Biotecnología, Universidad e Industria

Transcripción

1 Biotecnología, Universidad e Industria La Argentina es un país considerado con tradición científica. Durante el siglo XX se obtuvieron tres premios nobeles en ciencia (Houssay, Leloir y Milstein). No obstante al comenzar el siglo XXI, es aceptado que la ciencia en nuestro país tiene dificultades para progresar. Un estudio presentado al comenzar el año 2000 demostró que de un total de 431 áreas temáticas científicas y tecnológicas estudiadas, 354 fueron consideradas de vacancia con distintos niveles de desarrollo (Charreau 2001). En nuestro país es reconocido que el sector científico tecnológico está subdimensionado, tanto si consideramos la cantidad de investigadores en relación con la población económicamente activa como si se tiene en cuenta el monto promedio de recursos disponibles por investigador. Por lo tanto, es insuficiente para las demandas de un proceso de transformación hacia una sociedad basada en el conocimiento. Uno de los desafíos fundamentales de nuestro país es la incorporación sistemática de los conocimientos científicos y tecnológicos a todas las actividades económicas, sociales y culturales. El recurso económico en el mundo de hoy es la capacidad intelectual, técnica y moral de la gente. Necesitamos cambiar el perfil productivo para convertirnos en una nación capaz de producir y exportar bienes de alto contenido de conocimiento agregado. Toda ciencia, técnica o conocimiento tecno-científico posee un problema inherente: su falta de neutralidad. El primer problema que se le presenta a la biotecnología es su necesaria relación con la industria y la introducción de criterios de rentabilidad al decidir lo que se debe investigar. La participación de la industria posee un lado positivo para los investigadores: el incremento de los recursos. La investigación biotecnológica en los países industrializados está encabezada por el sector privado, lo que no sucede en América Latina, donde la investigación se realiza principalmente con fondos públicos. Ello debiera permitir la existencia de un gran espacio para decidir socialmente qué se investiga en los centros de investigación y profundizar el diálogo ciencia, industria y sociedad. Estudiemos durante unos minutos el panorama biotecnológico latinoamericano en relación con la formación de cuadros de investigadores. Según Bota Arqué (2003) es bastante desalentador. Los estudios realizados permiten al autor constituir tres grandes bloques de investigación en Latinoamérica: 1

2 (a) Países que no poseen centros universitarios para formar investigadores en el área biotecnológica. Entre ellos tendríamos a El Salvador, Nicaragua, Honduras, las Guayanas y Bolivia. (b) Países que poseen centros de formación, pero sin posibilidades de evolucionar, debido a la poca masa crítica de investigadores, empresarios, etc., como es el caso de Perú, Ecuador, Guatemala, Panamá y Venezuela. (c) Países que tienen capacidad y recursos suficientes para formar cuadros de investigadores, como serían Brasil, Argentina, Chile, Colombia, México y Costa Rica. Hay países del grupo (a) que poseen capacidad de formar licenciados y, en algunos casos, magísteres y doctores, pero a los que no se les aporta formación a la altura de las necesidades. Según el autor, un problema que puede presentarse en las Universidades de Chile, México, Brasil y Argentina es que se estén formando más científicos que la capacidad investigativa del país y las necesidades de la industria. Publicaciones Científicas en Latinoamérica Uno de los índices para evaluar el desarrollo científico de un país es el de las publicaciones científicas. Si analizamos las revistas latinoamericanas de ciencia y tecnología que están indexadas en el Science Citation Index (SCI), se constata que, únicamente, hay 11 revistas latinoamericanas reconocidas, de una base de datos de más de 5600 títulos (Ceto, Alonso 1999), lo cuál indica la escasa participación de las publicaciones latinoamericanas en el contexto mundial. La búsqueda de las revistas latinoamericanas en buscadores como el LATINDEX (2003), sobre bioquímica, biotecnología o afines, arroja un total de únicamente 45 publicaciones: 6 cubanas, 5 españolas, 3 chilenas, 11 brasileñas, 9 argentinas, 5 mexicanas, 1 colombiana, 1 peruana y 4 portuguesas. Además, no llegan a 10 las revistas más especializadas en el campo biotecnológico: Avances en Biotecnología Moderna, Biotecnología aplicada, Revista de protección Vegetal y Revista CENIC de ciencias biológicas, de Cuba, Genetics and Molecular Biology, Boletín de Biotecnología y Memorias do Instituto Oswaldo Cruz, de Brasil, Revista Colombiana de Biotecnología, de Colombia, Electronic Journal of Biotechnology de Chile. Como vemos, la contribución de los científicos e investigadores latinoamericanos al acervo científico mundial es bastante limitado y no supera el 2% del total mundial, siendo cinco países: Brasil (37%), Argentina (19%), México (18%), Chile (9,5%) y Venezuela (4,6%) los que registran casi el 88% de las publicaciones del continente (Ceto, Alonso 1999) Además, se observa que más del 75% de la investigación del 2

