Desafíos de una administración pública participativa en México

Transcripción

1 Introducción Desafíos de una administración pública participativa en México Ricardo Paredes Solorio Tomando en consideración los fundamentos y principios de la Carta Iberoamericana de Participación Ciudadana en la Gestión Pública 1, y las propuestas sobre la Reforma del Estado y la Modernización de la Gestión Pública en el marco del CLAD, se propone definir los desafíos de una Administración Pública participativa en México. La Carta Iberoamericana es el marco de referencia que define a la gestión pública en dos ámbitos, la que se realiza directamente a través del Estado y la que es compartida con las organizaciones sociales o el sector privado, o la que es gestionada directamente por éstos; la Carta reconoce que el Estado es esencial en la construcción de los intereses colectivos, en la búsqueda de un desarrollo con mayor equidad y justicia social, y como garante de un orden social democrático; siendo requisito indispensable para la participación ciudadana, la transparencia en la actuación del Estado y la responsabilidad social en el ejercicio del gobierno. La Carta Iberoamericana de Participación Ciudadana en la Gestión Pública tiene por objeto: Fijar las bases conceptuales y los componentes que constituyen la participación ciudadana en la gestión pública, como forma de mejorar la calidad de las democracias en Iberoamérica. Definir los contenidos básicos del derecho de los ciudadanos y las ciudadanas a participar en la gestión pública. Establecer un marco de principios rectores e instrumentos que contribuyan a alcanzar un lenguaje común en relación a la participación de los ciudadanos y las ciudadanas en la gestión pública. Servir como orientación para el desarrollo y la consolidación de modelos nacionales de participación ciudadana en la gestión pública. Recrear el necesario vínculo de confianza de los Gobiernos y sus respectivas Administraciones, en los ámbitos nacional, regional y local, con los ciudadanos y las ciudadanas, facilitando la información, la comunicación y la participación de éstos. Contribuir al cumplimiento de los compromisos emanados de instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos, suscritos y ratificados por los Estados. 1 Fue Aprobada por la XI Conferencia Iberoamericana de Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado. Lisboa, Portugal, 25 y 26 de junio de 2009 y Adoptada por la XIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Estoril, Portugal, 30 de noviembre y 1 de diciembre de (Resolución No. 38 del "Plan de Acción de Lisboa") 1

2 Por lo tanto los Desafíos de una Administración Pública Participativa en México se construyen a partir de cuatro apartados: 1) Sociedad Civil: Un factor en potencia; 2) Calidad de la Democracia en México; 3) Fortalecimiento de la Democracia Participativa; y 4) Administración Pública Participativa en México. En el primer apartado Sociedad Civil: Un factor en potencia se propone hablar de la participación social como eje de transformación, enfatizando el potencial de la sociedad civil para la consolidación de la democratización de un país. En el apartado Calidad de la Democracia en México se considera reconocer las principales brechas sociales que impiden la democratización de la sociedad. Aquellas brechas que existen entre la democracia institucional y la democracia social; promoviendo el salto cualitativo de los mecanismos de participación. En el tercer apartado propuesto Fortalecimiento de la Democracia Participativa, se plantea la importancia de los movimientos sociales y su relevancia en el quehacer político. Incluyendo el nuevo papel que juega la participación ciudadana como herramienta para el fortalecimiento de la Democracia. Por último se aborda la Administración Pública Participativa en México con la inclusión de la importante necesidadde generación de Políticas Públicas, siendo un engrane central para la participación democrática de la sociedad. Concluyendo con la importancia de la ética y la responsabilidad como valores vitales en una Administración Pública Participativa. Sociedad civil: Un factor en potencia Partiendo de la definición del banco mundial que utiliza el término de Sociedad Civil para referirse a una gama de organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro que están presentes en la vida pública, que expresan los intereses y valores de sus miembros y de otros, según consideraciones éticas, culturales, políticas, científicas, religiosas o filantrópicas. Por lo tanto,es de vital importancia tener presente que el término organizaciones de la sociedad civil abarca una gran variedad de organizaciones: grupos comunitarios, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, grupos