Migración, desplazamiento y multiculturalidad Familia, transnacionalismo, prácticas y relaciones de género

Transcripción

1 Impacto de las remesas económicas y sociales en las prácticas y relaciones de género en familias transnacionales conformadas entre Medellin, Pereira y Madrid Alba Nubia Rodríguez Pizarro 1 albita5000@hotmail.com Modalidad de trabajo: Eje temático: Palabras claves: Resultados de investigación Migración, desplazamiento y multiculturalidad Familia, transnacionalismo, prácticas y relaciones de género 1. Introducción y objetivos Uno de los hechos socioculturales más destacados por la mayoría de los científicos sociales en las tres últimas décadas, es la importancia y radicalidad de las transformaciones que se están produciendo en las sociedades contemporáneas en el ámbito del parentesco en general, y de la familia en particular, dando lugar a formas de relación y convivencia que no sólo afectan a las prácticas, sino también a las formas de pensar, representar y hablar del universo familiar, es decir, a la construcción de las identidades familiares (Rivas, 2007:111). Factores de carácter demográfico, económico, cultural y tecnológico influyen en estas transformaciones que están siendo estudiadas por científicos sociales de diferentes disciplinas y que a su vez se constituyen en temas centrales de numerosos libros, artículos y jornadas. En este caso en particular las migraciones 2, y en concreto, el impacto de las remesas económicas y sociales en las familias colombianas transnacionales, es el fenómeno del cual se ocupo la investigación realizada y en la que se fundamenta la ponencia que aquí presento. La investigación realizada entre el 2007 y el 2008 asumió como punto de partida teóricoepistemológico la premisa que señala: los procesos y las relaciones de familia entre las personas definidas como parientes, constituyen el fundamento inicial para el resto de relaciones sociales transnacionales (Basch, et al., 1994:238) proposición que ubica a las familias transnacionales en un lugar protagónico para el entendimiento de las relaciones sociales que se establecen en el mundo global. El estudio de las relaciones de género y el impacto de las remesas económicas y sociales 1 Profesora Tiempo Completo Escuela de Trabajo Social y Desarrollo Humano, Universidad del Valle, Cali Colombia. Ponencia presentada en el XIX Seminario Latinoamericano de Escuelas de Trabajo Social. El Trabajo Social en la coyuntura latinoamericana: desafíos para su formación, articulación y acción profesional. Universidad Católica Santiago de Guayaquil. Guayaquil, Ecuador. 4-8 de octubre En la literatura sobre migración, se han utilizado y se siguen utilizando conceptos como inmigración o emigración, inmigrante o emigrante, situados todos ellos bajo enfoques teóricos donde las conexiones y articulaciones no han primado en estos análisis. A finales de los años 90 y primeros del año 2000 la proliferación de estudios sobre migraciones bajo el paradigma transnacional genera un cierto consenso respecto del término migración o migrante ya que con él se puede visibilizar la transnacionalidad de la vida desde el ámbito de lo social, político o económico de una persona (hombre, mujer, niño/a) que se mueve más allá de las fronteras, sin que con ello vaya implícito en este movimiento la 1

