HACIA UN SISTEMA DE INDICADORES SOCIALES PARA ANDALUCIA

Transcripción

1 HACIA UN SISTEMA DE INDICADORES SOCIALES PARA ANDALUCIA Mª.Dolores de Cabo Casado y Mª. Dolores Torres Mayolín. Instituto de Estadística de Andalucía. Las estadísticas sociales: El ámbito de referencia de las estadísticas sociales es difícil de precisar, en realidad gran parte de la información estadística de alguna manera es social. En el pasado el término social se utilizaba para las estadísticas referidas a los aspectos menos económicos, parecía una categoría casi residual. Hoy las estadísticas sociales se están convirtiendo en un grupo de gran importancia dentro de la estadística oficial. Las nuevas situaciones sociales -cambio familiar, dificultades de los jóvenes para acceder a un empleo estable, mayor peso demográfico de las personas mayores, acceso de la mujer al mercado de trabajo..- son retos a los que no se puede responder con información económica solamente. Queda ya superada aquella época en la que se identificaba crecimiento económico y bienestar social. Las consecuencias negativas de un crecimiento económico incontrolado han llevado a comprender que cuando una sociedad tiene como único objetivo el tener acaba convirtiéndose en un gran mercado, olvidando que el crecimiento económico no puede ser un fin en sí mismo, sino un medio para crear mejores condiciones de vida para todos los ciudadanos. La realidad se va imponiendo en las prácticas políticas: poco a poco se va desplazando el énfasis de lo económico a lo social, y en los países más civilizados el foco de atención es ya la calidad de vida de los ciudadanos. Este interés por lo social está llevando a la necesidad de cuantificar y valorar de alguna manera los problemas sociales para poder solucionarlos, existiendo ya unanimidad en que la forma más adecuada de hacerlo son los indicadores sociales. Son muchas las noticias de los medios de comunicación que giran en torno a datos sociales, son muchos los trabajos de investigación realizados con información social, muchas las metas sociales que aparecen en los programas de los partidos políticos; como resultado, y tambien como causa, es mucha la producción oficial de estadísticas sociales. Sin embargo, aunque nadie niega la importancia de estas estadísticas, hay que reconocer que cuando se trata de utilizarlas para la elaboración de un sistema de indicadores sociales, tienen muchas limitaciones para su integración. Estas limitaciones no deben sorprender si se piensa en que la ciencia es acumulativa y, aunque las estadísticas sociales sectoriales tienen mucha tradición, las encuestas multitemáticas tipo panel, que son las únicas que permiten una visión integrada y dinámica de los problemas sociales, son todavía recientes y tienen problemas teóricos que resolver. Entre las limitaciones se pueden destacar: Los contenidos: hay mucha información sobre recursos regulados por la Administración (sistema educativo, sistema sanitario, sistema de servicios sociales..) y muy poca sobre otros recursos importantes de la población (trabajo del hogar, medios sanitarios doméstico, formación no reglada..); tambien es 862

