Los campesinos e indígenas de Colombia no quieren los transgénicos Estrategias para afrontarlos

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1 Los campesinos e indígenas de Colombia no quieren los transgénicos Estrategias para afrontarlos Germán Vélez Grupo Semillas 1 Contexto Colombia es el segundo país con mayor diversidad del planeta. Se calcula que posee el 10% de la diversidad mundial, aproximadamente 45 mil especies vegetales y una gran variedad de especies vegetales. El territorio colombiano está ubicado estratégicamente y es una región de convergencia entre los ecosistemas de América del Norte y Suramérica. Es por ello que allí existe una enorme diversidad de ambientes y de culturas que ha estado acompañado de una enorme diversidad agrícola. El país es centro de diversidad de especies como maíz, fríjol, yuca, papa, tomate y algodón entre otros. Esta diversidad está ubicada especialmente en los territorios de comunidades indígenas, negras y campesinas en diferentes regiones del país. Estas poblaciones han realizado durante cientos de años un proceso de domesticación, mejoramiento y manejo de estas especies, integrándolas en sistemas productivos diversificados altamente sustentables, y han sido la base de la cultura y de la soberanía alimentaria de estas poblaciones rurales. Crisis en la agricultura Colombiana Colombia, es uno de los países con mayor inequidad en la distribución de la tierra. El 57.3 % de los propietarios poseen predios menores de tres hectáreas, que en total cubren sólo el 1.7% del área rural; mientras que el 0.4% de los propietarios poseen predios mayores de 500 hectáreas que cubren el 61,2% del área rural. Las mejores tierras con vocación agrícola, ubicadas principalmente en el Valle del Cauca, en los valles interandinos del Tolima, en la región Caribe y en el piedemonte llanero, están concentradas en pocas manos; estas son utilizadas principalmente para la producción agroindustrial y la ganadería. Mientras que los pequeños agricultores en general, han sido desplazados de estas áreas y se encuentran arrinconados en las áreas más marginales con limitada capacidad para el establecer sistemas productivos, ubicadas en la zona Andina, en la Región Caribe y en los frentes de colonización de la Orinoquía y Amazonía colombiana.. Desde la década del 50 se ha presentado un proceso de transformación en el campo colombiano, especialmente, por la introducción de modelos productivos basados en la revolución verde; lo que ha generado un proceso de erosión y pérdida tanto de la biodiversidad como de los sistemas de cultivos tradicionales. En los últimos años, luego del fracaso de este modelo agrícola promovido tanto por el Gobierno nacional como por las instituciones que promueven las políticas en el sector agropecuario, en el país han surgido numerosas iniciativas por parte de organizaciones indígenas, negras y campesinas que buscan implementar propuestas productivas, con enfoque agroecológicos basadas en la recuperación y manejo de la diversidad y en la búsqueda de la soberanía alimentaria. A manera de ejemplo se pude citar parte de la agrobiodiversidad manejada por algunas organizaciones locales de las regiones Andína y Caribe de Colombia (tabla 1). 1 Grupo Semillas (Colombia): semillas@semillas.org.co

2 Tabla 1. Variedades locales de cultivos tradicionales en Comunidades Indígenas y campesinas de Colombia Comunidades campesinas e indígenas - región Andina N de Var. plátano banano maíz fríjol yuca caña Plantas medicinales Otras especies Comunidades campesinas e indígenas - Región Caribe Arroces Arroces ñame frijol yuca maíz N de Var. criollos 11 forasteros Razas de animales criollos Gallinas cerdos vacunos Por otro lado el sistema de conservación de la biodiversidad agrícola ex situ, desde el sector oficial, se maneja a través de bancos de germoplasma, los cuales están desarticulados de la conservación que realizan las comunidades locales y los agricultores. Estas colecciones además de estar desactualizadas y centralizadas, el gobierno no las valora como un recurso estratégico