indígenas, organizaciones de caridad, organizaciones religiosas, asociaciones profesionales y fundaciones. Históricamente pareciera simularse la idea adoptada por la generalidad, de que los gobiernos han absorbido como exclusiva, la labor de la búsqueda del bien común. Se hacaído en la trampa natural de suponer que el aparato público, él y sólo él, es quien tiene no sólo la facultad, sino la responsabilidad de la solución de los problemas que actualmente aquejan a nuestra sociedad. Es preponderante considerar la apertura al papel fundamental que juegan las organizaciones de la sociedad civil, no sólo en la actualidad, sino en el desarrollo de la era contemporánea. Hoy más que nunca este factor en potencia espera y reclama el 2

3 reconocimiento y materialización de aquellas vías planteadas en la ley, pero que por falta de apertura de los gobiernos, no ha logrado concretarse, en referencia a un factor en potencia, reconociendo el gran potencial y la fuerza que conlleva la organización de los miembros de la sociedad, enactividades como propuestas, observación y/o vigilancia, y evaluación de las actividades, en lo que respecta a la transparencia, fiscalización y rendición de cuentas gubernamentales. La sociedad civil será más democrática cuanto más compleja se manifieste, cuanto mejor distribuidos estén los poderes entre todos los miembros de la sociedad y por tanto, menor sea el poder de las elites, cuanto más cercanos y respetuosos sean los términos en que se produce el debate público, cuanto mejor dotada esté dicha sociedad de organizaciones civiles formales que valoricen la individualidad de cada miembro y la confianza de todos, con base en los derechos individuales y el espíritu de colaboración. Los países desarrollados se encuentran en la etapa de democracia de la sociedad civil, esto se debe a que ya completaron su revolución democrática y porque su gobernanza democrática ya es de sociedad civil y constituye una mejor forma de gobierno, ya que en la democracia de sociedad civil el buen gobierno depende de las instituciones existentes y de la propia dinámica que la sociedad civil determine. El desafío fundamental que se presenta hoy en los países latinoamericanos, es realizar su transformación democrática, es fortalecer su sociedad civil, es estar abiertos a la crítica social, es respetar y hacer avanzar el debate público; la sociedad civil en América Latina se torna cada día más democrática y por ende participativa, el debate público es más amplio y aumenta la capacidad de toda la sociedad de aprender con sus experiencias y errores. Esto sobretodo, sustentado hoy en el acceso a las nuevas tecnologías de información y comunicación. México ha transitado de la democracia perfecta, del presidencialismo, a la democracia imperfecta (Moreno, 2003:18), la cual propició un cambio en el partido dominante, aunque no fue un cambio con un significado claro de políticas publicas o de contenidos programáticos, sino simplemente de alternancia, de ver otro partido y a otros individuos en el cargo mas importante del país: La presidencia de la Republica, creándose más adelante un neopresidencialismo; el gobierno en sus tres órdenes, el federal, el estatal y el municipal, hoy tiene leyes que competen a la transparencia, a la fiscalización y a la rendición de cuentas, sin embargo, las instituciones responsables de su observancia no consideran plenamente a todos los sectores de la sociedad civil, sino únicamente a ciertos sectores y sus intereses. Parte fundamental de este documento, es alcanzar el ideal de que cada individuo debe de reconocerse como parte de la sociedad civil, es decir colectivamente; y si así lo decide, formalizar esta pertenencia a través de acciones críticas, razonadas y responsables que influyan directamente en el mejoramiento de su realidad. La importante necesidad que cada individuo, cada ciudadano pueda comprender el principio de la suma de voluntades para lograr la transformación del quehacer público. Como lo entendió el gran poeta Mario Benedetti en su poema Te quiero, y en la calle codo a codo, somos mucho más que dos. 3

