INFORME: LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS PYMES EN ARAGÓN Una década de impulso de la Responsabilidad Social de la Empresa

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1 INFORME: LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS PYMES EN ARAGÓN Una década de impulso de la Responsabilidad Social de la Empresa Noviembre 2012

2 Contenido Contenido Presentación Análisis Institucional La RSE en Europa La RSE en España La RSE en Aragón La RSE en la política pública de la Dirección General de Industria y de la Pyme Análisis Cuantitativo La Responsabilidad Social de la PYME La PYME en Aragón La Responsabilidad Social de la PYME aragonesa Las iniciativas de las empresas aragonesas en RSE Global Reporting Initiative (GRI) El Pacto Mundial de Naciones Unidas EFQM Club ISO de Gestión Ambiental SG Estrategia Aragonesa de Educación Ambiental (EÁREA) ARARSE Empresa Joven Familiarmente Responsable (EJFR) Marca de Calidad Territorial Calidad Rural Matarraña ZAREX Subvenciones concedidas por el Gobierno de Aragón en materia de RSE Premio Aragonés a la Responsabilidad Social de las Empresas A modo de primeras conclusiones Análisis Cualitativo Relevancia de la RSE en el tejido empresarial aragonés

3 4.2. Las iniciativas de RSE como instrumentos de desarrollo Itinerario de integración de la RSE en la empresa Políticas públicas en materia de RSE D.A.F.O. para la aplicación de la RSE en la Pyme Recomendaciones Fomento de la Responsabilidad Social de la Empresa aragonesa y, en especial de la Pyme Impulso de la Responsabilidad Social en la sociedad aragonesa Buenas Prácticas ANEXO 1. Índice de gráficos y tablas

4 1. Presentación La Responsabilidad Social Empresarial o Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) es un nuevo concepto integrado dentro de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que a lo largo del tiempo ha experimentado una progresiva evolución y delimitación de sus parámetros por parte de interlocutores y agentes sociales implicados. La profundidad de su conocimiento es requisito indispensable para su valoración como interés público, a pesar de ser un concepto jurídico indeterminado. En los últimos años han sido numerosos los tratados, iniciativas y directrices que, desde distintos organismos de ámbito internacional y europeo, están fomentando y apoyando a las empresas en la integración de este modelo empresarial. En el ámbito Estatal existen numerosos mandatos y recomendaciones legales en materia de Responsabilidad Social de las Empresas instando a las Administraciones Publicas españolas, entre las que se encuentra la Comunidad Autónoma de Aragón, al apoyo y promoción de iniciativas de responsabilidad social corporativa, justificadas por el interés general. El apoyo a la Responsabilidad Social de las Empresas en Aragón, desde un punto de vista estratégico y técnico, también nace de la importancia que la aplicación de este concepto aporta a la competitividad y el desarrollo sostenible del tejido empresarial en nuestra comunidad. Un gran número de empresas ha reconocido los beneficios básicos de incorporar prácticas y políticas de responsabilidad social empresarial. Sus experiencias han sido respaldadas por una serie de estudios empíricos que demuestran que la responsabilidad social a nivel de las empresas tiene impactos positivos sobre su competitividad y los valores empresariales, medidos de varias formas. La implicación en el apoyo y promoción de este concepto de Excelencia empresarial para aumentar y mejorar la competitividad de las empresas por parte de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del Gobierno de Aragón, ha sido pionera, no sólo dentro del Gobierno de Aragón, sino también en relación al resto de comunidades autónomas. Pero si importante para el interés general es el apoyo de la Responsabilidad Social de las Empresas, también lo es la difusión y promoción del concepto, dado que a pesar de los notables esfuerzos realizados en esta misión, el grado de conocimiento sobre la 3

5 materia todavía se percibe como lejano, especialmente entre la Pyme y la sociedad en general. Por ello, desde la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del Gobierno de Aragón se ha visto la necesidad de realizar el presente estudio con varios objetivos: - De una parte, analizar el estado de la cuestión, para lo cual se ha realizado un diagnóstico que ha permitido identificar la trayectoria de la RSE en las políticas a nivel europeo, estatal y autonómico. - En segundo lugar, se ha realizado una radiografía del tejido empresarial aragonés y, especialmente la Pyme, en el intento de cuantificar las empresas aragonesas que ya se han iniciado en el proceso de integración de la RSE. - Con toda esta información, se ha procedido a la realización de una segunda fase de investigación, en la que se ha seleccionado un grupo de empresas y personas relevantes en la materia, a las que se les ha invitado a participar en una serie de entrevistas en profundidad. El objetivo ha consistido en la realización de un análisis cualitativo que ayudase a completar el diagnóstico y a conocer la situación de la RSE en Aragón, especialmente en la Pyme. De otra parte, y como no podía ser de otra manera, el conocimiento de la situación ha permitido establecer una serie de Recomendaciones estratégicas con el objetivo de continuar apoyando y fomentando en el futuro el desarrollo de la RSE en la Pyme aragonesa. El informe se complementa con la identificación de cuatro Buenas Prácticas, con el objetivo de destacar experiencias e iniciativas concretas que, a través de su difusión, contribuyan al conocimiento y fortalecimiento del desarrollo de la Responsabilidad Social de las empresas. En conclusión, la Responsabilidad Social atribuida a la empresas supone una innovación en los modelos de gestión que impulsa la competitividad de las empresas, la creación de empleo y de valor añadido y, por tanto, la generación de riqueza; impulsa un crecimiento sostenible y duradero en el tiempo; y transforma a las empresas en agentes maximizadores del Beneficio Social, más allá del beneficio económico, aumentando el bienestar social del colectivo. Todas estas razones, entre otras, justifican el interés público y la necesidad de seguir impulsando este modelo de gestión desde la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del Gobierno de Aragón. 4

