APRENDIZAJES POR EVALUAR. OBJETIVO PROGRAMA DE ESTUDIO: Conocer las teorías del poblamiento de América, modos de vida y legado cultural

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1 GUÍA DIDÁCTICA PARA LA ENSEÑANZA DE LOS VALORES Y PRINCIPIOS DEL COOPERATIVISMO COMO PARTE INTEGRADA A LAS ASIGNATURAS DE LOS PLANES DE ESTUDIO VIGENTES ESTUDIOS SOCIALES III CICLO VIII AÑO OBJETIVO PROGRAMA DE ESTUDIO: Conocer las teorías del poblamiento de América, modos de vida y legado cultural CONTENIDO: TEMA: Civilizaciones antiguas de América EJE TRANSVERSAL: Valores OBJETIVO GUÍA DIDÁCTICA: Analizar los modos de vida de las grandes culturas aborígenes de América, basadas en una constante Dinámica de desarrollo y de acciones monumentales en cooperación. ACTIVIDADES DE MEDIACIÓN VALORES Y ACTITUDES APRENDIZAJES POR EVALUAR Ubica espacial y temporalmente las principales civilizaciones indígenas de América: AZTECAS, MAYAS E INCAS ; siguiendo la lectura: LA COOPERACIÓN DURANTE LA EPOCA ABORIGEN (*) Elabora un listado de acciones donde se muestra que los pueblos indígenas americanos practicaban la cooperación, solidaridad y ayuda mutua en su vida cotidiana. Explica cómo el Ayllu representa parte del legado cultural Inca como forma de vida en cooperación. Presenta un cuadro comparativo de las manifestaciones arquitectónicas vigentes de las tres importantes civilizaciones indígenas construidas gracias a su creatividad, emprendimiento y cooperación. Investiga a través de medios escritos y tecnológicos sobre la existencia de grupos aborígenes actuales descendientes de las grandes culturas antiguas y que mantienen prácticas asociativas y solidarias. Valoración del aporte de las prácticas cooperadoras al desarrollo de la cultura aborigen. Aprecio por las culturas aborígenes americanas y su legado de solidaridad a la humanidad. Respeto por las comunidades indígenas actuales. Sensibilidad ante las manifestaciones artísticas de los indígenas. Compromiso con las iniciativas de protección a las comunidades indígenas, su tierra, su cultura y sus tradiciones. Interés por la organización política, económica y social de las culturas prehispánicas Analiza la actitud emprendedora y organización asociativa de las culturas aborígenes, legándonos una dinámica de lucha y permanencia de la identidad de sus pueblos, amparados a un sistema de ayuda mutua y responsabilidad social. 18 MEP

2 La cooperacion durante la epoca aborigen A la llegada de los españoles, América presentaba un vasto panorama de pueblos indígenas, en diversos grados de evolución cultural. En México y Centro América brillaron dos espléndidas civilizaciones: Mayas y Aztecas. En Sudamérica, diversos pueblos culminaron en el Imperio Incaico. En la periferia, un mosaico de grupos aborígenes ofrecía una gran diversidad cultural. Algunos vivían de la caza, la pesca y la recolección de frutos, Otros habían superado esa etapa y basaban su economía en diversos cultivos: el maíz, la papa, la yuca, etc. Finalmente, algu- MEP 19

3 Tercer Ciclo Guías didácticas para la enseñanza de los valores y los principios del cooperativismo nas agrupaciones humanas, como el caso de los chibchas, por su adelanto cultural casi podían compararse con Mayas e Incas. En América del Sur, en el este de Brasil, el Chaco, la Pampa, la Patagonia y la Tierra del Fuego, vivían numerosas tribus dedicadas a la pesca, la caza y la recolección de frutos, Algunos practicaban ciertos cultivos: yuca, maíz, frijoles, etc. En la cuenca del Amazonas y las faldas de las cordilleras de Perú y Bolivia, habitaban diversos pueblos dedicados básicamente al cultivo de la yuca o mandioca y a la caza y a la pesca como actividades complementarias. En las Antillas y en el litoral Atlántico de Centro América y las costas de Colombia y Venezuela, se encontraban las tribus circuncaribes. En el extremo sur de la Cordillera de Los Andes, se ubicaron los Araucanos y en el norte los Chibchas, bastante adelantados en su evolución política y notables por su trabajos manuales, especialmente en oro. En Mesoamérica se establecieron diversos pueblos, orientados hacia la costa del Pacifico, desde el sur de México hasta el noroeste de Costa Rica, dedicados fundamentalmente al cultivo del maíz y en diversos estadios de evolución cultural. Los pueblos indígenas americanos, con excepción de Incas, Mayas y Aztecas, estaban organizados en familias y tribus, La lucha por la supervivencia, y la satisfacción de las necesidades básicas: comida, bebida, vestido, habitación, defensa etc. Ocupaban un lugar preferente en su vida cotidiana, La cooperación, la solidaridad y la ayuda mutua,, se practicaban dentro del seno familiar y la organización tribal. En primer lugar encontramos una rudimentaria división del trabajo, según el sexo y la edad de los miembros de la sociedad: las mujeres cuidaban el hogar, preparaban los alimentos, tejían, confeccionaban diversos utensilios recolectaban frutos, sembraban la tierra y recogían la cosecha. Los hombres se ocupaban de la caza, la pesca, la guerra, el arte, los oficios o prácticas religiosas y la construcción de las chozas o ranchos. Los ancianos mantenían las tradiciones culturales, ocupaban un lugar preferente en el gobierno de la aldea o la tribu y tenían la responsabilidad de la educación de los miembros jóvenes de la sociedad. La mayoría de las tareas se realizaban comunalmente: la preparación de los terrenos para la siembra, la recolección de las cosechas, la caza, la pesca, la guerra con fines defensivos u ofensivos, para capturar esclavos o prisioneros de guerra y aumentar el dominio territorial de la tribu; la construcción de las chozas o rancheríos; la festividades religiosas, etc. La tierra pertenecía a todos los integrantes de la tribu y su explotación se efectuaba comunalmente. Los productos se repartían entre los miembros de la colectividad, según las necesidades de cada quien y los excedentes se almacenaban para necesidades futuras o para la práctica de algún rudimentario intercambio comercial. 20 MEP