2 escasa la información sobre los puntos críticos (accesibilidad, distribución, participación..) de los procesos sociales básicos y sobre evaluación de los resultados de las políticas sociales. Las Variables de clasificación: la mayoría de los datos se tienen por CCAA y Provincia y no por otras clasificaciones espaciales (tamaño de núcleo de población, ámbito rural y urbano..) más interesantes para detectar problemas sociales. Apenas se utilizan variables de clasificación socioeconómica tan necesarias para cuantificar los grupos afectados por ciertas situaciones (hacinamiento, soledad, insatisfacción en el trabajo,..). La heterogeneidad de las clasificaciones: es otra dificultad a la hora de comparar información de distintas fuentes. El carácter sectorial de la mayoría de la información existente: lo cual puede conducir a tener una visión fragmentaria de la sociedad y de las personas (la salud, por ejemplo, es un aspecto que no puede considerarse aislado del resto, sino que tiene estrechas relaciones con la educación, el trabajo, el medio ambiente...). La mayoría de estas limitaciones provienen de que las fuentes existentes no están diseñadas para analizar la calidad de vida. Antes de entrar en el análisis del sistema de indicadores sociales conviene insistir en que la tarea de completar y armonizar las distintas fuentes, es imprescindible para llegar a un sistema integrado de estadísticas sociales. Planteamientos previos: Queremos empezar por resaltar la dificultad que ha supuesto la realización de este proyecto, dificultad debida tanto a las limitaciones señaladas, como a la inexistencia hasta el momento en nuestra comunidad de una encuesta que cubra las necesidades que plantea un sistema de indicadores sociales, debido al reciente nacimiento del sistema estadístico andaluz. No obstante, la dificultad sólo puede ser comparada con el interés de este tipo de proyectos: La elaboración de un sistema de indicadores sociales obliga a definir un modelo conceptual acerca de qué debe entenderse por calidad de vida, supone además identificar sus aspectos básicos y las manifestaciones observables de dichos aspectos, permitiendo de alguna manera cuantificar las preocupaciones sociales más importantes. El sistema de indicadores sociales que el Instituto de Estadística de Andalucía está elaborando, es la respuesta a dos objetivos que el Plan Estadístico le tiene asignados: El conocimiento de los hábitos y condiciones de vida de la población andaluza mediante el diseño de una encuesta polivalente. La difusión de la información social a través de una publicación periódica de forma sistematizada y sintética. Aunque es cierto que la mayoría de los países desarrollados estadísticamente recurren a encuestas multitemáticas para tener una visión integral de la situación de la población, también es cierto que cuando los datos sociales se insertan en un modelo, pueden desarrollar una mayor potencialidad. El estudio de las experiencias existentes junto con la consideración de las características peculiares de nuestra Comunidad, fueron nuestro punto de partida. Dichas experiencias coinciden en ver los indicadores sociales como un conjunto de medidas, significativas respecto del objetivo que pretenden medir, que resumen la información extraída de determinadas fuentes. Donde no existe acuerdo es en la elección y definición del objetivo global que pretenden medir los indicadores, y en la manera de abordar esta medición. 863

3 Los términos frecuentemente utilizados como expresión de dicho objetivo son: nivel de vida, bienestar social, calidad de vida y desarrollo humano. Esta variedad terminológica es posible que manifieste un cambio en las preocupaciones sociales, los países occidentales llevaban muchas décadas pensando que con el crecimiento económico mejorarían progresivamente las condiciones de vida; para poder garantizar el bienestar futuro bastaría con centrarse en dicho crecimiento. Hoy la realidad parece mostrar que el crecimiento económico resuelve problemas sociales importantes, pero plantea otros nuevos que tienen mucho que ver con actitudes sociales. Los valores, las creencias y los principios de conducta vigentes entre los miembros de una comunidad son un elemento decisivo en sus comportamientos. Ante esta situación, los indicadores tradicionales resultan insuficientes; para poder intuir y encauzar las tendencias futuras se necesita conocer, además, los comportamientos y la percepción social de los valores existentes en la sociedad. El esfuerzo realizado hasta ahora, especialmente por organismos internacionales, ha llevado a que los diferentes enfoques coincidan en algunos aspectos importantes: a) La información económica no basta para dar respuesta a los problemas sociales. b) La calidad de vida o cualquiera de los objetivos de estudio son conceptos multidimensionales cuya medida se puede plantear a través de dichas dimensiones. c) El punto de referencia deben ser los seres humanos, de ahí que se centre la atención en los indicadores de resultados, aunque deban utilizarse otros tipos de indicadores como factores explicativos de esos resultados. d) Los indicadores sociales muestran su verdadero sentido cuando se valoran conjuntamente integrados dentro de un marco explicativo previo. Puede interpretarse correctamente un indicador de salud, al margen de la situación ambiental, laboral o educativa de la población y sin haber explicitado antes qué se entiende por calidad de vida?. Marco teórico y metodológico: La 1ª fase de nuestro trabajo consistió en la búsqueda de un marco conceptual que sirva de entramado para la identificación, interpretación y medida de la calidad de vida. Nuestro sistema intenta aproximarse a la medición de la calidad de vida, interpretada como el grado en que una sociedad posibilita el crecimiento integral de todos sus miembros. Esta interpretación lleva necesariamente a esta otra: ser más humano es ser más social. Pensamos que este planteamiento tiene algunas ventajas: 1) es la única interpretación que permite el crecimiento propio y el ajeno y, por lo tanto, hace posible un crecimiento participativo, equitativo y sostenible. 2) no confunde lo que pueden ser signos o requisitos de la calidad de vida (bienestar, igualdad de oportunidades..) con su verdadera esencia : el crecimiento propiamente humano. Interpretar la calidad de vida como bienestar supone un reduccionismo : 1) si se considera como un simple estar bien se reduce la vida a un estado de ánimo, y se le priva de su carácter de proyecto; 2) si se considera como las cosas que hacen posible esa situación, se tiende a confundirla con esas cosas, y esas cosas, sin duda importantes, son únicamente el nivel desde el cual se vive. 3) al considerar la persona humana como unidad de medida, permite descubrir la conexión entre los indicadores seleccionados y valorarlos. La calidad de vida se manifiesta en las condiciones de vida, los comportamientos y el sistema de valores vigente en la sociedad (el sistema estimativo es tan importante que sólo en función de él pueden comprenderse los hechos). No ignoramos que su medición plantea grandes dificultades, muchas de ellas insalvables, pero puede que se haya subrayado demasiado la idea de que los sistemas de estadísticas 864

