DISCAPACIDAD EN CHILE

Transcripción

1 DISCAPACIDAD EN CHILE Mucho se especula con el tema de la Discapacidad, todos los Gobiernos han tratado en a medida de lo posible elevarlo a la importancia que verdaderamente tiene. Lo primero fue bajo el gobierno de Don Patricia Aylwin con la promulgación de la Ley Nº y luego se han realizado una serie de modificaciones hasta llegar a la actual Ley Nº , que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad. Ya se ha dicho la cantidad de Personas que existimos con algún tipo de discapacidad, sin embargo el Servicio de Registro Civil e Identificación que lleva el Registro Nacional de Discapacidad dice que entre el año 1995 (cuando se aprobó la Ley Nº ) y el año 2010 sólo se han inscrito hombres y mujeres, dando un total de personas inscritas en el Registro, es decir un 8,33 % de la población con discapacidad tiene derecho a los beneficios que otorga la Ley Nº Alguien o algo está fallando, porque un % de las personas con discapacidad no pueden hacer uso de la Ley. Existen múltiples factores que influyen en la inserción laboral de nosotros las Personas con Discapacidad; Educación, Tipo y Grado de Discapacidad, Legislación Permisiva, Obstáculos de Actitud de los empleadores, Poca conciencia social. Discapacidad e inserción laboral: una mirada desde adentro y en primera persona La ley de discapacidad Nº , en su artículo 5 estipula que persona con discapacidad es aquella que teniendo una o más deficiencias físicas, mentales, sea por causa psíquica o intelectual, o sensoriales, de carácter temporal o permanente, al interactuar con diversas barreras presentes en el entorno, ve impedida o restringida su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás. Está claro que nuestra discapacidad nos hace formar parte de este grupo de personas definido por la ley, no renegamos de aquello y lo asumimos como parte de nuestra realidad vital. No obstante nos preocupa lo que parece aceptarse como condición inherente a la discapacidad: la restricción para la participación plena y efectiva en la sociedad. Esta afirmación puede hacer tambalear el cumplimiento de la ley, simplemente porque a mi juicio se basa en un equívoco. La discapacidad física genera dificultades que debemos sortear a diario, pero eso no implica necesariamente que no se pueda cumplir activamente 1

2 con los diferentes roles que una persona desempeña en la sociedad: estudiantil, político, social, cultural, económico etc. Entonces fijar la restricción a priori como una verdad consuetudinaria, genera distorsiones que son el germen de la problemática que paso a enunciar. Se sabe que el motor y el sustento de las sociedades, está en el trabajo que cada persona desde su disciplina puede aportar a la sociedad en su conjunto, asumiendo además que según lo establece la Constitución; todos los ciudadanos estamos en igualdad de condiciones ante la ley sin distinción alguna. Conozco el caso de una amiga en que ha completado la educación básica, media y universitaria. Obtuvo el título de Periodista el año 2008 en un proceso sin concesiones especiales, hasta aquí sí en igualdad de condiciones respecto a mis compañeros de colegio y de carrera. No obstante, al momento de ingresar al campo laboral, esta verdad consuetudinaria de la que habla la ley, comienza a hacerse carne. Se asumen las restricciones de una condición de Discapacidad como una incapacidad para la realización de un oficio u profesión, no importando siquiera que se cuente con elementos que acreditan lo contrario. Esta asunción se hace, no obstante, de forma solapada porque hacerlo abiertamente sería políticamente incorrecto. Esta afirmación está lejos de ser caprichosa ya que de ser así cómo se explica que sólo el 29,2% de la población con discapacidad en edad productiva realiza algún trabajo remunerado? 1 Asumo que del total de población, hay un porcentaje que en razón de una discapacidad severa, se ve imposibilitada de realizar un trabajo remunerado, pero aún así la cifra es abrumadoramente elevada, más aún si se considera que es una cifra que data de seis años atrás. Más allá de la estadística, puedo ratificar desde la experiencia, que hay un número importante de personas con discapacidad que pese a estar capacitados física y técnicamente para desempeñar una profesión u oficio, no encuentran cabida en el mundo laboral. Así las cosas, no puedo más que reconocer que pese a ese equívoco semántico que identifiqué en el artículo 5º de la Ley de Discapacidad, se trata de una dolorosa verdad: no estamos en igualdad de condiciones, respecto a la población no discapacitada. Ahora bien, una vez establecido lo anterior es necesario volver a la ley. En el artículo 45º se establece que en los procesos de selección de personal, la Administración del Estado y sus organismos, las municipalidades, el Congreso Nacional, los órganos de la 2

