370 RESENA DE LIBROS B1CC, Vil, I95I

Transcripción

1 370 RESENA DE LIBROS B1CC, Vil, I95I en el plan de su trabajo, "comprende los términos más especiales de onomatopeya, símbolo fónico y gesto fónico". En una palabra, la 'expresividad' mantiene una amplitud significativa que le permite ser receptora de fenómenos semejantes más restringidos. Está, acaso, en este aspecto de la 'expresividad' la razón de ser de la discrepancia con de Saussure respecto al problema 'motivado-inmotivado' de la onomatopeya? Al final de la Introducción se dan indicaciones relativas a la presentación, manejo e interpretación de los materiales. A la denominación genérica de onomatopeyas acústicas quedan sometidos: a) Gritos de animales (cap. I, págs ), b) sonidos repetidos (cap. II, 28-35), c ) ruidos prolongados (cap. III, 35-55), d) ruidos súbitos, explosivos (cap. IV, 56-96); mientras que a la categoría símbolos fónicos (cap. V, ) se reducen aquellos términos expresivos que "evocan ciertos aspectos físicos o morales del hombre o de las cosas"; cf. para más detalles pág Las consideraciones finales de los capítulos I a V inclusive contienen aclaraciones de gran valor teórico y completan no sólo lo dicho en la Introducción sino en el texto mismo en el que se expone el desarrollo de las distintas bases o radicales onomatopeicos. El capítulo VI, que lo es de Conclusión (m-134), constituye un pequeño tratado de semántica teórica, pues en muchos lugares desborda los límites del problema o problemas onomatopeicos. Cuatro índices: uno analítico, uno de fonemas, sufijos, radicales y términos expresivos, uno, sumario, propiamente semántico y uno general de materias, cierran este libro que se recomienda por la objetividad y claridad expositivas, por la atracción indudable del tema y por el desempeño eficaz con que la autora lo ha trabajado. FERNANDO ANTONIO MARTÍNEZ. TOMAS NAVARRO, El español en Puerto Rico. Contribución a la geografía lingüística hispanoamericana. Río Piedras, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, págs., con 75 mapas. Contiene este libro: una sección de Notas preliminares (págs. 7-38) en que el autor expone el plan de su trabajo, informa sobre los lugares y sujetos escogidos, sobre el aspecto físico de Puerto Rico, examina el castellano del capitán español Juan Ponce de León y de varios autores de relaciones y memorias como "ejemplo del lenguaje que llevaron a la isla sus primeros pobladores", y recoge testimonios del habla popular de Puerto Rico según el libro El jíbaro de Manuel Alonso. Vienen en seguida: el Análisis fonético de vocales y consonantes (págs ), unas Observaciones gramaticales (págs ), Materiales lexicográficos (págs ), Zonas lingüísticas (págs ), Corrientes y tendencias (págs ). Luego da el autor un resumen (págs ), varios textos en trascripción fonética (págs ) y finalmente dos índices, uno de palabras y otro general.

2 BICC, VII, I93I RliSENA DE LIBROS 371 El profesor Navarro recogió los daros para este trabajo en el año , y en 41 lugares de Puerto Rico, isla de quilómetros cuadrados que tenía entonces 75 municipios poblados por dos millones de habitantes. El autor examinó a 43 personas en su mayoría campesinos, con un cuestionario de 445 preguntas relativas a fenómenos de pronunciación, morfología, sintaxis, vocabulario, y complementó las respuestas con notas recogidas de la comunicación ordinaria. La parte más extensa del libro es la de análisis fonético (75 páginas, al lado de 19 sobre gramática y 27 de léxico). En dicha sección el profesor Navarro describe con precisión y claridad, acompañando a veces quimogramas y palatogramas, así como estadísticas comparativas y datos geográficos y culturales "las particularidades articulatorias y acústicas de la pronunciación puertorriqueña". Punto muy interesante de este análisis es el que se refiere al timbre de las vocales a, e, o: ante s que se aspira y (o) se pierde, el timbre medio o abierto de ellas sirve "para diferenciar formas aparentemente homófonas como pie y pie(h), ve y vc(h), dio y Dio(h)". Este fenómeno existe muy acentuadamente en el oriente de Andalucía, según estudios del propio Navarro, de L. Rodríguez-Castellano, Adela Palacio, Dámaso Alonso, Alonso Zamora Vicente y María Josefa Canellada de Zamora. Los demás aspectos del análisis de las vocales muestran en general una coincidencia básica con la pronunciación castellana, y desde luego con la colombiana y con la de muchas zonas de la América española. El estudio de las consonantes revela semejanzas también muy notables con el español común, al lado de "modificaciones más amplias y distantes que las que se manifiestan" en la lengua corriente. Entre tales particularidades están las de la s, que presenta un tipo plano dominante, al lado de la apicoalveolar de tipo castellano y de formas que coinciden con las registradas en provincias andaluzas, incluyendo el ceceo y otros cambios muy parecidos a los que ocurren en las costas de Colombia y en toda la zona del Caribe. Es notable la pronunciación de la r final de sílaba como / en el oriente de Puerto Rico, incluso a veces entre gentes cultivadas: muelle, puelte, señol. "Uno de los fonemas que producen mayor perturbación en la pronunciación puertorriqueña es la rr", dice Navarro. Esa perturbación se presenta por el sonido velar que toma frecuentemente, sonido que, con algunos matices, ocupa más de la mitad de la isla, y deja en el forastero una impresión poco favorable al habla de Puerto Rico. Otro rasgo notable en la fonética de esta isla es la ch con sonido análogo al de una / dorsopalatal, articulación que aumenta gradualmente desde el occidente de P. Rico, en donde se da la ch de tipo castellano, hacia el lado opuesto de la isla. Ese sonido "se encuentra en todas las esferas sociales" sin que se den cuenta de él los naturales del país. Navarro lo ha reconocido también en sujetos de Venezuela, de Santo Domingo y de la costa atlántica de Colombia. Esta ch y la rr