4 Calidad de la democracia en México Al realizarse cualquier evaluación de la calidad de la democracia en México, es necesario considerar la igualdad de voz y voto, es decir, el grado en que los ciudadanos tienen oportunidades más o menos iguales de participar en la toma de las decisiones colectivas. La participación ciudadana se ve reflejada principalmente en los procesos electorales y otros mecanismos que obligan al cumplimiento de los compromisos y responsabilidades de los representantes, como son los medios de comunicación y las redes sociales. Reconocer las desigualdades que existen en la participación política de los ciudadanos con niveles de ingresos altos y bajos, es un ejercicio severo, sin embargo necesario. Los pobres en México votan menos y participan en menor proporción que los ciudadanos de mayores recursos económicos en actividades políticas dirigidas directamente a los gobernantes. Cuando existe la participación, tiende a hacerse en actividades para presionar a las autoridades, produciendo las condiciones para que los gobiernos no respondan por igual a las demandas de todos los grupos sociales. Muchos hablan de una devaluación de la democracia en el país, no necesariamente éste debe de ser el enfoque. México ha transitado en un proceso de Democratización, sin embargo en la actualidad, aún está pendiente su consolidación en la cobertura de cada ciudadano. A la fecha no se han generado esquemas reales para la democratización ciudadana; cierto es que hoy existen más ciudadanos que creen en la principios democráticos como pilares fundamentales de toda sociedad moderna, es decir, no se ha afianzado la cultura política que vincula la vida democrática de las autoridades, con la vida democrática de los ciudadanos. Los organismos internacionales, como la ONU 2 dentro del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2004)observan en los países de América Latina como enfrentan una crisis de credibilidad institucional, además de graves problemas de inseguridad, salud, alimentación y desempleo. Pocos países de América Latina (Chile, Costa Rica, y Uruguay) han seguido los mismoscaminos de los países desarrollados para la construcción de sus sistemas democráticos.en el resto de los países de la región, aunque se han logrado avances significativos, el grado de la democracia presenta una situación muy diferente: se ha alcanzado la enorme conquista de los derechos políticos pero aun falta mucho para lograr una expansión satisfactoria de los derechos civiles y sociales (Salas, 2008). En México, se han agudizado los problemas que originan el narcotráfico, el secuestro, el desempleo y la pobreza, todo esto aunado a un deterioro del sistema institucional gubernamental. Ante esta situación, es necesario buscar e implementar nuevas estrategias que impulsen el crecimiento y desarrollo económico, donde el gran desafío es la construcción de instituciones sólidas y democráticas que permitan la participación ciudadana en los procesos de planeación y seguimiento de proyectos para mejorar las condiciones de vida de 2 Organización de las Naciones Unidas (ONU), definida como una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos. 4

5 la población. La calidad de la Democracia en México dependerá del fortalecimiento de nuestras instituciones. Fortalecimiento de la democracia participativa La participación ciudadana en los procesos de planeación cobra vital importancia debido a la ineficacia y falta de representatividad del sistema de planeación tradicional, que se caracteriza por diseñar, ejecutar y dar seguimiento a lineamientos establecidos de manera unilateral, con resultados que no reflejan un mejoramiento en las condiciones de vida de la población. Ante esta problemática, es cada vez más necesario considerar las diferentes opiniones y decisiones de las personas, líderes y representantes de organizaciones sociales e instituciones públicas, en el diseño, realización y seguimiento de proyectos específicos; aclarando que las consultas públicas no deben ser escenarios de simulación para justificar acciones políticas; sino que debieran ser verdaderos ejercicios de participación ciudadana que reflejen resultados convincentes. Señala Osorio (2011) que la participación ciudadana es uno de los elementos que contribuyen a profundizar la democracia, que es importante traducirla en proyectos específicos en los que los ciudadanos impactan en la toma de decisiones vinculantes y ejercen sus derechos de ciudadanía. Olvera (1999:34) concluyó que las decisiones públicas se ven limitadas si no se consideran las prioridades señaladas por los mismos ciudadanos. La participación ciudadana y las Instituciones se desvinculan a partir de distintos factores que se van presentando, como el fenómeno de las elecciones cuestionadas, que generan una falta de certeza, legalidad, imparcialidad y equidad; aunado a ello, el ejercicio autoritario del poder y la discrecionalidad con que se actúa, se traduce esto en la falta de transparencia y rendición de cuentas, de esta forma puede explicarse como la ciudadanía percibe las fallas en el sistema judicial: por un lado existe parcialidad, lentitud e inequidad en la aplicación de la ley. Contamos con un congreso en el que sobresalen los intereses partidarios, no existen mecanismos para garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales y sobre todo la ausencia del reconocimiento constitucional del derecho ciudadano