4 económicas están sustentados en modelos teóricos muy desarrollados y, en cambio, no existen teorías generales en sociología donde justificar un sistema de indicadores sociales. Es cierto que desde la sociología no puede hacerse ni una selección, ni una evaluación integrada de la información social, pero acaso no puede intentarse desde la ética?. Para poder seleccionar y evaluar los hechos sociales relevantes, hay que reflexionar no sólo sobre lo que pasa en la sociedad, sino también sobre lo que debería pasar, ya que en la vida humana, y por lo tanto en la sociedad, lo irreal forma también parte de la realidad en forma de posibilidad. La única manera de hacer con un fundamento racional esta reflexión, sería desde la Ética. Esta fue sin duda la intención de los pioneros en la búsqueda de indicadores sociales, ellos pretendían medir de una manera relativamente adecuada la realización de los Derechos del Hombre y eran conscientes de que no todas las variables se pueden expresar en cantidades precisas, pero que se podía llegar en la cuantificación mucho más lejos. El marco teórico y metodológico que servirá para la identificación y posterior medida de la calidad de vida comienza delimitando el significado de los conceptos básicos para el esquema explicativo del modelo (persona, sociedad, necesidades, desarrollo, libertad, valores). Partimos del ser humano como alguien que puede ser más porque tiene unas capacidades que necesita desarrollar con ayuda de la sociedad. Esta necesidad ha ido configurando a lo largo del tiempo una serie de procesos (económicos, educativos, laborales,...) que nos van a permitir mediante la definición de unas áreas (educación, salud...) hacer operativo el concepto de calidad de vida, ya que recogen manifestaciones empíricas de la forma en que se realiza este proceso en una sociedad concreta. Cada persona recibe unas condiciones de vida (unos padres, una casa, unas vigencias sociales -aceptación o rechazo de la inmoralidad económica, cotización del niño, del anciano..) que sin duda condicionan el horizonte del mundo que se ofrece y al irse incorporando al tejido social (familia, escuela, empresa, asociaciones,...) va realizando una serie de funciones; el comportamiento individual y colectivo, junto con los recursos existentes, van configurando las condiciones de vida y haciendo posible el desarrollo humano. Como los miembros de la sociedad a lo largo de su ciclo vital son actores y receptores, sus comportamientos están entrelazados y la consistencia social depende del grado de sociabilidad de estos comportamientos. Siguiendo la metodología de L. Setién existen tres fases para llegar a la medición final: 1) Selección de las áreas (manifestaciones empíricas de potencialidades humanas). 2) Selección de las dimensiones (aspectos importantes dentro del área). 3) Selección de los indicadores (hechos relevantes medibles dentro de la dimensión). Para seleccionar las áreas además del esquema teórico se han tenido en cuenta las experiencias analizadas y las circunstancias y características peculiares de Andalucía. Como existe bastante acuerdo, la tarea de selección ha sido fácil y en esta fase no existen problemas importantes de comparabilidad. El próximo paso consistió en definir cada ÁREA para delimitarla y poder establecer una serie de dimensiones que incluyan los fenómenos observables, susceptibles de ser medidos después por los indicadores. Como cada DIMENSIÓN es un aspecto importante del área, tendrá que fijarse después de un análisis relativo a: Significado y evolución del área en la realidad andaluza. Metas específicas del área ( cómo debería ser ese aspecto de nuestra sociedad a la luz de la Declaraciones de la Universidad de.derechos Humanos la Constitución y el Estatuto de Autonómía? 865

