CINCO AÑOS DESPUÉS: Malí en el corazón de Cantabria

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Estefania Cabrera Cortés
hace 8 años
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1 CINCO AÑOS DESPUÉS: Malí en el corazón de Cantabria Hace cinco años un diario regional publicó un reportaje titulado Cantabria en el corazón de África con ocasión de la inauguración de un pozo y una conducción de agua en la aldea de Segué, aldea situada en el Mali más profundo. Aquella obra había sido financiada por muchos ciudadanos siguiendo una iniciativa liderada por el entonces Presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla, en colaboración con aquel periódico y un canal local de televisión. En dos maratones televisivos se consiguió una gran recaudación, suficiente para el pozo e incluso para repartir el sobrante entre la Cocina Económica de Santander y el Asilo de Torrelavega. La historia había comenzado con la visita de Carmen Cagigal, misionera española en Malí, a su paisano Miguel Ángel Revilla para solicitar una ayuda que mejorara las condiciones de vida de los habitantes de aquella aldea. Ni que decir tiene que su paisano se volcó e incluso aportó para la subasta, entre otras cosas, el chaqué que llevó a la boda del Príncipe Felipe. La historia continuó con el viaje que yo mismo tuve ocasión de realizar aprovechando mis vacaciones para ir a aquel lugar, en el corazón de África, a inaugurar el pozo y de paso conocer la forma de vida de aquella gente. De aquel inolvidable viaje y del inenarrable recibimiento que tuvimos quienes representábamos al Presidente de Cantabria, surgió el compromiso de intentar financiar la construcción de la carretera que llevaba a la aldea. También esta iniciativa fue un éxito gracias a las aportaciones de treinta y cinco Ayuntamientos de Cantabria y varios particulares que acudieron a la llamada que yo mismo dirigí desde la Consejería de Obras Públicas. A todos ellos, y al propio Gobierno de Cantabria que también colaboró, los lugareños les quedaron tremendamente agradecidos.

Aquella obra había sido financiada por muchos ciudadanos siguiendo una iniciativa liderada por el entonces Presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla, en colaboración con aquel periódico y un canal

2 Hoy ha llegado el momento de darle la vuelta a aquel titular, porque a raíz de aquellas iniciativas han sido muchos los cántabros que han puesto a Mali en su corazón. Algunos han colaborado económicamente con la monja de Polaciones, incluso visitándola en su Misión, algo que hoy por desgracia, cinco años después, ya no es posible. Aún recuerdo con nostalgia el largo viaje desde la capital Bamako hasta Segué, en las inmediaciones del País Dogon, declarado en 1989 Patrimonio de la Humanidad, atravesando aquellos territorios en un todoterreno, con la música de Alí Farká Touré y sus blues del desierto y el escenario único de los baobabs; las escalas a orillas del Río Níger en Moptí, Segou y Sévaré, ciudades que hoy suenan familiares a los oídos de los que siguen por la prensa o la televisión el desarrollo de la guerra de Mali. Pero para que el lector interesado se sitúe en el escenario me permito hacer una breve descripción de la geografía de Mali: Situado en el interior de la mitad norte de África, tiene km2., aproximadamente como España y Francia juntas, con apenas quince millones de habitantes y lo curioso es que se parece enormemente en la forma a los dos países.

Aún recuerdo con nostalgia el largo viaje desde la capital Bamako hasta Segué, en las inmediaciones del País Dogon, declarado en 1989 Patrimonio de la Humanidad, atravesando aquellos territorios en

3 Como se puede observar en el mapa, la parte sur se parece a una España que tuviera una Galicia agrandada a costa de Portugal, con la capital Bamako sustituyendo a Madrid. Hasta podríamos dibujar una línea equivalente a los Pirineos para separar el norte del sur del país. Una línea similar a la que sirvió para establecer la separación del nuevo Estado, Azawad, que los islamistas junto con los tuaregs del Norte pretendieron crear el pasado mes de abril cuando proclamaron su independencia ocupando el territorio sahariano. Vimos cómo conquistaron ciudades como Kidal, Gao o Tombuctú, la mítica ciudad escenario de tantas películas y relatos, donde las caravanas del desierto alcanzaban, tras larguísimos viajes, las aguas del Níger. Y en los últimos meses asistimos con el corazón encogido, al avance de los islamistas pasando la línea divisoria y tomando otras importantes ciudades como Konna en la región de Mopti y se acercaban a Bamako. Por eso la decidida acción de Francia ha sido tan bien recibida en el país y en la comunidad internacional. Gracias a las escalofriantes cartas que recibe Carmen, ahora instalada en Oviedo, nos hemos mantenido informados de todo de primera mano y sabemos del pánico que siente la mayoría de los malienses ante la llegada de los yihadistas y su ley