6 2. Análisis Institucional La empresa es uno de los pilares de nuestra sociedad. Más allá de las funciones que le son propias, el mundo empresarial actual ejerce una influencia extraordinaria en el devenir de la sociedad, no sólo en el ámbito económico, sino, en general, en las personas, en las familias y en el entorno en el que está inmerso. Por ello, las decisiones que van tomando las empresas (ya sean tanto las de carácter estratégico, como las coyunturales) son actualmente más relevantes y expansivas que en ningún otro momento de la historia. Por otra parte, la situación actual, marcada por un escenario de profunda crisis económica, está obligando a las administraciones públicas a buscar nuevas vías de fomento del desarrollo empresarial, vinculando ese fomento a estrategias innovadoras en torno a criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica. Por doquier comprobamos cómo las estrategias de desarrollo asumen el calificativo de sostenibilidad, tanto aplicado al territorio (la Ley de Desarrollo Rural Sostenible), como al mundo económico (Ley de Economía Sostenible). Se intuye que el futuro de nuestras sociedades se va a articular en torno a la economía verde, la economía del conocimiento, la economía vinculada a la industria cultural, etc. En todos esos casos, serán las empresas socialmente responsables las que en el futuro inmediato van a poder competir en una sociedad cada vez más informada, exigente y comprometida con su entorno. La Responsabilidad Social de las Empresas es, por tanto, un modelo de gestión que plantea que en la estrategia de negocio, además de la viabilidad en términos económicos, se debe tener en consideración la perspectiva del conjunto de stakeholders con los que interacciona la empresa, es decir, trabajadores, clientes, competidores, comunidad local, medio ambiente y sociedad en general. Del lado de las propias empresas se puede comprobar cómo las más innovadoras, que ya han descubierto la importancia y el valor añadido que les supone la Responsabilidad Social, son organizaciones que están saliendo fortalecidas en estos momentos de crisis. No se puede dudar de que incorporar esta nueva dimensión en la gestión es sinónimo de aumento de reputación y de competitividad. En este contexto, la Administración, en sentido amplio, ha caminado en los últimos años desde una actitud reactiva (multas, sanciones,...) respecto a la RSE, a una actitud proactiva (fomento, cláusulas sociales en la contratación pública, compras 5

7 sostenibles...), lo que constata la importancia que desde las instituciones europeas y estatales se está dando a esta cuestión. En el panorama internacional, la RSE tiene un fuerte apoyo institucional de organismos supranacionales, como son las Naciones Unidas y la OCDE. Por su parte, en el ámbito estatal, se encuentra en proceso de regulación e impulso, fundamentalmente en los países nórdicos de Europa. En España, el desarrollo de la RSE sigue siendo pausado y plagado de debates en los que se plantea la cuestión de la obligatoriedad o voluntariedad de introducir estos sistemas de gestión en las organizaciones. En esta línea, existe abundante literatura (Nieto Antolín y Fernández Gago 2004; Fernández Gago 2005; Bigné 2005, entre otros) en la que se opta porque la Responsabilidad Social Corporativa tenga, en su aplicación por la empresa, un carácter voluntario. No obstante, no se puede ignorar que se está sufriendo una importante presión regulatoria, bien de forma indirecta (regulación medioambiental, regulaciones sociales ) o bien explícita, como es el caso de la Ley Extremeña de Responsabilidad Social. Como iremos viendo en los siguientes capítulos, la tendencia dominante se dirige al desarrollo de políticas activas de impulso y fomento de la RSE y, en un futuro no muy lejano, a su regulación La RSE en Europa En marzo del año 2000, en la ciudad portuguesa de Lisboa, se da comienzo a una labor concreta de impulso sobre políticas de fortalecimiento de la competitividad, del crecimiento económico y social, donde tanto los Jefes de Gobierno como de Estado de la Unión Europea abogaron por el requerimiento de una contribución más activa del sector económico privado, dando de tal forma un impulso al sentido de Responsabilidad Social de las Empresas con respecto a los desafíos europeos de empleo y desarrollo económico. Ésta es la primera referencia oficial sobre la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de la que se tiene constancia en Europa. En el año 2001 se publica el Libro Verde Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas. En él se define la Responsabilidad Social como la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y ambientales en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con sus interlocutores. 6

8 El Libro Verde supuso ser el marco europeo para promover la calidad y la coherencia de las prácticas de responsabilidad social, y el verdadero inicio del debate sobre cómo la Unión Europea podría fomentar la responsabilidad social de las empresas a nivel europeo e internacional. El Libro Verde propone fomentar prácticas correctas de las empresas; velar por la coherencia entre las políticas nacionales y los estándares internacionales; fomentar el partenariado entre empresa e interlocutores sociales; promover instrumentos de evaluación; animar a las empresas a adoptar un enfoque proactivo en relación al desarrollo sostenible; crear foros multistakeholders e incorporar prácticas de responsabilidad social en la gestión de gobierno. Asimismo, según el Libro Verde, las políticas nacionales deben guardar relación con las políticas comunitarias y con los estándares y códigos internacionales. Es decir, el enfoque europeo de la RSC debe estar integrado en el contexto más amplio en el que se asientan otras iniciativas internacionales, como la Declaración tripartita de la OIT sobre las empresas multinacionales y la política social (1977/2000); las directrices de la OCDE para las empresas multinacionales (2000); las Normas de Derechos Humanos de la ONU para empresas; o el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. El Libro Verde, la primera Comunicación de la Comisión, abrió un gran debate y sirvió para someter a discusión conceptos básicos y características de la Responsabilidad Social Corporativa o de las Empresas. En septiembre de 2004, la Fundación EFQM (European Foundation Quality Management), que acredita el modelo de excelencia empresarial EFQM para las organizaciones, presentó el Modelo marco EFQM para RSC, integrando en su enfoque, estructura y elementos de RSC. Este modelo de evaluación permite a las empresas obtener una visión global de la RSC y articular planes de mejora. También cabe destacar la creación de la Alianza Europea para la RSE, promovida en 2006, como elemento central de una política que trabaja en 8 ámbitos de actuación: Sensibilización e intercambio de buenas prácticas. Apoyo a las iniciativas multilaterales. Cooperación con los Estados miembros. Información de los consumidores y transparencia. Investigación. Educación. Pequeñas y medianas empresas. Dimensión internacional de la RSE. Algunos indicadores que muestran avances en estos ámbitos son: 7