al cual se debe proteger como patrimonio nacional; además se invisibiliza y se subvalora la importancia y el papel que han desempeñado los agricultores en la conservación y manego de la biodiversidad y tampoco existe una política y acciones que permitan proteger la agrobiodiversidadde la posible contaminación genética por la introducción de cultivos transgénicos en el país. De exportadores a importadores Colombia, hasta inicios de la década del noventa, fue autosuficiente en el suministro de alimentos y materias primas. Pero en la última década se ha profundizado la crisis del sector agropecuario, especialmente luego de la apertura económica, que el país permitió la importación masiva de productos agrícolas fuertemente subsidiados, principalmente desde EEUU. Esto ha generado que la producción nacional sea inviable y no competitiva. Para el año 2003 el país importó más de 8 millones de toneladas de alimentos de la alimentación nacional; se importó 2 millones de toneladas de maíz, que corresponde a más del 70% del consumo nacional. Adicionalmente el modelo agrícola que promueven el gobierno y las multinacionales, basado en la producción de monocultivos agroindustriales ha generado impactos negativos, ambientales y socioeconómicos especialmente para la gran mayoría de pequeños agricultores del país. Por otro lado el sistema de conservación gubernamental de la biodiversidad se basa en la conservación ex situ, a través de bancos de germoplasma; pero no se apoya la conservación in situ de la biodiversidad que realizan los agricultores mediante sistemas productivos sustentables. Los transgénicos en Colombia En Colombia, el tema de los cultivos y alimentos transgénicos tiene una discusión muy reciente y la mayor parte de la sociedad, especialmente los consumidores y los agricultores, han sido marginados de este debate y no son consultados para la toma de decisiones sobre la adopción de estas tecnologías. Además, existe una alianza muy fuerte entre las autoridades gubernamentales y la industria que promueve los transgénicos. Los medios de comunicación tampoco han abordado estos temas de una forma objetiva e independiente, y no le dan cabida a las argumentaciones que cuestionen estas tecnologías. Con respecto a la legislación en materia de bioseguridad en Colombia, en el año 1998 el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, adscrito al Ministerio de Agricultura, expidió la reglamentación sobre la producción e introducción de OMG de uso agrícola; y en 2001 la reglamentación para los productos MG de uso pecuario. Pero los productos transgénicos que entran al país vía importación de alimentos, no tienen ninguna reglamentación y control gubernamental. Para la implementación de café

3 estas normas el ICA creó un Consejo Técnico Nacional de Bioseguridad (CTN), el cual está conformado mayoritariamente por representantes de entidades del Estado, los gremios económicos, la industria y la academia; quienes en su mayoría tienen una posición a favor para la introducción de OMG en el país; pero allí no participan los sectores campesino e indígena y tampoco los ambientalistas y los órganos de control del Estado. Adicionalmente el gobierno nacional, ratificó el Protocolo de Cartagena de Bioseguridad en el año 2003; pero el país todavía no ha elaborado una Norma nacional en materia de bioseguridad que involucre aspectos ambientales, socioeconómicos y salud humana de forma integral y participativa. Los transgénicos entran principalmente vía alimentación El país, al perder su capacidad productiva de alimentos, se ha visto obligado a importar los productos básicos que sustentan la alimentación. Para el caso del maíz y la soya, Colombia está importando desde hace más de diez años, especialmente desde EEUU y Argentina, sin ningún control (segregación o etiquetado de productos MG y tampoco se realizan las evaluaciones de bioseguridad necesarias). La soya transgénica está entrando a la cadena alimentaría a través de programas de ayuda alimentaría dirigidos especialmente a la población infantil marginada; y mediante