LA CLASE MEDIA ARGENTINA YA NO EXISTE

Transcripción

1 u Argentina LA CLASE MEDIA ARGENTINA YA NO EXISTE Muros de la cultura, nuevas tecnologías y desigualdad social ANA WORTMAN Tanto el gobierno como la oposición, y sus diversos analistas electorales, siguen refiriéndose a la estructura social argentina como si las variaciones producidas en ésta, en los últimos 20 años, sólo fueran de carácter cuantitativo. Se sigue apelando, entonces, al mito de la clase media como la síntesis del gran país que no fue. Los cambios acaecidos durante el neoliberalismo han modificado drásticamente la composición de clases de la Argentina, con sus orientaciones y afinidades, de un modo a la vez sutil y despiadado, dibujando un mapa complejo en sus significaciones culturales más profundas, más allá de ciertas simplificaciones que se sugieren desde los medios electrónicos. Heterogeneización de las clases medias. Cambios en ámbitos emblemáticos: ciudad y educación Entre los diversos cambios sociales, económicos, políticos y culturales que han atravesado la sociedad argentina a partir de la última dictadura militar y, fundamentalmente, en los años 90, nos encontramos con uno decididamente emblemático: la transformación de las clases medias. Diversos indicadores demuestran que viejos imaginarios que nombraban a la Argentina como país de clase media señalan que nuestra sociedad ha dejado de ser una sociedad de corte igualitarista, constituida por amplias capas de este sector social, el cual se caracterizaba por un comportamiento bastante similar desde el punto de vista social y fundamentalmente cultural. 123

2 ANA WORTMAN Por el contrario, los estudios existentes hasta el momento expresan que estas clases se han dividido y se caracterizan por su heterogeneidad y nuevas formas de comportamiento sociocultural, ideológico y representacional. En ese sentido, percibimos un profundo contraste cone los discursos políticos hegemónicos nacionales, que tienden a seguir hablando de estas clases asociadas a un comportamiento unidireccional y homogéneo; ya que si éstas se han transformado, se han segmentado en su estructura ocupacional, en su relación con el sistema educativo y en su relación con el Estado, sus esquemas representacionales también se han modificado, y resulta casi imposible pensarlas en orientaciones de corte homogéneo y unidimensional. La clase media argentina ya no existe. En el contexto de las transformaciones que produjo el neoliberalismo durante los años 90, nos encontramos con la emergencia de un nuevo sector social, que ha comenzado a ser estudiado en el plano del consumo, perspectiva relativamente reciente en nuestras ciencias sociales. Así nos encontramos con estudios acerca de la emergencia de un nuevo sistema educativo privado, el cual ha crecido a modo de un mercado diversificado para distintas orientaciones, estilos y proyecciones de vida. La sociología urbana, asimismo, ha realizado estudios dirigidos a analizar nuevas formas de sociabilidad derivadas a partir de la opción por nuevas formas de habitar el espacio urbano, las cuales plantean una redefinición del concepto de urbanidad, como, por ejemplo, la proliferación de countries y barrios cerrados, así como nuevas concepciones de viviendas colectivas. Con ello se hace referencia a cierta fractura de las clases medias, otrora imaginadas como homogéneas. La tesis que sostienen esas investigaciones es la siguiente: los más importantes centros urbanos, como Buenos Aires, en primer lugar, asumían un carácter cosmopolita, de cultura de la mezcla. Pero esos rasgos fueron debilitándose a partir de la crisis. La decisión de abandonar la ciudad dio cuenta de un cambio económico, social, político y cultural. La emergencia de un nuevo tono a partir de la caída del Muro 124 umbrales n 9