5 Por lo tanto, dicho análisis previo se ha basado no sólo en deducciones especulativas, sino que tiene, además, un fundamento empírico, ya que considera la realidad visible de los problemas actuales, siguiendo así los dos caminos trazados por la ONU y la OCDE. Aunque los distintos aspectos a considerar necesitan de una concreción en cada área, como guía general de orientación se pueden considerar, siguiendo a Mª.L. Setién: 1) Los medios que toda sociedad dispone (recursos humanos, materiales, institucionales y estructurales) para el desarrollo de las capacidades de sus miembros. 2) Los distintos aspectos que reviste el proceso de desarrollo (autonomía y participación, accesibilidad, distribución,..). 3) Nivel en que se desarrolla esa capacidad (cuánto y a cuántos). Detrás de la elección de estos aspectos que van a condicionar los indicadores finales, existe un planteamiento activo y solidario de la calidad de vida, coherente con el marco conceptual de nuestro esquema. Por último, en cada dimensión hay que concretar los hechos más relevantes que puedan medir los INDICADORES. Toda la información quedará integrada en un sistema dentro del cual cada indicador no se interpreta aisladamente, sino a través de un esquema conceptual que interrelaciona los indicadores. Siguiendo este camino se puede llegar a un Sistema de Indicadores Sociales que no será una simple recopilación de datos, sino la organización de un conjunto de indicadores que es significativo respecto a un marco de referencia o cuadro analítico previo. Dicho sistema ofrece la posibilidad de evaluar la calidad de vida en Andalucía, ya que permite comparar la situación actual con las metas establecidas. Desarrollo de las áreas de estudio: Siguiendo el camino señalado, hemos intentado reconsiderar el significado de cada una de las áreas en el contexto actual: El entorno se analiza tanto desde el punto de vista del medio natural, como del medio creado por el hombre en sus vertientes material y social, por lo tanto incluye toda la circunstancia humana, es decir, todo aquello con lo que contamos para vivir y por lo tanto condiciona la vida, aunque no la determina. La educación se interpreta como una trasmisión continua de conocimientos y valores en la que cada vez va teniendo mayor importancia el esfuerzo y la actividad personal. El trabajo se considera como el medio más importante para hacer realidad las capacidades básicas del ser humano, por eso también se presta atención al trabajo doméstico y al voluntariado social. El área de riqueza, renta y consumo se estructura sobre la base de que a la Economía no le corresponde solamente la creación de renta y de riqueza, sino además el modo de emplear esos recursos para lograr que todos vivan dignamente. Como el ser humano se considera capaz no sólo de realizar obras externas, sino también de configurarse a sí mismo, la cultura se refiere al cultivo de lo mejor que hay en el hombre. Para intentar medir este cultivo se introduce dentro del área una nueva forma de hacer balances vitales: el uso del tiempo. Hemos asumido la salud como aquella manera de vivir de forma autónoma, solidaria y gozosa y no sólo como la ausencia de enfermedad. Es obvio que con este sentido positivo de la salud, no es suficiente la información sobre recursos sanitarios tradicionales. 866