a participar en las decisiones y asuntos públicos; los mecanismos de consulta y participación social no reflejan la realidad y son insuficientes, así como no consideran un efecto vinculatorio del origen y aplicación de los recursos. A quien desea participar en movilizaciones y protestas sociales se le acusa de ataques a la paz pública, lesiones, sabotaje y alteración del orden público, entre otros. Por lo tanto, no se generaparticipación ciudadana ya que por parte de la sociedad existe desconfianza hacia las leyes, instituciones y otros grupos de la propia comunidad, es decir se genera desconfianza en los demás. Hoy las relaciones sociales están supeditadas al interés individual y no al colectivo, existe Intolerancia y discriminación por sexo, raza, religión e ideas políticas, orillando a estos sectoresa construir sus propios espacios de expresión a través de asociaciones y grupos altruistas que terminan desvirtuando su misión nuevamente por la coerción del propio sistema. 5

6 La determinación de prioridades del ciudadano en lo colectivo, se da a través de los fenómenos conocidos como movimientos sociales de esta manera entra en escena y cobra vital importancia su capacidad de organización, movimientos sociales que difícilmente son aceptados y bienvenidos tanto por las autoridades, como por un sector de la ciudadanía misma. Cierto es que México ha mostrado un gran avance en el tema de los movimientos sociales como encaminadores del quehacer público; por citar un ejemplo el movimiento #yosoy132 3 que actualmente en México figura como un importante contrapeso y proyecto ciudadano que evaluará y determinará algunas de las primeras acciones del nuevo gobierno en el país. Por último, es importante destacar, que la visión de la Democracia participativa requiere ser entendida y adecuada como forma de vida para todos los ciudadanos, por cuanto necesitamos insertarnos en un proceso de grandes cambios, cuyo objetivo fundamental está dirigido a la transformación del Estado y la profundización de la democracia en sí. En México sólo será posible el fortalecimiento de la democracia, si existe voluntad y colaboración de toda la sociedad, como lo menciona Held citado por Olvera García (2006:20) en lo individual y en lo colectivo, para creer en la transformación, para la búsqueda del desarrollo, aquel desarrollo que se alcanza solo con la participación ciudadana, la cual debe ser capaz de fomentar la eficacia política que nutra la preocupación por los problemas colectivos y contribuya a la formación de una ciudadanía sabia, capaz de interesarse de forma continua por el proceso de gobierno. De esta propuesta, la democracia participativa se sustenta en el ciudadano y la responsabilidad de éste con respecto a otro ciudadano, como tal la base de la participación del ciudadano se centra en la idea de reconocer al otro como suyo propio, es decir, que la participación se da en un ámbito que contempla dos esferas. La publica y la privada, de esta manera, el individuo se ve obligado a respetar y reconocer el espacio privado del otro, por que esto permitirá la interacción y el reconocimiento en el espacio publico, esto fomentará la participación directa de los ciudadanos en las instituciones claves de la sociedad, como son el espacio de trabajo y organizaciones locales. La democracia participativa debe visualizarse como una expresión cotidiana en el actuar del ciudadano y en general de la sociedad. Hablar del fortalecimiento de las instituciones democráticas como medio para alcanzar una democracia de calidad, implica entonces establecer de forma clara los mecanismos que éstas deben seguir para fortalecerse; desde del punto de vista del neoinstitucionalismo, hablar de instituciones significa hablar de un conjunto de reglas del juego aplicadas de forma clara y objetiva a los diferentes jugadores que interactúan dentro de ellas Rodríguez (2006); de acuerdo con dicha definición la forma más viable de consolidar las instituciones y promover la participación ciudadana, es el fortalecimiento de las reglas que las sostienen, 3 El nombre YoSoy132 se refiere principalmente a la autoafiliación y apoyo al movimiento como el miembro número 132 tras la publicación de un vídeo en el que 131 estudiantes ejercen su derecho de réplica, este movimiento inicio como una manifestación de parte de estudiantes, por la visita del candidato a la presidencia de México, Enrique Peña Nieto a las instalaciones de la Universidad Iberoamericana, el pasado 11 de marzo, se ha convertido en un movimiento de carácter nacional e internacional, principalmente en las redes sociales como facebook y twitter. 6

