Innovación educativa en Matemáticas

Transcripción

1 Innovación educativa en Matemáticas 1.- Introducción José Ramón Uldemolíns Martínez Departamento de Matemáticas IES Pinar de la Rubia - Valladolid El presente artículo pretende ser un análisis y una valoración de la práctica docente y una reflexión sobre la didáctica de la Matemática que sea útil al resto del profesorado y también a la Administración Educativa. Es el fruto de la experiencia profesional del autor en los últimos cursos en el I.E.S. 'Pinar de la Rubia' de Valladolid donde ha dedicado su esfuerzo en labores de formación del profesorado e innovación educativa superando con creces la obligación de realizar cien horas en actividades de formación cada seis cursos para obtener un sexenio y por tanto el correspondiente complemento en el sueldo. En estos últimos cursos, dónde han quedado las cien horas? Con este tope establecido para la obtención de un sexenio se limita el reconocimiento a aquellos profesores que se dedican, curso tras curso, a desarrollar su propia formación, a favorecer la innovación educativa y a buscar posibilidades para la investigación educativa. Por otra parte, el autor solicitó para el curso una licencia por estudios para seguir con sus estudios de Informática en la Universidad de Valladolid y le fue concedida, con la correspondiente reducción del sueldo. Sin duda alguna, la formación adquirida repercutió posteriormente en su labor profesional. Actualmente las licencias por estudios se disfrutan con el sueldo íntegro, lo que supone un avance importantísimo en el cumplimiento por parte de la Administración Educativa de proveer los recursos necesarios para asegurar la formación permanente del profesorado. Además, conviene señalar la importancia de los tres cursos (88-89, y 90-91) que el autor estuvo de Monitor del Proyecto Atenea, proyecto considerado de innovación educativa, y que supusieron un destacado hito en su trayectoria profesional. Dicho Proyecto generó, en sus comienzos de manera muy acertada, recursos materiales (elaboración de material curricular) y humanos (formación del profesorado) para tratar de crear un contexto innovador que favoreciera la reflexión sobre la práctica docente y produjera cambios metodológicos. En definitiva, se trataba de conseguir la integración curricular de los medios informáticos. Para ello, es imprescindible destacar que la formación recibida como Monitor, aunque fundamentalmente técnica y didáctica, fue complementada con una formación específica sobre procesos de innovación, desarrollo currricular y psicología del aprendizaje. Finalmente, en este artículo se apunta una reflexión a considerar, que en todo proceso de innovación educativa debería contemplarse, de manera explícita, la valoración de los cambios producidos en los procesos de aprendizaje y los posibles daños que la innovación puede provocar en los alumnos, es decir, la innovación educativa no debe nunca ir separada de la investigación educativa. Y hoy por hoy, es en las Facultades de Educación de las Universidades, uno de los pocos lugares donde se hace investigación educativa en España, aunque aún de manera precaria.

2 .2.- Justificación En el Real Decreto 1007/1991 (B.O.E. de 26 de junio de 1991) se afirma que el currículo debe englobar todas las posibilidades de aprendizaje y responder a las demandas de la sociedad y de la cultura de nuestro tiempo incluyendo la capacidad de desarrollar experiencias educativas en el ámbito escolar. Asimismo en el anexo del Real Decreto 1345/1991 (B.O.E. de 13 de septiembre de 1991) se asegura que la organización del currículo confiere gran importancia al trabajo conjunto del equipo docente y que el proyecto curricular es un instrumento ligado al ámbito de la reflexión sobre la práctica docente que permite al equipo de profesores adecuar el currículo al contexto educativo particular del centro. Además, entre las competencias de los departamentos didácticos de los institutos de educación secundaria establecidas en el artículo 49 del Real Decreto 83/1996 (B.O.E. de 21 de febrero de 1996) se encuentran los tres fundamentos que justifican la realización de este artículo, la formación, la innovación y la investigación. En consecuencia, este artículo pretende incidir en la calidad de la enseñanza aportando una reflexión personal que incide en aspectos relacionados con la formación permanente del profesorado y con la innovación educativa y que deberían desarrollarse más en el contexto actual de nuestro sistema educativo. 3.- Objetivos El presente artículo tiene dos objetivos fundamentales: 1.- Compartir la experiencia profesional y la reflexión personal del autor para fomentar entre el profesorado el análisis y la reflexión de la propia práctica docente y poder conseguir un adecuado contexto laboral que mejore la formación del profesorado, la innovación y la investigación educativas para, en definitiva, mejorar la calidad de la enseñanza y sobre todo la actualmente desconsiderada profesión docente. 2.- Provocar la reflexión de la Administración Educativa para que pueda tomar las medidas oportunas que desarrollen ampliamente la L.O.O.G.S.E. (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo) y facilitar la creación de las condiciones necesarias que deberían ser recogidas por la L.O.C.E. (Ley Orgánica de la Calidad de la Enseñanza) para que el último aspecto del objetivo anterior, mejorar la calidad de la enseñanza, pueda lograrse de manera eficiente, en su total y verdadera dimensión.