4 LOS MAYAS A la llegada de los españoles ocupaban una amplia zona que comprendía los actuales estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo, la mayor parte de Guatemala, Belice y parte de Honduras, con una superficie aproximada a los km 2. La civilización Maya estaba organizada en ciudades-estados, independientes y gobernadas por un minoría de sacerdotes y nobles. Entre ellas se destacan: Copán, Palenque, Piedras Negras, Tikal, Uaxactún, etc, con sus bellos palacios, templos, espléndidas esculturas y una clase de sabiossacerdotes dedicados al cultivo de la ciencia, la astronomía, la matemática, la escritura etc. MEP 21

5 Tercer Ciclo Guías didácticas para la enseñanza de los valores y los principios del cooperativismo En torno a las ciudades se levantaban los campos cultivados de maíz, cuyas cosechas constituían la base de la economía Maya y permitían el mantenimiento del Estado, la nobleza y la clase sacerdotal. El hombre corriente cultivaba el maíz y tenía que obtener cosechas suficientes para alimentar a su familia y pagar el tributo a los gobernantes, los nobles y los sacerdotes. Su tiempo libre lo dedicaban al servicio del Estado. Gracias a la cooperación y el trabajo de los campesinos, se levantaron las grandes pirámides, templos, palacios, etc. Los campesinos Mayas cortaron la piedra, fabricaron cal y argamasa para levantar las edificaciones, trabajaron la madera y la escultura, etc. La labor de los hombres libres se complementó con el trabajo de los esclavos, prisioneros de guerra, los condenados por los tribunales y los hombres comprados o raptados en otras regiones. La cooperación, el trabajo comunal, las solidaridad y la ayuda mutua dentro del pueblo Maya tuvo sus características especiales. El pueblo aportó su trabajo personal en la agricultura, la arquitectura, el arte, etc, con el cual se mantenía el Estado, la nobleza y la clase sacerdotal, ocupada en las tareas superiores de la sociedad, la política, la administración, la ciencia, el culto religioso, etc. 22 MEP

6 LOS AZTECAS Se encontraban en la cumbre de su poderío cuando Cortés y sus 600 compañeros desembarcaron en las costas de México en Este pueblo dominaba un vasto territorio que ocupaba el valle de México y se extendía por el sur hasta Oaxaca, al este hasta el golfo de México, al oeste hasta Michoacán, incluyendo diversos pueblos con varios millones de personas. Los Aztecas mantenían sometidos a sus súbditos mediante el terror, exigiéndoles cuantiosos tributos, pero sin intentar en ningún momento integrarlos a su cultura. Por ese motivo, los pueblos vencidos solo guardaban en sus corazones odio y rencor hacia sus conquistadores, esperando cualquier momento de debilidad para liberarse del yugo de sus opresores. La vida económica de la población se basaba en la propiedad comunal de la tierra, dedicada principalmente al cultivo del maíz y diversas plantas: frijoles, calabazas, maguey, algodón, tabaco etc. Los Aztecas completaban sus ocupaciones con el comercio y la práctica de numerosos oficios y artes. El calpulli, era la base de la división administrativa de la nación y de la tenencia de la tierra, que se repartía según las necesidades de los moradores. De los productos obtenidos en la agricultura, la cría de animales domésticos y las artes manuales, el pueblo separaba lo necesario para el mantenimiento de la familia y de la comunidad y para pagar los respectivos tributos al Estado. A los pueblos subyugados se les exigían determinadas contribuciones en productos agrícolas y otros objetos, incluyendo cierto número de jóvenes destinados a los sacrificios de los dioses; práctica que llegó a límites exagerados con motivo de algunas festividades especiales. Por ejemplo en el año 1487 al dedicarse el gran templo pirámide al dios huitzilopochtli, se sacrificaron jóvenes en el altar. MEP 23