7 valorar pero sobretodo mejorar los incentivos que poseen los miembros de la sociedad para apegarse a éstas. Aunado a la importancia del fortalecimiento de las instituciones como imperativa para alcanzar una democracia de calidad, se presenta la necesidad de incrementar su legitimidad con la ciudadanía, es decir no solamente es necesario mantener las reglas del juego claras y objetivas sino que también es vital para que exista un verdadera gobernanza. La falta de respeto a las reglas establecidas por el sector público y la poca claridad y objetividad en sus normas, son factores que minan sus cimientos y restringen la participación de la sociedad civil en aquellas áreas en donde la colaboración sociedad Estado es vital para transformación del país. La verdadera búsqueda de la democratización de nuestra sociedad debe tener presente en todo momento la responsabilidad con el entorno, cada ciudadano debe comprometerse con una mayor apertura a la participación socialmente responsable que es garante del entorno político, social e incluso ambiental; el desafío de la Administración Pública participativa no se limita al terreno de lo político, sino procura el desarrollo sustentable del medio ambiente, de la economía y por ende el desarrollo social. Para ello, es necesario asumir soluciones desde el nivel local, en consecuencia, tenemos el planteamiento de nuevas discusiones surgidas a partir de estas reformas constitucionales y legislativas acontecidas en distintos contextos mundiales. Pero lo que se requiere es partir con la presencia e influencia de las dinámicas surgidas a partir de los gobiernos locales como origen y destino de la problemática del ciudadano en su primer contacto; en este sentido, la tendencia en los próximos años debe estar orientada a impulsar los procesos desde los espacios micro hasta los macro, para incidir en la construcción de planes de acción con roles y responsabilidades diferenciadas pero convergentes. Administración pública participativa en México Para alcanzar los distintos desafíos de una Administración Pública participativa, se plantea a la participación ciudadana como elemento básico reconocido y privilegiado dentro de nuestro sistema político; en este sentido, la democratización de Poder Público observa avances en el marco jurídico, como el caso de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual acepta y garantiza mecanismos abiertos y flexibles encaminados a fomentar el actuar de la sociedad civil; y lo asegura a través de un marco normativo, tal como se expresa en la Ley de Fomento a las actividades realizadas por organizaciones de la sociedad civil. Consolidar en la realidad política social del Estado el entendimiento de que lo privado y lo público no son esferas antagónicas, sino complementarias que aseguran la coordinación pero sobretodo, la cooperación de los agentes sociales. Lo privado y lo público son la fuerza motriz que posibilita utilizar recursos, compartir costos, sumar esfuerzos y ordenar capacidades que se aplican en favor de la vida productiva y reproductiva de la sociedad. Lo privado es el espacio que contribuye a que las fuerzas productivas se organicen para multiplicar las ventajas comparativas en la sociedad. Lo privado y lo público son los atributos 7

8 de la sociedad moderna entendida como una sociedad abierta, esta es la combinación de valores, instituciones y principios que reconocen la dignidad de las personas, la responsabilidad institucional, la capacidad de inventiva, las relaciones competitivas y la existencia de condiciones que favorecen el desarrollo racional y razonable de los grupos en términos de aportar experiencia, sapiencia y recursos en favor de los asuntos de interés común (Uvalle 2006:10). La vida democrática es el referente de la sociedad abierta, lo cual implica definir reglas puntuales para organizar, ejercer y controlar el poder. Las reglas de la sociedad abierta tienen su origen en la interacción de los actores políticos y económicos, los cuales tienen la responsabilidad de formalizar en normas positivas, los derechos humanos, los valores de la equidad, la participación democrática individual y colectiva; en este sentido, el control del poder es condición necesaria para no deteriorar el orden político de las instituciones públicas. Evitar que el gobierno sea un mal público y que los gobernantes tiendan hacia lo autoritario, es punto cardinal de la sociedad abierta, misma que reconoce la importancia de que los ciudadanos no tengan incertidumbre ni desconfianza en su relación con las autoridades públicas. La institucionalidad del orden político enlaza a las autoridades públicas con los grupos ciudadanos. No se construye a partir de actos de autoridad, sino de procesos amplios que conllevan a la esfera de la gobernabilidad; no se construye sin referentes democráticos, sino a partir de lo mismo, dado que se orienta a definir las