QUE LOS SUSTENTAN Y LAS INTERVENCIONES PSICOTERAPÉUTICAS: Elizabeth Palacios y Silvia Saskyn. Edición bilingüe, 1988.

Transcripción

1 ACERCA DE LOS PROCESOS MIGRATORIOS, LAS FANTASÍAS INCONCIENTES QUE LOS SUSTENTAN Y LAS INTERVENCIONES PSICOTERAPÉUTICAS: ERASE UNA VEZ UN PARAÍSO QUE NO PUDO SER ENCONTRADO Elizabeth Palacios y Silvia Saskyn Todo este país es muy triste en el que yo viví antaño era menos triste. Pessoa F., El marinero, Pre textos/poesía, Edición bilingüe, I. Acerca de los procesos migratorios. Hemos observado a lo largo de nuestra experiencia profesional que la incidencia de problemáticas psicológicas en personas que migran se relaciona tanto con las motivaciones por las cuales se ha decidido migrar, como con sus consecuencias, encontrándose éstas en íntima relación con la organización psicopatológica e historia emocional de cada sujeto previa a dicho suceso. Pensamos que toda migración puede ser considerada como un acontecimiento traumático. Dicho acontecimiento traumático puede dar lugar a una situación al decir de Bion de cambio catastrófico 1 dando como resultado un desenlace de catástrofe psicológica verdadera o Silvia Saskyn, Miembro Asociación Psicoanalítica Argentina, IPA, Miembro FEAP. Elizabeth Palacios, Miembro Asociación Psicoanalítica de Madrid, IPA, Miembro FEAP. 1 Bion W, 1972;Transformaciones, Centro Editor de América Latina. 1

2 permitiendo una evolución creativa y enriquecedora con un afianzamiento del sentimiento de identidad. La migración como acontecimiento traumático implica una serie de pérdidas, que incluyen el país que se deja, el lugar de residencia, la red de vínculos cotidianos, las costumbres y las tradiciones que hacen a las raíces del que migra, si bien también se encuentra la expectativa que se supone como ganancia por este acto. D. Winnicott 2 plantea que la ruptura de la continuidad de la existencia que nos asegura la herencia cultural promueve un estado psíquico de crisis personal o colectiva por el efecto de pérdida de lo viejo y conocido. El pasaje por períodos de duelo, de desarraigo y los intentos de integración pueden ser fuente de síntomas y constelaciones patológicas o por el contrario dar lugar a una integración exitosa. El acontecimiento migratorio, es un hecho que puede adquirir características de traumático, que dependerá de los múltiples factores que tengan lugar en cada caso en particular. El carácter de traumático puede estar provocado por una serie de acontecimientos que por efecto de sumatoria adquieren tal valor bien en el momento de la separación de la situación de origen o al llegar al nuevo contexto. En otros casos permanecerá larvado durante un tiempo para luego producir sus efectos. Una serie de factores determinantes así como otros precipitantes pueden hacer que la experiencia migratoria reactive duelos postergados y que la migración entre en la categoría de trauma acumulativo 3 dando lugar a que los efectos de la misma produzcan profundos sentimientos de desamparo configurando cuadros patológicos que se dilatan a lo largo del tiempo. Las características de las migraciones varían enormemente de un caso a otro. Sin embargo, no podemos dejar de consignar que la migración es una de las contingencias de la vida de los seres humanos que hace que éste se vea obligado a enfrentarse a estados de desorganización que requieren de una operatoria de reorganización posterior. Los que migran, el por qué migran y las condiciones en que lo hacen son de una incontable variedad. Las huídas ante condiciones de miseria hacia tierras que prometen la salvación y promueven la esperanza es una circunstancia que ha existido a lo largo de siglos. Esta circunstancia, junto a las persecusiones ideológicas constituyen frecuentes factores de migración. Tanto en los movimientos masivos de personas por motivos económicos como políticos, la fantasía inconciente de búsqueda de una tierra idealizada como madre protectora ha estado 2 Winnicott D, 1972; Realidad y Juego, Granica Editor. 3 Freud S, 1895; Estudios sobre la histeria, Obras completas, Amorrotu Editores. 2

