El proceso de creación de un producto audiovisual (ya sea un largometraje de ficción o

Transcripción

1 1. La escritura audiovisual 1.1 Ser un guionista El proceso de creación de un producto audiovisual (ya sea un largometraje de ficción o documental, un cortometraje, un programa de televisión, etc.) necesita para su realización la cooperación de diferentes áreas creativas. Las cabezas de equipo (junto con el personal a cargo en cada sector), el director y el productor de la pieza son artistas encargados de la construcción de ese mundo donde se desarrollarán los sucesos que el espectador observará más adelante. Sin embargo estos artistas, aunque sin quitarles el merito que merecen, realizan su trabajo basándose en la obra de alguien más. Ese alguien es el guionista. El guionista es el encargado de escribir y estructurar lo que se verá en pantalla. A diferencia del resto del equipo de trabajo, es quien crea su obra sin basarse demasiado en algo previo. Si bien existen casos donde se contrata al guionista para que escriba sobre un tema o suceso histórico en particular, o si bien se realizan adaptaciones de otras piezas (como por ejemplo libros de literatura), es el guionista quien deberá comenzar con una hoja en blanco y escribir el guion. Las características que tenga ese guion dependerán de quien lo escriba, ya que cada guionista deberá combinar su creatividad con sus conocimientos sobre estructuras, dependiendo el formato con el que trabaje. Lo que no se puede dejar de lado es que cada guionista es un artista. Cada uno de ellos dota a su obra de un toque personal. Se puede mencionar a Linda Seger que dice que: El escritor nunca crea de la nada. Mientras muchos escritores comienzan el proceso investigando sobre aquello que van a escribir, la mayoría de los escritores se apoyan 1

2 en su memoria de historias, sentimientos y experiencias que añadan matices a su trabajo y lo haga accesible a otros. (1999, p. 20). Retomando esta idea, el guion, como cualquier obra de arte, presenta elementos de la vida personal del artista, aunque a veces el mismo no sea del todo consciente de ello. Lo primero que debe plantearse un guionista es: Qué historia se va a contar? Pensar la historia de principio a fin requiere de esta creatividad ya mencionada, pero además hay que saber estructurarla, respetando las reglas de escritura de un guion audiovisual. Un guion audiovisual se diferencia de otras obras escritas porque en él se detallan, en primer lugar, acciones visuales. En cuanto a esto Syd Field establece que el guion es una historia contada en imágenes (p.21). En el guion no se desarrollan metáforas ni simbolismos. No busca una escritura virtuosa ni poética. Un guion no concentra ni emociones ni estados de ánimos de personajes. Pero es afirmativo decir que presenta una historia que se cuenta a medida que se va detallando aquello que se verá en pantalla. Es por eso que las indicaciones siempre deben ser en presente y estableciendo el tiempo y el espacio donde ocurre la acción (encabezado de escena). En palabras de Field: Cuando escribe una escena o secuencia, está describiendo lo que dice y hace el personaje, los incidentes y acontecimientos que componen la historia. Cuando escribe un guión, está describiendo lo que ocurre; ésa es la razón de que los guiones se escriban en presente. El espectador ve lo que ve la cámara, una descripción de la acción situada... (p. 21). Es por eso que los guiones deben ser bien precisos en su escritura. El director y el resto del equipo realizarán su trabajo en base a esa escritura que detalla lo que se verá en la cámara, ni más ni menos. El guionista además de saber escribir respetando la forma antes mencionada, deberá manejar aquellas normas y convenciones que se agrupan para de esa formar definir los géneros. También debe conocer las diferentes estructuras que corresponden a los 2

3 diferentes formatos existentes, ya que no es lo mismo escribir, por ejemplo, para cine que para televisión. 1.2 Escritura de TV Escritura fragmentada Antes de mencionar y describir aquellas características que diferencia la escritura de televisión de la escritura de cine, es importante recalcar algo que tienen en común. Cualquiera de estos guiones, si es que quiere contar una historia, deberá contar con una presentación (donde se plantea el conflicto que modifica algún aspecto de la vida de los personajes), un desarrollo (donde se intenta resolver ese conflicto) y un desenlace (exitoso o no) de los acontecimientos. La estructura de tres actos está presente tanto en cine como en televisión, pero la diferencia principal reside en la escritura fragmentada en bloques que caracteriza a los productos televisivos. No podemos escribir un guion destinado a un producto a pasarse en televisión sin tener en cuenta que además de respetar esos tres actos ya mencionados, hay que dividir la información en pequeños fragmentos que estarán interrumpidos por la tanda publicitaria. Rosa Schrott por su lado aclara que hay que tener en cuenta que cada bloque es un bloque de acción, y que los aspectos a tener en cuenta son: la organización y administración del tiempo, el sostén de la acción dramática, la noción de tiempo de atención del espectador y asociada a su necesidad de retenerlo y la generación del suspenso. (2014, p. 21). En los guiones de films, si bien existen reglas a la hora de escribir, esas reglas no son algo que esté exigido y que deba cumplirse obligatoriamente. Analizando films se puede 3