3 4.- Metodología Cómo es posible innovar en Matemáticas? En primer lugar, hay que estar preocupado por la tarea docente, procurando una continua mejora de la preparación de las clases con ejercicios y problemas adecuados para introducir un tema y buscando siempre nuevas metodologías didácticas que permitan que los alumnos logren alcanzar los objetivos previstos. Hay que romper el tópico del profesor de Matemáticas que vive en su mundo científico, despreocupado de la Didáctica, y cuyas explicaciones son inalcanzables para la mayoría de los mortales. Es imprescindible estar en contacto con otros colegas también preocupados por lo mismo y compartir reflexiones sobre la propia práctica docente. También se aprende mucho asistiendo a conferencias, congresos y demás encuentros entre profesores de la asignatura, e incluso de otras asignaturas, para conocer mejor las experiencias ajenas de las que sacar provecho propio. Y es enormemente enriquecedor pertenecer a asociaciones de profesores que te ponen en contacto con las últimas tendencias de la profesión docente en sus diferentes ámbitos. Además, también hay que mostrar un interés por los avances de la sociedad en la que uno vive y sin duda les va tocar vivir a nuestros alumnos. Así por ejemplo, en nuestra asignatura de Matemáticas son fundamentalmente dos los aspectos que debemos tener presentes, por una parte, debemos conocer los avances tecnológicos para incorporarlos lo antes posible a nuestro currículo, y por otra, debemos estar presentes en la construcción de una Europa de los ciudadanos a través de la educación. Pero sobre todo, hay que conseguir que el Departamento sea un espacio idóneo para el trabajo en equipo. Para ello, es fundamental la labor del Jefe de Departamento que como coordinador debe procurar dinamizar la labor del grupo y buscar apoyos constantes de la dirección del centro y apoyos externos de las instituciones de formación e investigación, acudiendo a la universidad para encontrar métodos científicos que permitan innovar en educación con las debidas garantías de mejorar el aprendizaje y sobre todo de no causar daños mayores. Bien es verdad que desde muchos proyectos convocados por la Administración Educativa se anima a los profesores a que ese espacio se amplíe y se favorezca la interdisciplinariedad. Sin embargo, en el contexto organizativo de un instituto de enseñanza secundaria y en el marco de nuestro actual sistema educativo sin una L.O.O.G.S.E. suficientemente desarrollada, una verdadera interdisciplinariedad es prácticamente imposible debido a la falta de flexibilidad de la organización escolar y a la falta de experiencia de los profesores de instituto en este tipo de tareas. Y finalmente, es de esperar que, en un futuro no muy lejano, el contexto educativo mejore y puedan superarse todas las limitaciones que actualmente existen y que, a continuación se detallan en el próximo apartado sobre el desarrollo de la labor docente del autor en estos últimos cursos.