3 administración de justicia y el Ministerio Público seleccionarán preferentemente, en igualdad de condiciones de mérito, a personas con discapacidad. Así las cosas, no podemos más que reconocer que pese a ese equívoco semántico que identifiqué en el artículo 5º de la Ley de Discapacidad, se trata de una dolorosa verdad: no estamos en igualdad de condiciones, respecto a la población no discapacitada. Ahora bien, una vez establecido lo anterior es necesario volver a la ley. En el artículo 45º se establece que en los procesos de selección de personal, la Administración del Estado y sus organismos, las municipalidades, el Congreso Nacional, los órganos de la administración de justicia y el Ministerio Público seleccionarán preferentemente, en igualdad de condiciones de mérito, a personas con discapacidad. Pues bien, tanto mi amiga como yo como siempre hemos propendido por convicción, y sentido comunitario a ingresar a trabajar en el sector público; y nuestra experiencia práctica esta vez sí meramente subjetiva - luego de muchos años, nos dice que no sólo no se cumple dicho enunciado, sino que se opera en sentido contrario, repito que de manera solapada para evitar ser políticamente incorrecto. La razón creemos, está lejos del lamento o la victimización, y es incluso sencilla: creemos fervientemente en el poder de la palabra a nivel concreto y metafórico. De la misma manera, también sabemos que a nivel jurídico las palabras tienen que ser extremadamente precisas para asegurar su cumplimiento y hacer un seguimiento del mismo, Cómo entonces, se puede medir el cumplimiento de lo que se define solo como preferente? Este adverbio de modo expresa sólo una tendencia, al carecer de una medida es imposible verificar de su impacto real, para acabar siendo una buena intención. Hay una solución para este problema, pero la ley no la contempla: fijar una cuota de contratación en el sector público (y ojala también en el sector privado) para personas con discapacidad. Sé que el sistema de cuoteo, a veces genera distorsiones indeseadas, pero en este caso, donde la propia ley asume las restricciones para la participación plena en la sociedad; por qué no generar medidas concretas que contrarresten dichas restricciones, más allá de la buena intención? Sabemos lo mucho que se ha avanzado en términos de pensiones, accesibilidad y rehabilitación para las personas con discapacidad y lo valoro enormemente, no obstante, el tema laboral ha estado invisibilizado o puesto en un segundo plano, pese a que es precisamente éste el que, al igual para el resto de la sociedad, permitirá desarrollar 3

4 plenamente nuestras capacidades y pensar en una vida independiente auto sustentada. Por otra parte, no creo estar planteando nada descabellado: igualdad de acceso y oportunidades para un Chile más justo. Es necesario agregar que más allá del diagnóstico de la situación, es que soy Presidente de una agrupación de Personas con Discapacidad y estamos articulando junto a más personas con discapacidad, una agrupación pro derechos de los discapacitados que comienza a tomar fuerza. La única manera de generar grandes cambios y mejoras sustanciales es comenzar por pequeñas transformaciones posibles. Como dije anteriormente, En Chile, el 29,2% de las personas con discapacidad, mayores de 15 años, realizan trabajo remunerado. Mientras el porcentaje de la población total que realiza trabajo remunerado llega al 48,1%, el porcentaje de personas con discapacidad que realizan esta actividad es el 29,2% ( personas). Por tanto, existe un mayor porcentaje de personas con discapacidad que no realizan un trabajo remunerado, lo que demuestra que hay una clara preferencia por aquellas que carecen de algún tipo de deficiencia. Creemos que Chile se encuentra en deuda con la Convención Interamericana para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra las Personas con Discapacidad y con la Convención sobre los derechos de las Personas con Discapacidad y su protocolo facultativo de las Naciones Unidas, pues en ambas se establecen una serie de garantías para la protección del empleo con los distintos mecanismos administrativos para materializar dichos enunciados. Y que ahora pasamos a explicar. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INSERCIÓN LABORAL DISTRIBUCIÓN DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD SEGÚN NIVEL EDUCACIONAL Sin educación formal 12,7 % Básica Incompleta 30,4 % Media Incompleta 17,3 % Media Completa 14,5 % Superior Incompleta 2,5 % Superior Completa 5,4 % 4