9 Incremento del número de empresas adheridas al Pacto Mundial de Naciones Unidas (más de en 2011). Incremento del número de empresas registradas en el Sistema de Gestión Medioambiental Europeo EMAS (más de en 2011). Incremento del número de empresas que han suscrito acuerdos de empresa transnacionales con organizaciones de trabajadores europeas o mundiales (más de 140 en 2011). Incremento del número de empresas adheridas a la iniciativa de Cumplimento Social de las Empresas, para mejorar las condiciones de trabajo en sus cadenas de suministro (más de 700 en 2011). Incremento del número de empresas que publican Informes de Sostenibilidad (más de 850 en 2011). Recientemente, en Octubre de 2011, la Unión Europea aprobó la Estrategia renovada de la UE para sobre la responsabilidad social de las empresas. En este documento, la Comisión Europea ha planteado una nueva definición, más simple, de la RSE: La responsabilidad de las empresas por su impacto en la sociedad. La anterior definición redactada en 2001 sostenía que la RSE era un concepto por el cual las empresas integran las preocupaciones sociales y ambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores sobre una base voluntaria. El giro es interesantísimo porque deja de lado la tan sonada voluntariedad que durante años permeó el concepto. No es que se elimine, pero la RSE ha dejado de ser vista sólo como acciones incorporadas a las operaciones, para convertirse en una auténtica responsabilidad, entendida ésta como la capacidad existente en todo sujeto activo para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente. Hoy, más que nunca, es necesario impulsar la RSE, no en su carácter de apoyo social o ambiental, sino como parte de una estrategia sólida en las organizaciones. De acuerdo con el nuevo comunicado, para la competitividad de las empresas es cada vez más importante un enfoque estratégico sobre RSE, ya que éste puede reportar beneficios en cuanto a gestión de riesgos, ahorro de costes, acceso al capital, relaciones con los clientes, gestión de los recursos humanos y capacidad de innovación. Dado que la RSE requiere un compromiso con las partes interesadas internas y externas, permite a las empresas anticipar y aprovechar mejor expectativas sociales y 8

10 condiciones de funcionamiento que cambian rápidamente. Por tanto, puede impulsar el desarrollo de nuevos mercados y generar oportunidades de crecimiento. Al asumir su responsabilidad social, las empresas pueden granjearse una confianza duradera de los trabajadores, los consumidores y los ciudadanos que sirva de base para modelos empresariales sostenibles. Una mayor confianza contribuye, a su vez, a crear un entorno en el que las empresas puedan innovar y crecer. Comienza a quedar atrás una visión de la RSE, ya tradicional, para dar paso paulatinamente a un concepto más holístico y estratégico en la vida de las empresas La RSE en España En España hasta el año 2003 el desarrollo de la RSE era todavía muy incipiente y embrionario. Aunque el debate público sobre la RSE llegó a España algunos años más tarde que a otros países europeos y tras la cumbre de Lisboa, a partir de 2003 el número de iniciativas promovidas por las empresas y las más diversas organizaciones e instituciones ha sido extraordinario. Este desarrollo se ha dado además en la práctica totalidad de las Comunidades Autónomas. Distintas iniciativas son las que han servido de referencia en el contexto español, como la Global Reporting Initiative, que con sus guías ha motivado la publicación de los informes de sostenibilidad (143 entidades españolas en el año 2011); el Pacto Mundial de Naciones Unidas, que conlleva la publicación de los informes de progreso (622 entidades españolas en el año 2011); y otro buen número de iniciativas, incluso del ámbito nacional, como la aplicación del sistema de gestión SG21, impulsado por FORETICA (105 entidades españolas en el año 2011), o AENOR, que ha iniciado recientemente la certificación según el referencial IQNet SR10, documento técnico que establece los requisitos para implantar un Sistema de Gestión de la Responsabilidad Social en las organizaciones, apostando por la mejora continua y contemplando de forma sistemática y eficaz la relación con todos los grupos de interés de una organización. Asimismo, se ha producido un crecimiento notable del número de iniciativas de apoyo y fomento de la RSE, en muchos casos protagonizados por las propias empresas a través de distintas alianzas y asociaciones, así como por otras organizaciones de la denominada sociedad civil, por diversas instituciones sociales y por las administraciones y poderes públicos. En este último sentido, es necesario destacar el papel que está desempeñando en el debate público el Foro de Expertos creado por iniciativa del Gobierno y coordinado por 9

11 el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, o la creación en el año 2005 de la subcomisión parlamentaria en el Congreso de los Diputados, cuyo informe de conclusiones y recomendaciones fue aprobado en junio de En Julio de 2007 se acordó el documento Las políticas públicas de fomento y desarrollo de la RSE en España. Este documento se sumó a tres anteriores, dando como resultado el Informe de Conclusiones del Foro de Expertos sobre RSE. En este documento se recoge la definición y ámbito de la RSE; el informe de RSE como motor de la Responsabilidad Social de las empresas; el desarrollo de la RSE en España; y, las políticas públicas de fomento de la RSE en España. Unas políticas de promoción e incentivos de la RSE, aplicables no sólo a las grandes empresas, sino también a las PYMEs. Entre las propuestas realizadas a desarrollar por la Administración Pública se encuentran las siguientes: 1) Se deben regular y universalizar los aspectos cruciales que dan credibilidad y rigor a la RSE: el reporte de las empresas a las partes interesadas y a la sociedad en general y la verificación de dicho reporte. 2) Una tarea de fomento, es decir, de educación y formación, información y apoyo técnico para el desarrollo de la RSE entre los diversos agentes de la sociedad civil, en toda la sociedad en general, y entre las empresas y sus directivos en particular. 3) Una consolidación de la voz de las partes interesadas, es decir, de los consumidores, los trabajadores, las organizaciones de la sociedad civil interesadas en la empresa, ya sean medioambientales, de Derechos Humanos, de desarrollo, etc. 4) Una mediación entre éstas y las empresas, mediante la creación de instrumentos de deliberación y concertación. 5) Los poderes públicos tienen también que impulsar dentro del mismo Estado, en todas sus actividades económicas, empresas públicas y organismos públicos, las mismas pautas de conducta responsable que intentan promover en la sociedad. 6) Finalmente, los poderes públicos tienen que utilizar los criterios de la Responsabilidad Social como guía para toda la normativa administrativa, con el fin de proteger, entre otros, los derechos de los consumidores, no permitir las agresiones a los derechos humanos, alcanzar la máxima observancia de 10

