Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia

Transcripción

1 Informes FIP Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia Economic Reintegration and Private Sector in Colombia Ángela María Puentes Álvaro José Moreno Ángela Rivas Gamboa Juliana Márquez Junio de 2009

2 Fundación Ideas para la paz Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia Economic Reintegration and Private Sector in Colombia Ángela María Puentes Álvaro José Moreno Ángela Rivas Gamboa Juliana Márquez Junio de 2009 Serie Informes No. 9

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4 Contenido Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia 5 Introducción 6 1. La muestra 7 2. Actores armados ilegales y operación empresarial 8 3. Empresarios y reintegración 9 4. Por qué las empresas no participan? Por qué participan las empresas? Cómo participan las empresas? 7. Empleo y participación empresarial en la reintegración económica 8. Qué problemas tienen las empresas que participan? 9. Qué tan dispuestas están las empresas a participar en la reintegración económica de excombatientes? Conclusiones Contenido

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6 Introducción 1 Frente a la tarea urgente y nada sencilla de lograr la reintegración socio-económica de más de excombatientes, Colombia enfrenta una difícil situación, que puede resultar ventajosa si se le compara con la de otros países que han experimentado procesos de Desarme, Desmovilización y Reinserción (DDR). A diferencia de muchos de estos países, en Colombia no es posible diferenciar claramente una etapa de conflicto y una de posconflicto dado que en el país, el actual proceso de DDR y los esfuerzos encaminados a lograr la reintegración socio-económica de excombatientes se vienen dando en medio del conflicto. Esto hace que el proceso de DDR en Colombia enfrente obstáculos y dificultades adicionales a los de otros países. Por otro lado, a diferencia de lo ocurrido en muchos de los países que han atravesado por etapas de conflicto, en Colombia tal experiencia no ha estado acompañada de la devastación de la actividad empresarial, ni de la desaparición casi total del sector privado y sus operaciones. En este sentido, Colombia cuenta con una ventaja importante para abordar la reintegración económica de excombatientes, en particular a la hora de recurrir al sector privado para avanzar en esta tarea. A la luz de las experiencias internacionales en DDR, la importancia de lograr la reintegración económica de excombatientes parece estar fuera de debate. Por el contrario, lo que muestran estas experiencias es que uno de los aspectos cruciales en este tipo de procesos es precisamente la reintegración socio-económica de los excombatientes. Asimismo, el análisis de muchas de estas experiencias ha llamado la atención sobre cómo la participación del sector privado puede ser de gran ayuda e incluso decisiva para lograr dicha reintegración. En efecto, desde el sector privado se pueden adelantar acciones que van desde la generación de oportunidades laborales, hasta la transmisión de conocimiento en creación de empresas sostenibles y el apoyo de iniciativas de emprendimiento para la población desmovilizada. Las experiencias internacionales, sin embargo, muestran que lograr la reintegración económica de excombatientes y vincular al sector privado en este propósito, son dos tareas que para nada resultan sencillas. Este documento aporta información para entender qué papel juega el sector privado en la reintegración económica de excombatientes en Colombia. En él se incluye información descriptiva sobre la manera en la que el sector privado colombiano se ha involucrado en la reintegración económica de excombatientes en el país, así como sobre las razones por las que una empresa decide involucrarse o no en iniciativas orientadas a lograr dicha reintegración. Como se mencionó anteriormente, de cara a la reintegración económica de excombatientes, el escenario colombiano presenta condiciones ventajosas y poco favorables a la vez. Estas condiciones inciden en la participación del sector privado en iniciativas encaminadas a lograr dicha reintegración, así como en los resultados que se puedan alcanzar en ella. Por un lado, dado que las repercusiones del conflicto en el sector privado no han sido devastadoras, el país cuenta con un sector privado relativamente robusto. La fortaleza del empresariado colombiano ofrece un campo de alternativas para que éste se vincule en iniciativas de reintegración económica. Más aún, el gobierno ha buscado cristalizar esta situación en oportunidades e iniciativas puntuales de vinculación activa de la empresa privada en el actual proceso de DDR 2. Por otro lado, la persistencia del conflicto armado en el país y la coexistencia de éste con iniciativas propias del posconflicto, se suma a los elementos que pueden minar la participación del sector privado en iniciativas de reintegración económica de excombatientes. En efecto, en Colombia la participación del sector empresarial en este tipo de iniciativas está limitada por aspectos como la desconfianza hacia los excombatientes y los problemas de seguridad que afectan tanto a empresarios como a desmovilizados. Las siguientes páginas presentan un análisis descriptivo de la participación del sector privado en estrategias de reintegración, a partir de la información recolectada en una encuesta realizada a 361 empresas que operan en el país. Cabe aclarar que no se trata de una muestra representativa, ya que el objetivo del estudio era hacer una aproximación exploratoria de la participación del sector privado en la reintegración económica de excombatientes en Colombia. Sin embargo, los hallazgos y conclusiones de este trabajo son útiles tanto para el diseño de estrategias de interacción con el sector privado por parte del gobierno, como para sensibilizar a empresarios nacionales e internacionales sobre la importancia de su compromiso con el proceso de reintegración. Además, estos hallazgos aportan a la desmitificación de ideas asociadas a la reintegración económica de excombatientes como la percepción de que el trabajo con desmovilizados es riesgoso y trae consecuencias negativas para las empresas. 1 El trabajo de investigación del que resulta este informe fue posible gracias al apoyo del United States Institute for Peace (USIP) y del Fondo Global para la Paz y la Seguridad del Gobierno de Canadá. 2 Así lo demuestran los programas de reintegración propuestos por la Alta Consejería para la Reintegración, el Programa de Paz y Reconciliación de la Alcaldía de Medellín y el Programa de Atención Complementaria a la Población Reincorporada con presencia en Bogotá D.C. Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia junio de