3 LA CLASE MEDIA ARGENTINA YA NO EXISTE de Berlín, por un lado, y la forma local que adoptó el neoliberalismo, a partir de la asunción de Menem, por el otro, constituyeron el escenario de esos cambios. A partir de la transformación del mercado de trabajo y la demanda de un nuevo tipo de trabajador, se analiza la espacializacion de nuevos estilos de vida, los cuales tienen consecuencias en la ciudad, en la vida urbana, su arquitectura, su oferta cultural, su estructura, su oferta de trabajo y servicios. Se vislumbra la emergencia de una nueva subjetividad distinta de la moderna, asociada por escritores, ensayistas urbanistas y sociólogos a la ciudad A los caballos y ponis les gusta pastar en las proximidades de la pista del aeroclub, conviviendo en armonía con los eventuales aterrizajes y despegues. cosmopolita, moderna y periférica, la cual se expresa emblemáticamente en urbanizaciones de nuevo tipo. Esto último, si bien se derivaría de las necesidades 1 de las nuevas ocupaciones demandadas por las corporaciones trasnacionales, que se han incrementado en la Argentina a lo largo de los 90, está atravesado por la circulación de nuevos discursos derivados de los procesos de globalización como, entre otros, calidad de vida, la vuelta a la vida comunitaria, la vida al aire libre, la búsqueda de los iguales, la vinculación entre salud y deporte, el contacto con el verde, una vida distinta para los hijos. Si la vida en la ciudad remitía a imaginarios socio- culturales de corte europeo, la vida en las urbanizaciones cerradas remite a series televisivas cali- Argentina 125

4 ANA WORTMAN fornianas. Estos nuevos estratos legitiman su existencia a partir de la construcción de un estilo de vida country 2. En el contexto de las transformaciones que produjo el neoliberalismo durante los años 90, nos encontramos con la emergencia de un nuevo sector social, que ha comenzado a ser estudiado en el plano del consumo, perspectiva relativamente reciente en nuestras ciencias sociales. El proceso de fragmentación urbana y de espacialización de las diferencias sociales también se visualiza en el plano educativo. Como afirma Guillermina Tiramonti, la diferenciación que se produce en el interior de las clases medias es legitimada simbólicamente por la emergencia de escuelas de nuevo tipo que construyen un discurso para los nuevos imaginarios en formación. Así, habría escuelas para anclar en un mundo desorganizado, que habitan en un espacio social ambiguo, destinado a hijos de profesionales liberales, comerciantes y empleados. En ellas se combinan saberes actualizados con una apuesta a la cuestión afectiva. Otro tipo de escuelas las denomina generar un espacio para habitar el derrumbe, así se está refiriendo a escuelas de frontera, escuelas para las clases medias empobrecidas. Entonces, si bien la educación sigue siendo prioritaria para el ascenso social de las clases medias, ahora se percibe que ésta debe ser privada. La educación pública es considerada como un espacio que puede llevar a la marginalidad, ya que incidiría negativamente en la formación del capital social. En los estudios realizados con estudiantes de escuelas secundarias, aparecen distintos significados de la búsqueda ocupacional. Para unos está asociado a la satisfacción personal y para otros, la educación constituye un recurso para alcanzar una vida digna. En ese sentido, para los primeros, el trabajo estaría asociado a lo que Zygmunt Bauman denomina estética del entreteni- 126 umbrales n 9

