Abogados jóvenes: posgrados en el extranjero y servicio público

Transcripción

1 Abogados jóvenes: posgrados en el extranjero y servicio público Trabajar un par de años en un estudio de abogados y luego partir a perfeccionarse, con la venia de la oficina, es una de las tendencias que ha cobrado fuerza a nivel nacional. Dedicarse al servicio público, es también un desafío cada vez más apetecido entre los abogados jóvenes. Viernes, 16 de marzo de 2012 a las 12:34 - Izq. arriba: Manuel José Prieto, Juan José Bouchon y Fernando de Carcer. Izq. abajo: Rodrigo Lavados, Germán Subercaseaux y Cristóbal Herrera. Crédito: Carey y Cía.; Sargent & Krahn; Carey & Allende; Philippi, Yrarrázaval, Pulido & Brunner; Baraona Mar Becados en Chile Actualmente, 24 personas se encuentran estudiando un doctorado con Becas CONICYT. Las instituciones escogidas son: Universidad Católica, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad de Chile y de los Andes. En tanto, sólo dos personas están cursando un magíster con beca de esta misma institución, en la Pontificia Universidad Católica y Universidad de Chile. Abogados en el extranjero Según datos de CONICYT, 115 profesionales se encuentran cursando un postgrado en derecho en el extranjero (48 un doctorado y 67 un magíster) con recursos del Estado de Chile.

2 España es el país más demandado para cursar doctorados y Estados Unidos el preferido para cursar magíster. Romina López Barrera Existe un elemento común en la mayoría de los estudios jurídicos nacionales respecto de las aspiraciones y tendencias de los abogados jóvenes: perfeccionamiento y servicio público. Si bien la motivación por capacitarse suele ser un interés propio de cada profesional, lo cierto es que en la actualidad las oficinas están estableciendo una dinámica que invita al abogado a continuar especializándose. Asimismo, servir por algunos años en un ministerio, subsecretaría, o servicio público en general, es también una práctica deseada por los abogados jóvenes. El desafío de perfeccionarse Según cifras del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), la matrícula en postgrados de derecho a nivel nacional aumentó en 9 años de manera significativa. Si en 2001, eran 294 los abogados inscritos en algún magíster o doctorado de las universidades del CRUCH, en 2010 esta cifra aumentó sostenidamente, llegando a 1.326, siendo los programas de magíster los más demandados. En el plano internacional, la realidad no es muy diferente. Actualmente 115 abogados están cursando algún programa de postgrado en Derecho en universidades de 11 países, gracias a recursos del Estado de Chile. Creo que el interés por las becas para estudiar en el extranjero siempre ha existido, pero hoy existen más oportunidades. Años atrás, existían pocas becas. Recuerdo la beca Presidente de la República y la Fulbright y había que ser un alumno de excelencia para poder acceder, comenta Cristóbal Herrera, de BaraonaMarré. Para este abogado que en 2009 estudió un Magíster en Derecho de los Negocios en la Universidad de Sydney, Australia la creación de Becas Chile ha permitido que buenos alumnos, aun cuando no necesariamente sean los mejores, también tengan la opción de estudiar becados en el extranjero. Los jóvenes abogados no están postergando su entrada a oficinas, sino que salen a estudiar luego de llevar un par de años trabajando, motivados por la posibilidad de cursar estudios en alguna de las mejores universidades del mundo cuyo costo puede ser de 50 mil dólares, por adquirir experiencia y perfeccionar sus conocimientos.