3 372 RESENA DE LIBROS BICC, Vil, I95I velar cree nuestro autor que son modificaciones de los sonidos castellanos entre la población indígena hispanizada, al menos en lo que toca a Puerto Rico. Navarro concluye el análisis fonético con un capítulo sobre modificaciones fonológicas (asimilación, equivalencia acústica, trueque de fonemas, metátesis, fonética sintáctica), las cuales afirma que no afectan a la significación de las palabras. En este mismo capítulo dice el doctor Navarro que "el conjunto de fonemas del habla puertorriqueña es el mismo del español general". Termina el examen fonético con unas notas sobre la entonación puertorriqueña, que el autor encuentra diferente de la castellana, moderna y suave, con posibles ecos de ignota acentuación indígena. Las observaciones gramaticales que siguen a la sección anterior se refieren a morfología del nombre, los pronombres y los verbos, y por otra parte a algunas cuestiones de sintaxis. En ambos sectores hay bastantes coincidencias con hablas colombianas, lo cual resulta lógico y natural. Entre dichas observaciones, página 133, nos parece que se ha pasado por alto un detalle, pues se dice que "el adverbio se pospone al relativo en las construcciones comparativas del siguiente tipo: Esto es lo más que me gusta. El final del artículo es lo menos que se entiende", y los ejemplos muestran que el adverbio no se pospone sino que se antepone al relativo: más que, menos que. El ejemplo que sigue en el libro ("la paloma, que era la más cerca que estaba de ellos dijo: Se la llevaron") sí concuerda con el enunciado previo. En la pág. 135 comienza el Dr. Navarro a presentar materiales lexicográficos: relacionando las palabras con el medio en que se usan recoge muchas voces sobre plantas, frutas, animales y varios aspectos del trabajo campesino en Puerto Rico. Nos permitimos llamar aquí la atención del autor hacia el hecho de que en Colombia no es general el nombre acure para designar al conejillo de Indias, según leemos en la pág. 151 del libro. Quizás Francisco Santamaría con su Diccionario general de americanismos, utilizado por Navarro, pudo haber influído en esta declaración. Los lexicógrafos colombianos y las averiguaciones que hemos hecho últimamente sobre el uso vivo en nuestro país permiten afirmar que la voz dominante es curí. En algunos departamentos (Nariño, Cauca, Valle, por ejemplo) es común el nombre cuy o cuí. En la sección de su libro que el profesor Navarro denomina Zonas lingüísticas da indicaciones de carácter geográfico sobre repartición de variantes léxicas y fonéticas en la isla estudiada, con muchos mapas complementarios. "Las dos creaciones lingüísticas exclusivamente de Puerto Rico dice Navarro, son su acento y su geografía lingüística". Esta geografía resulta muy complicada por la enorme irregularidad con que se distribuyen los fenómenos del habla, por los cruces y superposición de áreas más o menos particulares, que impiden en la mayoría de los casos dar una representación sintética y fiel de la realidad.