2 en las relaciones familiares implica una critica a las perspectivas dominantes que tienden a concebir como estáticas las relaciones intrafamiliares e impiden reconocer sus cambios, o cuando se reconocen son interpretados como disfuncionales y su análisis queda circunscrito al espacio familiar, sin tener en cuenta de qué manera influyen los contextos sociales, económicos, políticos y culturales, nacionales y globales en los procesos de transformación de la familia y de las relaciones que ocurren en ésta. En este sentido, el análisis de las relaciones y prácticas de género en unidades familiares transnacionales, hace visible la diversidad de arreglos familiares que se establecen en la etapa previa, y que se desarrollan o mantienen durante y después de la migración. Dichos acuerdos están estrechamente vinculados a las relaciones de género y generación. De igual manera, introduce en el análisis de las familias el conflicto, las relaciones de poder, la no diferenciación de roles y la posibilidad de construir nuevas identidades femeninas y masculinas a la largo del proceso migratorio (García, 2006). En este sentido, el interés por las familias transnacionales constituidas entre Madrid y Colombia implicó a los grupos domésticos u hogares transnacionales (con actividades de producción y reproducción, es decir, actividades económicas y sociales) dentro de un sistema de parentesco (personas vinculadas por lazos de primer grado tanto de afinidad u horizontales, díada conyugal o pareja, relaciones de consanguinidad o verticales, de ascendencia o descendencia), es decir, un sistema de relaciones, con la particularidad de que éstas se establecen más allá de las fronteras de un Estado-nación (Gonzálvez, 2007:13). Con base en la investigación realizada y desarrollada con metodología cualitativa específicamente a partir de lo que hoy se denomina etnografía multi-situada nueva etnografía in the World system (Marcus, 1995), de mediados de la década de los noventa y que se caracteriza por dos aspectos fundamentales: 1.- emerge el punto de vista de la mujer, del latino, del homosexual, del migrante, entre otros; quienes narran y cuestionan sus propios contextos e incluso la forma como la etnografía clásica ha hablado de ellos y 2.- por el cuestionamiento al trabajo de campo tradicional, fundamentado en un lugar específico y en la observación como técnica por excelencia. Es decir, su realización se hace en distintos lugares y vincula localidades en contextos globales (Pereira, Medellín y Madrid) fuera de Estados-nación. Las técnicas utilizadas fueron las entrevistas estructuradas y semi-estructuradas realizadas a 9 unidades familiares y a 28 individuos entre hombres, mujeres, niños y niñas miembros de las familias. La unidad de análisis fue las unidades familiares 2

3 transnacionales y no los sujetos que hacen parte de las familias. Con base en esta investigación, se traza el objetivo de esta ponencia: analizar la influencia de las remesas económicas y sociales en las prácticas y relaciones de género, en familias colombianas constituidas en un contexto transnacional que se estructura entre Área Metropolitana Valle de Aburra (AMVA) y Comunidad de Madrid y el Área Metropolitana Centro Occidente (AMCO). 2. Algunas claves de partida Analizar el impacto de las remesas económicas y sociales 3 en las relaciones de género en familias transnacionales remite inicialmente a señalar los siguientes aspectos: 1. En las relaciones familiares de las familias transnacionales como escenario de relaciones de género se han analizado, las relaciones de afinidad y consanguinidad insertas en un sistema de género, es decir, un sistema de organización social que produce desigualdades entre hombres y mujeres, que están sustentadas en la construcción cultural del género. Se entiende que estos sistemas no actúan aislados sino en interacción con otros sistemas de desigualdad como son la clase, la etnia, entre otros (Pedraza,1991). En esta línea, los elementos analizados del sistema de estratificación de género respecto de las relaciones de afinidad han sido: las relaciones de género y de poder y los cuidados; y respecto de las relaciones de consanguinidad: las relaciones afectivas, la comunicación y los cuidados. En concreto, cómo estos elementos del sistema de estratificación social por género han sido impactados por las remesas económicas y sociales que circulan entre los miembros de la familia transnacional: tanto aquellos que han migrado y que son los que envían las remesas, como aquellos que las reciben y que de una manera u otra son impactados por la migración de sus parientes. 2. La familia se ha comprendido como un grupo social inmerso en relaciones de poder, el cual se configura en función de dos grandes líneas: una generacional, que va principalmente de padres a hijos y otra de género, que se ejerce sobre hombres y mujeres. Por otro lado, argumentamos que la inclusión de la perspectiva de género en el análisis de las familias, contribuye a reconocer las relaciones de poder, y posibilita visibilizar todas aquellas formas de dominación masculina provenientes de una 3 Las remesas sociales se definieron como las experiencias, ideas, comprensiones, prácticas, habilidades, identidades, la cosmovisión, la capacidad organizativa y de interrelación con compañeros, con familia, con mujer, con autoridades que se absorben en la vida migratoria y que se transmiten explicita o implícitamente a la familia, comunidad desde los países receptores a los países de origen. 3

