SEMINARIO MIDEPLAN. La Gestión de la Sociedad Civil en la Erradicación de la Pobreza: Los aprendizajes para la acción

Transcripción

1 1 SEMINARIO MIDEPLAN La Gestión de la Sociedad Civil en la Erradicación de la Pobreza: Los aprendizajes para la acción ANA MARÍA MEDIOLI Directora de ACCION En primer lugar quisiera señalar que esta tarde hemos escuchado tres interesantes ponencias que aportan desde distintas perspectivas aprendizajes para enriquecer el debate acerca de estrategias para la superación de la pobreza, como una tarea de país, haciendo énfasis en la participación de la Sociedad Civil. La presentación de María Eliana Arntz, nos habla de los esfuerzos que desde el gobierno se están realizando para fortalecer la sociedad civil y hacer que la participación sea un elemento central a la hora de diseñar las políticas públicas, Felipe Benavente y María Cecilia Milevcic, de las Fundaciones Rodelillo y Miguel Kast, respectivamente, nos han entregado interesantes experiencias de intervención en distintos territorios y con diversos actores y problemas. Quisiera explicar que mi punto de vista para abordar el tema de éste panel es el de una trabajadora social ubicada desde hace largo tiempo en el espacio de las organizaciones no gubernamentales ONG, desarrollando programas de intervención, generación de conocimientos y propuestas con sectores de pobreza, con mujeres pobladoras, trabajadoras por cuenta propia y dirigentas sociales, procurando apoyar el desarrollo de sus actividades productivas y su actoría ciudadana. Integro la directiva de la Asociación Chilena de organismos no gubernamentales Acción, asociación gremial que reúne a 75 ONG a lo largo del país, las que trabajan en torno a diversos temas, planteándose múltiples desafíos para el cambio de las condiciones en que viven los diversos actores sociales con los que trabajan. Acción junto a otras redes similares, en especial las reunidas en torno a Congreso, compartimos el desafío de aportar a la construcción y fortalecimiento de la sociedad civil, convencidos (convicción que se torna cada vez más exigente) de que sin una sociedad civil fuerte y vigorosa, difícilmente podremos compartir una democracia verdadera y sólida. Hoy, en este seminario, nos convoca, a mi juicio, un gran tema, el desafío de país de superar la pobreza, desafío ético y político que, a pesar de su importancia, no logra constituirse en materia de debate, desaprovechándose la rica posibilidad de confrontar visiones, de buscar elementos comunes, de aprender de los errores, de darle sentido político a las acciones que se realizan en los territorios, de compartir las propuestas innovadoras. En ese sentido agradezco el espacio y asumo el compromiso de seguir avanzando por este camino. Experiencias desde la Sociedad Civil, es la materia de este panel. Hace un tiempo venimos hablando mucho de la importancia de la Sociedad Civil, tanto desde el Estado como desde la política, y especialmente desde nosotros mismos. Es un imperativo fortalecerla, pero, nuestro diagnóstico es que aún es débil y fragmentada.

2 2 Asumiendo que existen distintas perspectivas para definir quienes conforman la sociedad civil, más amplias o más restringidas, existe consenso acerca de que precisamente en su diversidad está su riqueza y que no hay grupos que la representen mejor que otros y que el gran desafío está en su fortalecimiento como espacio de deliberación distinto al mercado y el Estado, con un papel fundamental en el reequilibrio del poder en nuestra sociedad. Que el ciudadano tenga poder efectivo mas allá de poder votar en las elecciones- supone poner límites a un sistema económico que está dominando sin contrapeso en todos los ámbitos y a una tradición estatista que permanece en la conciencia de muchos ciudadanos, autoridades y funcionarios. En el panel de hoy, habemos tres representantes de una porción de la Sociedad Civil constituida por los grupos, organizaciones e instituciones privadas sin fines de lucro que persiguen fines sociales y de interés público, y es respecto de su práctica, de sus sentidos, de los que conversaremos. En estas organizaciones se produce una especial combinación entre lo público y lo privado, donde lo primero deja de referirse sólo a los asuntos estatales y lo segundo refleja el quehacer de individuos y grupos que no buscan la satisfacción de sus intereses particulares, sino los de la colectividad, o de segmentos de ella que requieren su atención por razones de solidaridad, participación ciudadana o equidad social. Se caracterizan por el ejercicio desinteresado de la ciudadanía en su dimensión de responsabilidad en la construcción de un orden social mejor. Cuál es, desde nuestra mirada, el país donde hoy se insertan estas experiencias de superación de pobreza? Sólo algunos elementos de nuestra reflexión: 1.- POBREZA, DESIGUALDAD Y DEMOCRACIA: Cuestiones íntimamente relacionadas. Observamos un país en el que existen importantes sectores que sufren la pobreza y niveles de desigualdad crecientes, lo que indudablemente amenaza la consolidación y profundización de la democracia. No es posible, entonces, desvincular pobreza y democracia, menos aún si se trata de analizar experiencias que contribuyen a producir cambios para superar situaciones de exclusión y desigualdad. Nuestra sociedad tiene altos niveles de desintegración. Como señala la antropóloga de la ONG Sur Francisca Marquéz, "este modelo aparentemente incluyente y democrático en sus aspiraciones de consumo, no lo es en términos de las oportunidades. La exclusión de los más pobres a esta modalidad de integración social rompe con la ilusión de participación ciudadana. Si la democracia supone el predominio de la sociedad. Cómo involucrarla en su totalidad si una parte fundamental de ella está excluida social, cultural y económicamente? Cómo se desarrolla la democracia sin la presencia de todos?