7 En el presente documento se indaga sobre la relación del empresariado colombiano y la reintegración económica de excombatientes, y comprende nueve secciones, además de esta introducción: en la primera se hace una breve descripción de la muestra; en la segunda se discute cómo la presencia de actores armados incide en las operaciones empresariales en el país; en la tercera se analiza la participación de las empresas colombianas en iniciativas de reintegración; en la cuarta se presentan las principales razones por las que las empresas no participan en este tipo de iniciativas; en la quinta se resaltan los elementos que motivan a las compañías a participar; en la sexta se da cuenta de diferentes formas en las que las empresas participan en reintegración; en la séptima se profundiza en la generación de empleo como la forma de participación más usada por los empresarios del país; en la octava se sintetizan algunos de los problemas más comunes enfrentados por las empresas cuando participan en reintegración; y en la novena se presentan algunos elementos relativos a la disposición de las empresas a participar en iniciativas de reintegración económica de excombatientes. Para concluir, se presentan algunas observaciones finales sobre la participación del sector privado en el proceso de reintegración económica de esta población en Colombia. 1. La muestra En abril de 2008, la Fundación Ideas para la Paz (FIP) aplicó una encuesta a 361 directivos de empresas que operan en el país para indagar sobre su participación en iniciativas de reintegración económica de excombatientes. Si bien por limitaciones presupuestales no se trabajó con una muestra representativa de empresas en el territorio colombiano, en la muestra se tuvieron en cuenta variaciones de tamaño, sector, años de operación en el país, nacionalidad y zonas de operación. Así, de las 361 empresas encuestadas, 40% son pequeñas, 33,6% son medianas y 26,4% son grandes. En cuanto al sector, 41,8% son empresas de servicios, 29,3% son del sector comercial y 25,4% son industriales. La mayoría de las empresas encuestadas pueden catalogarse como jóvenes, el 71% de ellas llevan máximo 20 años de operación en el país. Asimismo, de las 361 empresas encuestadas, la gran mayoría son nacionales (93%) y el 7% restante corresponde a multinacionales extranjeras que operan en el país. Geográficamente, 40% de las empresas encuestadas se ubican en la región central; 11,8% en Antioquia y la región cafetera; 11,1% en Chocó, Valle, Cauca y Nariño; y 10,8% en los Santanderes y el Magdalena Medio. 6

8 2. Actores armados ilegales y operación empresarial Para las compañías, la presencia de actores armados ilegales suele tener efectos en sus operaciones tanto de forma directa, como en la medida en que dicha presencia mina la estabilidad institucional que debe garantizar su operación. Este es el caso de varias compañías que operan en Colombia 3, para las que las acciones de los actores armados ilegales se suelen traducir en daños en su infraestructura, amenazas a la empresa y sus empleados, debilidad de la Fuerza Pública y el aparato judicial, entre otros efectos que generan obstáculos para el desarrollo y sostenibilidad de operaciones empresariales. Estas dificultades no son ajenas para los directivos de las 361 empresas encuestadas. De ellos, el 45% señaló que había presencia de actores armados en sus zonas de operación: 35% señaló la presencia de las FARC, 35% de las AUC y 27% del ELN. Así mismo, el 44% del total de empresas encuestadas señaló haber enfrentado problemas relacionados con el conflicto armado: incremento de gastos en seguridad (19,6%), pérdida de mercancías (19,6%), reducción de las ventas (12,18%), pérdida de clientes (9,41%) y amenazas o atentados contra los empleados (11,9%). (Gráfico 1). En cuanto al escenario en el que se han movido las empresas tras los procesos de desmovilización de grupos ilegales, hay una visión más positiva del ambiente de negocios para las empresas: 25% de las empresas que afirmó haber tenido problemas por conflicto armado señaló que tales problemas han disminuido después de las desmovilizaciones; 15% afirmó que la situación sigue igual y tan solo en 3% de ellas se afirma que los problemas han aumentado después del proceso de desmovilización. (Gráfico 2). Gráfico 2. Comportamiento de los problemas por conflicto armado después de la desmovilización. Gráfico 1. Qué problemas derivados del conflicto armado ha enfrentado la empresa? 3 Cabe anotar que Colombia no es el único país en el que las compañías deben enfrentar este tipo de efectos. Lo mismo les sucede a compañías que operan en otros países como Sierra Leona, Liberia, Angola, la República Democrática del Congo y Afganistán, entre otros. Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia junio de

9 3. Empresarios y reintegración Las consecuencias negativas de operar en entornos con presencia de grupos armados ilegales y las ventajas que trae consigo el cese de hostilidades, el desarme y la desmovilización, han profundizado la conciencia local e internacional sobre las virtudes de incluir al sector privado en la reconstrucción de escenarios de postconflicto 4. Usualmente esto no es viable debido a la debilidad económica de los países que han sido escenario de conflictos armados. Sin embargo, en Colombia las fortalezas del sector privado se prestan para invitarlo a participar activamente en programas de construcción de paz, específicamente en iniciativas de reintegración económica de excombatientes. La participación de los empresarios no garantiza el éxito de la reintegración económica, ésta también depende de factores ideológicos, políticos y sociales. Sin embargo, los aportes del sector privado, especialmente en materia de empleo, son significativos, entre otras, porque ofrecen nuevas opciones de vida a los excombatientes, son un medio para promover su aceptación social y evitar su estigmatización, enseñan hábitos de vida dentro de la legalidad y aumentan su autoestima. En Colombia, a pesar de que el sector empresarial ha reconocido la importancia de su intervención en el proceso de reintegración económica de excombatientes 5, su participación ha sido tímida, sólo 20% de las empresas encuestadas participa en iniciativas de reintegración. (Gráfico 3). Igualmente, dentro de las empresas encuestadas que participan en iniciativas de reintegración económica de excombatientes, 60% han enfrentado problemas por conflicto armado, 36% reconoce que después de las desmovilizaciones los conflictos han disminuido y 3% señala que a pesar de las desmovilizaciones los conflictos han aumentado. Cabe preguntarse si el experimentar problemas por el conflicto armado incide o no en la decisión de una empresa de participar en iniciativas de reintegración económica de excombatientes. De otro lado, se evidencia que, dentro de las empresas encuestadas, las que menos participan en iniciativas de reintegración son las pequeñas (10%), mientras las que más participan son las grandes (60%). Al relacionar la participación activa en iniciativas de reintegración y el origen de la empresa, se observa que dentro de las empresas encuestadas que no participan, 95,55% son nacionales y 4,45% son empresas extranjeras que operan en Colombia. (Gráfico 4). Gráfico 4. Participación por tamaño Gráfico 3. Participación en iniciativas de reintegración % 20% Entre tanto, dentro de las empresas encuestadas que participan en iniciativas de reintegración, 83,82% son nacionales y 16,18% son empresas no colombianas con operaciones en el país. (Gráfico 5). 4 Véase por ejemplo. Muia, Frederick M. The Private Sector in Conflict Prevention and Post-Conflict Reconstruction. En Eugenia Date-Bah (Ed.); o United Nations, Integrated Disarmament, Demobilization and Reintegration Standards, Social and Economic Reintegration Module, Velasco, María Piedad. Participación del sector empresarial en la reinserción: percepciones y oportunidades, Fundación Ideas para la Paz, junio de

