de cuentos Claudio Romo de los contadores Nacer Khemir ilustrado por

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Francisco Javier Ortíz Miranda
hace 8 años
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1 El cuento de los contadores de cuentos Nacer Khemir Claudio Romo Nacer Khemir, narrador tunecino, reanuda en El cuento de los contadores de cuentos la tradición oral de los cuentos populares islámicos en un maravilloso tejido que retoma Las mil y una noches. La de este libro es sólo una de las historias del recorrido que pretende abarcarlas todas: es el viaje y la búsqueda por espacios y tiempos ajenos a la lógica. Las ilustraciones del chileno Claudio Romo desgranan las imágenes en múltiples miradas y lecturas, creando un fascinante mundo (im)posible. Nacer Khemir El cuento de los contadores de cuentos ilustrado por Claudio Romo Kemir_El cuento de los contadores de cuentos_forro.indd 1 18/06/12 17:54

La de este libro es sólo una de las historias del recorrido que pretende abarcarlas todas: es el viaje y la búsqueda por espacios y tiempos ajenos a la lógica.

3 El cuento de los contadores de cuentos

4 Primera edición en francés, 1984 Primera edición en español, Crítica, 1987 Primera edición en español, fce, 2004 Segunda reimpresión, 2012 Khemir, Nacer El cuento de los contadores de cuentos / Nacer Khemir ; ilus. de Claudio Romo ; trad. de Lucía Segovia. México : fce, p. : il. ; cm (Colec. Clásicos) Título original Le conte des conteurs ISBN Literatura infantil I. Romo, Claudio, il. II. Segovia, Lucía, tr. III. Ser. IV. t. LC PZ7 Dewey K159c Distribución mundial Relato tomado de Le conte des conteurs Publicado originalmente por Éditions de la Découverte & Syros, París, D. R. 2004, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho-Ajusco 227, 14738, México, D. F. Empresa certifi cada iso 9001:2008 Color de las ilustraciones: Mauricio Gómez Morin Coordinación de la colección: Miriam Martínez y Juana Inés Dehesa Dirección artística: Mauricio Gómez Morin Diseño: Francisco Ibarra Meza Se prohíbe la reproducción parcial o total de esta obra, sea cual fuere el medio, sin la anuencia por escrito del titular de los derechos. ISBN Impreso en México Printed in Mexico

Literatura infantil I. Romo, Claudio, il. II. Segovia, Lucía, tr. III. Ser. IV. t. LC PZ7 Dewey 808.

5 Nacer Khemir El cuento de los contadores de cuentos ilustraciones de Claudio Romo

6 Un día llegué a la cabaña y, con una seña, me indicó que pasara. Era, sin duda, el anciano de blancas barbas. En sus ojos inmensos, cuarenta barcas hubieran podido navegar, remando durante cuarenta años sin nunca alcanzar la orilla. Me pregunté si no era él quien custodiaba al genio en el fondo del mar. Desde que tengo memoria, siempre he buscado a un contador de cuentos. Quería saber cómo empezaba su relato. 4

En sus ojos inmensos, cuarenta barcas hubieran podido navegar, remando durante cuarenta años sin nunca

8 Cuando era niño dijo el anciano mi madre vino a buscarme mientras yo jugaba en el patio de la casa. Me tomó de la mano y me condujo a la habitación. Ven rápido, rápido! Ven a ver quién acaba de nacer! Era el abuelo! Mi abuela lo mecía en su cuna al ritmo de una canción. Pero él no quería saber nada, lloraba sin cesar. Lloraba tanto, que empezó a ahogarse. Corre! Tráeme la botella de aceite para suavizarle la garganta! me apuró mi mamá. Maldición, la botella estaba vacía! 6

Mi abuela lo mecía en su cuna al ritmo de una canción. Pero él no quería saber nada, lloraba sin cesar.