4 encontrar, por ejemplo, que el detonante (aquello que desata el conflicto) ocurre aproximadamente a los diez minutos de comenzado el film, o que el primer punto de giro ocurre a la media hora. Esto ocurre en la mayoría de las películas clásicas de los últimos años. Sin embargo no hay alguien que controle que esto deba ser así. El guionista de cine es libre para desarrollar la historia a su gusto, siempre intentando que aquello funcione para aquello que quiere contar. En televisión esta libertad para estructurar no es posible. Es impensado olvidarse de los cortes publicitarios. A la hora de escribir es imprescindible tener eso en cuenta. Pero a pesar de los cortes es importante seguir manteniendo la estructura de los tres actos. Seger aclara un poco más sobre este asunto diciendo que en todo buen programa de televisión, la estructura en tres actos se sigue manteniendo. A pesar de esos «finales de acto» creados de manera más artificial, se percibe de forma clara el planteamiento, el desarrollo y la resolución. (1999, p31). Como finales de acto podemos retomar esta idea de mantener la tensión en cada bloque. El reto que tiene la escritura para televisión es que el producto que el espectador está viendo sea lo suficientemente atractivo para que este no cambie de canal cuando ocurra la tanda publicitaria. Es muy difícil que un espectador de cine (luego de haber pagado el valor de la entrada y de haberse tomado las molestias de concurrir hacia la sala) si no está muy entretenido con la película, se levante y se vaya. Lo más probable es que le dé una oportunidad para ir viendo como avanzan los acontecimientos. El espectador de televisión, si tiene el mínimo deseo de cambiar de canal, va a hacerlo. Por eso es muy importante estructurar bien estos bloques. En programas de no ficción, como los realitys shows de concurso, por ejemplo, para concretar los bloques se les hace promesas al espectador aclarando lo que vendrá en el próximo bloque. En los programas de ficción eso no es posible y entra en juego una vez más la creatividad del escritor. 4

5 Seger también aporta algunos datos sobre cantidad de bloques, (dependiendo el programa que se quiera escribir), algo importante para tener en cuenta: La televisión interrumpe los programas de manera artificial para incluir los anuncios y establece una estructura en dos actos para las telecomedias (sitcoms), siete actos para un telefilm de dos horas, cuatro actos para episodios de una hora de una serie dramática. (1999, p. 31). Si bien pueden existir estas reglas, hoy en día esto dependerá más que nada del canal en donde se emita el producto. A veces un guionista escribe pensando que su historia se emitirá de una manera y esto no ocurre como él lo planeo. Un ejemplo es el director y guionista argentino Diego Lerman, autor de La casa (2015). El director establece que pensó el producto como una serie de emisión semanal de una hora, pero el canal que lo está emitiendo actualmente (TV Pública), lo hace fragmentando los capítulos en varios días y horarios, en vez de dar los cuarenta minutos grabados en una misma emisión. Lerman respeta la estructura de tres actos y la división de su producto en bloques para el espacio publicitario, pero el efecto en el espectador será diferente al ver el programa de otra manera a la pautada originalmente. El guionista puede poner en juego la estructura correctamente pero no todas las decisiones le competen La identidad no es solo del guionista La identidad del producto audiovisual no proviene solo de guionista (o del director, o de ningún otro participante). El producto responde a las características del canal donde se emite. Schrott aporta su punto de vista a esta afirmación, diciendo que El telespectador mira un programa como parte de una parrilla de programación e incluso de programas emitidos por distintos canales a lo largo de la tarde o de la noche 5

