«Qué es el arte pop? Respuestas de ocho pintores. Primera parte»

Transcripción

1 3 «Qué es el arte pop? Respuestas de ocho pintores. Primera parte» G. R. Swenson ARTnews, noviembre de 1963 Esta entrevista, muy citada, constituye la primera aproximación pública a Andy Warhol en los tumultuosos primeros compases de su carrera artística pop. Aquí encontramos por vez primera algunas de las frases lapidarias de Warhol, y su célebre aseveración: «Creo que todo el mundo debería ser una máquina». Con todo, el legado de la entrevista ha sido motivo de no poca controversia. Según David Bourdon, el biógrafo de Warhol: Swenson y Warhol eran buenos amigos, pero el artista aquel día no estaba de humor, e instó al crítico a esconder la grabadora durante la entrevista. 1 Algunas de las citas más «intelectuales» atribuidas aquí a Warhol podrían deberse a Swenson, sobre todo las observaciones sobre Hudson Review, una revista literaria trimestral que no tenemos constancia que Warhol leyera. 1. La técnica consistente en ocultar el micrófono demostraría su utilidad unos años más tarde, en esa misma década, en «En taxi con Andy Warhol», una entrevista de Frederick Ted Castle, de Véase la p

2 La charla entre Swenson y Warhol fue una de las ocho entrevistas con otros tantos artistas publicadas bajo el título «Qué es el arte pop?» en los números de noviembre de 1963 y febrero de 1964 de Art News. Siete de estas ocho entrevistas se incluyeron posteriormente en el libro de John Russell y Suzi Gablik Pop Art Redefined (Thames and Hudson, Londres, 1969). A causa de una labor de edición descuidada, los últimos ocho párrafos de la entrevista de Swenson con el pintor Tom Wesselmann aparecieron en la entrevista de Swenson con Warhol. Fruto de esta metedura de pata, algunos comentarios de Wesselmann se atribuyen, por error, a Warhol. Estas citas apócrifas de Warhol siguen circulando por culpa del catálogo Pop Art Redefined. 2 En esta entrevista, Swenson le pide a Warhol que hable del origen de su serie Death & Disaster [Muerte y desastre]. Warhol responde: «Sucedió en Navidad o tal vez fue en el Día del Trabajo. 3 En cualquier caso, fue un día festivo. Cada vez que ponía la radio, decían cosas como: Cuatro millones de personas morirán en accidentes de circulación... En un detalle trágicamente irónico, Swenson murió con treinta y cinco años en un accidente de tráfico en agosto de Él y su madre viajaban por la autopista interestatal del oeste de Kansas. Su vehículo circulaba detrás de otro, en una caravana, cuando un camión con remolque que venía en sentido contrario se quedó cruzado en la carretera, y mató a todos los ocupantes de los tres primeros coches de la fila». 4 K. G. 2. David Bourdon, op. cit., p En el calendario estadounidense, esta festividad se celebra el primer lunes de septiembre. (N. del t.) 4. David Bourdon, op. cit., p

3 Andy Warhol: Alguien dijo que Brecht quería que todo el mundo pensara igual. Yo quiero que todo el mundo piense igual. Pero, en cierto sentido, Brecht quería lograrlo por medio del comunismo. Rusia lo hace mediante su gobierno. Y aquí está sucediendo de manera natural, sin la intervención de un gobierno estricto, así que, si funciona sin que nos lo propongamos, por qué no puede funcionar sin necesidad de abrazar el comunismo? Todo el mundo se parece y actúa del mismo modo, y cada vez las cosas apuntan más en esa dirección. Creo que todo el mundo debería ser una máquina. Creo que a todo el mundo debería gustarle todo el mundo. G. R. Swenson: En eso consiste el arte pop? A. W.: Sí, en que te gusten las cosas. G. R. S.: Y que te gusten las cosas hace que seas como una máquina? A. W.: Sí, porque cada vez haces lo mismo. Lo haces una y otra vez. G. R. S.: Y está de acuerdo con esa idea? A. W.: Sí, porque todo es pura fantasía. Es difícil ser creativo y es difícil no pensar que lo que haces es creativo o es difícil que no digan que eres creativo porque todo el mundo habla de eso y de la individualidad. Todo el mundo siempre es creativo. Y es divertidísimo cuando dices que las cosas no lo son, como cuando llamé «creación» al dibujo de aquella zapatilla que hice para un anuncio, aunque el dibujo no lo era. Pero supongo que creo en las dos cosas. Toda esa gente que no es muy buena debería ser realmente buena. La verdad 59