7 Tercer Ciclo Guías didácticas para la enseñanza de los valores y los principios del cooperativismo LOS INCAS Cuando Pizarro llegó a Perú en 1530 descubrió la civilización más brillante y mejor organizada de la América antigua. Su territorio se extendía desde el norte de Ecuador hasta el centro de Chile, a lo largo de 4.8OO kilómetros, con un ancho entre 160 y 480 kilómetros. 24 MEP

8 Dentro del imperio incaico, la estructura política, social y económica se basaba en el ayllu, o sea la comunidad, la cual trabajaba cooperativamente la tierra y realizaba muchas tareas de ayuda mutua, tales como atender los campos de los enfermos y ancianos, ayudar a los vecinos en tiempos de cosecha, etc. Los pueblos aborígenes americanos, casi siempre han sostenido el concepto de que la tierra pertenece a la comunidad o al Estado, pero no al individuo. Dentro de este principio, la tierra del imperio incaico era propiedad del Inca o Emperador, el cual dividía los terrenos en tres partes. Primero se adjudicaba a cada familia o ayllu, la cantidad de tierra suficiente para mantener bien alimentados a los miembros de la comunidad. Una segunda parte se asignaba a los dioses y su producto estaba destinado al mantenimiento de los sacerdotes y de las ceremonias religiosas. Una tercera parte correspondía al Inca, para el sostenimiento del Emperador, la corte real. Los funcionarios del gobierno y los soldados. El cultivo de la tierra era responsabilidad de la comunidad. Los campesinos primero trabajaban los campos de los dioses, luego los del Inca y después los suyos. La preparación de las tierras, el cultivo de las plantas y la recolección de las cosechas se realizaban cooperativamente. Cada comunidad recogía los productos necesarios para su mantenimiento. Dentro de la filosofía incaica, si bien el individuo pertenecía al Estado, era obligación de éste protegerlo, respaldarlo y velar por su felicidad. Los excedentes de producción no se destruían sino que se almacenaban convenientemente en grandes depósitos, como reservas para afrontar emergencias y socorrer a las víctimas de epidemias, sequías o malas cosechas. Además de la obligación de cultivar la tierra, el pueblo tenía otros deberes que cumplir principalmente uno llamado mita. Este consistía en que cada varón, entre los 16 y 60 años de edad, tenía que servir al Estado determinado número de días al año, como soldado, minero, constructor, corredor y servidor especial de la nobleza. Algunos artesanos muy calificados estaban exentos de la mita y del cultivo de la tierra y recibían fondos del Estado para su mantenimiento. También estaban libres de estas obligaciones, ciertos jóvenes destinados a servir como pajes en la corte real o en las casas de los nobles y algunas muchachas de las aldeas de especial belleza y talento, dedicadas al servicio de la corte real o del culto religioso. La vida del hombre común era simple, pero no así la del Inca y la de los nobles, cuyo esplendor se puede apreciar por la magnificencia del Cuzco, la capital imperial, con sus grandes palacios y edificios públicos. La fuerza y permanencia del Imperio se basó en la preocupación del Inca por el bienestar de sus súbditos. No se conocían ni el hambre ni las injusticias. De acuerdo con el pensamiento del Emperador, un pueblo débil, hambriento y enfermo, no podía servir bien ni al Estado, ni a los dioses ni a la nobleza. Según lo expuesto, el espíritu cooperativo y solidario de la sociedad incaica se fundamentaba sobre bases muy particulares. El pueblo cultivaba comunitariamente la tierra y la producción servía para el mantenimiento de toda la comunidad imperial, incluyendo al Emperador, su corte, la nobleza y la clase sacerdotal. El Estado a su vez, velaba por la prosperidad económica y la seguridad física de los individuos de cada comunidad y del Imperio en general. Dentro de cada comunidad o ayllu, el trabajo cooperativo, la solidaridad y la ayuda mutua, eran las MEP 25

9 Tercer Ciclo Guías didácticas para la enseñanza de los valores y los principios del cooperativismo reglas normales de la vida cotidiana. Todo parece indicar que el Imperio vivió una existencia próspera y feliz, sin las injusticias ni el odio que caracterizaron la vida de otras organizaciones de la América precolombina. Dentro del pensamiento general de los aborígenes americanos, la tierra tuvo una importancia extraordinaria, porque de su explotación dependía básicamente la vida de las comunidades indígenas. Dicho recurso se explotó comunalmente; los hombres cooperaban porque todos eran dueños de los medios de producción y los beneficios se repartían comunitariamente. Estas primitivas organizaciones cooperativas recibieron diferentes denominaciones. En México el calpulli entre los Aztecas; Guetza en los Mixtecas; capoteca en los Tarahumaras. En Bolivia, minga entre los Aymarás y Quechuas. El raudi entre los Quechuas del Ecuador. En Perú, minga entre los Quechuas y huasiminca entre los Aymarás. En Chile, minga entre los Araucanos. En Colombia, minga entre los Guambianas y mano prestada entre los Paes, cayapa en Venezuela y mano vuelta y las juntas en Costa Rica. 26 MEP