4 5.- Desarrollo Recién llegado a Valladolid el autor propuso solicitar, lógicamente, el Proyecto Atenea para desarrollar proyectos educativos que integren los medios informáticos en la enseñanza no universitaria (convocatoria en el B.O.E. de 10 de diciembre de 1992) y lo conceden (resolución en el B.O.E. de 28 de abril de 1993). Asimismo, las instituciones de formación aprovechan la experiencia del autor como Monitor del Proyecto Atenea y colabora con el Centro de Profesores en los cursos de formación sobre 'Integración curricular de las Nuevas Tecnologías de la Información' e 'Integración curricular de las Tecnologías de la Información en Matemáticas'. Posteriormente, el autor consigue incitar entre los compañeros del Departamento la necesidad de solicitar un proyecto de innovación (convocatoria en el B.O.E. de 12 de mayo de 1994) y lo conceden (resolución de 21 de octubre de 1994). También, de manera acertada, aparece la primera convocatoria del concurso de proyectos de cooperación entre departamentos de Institutos de Educación Secundaria y de Universidades (convocatoria en el B.O.E. de 24 de febrero de 1995) y, obviamente, resulta una ocasión estupenda para acudir a la Universidad y elaborar el proyecto 'El Laboratorio de Matemáticas y su integración curricular' para el que se concede una subvención (resolución en el B.O.E. de 11 de septiembre de 1995). Por primera vez, se contempla una compensación económica para el profesorado participante. Enhorabuena para el M.E.C., aunque hay que lamentar que para el curso siguiente, 96-97, no fuera prorrogado ningún proyecto ni tampoco apareciera una nueva convocatoria. Asimismo, el autor favorece el desarrollo de la formación permanente en el instituto creando en sucesivos años diferentes grupos de trabajo. Y, por supuesto, en ningún momento descuida su propia formación. También solicitó una ayuda para la realización de un intercambio de profesores (convocatoria en el B.O.E. de 3 de abril de 1995), resultando en primer lugar candidato suplente (resolución en el B.O.E. de 22 de junio de 1995) y definitivamente candidato titular (resolución en el B.O.E. de 27 de julio de 1995). A finales de junio de 1995, por correo de la Subdirección General de Cooperación Internacional, le comunican personalmente que es candidato suplente y también las medidas transitorias para el curso aprobadas por la Comisión Europea en el contexto del proceso de implantación del programa Sócrates, destinado a contribuir al desarrollo de una enseñanza y una formación de calidad y de un espacio europeo abierto de cooperación en materia de enseñanza y aprobado por Decisión 819/95/CE del Parlamento Europeo y del Consejo (D.O.C.E. de 20 de abril de 1995) y, sobre todo, se le encarece a interesar a su centro en la realización de un Proyecto Educativo Europeo. Para ello, se adjuntaba información preparada por la Agencia Nacional Sócrates. Evidentemente, aceptó el desafío y el 22 de junio se remite la solicitud de coordinación del P.E.E. 'Una experiencia compartida en Matemáticas'. Finalmente, a través de un fax de fecha 20 de octubre de 1995, se comunica la concesión del proyecto. Durante el curso vuelve a aparecer la convocatoria del concurso de proyectos de cooperación entre departamentos de Institutos de Educación Secundaria y de Universidades (convocatoria en el B.O.E. de 23 de octubre de 1997). En esta ocasión, la fecha es absolutamente desacertada. Y a pesar de todo, incluso del desánimo de comienzo de curso, se retoma nuestro anterior proyecto de cooperación, se reelabora vigorosamente animados por el coordinador, y, de nuevo, se obtiene una subvención (resolución en el B.O.E. de 11 de febrero de 1998). A continuación, se analizan con detalle los tres aspectos fundamentales en el desarrollo profesional de la función docente para mejorar la calidad de la enseñanza, la formación del profesorado, la innovación y la investigación educativas, y también se detalla una relación de algunas de las actividades relacionadas con dichos aspectos y realizadas por el autor durante estos

5 últimos cursos en el IES Pinar de la Rubia de Valladolid. * FORMACIÓN [Artículo 49 d) Proponer actividades de perfeccionamiento de sus miembros] El artículo 56 de la L.O.O.G.S.E. que aborda la formación del profesorado culmina con el acuerdo de 20 de junio de 1991 del M.E.C. con los sindicatos donde se establecen los sexenios, nuevo complemento específico en la retribución del funcionario docente, lo que dará lugar a la Orden de 26 de noviembre de 1992 que regula la convocatoria, reconocimiento y registro de las actividades de formación permanente del profesorado. Es por tanto en este contexto en el que se deben desarrollar dichas actividades. Lo que presenta un doble inconveniente, por una parte, no se favorece una mayor responsabilidad en la formación permanente y de ahí la falta de motivación y el poco