4 organización social patriarcal. Concebimos a la familia como una construcción social, cambiante, histórica y permeada por la cultura, así la perspectiva de género, como bien señala Puyana (2007), permite una mirada democrática a su dinámica, lo cual facilita construir relaciones a partir de la aceptación de las diferencias entre hombres y mujeres o entre generaciones, y superar relaciones de poder en la familia caracterizadas por la violencia y la subordinación de las mujeres. 3.El análisis de las relaciones y prácticas de género adquiere un lugar central en el estudio de las familias transnacionales, puesto que las condiciones en las que se toma la decisión de partir y los patrones migratorios influyen en dichas relaciones. De este modo, la relación entre migración, género y remesas ocurre de forma conectada: a.- la migración influye en las relaciones y prácticas de género que se dan en las unidades familiares, ya sea afianzando las desigualdades y las pautas tradicionales o bien desafiándolas; b.- el género influye en las motivaciones para migrar y en la consecución de remesas, al tiempo que impacta en las familias de los migrantes y en los procesos de fragmentación y reconfiguración familiar una vez ocurre la migración. 4. Las tipologías familiares fueron un eje importante para el análisis de la información recolectada. Hay una hipótesis tácita: la manera como los entrevistados(as) representan la experiencia migratoria familiar y el significado otorgado a las remesas económicas está relacionada con el tipo de familia que han contribuido a formar o a la que pertenecen, y desde la cual narran su historia y cotidianidad. Estas formas familiares se presentan en la siguiente matriz; tipologías que se establecen a partir de las descripciones de los entrevistados y no corresponden a tipologías utilizadas en otras investigaciones. 4

5 Formas familiares 4 : A. Familias monoparentales, constituidas por rupturas voluntarias e involuntarias de parejas, previas a la migración A1. Forma familiar extensa con una unidad monoparental. A 2. Forma familiar monoparental con jefatura femenina. Las remesas son un ingreso adicional y no el principal para la manutención de la familia. Las remesas son el principal ingreso familiar y actúan como cohesionador emocional de la familia. A 3. Forma familiar monoparental en laque con posterioridad a la Las remesas se destinan a gastos de los hijos ruptura de pareja los hijos (educación, ocio, cohabitan con el padre y la madre emigra años después. vestuario, etc.) pero no al sostenimiento del hogar. Las remesas son interpretadas por los miembros de esta forma familiar como un factor que contribuye a mantener sus vínculos afectivos, pero, principalmente como un elemento que refuerza sus identidades relacionales B. Familias nucleares Las remesas representan el principal ingreso de éstas familias. Si es el padre el emisor, se refuerza su rol de proveedor y su posición dentro de la familia. C. Familias reconstituidas la madre actúa como principal proveedora de la familia en origen y los aportes económicos que el padre hace ocasionalmente no modifican el rol materno en este sentido. 3. Prácticas y relaciones de género: El antes de la migración El análisis del impacto de las remesas económicas y sociales en las prácticas y relaciones de género en las unidades familiares estudiadas, remite inicialmente a la caracterización de dichas relaciones en la etapa premigratoria. Este periodo se constituye en el referente para analizar de qué manera impactan las remesas. En las formas familiares descritas, la etapa pre-migratoria se caracterizaba por relaciones de género inequitativas y significativamente desiguales que caracterizan el sistema de 4 De estas formas familiares predominan las familias monoparentales con jefatura femenina. 5