10 Gráfico 5. Participación por tipo de empresa En términos de la región donde operan las empresas y su relación con la participación en este tipo de iniciativas, se observa que las empresas que más participan se ubican en la Región Central 6 (26%), seguidas por las que operan en Antioquia y la Región Cafetera (15%), en la Costa Atlántica (14%), en los Llanos (13%), en Chocó, Valle y Nariño (13%), en los Santanderes y el Magdalena Medio (12%), y por último en los territorios nacionales (7%). (Gráfico 6). Gráfico 6. Participación por región 13,07% 6 7,39% ,14% 4. Por qué las empresas no participan? Por qué a pesar de reconocer su importancia en la reintegración económica de excombatientes, cerca de un 80% de las empresas encuestadas se abstienen de participar en iniciativas orientadas a lograr tal reintegración? De acuerdo con los hallazgos de este estudio, existen diversas razones tanto externas como internas por las cuales las empresas, según ellas mismas señalan, se abstienen de participar en este tipo de iniciativas. Dentro de las razones externas a la empresa, cabe anotar que el 55,5% de las empresas encuestadas planteó que la principal razón para no participar era el desconocimiento de los programas institucionales que el gobierno ha diseñado para ello. Como se verá más adelante, este es un aspecto que vale la pena analizar con más detenimiento. En segundo lugar, los empresarios señalaron que su no participación en este tipo de iniciativas se debía al temor por la seguridad de su empresa (22,8%) y por la retaliación de grupos armados (13,1%). Estas dos últimas razones nos remiten a la situación poco favorable que atraviesa Colombia para adelantar un proceso de reintegración de excombatientes: la continuidad del conflicto y los problemas de orden público que se siguen presentando en el país. En cuanto a las razones internas para no participar en iniciativas de reintegración, 18,6% de las empresas encuestadas argumentaron que se debía al hecho de ser una empresa pequeña. Esta respuesta coincide con el hallazgo previo de la menor participación de las empresas pequeñas en iniciativas de reintegración. (Gráfico 7). Gráfico 7. Razones para abstenerse de vincular desmovilizados 11,93% 12,50% ,77% 2 14,20% 22,8% 18,6% 16,9% 16,2% 13,1% 13,1% 12,8% 8,6% 8,3% 7,6% 5,9% 4,1% 3,4% 2,4% 2,4% 2,1% 1,4% 55,5% % 6 La Región Central incluye Bogotá. Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia junio de

11 En cuanto a la falta de conocimiento de la oferta institucional, vale la pena anotar que el 54% del total de las empresas encuestadas señaló conocer la oferta de iniciativas, mientras que el 46% dijo no conocerla (Gráfico 8) -las cifras de conocimiento no coinciden con el bajo porcentaje de participación (20%)-. Es decir que el número de empresas que conocen los programas es mayor que el de empresas que participan. En otras palabras, el desconocimiento de la oferta institucional no necesariamente explica la no participación del sector privado en reintegración. Gráfico 9. Participación y conocimiento Gráfico 8. Conoce iniciativas de reintegración Al cruzar las dos variables (participar y conocer la oferta institucional), se observa que el 94% de las empresas que participan conoce los programas. Sin embargo, el 44% de las empresas que no participan también conoce los programas y aún así no participa. Se podría suponer entonces que conocer los programas institucionales es un requisito para participar, pero no es lo que determina la participación real de las empresas. (Gráfico 9). Aunque el conocimiento de la oferta institucional no explica directamente la participación del sector privado en reintegración, desde el 2006 varios empresarios se han referido al tema como una limitante para involucrarse más en la materia. En entrevistas a profundidad realizadas por el equipo de la FIP a gerentes de diferentes compañías en esa época, hubo consenso al señalar un desconocimiento de los medios para apoyar el proceso. Algunos empresarios calificaron como negativa la falta de programas formales con responsabilidades claras y específicas para el sector privado. También, para algunos era problemática la diversidad de instituciones que estaban involucradas en el proceso. 7 Sin embargo, en la actualidad es sorprendente que algunos de los programas más conocidos por los empresarios son herencia del Programa de Reinserción a la Vida Civil (PRVC), que se encargó de este tema hasta septiembre de 2006, cuando se creó la Alta Consejería para la Reintegración (ACR), o de su gestión en conjunto con otras instituciones. Es el caso de los Proyectos Productivos de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP), los proyectos productivos individuales del PRVC y el programa de Auxiliares Cívicos que fue diseñado originalmente por el PRVC. 8 No obstante, es de destacar que la reorganización que le ha dado la ACR a su área de sector privado y reintegración ha sido reconocida por algunas compañías, las cuales no sólo afirman conocer programas de la ACR en general, sino que pueden especificar qué tipo de programas conocen (Gráfico 10). Esto, a su vez, refleja el esfuerzo que ha hecho la ACR por ampliar la oferta de posibilidades para que las compañías se vinculen a programas de reintegración, una mayor organización por parte del gobierno frente al tema y una metodología 7 Velasco, María Piedad, Op.Cit. 8 Para una lectura detallada y un análisis de las iniciativas que desde el gobierno colombiano se han puesto en práctica de cara a la reintegración económica de excombatientes, ver: Méndez, María Lucía y Rivas, Ángela. Alternativas de generación de ingresos para desmovilizados: el Programa de Reinserción a la Vida Civil y la Alta Consejería para la Reintegración. Fundación Ideas para la Paz, julio de