entusiasmo de algunos profesores que tan sólo se ven obligados a conseguir el papelito para cumplir y obtener su correspondiente sexenio, y por otra parte, la insatisfacción profesional de aquellos otros profesores, como es el caso del autor, que se dedican, poseídos de una admirable y aprovechada motivación intrínseca, curso tras curso, a realizar su propia formación muy por encima de las exigencias legales y que desearían que tanto la formación permanente del profesorado como la innovación y experimentación educativas se desarrollaran en otro marco legal que recompensara su dedicación profesional. Por otra parte, un aspecto olvidado en la formación del profesorado de secundaria es que la realización de una tesis doctoral constituye un obstáculo permanente para aquellos profesores que, no habiéndola realizado en su momento, queremos una carrera docente que contemple el ascenso a la Universidad. Y la Administración Educativa para nada favorece dicha posibilidad. Posibilidad, en cambio, que sí se consideró explícitamente en el caso de Primaria a Secundaria. Además, en el artículo 24.2 de la L.O.O.G.S.E. se establece que para impartir enseñanza secundaria se deberá realizar un curso de cualificación pedagógica que será impartido en las universidades y que incluirá un período de prácticas docentes. Este curso de aptitud pedagógica es una extraordinaria oportunidad para que los profesores de enseñanza secundaria podamos formar equipos de trabajo con nuestros colegas de la universidad y sin embargo, en la mayoría de los casos, nuestra colaboración se reduce a un puro trámite y, desde luego, no llega ni a una mínima parte de lo que se podría hacer con los adecuados recursos materiales, económicos y humanos. Y finalmente, otra colaboración poco fructífera con la universidad es la coordinación de las pruebas de acceso a la universidad que se limita a establecer unos mínimos que enseñar. La Administración Educativa debería tomar las medidas necesarias para acortar más todavía la distancia que separa la Secundaria de la Universidad. Otro importante aspecto, no contemplado en la legislación vigente, que contribuye a la formación permanente es pertenecer a asociaciones de profesores, asistir a conferencias de interés profesional y conversar con los colegas sobre la práctica docente. * INNOVACIÓN [Artículo 49 e) Mantener actualizada la metodología didáctica] Debemos, desde el propio sistema educativo, romper el tópico de que la educación es un sistema conservador. La escuela debe estar siempre en permanente renovación de acuerdo con los avances que se producen en la sociedad para la que sirve. La preocupación de cómo enseñar debería mover al profesorado a mantener actualizada su metodología didáctica. Cómo conseguir que los alumnos aprendan algo útil para la sociedad en la que viven? Esta pregunta conduce

6 inevitablemente a la innovación educativa. La Administración Educativa impulsa actividades, algunas realizadas con alumnos como la preparación para las Olimpiadas de Física y el Proyecto Atenea, que son reconocidas como actividades de innovación. Sin embargo, los Proyectos Educativos Europeos tan sólo tienen la consideración de formación permanente del profesorado, lo que a mi juicio debería mejorarse, no es acaso un verdadero proceso de renovación la elaboración y desarrollo de un proyecto que contribuye a la innovación de los contenidos curriculares y de la metodología didáctica al tratar de promover la cooperación entre centros escolares de diferentes países de la Unión Europea? El artículo 57.4 de la L.O.O.G.S.E. establece que la Administración Educativa fomentará la autonomía pedagógica y organizativa de los centros docentes y además favorecerá y estimulará el trabajo en equipo de los profesores. Y en el artículo 58.1 se establece que los centros estarán dotados de recursos educativos, humanos y materiales para garantizar una enseñanza de calidad. También, en el artículo 59.1 se establece que la Administración Educativa favorecerá la elaboración de proyectos de innovación educativa. Y además, en la ya citada Orden de 26 de noviembre de 1992 se equiparan, a efectos de certificación y valoración en créditos, los proyectos de innovación a un grupo de trabajo. Consecuentemente, de manera sistemática, cada curso, se convocan ayudas a los centros para la realización de dichos proyectos. Y finalmente, en los últimos cursos, desde el han aparecido Órdenes para la aplicación del Modelo de Excelencia de la EFQM adaptado a los centros educativos y el desarrollo de Planes de Mejora que también tienen la consideración de formación permanente del profesorado pero no de innovación educativa. * INVESTIGACIÓN [Artículo 49 d) Promover la investigación educativa] La Administración Educativa es consciente de que la innovación es el motor que trata, permanentemente, de adecuar el currículo a las necesidades