reglas que facilitan la cooperación de los agentes políticos en favor de la estabilidad de las instituciones. Un elemento preponderante en el fortalecimiento de la Democracia, es la gerencia pública, según Guy B (2005:123), ésta promueve una relación entre el ciudadano/cliente con el gobierno. El resultado de esta relación es la participación de los ciudadanos en la formulación de políticas, ya que la nueva gerencia pública busca establecerla sólidamente para que los usuarios como receptores de los servicios, puedan involucrarse en los procesos para su desarrollo. Para que dicha relación funcione y tanto gobierno como sociedad compartan los mismo objetivos y metas en las líneas de acción por desarrollar- se necesita de dos elementos esenciales dentro del Estado social o civil de participación ciudadana: la apertura del gobierno y la organización de la sociedad para lograr finalmente la gobernanza; por lo tanto el gobierno debe manejarse en una política de apertura, esto es, permitir que los ciudadanos participen en sus actividades, que conozcan los procesos para que conjuntamente se decidan las metas y los objetivos que se desean alcanzar; la administración pública debe de incluir a la ciudadanía en esta práctica, también conocida como la gestión de proximidad. La propuesta de una nueva estructura del poder público, flexible a la participación ciudadana en los distintos órdenes de gobierno, debe plantear claramente en primer punto, la participación en la formulación de políticas públicas equitativas e incluyentes de todos los sectores, su ejecución y evaluación, la potencialidad democrática de la participación de las organizaciones civiles, ypor último la participación en los procesos económicos. 8

9 De esta manera, el aparato estatal se aproxima lo más posible al ciudadano, generando con esto, nuevos espacios para viabilizar la participación, en la concepción de una sociedad civil y de un estado sensible y responsable, permitiendo su vigilancia, y reconociendo el potencial participativo, capaz de establecer nuevas relaciones entre el Estado y la sociedad civil. Considerar que ya se ha realizado el salto de una Democracia Electoral, a una Democracia Democratizada, puede ser una aseveración arriesgada, pero actualmente posible, ya que hoy existen elementos como la transparencia, el acceso a la información pública, la fiscalización y rendición de cuentas, la protección de datos y la contraloría social; que generan un ambiente más comprensivo de la labor de gobierno, con ciudadanías más exigentes que generan funcionarios más responsables. En este nuevo escenario de una administración pública participativa e incluyente, habrá que considerarse como núcleo central de toda política pública y todo actuar de los ámbitos público y privado, a la ética y la responsabilidad social, como elementos vitales que previenen la corrupción en ambos espacios y garantizan la verdadera democratización de la sociedad. Conclusiones Los desafíos anteriormente analizados nos permiten visualizar un panorama más claro de lo que sucede con respecto a la concepción de sociedad civil, democracia, y participación ciudadana, y gobernanza, como fundamento para la construcción de una Administración Pública participativa en México. Es de vital importancia el reconocimiento de la participación ciudadana en la gestión pública y en la mejora de las democracias, sin ella no puede ser posible la sustentabilidad de las políticas públicas en las sociedades modernas. Queda claro que la concepción de una Administración Pública participativa y abierta es poco probable sin la presencia de una ciudadanía en acción; en la actualidad se ha encontrado una serie de limitaciones que menguan el ímpetu de participación. Algunas de estas limitaciones pueden ser de carácter institucional, como lo esel establecimiento de un régimen político rígido y autoritario, o una falla en el sistema de contrapesos en los poderes del Estado, la falta de transparencia y la rendición de cuentas por parte de los funcionarios públicos; de carácter partidista, como los casos en los que existe una mayoría preponderante al mando del poder legislativo; de carácter administrativo, cuando se carece de mecanismos que garanticen el ejercicio de los derechos de todo ciudadano, los mecanismos de consulta y participación social sin efecto vinculatorio; también pueden ser de índole social, en la que aún existen serios problemas como lo son la discriminación, la discrecionalidad, la intolerancia hacia la diferencia y la pluralidad de ideas, creencias e identidades, el desconocimiento por parte de los ciudadano de sus derechos políticos, yla ausencia de una cultura de cooperación para solucionar los problemas colectivos. 9

