CARRERA ARMAMENTISTA

Transcripción

1 CARRERA ARMAMENTISTA Esteban: A pesar de todos los esfuerzos que se han hecho por parte de los organismos internacionales, a través de pactos, encuentros, el armamentismo parece que sigue siendo una constante en el mundo del siglo XXI y los países continúan fortaleciendo sus arsenales, las industrias de fabricación de armas están resurgiendo, mostrándonos todo esto Salvador, hay algo que no hemos logrado construir como colectivo en este mundo globalizado, para evitar que las armas estén allí apuntándose unos a otros o amenazándonos. Salvador: En la década del sesenta surgió una frase que se ha hecho carne en el mundo, y es: Carrera armamentista surge después de la segunda guerra mundial, cuando comienza la guerra fría. Ésta, fue un enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia por la preeminencia en el mundo, tuvo varios ángulos y facetas donde se libró esa guerra, no sólo desde el plano armamentista. No se competía únicamente por tener armas más sofisticadas y poderío bélico, sino que también se competía en otros campos, por ejemplo: en el espacial. Esteban Claro, se hicieron los primeros viajes a la luna en aquel tiempo. Salvador: Sí, al principio comenzaron poniendo satélites en órbita. El primer logro lo obtuvieron los soviéticos cuando en el año 1957 pusieron al Spútnik en órbita, adelantándose a EEUU. Recuerdo que en aquel momento la gente decía: están mejor preparados porque mandaron este satélite, pero había otros que decían, en lo espacial tal vez Rusia lo esté más, pero que sucede con las armas. Por lo tanto la gente ya tenía conciencia que había varias carreras, en una carrera uno podía ganar y en otra, el otro. Meses más tarde lanzaron el Spútnik II con una perra llamada Laica que por ella el mundo estuvo pendiente de esta misión, finalmente cuando vuelve el satélite y entra en la atmósfera la perra muere, lo cual ocasionó mucho debate por supuesto. Los americanos lanzaron en el 58 el Explorer, luego los rusos colocan otro satélite y más tarde los americanos llegan a la luna, pero todo esto nos habla de una lucha, en donde se gastaban millones de dólares por ver quién llegaba primero a la luna.

2 Paralelo a esto está la carrera armamentista, que consistía básicamente en ver quién tenía y acumulaba la mayor cantidad de armas y quién tenía las armas más peligrosas de destrucción masiva. Esto por supuesto hay que enmarcarlo en lo que había sucedido. Recordemos que en la segunda guerra mundial estalló por primera vez la bomba atómica, apareciendo inmediatamente un poder desconocido en el mundo. Pensemos que en la primera guerra mundial, la de 1914 a 1919, todavía la lucha era de fronteras. La aviación tenía todavía una importancia relativa, recién comenzaba la aviación a involucrarse en el tema de la guerra pero todavía no era definitoria. Recuerdo hablar con mi abuelo, combatiente en la guerra de 1914, decía que ellos veían a los aviones pasar para localizar los blancos, una vez hecho esto sabían que próximamente recibirían un bombardeo no de los aviones, sino de las fuerzas que tenían en frente por tierra en las trincheras. Por lo tanto estuvieron los aviones, pero no llegaron a ser lo que si fueron en la segunda guerra mundial. En esta última, se luchó con bombas que podían destruir diez mil metros cuadrados, algo así como una manzana. Eso era el máximo poder destructivo que tenía el hombre y ya era terrible, porque pensemos que el hombre en un comienzo luchaba cuerpo a cuerpo, pero en ese momento comenzaban a bombardear ciudades. Pero cuando el seis de agosto de 1945 cae la primera bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki (porque fueron dos bombas atómicas), el hombre se dio cuenta del poder destructivo tremendo que supera, entiende que pega un salto cualitativo increíble y ahora tiene un poder destructivo capaz de devastar atómicamente una ciudad. Ello generó que las dos potencias tuvieran en su mano un poder que no podían controlar. Les pasó lo que al aprendiz de brujo. El mismo comienza a utilizar la magia que le robó al brujo para su beneficio, trabaja con eso para que a través de la magia haga el trabajo que él tendría que hacer como ayudante de brujo. Hasta que se descontrola y se da cuenta que el poder que tiene en mano, atenta contra su propia naturaleza. Creo que esto le sucedió a las dos potencias. Los aprendices de brujo llegaron a descubrir una forma de destrucción masiva que podía llegar a la autoeliminación total. A partir de allí el belicismo comenzó a asustar. Los hombres comenzaron a aterrorizarse con lo que podían llegar a hacer. Esteban: Entró un pesimismo tremendo con respecto al destino del mundo. Es decir, esto en cualquier momento estalla. Salvador: Bueno, eso es interesante. En el año 1939 C. Chaplin saca su película El gran dictador una sátira del nazismo, hay una escena muy famosa donde Chaplin, como el dictador, juega con un globo