6 de un mismo día y, aunque el televidente no lo percibe como tal, esto produce una persistencia narrativa. (2014, p. 22). El espectador sabe a qué canales dirigirse según el tipo de programa que desee ver. No solo el tipo de programa sino también el tono del mismo. Al igual que ocurre con los espectadores que acuden al cine buscando un film de un director determinado, así ocurre con los programas de televisión en sus respectivos canales. En Argentina ocurre, por ejemplo, que las novelas cuya idea produce Adrian Suar son comedias para toda la familia. Quien acude a ellas sabe de antemano el producto que verá. Lo mismo ocurre con otro tipo de programas como los noticieros. Por ejemplo el canal Crónica tiene una tendencia a mostrar los hechos de una manera más directa de lo que lo hacen otras emisoras. Escribir sin respetar la relación con el canal puede producir un quiebre con esta asociación que el espectador asume sin darse cuenta. Además, muchas veces estar asociado con un tipo de canal puede dar la idea de que ese producto es exitoso, o no lo es. Este es otro aspecto importante a considerar a la hora de escribir para televisión. Como ya se ha mencionado, el canal tomará la decisión de cuándo y cómo emitir el producto. Puede ocurrir que el canal agregue algo que sume identidad de la emisora. Por ejemplo Sabrina Farji, creadora de la miniserie Fronteras (2015), serie que se emite por Telefe (canal abierto de Argentina), dijo que ella no fue consultada a la hora de ubicar a Virginia Lago como presentadora del programa, pero que sin duda la gente del canal sabía lo que hacía porque eso fue positivo para el programa. Ella misma dijo que esperaba el horario donde comenzaba a emitirse la serie para escuchar los comentarios previos de Virginia. 6

7 Hay casos en los que el guionista no sabe donde se emitirá ese producto, o si siquiera se producirá algún día. Pero si cuenta con esa información previa es importante que considere todas las características del canal y los programas que a él se asocian. 1.3 Géneros en televisión A la hora de escribir, un guionista de televisión no puede olvidar que, al igual que ocurre en el cine, los programas de televisión se diferencian según su género. En primer lugar hay que entender de que se habla cuando se menciona el término género. Cada género es un tipo de discurso, una manera de contar algo que se diferencia de otra. Definir el género es establecer el tipo de discurso que se utilizará a la hora de exponer los acontecimientos. Schrott dice que para los escritores, los géneros son limites y oportunidades. (2014, p.41). Para diferenciar un género de otro se deben identificar convenciones o características agrupadas. Esas características abarcan aspectos como: el tipo de espacios y personajes a utilizar, la forma de abarcar los conflictos, los universos que se desarrollan, y (muy importante de resaltar) el efecto, sensación o identificación que se quiere lograr en el espectador. Una vez que el guionista define el género con el que trabajará, podrá comenzar a desarrollar estas características en su propio trabajo. Esta herramienta es muy favorable porque ayuda a definir al público al que se quiere llegar. Los espectadores que busquen ver un determinado producto porque tienen en cuenta el género al que pertenece, seguramente querrán ver estas características agrupadas. Es del guionista la responsabilidad de poder combinar una nueva historia con una forma de contar que ya se ha utilizado en muchos productos anteriores. 7

8 En televisión son comunes los programas familiares (que pueden ser dramáticos o cómicos), los programas médicos, adolescentes, de ciencia ficción, políticos, verídicos, fantásticos, policial, musicales, entre otros. Estos géneros se clasifican en dramáticos y dan un límite entre lo que se puede escribir y lo que no. Por eso mismo es importante respetar las reglas del género elegido y no moverse de ese lugar. Sin embargo, algunas reglas están para romperse, solo si se hace de manera intencional y no por desconocimiento. Hablar de romper reglas de forma intencional se relaciona con las condiciones de los géneros en la actualidad, ya que hoy por hoy los géneros aparecen mezclados entre si y se los denomina como híbridos. Es decir que se pueden mezclar más de un género en el mismo producto. Ya no solo existen los géneros como por ejemplo drama, policial, ciencia ficción, etc. Sino que además existen algunos como: policial alternativo, o hasta horror mezclado con comedia, etc. O las combinaciones que puedan hacerse de ellos. También existen los híbridos que combinan programas de ficción con no ficción. Un ejemplo de esto podrían ser los magazines donde hay secciones en las que se muestran noticias con una cuota de seriedad propia de los noticieros, pero luego hay elementos ficticios como podrían ser personajes no reales. Un ejemplo a mencionar es el conejo Pompin del magazine matutino de Telefe llamado AM, el cual se trata de un conejo de peluche que interactúa con los conductores y hasta con los invitados al programa. Por lo que, a grandes rasgos también se pueden separar los programas en programas de ficción, los de no ficción y los híbridos entre los dos primeros. Pero al hablar de género en televisión no solo concierne estas formas para desarrollar la historia, esos son solo un tipo de géneros. También los existen referidos a las estructuras. Concerniente a esto la profesora Natalia Tito, de la carrera de Guión Audiovisual, aporta información interesante diciendo que existen características que 8