4 BICC, VII, I95I RESENA DE LIBROS 373 El estudio geográfico y la presentación cartográfica de aspectos del español puertorriqueño suponen un especial interés, gran experiencia y notable esfuerzo del profesor Navarro (lo anuncia ya el subtítulo del libro: Contribución a la geografía lingüistica hispanoamericana). No ha de olvidarse que este eminente investigador ha tenido participación de primer orden en los trabajos para el Atlas lingüístico de España. En la sección Corrientes y tendencias el Dr. Navarro analiza numerosos indigenismos de los usuales en la tradición puertorriqueña en punto a frutas, plantas y animales propios de las Antillas, así como otros referentes a la construcción del bohío, a la vajilla, al mueblaje y a las comidas locales; considera algunos vocablos marineros, militares y campesinos que en la isla han llegado a ser de uso normal en medios distintos de los originarios; se refiere a voces empleadas en Puerto Rico y que revelan origen portugués o gallego, andaluz, a veces africano; trata de cambios semánticos (generalizaciones y restricciones de sentido); del enriquecimiento del léxico por invención de muchas palabras; de toponímicos hispanos en Puerto Rico, referentes a condiciones del terreno, a corrientes de agua, a frutas y plantas, a animales y a santos; considera luego el concepto de arcaísmo para mencionar a continuación ejemplos del habla puertorriqueña. En comparación con la relativa uniformidad del léxico común en las provincias castellanas el vocabulario de Puerto Rico resulta muy variado. Según observa Navarro, en pequeñas extensiones de terreno se emplean palabras "diferentes para designar objetos comunes de la naturaleza, del trabajo y de la vida ordinaria". "En la provincia de Granada, por ejemplo, de mayor extensión que Puerto Rico", la hoz se llama únicamente hoz mientras que en Puerto Rico recibe seis nombres: jusilla, curva, gulvia, churrasca, chambeta y chaveta*. No obstante la sorprendente variedad del timbre de las vocales, de la articulación de las consonantes, de los efectos del acento, y de la sinonimia del vocabulario "el español de Puerto Rico mantiene con firmeza la estructura gramatical" y el léxico básico del idioma. Sus peculiaridades fonéticas, morfológicas y sintácticas se encuentran también "en el habla popular de cualquier país de lengua española". Hay uniformidad esencial en medio de las variedades locales. No se habla en Puerto Rico un dialecto castellano, se habla una modalidad del español. Exactamente lo mismo cabe afirmar del habla bogotana y del idioma tal como se emplea hoy en muchas regiones del Nuevo Mundo. Para finalizar la sección Corrientes y tendencias se refiere el profesor Navarro al problema que ha constituido en Puerto Rico la influencia del inglés sobre el español "desde que la isla pasó a figurar bajo la 1 Es posible, como advierte el propio Navarro en las notas preliminares, que en algunos casos la situación actual de los hechos que menciona en el curso de su libro no sea ya enteramente idéntica a la que ofrecían en