12 más estructurada para aproximarse a los empresarios. Sin embargo, es posible que entre estos últimos todavía no esté clara la concentración del manejo del tema de la reintegración en la ACR y la desaparición del PRVC y varios programas asociados, así como del programa de proyectos productivos de la OACP. Gráfico 10. Tipo de iniciativas de reintegración conocidas 3,0% 9,1% 8,3% 7,8% 7,5% 6,9% 6,1% 6,1% 6,1% 5,8% 12,7% 21,1% 25,2% 28,8% 46,3% % Gráfico 11. Canales de transmisión de información de iniciativas de reintegración 4,12% 0,52% 4,64% 20,62% 0,52% 0,52% 1,03% 7,73% 2,06% 6,70% 5,15% % La difusión de la oferta institucional en materia de reintegración es fundamental porque aparece como una necesidad identificada por el sector privado para poder participar en este tipo de iniciativas. Es claro que es una condición, aunque no una garantía de tal participación. Así mismo el fortalecimiento de una estrategia de comunicación sería útil para evidenciar con mayor contundencia la centralización del proceso y el reemplazo de otras oficinas que ya no existen o no cumplen funciones de reintegración. A este respecto, cabe anotar que los canales de transmisión de información que con mayor frecuencia identificaron los empresarios fueron los medios de comunicación (20,62%), seguidos por la Cámara de Comercio (7,73%), reuniones convocadas por una entidad pública (6,7%) y las visitas de funcionarios públicos (5,15%). (Gráfico 11). Estas respuestas dan pautas sobre las vías que la ACR puede seguir explorando para acercarse de manera efectiva a los empresarios. Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia junio de

13 5. Por qué participan las empresas? A pesar de su tímida participación y de reconocer temores frente a este proceso, las empresas que operan en el país no le han dado un no rotundo a la posibilidad de apoyar la reintegración económica de excombatientes. Así lo demuestra el 20% de empresas encuestadas que se han unido a proyectos encaminados a lograr dicha reintegración. Qué ha hecho que estas empresas participen? Por qué lo hacen? Qué razones las llevan a participar? Qué diferencia a estas empresas de otras que también operan en el país pero no participan? Qué hace que ellas no asuman que las condiciones políticas, económicas o sociales de las zonas donde operan son exclusivamente responsabilidad del Estado? Los hallazgos de este estudio muestran que, en contraste con los motivos para no participar, las empresas que participan lo hacen más por razones internas que externas. Esto parece coincidir con tendencias internacionales que muestran cómo, con el tiempo, el sector privado se ha hecho más conciente del papel que puede jugar en las zonas donde opera. Si bien no puede reemplazar al Estado, tampoco puede limitarse a extraer recursos, obtener ganancias o pagar impuestos; debe asumir una responsabilidad social por el costo que sus operaciones generan y por los beneficios que obtiene al operar en una zona determinada; más aún cuando sus operaciones se dan en escenarios marcados por el conflicto armado. En este sentido y para el caso concreto de la reintegración económica de excombatientes, el 76,12% de las empresas encuestadas que participan en iniciativas en este campo señaló que su participación se debe a un compromiso con la paz del país. En este mismo orden de ideas, el 40,3% de las compañías participan por hacer parte de la filosofía de la empresa 9 (Gráfico 12). En consonancia con estas respuestas, al hablar de los beneficios esperados por participar en la reintegración, las empresas dicen que sólo reciben la satisfacción de colaborar con el país (46%) o ningún beneficio (37%). Gráfico 12. Razones para el apoyo de iniciativas de reintegración 40,30% 28,36% 25,37% 13,43% 10,45% 5,97% 4,48% 0,00% % 76,12% La preponderancia de razones internas para participar se mantiene cuando se analizan las respuestas según el tamaño de la empresa. El 78% de las empresas pequeñas afirmó que colaboran por la paz del país. Esta misma respuesta la dio el 74% de las empresas medianas y el 76% de las grandes. Asimismo, el 33% de las empresas pequeñas dijo colaborar porque hace parte de la filosofía de la empresa; la misma razón que dio el 42% de las empresas medianas y el 39% de las grandes. De igual forma, no hay variación en el predomino de razones internas para participar cuando se consideran las respuestas según la región donde operan las empresas. El 67% de las empresas que operan en la región central dijo hacerlo por compromiso con la paz del país, lo mismo respondió el 88% de las que se ubican en la Costa Atlántica, el 100% de las que están en Antioquia y la zona cafetera, el 95% de las que se encuentran en el occidente del país (Chocó, Cauca, Nariño y Valle), el 70% de las que están en los Santanderes y Magdalena Medio, el 68% de las que operan en los Llanos, y el 69% de las que se encuentran en los territorios nacionales. En una línea similar, el 39% de las empresas de la región central dijo participar porque hace parte de la filosofía de la empresa. La misma respuesta dieron el 50% de las empresas que están en la Costa Atlántica, el 52% de las que operan en Antioquia y la zona cafetera, el 43% de las del Occidente del país, el 50% de las que están en los Santanderes y el Magdalena Medio, el 55% de las que tienen sede en los Llano y el 23% de las que se ubican en los territorios nacionales. La importancia de las razones internas para participar en la reintegración económica de excombatientes se mantiene cuando se analizan las respuestas de las empresas según el sector económico al que pertenecen. Así, el 100% de las empresas del sector extractivo y agropecuario dijo participar por su compromiso con la paz del país. La misma respuesta dio el 71% de las empresas industriales, el 70% de las empresas comerciales y el 78% de las empresas de servicios. De manera similar, el 100% de las empresas del sector extractivo dijo participar porque hace parte de la filosofía de la empresa. La misma razón dio el 33% de las empresas dedicadas al sector agropecuario, el 36% de las empresas industriales, el 38% de las empresas comerciales y el 41% de las empresas de servicios. La primacía de razones internas para participar también se ve reforzada por el hecho de que el 72% de las empresas encuestadas que participan cuenta con programas sociales en los que vincula a otras poblaciones vulnerables. (Gráfico 13). 9 El 61% de las empresas que colaboran cuentan con áreas de responsabilidad social empresarial (RSE) dedicadas al tratamiento de estos temas. 12

