EL SECRETO DEL CAMPAMENTO

Transcripción

1 EL SECRETO DEL CAMPAMENTO - Que te lo pases muy bien. Y ten mucho cuidado. Adiós! - le dijo la madre de David al ver que su hijo se subía al autobús para ir al campamento de verano. David era un chico normal. Tenía 12 años. No era ni muy alto ni muy bajo para esa edad y tenía el pelo y los ojos castaños y la piel clara. No solía ser muy popular y le encantaba leer. En aquel momento estaba sentado en uno de los asientos de delante del autobús, solo, esperando a que el autobús se pusiera en marcha. De repente, una niña con aspecto simpático se sentó al lado suya. - Hola, me llamo Rose, y tú? - dijo rápidamente. La chica tenía el pelo largo y rubio y unos grandes ojos verdes. Era de la misma altura que David. - Emm... David contestó -. Tú también vienes al campamento? - Pues claro. Atrás con las chicas no había ningún asiento libre, y como te he visto muy solo me he sentado aquí. Bien, con quién te pondrás en la cabaña? - Eh... No sé. Entonces el autobús se puso en marcha. El viaje fue muy largo, aunque a David y a Rose se les hizo bastante corto porque se pasaron hablando todo el trayecto. Cuando llegaron, los monitores les dieron la bienvenida, les enseñaron todo el campamento, y les advirtieron que, bajo ningún concepto, fueran a la cabaña número 16. Hicieron grupos de 5 personas para los recintos donde dormirían. A David le tocó en un grupo de cuatro chicos que, como él, tampoco eran muy populares, y les dieron la cabaña 17. Al día siguiente, los monitores formaron grupos para las actividades que iban a realizar, combinando un grupo de cabaña de chicos con otro de chicas. Por suerte, a David y a Rose les tocó en el mismo grupo, Las Águilas. Los días se pasaban muy rápido, se divertían mucho en aquel campamento; tenía algo, como mágico... Hasta que, al cabo de dos semanas, llegó al campamento un chico que decía llamarse Víctor. Era alto, delgado y su pelo era negro. Tenía cierta mirada misteriosa. Lo pusieron en el mismo grupo y cabaña que David, del que se hizo muy amigo, aunque Rose no estaba muy segura de que fuese buena influencia, pero no dijo nada. Aun así, desde el día que había llegado Víctor, el campamento se había vuelto más aburrido, monótono y sombrío que antes, pero nadie sabía por qué... Nadie sabía por qué hasta que, una noche, David, Rose y Víctor espiaron a los monitores y los escucharon hablar sobre el tema. - Parece que algo maligno está dentro de este campamento oyeron que decía un monitor. - Sí, y está acabando con la magia de este lugar dijo otra monitora. - Magia!? - exclamaron a la vez David y Rose, pero Víctor no pareció sorprenderse. - Sí... - empezó -. Este sitio comprende uno de los focos de magia que hay en el mundo entero. Gracias a ellos, la humanidad tiene esperanza, imaginación... Hay 5 en todo el mundo, y cuando algo falla en ellos, hay que buscar una piedra especial, la Piedra Vithálica que tiene el poder de devolver la magia y que todo vuelva a la normalidad. Si no, las personas perderían la esperanza, la imaginación... y se convertirían en algo parecido a un ejército gris y sin vida, obedeciendo las órdenes de su amo al decir esto último esbozó una media sonrisa. - Vaya! Y cómo sabes todo eso?- le preguntó David.

2 Esta vez Víctor sí que se puso nervioso. - Eh... Me lo han explicado los monitores. David y Rose asintieron, un poco extrañados, y siguieron escuchando lo que decían los monitores. Esta vez habló Elena, la monitora que solía guiar al grupo de Las Águilas. - Me parece que dijo algo nerviosa uno de los chicos de mi grupo, Víctor, me da mala espina... Rose y David miraron a Víctor, confundidos. Esta vez Víctor se puso nerviosísimo y no supo qué decir. - Eh... - comenzó -. Alguna vez no han dudado de vosotros vuestros padres, o alguien...? Los dos asintieron. - Y os siguen apreciando, no? Asintieron de nuevo. - Entonces esto es igual, solamente dudan de mí...- concluyó Víctor con la voz entrecortada. Afectado, retrocedió un poco, y, sin querer, pisó una rama que se encontraba en el suelo, ésta crujió. En ese momento, un monitor salió de la cabaña donde se encontraban porque había notado un ruido. Los chicos, que ya habían oído lo que querían saber, se fueron corriendo a sus respectivas cabañas sin que nadie se diese cuenta. Al día siguiente, David y Víctor estaban comentando sobre lo de la noche anterior. - Y... Al foco de magia ese... - preguntó David - Cómo se podría acceder? - Hay un portal. - Eso te lo han dicho los monitores, no? - Sí... - Y dónde puede estar...? - David se paró a pensar un poco -... En la cabaña 16! Por eso nos dirían que no fuéramos allí. Podríamos ir esta noche, no...? - Aprendes rápido. Me gusta. Y sí... Podríamos ir esta noche, es un buen plan. - Yo también me apunto! - les sorprendió Rose por detrás. - Vale, está bien, pero no podemos dejar que nadie se de cuenta. Aquella noche, los tres se escaparon de sus cabañas para ir a la número 16. David había metido en una mochila comida y una linterna, por si las moscas. Cuando llegaron, vieron que la cabaña había estado sin usar durante mucho tiempo. Había telarañas por todas partes, y las camas y el armario estaban empolvados. En el centro de la cabaña había un portal circular y brillante. Entraron. Cayeron en un suelo verde, con algo de musgo. Parecían estar rodeados de un bosque. - Esto es el Foco? - preguntó Rose algo desilusionada. - No contestó Víctor -. Nos encontramos en Tierra de Fantasía. Esta vez ni David ni Rose preguntaron nada y se limitaron a caminar siguiendo a Víctor. Anduvieron durante un buen rato, hasta que llegaron a un claro, donde se encontraba un cíclope gigante en la entrada de una cueva. - T-tenemos que p-pasar por esto? - tartamudeó Rose. David tragó saliva. - No os atreveréis a cruzar!! - rugió el cíclope con voz tremenda y grave.