demandadas por la sociedad, mirando siempre al futuro, para conseguir la escuela que dicha sociedad se merece. Pero es necesario comprender que dicha actividad se sustenta en dos pilares fundamentales, la formación y la investigación, que deben ser incluidos, convenientemente, en el sistema organizativo de un centro. Es evidente que para innovar resulta imprescindible una adecuada formación del profesorado. Y en un principio, a excepción del procedimiento poco acertado de los sexenios, este aspecto está atendido por la Administración Educativa. La oferta de formación es diversa y gratuita: en los Centros de Profesores y Recursos se atienden las necesidades básicas de formación; en el Departamento de Formación e Innovación de las Unidades de Programas Educativos se gestiona absolutamente todo lo relacionado con formación permanente e innovación educativa; en las Universidades se realizan actividades de formación para el profesorado y algunas han firmado convenios con el M.E.C. para crear plazas de Profesor Asociado para profesores de secundaria; se potencian los intercambios de profesores de la Unión Europea mediante la elaboración de proyectos educativos europeos; se ha creado, según la Orden de 29 de junio de 1994 (B.O.E. de 5 de julio de 1994) por la que se aprueban instrucciones que regulan la organización y el funcionamiento de los institutos de educación secundaria, la figura del representante en el Centro de Profesores y Recursos que se elige anualmente por el Claustro; se conceden ayudas económicas individuales para la participación en actividades de formación; se convocan licencias, con el total de retribuciones, para realizar estudios de carácter académico o

7 proyectos de investigación educativa; también todos los cursos se convocan proyectos de innovación educativa y planes de mejora; y finalmente, otra línea de actuación que supone una importante mejora y refuerza la autonomía de los centros son los proyectos de formación en centros. Todavía se puede mejorar en formación permanente, incrementando, todos los años, las partidas presupuestarias, firmando muchos más convenios de cooperación para la formación con universidades y otras instituciones, permitiendo algunas justificaciones en las faltas de asistencia de las fases presenciales de algunas actividades de formación o cambiando el sistema de certificación, y sobre todo potenciando, todavía más, la formación en el centro, favoreciendo la flexibilidad horaria, implicando de manera más efectiva a la Dirección y al Representante en el C.P.R.que debería ser convertido en el Jefe del Departamento de Formación del Profesorado e Innovación Educativa integrando en dicha figura la del Responsable de Medios Informáticos y la del Responsable de Medios Audiovisuales, con la correspondiente reducción horaria de tres horas lectivas semanales. Sin embargo la investigación educativa es la gran olvidada del sistema. Conviene recordar que, también en el mismo artículo 59.1 de la L.O.O.G.S.E. se determina que la Administración Educativa fomentará la investigación. No se debe innovar sin responder a diferentes preguntas sobre los cambios en la práctica docente. Hay que tratar de llegar a un conocimiento sistemático de todos los procesos que intervienen en nuestra práctica profesional. Es muy cierto que existe poca tradición en considerar a la educación como una ciencia experimental, así por ejemplo, la primera tesis sobre educación matemática fue realizada en la Universidad de Edimburgo, en 1910, por W. McClelland y titulada 'Un estudio experimental de los diferentes métodos de sustracción'. En nuestro país, en 1881 se funda la Institución Libre de Enseñanza cuyos miembros son conscientes del importante papel que debe desarrollar la educación en la transformación de la sociedad y pretenden introducir las corrientes pedagógicas europeas del momento. Y en educación matemática cabe señalar la creación de la Sociedad Matemática Española en 1911 y dos importantes y destacados profesores de aquella época, Julio Rey Pastor y Pedro Puig Adam. He querido llegar hasta Puig Adam para reivindicar su figura. Hay que reconocer la intensa actividad que desarrolló Pedro Puig Adam para cambiar la enseñanza de las Matemáticas en nuestro país, fue miembro de la Commission Internationale pour l'étude et l'amélioration de l'enseignement des Mathématiques, publicó libros de texto e infinidad de artículos, impartió cursos de formación del profesorado, impulsó varios grupos de trabajo que difundían las innovaciones en educación matemática que realizaban. Asimismo, fue Catedrático de Matemáticas en un Instituto y, a la vez, profesor de Metodología y Didáctica en la Facultad de Ciencias de la Universidad Complutense de Madrid, lo que, de hecho, le permitió experimentar sobre la práctica docente al posibilitar que las clases a sus alumnos bachilleres fueran impartidas por un