3 Cuando Manuel José Prieto, obtuvo una Beca Chile para cursar un Master of Environmental Law en University of Sydney, Australia el año 2010 llevaba dos años en Carey y Cía., como abogado asociado del grupo Recursos Naturales, Energía y Medio Ambiente. La posibilidad de tener una experiencia académica y familiar en el extranjero, de perfeccionar mis conocimientos en el área en la que ejerzo, y de vivir 1 o 2 años en Australia manejando otro idioma y conociendo otra realidad cultural, económica y de vida fue mi motivación, explica. Para este abogado, el apoyo de su estudio fue fundamental. Carey y Cía. siempre ha apoyado a sus abogados, incluso económicamente. Y agrega que, en general, la política de otros estudios es similar. Hace dos años, Cristián Urzúa trabajaba en Carey & Allende, en el grupo de Litigios y Arbitrajes. Hoy está en Estados Unidos gracias a una Beca Chile y al patrocinio de su estudio, cursando un magíster en la Universidad de Berkeley. Coincide con que el respaldo que brinda la oficina es clave. Creo que eso demuestra una visión tanto de futuro como de presente. El abogado joven retornará mucho más formado y preparado, tanto para sus desafíos personales como los de la firma. En cualquier caso, recomiendo tomar estos estudios solamente después de que el abogado ha ganado experiencia, afirma. Fernando de Carcer, también de Carey & Allende, coincide con esto último: y agrega que contar con más experiencia la laboral hace que se aprovechen mejor los conocimientos adquiridos. Las universidades de prestigio valoran la experiencia laboral al momento de evaluar las postulaciones, asegura. Cárcer cursó estudios de LL.M. (Master en Derecho) en Duke University, North Carolina, en Estados Unidos, por 10 meses. Luego, retornó al estudio. Al igual que Cristián Urzúa, asegura que su oficina tiene una actitud muy proactiva frente a los abogados que quieren perfeccionarse. En esta línea, Rodrigo Lavados, de Sargent & Krahn, profundiza: Los estudios más grandes o los que tienen muchos clientes extranjeros, en general fomentan que sus asociados jóvenes vayan a estudiar al extranjero, particularmente a EE.UU. o Reino Unido. La experiencia, incluyendo el perfeccionamiento del inglés, es muy importante para los servicios que luego se prestan a los clientes, dice. Desde 2011, Lavados, por Becas Chile, estudia un Master en Derecho en Harvard Law School, programa que lo mantendrá fuera del país por todo este Y aunque pretende quedarse un año más trabajando en Estado Unidos, tiene completamente decidido volver a su estudio. Y no es el único. Todos los consultados manifestaron su interés por retornar a su oficina.

4 Manuel José Prieto, Carey y Cía., luego de terminar su perfeccionamiento, tuvo la oportunidad de trabajar en el estudio Minter Ellison, con presencia en Australia, Asia y Londres a través de alrededor de 15 oficinas. Sin embargo, en febrero de este año se reincorporó a su trabajo en Chile. Cristóbal Herrera, de BaraonaMarré, es enfático en destacar que a las oficinas de hoy, les interesa que sus abogados se queden trabajando en algún estudio, por al menos un año. Además del crecimiento personal y el conocimiento, la experiencia en el extranjero especialmente en países bajo el sistema del common law ayuda a desarrollar un pensamiento más crítico frente al Derecho, mejorar en términos sustanciales el idioma y hacer contactos que pueden ser útiles en el futuro tanto al estudio como al propio asociado, asegura. Servir al país Pero no sólo perfeccionarse es la aspiración de abogados jóvenes. También la posibilidad de trabajar en el servicio público y ganar experiencia en esta materia es un desafío deseado. Juan José Bouchon, actualmente Subdirector de la Oficina de Competitividad del Ministerio de Economía, trabajaba hasta hace poco menos de un año en Carey y Cía. Tras siete en la oficina de los cuales estuvo tres estudiando un LL.M. en la U. de Columbia, Estados Unidos, y luego, trabajando en Skadden Arps decidió aceptar el desafío, básicamente por dos razones: contribuir en temas que van más allá del ámbito privado de la profesión y participar en un proyecto nuevo, donde hay mucho por hacer, comenta. Para Bouchon, la actitud de los estudios frente a estas tendencias ha sido de solidaridad con el tema, ya que quieren lo mejor para sus asociados, aun cuando no estén más en sus filas. Eso sí, haría una distinción. Tener abogados con formación de postgrado les permite a los estudios seguir siendo competitivos. En general, hay una predisposición a formar a sus abogados desde las canteras versus salir al mercado secundario, aunque la movilidad en la industria es cada vez mayor, analiza. Germán Subercaseaux, de Philippi, Yrarrazabal, Pulido & Brunner, se desempeñó en el servicio público por casi dos años. Fue Jefe de Gabinete de Felipe Bulnes, tanto en el Ministerio de Justicia como en el de Educación. Llevaba trabajando más de tres años en el estudio cuando tuvo la opción de sumarse a este desafío. Lo vi como una oportunidad única de aprender y conocer otras realidades, cómo funcionaba el Estado, adquirir otras experiencias, crecer y también de aportar con mi trabajo, detalla.