10 Entonces me dijo: Ten este huevo, cámbialo por aceite. Cogí el huevo con la mano izquierda, la botella con la derecha y corrí al mercado. Estaba tan contento por el nacimiento del abuelo! Hacía siete años que lo esperábamos. Corrí tan rápido que tropecé con una piedra. El huevo se estrelló y de él salió corriendo un gallo magnífico. 8

Estaba tan contento por el nacimiento del abuelo!

12 Me lancé a perseguirlo, pero no logré atraparlo. Le aventé piedras, pero no lo alcanzaron. Tenía una aceituna en el bolsillo, la lancé. Cayó exactamente en medio de su cresta, y sucedió que al instante brotó un olivo cargado de aceitunas. Cosas del destino: mi madre me manda por aceite y heme aquí con una gran cosecha de aceitunas. 10

14 Apunté a las aceitunas, pero las piedras me cayeron sobre la cabeza. Tomé un puñado de tierra y lo lancé con tal fuerza que atravesó las ramas y se transformó en un magnífico campo en la copa del olivo. No sabía que hacer. Me senté a pensar, junto a mi gallo, a la sombra de mi olivo, cuando vi llegar a un anciano de barbas blancas conduciendo una gacela. Le decía: Avanza, prima! Avanza! Era la hora de la siesta. El anciano se acomodó a mi lado bajo la sombra de mi olivo. Una vez descansado, antes de partir, alzó la vista hacia el campo y me entregó un puñado de semillas. Luego se fue tirando de su gacela. Le decía: Avanza, prima! Avanza! 12

Me senté a pensar, junto a mi gallo, a la sombra de mi olivo, cuando vi llegar a un anciano de barbas blancas conduciendo una gacela. Le decía: Avanza, prima!

16 Me establecí en mi campo, lo trabajé durante siete años, lo sembré durante siete años y coseché una sola sandía. Volví a casa. Hallé a mi madre tan enojada que me tiró de la oreja: Menos mal que no te esperamos para salvar al abuelo! Luego, al ver la sandía, dijo: Ve a la cocina y corta una rebanada. Puse la sandía sobre la mesa de la cocina, tomé el cuchillo más hermoso, el de mango de marfil, apunté para no fallar y le asesté tal golpe que el cuchillo se hundió y desapareció. Metí la mano para buscarlo y anduve hurgando durante una semana. Al llegar el séptimo día, sentí algo suave, redondo y tan flexible... Jalé con todas mis fuerzas y saqué de la oreja a un hombre que parecía un tallo de palmera, con barba puntiaguda y entrecana. 14

Puse la sandía sobre la mesa de la cocina, tomé el cuchillo más hermoso, el de mango de marfil, apunté para no fallar y le asesté tal golpe que el cuchillo se hundió y desapareció.

18 Me dijo: Qué te he hecho yo? Estaba escuchando un cuento y ahora no voy a conocer el final. Y tú, qué haces en mi sandía? Yo?... mejor escucha mi historia. Nací pobre, mi padre era pobre y heredé su miseria. Un día decidí abandonar aquellos lugares donde la pobreza me había hecho su hermano. Una noche me fui. Anduve de ciudad en ciudad. 16

20 El cuento de los contadores de cuentos Nacer Khemir Claudio Romo Nacer Khemir, narrador tunecino, reanuda en El cuento de los contadores de cuentos la tradición oral de los cuentos populares islámicos en un maravilloso tejido que retoma Las mil y una noches. La de este libro es sólo una de las historias del recorrido que pretende abarcarlas todas: es el viaje y la búsqueda por espacios y tiempos ajenos a la lógica. Las ilustraciones del chileno Claudio Romo desgranan las imágenes en múltiples miradas y lecturas, creando un fascinante mundo (im)posible. Nacer Khemir El cuento de los contadores de cuentos ilustrado por Claudio Romo Kemir_El cuento de los contadores de cuentos_forro.indd 1 18/06/12 17:54

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