6 género patriarcal que impera en Colombia, pese a los cambios recientes que han procurado mayor inclusión paras las mujeres (Gaviria and Sierra 2006, 47). En las familias monoparentales con jefatura femenina y las familias nucleares, la mayoría de las mujeres cumplían con una doble función: desempeñaban las labores correspondientes a la reproducción, tales como el cuidado de los hijos y el mantenimiento de la vida y al mismo tiempo eran proveedoras y co-proveedoras económicas. Para armonizar ambos aspectos desarrollaron estrategias como: realizar labores productivas en el hogar, acudir a otras mujeres (hermanas o madres) para que realizaran las labores de cuidado o las funciones reproductivas, mientras ellas trabajaban. Estas Estrategias no implicaron rupturas entre el hogar y el trabajo, puesto que las actividades que se realizaban para obtener recursos económicos pertenecían al ámbito de la labor, es decir, actividades para el mantenimiento de la vida como cuidado y alimentación (Arendt 2005). La doble función tampoco implico en ningún caso transformación en las relaciones de género, por el contrario acentuaron la subordinación femenina. En el caso de las mujeres jefas de hogar, separadas antes de migrar, asumieron el doble papel después del divorcio. Ellas describen su situación como de mayor dificultad, debido a que dejaron de contar con el apoyo económico y personal de sus parejas. Sin embargo, en algunos casos en los que la relación de pareja estaba vigente, la presencia de los cónyuges no significó mayor aporte económico, reparto en las tareas del hogar, ni equidad en las relaciones y prácticas de género en la familia. Por el contrario existían carencias en cuanto al cumplimiento de las responsabilidades tradicionales de género de los hombres, más no pérdida del poder de ellos sobre sus parejas. En estos casos, la familia extensa, - cuando existe -, es una alternativa para la crianza y cuidado de los hijos de las madres migrantes (Puyana 2003). De modo que la alternativa de volver al hogar extenso, luego del divorcio, les permitió hacer frente a la crisis de empleo y conjugar el cuidado con el trabajo fuera del hogar. En las familias nucleares, los varones entrevistados realizaban dos tipos de actividades que les permitían obtener recursos económicos: trabajos independientes (empresa de confección o trabajos esporádicos) y trabajos dependientes (Oficinas o empresas de víveres). Si bien, los empleos de los hombres también eran precarios e inestables, -como los de las mujeres-, la diferencia en términos de prácticas y relaciones de género, es que ellos estaban de forma exclusiva en el ámbito de la producción, sin ocuparse en ningún caso de las tareas de reproducción. 6

7 Los datos anteriores permiten plantear que el acceso y control de nuevos recursos económicos para las mujeres en la sociedad de origen no representó mayor equidad para las mujeres en la etapa pre-migratoria. Lo que apreciamos es que, tanto las mujeres migrantes provenientes de familias monoparentales como de familias nucleares se hicieron más competentes en el desempeño de múltiples funciones y perfeccionaron nuevas habilidades. Las mujeres lograron manejar y controlar sus recursos económicos así como organizar las tareas dentro y fuera del hogar, pero no se modificaron las relaciones de subordinación. Antes de la migración, las relaciones y prácticas de género de las familias estudiadas eran relaciones tradicionales, en el sentido que predominaban pautas habituales asignadas a las mujeres - trabajo doméstico y labores de cuidado -, independiente que ellas produjeran o no recursos económicos dentro y fuera del hogar. Los hombres, realizaban trabajos remunerados en condiciones precarias, al igual que ellas, pero con escaso compromiso en las actividades reproductivas. En la socialización de los hijos tampoco encontramos pautas que permitan inferir procesos que llevan a la modificación de las relaciones de género que imperan en el sistema de género de las familias estudiadas. Tanto hombres como mujeres expresaron que salieron del país en busqueda de un trabajo bien remunerado que permitiera además de su manutención en el país de recepción, el envío de dinero a sus familias. En la mayoría de los casos las remesas tienen como destino el pago de deudas, la compra o mejora de la vivienda, y mayor bienestar para los hijos y familiares que quedan en Colombia. 3.1 Remesas económicas y configuración de las familias transnacionales Una vez concretada la migración aparecen tareas y obligaciones distintas para migrantes y no migrantes, se materializa el envío de remesas y se establecen relaciones de poder distintas influidas por el aumento en los recursos económicos. Las madres migrantes, independiente del tipo de familia al que pertenezcan (monoparentales o nucleares) dejan el funcionamiento de la vida familiar a otras mujeres (abuelas, cuñadas, amigas), mediante arreglos y reparto de responsabilidades. Aunque el padre permezca en el país de origen no es él quien se encarga del cuidado y manutención de la familia, pero si de mantener el ejercicio de la autoridad familiar. Las mujeres desarrollan una gran capacidad para articular desde Madrid las estrategias de cuidado y reproducción de la vida familiar. Mediante singulares acomodos entre 7