5 LA CLASE MEDIA ARGENTINA YA NO EXISTE miento y para los segundos, a una moral vinculada a la lógica de la sociedad industrial. Así, la búsqueda de la estética en el trabajo es un poderoso factor de estratificación 3. Por otra parte, los cambios en las formas del consumo y la presencia de un mercado de bienes de lujo, de cierto nivel de sofisticación está en la mira de las consultoras de estudios de mercado. Podemos pensar desde este plano el surgimiento de un nuevo actor social. La demanda de estos objetos revela la existencia de nuevos comportamientos y estrategias de legitimación y distinción. Las clases sociales no sólo se diferencian entonces por sus formas de consumo, y por una nueva oferta de bienes, sino que también se podría agregar que los cambios históricos culturales inciden en nuevas formas de distinción y diferenciación. En el marco de estos cambios, un nuevo estrato generacional encarna una sociedad argentina diferente. Si bien en términos numéricos, este sector no representa la misma cantidad y alcance que las llamadas clases medias empobrecidas, estas nuevas clases medias son nuevas en tanto que hegemónicas. Aparecen como un nuevo modelo cultural, ya que conforman el actor social de las transformaciones que atraviesa la sociedad argentina en un contexto de globalización económica y cultural. En el imaginario que rodea a la existencia de las nuevas tecnologías suele ser frecuente la alusión a la accesibilidad, se presentan a la sociedad como al alcance de todos. No habría ningún impedimento para acceder a ellas. Sin embargo, sabemos desde Bourdieu, que si bien los bienes culturales están disponibles, están a la vista de todos, esta afirmación es una ilusión promovida a partir del surgimiento de Internet. Con la red, es posible que todos estemos colocados en el espacio virtual en una situación de igualdad, el tema es determinar quiénes somos todos, cuáles son nuestras destrezas y competencias y si entramos en esa red. Efectivamente, constatamos que no todos pueden acceder en un mundo desigual, no todos tienen competencia para ello, sus usos son profundamente diferenciados. Nos preguntamos entonces que diferencia existe en la relación Argentina 127

6 ANA WORTMAN de los sujetos con los bienes tecnológicos. Que tipo de capital cultural, destrezas y competencias previas son necesarias para usarlos? Nos interesa abordar en ese sentido desde una perspectiva cualitativa cuales son las representaciones sociales que emergen en este tipo de sujetos en torno a su relación con la cultura y la tecnología, el trabajo, uso del tiempo libre, sociabilidad y política. Nuevas clases medias y globalización cultural Para comprender los cambios que atraviesan las clases medias argentinas, debemos tener en cuenta también como la nueva dinámica económica mundial afecta el lugar social de estas clases. A diferencia de las burguesías y clases medias del siglo XX, esencialmente urbanas y cosmopolitas, estas nuevas burguesías globales, si bien viajan y circulan por el mundo, no son cosmopolitas, buscan lo igual y homogéneo en términos de estilos de vida, de estar entre gente como uno. La búsqueda de lo diferente en términos de consumos culturales, viajes y comida constituye un símbolo de su ethos globalizado. Este punto me parece sugestivo de los cambios en el ethos de las clases, que tiene a su vez impacto en la acción y en el vínculo con los bienes simbólicos. En el marco de una fuerte desnacionalización de la economía, las empresas no se identifican con una economía nacional. Sin embargo, lo que define la forma de accionar de esta nueva clase global no es su posición social, sino las relaciones sociales entre profesionales y las redes que conforman. La infraestructura operativa de la globalización económica empresarial demanda una gran cantidad de profesionales, gerentes, ejecutivos y personal técnico. Al igual que la nueva clase media o que el estrato gerencial identificado en las investigaciones sobre las clases sociales, este grupo se define por el control más que por la propiedad. Mientras que la vieja clase media se caracterizaba por su posición dentro de la burocracia vertical integrada, la inserción de la actual clase profesional en un marco de desintegración burocrática indica que su posición en la economía ha registrado un desplazamiento. Como hoy predominan los contactos sociales entre profesio- 128 umbrales n 9