productos procesados en la industria (alimentación humana y animal). Es evidente que el país esta importando masivamente maíz transgénico, sin que ninguna autoridad gubernamental ejerza control y evaluaciones de bioseguridad y esta siendo incorporado en la dieta alimentaria humana y animal. Incluso, es probable que una parte significativa del maíz que entra al país sin control como materia prima, ya haya sido incorporado como semillas, en los sistemas productivos de los campesinos, puesto que las autoridades en la materia no ejercen ningún control y es muy difícil evitar que los importados lleguen a las manos de los agricultores y sean utilizados como semillas, ya sea a través del mercado o incluso mediante los programas de ayuda gubernamental. (De esta forma fue como llego la contaminación genética en México, que es el centro de origen del maíz, en donde las semillas nativas han sido contaminadas con maíz transgénico importado desde EEUU). Los cultivos transgénicos en Colombia El algodón Bt La liberación comercial del algodón Bollgard (Bt) de Monsanto en el año 2003, se hizo mediante un cuestionado procedimiento técnico en el CTN del ICA. La evaluación de riesgos del algodón Bt, fue insuficiente y totalmente manipulado por Monsanto, puesto que solamente se hicieron dos estudios de campo puntuales y de éstas se concluyó su total seguridad. Adicionalmente el procedimiento administrativo dentro del CTN fue irregular, puesto que en el momento de la aprobación del algodón Bt, su vicepresidente era el representante de Monsanto (es decir, que la empresa que hizo la solicitud actuó como juez y parte en el proceso). Demandas judiciales por la aprobación del algodón Bt. Debido a esta situación irregular, algunas organizaciones de la sociedad civil entablaron dos demandas (Acciones Populares) en contra del Ministerio de Agricultura, del ICA, del Ministerio de Ambiente y de Monsanto. La demanda que se interpuso contra el Ministerio de Ambiente y Monsanto, fue fallada en primera instancia en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en octubre de 2004, en la que se ordenó que el Ministerio de Ambiente debe exigir a Monsanto el trámite de una Licencia ambiental para la liberación del algodón Bt. Además obligó a suspender la introducción de cultivos transgénicos en el país hasta tanto no exista garantías sobre su seguridad. Este fallo fue apelado por los demandados, y su estudio paso al Consejo de Estado, en donde fue fallado en febrero de El fallo revocó las determinaciones de esta primera instancia judicial. Determinó no procedente la licencia ambiental para este caso específico, puesto que considera que la solicitud de Monsanto y la resolución que aprobó estas siembras, fueron anteriores a la entrada en vigencia en Colombia de la Ley 740 de mayo 24 de 2002, aprobatoria del Protocolo de Cartagena

4 sobre Bioseguridad. Pero ordenó que todas las solicitudes para cultivos transgénicos que se tramiten posteriores a la entrada en vigencia de dicha Ley, tienen la obligación de tramitar licencia ambiental ante el Ministerio de Ambiente. Adicionalmente, ordenó conformar una comisión de seguimiento y evaluación de las actividades desarrolladas por la empresa Monsanto, en ejercicio de esta actividad y otras similares que arrojen prueba de amenaza o vulneración de los derechos colectivos. Una debilidad en la decisión del Consejo de Estado es que excluyó a representantes de la sociedad civil en la conformación de dicho comisión. La otra Acción Popular en contra del Ministerio de agricultura y el ICA, que argumenta la forma irregular respecto a la falta de estudios técnicos y las irregularidades administrativas en el procedimiento de liberación comercial del algodón Bt, esta todavía en curso, y se espera un fallo próximamente. Ahora se pretende introducir el cultivo de maíz transgénico En el año 2003 y 2004, grandes empresas semilleras como Monsanto y Dupont presentaron ante el CTN del ICA, las solicitudes para la liberación comercial de maíz Bt (Yieldgard), maíz Ronudup Ready (de Monsanto) y maíz Herculex I Bt y