8 vínculos de parentesco cercanos y la máxima utilización de los recursos generados en España. En las familias monoparentales con jefatura femenina que dejaron sus hijos a cargo de una cuñada, abuela, hermana, amiga o en muy pocos casos al padre; las madres migrantes envían las remesas a otras mujeres con las que establecen fuertes vínculos afectivos, de reciprocidad y compromiso con el cuidado de los hijos y con la distribución de las remesas. No obstante son las migrantes quienes deciden de qué manera se debe realizar el gasto del dinero al interior de la familia, lo cual influye en el aumento de su capacidad de decisión aún en la distancia. En las familias monoparentales con jefatura femenina en las que hay hijos adolecentes, ellos inciden en las decisiones que se tomen respecto al gasto del dinero. Tanto ellos como ellas adquieren nuevas responsabilidades parentales, sin embargo son las hijas quienes adquieren y se les otorga mayor responsabilidad con sus hermanos y con el mantenimiento de la vida reproductiva de la familia. Los padres no migrantes, no ven alterado el orden patriarcal, eventualmente pueden ver amenazada su autoridad por el mayor poder económico que dan las remesas a las madres migrantes, especialmente sobre los hijos y sobre su propio rol. En ese caso, los hijos mantienen el orden de cosas procurando no alterar esa relación de dominio, por ejemplo, no informando cuánto dinero envía la madre. Cuando es el padre de una familia nuclear quien migra, el orden de género se mantiene sin ninguna transformación, puesto que la madre permanece y mantiene las tareas que venía realizando previo a la migración. Sin embargo, se aprecia una sobrecarga para la mujer que permanece en Colombia. Ella asume en solitario la crianza de los hijos y la responsabilidad de afrontar la cotidianidad del hogar. Los padres migrantes envían remesas para los gastos de la familia, estableciendo un presupuesto, sin embargo la decisión sobre el gasto y distribución de las remesas es asumida por la madre no migrante, ganando de esta manera autonomía en la gestión de los nuevos recursos. En las familias que se conservan como nucleares durante el proceso migratorio, no se alteran las tareas y obligaciones de género a partir del ingreso de las remesas. Sin embargo, se establecen diferencias: cuando es el padre quien se queda, la madre prevé que la vida cotidiana de la familia se mantenga inalterada gracias a la colaboración de otra mujer, a menudo, abuela materna. Cuando es el padre quien parte, si bien el rol de proveedor se mantiene, la madre no migrante asume el rol de padre, en términos de autoridad y de crianza de los hijos. En ambos casos, lo que impacta las relaciones de 8

9 género en la familia, no es la circulación de remesas, sino los arreglos y ajustes propios de la migración, profundizando la asimetría de esas relaciones. En general, lo que advertimos en términos de nuevos roles y tareas de migrantes y no migrantes a partir del envío de las remesas, es que en la mayoría de los casos las nuevas tareas tienen relación en primer lugar con los cambios que implica la propia migración y la continuidad de la familia de acuerdo con las pautas de género establecidos por la sociedad. La necesidad de buscar nuevos ajustes en la vida familiar y mantener el rol a distancia de quien parte, sea hombre o mujer, hace que los miembros de la familia asuman una parte o la totalidad de las tareas de quien salió. Para algunos se traduce en más trabajo y responsabilidades, especialmente para quienes se quedan, pero sobre todo si quien migra es mujer. 3.2 Más allá de las remesas económicas: nuevas posibilidades y nuevos espacios. Una vez en España las mujeres migrantes se insertaron en el mercado laboral en oficios y trabajos feminizados, como servicio doméstico, limpieza, cuidado de personas, servicios y trabajo en oficinas 5. En todos los casos, las mujeres enviaron remesas a sus familias para cumplir con sus responsabilidades y atenuar el sacrificio de dejar a sus hijos 6. El envío de dinero ha contribuido a que las mujeres valoren de manera positiva la migración y que sientan que han podido lograr sus objetivos, lo cual ha contribuido a aumentar su autoestima. En sus voces: Yo he trabajado mucho aquí, pero yo ahora dos años que me fui, me hice la tercera plantica, mi casa era de dos plantas y yo iba con la ilusión me recogí un dinero, eran 27 millones dos cosas que estando aquí he logrado es darle la universidad a mi hija, porque fueron cinco años que yo se los dí de universidad y la casa (Madre, 42 años, Madrid). El envío de remesas no sólo ha incidido en la propia valoración de las mujeres, sino en la que de ellas hacen los hijos y parientes que continuan en el pais de origen, presentandose rupturas importantes con las vivencias antes de la migración; etapa en la que la gran mayoría de madres cabeza de familia o no, producían recursos económicos pero éstos no eran valorados, ni representaban un lugar importante en la familia; por el contrario los recursos provenientes de remesas se valoran de manera diferente, lo cual 5 Las mujeres que llegaron antes del año 2002 ingresaron como turistas al país para permanecer como irregulares y luego beneficiarse de la regularización del Esa situación les permitió acceder a trabajos estables y mejor remunerados dentro del segmento de ocupación al que accedieron. 6 Aunque pocas fuentes oficiales suministran datos discriminados por sexo, algunas investigaciones afirman que una porción importante de los montos por remesa son enviados por mujeres 6 ; con su salario las mujeres migrantes envían a sus países de origen los recursos monetarios para el cubrimiento de las necesidades del grupo familiar. 9