3 - Dejadme esto a mí dijo Víctor -. Ah, y escondeos detrás de ese árbol y señaló a uno lejano y grueso. Los dos le hicieron caso y, mientras eso, se pusieron a charlar. Al cabo de unos minutos vino Víctor con aire de superioridad y sacudiéndose las manos. - Ha sido pan comido. Cuando fueron a la entrada de la cueva para cruzarla, encontraron al cíclope que estaba todavía allí, pero convertido en piedra. Ahora podrían pasar sin problema. Escalaron la estatua y se adentraron en el pasadizo. - Eso lo has hecho tú? Cómo lo has hecho? - le preguntaba David a Víctor mientras cruzaban, pero Víctor no contestó. - Y cómo conseguimos la Piedra? - preguntó David. - La custodian los elfos contestó Víctor Hay que ir a su morada, en la Región Élfica, para conseguirla. Caminaron hasta llegar al lugar. Allí, los elfos eran parecidos a los humanos, con el mismo tamaño, facciones... Solo que, a diferencia de ellos, tenían alas y orejas puntiagudas. Uno de ellos se acercó al grupo. - Hola, a qué venís? Rose no se cortó en contestarle. - Venimos a por la Piedra Vithálica, para arreglar el Foco de Magia... - Ah, sí, es cierto! - La tenéis vosotros, verdad? - Sí, pero para asuntos así deberíais ir a ver al Gran Ëthn, nuestro rey. Yo os guiaré. El elfo los guió hasta donde se encontraba el rey. El Gran Ëthn era un elfo muy anciano, con el pelo ya blanco y andaba apoyado en un bastón. Pero parecía muy sabio. Los chicos le explicaron su problema. - No puedo dárosla así como así dijo Ëthn -. Además, vuestro amigo parece sospechoso añadió señalando a Víctor. - Pero es que la necesitamos rogó Rose. - Bueno, vale. Pero tendréis que pasar una prueba. Qué clase de prueba les podemos poner, Leèm? - Mmm... No sé dijo el elfo que había llevado a los niños hasta allí -. Qué tal una competición de los Juegos Élficos? - Vale, está bien contestó Ëthn, pero al ver la cara de desconcierto de los niños, les explicó primero qué eran aquellos Juegos -. Son unos Juegos que celebramos desde hace mucho tiempo aquí, en la Región Élfica. Consisten en pruebas para medir las cualidades tales como la velocidad, habilidad, equilibrio, fondo... Hay más pero son exclusivas para elfos. Normalmente, el premio suele ser una corona fabricada con las hojas de los Árboles de Oro, pero a vosotros os daremos la Piedra Vithálica. Se celebrarán esta tarde en el Valle Azul. Y así fue, esa tarde en el Valle Azul se celebraron los Juegos Élficos. El Valle Azul era una llanura donde la hierba crecía de un color verde azulado y había varios árboles repartidos que desprendían flores azules. En aquel momento, estaba lleno de elfos como público. Como los elfos consideraron que los chicos verdaderamente necesitaban la Piedra, se lo pusieron algo fácil y les dejaron ganar en casi todas las pruebas. Pero en la de velocidad fue diferente. Víctor compitió contra elfo que era más rápido que todos los demás con diferencia. Desde que dieron la salida, Víctor empezó como una persona notablemente ligera, exactamente a la misma velocidad que su rival, pero luego fue cogiendo velocidad y se convirtió en una cosa negra. Llegó a la meta muy rápido, de nuevo con su forma normal, pero todos estaban asustados. Víctor insistió en que había sido