Una línea similar a la que sirvió para establecer la separación del nuevo Estado, Azawad, que los islamistas junto con los tuaregs del Norte pretendieron crear el pasado mes de abril cuando

4 del terror, una de cuyas primeras medidas, entre otras atrocidades, es imponer la aplicación estricta de la Sharia. Porque Mali, aún siendo un país de mayoría musulmana, con comunidades cristianas y otras de creencias animistas, no sólo nunca ha sido fundamentalista en el aspecto religioso, sino más bien tolerante. No hay más que ver el contraste entre el burka o el chador con el colorido de los vestidos de las mujeres africanas o la naturalidad con que amamantan a sus criaturas en la calle. Y en Mali, a pesar de los males que la aquejan, comunes a los países del África subsahariana, como la corrupción o la extrema pobreza, se puede apreciar algún viso de democracia junta con espléndidas iniciativas para modernizar el país. Entre éstas, algunas se sirven del vehículo de la Música, pues no en vano, su música es una de las más reconocidas del continente. Efectivamente, en los últimos años ha surgido una extraordinaria generación de músicos y cantantes, hombres y mujeres, que triunfan en todo el mundo. Solamente citaré a una de estas maravillosas cantantes, Oumou Sangaré, que se ha hecho popular no sólo por sus discos sino por su lucha por los derechos de las mujeres africanas, su oposición a la poligamia y en especial por la erradicación de la ablación, costumbre todavía existente en muchos lugares de África. Este verano podremos verla en Cartagena en el Festival La Mar de Músicas, uno de los mejores de músicas del mundo. O el caso de Salif Keita, asiduo visitante de Madrid, quien desde su exilio de París es uno de los denunciantes de la persecución que sufren los albinos en algunos países del continente negro, donde los sacrifican salvajemente por una vieja superstición que atribuye a su cuerpo facultades mágicas y curativas. Él mismo, albino de nacimiento, tuvo que emigrar a París, a pesar de pertenecer a una familia noble, descendientes directos del fundador del que fuera poderoso imperio de Mali hace casi 800 años. Más conocido en España es el caso del ex futbolista del Sevilla Kanouté, un verdadero ídolo en su país, que ha invertido parte de su fortuna en la creación de la Ciudad de los Niños, cerca de Bamako, para atender a niños huérfanos y abandonados. Todos los años la Fundación Kanouté celebra un partido, "Champions for África" para recaudar fondos destinados a este importante proyecto. Pero volviendo allí, hemos visto que los aviones y tropas francesas y la milicia formada por algunos Estados africanos han reconquistado Gao, Tombuctú, Kidal, etc. y avanzan hacia el norte y yo sé que la alegría de muchos españoles es inmensa y no sólo por Mali si no por lo que representa para la civilización. Sin embargo esta alegría se vio empañada en buena parte, al conocer consternados el incendio en Tombuctú del Instituto Ahmed Baba, nombre de un escritor contemporáneo de Cervantes y Shakespeare, donde se guardaban miles de manuscritos de valor incalculable del período preislámico, muchos del siglo XIII, aunque finalmente muchos pudieron salvarse por el valor de los lugareños. Nos trae a la memoria la trágica destrucción por los talibanes de los impresionantes Budas de Bamiyán, excavados en las rocas de las montañas de Afganistán.

No hay más que ver el contraste entre el burka o el chador con el colorido de los vestidos de las mujeres africanas o la naturalidad con que amamantan a sus criaturas en la calle.

5 Hoy escribo este artículo esperanzado con que estos hechos no vuelvan a ocurrir, confiando en que esta guerra no se eternice ahora que parece que, recuperado el Sahel, queda pendiente conseguir el control del territorio del Sáhara. Confiando también en que cientos de aldeas como Segué recuperen la normalidad y los miles de refugiados que han huido de la guerra puedan volver a sus hogares y vivir esa vida que, a pesar de la visión que de ellos tenemos los europeos, no es tan mala como nos parece y les hace que también puedan sentirse felices. Y si quienes tuvimos la suerte de estar allí, podemos volver algún día acompañados de muchos más para celebrar la nueva carretera, les llevaremos el abrazo de nuestra tierra. José María Mazón Ramos. Diputado del PRC del Parlamento de Cantabria

Confiando también en que cientos de aldeas como Segué recuperen la normalidad y los miles de refugiados que han huido de la guerra puedan volver a sus hogares y vivir esa vida que, a pesar de la

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