3 muy grande (que representa al mundo), entonces con esa ductilidad característica en él, tira el globo hacia el aire, cae, le pega con el pie, es decir, hace una cantidad de malabares con el globo hasta que finalmente el globo estalla. La metáfora, la parábola, estaba perfecta, si sigue jugando con el mundo un día le va a estallar. Lo que ocurrió luego de la segunda guerra mundial, es que se dieron cuenta quienes tenían el poder político económico y bélico, ahora el mundo les puede estallar en las manos, que ya no es la bomba que destruye diez mil metros cuadrados, ahora estamos frente a un poder tremendo que nos puede destruir. Ese fue el final de la carrera bélica y ahí empiezan los pactos, los cuales son siempre sospechosos y endebles con el fin de no usar ciertas armas destructivas. Limitar el alcance de la guerra es siempre un problema que el hombre se planteó. Los primeros que intentaron esto fueron los griegos. Ellos hicieron una liga en el siglo VII antes de Cristo tratando de poner algunas leyes de la guerra. Firmaron un pacto, una serie de tribus, es decir, hicieron una liga un compromiso, para que por ejemplo al asediar una ciudad (cosa muy común en aquel momento) que por lo general eran amuralladas, se las rodeaba y cortaba el suministro de agua, entonces al quitar el suministro de agua, la ciudad caía produciéndose masacres tremendas. Entonces una de las cosas que esta liga pactó, fue que no se debía cortar el suministro de agua en las ciudades sitiadas. En el caso de que algunos quienes pertenecían a alguna de esas asociaciones o ligas, cortara el suministro de agua en un momento de guerra contra una ciudad, las demás ciudades garantes del pacto les impondrían sanciones y los atacarían. Es decir que ya tenían un pacto el cual decía, hay cosas que no deben hacerse. No obstante, todos sabemos eso, pero se hacen. Porque ponerle leyes a la guerra es un contrasentido, pues la guerra es la aniquilación del enemigo. Por más que los teóricos digan otra cosa, es así, se busca eso, a la guerra se llega cuando la diplomacia alcanzó su límite, es el último recurso. Si a este le ponemos leyes, queda como último recurso romperlas. Es decir, lo limitamos y ponemos un recurso más. Porque peleamos dentro de las leyes, pero en el momento en que alguien siente que peleando dentro de las reglas de la guerra no va a obtener el resultado debido Qué hará? Romperá las leyes de la guerra, porque allí reina la ley del más poderoso, entonces no creo que se pueda poner leyes a la guerra. El hombre debe analizar por qué es tan destructivo y qué pasó con eso. Así que desde el siglo VII antes de Cristo estamos tratando de parar con las carreras armamentistas y la guerra, pero hasta ahora no podemos lograrlo. Desde hace tres mil años solamente tuvimos trescientos años sin guerra, es decir que en 2700 años siempre hubo guerra en el mundo.

4 Esteban: Que te parece, en algún frente siempre se estuvo combatiendo. Hacemos una pausa aquí en Tierra firme, volvemos en seguida para seguir hablando sobre la carrera armamentista y cómo el mundo sigue armándose, cómo los países se miran con gran desconfianza y apuntan constantemente con cañones. PAUSA... Esteban: Como vemos el mundo, al contrario de lo que se desea no se está pacificando, ni abriendo las fronteras, ni un mundo más unido, un mundo más en convivencia pacífica, sino uno de más desconfianza, y una muestra clara de ello es la carrera armamentista que no se detiene Salvador. Salvador: Claro, al cambiar las tecnologías y avanzar y estamos en un período de mucha evolución, la tecnología bélica también avanza. Esto es interesante, porque se dice que desde un siglo antes de Cristo hasta el final de la edad media, la tecnología de la guerra no avanzó, es decir, la guerra se hizo siempre de la misma forma y hasta un siglo antes de Cristo se fueron adicionando cosas. La guerra primitiva era de cuerpo a cuerpo u hombre a hombre, pero cuando empieza a domesticarse el caballo y el camello se transforman en primerísimos elementos de guerra, fueron los tanques de la antigüedad. Los pueblos que lograban domesticar estos animales, arrasaban los pueblos que no los habían domesticado. Esto sin embargo no implica que no hubiera evolución en la organización de los ejércitos. El ejército romano era muy organizado, muy bien armado, con grandes estrategias, pero digamos que en toda la edad media no hay una franca evolución tecnológica. No obstante, en el año 990 se firmó la Paz de Dios que protegía las propiedades de la Iglesia y a los ciudadanos desarmados junto a la economía (porque la guerra como todos sabemos trae consigo la miseria), durante el Concilio de Letrán se prohibió el uso de ballesta contra los cristianos, no contra los paganos. Esteban: Había que identificarse bien entonces. Salvador: Claro, cuando comienza la edad moderna aparecen las armas de poder. El primer cambio introducido es la pólvora, que aparece en China y la usaban generalmente para fuegos artificiales y las primeras armas de fuego aumentan obviamente el alcance de la guerra e invalidan ciertos elementos de defensa. Pensemos que antes de las armas de fuego para matar a distancia se tenía la ballesta, la flecha y la catapulta que tiraban algo así como las bombas de hoy. Pero cuando llega la pólvora y aparecen las