5 374 RESENA DE LIBROS B1CC, VII, I95I jurisdicción de los Estados Unidos". Esa influencia se manifestaba principalmente en el léxico: numerosos anglicismos, adaptados o no a las formas castellanas, encontraban ambiente propicio " en el habla de personas de cultura media, en el trato de comercios y oficinas, [.. ] en las secciones secundarias de revistas y diarios", en las obras de carácter científico, con el efecto de limitar considerablemente los recursos del español hablado o escrito. La composición de la prosa en algunas revistas mostraba también "asaltos perturbadores" contra la sintaxis de nuestra lengua. Estas influencias eran favorecidas por "un plan de enseñanza que situaba al inglés en primer lugar como materia de estudio y como instrumento formativo de la cultura de los alumnos". Además, por la numerosa población puertorriqueña residente en los Estados Unidos (en Nueva York hay casi medio millón de nativos de Puerto Rico, es decir mucho más que en la capital misma de este país). En 1951, con la influencia extraordinaria que ejercen los Estados Unidos en gran parte del mundo y con el español de América llenándose de anglicismos, no cabe esperar que la suerte de nuestro idioma en Puerto Rico sea mejor que la advertida por Navarro en En el resumen que continúa a la sección anterior del libro, presenta el Dr. Navarro los caracteres fundamentales del español en Puerto Rico. Las formas de pronunciación que estudia el profesor Navarro no van de inmediato ilustradas con ejemplos en escritura fonética: el autor dice que prefirió describir los sonidos para hacer menos oscuro el libro, para simplificar la composición tipográfica y para hacer posible la lectura a mayor número de personas, motivos todos que nos parecen muy puestos en razón. Sin embargo, el autor transcribe fonéticamente, y con una nitidez digna de encomio, cinco textos breves (siete páginas) al final del libro. También los materiales de los mapas lingüísticos están dados en signos fonéticos perfectamente legibles (el buen aspecto editorial de toda la obra merece un aplauso para los impresores 2 ). Por la gran experiencia que representa, por la orientación, por el método y la técnica, por la sencillez, la claridad y la precisión, El español en Puerto Rico del Dr. Tomás Navarro, profesor de filología española en Columbia University, nos parece un libro modelo de trabajo dialectal, una guía de inmenso valor para futuros estudios del castellano en Amé- 2 Entre las erratas, que siempre se deslizan por más cuidado que se ponga en la corrección, destacaremos las siguientes: pág. 63, aspircaión por "aspiración"; pág. 98 nota, contrate por "contraste"; pág. 117, langtia por "lengua"; pág. 155, denomnaciones por "denominaciones"; pág. 164, desigados por "desligados"; pág. 189, desigando por "designado"; pág. 190, reportónos por "repertorios"; pág deméstica por "doméstica"; pág. 200 "acomodable el español" por "acomodable al español"; pág. 216, obstante por "obstante"; pág. 227, siglos XVI y Vil" por "XVI y XVII"; pái?. 229, tansportadas por "transportadas"; pág. 232, ración por "tradición". Otras erratas son más insignificantes: pág. 189, obeja - ciervo; pág. 211, arcaicas.

6 BICC, VII, I95I RHSENA DE LIBROS 375 rica, junto con el Cuestionario lingüístico hispanoamericano y con los manuales fonéticos del mismo autor. BERTIL MALMBERG, Eludes sur la phonétiqtie de l'espagnol parlé en Argentine. (Etudes romanes de Lund publieés par Alf Lombard, X). Lund, Copenhague, Paris, págs. El investigador sueco señor Bertil Malmberg, autor de trabajos sobre fonética teórica y experimental así como de estudios de lingüística y filología ha prestado atención en los últimos años a la lengua española, y de ello son muestra algunos artículos * recogidos en publicaciones europeas. Como prueba de que esa atención continúa, tenemos ahora no un nuevo artículo sino todo un libro de Malmberg, dedicado a describir la pronunciación del español entre las clases cultivadas de Buenos Aires y la región del Río de 'la Plata. Este trabajo, advierte el autor, es resultado de cuatro o cinco meses de estudios en Buenos Aires y de visitas suyas a Córdoba, Tucumán y la provincia de Cuyo. Es núcleo de este libro, dice el señor Malmberg, un análisis de la pronunciación de dos personas residentes en Buenos Aires: un estudiante de letras, con veinte años de edad, y una profesora de inglés, con treinta. Complementan el análisis algunos datos recogidos directamente de la lengua hablada entre unas u otras personas en distintas circunstancias, otros datos tomados de la literatura argentina y, por último, trazados quimográficos ejecutados sobre un argentino que hacía estudios universitarios en Francia. Con estas indicaciones sintetizamos el alcance y el método del trabajo que ahora nos brinda el señor Malmberg. Además de los puntos anteriores el autor de este libro se refiere en la introducción a la situación lingüística de la Argentina y especialmente a la del Río de la Plata. Basándose en escritores e investigadores como Américo Castro, Amado Alonso, Arturo Capdevila y Avelino Herrero Mayor entre los principales recuerda muchas cuestiones interesantes de valor histórico, social, cultural, y afirma que el español argentino tiene particularidades que no se encuentran en otra parte, particularidades que pueden resumirse en una extrema debilidad de la norma castellana y de las tradiciones heredadas; en la fuerza de la reacción debida al nacimiento de una nación deseosa de bastarse a sí misma, y en el empleo de vulgarismos como expresión literaria. En la Argentina, más que en otros países de habla española, luchan dos tendencias lingüísticas opuestas: aceptar como pauta el castellano de Madrid o tratar de argentinizar el idioma, actuando libremente en la elección de palabras y formas. Tras este sentimiento de libertad hay a menudo, según Malmberg, otro muy vago que considera como argentinismo toda infracción al uso establecido. 1 L'espagnol dans le Noiweau Monde probleme de linguistique genérale. Notas sobre la fonética del español en el Paraguay, Notes sur les groupes de consonnes en espagnol, La slnicture syllabiqtie de l'espagnol.