14 Gráfico 13. Vinculación de población vulnerable, además de desmovilizados Gráfico 14. Beneficios que esperan las empresas por tamaño 100% 80% 28% 11% 22% 16% 16% 12% 7% 8% 7% 14% 7% 9% 60% 40% 20% 0% 36% 10% 10% 21% 10% 10% 16% 10% 1% 17% 7% 14% 33% 15% 16% 14% 6% 13% 10% 9% 12% 3% 4% 5% Aunque en menor proporción, la participación en iniciativas de reintegración económica de excombatientes entre las empresas encuestadas también responde a acciones externas o de terceros. En este sentido se destacan las solicitudes por parte del gobierno (28,36%) y los compromisos gremiales (25,37%). La participación de las empresas como respuesta a acciones externas o de terceros, sin embargo, no siempre es independiente de las razones internas -los encuestados podían seleccionar más de una respuesta-. En este sentido, tanto la solicitud del gobierno como el compromiso de los gremios, podría entenderse como un detonante o aliciente para aquellas empresas que serían más dadas a participar en la reintegración económica debido a su compromiso con la paz del país o a su propia filosofía. Junto a las razones internas y externas, algunas de las empresas encuestadas que participan en iniciativas de reintegración económica también dicen hacerlo por razones de tipo pragmático, como la posibilidad de obtener retribuciones y beneficios materiales. En este sentido, se destacan el tener mayores opciones de ganar licitaciones (10,45%), el contar con mano de obra más barata (5,97%) y el obtener reducciones de impuestos (4,48%). Al contemplar este tipo de razones, es interesante ver la proporción de empresas según tamaño que aducen una u otra razón de tipo pragmático. Entre las empresas encuestadas que relacionan su participación con el tener mayores opciones de ganar licitaciones, 16% son grandes, 16% son medianas y 13% son pequeñas. Entre aquellas que dicen hacerlo por contar con mano de obra más barata, 8% son grandes, 10% son medianas y 14% pequeñas. De aquellas que ven en la reducción de impuestos una razón para participar en la reintegración económica, 28% son grandes, 36% son medianas y 33% pequeñas. (Gráfico 14). Los hallazgos respecto a la proporción de empresas, según tamaño, que dicen participar en iniciativas de reintegración por razones pragmáticas, dan luces sobre el tipo de incentivos que puede diseñar el gobierno para aumentar el número de empresas que participan en esta clase de iniciativas. Asimismo, señalan la importancia de diseñar tales incentivos de manera diferencial, de acuerdo al tamaño de las empresas a las que se desee vincular. En términos generales, las razones que dan las empresas encuestadas para participar en iniciativas de reintegración económica de excombatientes dan luces sobre los elementos que se deben tener en cuenta al momento de vincular a los empresarios en este tipo de iniciativas. Si bien es cierto que un porcentaje importante de estas empresas aduce razones internas, sobre las que el gobierno y las entidades encargadas de la reintegración podrían tener poca o ninguna influencia; también es cierto que existen razones externas y razones de tipo pragmático sobre las que el gobierno podría trabajar para fortalecer y aumentar la participación del sector empresarial en iniciativas de reintegración económica. Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia junio de

15 6. Cómo participan las empresas? Existe una percepción generalizada de que la única forma en la que las empresas pueden participar en reintegración es ofreciendo empleo. Esto puede frenar a los empresarios pues muchos no tienen plazas disponibles, otros requieren profesionales con competencias específicas y otros prefieren no contratar excombatientes. El empleo es una forma de colaborar, pero no es la única. Instituciones públicas a nivel nacional y local han diseñado un portafolio amplio de opciones que incluyen: apadrinamiento; aportes de capital, tierra o insumos; aportes para educación o desarrollo comunitario; compra de bienes y servicios a los desmovilizados; y fondos de inversión, entre otros. Del total de empresas encuestadas, 20% participa en reintegración y, de éstas, 73% emplea desmovilizados. Dada la importancia de esta modalidad, la siguiente sección se detiene en algunos aspectos de ella. Siguiendo con otras modalidades a través de las cuales las empresas participan, el 27% de las encuestadas ha optado por alternativas diferentes al empleo: 25% ha prestado personal de la empresa para dar asesoría, 22,05% ha dado aportes para educación, 16,18% ha optado por el apadrinamiento, la misma proporción ha decidido formular un proyecto productivo y dar un aporte para desarrollo comunitario o comprar bienes y servicios de desmovilizados. (Gráfico 15). Gráfico 15. Iniciativas de reintegración económica diferentes a empleo algunos de los encuestados afirmaron participar en más de tres iniciativas. (Gráfico 16). Gráfico 16. Número de iniciativas en las que colabora la empresa En términos generales, las empresas que dijeron participar a través de varias modalidades son empresas grandes. Por ejemplo, una de las grandes empresas encuestadas afirmó participar en la reintegración económica de excombatientes a través de siete modalidades o iniciativas, que incluyen el apadrinamiento, el aporte de capital, tierra e insumos, la formulación de proyectos productivos, el aporte para educación o para desarrollo comunitario, la participación como socio capitalista y como operador de un proyecto productivo. 25,00% 10,29% 7,35% 2,94% 8,82% 16,18% 22,06% 16,18% 25,00% 16,18% 8,82% 19,12% % Vale la pena señalar que mientras el 55% de las empresas encuestadas que participan dijo hacerlo únicamente en una iniciativa, las demás empresas que participan afirmaron hacerlo en más de una. El 20% afirmó participar en dos iniciativas y el 12% sostuvo hacerlo en tres. En menor proporción, 14