3 3 2.- LA SOCIEDAD CIVIL Y EL ESTADO. La necesidad de una nueva relación Sabemos que la pobreza es un círculo complejo, resistente y multifacético. Salir de él es un proceso que involucra culturalmente a la sociedad y compromete al conjunto de sus instituciones y organizaciones. La sociedad civil tiene un rol activo en la concreción del bien común, la integración social y la equidad en la sociedad, siendo fundamental la participación efectiva de los ciudadanos que viven en situación de pobreza y sus organizaciones. Para ello, se requiere una sociedad civil, vigorosa, activa y consciente de sus responsabilidades, con una institucionalidad, organización y financiamientos adecuados, para su eficaz y comprometida participación en el desarrollo del país. Un desarrollo sostenible, centrado en la calidad de vida de las personas, requiere como condición imprescindible la participación democrática, como instrumento de expresión de los legítimos intereses. En este sentido, el papel de la sociedad civil es enormemente importante. Esta afirmación no significa que la sociedad civil deba construir su propio modelo, paralelo al del Estado, o deba construir alternativas participativas de base, no relacionadas con la institucionalidad política o con el mercado. El Estado democrático tiene un papel insustituible en el desarrollo de la integración y la equidad como objetivos de país. Debe promover resueltamente su función de garante de la equidad y velar por el cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas, para que todos puedan legítimamente ejercer su ciudadanía. Una política pública fuerte, eficiente y con objetivos de equidad tiene su mejor complemento en un sector civil potente, con iniciativa, tanto en la incidencia política, en la gestión, como en la capacidad reivindicativa y de negociación, frente a un mercado omnipotente y poderoso. Por lo mismo, se debe avanzar en la generación de una nueva relación Estado-Sociedad Civil que dé espacio a iniciativas y formas de mutua colaboración. Su acción tiene que permitir a las personas desarrollar sus potencialidades y generar las condiciones que propicien la igualdad de oportunidades, de modo que los ciudadanos que viven en situación de pobreza puedan estar plenamente integrados al desarrollo del país. Uno de los aspectos fundamentales de esta nueva alianza es la promoción y fortalecimiento de las iniciativas que emprenden los propios pobres para superar su condición, otorgándoles poder para su plena inserción ciudadana. Asimismo es necesario profundizar las acciones que movilicen recursos en forma dinámica y flexible a las realidades locales de cada región; focalizar a los grupos vulnerables destacando el territorio como unidad articuladora local; abrir espacios para la coordinación, de modo que aquellas necesidades que no son atendidas por el Estado puedan ser asumidas en propiedad por instituciones y organizaciones de la sociedad civil.