10 puede ocurrir en primer lugar, porque la migración se significa como un sacrificio y además porque tienen más posibilidades de satisfacer necesidades, gustos y de resolver situaciones que implican dinero. Se reafirma la idea de la madre como mujer incondicional dispuesta a hacer todo lo que sea necesario por sus hijos/as, de modo que la valoración se da en un doble sentido, como madre y como proveedora 7. De acuerdo con los planteamientos anteriores, si bien podemos afirmar que hay un reforzamiento de la valoración del rol materno, de igual manera hay transformación en las relaciones de género en la medida que hay mayor valoración hacia las mujeres, pese a ello las relaciones de subordinación en el país de origen no han presentado transformaciones significactivas. 3.3 Entre las remesas económicas y sociales: nuevas posibilidades y recompensas En los intercambios hay mucho más que flujos de dinero. También se intercambian visiones, ideas, discursos y tradiciones, donde las distintas concepciones sociales de un lado y del otro- pueden verse modificadas. Algunos analistas califican esto como remesas sociales, y podrían implicar el cambio en estructuras de poder, dentro de las que encontramos el relacionamiento de género, que se establece a partir del marco social, culural, económico y político que determina posibles patrones de conducta. En este sentido, y en relación con el impacto que se aprecia más allá de las remesas económicas, llama la atención las nuevas relaciones de pareja. De las nueve unidades familiares analizadas, en cinco de ellas las mujeres migrantes establecieron nuevas relaciones de pareja en el país de destino con hombres no colombianos (europeos y latinoamericanos). Estas relaciones se asumen como una nueva oportunidad en la vida de las madres migrantes, quienes principalmente valoran el apoyo, la compañía y la solidaridad que reciben de sus nuevos compañeros. En ellos no evidencian identidades masculinas hegemónicas, es decir aquellas que se constituyen como masculinidades-tipo en el contexto de la sociedad colombiana. Las mujeres migrantes manifiestan explícitamente su deseo de no volver a establecer relaciones con hombres de su país, debido a las malas experiencias que tuvieron con ellos antes de migrar. Expresan la satisfacción que les produce haber encontrado en esas nuevas relaciones hombres que las valoran, las respetan y consideran. Esto se expresa 7 Yo cuando vivía allí, yo iba a visitar a mi madre y cuando yo le tocaba la puerta decía: ya viene ésta a joder otra vez. Y ahora cuando la llamo por teléfono: Hijita mía que Dios la bendiga ( Y por qué crees que ha habido ese cambio?) por el dinero, porque ahora tengo dinero, no tengo dinero, tengo formas de ayudarles, forma de mandarle un dinero. Antes yo no tenía nada, nada. Nada que ofrecerle a nadie (Madre, 40 años, Madrid).Marta Lucía 10