16 7. Empleo y participación empresarial en la reintegración económica dijo participar por medio de esta modalidad. Por último, bajo la modalidad de aprendices del SENA, el 17% de las empresas es grande, 22% son medianas y 20% pequeñas. (Gráfico 18). De las empresas encuestadas en este estudio, 20% participan en iniciativas de reintegración económica y, de estas, el 73% lo hacen empleando excombatientes. De ellas, 61% los emplea directamente, 23% los emplea bajo la modalidad de prácticas empresariales y el 16% lo hace a través del programa de aprendices del SENA. (Gráfico 17). De estas empresas, ninguna hace parte del programa de auxiliares cívicos, a pesar de que parte de este programa es financiado por entidades privadas. Cabe anotar que ese programa hace parte de las iniciativas de reinserción que plantean soluciones temporales y no una reintegración económica de largo plazo. La ACR ha dado prioridad a esta última en su aproximación al sector empresarial. 10 Gráfico 18. Tipo de vinculación por tamaño 0,0% 0,0% 0,0% 16,7% 22,2% 20,0% 30,0% 33,3% 0,0% 0% 20% 40% 55,6% 60% 70,0% 80% 80,0% 100% Gráfico 17. Tipo de vinculación 24% 16% 0% 60% Además, independientemente de su tamaño, las empresas encuestadas vinculan a los excombatientes a través de empleo directo en un porcentaje mayor a la vinculación a través de otras modalidades. En este sentido vale la pena destacar que algunas de estas modalidades no parecen ser una opción para ciertas empresas, según su tamaño. Por ejemplo, las empresas pequeñas no vinculan excombatientes bajo la modalidad de practicantes. Por región, se observa que en la zona central del país predomina el contrato de aprendices del SENA, al igual que en Chocó, Valle, Cauca y Nariño. En la región Atlántica, en los Santanderes y en los territorios nacionales hay predominio de la contratación de practicantes; y en Antioquia y la región cafetera, al igual que en los Llanos, contratan en la misma proporción practicantes y empleados directos. (Gráfico 19). Los hallazgos de este estudio muestran igualmente que la vinculación de desmovilizados a las empresas presenta variaciones según el tamaño de éstas. Así, dentro de las empresas que participan a través de la modalidad de empleo directo, 70% son grandes, 56% son medianas y 80% son pequeñas. Entre las que lo hacen a través de practicantes, 30% son grandes y 33% medianas, mientras que ninguna empresa pequeña 10 Los programas de corto plazo (como el de Auxiliares Cívicos) no son recomendables si se confunden con un mecanismo de reintegración o como alternativa de vida para los desmovilizados. Sin embargo, como medio de transición a la vida civil es positivo pues acerca a los desmovilizados a la comunidad y a sus necesidades. Los desmovilizados se ponen al servicio de la comunidad y ésta, a su vez, crea lazos de confianza con los antiguos combatientes. Así mismo, posibilita un contacto cercano de los desmovilizados con la Policía y otras instituciones públicas. Especialmente la relación con la Policía es un ejercicio muy positivo no sólo en materia de reinserción, sino también de reconciliación. Adicionalmente el programa le da experiencia laboral a los desmovilizados. Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia junio de

17 Gráfico 19. Tipo de vinculación por región 12,50% 13,33% 25,00% 33,33% 33,33% 12,50% 33,33% 26,67% 37,50% 33,33% 26,67% 12,50% 33,33% 33,33% 12,50% 41,67% 33,33% 50,00% 58,33% 53,33% 87,50% Las cifras anteriores muestran que, en últimas, el número de excombatientes que son vinculados a las empresas a través de empleo no es muy alto. Máxime si esa cifra se compara con el total de excombatientes que hoy en día están en proceso de reintegración en Colombia (más de ). En el momento de realizar la encuesta se encontró que había un total de 645 desmovilizados con algún vínculo empresarial. De estos, 56% tenía empleo directo, 24% era practicante y 20% aprendiz del SENA. Estas cifras pueden parecer limitadas respecto a la población total de excombatientes en proceso de reintegración, sin embargo, no son despreciables. El 43% de las compañías encuestadas que emplean excombatientes señaló que ha vinculado permanentemente a varios de ellos en su empresa (Gráfico 21). A esto se suma que, de acuerdo con los hallazgos de este estudio, la probabilidad que tiene un excombatiente de ser contratado permanentemente es del 50% si fue vinculado directamente a la empresa o bajo la modalidad de practicante y del 38% si fue vinculado como aprendiz del SENA. Es claro que, entre las empresas encuestadas, el empleo directo predomina como modalidad de participación en la reintegración económica de excombatientes; pero qué tantos excombatientes vinculan las empresas bajo esta modalidad? En términos generales, la mayoría de las empresas que emplean desmovilizados contratan entre 1 y 5 excombatientes. Según su tamaño, entre las empresas encuestadas se encontró que el 60% de las empresas pequeñas contratan entre 1 y 5 excombatientes y el 40% contrata entre 6 y 10. Entre las empresas medianas, el 44,44% contrata entre 1 y 5, el 22,22% entre 6 y 10 y el 11,11% entre 11 y 15. A su turno, entre las empresas grandes el 33,33% contrata entre 1 y 5, el 6,67% entre 6 y 10, el 23,33% entre 11 y 15 y el 36,67% dijo contratar más de 10 excombatientes. (Gráfico 20). Gráfico 21. Los desmovilizados han podido vincularse permanentemente a la empresa Gráfica 20. Promedio de vinculados por tamaño De las empresas que vinculan directamente excombatientes, el 68% son empresas grandes, mientras que un 20% son medianas; la menor participación la tienen las empresas pequeñas con el 12% restante. (Gráfico 22). 16