3 presente. Importantes migraciones han tenido lugar, en no pocas circunstancias, frente a la amenaza que suponen los cambios tanto ideológicos como sociales en diversos países. El temor a la pérdida de valores, de condiciones de vida y las partes del sel que ese cambio podría suponer para quienes tuvieran que amoldarse a ellas, promueven migraciones. Con este tipo de migraciones, la huída del cambio, que aparejaría una situación de inseguridad, así como el temor a la pérdida de la pertenencia del grupo social del que se participa permite fantasear que se mantiene sin necesidad de modificaciones lo hasta ahora conocido. Es un migrar para no cambiar, aunque esto no es generalizable. Las sucesivas pateras que día a día llegan a las costas de países más prósperos dan cuenta de que la migración aparece como el último recurso para subsistir. Los que migran por problemas personales y familiares con una irregular inserción a nivel laboral se ven ante el impacto que un acontecimiento de esta envergadura tiene sobre su psiquismo. Otra diferencia señalada en diversos textos 4 está dada por la condición que se añade a la separación del país de origen dada por el exilio. En este último caso está imposibilitada la alternativa de regreso y no es producto de una elección sino de una necesida que en general compromete la vida. II. Acerca de nuestra intervención como psicoterapeutas y las fantasías inconcientes. Nuestro modo de abordar los casos en los que hemos intervenido psicoterapeúticamente ha sido intentar discriminar en un primer momento desde los argumentos concientes concientes y las razones inconcientes que sostienen los asistidos como motivación de la migración, así como las condiciones de acogida con las que se han encontrado. A estas cuestiones es importante agregar en nuestra investigación la estructuración psíquica de cada sujeto que migra. Dicha organización mental condicionará las posibilidades de una nueva inserción en un contexto cultural ajeno, que en la mayoría de los casos seguirá siendo ajeno por un largo período. La viabilidad de una intervención psicoterapeútica estará relacionada de modo directo con los factores expuestos en el párrafo anterior. En cada caso estas cuestiones facilitarán o no el proceso de duelo por lo dejado, lo perdido y permitirán o no que se pueda llevar a cabo la operatoria 4 Grinberg L Y Grinberg R, 1984; Psicoanálisis de la Migración y el Exilio, Alianza Editorial. 3

4 psíquica que posibilitará la inserción en el lugar de acogida con el establecimiento de nuevos vínculos que permitan establecer una relación socialmente confortable para el emigrado ahora inmigrante. La fantasmática de cada sujeto en relación con la emigración es otro tema que requiere ser investigado. Dicha fantasmática estará vinculada de modo directo con lo que cada sujeto ha de experimentar al incluirse en un medio no familiar, culturalmente diferente. Una nueva situación de pérdida se hace presente. En este caso aquella dada por la discrepancia, siempre presente entre las fantasías en relación a la inmigración y lo que para cada sujeto constituirá su nueva realidad. No debemos dejar de tener en cuenta que independientemente de las razones por las cuales se decida emigrar, el duelo por lo perdido deberá ser afrontado aún en el caso en que la migración aporte visibles ganancias personales y familiares. Sólo a través del registro de la pérdida que se tramitará a partir del duelo por lo perdido, se podrá acceder a una realidad menos sufriente en el nuevo contexto. Este acontecimiento traumático puede también ser pensado desde la perspectiva de la identidad. Entendemos por identidad la posibilidad con la que contamos de introyectar aspectos de la tradición y la cultura incluyendo la relación con el ámbito social en el que el individuo se incluye. La emigración implica desprenderse de estos aspectos para adoptar nuevas instancias de identificación, aquellas que se corresponden con las de la comunidad de acogida. Esta situación enunciada llevará al sujeto a estar montado sobre una vacilación que está en relación directa con la identidad de origen y la nueva producto de tradiciones, usos y costumbres del lugar de acogida. Esto da cuenta del desconcierto con que por mucho tiempo se mueven quienes estarán en situación de inmigrantes y que da lugar a diversos tipos de respuestas. En algunos casos asistimos a una rápida asimilación con la que se intenta por todos los medios evitar la angustia, la desazón frente a la vacilación a la que hemos hecho referencia. En otros casos observamos a los que se aferran a su origen en un intento de evitar también ese pasaje por la incertidumbre de la propia vacilación. En estos casos la fantasmática que subyace a estas circunstancias, de característica inconciente, es la caída en una situación de anomia, de vacío, que amenaza con la desintegración subjetiva. Lo anteriormente expuesto nos permite comprender las variadas actitudes observadas en inmigrantes, sobre todo en aquellos de bajos recursos, que no han tenido la oportunidad de contar con un entorno de protección y que son aquellos que hacen reclamos perentorios con la exigencia de resolución inmediata de sus conflictivas. Estas exigencias en más de una oportunidad 4