9 unifican los programas y definen el tipo de género. Esas características son: la emisión, la forma de concluir el relato, y la temática (algo mencionado anteriormente). (2015). Por ejemplo, encontramos el unitario que es un programa de emisión semanal, cuyos capítulos son autos conclusivos ya que tienen una única historia. Se diferencian de la serie donde la continuidad se mantiene capitulo a capitulo. En cuanto a la temática, en estos casos, es en el unitario lo que da la relación entre todas las historias semana a semana. La serie no se puede clasificar por temática porque eso sería demasiado amplio. A modo de conclusión de este apartado, el guionista deberá pensar cuál es el tipo de programa con el que trabajara (ficción, no ficción, o hibrido). Si la respuesta es ficción o hibrido deberá pensar cuál será el género dramático para abarcar la ficción (comedia, fantasía, terror, ciencia ficción, etc.). Y además pensar cómo va a ser la relación capitulo a capitulo: forma de emisión y forma de concluir las historias en cada uno. Todas esas herramientas condicionaran la forma de escritura. Condicionar no significa una traba para la escritura, sino que aprovechando estas herramientas se podrá realizar un producto que funcione mejor según (como ya se mencionó) donde se emita y al público que se quiera llegar. 1.4 Marca generacional Se ha hablado de que los productos audiovisuales se piensan desde la concepción de la escritura para un determinado tipo de público. Ese público será diferente según en qué época y lugar se encuentre. Los programas de televisión responden a un momento de la historia social. Por lo tanto esto debe estar presente porque es con esa generación con la que se buscará la relación espectador producto. Lo que hay que pensar en primer lugar es si el proyecto que está en proceso de escritura responde a la actualidad. Debe responder a esa actualidad, aunque aquello tiene sus 9

10 ventajas y desventajas. Ventajas porque al conocer bien a la sociedad a la que se quiere llegar se pueden incluir tópicos que antes no existían en los programas televisivos, por lo que se estarían creando historias nuevas que no se han contado antes, y teniendo en cuenta que el público podría identificarse con las cosas que están aconteciendo en la modernidad. Un ejemplo para ilustrar esta idea es mencionar a la serie de televisión Modern Family (2009), de la cadena ABC, en la cual dentro de sus personajes protagónicos se encuentra una pareja de homosexuales hombres que adoptan a un bebé y forman una familia. Esta idea sería impensada, por ejemplo, hace veinte años donde el tema de la homosexualidad era tratado con mucha discreción. En la actualidad considerando las leyes sobre matrimonio que se han debatido a lo largo del mundo, esta idea responde a lo denominado marca generacional. Pero la desventaja es que la marca generacional es de breve duración. Con el cambio brusco que sufre la sociedad donde todo se mueve rápidamente, lo que hoy es actual mañana no lo es. Velozmente las cosas dejan de estar de moda. Lo importante es que al observar un producto de televisión el mismo responda a la sociedad en la que se trabaja. Según Scrhott la televisión estudia la evolución y tensión de los cambios sociales desde el momento de su aparición hasta la actualidad. (2014, p.29). Bastaría con hacer una cronología de programas de televisión desde los años que se quiera estudiar para ir observando cuales eran los temas que interesaban o preocupaban a las diferentes sociedades. Existe una opinión general donde la gente piensa que la televisión da ideas a las personas sobre como deberían ser las cosas. En realidad es al revés, la televisión muestra lo que las personas opinan dentro de la sociedad. La profesora Eugenia Álvarez del Valle de la materia Publicidad I opina que la televisión nos muestra estereotipos de mujeres y que la sociedad piensa que la tv impone esos modelos, pero que en realidad si la sociedad tomará otra figura como la mujer ideal la 10