4 es que, hoy, todo el mundo es demasiado bueno. Cuántos actores hay? Hay millones de actores, y todos son bas tante buenos. Y cuántos pintores hay? Millones de pintores, y todos son bastante buenos. Cómo puedes afirmar que un estilo es mejor que otro? Deberías poder pintar co mo un expresionista abstracto dentro de una semana, o co mo un artista pop, o como un realista, sin tener la sensación de que has renunciado a algo. Creo que los artistas que no son muy buenos deberían ser como cualquiera, y así a la gente le gustarían cosas que no son muy buenas. Ya está pasando. Basta con leer las revistas y los catálogos. Es de este estilo o de este otro, aparece un tipo así o asá... Y, en el fondo, no hay ninguna diferencia. Todo esto hace que algunos artistas queden al margen. Por qué? G. R. S.: El arte pop es una moda? A. W.: Sí, es una moda, pero no veo qué importancia tiene eso. Se rumorea que G. deja de trabajar, que ha abandonado totalmente el mundo del arte. Y todo el mundo se dedica a repetir lo terrible que es que A. haya abandonado el estilo que lo caracterizaba y haga las cosas de otro modo. Yo no lo veo así. Si un artista ya no puede hacer nada más, debería desistir, y un artista debería ser capaz de cambiar de estilo sin sentirse mal por ello. Me contaron que Lichtenstein dijo que tal vez dejaría de dibujar cómics durante uno o dos años; creo que poder cambiar de estilo sería sensacional. Y creo que eso mismo es lo que va a suceder, que así será toda la escena artística a partir de ahora. Puede que por eso ahora me dedique a las serigrafías. Creo que alguien debería ser capaz de pintar todos mis cuadros. He sido incapaz de lograr que todas las imágenes sean tan claras, sencillas e idénticas a la primera. Y creo que sería sensacional que más 60

5 gente se pusiera a hacer serigrafías; así nadie sabría si el cuadro es mío o de otra persona. G. R. S.: Pondría la historia del arte patas arriba? A. W.: Sí. G. R. S.: Es ése su objetivo? A. W.: No. El motivo por el que pinto así es porque quiero ser una máquina, y tengo la sensación de que todo aquello que hago, y que hago como si fuera una máquina, es precisamente lo que quiero hacer. G. R. S.: Acaso el arte del mundo de la publicidad era más mecánico? A. W.: No, no lo era. Me pagaban, y hacía lo que me encargaban. Si me decían que dibujara un zapato, dibujaba un zapato, y si me pedían que lo corrigiera, lo hacía; hacía todo lo que me ordenaban, incluso corregir y enmendar el dibujo. Antes tenía que inventar; ahora, no. Después de todas esas «correcciones», los dibujos comerciales tenían sentimientos, tenían un estilo. También tenían sentimientos o algo por el estilo quienes me contrataban; sabían qué querían, insistían. En ocasiones, se conmovían. El proceso de creación en la publicidad era mecánico, pero había sentimientos en la actitud de las personas. G. R. S.: Por qué empezó a pintar latas de sopa? A. W.: Porque eso era lo que comía. Durante veinte años, cada día he comido lo mismo, lo mismo una y otra vez. Alguien dijo que mi vida me ha dominado. Me gusta esa idea. Tiempo atrás, quería vivir en el hotel Waldorf Towers y comer 61