7 LA CLASE MEDIA ARGENTINA YA NO EXISTE nales de distintas empresas, esto modifica sustancialmente el campo estratégico en que se inserta esta clase emergente, la movilidad caracteriza no sólo el trabajo para la empresa sino también la maximización del capital social de esa clase. Esta nueva organización empresarial requiere de una infraestructura física de primer nivel, el hiperespacio de la economía global está compuesto de edificios de oficinas, zonas residenciales, aeropuertos y hoteles. Esta clase circula a través de ese espacio económico empresarial y transfronterizo. Con internet, es posible que todos estemos colocados en el espacio virtual en una situación de igualdad, el tema es determinar quiénes somos todos, cuáles son nuestras destrezas y competencias y si entramos en esa red. La ciudad de Buenos Aires hoy Podemos advertir fenómenos emergentes en la ciudad de Buenos Aires, que darían cuenta de nuevos posicionamientos de un sector de las clases medias en las transformaciones urbanas, las cuales reflejan nuevos estilos de vida, nuevas estéticas y nuevas formas de consumo, cual es el caso del barrio de Palermo. Este fenómeno expresa una alta capacidad de inversión y gasto de un sector social que se recuperó tras la crisis del Así como se recuperó un sector de las clases medias que se había empobrecido en los años duros de la crisis, también ocurrió otro tanto con un sector de las clases medias altas surgidas en los 90. Si en los años 90 un factor de estratificación se fundaba esencialmente en huir de la ciudad, expresado en una creciente suburbanización, en consonancia con la búsqueda de estilos de vida fundados en el valor de calidad de vida, en vivir el verde, en los countries y barrios cerrados, una década después se expresará a partir de otros valores. La calidad de vida se transformará en el valor de ser uno mismo, en un contexto donde la cultura personalizada cobra una peculiar relevancia. Genera- Argentina 129

8 ANA WORTMAN Mucha gente se desplaza en bicicleta por la ciudad. ción del yo, generación y., Palermo constituye el ejemplo de la transformación del hábitat como consecuencia de la globalización 4, y da cuenta de nuevas formas de gentrificación 5 del espacio urbano, legitimadas en otras sensaciones y sensibilidades menos asociadas a la vida en familia y más, a la construcción de un estilo personal. Un relevamiento efectuado en el área de Palermo Viejo permitió detectar un aumento del 64 por ciento en la cantidad de locales entre 1993 y Según indica el informe, la expansión comercial se concentró en los siguientes rubros locales de venta de prendas de vestir que se incrementaron en un 320 por ciento en esos nueve años; los locales de venta de objetos, artesanías y regalos para el hogar aumentaron un 143 por ciento y los de venta de muebles tuvieron un crecimiento del 95,7 por ciento. La dinámica productiva de una zona de la ciudad de Buenos Aires, centrada en el sector servicios revela la demanda de satisfacer nuevas necesidades y búsquedas personales. En efecto, al analizar este sector se puede apreciar que la mayor variación positiva se produce en los locales gastronómicos, los cuales entre 1993 y 2002 crecieron un 227 por ciento. Las industrias culturales (IC) y las actividades culturales y del entretenimiento (ACyE) han 130 umbrales n 9

9 LA CLASE MEDIA ARGENTINA YA NO EXISTE hallado su patria en Palermo. La dinámica de estas industrias se demuestra en que inciden favorablemente en la estructura ocupacional de la Argentina actual. El sector ocupa a personas, lo que representa el 3,5 por ciento del empleo del país. Entre 2006 y 2007, la generación del empleo ha quintuplicado el nivel registrado para el total de la economía, creciendo a un ritmo del 20 por ciento interanual. Se afirma que en términos relativos, el sector de las IC y las ACyE de la Argentina es similar al de Estados Unidos, donde ocupa el 4 por ciento de la fuerza laboral 6. El niño cuidador de ponis ama lo que hace. El sector de las IC y ACyE muestra indicadores salientes en relación al total de la economía del país. Durante el último año ha mostrado gran vitalidad en la generación del empleo, siendo un sector de destacado dinamismo. Sus trabajadores muestran indicadores de elevado nivel educativo y edades jóvenes, lo que en términos de capital social, implica grandes ventajas comparativas con otros sectores tanto productores de bienes como de servicios. Incluso los elevados niveles de apropiación de tecnologías se presentan como importantes diferenciadores de la actividad. Saber comer, saber beber, saber divertirse, saber relacionarse, saber mostrarse son manifestaciones de una nueva cultura de un sector social vinculado con el arte mercantilizado, como es el diseño, y los viajes. Argentina 131

