GOYA EN ZARAGOZA 1. BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR

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1 GOYA EN ZARAGOZA Desde su niñez, Goya estuvo vinculado a la ciudad de Zaragoza. Su familia poseía una casa en la antigua calle de la Morería, hoy denominada Teniente Coronel Valenzuela. Allí se encontraba también el taller de dorador de su padre. En Zaragoza aprendió Goya sus primeras letras, en colegio de los Padres Escolapios. También se inició en la ciudad en el oficio de pintor, primero en el taller de Luzán y luego en el de su después cuñado Francisco Bayeu. En 1771, a la vuelta de su viaje a Italia, instaló su taller en el Arco de la Nao, cerca del Coso y la plaza de San Miguel. La pintura religiosa es una importante faceta de la obra de Goya. Fue la primera que desarrolló y, después, sería frecuente a lo largo de su producción, si bien disminuyó de forma notoria a partir de Goya pasó de plasmar una religiosidad convencional y popular a una religiosidad "ilustrada", más intimista y con imágenes de marcada emotividad, nada artificiosa y afectada. De joven, hasta 1775, hizo Goya pequeños cuadros de devoción, destinados a una religiosidad popular, dentro de una estética tardobarroca y rococó, pero también decoró grandes conjuntos murales que revelan sus dotes artísticas y compositivas; así, el fresco de la bóveda del Coreto del Pilar (1772), las escenas de la Vida de la Virgen en la iglesia de la Cartuja de Aula Dei ( ), o más tarde la decoración de la cúpula Regina Martyrum ( ) de la basílica del Pilar, que lo consagró como gran pintor, todo ello en Zaragoza, cuya obra se encuentra distribuida en los siguientes emplazamientos: 1. BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR La Adoración del Nombre de Dios. Entre mayo y primeros de junio de 1772, Goya pintó al fresco en la bóveda del Coreto del Pilar, frente a la Santa Capilla de la Virgen, su primera obra importante tras volver de Italia, con la que deseaba consagrarse artísticamente en Zaragoza. Goya demostró lo que había aprendido en las iglesias de Roma y en las grandes decoraciones de los maestros del Barroco y del Rococó, desde Giovanni Battista Gaulli il Baciccia hasta Sebastiano Conca y Corrado Giaquinto. Representó un rompimiento celestial en el que grupos de ángeles músicos y cantores, a distintos niveles, glorifican el Nombre de Dios, escrito en hebreo dentro de un triángulo, símbolo de la Suma Perfección. Los ángeles mancebos de los extremos cierran la composición y conducen la visión hacia el fondo. Los cielos amarillentos, dorados y rojizos están dentro de la tradición rococó romano-napolitana. Regina Martyrum. En octubre de 1780 Goya, acompañado de sus cuñados Francisco y Ramón Bayeu, llega a Zaragoza para pintar otra vez en la basílica de Nuestra Señora del Pilar. Francisco Bayeu, a quien el Cabildo encargó la decoración de bóvedas y cúpulas en torno a la Santa Capilla, propuso a Goya pintar dos de las cúpulas y a Ramón Bayeu las otras dos. Pero Goya sólo pintó la cúpula junto a la capilla de San Joaquín, con la letanía Regina Martyrum, es decir, a María como Reina de los Mártires, debido a los enfrentamientos con Francisco

2 Bayeu y con la Junta de Fábrica que dirigía las obras del templo. La causa fue la manera rápida de pintar de Goya, a grandes brochazos y manchas, sin precisión en el dibujo, que daba la sensación de no estar acabadas las figuras, lo que provocó duras críticas en la Junta de Fábrica y en otras personas, que alcanzaron a Bayeu. La manera de Goya, libre y rápida, chocaba con los gustos clasicistas de la época, que iban por un camino muy opuesto. Se prefería una pintura con figuras muy terminadas, dibujo muy acabado y actitudes contenidas y elegantes. Todo ello causó al pintor de Fuendetodos enfrentamientos, disgustos y pesares, teniendo que mediar el Padre Salcedo, prior de la Cartuja de Aula Dei, para buscar solución al conflicto surgido entre la Junta y el pintor. Regina Martyrum es un conjunto espléndido de composición y bellísimo en colorido, resuelto con soltura magistral. Sin duda, una de las obras cumbre de toda la producción de Goya en la que resume la rica tradición de la pintura tardobarroca y rococó en la que se había formando, pero la transforma mediante un lenguaje decorativo renovado, en el que incorpora un