tolerante al herbicida glufosinato de amonio de la empresa Dupont. (Ver anexo 1). Actualmente estas empresas están realizando ensayos de campo en las regiones Caribe, el Tolima, el Valle del Cauca y en el pie de monte llanero, que son las zonas donde se concentra la mayor producción de maíz en Colombia. Según las declaraciones públicas del gobierno nacional, insistentemente se dice que estos cultivos serán liberados próximamente a nivel comercial; pero lo mas preocupante es que muy probablemente se realice sin haberse realizado los estudios de bioseguridad requeridos y pasando por encima de la mayor parte de la sociedad. Impactos del maíz transgénico en Colombia: Sobre la biodiversidad: Colombia, luego de México y Perú, son los países con mayor diversidad de maíz en el mundo. El maíz por ser una planta alógama de polinización cruzada, presenta un enorme riesgo de contaminación genética de las variedades locales con los maíces transgénicos; situación que ya ocurrió en México. Existe el peligro que los genes de resistencia a herbicidas y los genes Bt sean transferidos hacia parientes silvestres y cultivados, generando un problema de contaminación y erosión genética sobre la biodiversidad de maíz. La contaminación puede entrar a través de maíz importado como alimento, que llega a los agricultores y lo siembran en sus campos, y también mediante la transferencia de genes de cultivos transgénicos agroindustriales que se siembren cerca de los territorios indígenas y campesinos en donde en pequeñas parcelas conservan las variedades nativas de maíz. Además el maíz Transgénico puede llegar a través de programas de fomento agrícola y ayuda gubernamental, dirigidos a los pequeños agricultores de maíz. Mayor uso y dependencia a plaguicidas y herbicidas: Una de las mayores preocupaciones sobre los cultivos Bt y resistentes a herbicidas es la posibilidad de que los genes de resistencia a herbicidas y los genes Bt sean transferidos hacia parientes silvestres y cultivados, generando un problema de contaminación genética sobre la biodiversidad de maíz. Para el caso del cultivo de maíz Bt, existen evidencias de que las plagas objetivo adquieren rápidamente resistencia a la toxina Bt y también la toxina puede afectar las especies no objetivo y los microorganismos del suelo. Para el caso del maíz Roundup Ready, existe el peligro que el uso intensivo de herbicidas genere malezas resistentes al Glifosato, como ya se ha presentado en varias partes del mundo; lo que ha generado un incremento en el consumo de este herbicida en todo el mundo, especialmente en EEUU y Argentina, en donde este tipo de cultivos han sido masificado. Socioeconómicos: En países como Colombia, Uno de las mayores preocupaciones que existe con respecto a la introducción de maíz transgénico, son los efectos generados por los cultivos transgénicos en las economías campesinas, locales y pequeños agricultores. Especialmente por los impactos y perdida de los sistemas de producción tradicional, puesto que estos cultivos estan

5 diseñados para establecerse como monocultivos altamente mecanizados que generan a los agricultores una total dependencia a los paquetes tecnológicos y protegidos por patentes, controladas por las transnacionales, mediante contratos. Estas patentes violan el derecho que tienen los agricultores de guardar e intercambiar sus semillas. Adicionalmente estas tecnologías promueven el desplazamiento y exclusión del uso de mano de obra, por ser diseñadas para establecer agricultura sin gente. Adicionalmente, los agricultores que sean contaminados con maíz MG pueden ser demandados por las empresas dueñas de estas tecnologías por la posesión ilegal de sus genes patentados. La salud: En el mundo no se han realizado estudios sistemáticos y completos que permitan evaluar los efectos en la salud humana y animal de los alimentos transgénicos; aunque si se han realizado múltiples estudios específicos que muestran los efectos que pueden tener la utilización de promotores y vectores virales y bacteriales en la transferencia de genes modificados genéticamente