10 ANA WORTMAN Nuevas generaciones, nuevos saberes Tanto en la publicidad como en la vida cotidiana, nos encontramos con un nuevo tipo de sujeto celebratorio de la emergencia de nuevas tecnologías. En general, son jóvenes que han nacido junto con ellas. Si en una época el corte generacional entre adultos y jóvenes se establecía en relación con la política, ahora el corte generacional se establece en relación con las nuevas tecnologías y en cómo éstas atraviesan o no la vida cotidiana. Es evidente que la política como ethos encarnado en la subjetividad quedó en el pasado y para estas generaciones resulta casi incomprensible que las personas se muevan en su vida por ideas de emancipación social. Como desarrolla Castells en La era de la información, para este nuevo sector social etario, la realidad virtual es la realidad y ya no establecen una diferencia notable entre lo virtual y lo real. De hecho, construyen su mundo social y laboral muchas veces a través de redes de Internet. Así, si la representación discursiva estaba fundada en la cultura letrada, y ésta constituía el fundamento de las representaciones subjetivas de los saberes, la representación actual es figural, se apoya en signos. Estas formas de trabajo inmaterial generan una visión más abstracta y suavizada del mundo. Este cambio cultural puede advertirse en la elección de carreras universitarias. Estos jóvenes tienden a elegir otras carreras, otras formas de proyectar su vida, distintas de las clásicas, incluyendo a las humanidades, como formas de representación discursiva. En estos actores emergentes, el mundo se presenta como alcanzable a partir de todo aquello que tenga que ver con la construcción de signos, imágenes y sonidos. En realidad, el mundo es eso, signos, imágenes y sonidos. Los espacios materiales y las personas son imágenes, la política también. Por su parte, resulta difícil separar, además, este nuevo universo tecnológico de las formas que establece el mercado en las relaciones sociales. Si la sociedad es un mercado, las formas del intercambio social se harán fundamentalmente económicas Para vivir en el mercado hay que vender, para vender hay que seducir, agradar, movilizar sentimientos. La producción capi- 132 umbrales n 9

11 LA CLASE MEDIA ARGENTINA YA NO EXISTE talista requiere de una estructura intermedia que modifica la producción, lo cultural atraviesa la dinámica productiva porque requiere de un trabajo inmaterial que produce signos, pero fundamentalmente información. Aquí lo cultural se transmuta en acceso a la información. Advertimos, en ese sentido, la expansión de la marketización de la esfera laboral en general en la dinámica económica actual, la cual demanda este tipo de trabajadores. Para la nueva pequeña burguesía, los sujetos se realizan en profesiones de presentación y representación. La circulación de bienes culturales por la Web (películas, músicas, información, cursos virtuales, etc.) asume, así, un significado personal, heterogeneiza más que homogeneiza. De Imaginarios inclusivos a imaginarios de la exclusión Suele ser un lugar común afirmar que las nuevas generaciones no se vinculan con la cultura, leen poco, van poco al cine, nada al teatro. La diferencia fundamental es que los bienes deseados por estas generaciones son bienes informacionales, estetizados, y para ello entregan su vida, tanto en términos profesionales como de estilos de vida. Estos jóvenes viven en la virtualidad, hasta las relaciones sociales son virtuales. Para la burguesía la posesión del capital cultural era un signo de legitimación de su poder económico, su poder en la sociedad se expresaba en el buen gusto, estaba incorporado al cuerpo, era un modo de ser, una sensibilidad que se expresaba a partir del gusto por ciertos objetos, por la forma de apropiarse de objetos, tanto libros como cuadros, en la forma de decoración del hogar, en la elección de la ropa y de gustar entre otras artes, de la buena música. La legitimación de las nuevas clases dominantes, cada vez menos nacionales, no se realizaría en el conocimiento del arte y la cultura, sino en el conocimiento de bienes vinculados al buen vivir y al buen viajar, o a aquello vinculado con ese nuevo mandato. La Argentina 133