4 4 No hay ninguna duda acerca de la importante contribución de las políticas públicas para el aumento de los ingresos de los más pobres. Sin embargo el estado no cuenta con las herramientas para alterar la desigualdad en las oportunidades, ni para reorientar el modelo económico que la causa y que bloquea las posibilidades del 40% de la población de menores ingresos. El Estado, a partir del Instructivo Presidencial y el Plan para el Fortalecimiento de la Sociedad Civil, ha buscado abrir espacios al debate y la práctica de la participación y la ciudadanización de las políticas públicas pero todos sabemos que ese es un campo en el que aún queda mucho, mucho por hacer. Muchas iniciativas generadas por la sociedad civil no encuentran acogida en las políticas del Estado, perdiéndose, con esto un rico potencial de sinergias, permaneciendo éste como un desafío que nos compromete. Como una manera de aportar al debate me gustaría compartir con Uds. algunos elementos ineludibles a la hora de intervenir para abordar las complejidades de la pobreza en el Chile de hoy y que con matices, constituyen temas recurrentes en el diálogo de nuestro sector. Entre estos temas asumen particular importancia los que se relacionan con el fortalecimiento de la sociedad civil: densificación del tejido social, participación ciudadana, conciencia y ejercicio de derechos, igualdad de oportunidades entre los géneros, fortalecimiento de la cultura e identidad indígenas, desarrollo de la asociatividad. Me referiré a algunos de ellos en particular: Un enfoque de derechos: Para las ONG, el resguardo, protección y promoción de los derechos de múltiples y variados sectores de la ciudadanía, con especial atención a grupos que viven cotidianamente situaciones de mayor vulnerabilidad, que enfrentan viejas y nuevas expresiones de exclusión social se constituyen en elementos fundamentales de identidad. Es así como se está presente en las comunas y regiones con mayores niveles de pobreza trabajando con mujeres, niños y niñas, pobladores, jóvenes y adultos mayores, microempresarios, pueblos originarios y campesinos. El enfoque de derechos como marco ético, político y conceptual, la promoción y defensa de derechos humanos, específicamente de derechos sociales, económicos, culturales y políticos, entendiendo la pobreza o más bien las pobrezas, brechas y desigualdades sociales como vulneración de derechos, por lo que lograr su pleno ejercicio debe ser un elemento constitutivo del diseño y ejecución de los programas y proyectos orientados a su superación. En este sentido constituye una tarea de primer orden el desarrollo de esfuerzos que permitan avanzar hacia una mayor explicitación de los derechos de las personas y hacia el establecimiento de mecanismos que permitan su exigibilidad por parte de todos los ciudadanos.

5 5 El énfasis en la acción colectiva: Es así como junto con trabajar por contribuir a resolver problemas de reproducción material de la vida cotidiana, se busca potenciar la acción colectiva que permita a las personas, grupos o comunidades rescatar y desarrollar sus capacidades. En esto resulta fundamental y necesaria una mirada atenta y abierta a las diversidades socioculturales, que permiten sobre todo tener una concepción integral de las pobrezas, captando las claves y universos simbólicos de quienes están involucrados en el proceso. Aquí aparece como fundamental el trabajo comunitario, realizado a través de mecanismos de autogestión organizativa y económica de la comunidad, movilizando recursos humanos y financieros lo que representa una gran fortaleza y garantiza la sustentabilidad. Las alianzas: El establecimiento de alianzas y la creación de redes son imperativos ineludibles de los programas de superación de pobreza y fortalecimiento de la ciudadanía. vínculos, alianzas y coordinaciones con organizaciones sociales, universidades, empresas, redes temáticas, municipios, servicios públicos etc. La sinergia en el campo de los recursos. Si bien las ONGs ejecutan políticas sociales por la vía de la licitación de proyectos, en temáticas definidas por los organismos estatales, hay un importante número de proyectos que se desarrollan a partir de iniciativas que surgen de la propia ciudadanía, a las que se destinan recursos autónomos. En este sentido, los resultados del estudio muestran que un 45% de los recursos en manos de las organizaciones socias de ACCION, provienen de aportes de la cooperación internacional, el 10% son fondos autogestionados, el 4% proviene del mundo privado, el 2% corresponde a donaciones y el 39% a fondos estatales. Con esto constatamos que las ONGs siguen atrayendo al país fondos para superar la pobreza, lo que aún les permite desenvolverse con grados de autonomía La generación de nuevos conocimientos: Para que los programas de superación de la pobreza no se agoten en la intervención, se constituye en un desafío permanente la necesidad de desarrollar procesos de reflexión, sistematización e investigación. Este es un aspecto de gran relevancia porque sólo gracias a él podemos alimentar un debate, que como muchos otros, hoy está ausente. Quiero agregar un elemento más de nuestra reflexión y práctica y es el que se refiere a la inserción laboral y fortalecimiento de actores productivos locales en sectores considerados económicamente no viables por las políticas públicas. Contribuir a la generación de empleo y apoyar procesos productivos son elementos centrales para la superación de la pobreza. Muchas organizaciones de la sociedad civil apoyan la creación de microempresas y acompañan la creación de asociaciones de producción local y a escala regional. Potencian el desarrollo productivo vinculándolo a las redes locales sociales y los entornos barriales y comunitarios. Fortalecen la capacitación sindical para asegurar mejores condiciones laborales y elaboran estudios e investigaciones de apoyo al desarrollo del empleo.