5 emergen como manifestaciones violentas entendidas como una obligación de la comunidad de acogida para con ellos. Consideramos que este planteamiento de la migración permite persar de un modo enriquecedor permitiendo el diseño de diversos abordajes terapeúticos con el objetivo de brindar el sostén necesario junto a los esclarecimientos pertinentes vía interpretación y señalamientos que den cuenta de las expresiones psicopatológicas que tengan lugar en cada uno de los que se enfrenta a una migración. Todo este tiempo nos hemos estado refiriendo a la migración como experiencia traumática y a los modos en que sus efectos pueden ser comprendidos y abordados con el uso de abordajes psicoterapeúticas. Nos acercamos a personas que llegan a su condición de inmigrantes trayendo una historia que en muchos casos está muy comprometida desde su origen social y familiar y que condicionan las respuestas posibles a las exigencias que el hecho de la emigración inmigración implican. Estas restricciones que emanan de sus historias y que afectarán al desempeño social en el contexto de acogida harán que el acercamiento psicoterapéutico se vea forzado a trabajar con estos condicionamientos. Todo esto complejiza la conflictiva actual y exige que la labor psicoterapeútica esté a la altura de las exigencias que cada caso particular imponga. Desde esta formulación, es que pensamos en abordajes y dispositivos analíticos que puedan tener en cuenta intervenciones individuales, de pareja, grupales y familiares. Aquí hacemos referencia a las variadas conflictivas por las que somos consultados. Si bien la terapia individual, cuando es posible, permite el despligue de la fantasmática que subyace como conflictiva en relación al sufrimiento y permite el análisis de los puntos en los que la conflictiva está fijada; también es cierto, que por las condiciones de la tarea y frente a la demanda de la comunidad en relación a la crisis que se observa en el colectivo de inmigrantes, la tarea individual se hace restrictiva. En cuanto a la tarea con parejas se pueden abordar situaciones de crisis que están más ligadas al momento actual y relacionadas con la incertidumbre frente a la nueva situación que se vive y que a veces por las mismas exigencias para los sujetos en cuestión agotan la posibilidad de la permanencia en el lazo de la pareja, aún teniendo hijos. En estos casos la pareja se transforma en depositaria de la insatisfacción de cada uno de sus miembros. Lo que el otro hace o deja de hacer promueve fantasías de separación en el otro miembro llegándose a situaciones en que la separación se hace efectiva. 5