12 ANA WORTMAN burguesía actual ya no es territorial, se expresa de otra manera. Es común en la bibliografía hacer referencia a nuevos sectores dominantes, la globalización modifica las formas de dominación dentro de una sociedad. Saber circular constituye una característica reconocida y valorizada de los sujetos modernos actuales, la relación con la cultura y los objetos también va en esa dirección: la cultura sobre las nuevas tecnologías es la que más cuenta. Forma parte del sentido común sociológico afirmar que la técnica y la tecnología hacen a las personas más modernas, más progresistas en lo político. Para Marx, la burguesía era la clase exponente de un cambio civilizatorio radical que apostaba a las transformaciones de las fuerzas productivas, concibiendo fundamentalmente la importancia de la técnica, de la capacitación técnica; y si bien el burgués era un propietario y por lo tanto, en el fondo, defendía derechos particulares, al ser un burgués capitalista se realizaba en un mercado internacional y se pensaba universal. Cuando Marx hacia esta afirmación, también decía que si bien estaban dadas las condiciones para este cambio civilizatorio, la propiedad privada constituía un limite. Es decir que para el marxismo, la tecnología no libera al hombre por sí misma, aunque genera las condiciones para ello. Pero también puede hacer un hombre más dominado, más alienado, cuyo trabajo es menos creativo. Tanto Max Weber como la Escuela de Frankfurt dan cuenta de este carácter doble, por un lado la tecnología aparece como una condición de posibilidad de democratizar las relaciones sociales, pero también de generar un mundo más desencantado y arrojado a la lógica del mercado. Bourdieu cuando distinguía a las burguesías, señalaba que la pequeña burguesía en ejecución era aquélla vinculada con profesiones fundadas en saberes técnicos: ingenieros, técnicos... Se supone que estas profesiones tienen posturas de realización en un futuro, para las que constituye un valor la acumulación de conocimiento. Sin embargo, para la nueva pequeña burguesía, los sujetos se realizan en profesiones de presentación y representación. La circulación de bienes culturales por la Web (pelí- 134 umbrales n 9

13 LA CRISIS MUNDIAL: ESCENARIOS PROBABLES Y LA ECONOMIA ARGENTINA culas, músicas, información, cursos virtuales, etc.) asume un significado personal, heterogeneiza más que homogeneiza. Así como se transforman las relaciones con el espacio, esto es central, cambian las formas de relacionarse con los bienes culturales. Las marcas asumen una extrema inmaterialidad, o mejor dicho se materializan en los sujetos. Así, quienes tienen la habilidad de construirse como marcas forman parte de un mundo de incluidos que construye imaginarios de exclusión. El resto solo puede consumir. u Los perros andan sueltos por el tranquilo vecindario. 1. López-Ruiz, Osvaldo: «Los ejecutivos de las transnacionales: de trabajadores de altos ingresos a capitalistas en relación de dependencia», en Nueva Sociedad, Caracas, No tenemos suficientes datos como para afirmar esta relación, nuevas ocupaciones y huida de la ciudad. En todo caso la idea de huida de la ciudad puede tomarse como una metáfora, en alusión a la búsqueda de opciones habitacionales de corte comunitario, aun en el centro de la ciudad. 3. Esta afirmación podemos asociarla con la importancia que en la ciudad de Buenos Aires ha adquirido la zona de Palermo Soho y Palermo Hollywood, como ejemplo de espacialización de nuevos estilos de vida estetizados que pretenden diferenciarse de otras clases medias más rigoristas, moralistas y con prácticas más planificadas. 4. Productoras televisivas, productoras de cine, locales de diseño, marcas de ropa internacionales, cadenas de bar americanas, espacios para eventos hipertecnologizados pro- Argentina 135

14 ANA WORTMAN movidos por empresas tras nacionales, son algunos de los ejemplos de la gentrificación barrial 5. Del término inglés gentry, gente bien, sector social que convivió con la aristocracia rural, surgido tras el proceso de cercamiento de las tierras, a partir del siglo XVII. 6. En base a los datos de US Census Bureau, Current Population Survey, marzo de umbrales n 9