12 estándares laborales dignos y no discriminatorios, respetar el medioambiente y erradicar cualquier corrupción, así como cualquier otro aspecto en el que se identifique una desprotección de derechos básicos. Pero, además, en dicho informe se instó a la creación del Consejo Estatal de Responsabilidad Social (CERSE). Los objetivos del Consejo Estatal de RSE son: Constituir el marco de referencia para el desarrollo de la RSE en España. Fomentar las iniciativas sobre RSE, proponiendo al Gobierno medidas que vayan en ese sentido. Informar en su caso sobre las regulaciones de ámbito empresarial y sectorial desde la perspectiva de la RSE. Proponer y promocionar los estándares y características de las memorias de sostenibilidad o del informe, así como las herramientas más adecuadas para su elaboración y posterior verificación. Evaluar e informar sobre el desarrollo de la RSE en España, la Unión Europea y países terceros y sobre las actuaciones en materia de RSE de las empresas españolas tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Participar en los foros nacionales e internacionales constituidos para tratar temas de RSE. El Consejo está compuesto por 49 personas (un Ministro, 12 vocales de la administración pública, 12 representantes empresariales, 12 representantes sindicales y 12 representantes del resto de la sociedad civil). Fue creado en febrero del 2008 por Real Decreto, dentro del marco de la Ley de Economía Sostenible, según la cual estará encargado del impulso y fomento de las políticas de Responsabilidad Social de las Empresas y se constituye en el marco de referencia para el desarrollo de esta materia en España. Constituyó cinco grupos de trabajo para apoyar sus labores, a los que se encargó producir una serie de documentos de análisis y recomendaciones. El Consejo tardó mucho en comenzar las sesiones de trabajo y algunos grupos tardaron en producir sus informes. En Mayo de 2011 se aprobaron los documentos elaborados por los correspondientes grupos de trabajo. Estos grupos han desarrollado los siguientes temas: "El papel de la RSE y la Crisis Económica: Su contribución al nuevo modelo productivo, la competitividad y el desarrollo sostenible". "Transparencia, Comunicación y Standards de los Informes y Memorias de Sosteniblidad". "Consumo e Inversión Socialmente Responsable". "La RSE y la Educación". 11

13 "Gestión de la Diversidad, Cohesión Social y Cooperación al Desarrollo". Además del CERSE, España cuenta con varias iniciativas públicas, tanto a nivel local como a nivel estatal, aunque sigue siendo necesario estructurar de forma coordinada un desarrollo de políticas públicas a favor de la RSE que se implementen de forma transversal desde la administración central. Debemos destacar las diversas iniciativas en leyes que impulsan la consideración de criterios que implican aspectos diversos de la RSE, como por ejemplo: la Ley Orgánica de Igualdad efectiva de hombres y mujeres, la Ley de Dependencia, la Ley de Integración Sociolaboral de Discapacitados o la Ley de Responsabilidad Medioambiental. El desarrollo de políticas que normalicen, regulen y formalicen las relaciones sociales, en este caso de la empresa con sus grupos de interés, es la función principal de los gobiernos, y no podía ser menos en materia de RSE. En Marzo de 2011 fue publicada en el BOE la Ley de Economía Sostenible. El último capítulo del primer título de esta ley, concretamente el artículo 39, versa sobre la Responsabilidad Social de las Empresas (RSE). El primero de los cuatro puntos del artículo 39 hace referencia a la promoción de la RSE por parte de la Administración Pública, tanto en empresas grandes como en medianas y pequeñas, haciéndose especial hincapié en la promoción de buenas prácticas y en el análisis de los efectos de la RSE sobre la competitividad. Particularmente se indica que el Gobierno pondrá a disposición de las empresas una herramienta de autoevaluación en RSE acorde con los estándares internacionales en la materia. El segundo punto desarrolla los objetivos de esa herramienta de autoevaluación, que ha de informar sobre transparencia en la gestión, buen gobierno corporativo, compromiso con lo local y el medio ambiente, respeto a los derechos humanos, mejora de las relaciones laborales, promoción de la integración de la mujer, de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, de la igualdad de oportunidades y accesibilidad universal de las personas con discapacidad y del consumo sostenible. Todos ello, en función de las recomendaciones del Consejo Estatal de RSE. El tercer punto alude a la posibilidad de que las empresas hagan públicos sus resultados en materia de RSE a través de un informe en el que se deberá especificar si la información contenida en él está avalada o no por una tercera parte. Para el caso de empresas con más de 1000 asalariados, este informe habrá de entregarse obligatoriamente al Consejo Estatal de RSE para seguir la evolución de la empresa en materia de RSE. Asimismo, cualquier empresa podrá solicitar ser reconocida como socialmente responsable, una vez haya cumplido una serie de requisitos que establecerá el Consejo Estatal de RSE. 12