y también la utilización de marcadores genéticos que generan resistencia a los antibióticos. Igualmente se han realizado estudios que muestran problemas de toxicidad, alergenicidad y efectos metabólicos y fisiológicos en animales de algunas toxinas Bt de cultivos transgénicos. El maíz en Colombia es un componente fundamental de la cultura, de los sistemas productivos campesinos y uno de los alimentos básicos de toda la población. A diferencia de los países del norte, en donde el maíz es principalmente utilizado en la alimentación animal y en productos procesados para la industria. Esto significa que la evaluación de riesgos del maíz MG es más relevante en nuestros países, pero la legislación colombiana actual, no incluye la realización de los estudios de impactos sobre la salud humana y animal, es por ello que en la aprobación de las solicitudes para liberar algodón y maíz GM, se extrapolan estudios puntuales que se han realizado en países del Norte. Políticas del gobierno en materia de biotecnología A pesar de que el gobierno de Colombia ha ratificado el Protocolo de Bioseguridad y que en el país existe consenso sobre la necesidad de hacer una Norma Nacional de Bioseguridad que sea fuerte, el gobierno no ha asumido con seriedad, objetividad e independencia este tema. Este vacío jurídico y la falta de posición política que defienda los intereses nacionales va a ser más crítico una vez entre en vigencia el Tratado del Libre Comercio, TLC, que el gobierno de Colombia pretende suscribir con EEUU a principios de Dentro de los puntos que son prioridad para EEUU y que probablemente no hay posibilidad de que Colombia pueda negociar, son la eliminación de restricciones y prohibiciones a la introducción de cultivos y alimentos transgénicos en los países firmantes. Esto haría totalmente inoperante la aplicación del Protocolo de Bioseguridad e incluso la débil normatividad nacional para el control y manejo de la biotecnología. Estrategias campesinas frente a los transgénicos Las organizaciones indígenas, negras y campesinas ha sido totalmente marginado, tanto del debate sobre transgénicos, como de la participación en la toma de decisiones sobre este tema. Sin embargo, en muchas regiones del país estas organizaciones tienen una posición muy crítica y de rechazo a los cultivos transgénicos, debido a los impactos que podrían generar en sus en sus territorios y especialmente sobre la agrobidiversidad y su soberanía alimentaria. Es así como se ha ido construyendo acciones y alianzas como estrategia de defensa frente a los transgénicos. Por ejemplo, para el caso del maíz, la región Caribe de Colombia, las comunidades indígenas Zenúes presentan una cultura muy fuerte alrededor del maíz; ellas manejan más de 25 variedades de maíz nativos con características adaptadas a las diferentes condiciones ambientales, productivas y usos alimenticios. Estas comunidades están muy preocupadas por la llegada del maíz transgénico vía alimentos y cultivos. Es por ello que están implementando una campaña en defensa de la cultura del maíz ; especialmente quieren defender sus variedades locales de la contaminación genética que se pueda producir por la introducción de maíz transgénico en sus territorios.

6 Una de las estrategias más importantes que plantean la comunidades indígenas Zenúes para afrontar la introducción de organismos MG, es iniciar un proceso dirigido hacia declarar su territorio libre de transgénicos. Aunque ellos son concientes de la dificultad que este proceso implica, puesto que va más allá de elaborar una declaratoria escrita y el reto es su implementación efectiva, para lo cual se requiere avanzar en un proceso de concientización y apropiación de esta decisión por parte de las comunidades, como de las autoridades en el ámbito local y regional para hacerla efectiva. Es por ello que este proceso se plantea como un logro a mediano plazo. Igualmente, existen muchas iniciativas de organizaciones y comunidades locales en otras regiones del país, que se oponen a la entrada de semillas y alimentos transgénicas; aunque