6 La participación se considera como la intervención de las personas en todo aquello que afecta a sus vidas, manifestándose en el compromiso individual o colectivo que se asume en las relaciones sociales. En todos los ámbitos de estas relaciones lo que puede hacer la entidad menor, no debe hacerlo la mayor La participación tiene una relevancia especial en nuestro sistema, ya que entendemos que la vida de una sociedad tiene calidad, cuando las cosas se consiguen con la imaginación, la inteligencia, el esfuerzo y la buena voluntad de todos. Se ha hecho un análisis de las siete áreas siguiendo la metodología expuesta anteriormente. Se interpretan como la manifestación de alguna necesidad universal que adopta formas distintas en función del tiempo, lugar y estilos de vida. Se define cada área para delimitarla. Se intenta plasmar la evolución experimentada por el área en nuestra sociedad y sus problemas actuales. Se plantean unas metas teniendo en cuenta las aspiraciones recogidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Como resultado, se seleccionan unas dimensiones y una relación de indicadores. La elaboración del esquema teórico y el examen detallado de cada área, ha sido la primera etapa para poder pasar a la aplicación empírica del sistema en la comunidad andaluza, dicho sistema ha quedado estructurado en un conjunto de indicadores distribuídos en las siguientes áreas y dimensiones: 0. Población 0.1. Distribución espacial 0.2. Características estructurales 0.3. Aspectos dinámicos 1. Entorno Físico y Social 1.1. Entorno Físico: Medio ambiente Medio creado por el hombre 1.2. Entorno Social: Familia Equipamientos Prestaciones Seguridad ciudadana Otras preocupaciones sociales 2. Educación 2.1. Recursos para la educación 2.2. Eficacia del proceso educativo 2.3. Nivel educativo de la población 3. Trabajo 3.1 Mercado laboral: Aspectos estructurales Disponibilidad de fuerza de trabajo Empleo Desempleo 3.2. Calidad de vida proporcionada por el trabajo remunerado: Condiciones de trabajo 867

7 Relaciones laborales 3.3. Calidad de vida proporcionada por el trabajo: Desarrollo personal 4. Riqueza, Renta y Consumo 4.1. Recursos de la comunidad 4.2. Distribución funcional y sectorial de la renta 4.3. Distribución personal de la renta 4.4. Consumo y nivel de vida material 4.5. Seguridad económica 5. Cultura y ocio 5.1. Recursos culturales 5.2. Acceso a la Cultura 5.3. Hábitos culturales 5.4. Uso del tiempo 6. Salud 6.1. Recursos sanitarios y su distribución 6.2. Cobertura y utilización de los recursos 6.3. Prevención primaria: educación para la salud y hábitos no saludables 6.4. Prevención específica 6.5. Estado de salud de la población 7. Participación 7.1. Participación familiar 7.2. Participación religiosa 7.3. Participación política 7.4. Participación económica 7.5. Participación sociocultural 7.6. Marginación social Para terminar, nos gustaría señalar que el modelo para la medida de la calidad de vida elegido intenta servir de base a la obtención de unos indicadores sociales que permitan evaluar, y no sólo retratar, la sociedad andaluza. La razón de este intento está en el hecho de que aquellos informes sociales que se plantean como simples retratos sociales, quizá no reparen en que cualquier fotografía supone una elección y una u otra iluminación. Esta es la razón de nuestro empeño en explicitar el marco conceptual y metodológico para que sea patente el fondo cultural en que se asienta quedando así justificado el sistema. Relación bibliográfica O.C.D.E.: La medida del bienestar social, París O. N. U.: Sistema de estadísticas sociales y demográficas. Proyectos de normas sobre los indicadores sociales, SETIÉN Mª. LUISA: La calidad de vida y su medida, Universidad de Deusto, I.N.E.: Indicadores sociales. Nº. 0, Madrid ARCHANCO, M.T.: Información estadística sobre la desigualdad social, Fundación Argentaria, Madrid

8 PENA TRAPERO J.B.: Una visión sobre las estadísticas sociales, Jornadas de estadística pública, Sevilla 1996 PÉREZ YRUELA M.: Problemática de la producción sistemática de datos sociales, Jornadas de estadística pública, Sevilla EUSTAT: Calidad de vida. Diseño general de la operación estadística, Instituto Vasco de Estudios e Investigación, MARÍA J.: La felicidad humana, Madrid 1989 La estructura social, Madrid Persona, Madrid POLO, L.: Quién es el hombre, Universidad de Navarra,