4 la luz y que sí que se solía mover así de rápido. Aun así todos consideraron que los niños habían ganado los Juegos y Ëthn les entregó la Piedra. - Ya tenemos la Piedra, ahora deberíamos de buscar el Foco, no?- le preguntó David a Víctor. - Exactamente. Tranquilos, yo sé dónde está. Se despidieron de los elfos y emprendieron su viaje. Al cabo de un rato, ya habían dejado atrás la Región Élfica. Caminaron durante horas, ya les dolían las piernas y se iban a dar por vencidos, cuando de pronto, se encontraron con otro claro, en el que había algo parecido a un escenario un poco elevado del suelo, con unas escaleras. El escenario era semicircular y estaba rodeado por unas paredes altas de las que colgaban algunas espadas. En el centro, había un cetro fijado en el suelo hecho de oro, plata, piedras preciosas... que brillaba con poco ánimo. Cada vez el lugar parecía más apagado. - Esto es el Foco? - preguntó Rose. - Sí contestó Víctor -.Solamente hay que poner la Piedra en ese cetro de ahí, veis? Subieron al escenario y Víctor se colocó cerca del objeto para poner la Piedra. Alzó la piedra rojiza y la colocó en él. De inmediato el sitio recobró mucho más brillo. - Bien, ya puedo volver a mi forma original dijo Víctor con una sonrisa malévola. Dicho esto, Víctor se transformó en una cosa negra, sin forma definida, con los ojos rojos. También se transformó su voz, ésta se tornó grave y daba miedo. - Qué eres... una sombra? - preguntó Rose contrariada y asustada. - No soy una sombra... - contestó molesta la cosa negra -... Soy La Sombra, el ser más malvado del mundo. Un consejo: No confíes nunca ni en tus seres más cercanos. Al decir esto, David y Rose se miraron preocupados a los ojos, pero como probablemente estarían pensando lo mismo volvieron a mirar a La Sombra. - Entonces tú... - dijo con algo de miedo David -. Tú eras el que estaba acabando con la magia! - Pues claro, Quién iba a ser si no? - Eh... Entonces, por qué nos has ayudado a encontrar la piedra? - Era parte de mi plan. No podía dejar que nadie encontrase la piedra, y la única forma de que nadie encontrara la piedra era encontrarla yo primero. Sin vosotros, nunca habría llegado hasta aquí, pues me habrían descubierto al instante. Me conozco cada lugar de Tierra de Fantasía porque este lugar es mi enemigo y para luchar contra un enemigo tienes que conocerlo bien. - Ejem... - interrumpió Rose -. Pero si ya está colocada la Piedra. - Bah, eso no es nada para mí prosiguió La Sombra -. Con un simple hechizo puedo hacer que la Piedra Vithálica pierda todo su poder, hacer que el mundo entero pierda la magia, porque para que el mundo funcione correctamente, tienen que funcionar a la perfección los cinco focos, si deja de funcionar uno, el mundo entero perderá la magia, y yo tendré un ejército de personas sin esperanzas y sin sueños a mis pies. Levantó las manos (o lo que deberían ser las manos) sobre la Piedra para realizar el hechizo, pero David intervino, cogió una espada y amenazó a La Sombra con ella. - No te saldrás con la tuya! - Ah, no? Pues bien, luchemos y La Sombra cogió una espada también para pelear.

5 Luchar contra La Sombra no era nada fácil, pues cuando David iba a intentar darle con la espada, se disipaba y aparecía en otro lugar diferente. Sin embargo, La Sombra había llegado a hacerle un corte profundo en el brazo y varios en las piernas. Mientras tanto, Rose miraba impotente la lucha mientras sujetaba la mochila de David, cuando se le ocurrió una idea: las sombras desaparecen con luz no? Decidida, cogió la linterna que David había metido en la mochila, se plantó delante de él, encendió la linterna y apuntó a La Sombra con ella, que desapareció gritando y maldiciendo a los niños. De repente, apareció otro portal redondo y brillante, idéntico al que habían encontrado en la cabaña 16. Rose dejó la linterna en el suelo y ayudó a David a levantarse y se encaminaron hacia el portal, pero algo agarró el tobillo de David. Era La Sombra, que se notaba herida y fatigada. - No será mi última batalla contigo, chico le dijo con odio pero David cogió la linterna del suelo y atacó a La Sombra de nuevo, y así se libró fácilmente de ella. David y Rose fueron hacia el portal y entraron. Cayeron en el frío suelo de madera de la cabaña 16. Todo estaba igual que antes. Entonces fueron afuera a buscar a sus amigos. Cuando los encontraron, les contaron su aventura en Tierra de Fantasía pero ninguno de ellos les creyó. Solamente cuando estuvieron a solas con los monitores, mientras les curaban las heridas que se habían hecho (sobre todo a David), les pudieron contar su aventura y les creyeron, y les dieron las gracias por haber derrotado a un ser tan malvado como La Sombra. Eso sí, ni David ni Rose sabían que otros secretos aguardaría aquel campamento, ni si La Sombra volvería a atacar para conseguir su propósito...