14 El cuarto y último punto expone la obligación del Gobierno de facilitar al Consejo Estatal de RSE los recursos necesarios para que lleve a cabo sus funciones. También, en el artículo 34 de la citada ley se hace referencia a la RSE, concretamente a que las sociedades mercantiles estatales y las entidades públicas empresariales adscritas a la Administración General del Estado adaptarán sus planes estratégicos a la nueva ley en un plazo máximo de un año a partir de la entrada en vigor de la ley, de tal forma que contemplen la elaboración de memorias de sostenibilidad, la orientación de la gestión medioambiental hacia el EMAS (sistema de gestión ambiental diseñado por la Unión Europea) y el favorecimiento de principios y prácticas de RSE, en especial aquellos relativos a la promoción de la integración de la mujer, de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres y de la plena integración de las personas con discapacidad. Indudablemente, las actuaciones de apoyo y fomento de la RSE se están desarrollando paulatinamente y están produciendo iniciativas, como por ejemplo, la concesión de subvenciones desde la Dirección General del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas para llevar a cabo Programas de apoyo para la realización de estudios y jornadas realizadas por organizaciones sin ánimo de lucro que promocionan prácticas de RSE. En este sentido las Subvenciones para la promoción de la RSE, en actividades de difusión y fomento fueron las siguientes 1 : Concedidas en 2009: euros (44 subvenciones). Concedidas en 2010: euros (59 subvenciones). Concedidas en 2011: euros (61 subvenciones). Pero, además, existen otras líneas de actuación como la publicada Resolución de 16 de marzo de 2011 de la Secretaría General de Industria, por la que se establece la convocatoria para el año 2011 de ayudas a la implantación y desarrollo de la responsabilidad social en las pequeñas y medianas empresas: Iniciativa «RSE-pequeña y mediana empresa», especificando en su artículo 2, denominado Objetivos : Las ayudas que aquí se convocan tienen como finalidad incentivar la implantación y desarrollo de buenas prácticas en materia de Responsabilidad Social de las Empresas en las estrategias empresariales de las pequeñas y medianas empresas con el objetivo de mejorar su competitividad. La Dirección General de Política de la Pequeña y Mediana Empresa, del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, es la competente 1 Fuente: Balance en materia de responsabilidad social de las empresas (RSE) Secretaría de Estado de Empleo. Ministerio de Trabajo e Inmigración. Dirección General del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas. 13

15 para la instrucción y ordenación de los procedimientos de concesión de subvenciones contemplados en esta Resolución. Por otra parte, y como ejemplo reciente, se ha publicado en el BOE de 11 de septiembre de 2012 la Orden IET/1912/2012, de 31 de agosto, por la que se aprueba el Plan Anual Integrado de ayudas para el año 2012 y se establecen medidas dirigidas a mejorar su tramitación. En esta Orden, que regula todas las convocatorias de subvenciones y ayudas al tejido empresarial español, se recogen dos artículos de sumo interés en la cuestión de la Responsabilidad Social, como son los artículos 5 y 6. En el artículo 5, sobre la aplicación del artículo 35 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, se señala que, a efectos de valoración, se podrán tener en consideración, entre otras, medidas de conciliación de la vida personal, laboral y familiar, así como la obtención del distintivo empresarial en materia de igualdad previsto en la citada ley orgánica. Con esta finalidad, se impulsará la incorporación en los cuestionarios de información de los proyectos presentados, de algunos apartados de datos relevantes como pueden ser los relativos al número de mujeres participantes en el proyecto, nivel de cualificación, estudios o cualquier otro que permita mejorar la información disponible sobre la situación desagregada por sexo en el ámbito de las ayudas. Por otro lado, el artículo 6, relativo a la aplicación del artículo 9 de la Ley 51/2003 (de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad), indica que también se tendrán en consideración en la valoración de los proyectos presentados esta cuestión, así como, igualmente, en los cuestionarios de información de los proyectos se solicitarán datos relevantes relacionados con la accesibilidad de las personas con discapacidad. También recientemente, en el Marco del III Congreso Nacional de RSE, celebrado en Zaragoza en mayo del año 2012, el Director General de Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas, Miguel Ángel García Martín, señaló que el Gobierno central está ultimando un Plan Nacional sobre responsabilidad social empresarial, para que todas las comunidades autónomas y las Administraciones públicas establezcan criterios comunes a la hora de evaluar dichas políticas en las empresas. Por último, cabe reseñar cómo estas políticas de impulso van calando también en las Administraciones Autonómicas, de tal forma que ya disponemos de ejemplos relevantes, como ha sido la aprobación de la Ley 15/2010, de 9 de diciembre, de Responsabilidad Social Empresarial en Extremadura. 14

16 Esta Ley tiene como objetivo promover la RSE en Extremadura (art.1). El Título I desarrolla el concepto y aplicación de la RSE en Extremadura. En este sentido, recoge su definición y los elementos que configuran la Empresa Socialmente Responsable; la evaluación, verificación y calificación de la Empresa Socialmente responsable; se crea el Premio Empresa Socialmente Responsable; y se constituye el Consejo Autonómico para el fomento de la RSE. El segundo Título se centra en la Responsabilidad Social del propio sector público otorgándole una doble función. En primer lugar todo lo relativo al fomento, sensibilización o formación, y por otra parte, todo aquello relacionado con la propia responsabilidad de la Administración como contratante, consumidora, inversora, empleadora y prestadora de servicios. La aprobación de esta Ley ha generado bastante controversia entre los teóricos de la materia, pues vuelve a surgir el debate sobre la voluntariedad o la regulación de la RSE, pero lo que no cabe duda es que ésta puede ser una primera iniciativa que en el futuro puede llegar a ser seguida por otras Comunidades Autónomas o incluso por la aprobación de una ley estatal. Finalmente, no se debe obviar la proliferación de distintos Observatorios de RSE, como es el caso de la propia Extremadura, Andalucía, Cataluña, Murcia, La Rioja o Valencia. Y también los impulsados por organizaciones como UGT o el Observatorio Estatal de RSC, que fue constituido en el año 2004 por un conjunto de organizaciones representativas de la sociedad civil, con el objetivo de aunar opiniones, conceptos e iniciativas y crear una entidad de referencia capaz de impulsar la educación y divulgación necesarias sobre el tema La RSE en Aragón Aragón no ha cerrado los ojos a estas tendencias de impulso y fomento de la RSE y el Gobierno de Aragón fue la primera administración autonómica española en introducir en 2002 mecanismos de apoyo público a la adopción de criterios de responsabilidad social por parte de las empresas. Esta acción se enmarca en un clima de nuestra región donde ya existían iniciativas muy relevantes, que han llevado a definir a Aragón como "Aragón, una región de pioneros, algo aventureros, en RSE" (publicación Corresponsables, Octubre 2012). El Gobierno de Aragón, a través de la convocatoria de ayudas económicas a pequeñas y medianas empresas correspondiente al ejercicio 2003 (Orden de 17 de octubre de 2002), estableció una línea de ayudas para la implantación del concepto de responsabilidad social corporativa en las empresas de la Comunidad, convirtiéndose 15