6 sopa y un bocadillo, como en la escena del restaurante de El almuerzo desnudo... Fuimos a ver 007 contra el Doctor No a la calle 42. Es una película fantástica, sensacional. Salimos del cine y alguien lanzó un petardo rojo contra la multitud, justo delante de donde nos encontrábamos. Hubo sangre. Vi a gente cubierta de sangre. Yo mismo me sentí como si estuviera sangrando. La semana pasada, leí en el periódico que cada vez más gente tira petardos se ha puesto de moda que hieren a la gente. La exposición que presentaré en París se titulará «Death in America» [Muerte en Estados Unidos]. Mostraré cuadros de sillas eléctricas, de perros en Birmingham, de accidentes de coches y algunos cuadros de suicidas. G. R. S.: Por qué empezó a hacer esos cuadros sobre la muerte? A. W.: Creo en la muerte. Vio el Enquirer la semana pasada? Había un artículo titulado «El accidente que hizo llorar a la policía»: una cabeza cortada por la mitad, con los brazos y las manos desperdigados por el suelo. Es algo perverso, pero estoy seguro de que pasa constantemente. En los últimos tiempos he conocido a muchos policías. Lo fotografían todo, pero es casi imposible que te den las imágenes. G. R. S.: Cuándo empezó la serie sobre la muerte? A. W.: Supongo que fue a raíz de la fotografía del gran accidente de aviación, en la portada del periódico: 129 MUER TOS. En esa época también estaba pintando los cuadros de Marilyn. Me di cuenta de que la Muerte estaba presente en todo lo que hacía. Era Navidad o tal vez el Día del Trabajo. En todo caso, fue un festivo. Cada vez que ponía la radio, decían cosas como: «Cuatro millones de personas morirán en accidentes de circulación». Así empezó todo. Pero cuan 62

7 do ves una fotografía horripilante de manera reiterada, deja de tener efecto. G. R. S.: Pero sigue haciendo cuadros de Elizabeth Taylor. A. W.: Los empecé hace mucho tiempo, cuando ella es taba muy enferma y todo el mundo decía que se iba a morir. Aho ra los estoy rehaciendo. Estoy pintando los labios y los ojos de colores brillantes. Mi próxima serie será pornográfica. Los cuadros serán un lienzo en blanco, y las imágenes aparecerán cuando enciendas las luces negras: pechos enormes y... Si entra un policía, bastará con apagar las luces o encender las normales: quién podría decir que aquello es pornografía? Pero todavía estoy probando cosas. Segal hizo una escultura de dos personas haciendo el amor, pero luego la hizo añicos, supongo que porque le parecía demasiado pornográfica para ser considerada arte, pero lo cierto es que era preciosa, tal vez demasiado buena, o puede que Segal tenga un sentimiento protector con respecto al arte. Cuando lees a Genêt te pones a cien, y por eso hay quien dice que no es arte. Lo que realmente me gusta es que dejas de pensar en cosas como el estilo; el estilo no es tan importante. G. R. S.: Cree que «pop» es un mal nombre? A. W.: El nombre es espantoso. Debe de haber una relación entre dadá y pop; es divertidísimo: los nombres son sinónimos. Alguien sabe qué se supone que significan estos nombres, o a qué aluden? Johns y Rauschenberg, a los que se ha considerado neodadaístas durante todos estos años, y de quienes todo el mundo ha dicho que están adocenados y son incapaces de transformar las cosas que emplean, hoy son los progenitores del pop. Es curioso cómo cambian 63

8 las cosas. Creo que John Cage ha tenido cierta influencia, y Merce Cunningham tal vez también. Leyó el artículo del Hudson Review [«El fin del Renacimiento?», verano de 1963]? Era sobre Cage y toda esa gente, pero empleaba palabros como «empirismo radical» y «teleología». Quién sabe? Tal vez Jap 5 y Bob 6 eran neodadaístas y ya no lo son. Los libros de historia se reescriben constantemente. Da igual lo que hagas. Todo el mundo sigue pensando lo mismo, y cada año las cosas se parecen más. Quienes más hablan de individualidad son precisamente los que más se oponen a las desviaciones, y dentro de unos años podría suceder lo contrario. Algún día, todo el mundo pensará lo que le plazca, y entonces es probable que todo el mundo piense lo mismo; diría que eso es lo que está sucediendo. 5. Jasper Johns (1930-), artista. 6. Robert Rauschenberg ( ), artista. 64