólogo. Reacciones alérgicas graves En los casos graves, la ingesta de un alimento al cual uno es alérgico puede ocasionar una reacción que puede poner en peligro la vida y que se denomina anafilaxia. Ésta es una reacción alérgica sistémica que puede ser grave y a veces fatal. Los primeros síntomas de anafilaxia pueden ser sensación de

3 tibieza en la boca, enrojecimiento y hormigueo en la boca, o una erupción roja con picazón. Otros síntomas incluyen un ligero mareo, dificultad para respirar, fuertes estornudos, ansiedad, retortijones estomacales o uterinos, vómitos y diarrea. En los casos graves, el paciente puede sufrir una baja de presión que ocasione la pérdida de conciencia y el shock. Sin tratamiento inmediato, la anafilaxias puede ocasionar la muerte. Los síntomas de anafilaxia se revierten mediante el tratamiento con epinefrina inyectable antihistamínicos y otras medidas de urgencia. Es indispensable que toda persona con síntomas que sugieran posible anafilaxia obtenga tratamiento inmediato de emergencia. Intolerancia de alimentos y reacciones a los aditivos Las reacciones de intolerancia de alimentos generalmente son causadas por factores en la dieta y no por proteínas alérgenas en la comida. Como ya se mencionó, una de las intolerancias mas comunes es la de la lactosa. Pueden desencadenarse otras reacciones de intolerancia con sustancias químicas similares a los fármacos contenidas en algunos alimentos. Los síntomas pueden incluir nerviosismo después de consumir cafeína con el café o bebidas gaseosas, dolores de cabeza provocados por los aditivos químicos en quesos y chocolates, o diversas reacciones adversas a los agentes químicos y preservantes que se añaden a los alimentos, llamados aditivos alimentarios. Estos aditivos pueden causar reacciones adversas en personas sensibles. Entre los agregados más comunes que pueden causar reacciones en personas sensibles cabe mencionar el aspartame, los benzoatos, BHA y BHT, colorantes FD&C amarillo No. 5 y rojo No. 3, glutamato monosódico, nitratos y nitritos, parabenos y sulfitos. Las verdaderas reacciones alérgicas a los agregados a los alimentos son muy poco frecuentes. La mejor manera de manejar la sensibilidad a los agregados es aprender cuales alimentos los contienen y evitar aquellos que causan problemas. Su especialista en alergias puede ayudarle a identificar los alimentos para que usted pueda eliminarlos todo lo que sea posible de su dieta. Diagnóstico Su especialista en alergias e inmunología es el profesional mejor calificado para diagnosticar alergias a los alimentos. El diagnóstico requiere una evaluación minuciosamente organizada y detallada del problema. En primer lugar, el especialista establecerá los antecedentes médicos completos y luego realizara un examen físico. Luego averiguará la frecuencia, aparición por épocas, gravedad y naturaleza de los síntomas, y querrá saber la cantidad de tiempo que transcurre entre la ingesta de un alimento y la reacción que se produce. Los exámenes dérmicos de alergias pueden ser útiles para determinar cuales alimentos, en caso de haberlos, desencadenan los síntomas alérgicos. El procedimiento que se realiza se llama pruebas cutáneas, el cual consiste en colocar una pequeña cantidad de extracto líquido elaborado con el alimento en