6 6 Sin embargo y tal como lo veíamos en el panel de ayer, este es un tema duro en la evolución económica bajo el actual modelo neoliberal y por lo tanto las estrategias utilizadas para empoderar a estos actores productivos se estrellan contra grandes barreras. Si bien el Estado ha desarrollado instrumentos de fomento productivo orientados a la pequeña y mediana empresa, queda fuera un amplio sector que si bien desarrolla su actividad económica en el mercado local, generando ingresos para la sobrevivencia familiar, tiene características que lo asocian a la pobreza. Aún así el acumulado en materia de desarrollo productivo de grupos populares, metodologías y formas de intervención deben ser visibilizadas para establecer un diálogo con las políticas públicas. En síntesis - Nos parece muy grave la afirmación de que la desigualdad es inevitable. Como sociedad civil tenemos que hacernos cargo de la desigualdad. El desafío, entonces, es fortalecernos como canal de expresión de las múltiples voces ciudadanas; y movilizarnos con otros para tener mayor incidencia. Ese con otros significa revalorar las acciones colectivas como parte fundamental del proyecto de democracia y del imperativo de construir un país con mayor equidad. Una sociedad que se está conformando de manera dual a causa de la inequitativa redistribución de los ingresos, requiere de organizaciones que tengan capacidad crítica y de propuesta y suficientes canales de expresión. - En esta tarea, necesitamos reestablecer o fortalecer un diálogo fundamental. Ese diálogo se debe dar con las organizaciones de base, con los movimientos sociales. Se debe producir también entre nosotros actores de la sociedad civil que estamos generando diversas experiencias y entre la sociedad civil y los sectores público y privado. - La construcción de actores es un proceso complejo y de largo aliento, y que no sólo interpela al mundo popular con el que trabajamos sino también a nuestras organizaciones a ser parte activa de la sociedad civil.- Tenemos intuiciones y un cúmulo de buenas prácticas que queremos poner al servicio de los desafíos del país. - Para esto tenemos que lograr que las propuestas de la sociedad civil, su acumulado de conocimientos, experiencias y estrategias de intervención sean incorporados en la definición de la agenda pública, y de esta manera se enriquezcan las acciones destinadas a la superación de la pobreza y a la generación de nuevas oportunidades de integración. - Aumentar la capacidad de incidencia y control ciudadano significa también que la vida de los ciudadanos sea más participativa. No es posible pensar una democracia sin la presencia activa de todos sus ciudadanos. Ser ciudadano va más allá del ejercicio de derechos y de apelar al Estado para que los garantice. Significa formar parte de un proyecto, de estar incluido en la toma de decisiones respecto de los temas que

7 7 afectan la vida cotidiana y los intereses colectivos que tienen que ver con el futuro del país. - Queremos aportar a la construcción de una sociedad con más debate sobre los asuntos de interés público, sobre los cuales hoy conocemos sólo algunas visiones de ciertos sectores que tienen más capacidad de influencia en los medios de comunicación y en los distintos espacios de decisión. En este sentido, es urgente captar la riqueza de los movimientos sociales y su cuestionamiento al actual modelo de desarrollo. - Hasta ahora, el Estado ha privilegiado alianzas con los sectores empresariales, trabajando conjuntamente en temas tan importantes como la elaboración de una agenda Pro crecimiento. La sociedad civil ha estado al margen de tomas de decisiones clave en asuntos que incluso en algún momento contribuyeron a visibilizar. - Está aún pendiente un nuevo trato entre la sociedad civil y el Estado, que de cuenta de una participación efectiva y de un compromiso por involucrar a los distintos actores en el diseño de las políticas públicas como actores relevantes y necesarios en el desarrollo del país. Santiago, 30 de Octubre 2002