6 El trabajo psicoterapéutico en grupo permite abordar de forma menos restringida lo mencionado a nivel individual y en relación con la dinámica social. En la tarea con grupos se podrán visualizar las viscisitudes del funcionamiento yo otro y así poder abordar los aspectos narcisistas de los integrantes del grupo, en relación con la problemática emigración inmigración y con las historias personales de cada uno de los integrantes. Al mismo tiempo los integrantes del grupo podrán mantener relaciones solidarias con otros miembros también inmigrantes con los que podrán compartir las intensas ansiedades efecto del proceso de inmigración. En lo referente al trabajo con familias, como psicoterapeutas tendremos que hacernos cargo de situaciones conflictivas a nivel de las relaciones familiares. El hecho mismo de la emigraciónmigración trastoca los funcionamientos homeostáticos que caracterizaban hasta el momento el funcionamiento del grupo y como consecuencia tienen lugar una alteración de los roles que hasta ese momento caractrizaron la dinámica de ese grupo familiar. El trabajo con estas familias implicará la búsqueda de una nueva homeostasis que permitirá una mejor sostén de los miembros de ese grupo y una re ubicación en los roles madre padre hijos que dé asidero a un funcionamiento menos signado por los síntomas de la estructura familiar. Obteniendo una diferenciación de roles. En síntesis, podemos decir que nuestra tarea consiste, fundamentalmente, en aportar nuestra experiencia a los efectos de ayudar a quienes se encuentran atravesando una difícil situación que como dijimos al comienzo adquiere las características de un acontecimiento traumático y doloroso que puede precipitar despeños melancólicos, maníacos, caídas en situaciones graves de desorganización mental como muestras de un intento fallido de elaboración de la situación de emigración inmigración. Es nuestro desafío como psicoterapeutas el intentar proveer de ayuda a aquellos que nos consultan aquejados de esta problemática, colaborando en la tramitación psíquica de esta difícil situación de duelo con el menos costo posible y a su vez incidir en la posibilidad de que el establecimiento de nuevos vínculos y nuevas formas de asimilación a la comunidad de acogida sean factibles, fomentando el reencuentro con nuevas experiencias de placer. 6

7 III. Erase una vez un paraíso inexistente que no pudo ser encontrado... La viñeta clínica que acontinuación relatamos tiene como finalidad reflexionar acerca de los planteamiento expuestos en los dos apartados anteriores. La razón por la que hemos seleccionado el caso de Mónica es por considerarlo paradigmático de un tipo de migración que se observa con cierta frecuencia en la actualidad. Mónica mantiene una relación de pareja homosexual con Gabriela desde hace 25 años, ambas han criado a una hija adoptiva la que a su vez posee una familia con dos hijos. My G desde un posicionamiento omnipotente y megalómano aglutinan y sostiene a un importante grupo familiar que es traído de a poco a este país ejerciendo ambas la prostitución. M es casi 30 años mayor que G. G ha dejado la prostitución hace unos años y M ha contraído matrimonio con un hombre 40 años mayor que ella que sostiene al inmenso grupo familiar que dependen de M y G (en torno a unas 20 personas, entre hermnas, maridos e hijos de ellas, la madre de M G es huérfana desde que tiene uso de razón primos y tíos de M). Se puede presumir que la fantasía inconciente que subyace a la migración es la de que en el viejo mundo, habrá un lugar madre idealizado de acogida, donde la fantasía megalómana en la que una pareja de mujeres podrá sostener a un gran número de hijos que vivirán y crecerán con todo lo que deseen, podrá llevarse a cabo exitosamente. La primera en consultar es M quebrantada por el fracaso en la consumación de dicha fantasía, con importantes síntomas de angustía que le hacían consultar casi diarimente por temores hipocondríacos, en diferentes servicios de urgencias, temiendo tener infartos, accientes cerebrovasculares, crisis de gran mal, etc. Se incluye material clínico de una pareja, hermana de M casada y con un niño de cinco años. Este caso es también, a nuestro entender, paradigmático de las graves consecuencias que la migración puede tener cuando esta aparece como un intento de huída frente a la conflictiva personal teniendo como fantasía de base para emigrar la de la resolución de todos los males y conflictos. En esta pareja (Lola y Juan) la migración desencadenó por una parte, un acrecentamiento de todos los miedos de Lola (miedo a dormir sola, a salir a la calle y una celotipia con respecto a Juan, unida a un control estricto de todos sus movimientos). Juan en la medida que se vió conminado a trabajar catorce horas diarias comenzó a padecer síntomas somáticos pudiendo casi asegurar que si esto no era modificado de alguna manera, desencadenaría en poco tiempo, importantes riesgos para su salud (hipertensión arterial, problemas cardíacos). La migración por un lado, agravó su situación, en cuanto no colmó sus fantasías de reconstruir un paraíso que 7