17 así en la primera administración española que desarrollaba un mecanismo de soporte público en esta materia. En el Capítulo V de la citada Orden, se recoge el «Programa de Calidad Industrial» donde se introduce una notable novedad, como es la incorporación del concepto «responsabilidad social de la empresa» y señala que se realiza por dos motivos. Por un lado, el Departamento de Industria, Comercio y Desarrollo siempre ha querido ser pionero en la introducción de la filosofía de la certificación de la calidad y actuando en esta nueva vía se contribuye a que las empresas punteras aragonesas tengan la posibilidad de quedar bien posicionadas en relación con las nuevas tendencias a nivel internacional que empezaban a ser exigidas. Pero hay un segundo motivo, la globalización de la economía es una terca realidad y las metodologías que se refieren a la «responsabilidad social» y a la sostenibilidad encierran una concepción de la actitud general de la actividad empresarial moderna y comprometida con su entorno, por lo que estas metodologías son las únicas de las existentes que podrán permitir a la empresa aragonesa operar libremente por todo el mundo con una acreditación reconocida que, implícitamente, acabará por englobar a todas las demás normas. Posteriormente, en su interés por promover y difundir en la sociedad aragonesa el concepto de la Responsabilidad Social Corporativa, se instauró mediante el Decreto 12/2004 de 27 de enero, del Gobierno de Aragón, publicado en el «Boletín Oficial de Aragón» nº 18 de 11 de febrero de 2004, el «Premio Aragonés a la Responsabilidad Social Corporativa», cuya denominación se cambio en el Decreto 79/2008 por Premio Aragonés a la Responsabilidad Social de las Empresas. El «Premio Aragonés de Responsabilidad Social de las Empresas» distingue a la empresa que demuestre su compromiso activo con el desarrollo económico, social y medioambiental, a través de sus políticas y sistemas de gestión, la transparencia de estas actuaciones y el escrutinio externo de las mismas. En Junio del presente año 2012 se ha realizado la sexta convocatoria. Hasta ahora, Harineras Villamayor, Industrias Químicas del Ebro SA, Javierre SL, Prames y DKV, han sido las empresas premiadas, pero no se pueden olvidar otras que han quedado finalistas, como el grupo La Veloz, Ibercaja, Kairos Cooperativa de Iniciativa Social, Ideconsa, Dana Automoción, CESERPI o Palas BMH. En Abril del año 2006, la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), con el apoyo del Gobierno de Aragón, presentó el Plan Director de Responsabilidad Social Corporativa. Este Plan pretendía constituirse como un conjunto de iniciativas, programas y acciones concretas para dinamizar e integrar la RSC en las organizaciones de Aragón. 16

18 El Plan Director se planteaba los siguientes objetivos: Contribuir a los procesos de seguimiento y valoración del desarrollo e implantación de la RSC en Aragón. Conocer las tendencias del sector empresarial y social en materia de responsabilidad social. Dar a conocer el impacto positivo de la responsabilidad social en las empresas y en la sociedad. Divulgar las buenas prácticas de empresas en RSC, como premio a las empresas más responsables y como ejemplo a seguir para las que se van incorporando al proceso. Llevar a cabo un seguimiento de las iniciativas institucionales internacionales, nacionales y autonómicas que se adopten en materia de RSC, así como la aplicación práctica de las mismas en los distintos niveles de la Administración Pública. Servir de plataforma de discusión y de intercambio de información e ideas sobre RSC, para abrir vías de comunicación en el sector público y privado, generando un foro de pensamiento y generador de opinión. Sensibilizar y servir de centro de promoción de la RSC entre las empresas españolas y aragonesas. Sensibilizar al ciudadano y acercarle el concepto de la RSC, haciéndole sentirse parte integrante de la RSC. Para la consecución de estos objetivos se plantearon un conjunto de actuaciones estructuradas en tres ejes: Eje Empresas: recoge una serie de herramientas y actuaciones para potenciar la integración de la RSC en la gestión y entorno de la empresa. Eje Sociedad: pretende sensibilizar y hacer comprender de forma sencilla y efectiva a todos los agentes sociales la importancia de la nueva posición de las empresas del entorno, así como potenciar la participación activa de los diferentes grupos de interés en este cambio de paradigma. Eje Difusión y comunicación: orientado a captar tendencias, preocupaciones sociales y empresariales y dinamizar un proceso de comunicación proactivo y reactivo de iniciativas desarrolladas para sensibilizar e implicar de una forma global a los diferentes agentes sociales y económicos. Hasta el momento, las actuaciones que se han desarrollado se han centrado principalmente en acciones de sensibilización y formación siendo más escasas las acciones de publicación. 17