4 el dorso del brazo o la espalda y dar un leve pinchazo (epicutáneo). Si el paciente desarrolla una roncha dentro de 15 minutos, esta respuesta positiva indica una posible alergia. En caso contrario, la prueba es negativa. Es raro que alguien con un examen negativo de la piel tenga alguna alergia a alimentos. Los exámenes dérmicos no resultan útiles cuando se sospecha de sensibilidad a alimentos simples como azúcares o aditivos alimentarios químicos. Su doctor puede también usar exámenes sanguíneos, llamados exámenes RAST o ImmunoCAP, para diagnosticar alergias a alimentos. En algunos casos, por ejemplo dermatitis atópica grave en todo el cuerpo, no se puede efectuar una prueba cutánea por lo que se puede recomendar que se realice un RAST para obtener la misma información que proporciona una prueba cutánea. Para el diagnóstico de alergia a la leche, el huevo, cacahuate o pescado, el examen CAP-RAST puede ayudar a predecir futuras reacciones alérgicas. Sin embargo, pueden producirse resultados falsos positivos; tanto con exámenes dérmicos como con exámenes sanguíneos. Para confirmar el diagnóstico, a menudo se requieren las pruebas de alimentos, descritas más adelante. Su especialista en alergia e inmunología también puede sugerir que el paciente mantenga un registro diario de Ias comidas, que contenga un detalle de los alimentos ingeridos, la fecha, hora y cualquier síntoma que ocurra después de comer. Cuando se sospecha de una alergia a un solo alimento, el especialista puede recomendar eliminarlo por un tiempo. Si se alivian los síntomas, el especialista puede añadirlo a la dieta una vez más para determinar mejor si se repite la reacción (sin embargo, nunca se hace esto si el paciente tiene antecedentes de anafilaxia). En caso de duda sobre el diagnóstico de alergia a los alimentos, su especialista en alergia e inmunología puede recomendar una prueba de alimento o aditivo alimentario a ciegas. Estas pruebas se realizan en el consultorio del especialista o, a veces, en el hospital bajo estrecha observación. Generalmente, el alimento sospechoso o un alimento neutral, llamado placebo, se administra al paciente en cápsulas incoloras, o en una mezcla o budín no alergénico. Ni el paciente ni el doctor saben si lo que se consume es el alimento sospechoso o el placebo. Esto se llama prueba doblemente a ciegas. Cuando se realizan correctamente, estas pruebas son muy confiables para establecer concretamente una relación de causa y efecto entre un alimento y un síntoma alérgico. Tratamiento 1. Evite el alimento. La mejor manera de tratar la alergia a un alimento es evitarlo. 2. Pregunte por los ingredientes. Para evitar ingerir un alérgeno oculto fuera de casa, las personas alérgicas deben consultar sobre los ingredientes al comer en restaurantes u otros hogares. 3. Lea las etiquetas de los alimentos. Para las personas alérgicas es importante leer las etiquetas de los alimentos detenidamente y estar familiarizadas con los

5 nombres técnicos o científicos de los alimentos. Por ejemplo, la leche puede no aparecer como ingrediente en una etiqueta; pero ésta puede indicar la presencia de caseína (una proteína de la leche), caseinato de sodio o sólidos de leche. No todo alimento que contiene trigo lo identifica como tal; a veces, es nombrado como si fuera gluten. Del mismo modo, la clara del huevo es denominada albúmina. Las agencias gubernamentales han estado trabajando para mejorar el etiquetado de ingredientes en los alimentos para que los consumidores alérgicos a ciertas sustancias puedan determinar más fácilmente cuáles alimentos deben evitar. 4. Esté preparado para una emergencia. Las reacciones anafilácticas causadas por las alergias a los alimentos pueden ser potencialmente peligrosas y poner en peligro la vida. Las personas que han sufrido de anafilaxia deben evitar estrictamente la comida que desencadenó la reacción. Ellas deben llevar consigo y saber cómo usar la epinefrina inyectable y los antihistamínicos para tratar las reacciones debidas a la ingestión accidental. Las personas que por lo general están alrededor del paciente (esposas, colegas de trabajo, maestros o niñeras) también deben saber usar la epinefrina inyectable. Quienes tengan alergia a algún alimento también deben usar un brazalete de identificación que la describa. Si tiene una reacción anafiláctica después de comer algún alimento, es indispensable que alguien lo lleve a la sala de urgencia más cercana, aun cuando los síntomas se alivien. Para el diagnóstico y tratamiento correctos, asegúrese de obtener atención de seguimiento de un especialista en alergias.