3 continente se realiza en el triángulo del cono sur (Argentina, Chile y Brasil) y el restante 20% en México, quedando el resto del continente en la más completa desatención. Si a esto se le añade la diseminación de grupos, la escasez de recursos y todas las limitaciones estructurales de esos países, los investigadores latinoamericanos y especialmente los argentinos, tienen verdaderas dificultades en su trabajo. He querido referirme al problema global latinoamericano en ciencia para demostrar que Argentina, pese a las dificultades por todos conocidas, tiene el material humano para progresar en biotecnología y que así lo reconocen los países del continente. Biotecnología en Argentina Es reconocido que la biotecnología es una tecnología muy importante para mantener la conservación del medio ambiente, por lo que continuamente se encuentra en el centro del debate social. Además es preciso señalar que la biotecnología depende de los recursos naturales puesto que el punto inicial de su actuación es siempre un organismo vivo natural del cual se obtienen beneficios para la comunidad. Citaré solo algunos ejemplos que ponen de relieve lo que he mencionado. Esos ejemplos revelan además las grandes posibilidades de los usos y aplicaciones de la biotecnología, y dan fuerzas a los argumentos que subrayan las limitaciones de un discurso apocalíptico de carácter general sobre los usos de la biotecnología. A) Biotecnología en la Agricultura En el año 1991 la Secretaría de Agricultura, creó la Comisión Nacional Asesora en Biotecnología Agrícola, CONABIA, integrada por científicos de primer nivel del sistema científico argentino; la cual se ocupó de diseñar un sistema de evaluación y bioseguridad de los eventos biotecnológicos, que empezaban a aparecer en el mundo. De este modo en el año 1996 se inicio la siembra de soja resistente a glifosato lo que comúnmente se conoce como soja RR. A partir de ese año empezó a aumentar la superficie de soja y el porcentaje de soja sembrada con soja genéticamente modificada. Se pasó de una superficie de 6 millones de hectáreas en el año 1996 a más de 17 millones en el último año; consecuentemente con esto la producción pasó de 11 millones de toneladas a casi 50 millones en el último período. Esto tuvo que ver con que los productores se dieron cuenta de cómo un evento Biotecnológico podía cambiarles drásticamente su sistema productivo haciendo mucho mas fácil algo que hasta ese momento era tan complicado como lo es el control de malezas. 3

4 Así como podemos hablar de la regulación de la biotecnología, como ejemplo de Argentina para el mundo, no podemos decir lo mismo de los derechos de propiedad intelectual, debemos ser conscientes que si no se resuelve este asunto, perderemos el principal atributo que hemos tenido para alcanzar los logros a los que me estoy refiriendo, que es el acceso a la tecnología. Estoy convencido que si no cambiamos esto por más esfuerzos que hagamos, seguiremos dependiendo de la tecnología que se genere en otras partes del mundo. Sabemos que Argentina es uno de los grandes jugadores en la producción mundial de alimentos y por lo tanto el principal lugar donde esta tecnología debe aplicarse, para ello se debe llegar a un acuerdo Gana-Gana para la industria y la producción. B) Biotecnología Enzimática La tecnología enzimática es una de las tecnologías básicas de la biotecnología (El gasto mundial en enzimas se cifra en varios miles de millones de dólares anuales); estos catalizadores se utilizan en una gran variedad de procesos que van desde la producción de sustancias edulcorantes y pantalones descoloridos (Jeans) hasta el diagnóstico de enfermedades infecciosas y genéticas pasando por la identificación de criminales. Estos procesos además de buscar la rentabilidad industrial y económica buscan la reducción de los costos sobre el medio ambiente al disminuir el uso de productos químicos contaminantes. Una pregunta desde la visión de la industria es: Qué podemos hacer para mejorar la formación de los jóvenes argentinos que tienen interés en trabajar en la industria utilizando sus conocimientos en biotecnología? Por ejemplo: ayudarlos a conocer la realidad de la industria a través de pasantías. Tienen que aprender a diferenciar Universidad y Empresa. Tienen que realizar en ese tiempo, que puede ser de 3-6 meses, un proceso de adaptación al mundo real. En ese tiempo aprenderán a: 1) Saber encarar el tiempo y los plazos en forma distinta. Aprender a planificar al revés, es decir, considerar para cuándo se necesitan las tareas realizadas y no para cuándo se piensa que se las puede tener finalizadas. 2) Trabajar profesionalmente y soportar la presión de los plazos y la multiplicidad; en el mundo del trabajo, lo profesional se lleva el 30% del tiempo y el restante 70% se diluye en reuniones, búsqueda de información, archivo, notas y lobby. 4

5 3) Equilibrar creatividad y rutina; buscar nuevas soluciones en el marco de normas de calidad que exigen rutinas absolutas en la manera de trabajar. 4) Trabajar en equipo sin perder la expresión de su función y sus ideas: el joven se encontrará trabajando en un equipo impuesto, no elegido como en la vida de estudiante, y debe actuar defendiendo su posición ante clientes y proveedores internos sin provocar rupturas. Finalmente, es bueno tener presente que la biotecnología se ha convertido en un tema de análisis sociológico, ético, político, económico y jurídico, donde las instituciones públicas tienen que estudiar y, de algún modo, atender las demandas de la industria, de los futuros profesionales en biotecnología y de la ciudadanía en general. Encontrar los puntos de equilibrio en este tema es uno de los mayores retos del análisis y la acción política contemporánea. De cualquier forma, las biotecnologías constituyen un auténtico punto de inflexión en la tradicional relación entre industria y sociedad. El famoso lema de la exposición de Chicago de 1927 proponía que "la ciencia descubre, la industria aplica y el hombre se conforma". El caso de la biotecnología muestra hasta qué punto la concepción sobre la relación entre industria tecnológica y sociedad ha evolucionado. Se puede afirmar, sin caer en la exageración, que por primera vez en la historia de la humanidad debemos realizar un intento serio para tratar de orientar el desarrollo de una tecnología, identificada como biotecnología, hacia las metas e intereses de diferentes grupos sociales. Por ultimo quiero aclarar que con estas palabras solo deseo presentar la necesidad que tenemos los argentinos de seguir avanzando y trabajando para unir el trabajo científico con la industria nacional, buscando con humildad y sacrificio un mundo mejor para todos aquellos que luchan y desean un país grande y venturoso. Muchas gracias Ing. Agr. Ricardo Luis Yapur Presidente Rizobacter Argentina S.A. 5