10 Privilegiar el Derecho de los ciudadanos a la participación, es hoy en día la primicia central de los gobiernos socialmente responsables; la construcción de procesos para el uso de este derecho, debe de estar encaminada a una participación efectiva en la gestión pública, logrando la equidad del desarrollo integral de México y el resto de los países latinoamericanos. La construcción de principios rectores e instrumentos para homologar un lenguaje común, es un trabajo y responsabilidad de los Gobiernos Globales, en la búsqueda de la universalidad del ciudadano,de la idea y concepción de una sociedad responsable, capaz de gobernarse a si misma, logrando una transformación en la mentalidad, que conlleve al individuo a reconocerse como un ente libre, capaz de evaluarse por sí mismo y en consecuencia asumir su responsabilidad social y política, dando cumplimiento a los compromisos y acuerdos de las organizaciones internacionales. Fomentar nuevos canales de información y comunicación para la participación, es tarea de todos; esto contribuye en cada actividad y en todo momento ante los grandes cambios sociales, económicos, territoriales; sobretodo a la solución de los problemas multidimensionales que los gobiernos y sus administraciones enfrentan en la actualidad. Un elemento determinante para una Administración Pública más participativa, es la búsqueda y promoción de la colaboración entre cada uno de los miembros y organizaciones de la sociedad; colaboración orientada por supuesto al desarrollo, a la consolidación de modelos de gestión pública y participación ciudadana. El trabajo colaborativo entre los tres órdenes de gobierno es fundamental para dar respuesta a los intereses comunes de la ciudadanía, sobre los intereses personales y de grupo; en la medida en que las administraciones públicas atiendan al cumplimiento de las demandassociales, se logrará romper con los obstáculos que históricamente han impedido alcanzar un México incluyente, condición fundamental para la búsqueda de acuerdos que consoliden el desarrollo social. Bibliografía Guy B. Peters y Jon Pierre (2005) Gobernanza sin gobierno? replanteándose la Administración Pública en La Gobernanza Hoy: 10 Textos de referencia, Agustí Cerrillo I. Martínez (coord.), Madrid, Instituto Nacional de Administración Pública, A.C. Maldonado, Carlos Eduardo (2000) Sociedad Civil: Racionalidad Colectiva y Acción Colectiva Universidad Libre de Colombia. Moreno, Alejandro (2003), Democracia, Actitudes políticas y Conducta electoral, Fondo de Cultura Económica (ed), México. Olvera García, Julio Cesar (2006) Democracia, Pluralidad Política y Competitividad Electoral en el Estado de México( ) enciudadanía, democracia y políticas públicas, Juan Carlos León y Ramírez y Salvador Mora Velázquez (coords.), México, Universidad Autónoma de México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Olvera, Alberto J., coord. (1999), La sociedad civil: de la teoría a la realidad, El Colegio de México, México. 10

11 Rodríguez, Fabio y Guillermo Beatriz (2006), Aplicaciones del neoinstitucionalismo a problemas públicos locales en México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, México. Salas Rivas, Martha (2008), Calidad de la democracia en América Latina: El caso de México, Centro de Estudios Latinoamericanos, Universidad de Miami. Terrones Cordero, Aníbal y Sánchez Torres, Yolanda (2010), Planeación participativa: teoría y práctica, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo; Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep), Plaza y Valdés (ed), México, D.F. Uvalle Berrones Ricardo (2006) La Institucionalidad Democrática: Eje articulador de la sociedad, el ciudadano y el Estado en Sociedad, Ciudadanización y Estado Democrático, Ricardo Uvalle Berrones (coord.), México, Instituto Nacional de Administración Pública, A.C NISH/0,,contentMDK: ~menuPK: ~pagePK:220503~piPK:220476~the SitePK: ~isCURL:Y,00.html, RESEÑA BIOGRÁFICA Paredes Solorio Ricardo; Mexicano, es Licenciado en Administración Pública y Maestro en Administración por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, tiene el grado Doctor en Administración Pública por el Instituto de Administración Pública, A.C y tiene el grado de Posdoctorado en Administración, Políticas Públicas y Gobierno realizado en la Universidad de Nuevo México. Es Profesor Investigador Tiempo Completo en la Facultad de Administración de la BUAP; ha publicado diversos artículos en la Revista: Gobierno y Gestión, editada por el Instituto de Administración Pública y en la Revista: Política y Administración para el Desarrollo. Actualmente es Director de la Facultad de Administración en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; 4 Sur 104 Col. Centro C.P Teléfono y Fax: +52 (222) ricardo.paredes@correo.buap.mx Página web: 11