naturalismo que se aprecia en los mártires. Sin renunciar a la sensación de acontecimiento sobrenatural, los santos y santas parecen hombres y mujeres reales, de carne y hueso, auténticos tipos aragoneses algunos de ellos, con indumentarias de la época. Bajo la imagen rutilante de María se sitúan santos perfectamente caracterizados, como San Lorenzo, de mirada espiritual; Santa Engracia, con el martillo y el clavo de su martirio; San Lamberto, con la cabeza cortada entre las manos; o los santos niños Justo y Pastor junto a Santa Catalina. En la otra parte de la cúpula aparecen, entre otros, San Sebastián y Santa Bárbara; San Jorge, portando la bandera con la cruz aragonesa de su nombre; San Esteban y el niño infante Santo Dominguito de Val, cuya cabeza es una lección magistral de verismo realista. En las pechinas representó a la Caridad, la Fe, la Fortaleza y la Paciencia, inspirado en la iconología de Cesare Ripa. 2. IGLESIA DE LA CARTUJA DE AULA DEI La Real Cartuja de Santa María de Aula Dei se encuentra a 13 kms. de Zaragoza, y fue fundada en 1564 por don Hernando de Aragón, hermano de Fernando II de Aragón el Católico. Se utilizaron como materiales de construcción el ladrillo y los recursos locales. Su estilo responde a un gótico tardío, con reminiscencias del estilo Reyes Católicos, buscando un especial efecto decorativo que se refuerza mediante la aplicación de una decoración emblemática tardomanierista. A mediados del siglo XVIII se ordena la decoración de la iglesia, que se enriquece con un gran retablo de madera dorada construido entre 1755 y 1765, y a lo largo de la nave se disponen, sobre ménsulas, estatuas de los cuatro Evangelistas y de seis Doctores de la Iglesia. Goya pintó en los muros de esta iglesia una serie de escenas al óleo de la Vida de la Virgen. Es el ciclo más extenso de su producción, si bien de los once grandes pasajes sólo se han conservado siete y algunos de éstos con pérdidas parciales. El abandono de la cartuja por la Desamortización de Mendizábal de 1836 provocó esas pérdidas, reemplazadas en 1902 por las decoraciones de los hermanos Buffet, simbolistas franceses que nada tenían que ver con la manera de pintar de Goya. Se han

3 conservado las escenas del lado norte, la de los pies sobre la puerta de ingreso, y en buena parte la del transepto sur. Fueron pintadas entre 1772 y finales de 1774, según un programa sobre la Virgen María, patrona de la Orden de la Cartuja, junto con San Juan Bautista. En el ciclo usó una doble semántica: la tardobarroca y rococó, en la que se había formado primero, y la clasicista, asimilada durante su viaje a Italia. La primera se aprecia bien en la Nacimiento de la Virgen, Anunciación a San Joaquín y Santa Ana por los ángeles, Presentación de Jesús en el Templo, o en la Epifanía o Adoración de los Magos. El clasicismo se detecta en ciertas figuras y composiciones como los Desposorios de la Virgen, La Circuncisión o la Visitación de María a su prima Isabel. En estas escenas hay detalles realistas, como dos niños que están forcejeando por llevarse el velo de casamiento, dentro de la mejor tradición del naturalismo español y que preludian obras posteriores de Goya. Llama la atención el sentido escenográfico de las composiciones, con una puesta en escena equilibrada y solemne, en un marco de arquitecturas y escalinatas de gran simplicidad y geometrismo. Las figuras están resueltas con grandes brochazos y pinceladas, que conforman volúmenes nítidos y sustanciales. El conjunto de Aula Dei, que no está suficientemente valorado por los estudiosos, es la culminación de la etapa juvenil de Goya y el preludio de su madurez artística. 3. EL MUSEO DE ZARAGOZA El Museo de Zaragoza se encuentra instalado en un edificio de aire renacentista que se construyó en 1908 con motivo de la exposición Hispano-Francesa que se celebró en ese año, fue diseñado por Ricardo Magdalena y Julio Bravo. El patio interior, de clara inspiración renacentista, es copia del de la antigua casa Zaporta. La fachada presenta el típico ladrillo a cara vista. En el Museo de Zaragoza tiene su sede la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. Sus más de 20 salas se encuentran ordenadas cronológicamente guiando al visitante desde la prehistoria al siglo XX. Entre los fondos que se pueden admirar del genial pintor aragonés destacan los