18 Gráfico 22. Vinculación de desmovilizados por tamaño Gráfico 24. Vinculación por tipo de empresa De otro lado, según sector, las empresas que contratan excombatientes de manera directa son en un 56% empresas que prestan servicios, en un 18% compañías que se dedican al comercio y en el mismo porcentaje empresas dedicadas a la industria. (Gráfico 23). Gráfico 23. Vinculación de desmovilizados por sector Dentro de las empresas que dan empleo directo a desmovilizados, el 28% se ubica en la Región Central, el 17% en Antioquia y la región cafetera, el 15% en la Costa Atlántica, el 14% en los Llanos, el 13% en los Santanderes y el mismo porcentaje en la Región Occidental (Chocó, Cauca, Nariño y Valle). (Gráfico 25). Gráfico 25. Vinculación de desmovilizados por región Por su parte, 86% de las empresas que vinculan directamente excombatientes son empresas nacionales, mientras que el 14% restante son empresas no colombianas que operan en el país. (Gráfico 24). Ahora bien, qué ventajas tiene para los excombatientes el vincularse a una empresa? Además de tener estabilidad laboral y un salario, el 64% de las empresas señalaron que le ofrecen beneficios adicionales a los desmovilizados. Entre los beneficios más utilizados se encuentran los programas de capacitación y el acompañamiento psicológico, así como Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia junio de

19 apoyo en alimentación y hospedaje, programas de bienestar y flexibilidad de tiempo para estudiar (Gráficos 26 y 27). Por tamaño, se observa que el 20% de las empresas pequeñas, el 22% de las empresas medianas y el 44% de las empresas grandes ofrecen este tipo de beneficios adicionales. Gráfico 26. Dan beneficios adicionales excombatientes. Al respecto sería pertinente indagar si existen los mismos porcentajes en el caso de candidatos que no tienen esta condición de desmovilizados. (Gráfico 28). Gráfico 28. Porcentaje de desmovilizados descartados en el proceso de selección Gráfico 27. Beneficios adicionales al salario Es claro que la vinculación a una empresa ofrece varias ventajas a los excombatientes y contribuye a su proceso de reintegración económica, pero qué tan factible es que en efecto puedan ser vinculados? En otras palabras, cuántos de los excombatientes que buscan ser vinculados terminan siéndolo? Al respecto, vale la pena detenerse en los procesos de selección utilizados por las empresas encuestadas que participan en iniciativas de reintegración. En este sentido, la encuesta encontró que el 19% de las empresas mostraron procesos de selección exigentes en los que descartaron a más del 75% de los desmovilizados que se presentaron. El 29% mostró procesos de selección con un nivel medio de exigencia en el que descartaron aproximadamente al 50%. Por último, 27% mostró procesos de selección menos exigentes en los que descartaron a menos del 35%. Cabe aclarar que los porcentajes de candidatos que son descartados en cada caso no necesariamente se deben a la condición de El nivel de exigencia en los procesos de selección varía de acuerdo al tamaño de las empresas encuestadas. Por ejemplo, ninguna de las empresas pequeñas señaló tener procesos de selección con un alto nivel de exigencia (se descarta al 75% de los candidatos), mientras que el 21% de las empresas grandes y el 22% de las medianas sí reportó tenerlos. A su vez, el 40% de las empresas pequeñas indicó que contaba con procesos de selección con un nivel medio de exigencia (se descarta al 50% de candidatos), al igual que el 44% de las medianas y el 24% de las empresas grandes. Asimismo, el 30% de las empresas pequeñas señaló tener procesos de selección con niveles de exigencia bajos (se descarta el 25% o menos de candidatos), al igual que el 11% de las empresas medianas y el 20% de las grandes. Es claro que los niveles de exigencia en el proceso de selección hacen que para un excombatiente no sea tan sencillo ser vinculado a una empresa. Como se anotó, este podría ser el caso también para candidatos que no son excombatientes. Cuáles son los criterios que suelen pesar en los procesos de selección que tienen las diferentes empresas? Qué criterios hacen que un excombatiente siga con éxito o no dichos procesos? En primer lugar, el grado de escolaridad aparece como un criterio importante. El 40% de los empleados tiene estudios secundarios y el 29% primaria, el 4% de las personas empleadas son universitarias. Respecto a este último porcentaje, cabe aclarar que el 18