5 A su parecer, esta tendencia se muestra cada vez más como una alternativa atractiva, pero no va en desmedro de las oficinas. Es más, piensa que la experiencia profesional de trabajo en estudio es sumamente formativa, y aunque los bufetes dan facilidades y se fomenta el trabajo en el servicio público, no se impone como un requisito. Qué dicen los estudios jurídicos? Para Sergio Díez, socio de Cariola Díez Pérez-Cotapos, Becas Chile ha sido un gran instrumento para llevar a cabo la aspiración de los abogados de perfeccionarse fuera de país. Sobre el desempeño para algún gobierno, asegura que no es para nada extraño, ya que el servicio público está profundamente arraigado y vinculado con esta profesión. Desde hace muchos gobiernos atrás, incluido este, nuestros abogados han asumido cargos públicos. Lo anterior los honra a ellos, al Estudio y a la profesión de abogado, afirma. En la misma línea, Jaime Carey, socio de Carey y Cía., comparte el orgullo que significa tener abogados interesados en el servicio público. Durante el primer año del gobierno del Presidente Sebastián Piñera, y en menor medida en 2011, varios de nuestros asociados decidieron dedicarse al servicio público atraídos por la apuesta de este gobierno de contar con un equipo de excelencia. Su interés fue tanto por ministerios, subsecretarías, superintendencias y reparticiones regionales. Durante los gobiernos de la Concertación también se fueron algunos abogados a trabajar, siendo el más destacado, Ricardo Escobar, quien se desempeñó como director del Servicio de Impuestos Internos, detalla. Para Ariela Agosín, socia de Albagli Zaliasnik, perfeccionarse o participar en algún gobierno, es parte de lo que hoy en día es la profesión. Es una opción muy válida donde, además, en la actualidad las remuneraciones en el servicio público son de buen nivel, por lo que es comprensible que algunos abogados giren hacia ese camino, señala. Como oficina, asegura, les parece muy positivo que sus abogados se capaciten o incursionen en otras áreas, pero hace un llamado a no olvidar la importancia que tiene la experiencia profesional también. En BaraonaMarré, también se comparte la idea de potenciar el perfeccionamiento. Tenemos un compromiso para que ellos continúen desarrollando su aprendizaje, formación y actividades académicas tanto en Chile como en el extranjero, comenta Max Spiess, socio de la oficina.

6 Para Spiess, últimamente se han notado dos cambios importantes en esta línea: Por un lado, los estudios en el extranjero han pasado a ser parte de la formación ordinaria de cualquier abogado, y por otro, se ha percibido que Estados Unidos y Gran Bretaña ya no tienen el monopolio de los programas de postgrado. Ahora, hay otras opciones que son tanto o más buenas, como Australia, Alemania, Canadá, Suiza, España, dice. Carey y Allende, es otra de las oficinas también es una oficina que fomenta el desarrollo académico, donde también se han detectado ciertas preferencias. Hemos observado una clara tendencia a postular a universidades extranjeras para perfeccionarse con un LL.M. y también interés en postgrados locales, comenta Jorge Allende, socio del estudio. Según su experiencia, al interior de la oficina, las principales áreas de interés de sus abogados para perfeccionarse han sido Derecho Corporativo, Minero, Tributario y Laboral. Comenta que una clara mayoría, luego de estudiar, retorna al bufete, cifrando esta tendencia en un 95%.