retratos pintados en diferentes momentos de su carrera: Retratos de Carlos IV y María Luisa de Parma. Ambos son óleos sobre lienzo (152 x 110 cm) y pintados en 1789, buenos exponentes de Goya como pintor de cámara de los reyes españoles. Retrato de Fernando VII con manto real. Pintado en 1814 y 1815, (280 x 125 cm.). Retrato de cuerpo entero vuelto a la derecha con las insignias reales, es la representación de un monarca que identifica su persona con la institución, con lo que se justifica el poder que detenta. Especial mención merece su interesante juego de luces, el mejor de los que se le conoce, con el que destaca la capa roja sobre fondo oscuro, el realismo de la expresión del monarca, y la ostentación y teatralidad de su postura, lo que supone una intencionalidad propagandística, una búsqueda de prestigio de quien encarga el trabajo. Goya, sin embargo, se resiste a sucumbir a este oficialismo falso. Es propiedad del Canal Imperial de Aragón.

4 Retrato del Duque de San Carlos, José Miguel de Carvajal y Vargas, (280 x 125 cm). Data de 1815 y junto con el retrato de Fernando VII, se debe a un encargo de la Junta del Canal Imperial de Aragón. Es una obra de factura impresionista, donde la pincelada corta y densa anticipa las formas de corrientes posteriores. Retrato de dama con mantilla. (61 x 51 cm) Posiblemente realizado entre , fue adquirido por el Gobierno de Aragón en Se trata de un retrato de busto de una dama de aire majestuoso y profunda mirada en la que se ha querido ver el retrato de doña Leocadia Zorrilla de Weiss, ama de llaves y compañera de Goya en los últimos años. Retrato de hombre joven. (32 x 53 cm) Pintado entre , la crítica no se pone de acuerdo en cuanto a la autoría ni a la identidad de modelo, sólo se adjudica a Escuela Aragonesa. Se han barajado varias posibilidades: que se trate de un autorretrato de Goya joven; que sea un retrato de Francisco Bayeu pintado por su cuñado Goya o, viceversa, un retrato de Goya joven debido a la mano de Francisco Bayeu. Retrato de Ramon de Pignatelli. Óleo sobre lienzo, pintado en De cuerpo entero. Es una atribución a Goya debido a los diferentes retratos que hizo de este personaje. El Museo de Zaragoza también conserva varias obras de tema religioso. La Consagración de San Luis Gonzaga como Patrono de la Juventud. Realizado hacia , es propiedad del Ayuntamiento de Jaraba. Representa la consagración de San Luis Gonzaga como patrono de la Juventud por el Papa Benedicto XIII. Fue localizado en el año 1985 en la ermita de Nuestra Señora de Jaraba e identificado como una producción de la etapa juvenil de Goya. Al parecer procede de Calatayud, de la Iglesia de Santa María del Pilar, actualmente denominada Parroquia de San Juan, y en la que todavía se conservan las pechinas con los Padres de la Iglesia también atribuidos a Goya. El sueño de San José. (130 x 95,5 cm). Data de 1771, procede del Palacio de Sobradiel. Fue adquirido por el Museo en En su origen era una pintura mural al óleo que decoraba el oratorio del palacio zaragozano de los condes de Gabarda. Representa a San José durmiendo mientras un arcángel le da la noticia del estado de la Virgen María, tema tomado del Evangelio San Mateo (1, 20) La muerte de San Francisco Javier. (78 x 52 cm). Fechado hacia Representa a San Francisco Javier en el momento de su muerte. Destaca el rostro moribundo, constituido con decididas pinceladas que lo dotan de poderosa expresividad, al igual que las manos sujetando un crucifijo. La Virgen del Pilar. (78 x 52 cm.). Posiblemente realizado entre 1771 y 1775, muestra a la Virgen que se venera en la Basílica del Pilar de Zaragoza, rodeada de ángeles con una esbeltez mayor de la acostumbrada en la época. Se trata de un