20 porcentaje de universitarios dentro de la población de excombatientes es bajo, por lo que ese 4% puede ser más un reflejo de las características de la población, que de la posibilidad de ser vinculado si se cuenta con formación universitaria. En términos de grado de escolaridad, los hallazgos de este estudio muestran la relevancia que tiene para los excombatientes contar con formación secundaria como un factor de éxito en los procesos de selección y la vinculación a una empresa. (Gráfico 29). Otro criterio que suele tenerse en cuenta en un proceso de selección es la experiencia laboral previa. No obstante, en el caso de los excombatientes éste no parece ser un factor determinante. Mientras el 49% de los excombatientes vinculados no tenían experiencia laboral previa, el 35% sí la tenía. En este caso, parecería que esta variable no es necesariamente un requisito para obtener empleo. No obstante, no es posible descartar que incida positivamente en el proceso de selección. (Gráfico 30). Vistas en conjunto, estas dos variables (nivel de escolaridad y experiencia laboral previa), se puede suponer que los excombatientes suelen ser vinculados a cargos que no requieren una alta formación ni una amplia experiencia, aunque no se descarta que ambas variables puedan incidir no sólo en la posibilidad de ser vinculado, sino también en la posición o cargo en el que un excombatiente puede llegar a trabajar dentro de una empresa. Al respecto, valdría la pena ahondar en este aspecto a través de un estudio más amplio sobre las trayectorias de los excombatientes en proceso de reinserción económica al ser vinculados a una empresa. Gráfico 29. Nivel educativo de los excombatientes Gráfico 30. Experiencia laboral previa Cabe anotar que el nivel educativo y la experiencia laboral previa no determinan de manera absoluta y uniforme el éxito o fracaso de un excombatiente en su proceso de selección para ser vinculado a una empresa. El efecto de estos dos factores varía según el tamaño de la empresa. Por ejemplo, dentro de las empresas encuestadas se observó que la exigencia en el nivel educativo es directamente proporcional al tamaño de la empresa. Así, en las empresas grandes, el 73% de excombatientes contratados tienen secundaria, mientras que el 56% de los contratados por empresas medianas y el 40% de los contratados en empresas pequeñas tienen ese nivel de formación. Esta misma diferencia en el nivel de exigencia en cuanto al nivel educativo de acuerdo al tamaño de la empresa, también se observa, aunque de manera menos marcada, en el caso de la educación técnica. El 30% de los excombatientes contratados por empresas grandes tienen formación técnica, mientras el 22% de los contratados por empresas medianas y el 21% de los contratados por pequeñas cuentan con capacitación en ese nivel. Por región, se observa que las empresas que operan en los territorios nacionales y en Antioquia y el eje cafetero contratan empleados con formación técnica en un alto porcentaje (67% de las empresas en cada una de estas regiones). Mientras que la contratación de empleados con este nivel de formación disminuye (37%) en las empresas en la región central, la Costa Atlántica y la región occidental (Chocó, Cauca, Nariño y Valle). Si bien la formación técnica puede ser un factor que aumenta la probabilidad de ser empleado, esto no ocurre en todos los casos. Por ejemplo, dentro de las empresas encuestadas se encontró que la contratación de empleados con formación básica primaria es del 73% en los Llanos, 60% en la región occidental (Chocó, Cauca, Nariño y Valle) y 54% en Antioquia. Reinserción Económica y Sector Privado en Colombia junio de

21 Un factor que no parece determinar la selección de empleados desmovilizados es el grupo al que pertenecieron como combatientes. De las empresas encuestadas que contratan excombatientes, el 48% dijo no saberlo. Entre los empleados de los cuales se conoce la procedencia, el 37,5% fueron miembros de las AUC, el 7,14% de las FARC y el 7,14% del ELN. Las diferencias en la contratación de excombatientes de uno y otro grupo pueden explicarse más por la proporción de personas desmovilizadas de cada uno de los grupos que por una preferencia de las empresas. Esta conclusión también resultó de las intervenciones de varios empresarios en un taller realizado a finales de 2007 por la FIP y la ACR en el que los empresarios afirmaron que no hay diferencias entre el desempeño de los desmovilizados de la guerrilla y los de los grupos paramilitares y, por lo tanto, no hay prelación de unos frente a los otros a la hora de elegir. 11 La tabla 1 resume los hallazgos en materia de conocimiento del grupo al que pertenecieron los excombatientes contratados por las empresas encuestadas, según región. Gráfico 31. Procedencia de los empleados En cuanto a los cargos que más comúnmente ocupan los excombatientes empleados en las empresas encuestadas, se destacan los cargos operativos (62%) y las labores de seguridad (22,41%). (Gráfico 32). Gráfico 32. Cargos que ocupan los desmovilizados Tabla 1. Procedencia de los desmovilizados empleados Región central Costa atlántica Antioquia Occidente Santanderes Llanos Erritorios nacionales FARC 9,68% 5,88% 5,56% 13,33% 7,14% 5,88% 11,11% ELN 9,68% 5,88% 5,56% 6,67% 7,14% 5,88% 11,11% AUC 48,39% 64,71% 50,00% 53,33% 57,14% 47,06% 33,33% No conoce la procedencia 45,16% 29,41% 44,44% 33,33% 35,71% 47,06% 44,44% Que el 48,2% de las empresas desconozca el grupo al que pertenecieron los excombatientes que han contratado refleja, por un lado, el esfuerzo que las instituciones públicas han hecho parar devolverle su carácter ciudadano a los excombatientes y, por otro, la reserva que muchos de ellos deben tener con respecto a su pasado. Este dato es además un indicio de la poca importancia que las empresas dan a este aspecto a la hora de participar en reintegración económica y vincular excombatientes. (Gráfico 31). Sobre estos últimos vale la pena señalar que si bien es fácil pensar que los excombatientes cuentan con un perfil adecuado para trabajar en este campo, de acuerdo con las normas establecidas para el actual proceso de DDR en Colombia, los excombatientes no deben portar armas. Se podría presumir que quienes son contratados en esta área están encargados de prestar servicios de seguridad que no implican el porte de armas, pero este punto ameritaría una investigación más profunda. En cualquier caso y de cara a la reintegración, el ser empleado en el área de seguridad puede generar algunas limitaciones ya que a pesar de ser un empleo digno, puede mantener a los excombatientes en una lógica parecida a la de la guerra. Si bien en otros países se ha optado por integrar a los desmovilizados a la Fuerza Pública, en Colombia esta iniciativa se descartó, aunque fue considerada, por varias razones, entre ellas la continuidad del conflicto y los vínculos de 11 Guáqueta, Alexandra y Orsini, Yadaira. Empresarios y reintegración: Casos, experiencias y lecciones, Fundación Ideas para la Paz, diciembre de