11 televisión rápidamente se adueñaría de esa nueva imagen. Esto tiene que ver con que la televisión siempre va a tomar la opinión social para sacar ventaja en sus programaciones. Se debe estar atentos y observar los cambios que van surgiendo para poder tomar eso e incluirlo en la escritura. Hay que tener en cuenta que las productoras están siempre esperando que surja un nuevo tema que pueda usarse para confeccionar un programa. Todos intentan ser los primeros en crear algo. Por ejemplo, en el año 2014 luego de los premios Oscar se puso de moda el tema de la selfie. Esto fue porque Ellen DeGeneres, quien conducía dichos premios, decidió sacar una foto (o mejor dicho, auto-foto) junto con otros artistas, repercutiendo rápidamente en las redes sociales. Este tipo de fotos ya existía, pero en ese momento es lo que se puso de moda a nivel global. Rápidamente este tema se aprovecho y salieron series como Selfie, de la cadena ABC (2014). 1.5 Series de televisión Una serie de televisión es un producto pensado para ser emitido una vez a la semana. Sus capítulos deben estar unidos por una continuidad que avanza a lo largo de la temporada. La temporada es una estructura que abarca cierta cantidad de episodios, según lo quiera el guionista o según lo requiera el canal donde se emitirá la serie. Lo más común hoy en día es ver series de más de diez capítulos por temporada. No existen temas para definir la serie ya que las hay de diversa cantidad de ellos. Una serie puede ser del tema que se quiera tratar. Lo interesante es que se puede extender las temporadas que se quieran, siempre y cuando mantengan el concepto central. A diferencia de lo que ocurre en el cine, en una serie aquello que les pase a los personajes es importante, pero lo interesante más que lo que pasa, es el cómo pasa. 11

12 Esto es porque las series deben mantener un universo que se repite constantemente. Ver una serie es ver siempre lo mismo pero variado, es decir que a los personajes les pasaran cosas diferentes, pero sus desafíos serán similares. El hecho de trabajar una serie le da al guionista la oportunidad de extender en el tiempo sus universos y sus personajes. La historia avanza pero no tiene un tiempo límite para concluir (si se habla en términos de escritura, ya que la serie si podría concluirse por cuestiones económicas del canal donde se emite, pero aquello es otro tema) Escritura transmedia El avance de los medios de comunicación genera un escenario que modifica la forma de escritura para las series de ficción. Los contenidos ya no se piensan solamente para ser vistos en la televisión, sino que también para otras plataformas. Esto no solo concierne al hecho de que los espectadores pueden acceder a ver el mismo contenido en internet que el que ven en la televisión. Hablar de productos transmedia es hablar de una técnica por la que se cuenta una historia a través de plataformas variadas. La idea es que el contenido sea diferente en cada una de las plataformas. Se deben pensar formas de extender la historia utilizando los nuevos medios. Estas posibilidades no tienen fin ya que las nuevas tecnologías son extremadamente amplias. Se puede mencionar a las redes sociales, blogs, videojuegos, publicidades, concursos, comics, novelas, series que derivan de otras series [un ejemplo es Better Call Saul (2014), cuyo personaje principal deriva de la serie Breaking Bad (2007)], etc. Lo interesante es que este tipo de contenidos no afectan a los espectadores a los que no les interesa. El consumo de estos productos transmedia es para quien desee hacerlo. 12

13 Quien no lo quiera seguirá viendo la serie en televisión o internet y disfrutando de su contenido solo en ese tipo de plataforma. Estas nuevas formas de producir son posibles gracias a que Las fronteras formales y materiales entre los soportes y los lenguajes se disolvieron como expone Arlindo Machado (2008; pág. 18). La idea de los medios por separado ya no es vigente. Hoy en día existe una convergencia de los nuevos medios. Hoy en día nos es posible ver como contenidos producidos originalmente para un determinado tipo de medio, se utilizan también en medios diferentes. No solo eso, sino que los medios compiten por la atención de los usuarios. Esto podemos observarlo fácilmente en la tecnología de las pantallas. Pasamos más tiempo delante de una pantalla que delante de una página nos dice Derrick de Kerckhove (2005; pág. 6). Existen tres pantallas que compiten por nuestra atención: la pantalla del televisor, la pantalla de los ordenadores personales y la pantalla de los teléfonos móviles. Según este autor las pantallas pertenecientes a ordenadores personales han superado a la pantalla del televisor por lo menos en la medida de tiempo que le dedicamos. Podríamos decir que este aspecto es una de las razones por las que se comienzan a buscar nuevas formas de producir contenidos, ligados a estos cambios concernientes a la relación de interacción de los usuarios con las pantallas. Esta competencia por la atención de los usuarios puede tomarse y llamar su atención desde diferentes lugares pero con el mismo contenido. Siempre hay que pensar, como guionista, que los contenidos deben favorecer el universo ficcional. Lo transmedia también exige de alguien que piense y desarrolle ese contenido. Pero esa información de nada vale si no aporta a la historia que se cuenta en televisión. 13