todavía es necesario avanzar en la articulación y la masificación de este debate público y en las acciones locales, para lograr un impacto significativo y también para que sean tenidas en cuenta sus posiciones en la toma de decisiones sobre si se aceptan o no estas tecnologías. Para lograr estos objetivos, las comunidades locales están promoviendo acciones como: Recuperación, manejo e intercambio local de las semillas nativas y de los sistemas productivos tradicionales. Sensibilización y capacitación a la población en general sobre estos temas, a través de talleres, seminarios, encuentros y ferias. Alianzas estratégicas con diferentes sectores de la sociedad (organizaciones campesinas, ONGs ambientalistas, académicos, consumidores, entre otros). Apoyo a las demandas judiciales en contra de la introducción de cultivos transgénicos en Colombia. Rechazo a los programas agrícolas de fomento y ayuda alimentaria gubernamentales y privados que promuevan o utilicen semillas y alimentos transgénicos. Presionar al gobierno para que permita el acceso a la información real y completa sobre estas tecnologías y paraque las comunidades locales sean consultadas en la toma de decisiones sobre la aprobación de estos cultivos. Las organizaciones indígenas Zenúes de la región Caribe, elaboraron una declaración de rechazo a los cultivos transgénicos, y de defensa de sus territorios, y de su soberanía alimentaria. (Anexo 1). Cultivos transgénicos que se están introduciendo en Colombia Cultivo Solicitante Rasgo del OGM Estado solicitud en CTN Clavel azul Florigene y Flores Colombianas Clavel de coloración azul «Blue gene tecnology». Aprobada siembra comercial Algodón Bt Monsanto Toxina Cry1Ac (Bt), resistentencia a Aprobada siembra Bollgard Lepidopteros. comercial (2003). Algodón RR Monsanto Tolerante al herbicida Glifosato. Aprobada siembra comercial 2004 Algodón Bt Bollgard + RR Monsanto Tecnologías conjunta (Bt) x RR (tolerante a Glifosato): retrocruzas. Ensayos de campo 2004 Maíz Bt Yielgard MON 810 Monsanto Toxina Cry1A(b) (Bt), resistente al barrenador europeo del maíz Ostrinia nubilalis Ensayos de campo Maíz (RR) NK 603 Monsanto Tolerante al herbicida Glifosato Ensayos de campo Maíz Bt Pioneer Du Pont Toxina Cry1F (Bt), resistente al Barrenador Ensayos de campo Herculex (TC1507) Europeo + Gen tolerante a herbicida Glufosinato 2005 Arroz Oriza sativa CIAT de amonio. Multiplicación y evaluación de una colección de mutantes de arroz. Yuca CIAT Toxina Cry1A(b) (Bt), Resistencia al barrenador del tallo (Chilomima clarkei) Papa Bt (4 variedades) Corporación para Investigaciones Toxina CryY1Ac (Bt). Papa resistete a Tecia solanivora Ensayos en invernaderos y en campo Investigación confinado y ensayos de campo Ensayos laboratorio e invernaderos 2004

7 Biológicas (CIB) Caña de azúcar CENICAÑA Resistencia al virus del síndrome de la hoja amarilla, causado por un luteovirus Investigación confinado y ensayos de campo 2003 Declaración de rechazo a los cultivos y alimentos transgénicos Resguardo indígena de San Andrés de Sotavento, Septiembre 4 de 2004 Líderes y Autoridades Indígenas, Representantes de Organizaciones de Productores, Maestros de Instituciones Educativas y Estudiantes del Resguardo Indígena Zenú de San Andrés de Sotavento, (Departamentos de Córdoba y Sucre) después de varios días de capacitación y reflexión entre el 30 de Agosto al 4 de Septiembre de 2004, sobre las políticas gubernamentales para el sector agropecuario y su impacto en las comunidades indígenas que habitamos el Resguardo, especialmente respecto al riesgo de la pérdida de nuestras semillas tradicionales y su probabilidad de ser contaminadas con semillas transgénicas, hemos decidido: Teniendo en cuenta que 1. Colombia y especialmente la región Caribe es un importante centro de diversidad del maíz, en donde existe una enorme diversidad de razas y variedades criollas, fruto del trabajo colectivo de miles de generaciones de agricultores, que han desarrollado estas variedades adaptadas a diferentes regiones y condiciones culturales, socioeconómicas y productivas. 