alumno universitario mientras el resto observaba para posteriormente comentarlas. La investigación educativa no comenzará a realizarse hasta aproximadamente 1940 en las secciones de Pedagogía de las Facultades de Filosofía y Letras. Y en la actualidad, se realiza fundamentalmente en el Centro de Investigación y Documentación Educativa, en los Institutos de Ciencias de la Educación y en las Facultades de Educación. En investigación sobre educación matemática, como quien dice, estamos empezando, por ejemplo, en la Universidad de Valladolid se leyó, el 3 de abril de 1998, la primera tesis sobre didáctica de las matemáticas. Mi más sincera enhorabuena a la autora, mi entonces compañera en el Departamento de Análisis Matemático y

8 Didáctica de las Matemáticas de la Facultad de Educación, la doctora Mª Carmen Cubillo Durán, que sigue compaginando las labores educativas en su instituto y en la Facultad de Educación de la Universidad de Valladolid. Resulta evidente reconocer los cursos de doctorado y el título de doctor como formación permanente si se han logrado durante el desempeño de la profesión docente y no antes pues en ese caso cabría considerarlos como formación inicial. Pero todavía tienen que tener una mayor valoración profesional los relacionados con la didáctica de la materia que se imparte y sobre todo es necesario que la Administración Educativa facilite todavía más la realización de cursos de doctorado y tesis doctorales no sólo convocando más licencias por estudios para realizar dichos cursos sino también posibilitando una mayor implicación del profesorado de secundaria en las Universidades. Por ejemplo, conviene señalar que en 1991 el M.E.C. firma, por primera vez, un convenio con algunas Universidades para crear plazas de profesores asociados para los profesores de enseñanza secundaria con la condición de catedrático. Actualmente no es necesaria la condición y lo que es peor, los que ya estuvimos no podemos volver a estar. Incomprensible! No puedo, por menos, que hacer un peréntesis y expresar mis sentimientos y apuntar una breve reflexión sobre la supresión del Cuerpo de Catedráticos Numerarios de Bachillerato al que pertenecí. Qué empeño!, en aras de una igualdad mal entendida nuestros sindicatos se cargan el Cuerpo transformándolo en la Condición por la que ahora todo el mundo se pelea. Supongo que tan sólo es un sentimiento de malestar y que no tiene mayor trascendencia. Al fin y al cabo, lo que la Administración Educativa ha pretendido, supongo yo, es tener los departamentos llenos de catedráticos para que exista la posibilidad de, en cada momento, poder elegir al mejor y poder así rotar la jefatura, muy interesante!; pero, de paso, disponer de más profesores a los que poder encomendar una tutoría. En los ocho cursos que el autor ha estado de profesor asociado en la universidad son más las desventajas que las ganancias. La única ventaja es el reto profesional que supone trabajar en la universidad, lo que le ha recompensado intelectualmente. Y también, en los últimos cursos en la Facultad de Educación, un mayor enriquecimiento profesional al trabajar en temas más cercanos al trabajo principal de profesor de instituto. Sin embargo, los inconvenientes son muchos, enormes dificultades para realizar una tesis doctoral, ninguna posibilidad de ascenso profesional, falta de consideración profesional por parte de algunos recelosos colegas universitarios, trabajo añadido sin ninguna reducción horaria en el instituto, sueldo miserable, etcétera. Y para colmo, ahora en las nuevas convocatorias los que ya hemos estado ni siquiera podemos participar. 6.- Evaluación Y terminando el artículo llegamos a la evaluación, el siempre más difícil e inquietante elemento del currículo. Es imprescindible al evaluar, determinar el valor, las cualidades o los méritos de alguien o algo, tener siempre presente qué evaluamos. En este caso la evaluación se refiere a este artículo que no es una experiencia pedagógica de un profesor o equipo de profesores sino un análisis y una reflexión del autor sobre su práctica docente llena de muchas experiencias pedagógicas. Es evidente que las innovaciones educativas desarrolladas han contribuido a mejorar, de