11 en la cotidianidad, en las relaciones interpersonales, en la distribución de las tareas de la casa y en las relaciones sexuales en las que ellas son sujetos de derecho 8. Otro aspecto a subrayar es la sensación de libertad y acceso a nuevos espacios y relaciones que ha posibilitado la migración para algunas de ellas. Tanto la migración como el envío de remesas y el nuevo contexto han representado nuevas oportunidades para las madres migrantes quienes coinciden en afirmar que si bien el estar lejos de su país y de su familia ha implicado un nivel de sacrificio muy alto, ha merecido la pena. No sólo porque con su trabajo mejora la calidad de vida de sus familiares, sino porque esta experiencia les ha permitido procesos de transformación personal: se sienten distintas, más fuertes y más independientes 9. Viajar a España ha sido para la mayoría de las mujeres entrevistadas una experiencia que ha valido la pena y aunque en todas las entrevistas se expresa que aún no se han cumplido todas las metas y propósitos que motivaron el viaje, les ha abierto otros horizontes, tanto para las migrantes como para las familias en Colombia. Así mismo, advierten que han logrado más independencia y mayor fortaleza para afrontar las situaciones difíciles, especialmente familiares. En este proceso el envío de remesas económicas y las remesas sociales son relevantes. Las primeras les ha permitido transformar las relaciones de poder y la valoración de sus hijos y familiares hacia ellas y las segundas les han conferido una apreciación diferente hacia las feminidades y masculinidades hegemonicas 4. Remesas económicas y sociales: entre los cambios y las permanencias en las prácticas y relaciones de género. A manera de conclusión. En cuanto a las permanencias, las mujeres migrantes siguen obteniendo recursos a partir de oficios feminizados: trabajo doméstico, cuidado de niños y ancianos. Trabajos que antes eran realizados en el ámbito doméstico y en algunas ocasiones en el ámbito productivo, y que después de la migración son realizados en el ámbito de lo productivo y en un contexto transnacional. Es decir, la migración para las mujeres no ha representado mayores condiciones de equidad en lo laboral, ni la posibilidad de revertir las condiciones 8 Como persona me valora, respeta y me tiene en cuenta, hasta para lo que vamos a cenar esta noche. Tiene detalles conmigo y con mis hijos. (Madre, 40 años, Madrid). 9 ( ) sí que sí que ha cambiado mi vida. aunque me siento más realizada como persona en ese sentido, sí, ósea allí pues es que prácticamente permanecía entre la familia y como siempre estaba ahí yo no conocía más vida que la vida del núcleo familiar, ahora no, porque ya uno habla con más gente, se relaciona con más gente o sea es un mundo completamente diferente al que uno ha vivido en Colombia (Madre, 42 años, Madrid). 11

12 previas a la migración. De hecho reconocen que sus trabajos siguen siendo igual o más duros que los realizados en AMVA y en AMCO. Para algunos autores la feminización de los flujos migratorios representa una transferencia importante de recursos afectivos y de cuidados a nivel global constituyéndose así, las cadenas mundiales de afecto y cuidado en las que las mujeres cumplen un papel central(hochschild, 2000). En otras palabras, la feminización de la migración facilita la transferencia de cargas reproductivas desde las mujeres de los países desarrollados, quienes se incorporan al mercado de trabajo y no pueden seguir atendiendo y realizando en exclusiva el total del trabajo doméstico, hacia las mujeres inmigrantes; éstas últimas a su vez, dejan atrás familiares dependientes (hijos, mayores, enfermos, etc) al cuidado de otras mujeres que se ocupan de sustituirlas en dicho cometido. En síntesis, las mujeres del Norte y el Sur actúan como eslabones que dinamizan las denominadas cadenas mundiales de afecto y cuidado y promueven su mantenimiento. Las madres continúan ejerciendo su maternidad desde la distancia no sólo ocupándose del mantenimiento económico de sus hijos, sino ejerciendo tareas de cuidado como aquellas que tienen que ver con su bienestar físico y psicológico. Estamos entonces, ante el fenómeno que varios autores han denominado maternidad transnacional, globalización de la maternidad o maternidad a distancia para referirse a las nuevas formas que surgen como resultado de la migración para llevar a cabo el cuidado y la educación de los hijos, que se distinguen según la etnia y la clase social de las mujeres (Hondagneu-Sotelo, 2000; Parreñas, 2001). Pese a la distancia y a los procesos de autoestima, valoración y empoderamiento el rol femenino por excelencia, la maternidad continua más allá de las fronteras de los Estados-nacionales. En todas las unidades familiares donde migran mujeres, las relaciones y prácticas de género no se ven transformadas de manera importante. En el caso de las familias monoparentales o las nucleares donde migra la madre, ésta ha sido reemplazada por otra mujer que continúan haciendo las mismas tareas y reproduciendo las relaciones de subordinación femenina, la diferencia es que administran remesas. Al mismo tiempo, en la socialización de los niños en los distintos tipos de familias no se advierte un proceso que promueva las transformaciones en la división sexual del trabajo o una crianza que conlleve cambios en las relaciones de género. Por el contrario, predominan las permanencias tanto en la división sexual del trabajo como en las relaciones de género que se desarrollan en estas familias, contribuyendo de esta forma al mantenimiento del 12