19 De forma más parcelada también son de interés las iniciativas promovidas por el Gobierno de Aragón y que abordan aspectos parciales de la RSE, como por ejemplo la cuestión medioambiental. Entre ellas destaca la Estrategia Aragonesa de Educación Ambiental (EÁREA). EÁREA es una iniciativa promovida en el año 2001 y que fue presentada en el año Es un plan de acción en materia de educación ambiental elaborado y aplicado de forma participativa, cuyo objetivo es mejorar la Educación Ambiental (EA) en Aragón con la participación de todos. En el primer periodo de aplicación, entre 2004 y 2007, la EÁREA trabajó fundamentalmente para desarrollar el documento y las acciones propuestas. A partir del segundo periodo de aplicación, desarrollado a partir de 2008, sin olvidar el anterior objetivo, se centró en poner en marcha un proceso útil a toda la gente EÁREA, potente en sus contenidos y metodologías de trabajo, que versó sobre calidad en educación ambiental en Aragón. Entre los instrumentos de los que se sirve la EÁREA destacan los de tipo formativo y participativo. Así, en el marco de la EÁREA han tenido lugar las multitudinarias Jornadas de Educación Ambiental de la Comunidad Autónoma de Aragón, que van por su III Edición, y los ejemplificantes talleres (compras verdes, interpretación del Patrimonio, los talleres básicos de introducción a la Educación Ambiental o de Comunicación Ambiental). La EÁREA ha generado documentos útiles y mucha información sobre educación ambiental en Aragón. Numerosísimas publicaciones y documentos recogen todo lo trabajado en un afán de generar tanto procesos como documentos útiles a la sociedad y a todos los que tienen que ver con la educación ambiental. Destaca el Boletín electrónico RedEÁREA, enviado mediante el sistema de suscripciones electrónicas del Gobierno de Aragón, que informa puntualmente, mes a mes, sobre la rica actualidad en educación, comunicación, formación y participación ambiental en Aragón. La EÁREA ha servido para establecer tupidas y ricas redes entre personas y entidades y revitalizar y mejorar la educación ambiental en nuestra comunidad, capacitando en materia de educación ambiental a personas y organizaciones mediante la reflexión colectiva, la construcción conjunta de procesos, la formación participativa y la participación activa. Cabe destacar dentro de la EÁREA el proceso de adhesión y los Compromisos para la Acción que son los mecanismos de aplicación y desarrollo de la EÁREA. En este 18

20 momento son innumerables los compromisos para la acción desarrollados, contando con 385 entidades adheridas, de las cuales 104 son empresas. Pero además, también existen diversas entidades que reciben el apoyo del Gobierno de Aragón para el desarrollo, fomento y difusión de la RSE. Entre ellas cabe destacar la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), la Fundación San Ezequiel Moreno o el Congreso Nacional de Responsabilidad Social. Muy recientemente se han comenzado a desarrollar algunas iniciativas como es la Marca de Calidad Territorial (MCT), impulsada por los Grupos de Desarrollo Rural, con el objetivo de certificar a las empresas del medio rural comprometidas con su entorno en el desarrollo económico, social y medioambiental. Por último, la Asociación aragonesa para el desarrollo de la responsabilidad social empresarial (ARARSE) es una entidad de reciente creación (2011) que tiene entre sus fines fomentar la formación, implantación y evaluación de sistemas de gestión socialmente responsables, incorporando en este concepto valores fundamentales como la lucha contra la corrupción, la defensa de los derechos humanos, el respeto por el entorno social, el medioambiente y el desarrollo sostenible. ARARSE nace en Zaragoza a iniciativa de un grupo de personas representantes de diversos ámbitos sociales, empresas, universidad, instituciones, particulares, todos ellos en definitiva con una misma certeza: creer en la RSE, es creer en el futuro La RSE en la política pública de la Dirección General de Industria y de la Pyme Desde la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del Gobierno de Aragón se tiene el convencimiento de que el concepto Responsabilidad Social de las Empresas promueve actuaciones para el interés público y, por lo tanto, el impulso de iniciativas de Responsabilidad Social de la Empresas es una competencia atribuida a dicha Dirección General, según la normativa autonómica actual. En el Decreto 27/2012 de 24 de enero de 2012, por el que se aprueba la estructura orgánica del Departamento de Industria e Innovación, no aparece el concepto de Responsabilidad Social de las Empresas entre las competencias atribuidas a la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, ni tampoco en ninguna otra Dirección General del Gobierno de Aragón. No obstante, su competencia se deduce del Ordenamiento Jurídico aragonés vigente, y de la relevancia que entre sus competencias se otorga en el mencionado decreto como son las funciones previstas en el artículo 3 de la Ley 9/2003, de 12 de marzo, de fomento y coordinación de la investigación, desarrollo y la transferencia de conocimientos en Aragón. 19

21 Así, la Ley 12/2006, de 27 de diciembre, de regulación y fomento de la actividad industrial de Aragón en su apartado Fomento Industrial, establece claramente los objetivos que debe perseguir el fomento industrial, los instrumentos de los que dispone para ello la Administración de la comunidad autónoma, las competencias del Gobierno y del Consejero competente en materia de industria, y los requisitos y obligaciones de los beneficiarios directos de la actividad de fomento. Dentro de este apartado, en su art. 32, denominado Actuaciones se especifica que El Gobierno de Aragón, con el fin de contribuir a un modelo de desarrollo sostenible que posibilite seguir avanzando en términos de desarrollo económico y social, competitividad, productividad, solidaridad y equilibrio territorial, así como a propiciar y abundar en la diversificación del tejido industrial aragonés, llevará a cabo actuaciones de promoción y fomento industrial, adoptando planes y programas, conforme al contexto global de la actividad económica, con especial atención a las pequeñas y medianas empresas. En su art.33, denominado Objetivos, se especifica que Los planes y programas de promoción y fomento atenderán. a los siguientes objetivos, especificando entre estos objetivos en su apartado d) Fomento y promoción de la innovación y de los nuevos modelos de gestión entre los que determina el apartado 9 Impulsar las iniciativas de responsabilidad social corporativa. Por su parte, en el Decreto 27/2012, en el artículo 7 apartado f, se atribuye a la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa como competencia propia La planificación y gestión de las acciones en materia de fomento industrial y apoyo a pequeña y mediana empresa. Concretamente, en el apartado de competencias del Servicio de Apoyo a la pequeña y mediana empresa, integrado en esta Dirección General, se establece como competencia propia, en su apartado a) El análisis, preparación, gestión y coordinación de planes, programas y actuaciones de fomento, desarrollo e innovación empresarial, con especial atención a la pequeña y mediana empresa. En definitiva, la competencia de Fomento Industrial está atribuida a la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa por Decreto 27/2012, y por la Ley de Industria de Aragón, ya que se determina que entre los objetivos de Fomento Industrial se encuentra la tarea de Impulsar iniciativas de responsabilidad social corporativa, que incluye la responsabilidad social de las empresas. En cumplimiento de esta competencia, la comunidad autónoma aragonesa, a través de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, se posicionó como la primera Administración Pública en España que desarrolló un mecanismo de apoyo público concreto y tangible en esta materia, para fomentar entre las empresas 20