5 TIPO Y GRADO DE DISCAPACIDAD - De las personas con Discapacidad severa sólo un 13,3 % realiza un trabajo remunerado. - En las que tienen Discapacidad Moderada un 26,3 % de ellas tiene un trabajo igualmente remunerado. - Y las que tienes una Discapacidad Leve un 36,2 % mantiene un salario por su trabajo. - Las personas que tienen discapacidad física tienen una mayor participación en el ámbito laboral, sin embargo, generalmente están sujetas a contratos a Honorarios y nunca o en muy pocos casos se materializa un contrato común y corriente y sujetos a las leyes laborales que todas las personas sin discapacidad pueden acceder. - Las Personas cuya Discapacidad se denomina Síndrome de Down, Autistas, Asperger, con afecciones de Salud Metal, sólo acceden a trabajos menores y con remuneraciones paupérrimas, es más la Ley establece en su artículo 16 En el contrato celebre el deficiente mental, podrá estipularse una remuneración libremente convenida entre lo partes, aplicándose a este respectos los normas sobre ingreso mínimo (es aquí donde a ley es permisiva de los abusos laborales de que somos objeto, sobre todo las personas que tienen discapacidad de Salud Mental). - Las Personas ciegas, por ejemplo, generalmente acceden al mundo laboral como comerciantes en los lugares que los municipios destinan para ellos, pero a un número limitado de personas, otros en cambio acceden a ser telefonistas de Call Center (como gran cosa), sólo quienes han tenido la oportunidad de estudiar una carrera universitaria pueden acceder a Ser Abogados pues las mallas curriculares recién comienzan con aperturas a otras carreras. - Las Personas con Discapacidad auditiva, sordas o sordomudas, tienen un mayor impedimento a la hora de encontrar un trabajo, pues comienzan sus dificultades desde que comienzan la etapa escolar, al no poder acceder a profesionales en Lengua de Señas que les sirvan como apoyo en sus aprendizajes y cuando logran acceder al mundo laboral, se encuentran con la misma dificultad de poder comunicarse con sus empleadores o compañeros de trabajo, al no contar con un intérprete en Lengua de Señas, marginándolo completamente de la actividad laboral o sólo remitiéndolo a trabajar en los clásicos empleos en imprentas, como operadores de maquinarias que emiten mucho ruido pero que a ellos no los afecta, esto también influye en una baja remuneración. El porcentaje de inserción laboral es cada vez menor a medida que el grado de discapacidad es mayor. Según cifras, 1 de cada 3 personas con discapacidad leve realiza un trabajo remunerado, 1 de cada 4 personas con discapacidad moderada lo hace y en el caso de la discapacidad severa, sólo 1 de cada 8 personas trabaja remuneradamente. 5

6 El 14,4% de las personas que no trabajan en Chile, entre 15 y 64 años, corresponden a personas con discapacidad. En cambio de las personas que realizan trabajo remunerado en el país, sólo el 8,8% son personas con discapacidad. Esto representa una diferencia de prevalencia de 5 puntos porcentuales entre las personas con discapacidad que no trabajan y las que sí lo hacen. Por cada 4 personas con discapacidad que trabajan remuneradamente, 7 personas con discapacidad no lo hacen. Por cada 2 personas sin discapacidad que trabajan remuneradamente, 3 personas con discapacidad no lo hacen. De cada 3 personas de la población general que no trabajan hay 4 personas con discapacidad que no trabajan. Mejorando las oportunidades de empleo para las personas con discapacidad que no trabajan, se reduciría el impacto de la discapacidad en un 39%. Obstáculos de actitud Son barreras históricas de actitud, que han provocado desigualdad de condiciones frente a situaciones sociales, como es el trabajo. Existen diferentes mitos en el ámbito empresarial con respecto a la contratación de nosotros, les daré algunos ejemplos: No son capaces de utilizar ciertas herramientas o maquinaria normales, por lo que necesito invertir en dispositivos especiales que son muy caros. El entorno del trabajo en mi empresa es demasiado peligroso, lo que puede agravar la condición de la persona. Son poco cumplidoras y faltan mucho al trabajo por enfermedad. Mis clientes pueden incomodarse al tratar con estas personas. Mis trabajadores pueden tener problemas de comunicación con ellos. Todos estos conceptos, están asociados a nuestra condición física, mental o sensorial y no a nuestras posibilidades reales de ejercer alguna actividad, reforzando así una cultura de discriminación. Y esa discriminación se manifiesta cuando vamos a una entrevista de trabajo, quienes tenemos la fortuna de estar mejor preparados laboralmente, nos encontramos que al momento de ser entrevistados se dan cuenta de nuestra discapacidad y como no quieren aparecer como discriminadores dicen Creemos que usted está sobre calificado para el trabajo, necesitamos otro perfil para el empleo, no obstante lo tendremos en consideración para cuando se produzca una vacante que esté a la altura curricular suya, es decir, o en Chileno; Sabís que más no te contrato por tú condición de discapacidad. Por ejemplo; Yo soy un profesional de la fotografía y he ido a no sé cuántas entrevistas para cubrir el cargo de reportero gráfico, he mandado currículos y cuando llega el minuto 6