14 Referencias Bibliográficas Christopher, L. (productor) y Lloyd, S. (productor). (2009). Modern Family. [serie de televisión]. Estados Unidos: ABC. Farji, S. (director). (2015). Fronteras. [miniserie de televisión]. Buenos Aires: Zoelle producciones. Farji, S. (2015). Haciendo TV en Argentina. Trabajo presentado al 1 Observatorio Temático de Producción de Televisión en Universidad de Palermo, realizado en Buenos Aires el 30 de Abril de Field, S. (1995). El manual del guionista. Madrid: Plot Ediciones. Gilligan, V. (productor). (2007). Breaking Bad. [serie de televisión]. Estados Unidos: Sony Pictures Televisión. Gilligan, V. (productor). (2015). Better Call Saul. [serie de televisión]. Estados Unidos: Sony Pictures Televisión. Machado, A. (2006). Convergencia y Divergencia de los medios, Revista Miradas, La Habana, EICTV. Lerman, D. (2015). Haciendo TV en Argentina. Trabajo presentado al 1 Observatorio Temático de Producción de Televisión en Universidad de Palermo, realizado en Buenos Aires el 30 de Abril de Lerman, D. (director). (2015). La casa. [miniserie de televisión]. Buenos Aires: Campo cine. Levis D. (2007). Pantallas tecnómade. Comunicación & Educación. Schrott, R. (2014). Escribiendo series de televisión. Buenos Aires: Manantial. 14

15 Seger, L. Cómo convertir un guion en un guion excelente. Madrid: RIALP. Seger, L. (1999). Cómo llegar a ser un guionista excelente. Madrid: Libros de cine, RIALP. Robinson, J. (productor). (2014). Selfie. [miniserie de televisión]. Piece of Pie Productions. Bibliografía Christopher, L. (productor) y Lloyd, S. (productor). (2009). Modern Family. [serie de televisión]. Estados Unidos: ABC. Elcomercio.pe (2014). Ellen DeGeneres y el "mejor selfie de la historia" en los Oscar. Disponble en: Farji, S. (director). (2015). Fronteras. [miniserie de televisión]. Buenos Aires: Zoelle producciones. Farji, S. (2015). Haciendo TV en Argentina. Trabajo presentado al 1 Observatorio Temático de Producción de Televisión en Universidad de Palermo, realizado en Buenos Aires el 30 de Abril de Fernández Diez, F. (2005). El libro del guion. Fundación Universitaria Iberoamericana. Manovich L. El lenguaje de los nuevos medios de comunicación. La imagen en la era digital. Paidós. Field, S. (1995). El manual del guionista. Madrid: Plot Ediciones. Gilligan, V. (productor). (2007). Breaking Bad. [serie de televisión]. Estados Unidos: Sony Pictures Televisión. Gilligan, V. (productor). (2015). Better Call Saul. [serie de televisión]. Estados Unidos: Sony Pictures Televisión. 15

16 Machado, A. (2006). Convergencia y Divergencia de los medios, Revista Miradas, La Habana, EICTV. Lerman, D. (2015). Haciendo TV en Argentina. Trabajo presentado al 1 Observatorio Temático de Producción de Televisión en Universidad de Palermo, realizado en Buenos Aires el 30 de Abril de Lerman, D. (director). (2015). La casa. [miniserie de televisión]. Buenos Aires: Campo cine. Levis D. (2007). Pantallas tecnómade. Comunicación & Educación. Schrott, R. (2014). Escribiendo series de televisión. Buenos Aires: Manantial. Seger, L. Cómo convertir un guion en un guion excelente. Madrid: RIALP. Seger, L. (1999). Cómo llegar a ser un guionista excelente. Madrid: Libros de cine, RIALP. Robinson, J. (productor). (2014). Selfie. [miniserie de televisión]. Piece of Pie Productions. 16