22 esta nueva herramienta empresarial para mejorar la capacidad competitiva de las empresas, cumpliendo así con las competencias atribuidas expresamente. En la misma línea de acción de fomento de este tipo de innovación empresarial, se crea en 2004 el Premio Aragonés a la Responsabilidad Social Corporativa, posteriormente Responsabilidad Social de las Empresas, cuya gestión corresponde al Departamento competente en materia de Industria, como así se determina en el artículo 7 del Decreto 79/2008. Por otra parte, el Departamento de Industria e Innovación recoge en su Plan Estratégico de Subvenciones, aprobado por Orden de 20 de febrero de 2012, del Consejero de Industria e Innovación, el objetivo de fomentar la realización de actividades en Aragón en las que se promueva y difunda el desarrollo tecnológico y la innovación, y como expresa literalmente Promocionar la cooperación empresarial y la responsabilidad social-empresarial como instrumentos que promueven la innovación en la gestión. Pero además, el apoyo a la Responsabilidad Social de las Empresas en Aragón, desde un punto de vista estratégico y técnico, también nace de la importancia que este concepto aporta a la competitividad y al desarrollo sostenible del tejido empresarial en Aragón. Se entiende por competitividad la capacidad de una organización pública o privada, lucrativa o no, de mantener sistemáticamente ventajas comparativas que le permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en el entorno socioeconómico. Esta ventaja comparativa estaría en su habilidad, recursos, conocimientos y atributos, etc., de los que dispone la empresa, los mismos de los que carecen sus competidores, o que éstos tienen en menor medida, que hace posible la obtención de unos rendimientos superiores a los de aquéllos. La competitividad tiene incidencia en la forma de plantear y desarrollar cualquier iniciativa de negocios, lo que está provocando obviamente una evolución en el modelo de empresa y empresario. La responsabilidad social empresarial es hoy un factor de competitividad no sólo entre las propias empresas, sino entre países que buscan posicionarse en nuevos bloques comerciales. Si las empresas practican la responsabilidad social por razones estrictamente de competitividad, como herramienta que puede ayudarlas a ser percibidos positivamente por mercados nicho, y, por tanto, mejorar su imagen y aumentar su participación de mercado, sería opción legítima. Por ello, la racionalidad detrás del uso de la responsabilidad social empresarial, ya sea infundida de moralidad o de pragmatismo podría considerarse como irrelevante. Lo que es relevante es que puede ser un elemento inherente a la buena práctica empresarial. 21

23 La implicación en el apoyo y promoción de este concepto de Excelencia empresarial para aumentar y mejorar la competitividad de las empresas por parte de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del Gobierno de Aragón, ha sido pionera, no sólo dentro de Aragón, sino en relación al resto de comunidades autónomas. El Consejero de Industria, Comercio y Turismo, a través de la convocatoria de ayudas económicas a las pequeñas y medianas empresas industriales, correspondientes al ejercicio 2003 (Orden de 17 de octubre de 2002), ya estableció una línea de ayudas para la implantación en las empresas aragonesas del concepto de Responsabilidad Social Corporativa, siendo el órgano gestor la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa. Esta Orden se publicaba al amparo del Decreto 52/2000, de 14 de marzo, donde establecía el marco de las ayudas económicas a las pequeñas y medianas empresas en la Comunidad Autónoma de Aragón para el período , con el fin de promover la competitividad e innovación industrial, como medio de potenciar el desarrollo económico y social de Aragón. Concretamente en esta Orden, en su Exposición de Motivos, se señala que en el Capítulo V, «Programa de Calidad Industrial», se introduce una notable novedad: la incorporación del concepto denominado como «responsabilidad social de la empresa» y ello por dos motivos. El Departamento de Industria, Comercio y Desarrollo siempre ha querido ser pionero en la introducción de la filosofía de la certificación de la calidad y actuando en esta nueva vía contribuye a que las empresas punteras aragonesas tengan la posibilidad de quedar bien posicionadas en relación con las nuevas tendencias a nivel internacional que muy pronto empezarán a ser exigidas. Pero hay un segundo motivo, la globalización de la economía es una terca realidad, las metodologías que se refieren a la «responsabilidad social» y a la sostenibilidad encierran una concepción de la actitud general de la actividad empresarial moderna y comprometida con su entorno, estas metodologías son las únicas de las existentes que podrán permitir a la empresa aragonesa operar libremente por todo el mundo con una acreditación reconocida que, implícitamente, acabará por englobar a todas las demás normas. Pero si importante para el interés general es el apoyo de la Responsabilidad Social de las Empresas, también es la difusión y promoción de este concepto en el tejido empresarial aragonés y el resto de la sociedad. Con este objetivo, el Gobierno de Aragón, mediante Decreto 12/2004, de 27 de enero, instituye el «Premio Aragonés a la Responsabilidad Social Corporativa». Según se afirma en esta norma legal, el compromiso de la empresa con la sociedad a través del concepto de la Responsabilidad Social Corporativa, es cada día más un factor identificativo de la tipología de la empresa a la que nos estamos refiriendo, y en algunos países, equivalente a un marchamo que sirve para el establecimiento de políticas de discriminación positiva. Hoy en día, el fomentar que las empresas aragonesas abracen voluntariamente dicho 22