5 armas de fuego, la guerra varía totalmente, la devastación empieza a aparecer en el mundo en cada guerra que surge. La guerra de los treinta años va desde 1618 a 1648, fue tremenda y afectó tanto a los civiles, que se decidió limitar el combate a las fuerzas armadas, es decir que las personas civiles no fueran involucradas. Allí hay una división que se ha mantenido hasta ahora sin éxito. Esteban: Es la especialización de la guerra digamos. Salvador: Seguro, la guerra es un asunto de profesionales, en que cada nación, etnia y país se forman los profesionales, para que peleen ellos y los demás miran. Esto sabemos, no es así y no ha sido así a lo largo de la historia, los civiles mueren tanto como los militares. Hasta el siglo XVIII la guerra fue un juego de Reyes, pero se hicieron muchos pedidos para que se hiciese limitaciones a la guerra. Hubo filósofos que hablaron de eso (Juan Jacobo Rousseau por ejemplo) trataban de decir que debía controlarse estos aspectos, pero en general todos los que piensan y hablan sobre esto, dicen que debe terminarse la guerra. Pero aparecieron los ejércitos masivos, con Napoleón por ejemplo, en América Latina las guerras de independencia, los enfrentamientos como consecuencia continuaron haciéndolo hasta el día de hoy. Por supuesto que el siglo XX fue el más salvaje de la historia, quedó marcado por dos grandes guerras, la primera y segunda guerra mundial, fueron dos enfrentamientos de devastación muy grande. El desarrollo de la bomba por fisión nuclear que hizo los EEUU en la segunda guerra trajo la posibilidad de que el hombre pudiera destruir toda la civilización. Entonces EEUU se presentó inmediatamente a las Naciones Unidas (ONU), dándole propuestas para la eliminación de la energía atómica con propósitos bélicos. En 1945 explotó la primera bomba y causó terror, comenzando inmediatamente la guerra fría, aún hoy esta tecnología sigue funcionando, no se ha parado con eso. La tecnología de la destrucción sigue avanzando, podemos decir que hay miles de científicos involucrados con la carrera bélica y están fabricando armas de destrucción masiva tratando de perfeccionar las formas de destrucción. Esteban: Y se le paga por hacerlo

6 Salador: Y esa es la tremenda contradicción, por un lado tenemos gente que está tratando de salvar la vida, por otro, tenemos científicos y técnicos tratando de destruir. La bomba atómica llegó a tener la dimensión de una pelota de béisbol, sin embargo una explosión equivaldría a toneladas de TNT (de dinamita), 20 millones de kilos de dinamita!, pero no solamente eso, cuando la bomba cae produce una lluvia radioactiva. Todos recordamos haber visto el hongo radioactivo bueno, ese hongo radioactivo según hacia donde sea llevado por el viento, produce una lluvia radioactiva que empieza a perjudicar a gente a cientos y miles de kilómetros, sería algo así como la radiación residual. Por lo tanto, los alcances destructivos de una bomba atómica son incalculables. Esteban: Una vez que se lanza no se puede parar más. Salvador: Exacto. A todo esto hay que sumarle las armas químicas. En la primera guerra mundial ya se usaban gases lacrimógenos para evacuar las trincheras de los enemigos. Y por otro lado están las armas biológicas, Cómo podemos biológicamente promover que ciertos gérmenes destruyan al enemigo? Por lo tanto las armas biológicas y las químicas son de temer. Esteban: Desatar todo eso es como una especie de boomerang, porque tarde o temprano vuelve, podemos ser destructores pero también podemos ser destruidos. Salvador: Y acá llegamos al mensaje central que tenemos que alcanzar. El hombre es un ser que tiende hacia la destrucción y al otro. Hay un sadismo en el corazón del hombre. En los 2700 años que intentamos parar la guerra se ha demostrado que es imposible, el mal está metido en el corazón del hombre. Qué hacer entonces? Hay que dejar de firmar tratados y pensar cómo es la situación actual del hombre. Porque si no cambia el corazón es en vano todo lo que se haga. Debemos tratar de ver cuál es la forma de cambiar la forma de pensar. Jesucristo tuvo entre sus discípulos gente muy belicosa. Tuvo a un ex guerrillero, Simón el Celote y un hombre como Pedro que no vaciló en tomar una espada y tratar de hacer detrás del cristianismo la revolución violenta. Jesús lapidariamente dijo: el que a hierro mata a hierro muere, es decir, la violencia no engendra más que violencia y no soluciona ningún problema, esto quedó patente en varias ocasiones en la historia de la humanidad. Cada guerra que se hizo para solucionar problemas e instalar la civilización lo único que trajo fue problemas y más reacciones.

7 Tenemos que buscar otra cosa, por eso Jesús dijo Mi reino no es de este mundo... mis servidores no pelean, si fueran de este mundo pelearían proponiendo un cambio espiritual. Creo que debemos buscar individualmente una respuesta en Jesucristo la cual tenga que ver con la transformación del corazón, si no llegamos a eso, a esa búsqueda profunda, que Dios entre a nuestras vidas y cambie nuestro corazón, siempre vamos a sacar la violencia para agredir al prójimo y siempre vamos a estar en guerra. Solamente Dios puede entrar al corazón del hombre y transformarlo.