2. Para las comunidades indígenas Zenúes, el maíz es un elemento fundamental de nuestra cultura y de nuestros sistemas productivos, es así que nos consideramos hijos del maíz, por lo tanto actualmente conservamos y cultivamos mas de 25 variedades criollas y una amplia cultura culinaria en base de maíz, que ha sido uno de los soportes de la soberanía alimentaria de nuestras comunidades indígenas y también de las campesinas. Teniendo en cuenta que el maíz es una planta de fácil cruzamiento, existe una real amenaza que las semillas transgénicas se crucen con las variedades criollas y las contaminen, de forma similar a como fueron contaminados los maíces nativos de México, que es el Centro de origen del maíz. 3. En el mundo actualmente existen muchos cuestionamientos e interrogantes sobre los posibles riesgos e impactos de los cultivos y alimentos transgénicos en el ambiente, la biodiversidad, socioeconómicos y en la salud humana, puesto que no se han realizado los suficientes estudios que garanticen su seguridad y beneficios reales, especialmente en países como Colombia. 4. Actualmente, en el mundo existe una fuerte presión para la privatización de los recursos genéticos, la biodiversidad y los territorios tradicionales mediante las patentes y recientemente, mediante la suscripción de los Tratados de Libre Comercio que nuestro país está actualmente negociando con Estados Unidos; lo cual generará impactos negativos sobre los recursos y los territorios de los pueblos indígenas y campesinos del país. Rechazamos 1. Las políticas nacionales e internacionales que permiten la privatización de la vida, mediante patentes o cualquier forma de propiedad intelectual, que desconocen los derechos colectivos sobre la biodiversidad y sus territorios. Igualmente, rechazamos los Tratados de Libre Comercio. 2. La introducción de semillas y alimentos transgénicos y especialmente del maíz en la región Caribe. 3. La ayuda alimentaria que contenga transgénicos, especialmente, en los programas de ICBF que se basan en la soya y la bienestarina. 4. Los programas públicos y privados de fomento que basados en la introducción de semillas transgénicas. 5. La intención del gobierno nacional de introducir al país maíces transgénicos: maíz Yielgard (Bt), resistente a algunas plagas y maíz (RR) resistente al herbicida Glifosato, ambas propiedad de Monsanto. Proponemos y nos comprometemos a: Que el Gobierno nacional detenga la importación e introducción de maíz transgénico en el país y que las autoridades municipales, regionales y nacionales establezcan los mecanismos de control necesarios para evitar que el maíz transgénico llegue a nuestro territorio. Adelantar acciones que conlleven la defensa y recuperación de nuestros recursos genéticos locales y de nuestra soberanía alimentaria. Igualmente, Conservar la diversidad de nuestras semillas criollas y fortalecer nuestros sistemas productivos tradicionales como base fundamental para nuestra soberanía alimentaria. Que cada comunidad, cabildo y en el resguardo, estaremos vigilantes y atentos ante cualquier situación relacionada con la introducción de semillas y alimentos transgénicos en nuestro territorio.

8 Adelantar actividades de capacitación y difusión de información, dirigidas a las comunidades y organizaciones, sobre los impactos de las políticas públicas (ALCA, TLC) y la introducción de alimentos y cultivos transgénicos en nuestro Resguardo. Elaborar un reglamento interno del Resguardo Indígena Zenú, con participación de la comunidad, que establezca mecanismos de control y de protección de las semillas tradicionales, de tal forma que no se introduzcan semillas y alimentos transgénicos y poder declarar nuestro territorio libre de transgénicos. Promover un llamado a Instituciones, ONG y ciudadanía en general para que se unan a nuestra propuesta y enviemos al gobierno nacional nuestra posición de rechazo a los cultivos y alimentos transgénicos, específicamente a la introducción de maíz transgénico, por ser uno de los componentes fundamentales de la seguridad alimentaria del país.