9 alguna manera, la calidad educativa. Pero sobre todo, es el presente artículo, que culmina dichas experiencias, el que pretende, impactando y provocando una profunda reflexión entre mis colegas y sobre todo en la Administración Educativa, conseguir unas nuevas condiciones laborales que mejoren, todavía más, la, tan deseada, calidad educativa. En estos últimos cursos, de permanente desarrollo de experiencias innovadoras, han sido muchos los alumnos que en Matemáticas han disfrutado de las novedades introducidas y también muchos los profesores, no sólo los participantes, que, de una u otra manera, se han acercado, expectantes, a estas experiencias. Finalmente, todas las experiencias desarrolladas por el autor son aplicables y prolongables, sobre todo en un nuevo contexto educativo que valore mejor la labor docente, lo que el autor detalla más exhaustivamente a continuación. 7.- Posibilidades de prolongación del trabajo La L.O.O.G.S.E. establece una reforma profunda de nuestro sistema educativo al tenerlo que adecuar a la nueva realidad social, cultural, política, económica y tecnológica de nuestro tiempo, al hacerlo capaz de adaptarse permanentemente al entorno, dotándolo de una concepción más participativa, considerando la realidad educativa como punto de partida y al pretender dar una respuesta adecuada y ambiciosa a las exigencias del presente y del futuro. Además, con esta ley no se quiere elaborar un mero diseño teórico, abstracto y conceptual sino que se asume el compromiso de la modernización de los centros educativos y se apuesta por la mejora de la calidad de la enseñanza señalando algunos elementos que ayudan a conseguirla: la consideración social de la importancia de la función docente, la participación activa de todos los sujetos de la comunidad educativa, la relación fructífera con su medio natural y comunitario, la cualificación y formación del profesorado, la programación docente, los recursos educativos y la función directiva, la innovación e investigación educativas, la orientación educativa y profesional, la inspección educativa y la evaluación del sistema educativo. Después de doce años de ley, resulta obvio que la Administración Educativa tiene todavía mucho que hacer para lograr la reforma que la L.O.O.G.S.E. pretende. Es evidente que, desde la L.G.E. de 4 de agosto de 1970 hasta la L.O.O.G.S.E. de 3 de octubre de 1990, las tareas del profesor han aumentado, colaborar en la elaboración del proyecto educativo y en los aspectos docentes de la programación general anual, elaborar los proyectos curriculares de etapa, elaborar la programación didáctica, colaborar en la elaboración de las correspondientes adaptaciones curriculares, proponer materias optativas, proponer actividades de formación permanente, promover iniciativas de investigación educativa, organizar actividades complementarias, etcétera. Además, hay que añadir las docentes en sentido estricto, que han mejorado, ya no existe ese profesor que decía "hagan los ejercicios de la página tal" y se ponía a leer el periódico. Y finalmente, añadir también, las tareas correspondientes al cargo ocupado, en ocasiones, sin ningún complemento específico ni reducción horaria, como ha sido el caso del autor que siendo responsable de medios informáticos algún curso también ha sido tutor. Y en contraposición, no se han aportado los recursos suficientes para desarrollar dichas tareas, y además, para colmo, ha disminuido su consideración social y su poder adquisitivo.

10 En la situación actual, este trabajo tendrá muchas posibilidades de continuidad gracias al entusiasmo de, todavía, profesores que como el autor siguen, a pesar de todo, trabajando, en la medida de sus posibilidades, de acuerdo a las exigencias que la L.O.O.G.S.E. establece. Pero la Administración Educativa debe cumplir también su parte, pues parece que siempre está esperando al esfuerzo vocacional de un profesor o grupo de profesores que estén dispuestos a seguir tirando. Es hora de que se reconozca el gran potencial humano que hay en los centros públicos de enseñanza y se valore y se defienda la enseñanza pública, dotándola de los recursos, tanto materiales como humanos, que se merece y que la ley dispone. En consonancia con lo anteriormente expuesto y en línea con el presente artículo, donde expongo las limitaciones encontradas, en todos estos años, en todos los ámbitos de mi profesión docente, considero que la Administración Educativa debería desarrollar la L.O.O.G.S.E. para permitir que aquellos centros que lo quisieran, y previo visto bueno de la inspección educativa, pudieran tener un Departamento de Formación, Innovación e Investigación Educativas dotado con adecuados recursos materiales y humanos y la correspondiente flexibilidad organizativa que permitiera crear un nuevo contexto en los centros educativos para impulsar y consolidar una innovación educativa apoyada en una formación permanente gestionada por los propios profesores implicados y en una investigación favorecida por las adecuadas relaciones con la universidad y con el apoyo constante de la dirección del centro y de la Inspección Educativa que establecerían adecuados planes periódicos de formación e investigación a desarrollar en el propio instituto. De esta manera, el presente trabajo tendría una prolongación más duradera. Y llegado a este punto, no puedo por menos que terminar evocando la figura del profesor Pedro Puig Adam que deberíamos recuperar para encontrar una solución acertada y digna a la carrera profesional docente que algunos tanto deseamos.