7 de la prueba de selección personal, en donde unos expertos te analizan, te comienzan a mostrar dibujos y que digas lo que te imaginas, o te hacen preguntas capciosas, cuando ven que todas las respuestas son acertadas viene lo cómico cómo puede tomar fotografías con una sola mano? Será capaz de realizar el trabajo de reportero gráfico en la calle donde las papas queman? Y cuando les digo que trabajaba a dos máquinas se quedan con la boca abierta sin saber que decir, finalmente, entre todos los que fueron a la entrevista quedaste segundo y cuando se produzca otra vacante el puesto será tuyo, llevo 16 años esperando esas llamadas. Poca Conciencia Social Las personas con discapacidad somos invisibles a la hora de que la sociedad en su conjunto se preocupe por nosotros a la hora de materializar políticas de Estado permanentes, prueba de ello es que en todos los indicadores de Cesantía que se muestran mes a mes, sólo se manifiesta un porcentaje a nivel nacional o regional, y estos estudios no contemplan la cesantía de que somos víctimas nosotros, entonces la población cree que toda persona con discapacidad está cubierta por Pensiones que otorga el Estado y no ven que lo que estamos plateando es la necesidad de trabajar, necesidad que también tiene cualquier persona. Hoy los parlamentarios han mostrado un avance en sus posturas convencionales y han presentado un Proyecto de Ley el Boletín Nº que en su artículo único señala Toda unidad laboral, ya sea del sector público o privado, deberá al menos el 2 % de sus puestos de trabajo para trabajadores que, siendo idóneos para la función, posean alguna discapacidad de acuerdo al artículo 5 de la presente ley. La infracción a esta norma acarreará las sanciones y multas señaladas en el artículo 506 del Decreto con Fuerza de Ley Nº 1, Código del Trabajo. Pero no se trata sólo de imponer mediante una Ley, sino por el contrario debemos apelas a la Responsabilidad Social de las empresas, que es un compromiso entre el sector empresarial y la sociedad civil para crear una instancia de cooperación que permita, en este caso una verdadera inclusión laboral para nosotros las personas con discapacidad. Al respecto le enviamos a los Honorables Diputados una serie de indicaciones que tienen que ver básicamente con el tema de las pensiones, pues en la gran mayoría de los casos en que personas con discapacidad tienen algún tipo de pensión, ya sea Pensión Básica Solidaria, Montepío, Garantía Estatal de la Pensión u otras de similares características, las pierden al momento de obtener un trabajo que les permita aumentar sus ingresos, es por ello que envié esa serie de indicaciones, que hasta el día de hoy ningún parlamentario se ha dignado a comentar siquiera. 7

8 Por otra parte manifestamos nuestra inquietud, al señalar que para poder legislar en esta materia se debe predicar con el ejemplo, entonces la pregunta que nace en forma espontanea es cuántas personas con Discapacidad trabajan en el Parlamento?, considerando que allí laboran unas mil personas, es decir debieran existir al menos 20 personas con discapacidad percibiendo alguna remuneración por trabajar allí, la otra pregunta es cuántas personas con discapacidad trabajan en SENADIS?, creemos que al menos en este Servicio, las personas con discapacidad debieran ser en mayor número que aquellas que no tienen ninguna discapacidad, comenzando por su Director Ejecutivo. Por otro lado, es muy importante que si se crea o no la ley de cuotas, debemos conversar con los sindicatos o con los grandes conglomerados de trabajadores como la CUT, ANEF, FENATS, y otras como sindicatos de CODELCO, para que sean los propios trabajadores quienes les exijan a sus empleadores contratarnos a nosotros las Personas con Discapacidad. La única manera que tenemos de verdaderamente obtener igualdad de oportunidades y condiciones, es CONVENCER, CONVENCER, CONVENCER. César Rodríguez Urzúa Presidente Víctimas de la Talidomida en Chile VITACHI cesarrodriguezu@hotmail.com Teléfono