13 sistema de género en la que se encuentran inmersas. Los aprendizajes culturales si bien contribuyen a algunos procesos de cambio como son el distanciamiento con identidades hegemonicas de género tanto femeninas como masculinas aún estos no alcanzan niveles significativos para vislumbrar cambios fundamentales en las estructuras de genero de la sociedad patriarcal. Bibliografía BASCH, L. GLICK SCHILLER, N. Y SZANTON, B. (1994), Nations Unbound: Transnational Projects, Postcolonial Predicaments and Deterritorialized, New York: Gordon and Breach Publishers. GONZÁLVEZ, H. (2007), "Familias y hogares Transnacionales: Una perspectiva de Género" en Puntos de Vista. Cuadernos del Observatorio de las Migraciones y de la Conviviencia Intercultural de la Ciudad de Madrid, 11: GAVIRIA, M. y SIERRA, H. (2006), Pobreza, inserción precaria y economía popular en Risaralda Consultado en julio 08'. GREGORIO, C. (1998), Migración femenina. Su impacto en las relaciones de género, Madrid, Narcea. HOCHILD, Arlie Russell (2000), "Las Cadenas Mundiales De Afecto Y Asistencia Y La Plusvalía Emocional." En El Límite. La Vida En El Capitalismo Global, edited by Hill y Antonhy Giddens Hutton, Barcelona: Tusquets Editores. HONDAGNEU-Sotelo, Pierrette, (1999), "Introduction. Gender and Contemporary U.S Immigration." American Behavioral Scientist 42 (1999): MARCUS, G. (1995), Ethnography in/of the world system: the emergence of multi-sited ethnography. Annual Reviews Antropology, Vol. 24: MOORE, H (1999), Antropología y feminismo. Madrid: Cátedra. OSO, L (1998), La migración a España de mujeres jefas de hogar. Madrid: Ministerio de 13

14 trabajo y asuntos sociales. Instituto de la mujer. PUYANA, Y. (2007), El familismo: una crítica desde la perspectiva de género y el feminismo, en PUYANA, Y. y RAMÍREZ, M.H. Familias, cambios y estrategias. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Colección CES. RIVAS, A. Mª (2007), Transformaciones socioculturales y cambios familiares: continuidades y rupturas En TOLOSANA. L. Introducción a la antropología social y cultural. Teoría, método y práctica. Madrid: Akal. p RAMÍREZ, F y J, P, RAMÍREZ. (2005), La Estampida Migratoria Ecuatoriana. Crisis, redes transnacionales y repertorios de acción migratoria. Quito: Centro de Investigaciones CIUDAD- UNESCO, Abya Yala- Alisei. SORENSEN, N. N. (2004), The development dimensión of remittances. Working Paper. Contributed to the International Forum on Remittances to be held at the IDB, Conference Centre June, 28 30, Washington D.C. 14