5 cuadro de devoción que el artista pintó para su familia. Este cuadro, con La muerte de San Francisco Javier se adquirió a una descendiente de Goya. San Luis de Gonzaga. (261 x 160 cm). Pudo ser pintado hacia para el Convento de las Salesianas de Madrid, y fue adquirido por el Gobierno de Aragón en En este cuadro se aúnan composición y simbolismo. El santo mira al crucifijo que sostiene envolviéndolo en un pañuelo blanco que significa la pureza y la protección al tacto humano. El Museo de Zaragoza también posee importantes fondos de la obra gráfica de Goya (series de grabados y copias de Velázquez) pero sólo algunos ejemplares se hallan expuestos. Goya utilizó con frecuencia las planchas metálicas en hueco (punta seca, aguafuerte, aguatinta y mezzotinta) y la litografía (plano sobre piedra calcárea). Los Caprichos: 80 aguafuertes con aguatinta y efectos con bruñidor. Realizados entre 1792 y La serie se abre con su autorretrato y supuso para Goya la consagración como grabador. En Los Caprichos mezcla lo que podríamos llamar intelectual con lo popular, pues lo que hace Goya es plasmar su visión más crítica de la realidad. Los Desastres de la Guerra: 82 estampas al aguafuerte-aguatinta. Realizados entre 1810 y 1814, coincidiendo con el desarrollo de la Guerra de la Independencia, de la que es casi una crónica gráfica. Sin embargo, Goya trasciende los propios acontecimientos y su aventura vital, para hacer un alegato contra toda guerra. Se publicaron en La Tauromaquia: Usa aguatinta y aguafuerte con punta seca o buril, técnica muy evolucionada, más rica y con más matices que las otras. Tras la guerra, el toreo experimentó un momento de auge que Goya aprovechó con el fin de poner a la venta esta serie, de la que hizo una tirada en 1816 de 33 estampas, pero en 1876 se añadieron 8 estampas más que había desechado, y que se corresponden con los reversos de otras matrices. Los Disparates o Proverbios: 22 piezas de aguafuerte-aguatinta, realizadas entre 1820 y 1823, pero la debió dejar sin concluir debido a que hubo de exiliarse de España ante la llegada del Absolutismo, tras el Trienio Liberal. Los títulos que se conocen empiezan todos ellos con la palabra disparate y ponen de relieve la desconfianza que había desarrollado Goya sobre el hombre. La noche, que es el momento en el que se producen, reviste a todos ellos de un dramatismo y de un aire siniestro y tenebroso. Los Toros de Burdeos: Realizados en 1825, se publican en el mismo año. Son el resultado del trabajo que Goya hizo en Burdeos, con la técnica, entonces casi desconocida, de la litografía, con la que llevó a cabo una serie de cuatro escenas taurinas, que están consideradas entre las mejores de su género.

6 4. EL MUSEO CAMÓN AZNAR El palacio renacentista de los Pardo acoge hoy el Museo e Instituto de Humanidades Camón Aznar, que guarda las colecciones de arte y biblioteca donadas por el ilustre académico zaragozano don José Camón Aznar, bajo los auspicios de IberCaja, al que ha añadido varias de las obras de su colección. En el primer piso se encuentran expuestas obras de los siglos XV al XVIII. En la segunda planta hay obras del siglo XVIII, de Francisco y Ramón Bayeu, y algunos dibujos y pinturas atribuidos a Goya. En el Salón Dorado, llamado así por su decoración, se encuentran los goyas de la colección Ibercaja y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, y en la Sala Goya se exhibe una de las colecciones más completas de sus grabados, que incluye las series de Los Caprichos, Los Desastres de la Guerra, La Tauromaquia, Los Disparates, copias de los cuadros de Velázquez y varios ejemplares sueltos. Esta planta recoge también obras de pintores españoles del XIX y la última planta acoge el arte del siglo XX. Entre la obra goyesca de la Colección IberCaja destacan: Autorretrato. Retrato de la Reina María Luisa de Parma con traje de Corte. Retrato de Félix de Azara. Fechado en Naturalista y geógrafo aragonés. Retrato de medio cuerpo de don José Cistué y Coll, barón de la Menglana. Fechado hacia Magistrado oscense (Fonz, Huesca, 1723-Zaragoza, 1808). Fue fiscal de la Audiencia de Quito, oidor y fiscal de la de Guatemala, alcalde del Crimen de la Audiencia de Méjico y fiscal del Consejo y Cámara de Indias en Madrid. Dos de Mayo en Madrid o Carga de los mamelucos en la Puerta del Sol. Fechado en Boceto del famoso cuadro, ofrece escasas variantes respecto del cuadro definitivo, hoy en el Museo del Prado. Al parecer Goya tenía entonces su residencia en la Puerta del Sol madrileña y supo trasladar al cuadro toda la fogosidad y el movimiento de la escena, con la impulsiva ligereza de su rápida pintura. Baile de máscaras o Danzantes enmascarados bajo un arco. Fechado entre Este cuadro pertenece a un grupo de lienzos de pequeño formato cuya mención se ha encontrado en los inventarios de Goya y presenta grandes similitudes con las figuras y poses del Entierro de la Sardina. San Joaquín. Santa Ana.