8 nunca existió. Por otro lado, puso de manifiesto la situación dramática por la que estaban atravesando. La situación actual implica una doble vertiente de sufrimiento: por un lado, lo que atañe a sus padecimientos que se han mantenido a lo largo del tiempo y por otro lado, la relación con las historias personales de cada uno que les permitía sostener como si fueran uno, una fantasía de redención y de solución a todos los problemas por el mero hecho de emigrar migrar. IV. Conclusiones. En Moisés y la religión monoteísta (apartado Período de latencia ) Freud dice:...los efectos del trauma son de dos clases: positivos y negativos. Llamo positivos a los efectos para reanimar el trauma, ya sea para recordar la vivencia olvidada, o para hacerla real en el sentido de vivenciar de nuevo, una repetición de ella. Si bien Freud habla del trauma como constitutivo del aparato psíquico, nosotros tomando este modelo hacemos referencia a la situación traumática, apoyándonos en esta noción freudiana del trauma. El trauma en el caso de la migración aparece excediendo la capacidad de elaboración del aparato psíquico. El trauma va unido al concepto de repetición y es a través de esta repetición que podemos desentrañar la fantasía presente en ese sujeto singular que ha efectuado una migración y los efectos que en él ésta ha producido. Los efectos negativos son aquellos que están en relación con lo que sería la constitución misma de la defensa, vehiculizada a través de las fobias, las inhibiciones,... Todo esto hace a un aparato que de modo defensivo reacciona frente y contra el trauma. Continúa Freud en las páginas 74 y 75 de ese mismo texto (Ed. Amorrortu): También es lícito considerar la contracción de esta enfermedad como un intento de curación, como empeño para volver a reconciliar con las demás, las partes del yo escindidas por el influjo del trauma y reunirlas en un todo poderoso dirigido contra el mundo exterior Aquí aparece la enfermedad como intento restitutivo frente a lo traumático. Por lo tanto, cuando nos encontramos con síntomas producto de este acontecimiento, el síntoma como transacción manifestará los dos elementos presentes en el conflicto: el traumático y el defensivo. Plantea Freud...sólo rara vez cuaja un intento así, si no viene en su auxilio el trabajo analítico, y aún entonces, no siempre. Asaz a menudo termina en una total devastación del yo y su despedazamiento, o en su avasallamiento por el sector tempranamente escindido, gobernado por el trauma. 8

9 Es de hacer notar que todos los efectos del trauma conllevan angustia. En Inhibición, síntoma y angustia Freud plantea, hablando del síntoma (Página 55, Ed Amorrotu)...podría exagerarse también el valor de esta adaptación secundaria al síntoma mediante el enunciado de que el yo se lo ha procurado únicamente para gozar de sus ventajas. Ello es tan correcto y tan falso como lo sería la opinión de que el mutilado de guerra se ha hecho cortar la pierna para quedar excento de trabajar y para vivir de su pensión de invalidez... y cuando después intentamos prestar asistencia analítica al yo en su lucha contra el síntoma, nos encontramos con que estas ligazones de reconciliación entre el yo y el síntoma actuan en el bando de las resistencias. No nos resulta fácil soltarlas. 9