7 La Adoración del Nombre de Dios por los Ángeles. Boceto de los frescos que Goya realizó en 1772 para el Coreto de la Basílica del Pilar. De la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, se exhiben: Escena no identificada. Hacia Escena de difícil interpretación que apenas tiene precisión de detalles y muestra una factura somera y muy libre. Aparición de la Virgen a Santa Teresa. Hacia Boceto inacabado, muy interesante por su refinamiento y audacia técnica, que tiende ya hacia lo que constituirá más adelante la concepción pictórica de Goya. La Virgen impone el collar a Santa Teresa en presencia de San José. Hacia Al igual que el anterior puede apreciarse el proceso técnico seguido por Goya para estructurar sus bocetos. Se ve como procedía por zonas, siguiendo la misma formula de los pintores primitivos. También se atribuyen al pintor aragonés dos copias de Velázquez realizadas hacia 1788: Esopo el fabulador, de la que Goya realizó también en 1788 un aguafuerte, así como un dibujo preparatorio a tinta sepia. Menipo el filósofo, como el Esopo, tiene el antecedente de un aguafuerte de Goya fechado en REAL SOCIEDAD ECONÓMICA ARAGONESA DE AMIGOS DEL PAÍS Aunque no están expuestas al público, es preciso mencionar la existencia de otras obras goyescas en poder de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. (Probable) Autorretrato de Francisco de Goya. (51,8 x 35,2 cm). Dibujo a sanguina y tiza blanca sobre papel verjurado. Dibujo realizado hacia , dentro del más puro academicismo, probablemente con ayuda de dos espejos ligeramente inclinados y en la muy difícil técnica de la sanguina. Magistral control del tono y luminosidad portentosa. Desnudo viril de pie y de espaldas. (52,2 x 33,2 cm). Realizado hacia Dibujo a punta de plomo sobre papel verjurado gris. Copia de un dibujo original de Pompeyo Batoni, también perteneciente a la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, muestra un muy italianizante y muy goyesco mundo de luces y sombras en la espalda. Goya juega libremente con su creación con una técnica excepcional, anunciadora del siglo XIX.

8 6. PALACIO ARZOBISPAL En la planta noble del Palacio Arzobispal de Zaragoza, formando parte de la colección de retratos de arzobispos, cuelga el retrato al óleo del Arzobispo Joaquín Company ( ), que gobernó la sede de Zaragoza de 1797 a Este retrato de cuerpo entero fue realizado en 1800, en la época más fecunda y de mayor calidad de Goya como retratista, es un magistral ejemplo del juego cromático entre negros y grises, y una espléndida prueba de arte y perspicacia psicológica para representar y definir al personaje. Este retrato de Zaragoza es el primero, anterior al de Valencia, que sería una réplica realizada por Esteve muy posteriormente, aunque por error se pensó que era una copia, fue refutada por la auténtica firma autógrafa de Goya en el papel que sostiene el retratado en su mano derecha, y la inscripción desarrollada en dos líneas en toda la longitud de la base del cuadro oculta por el actual marco. Esta inscripción, sin duda, primera y original, se repite en el ángulo inferior derecho del cuadro, transcripción posterior y no autógrafa de Goya. Alfredo Romero Director de Exposiciones de la Diputación Provincial de Zaragoza