Palabras clave Incendios forestales, tratamiento del Pinus halepensis, gestión para la prevención de incendios

Transcripción

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2 2/8 La gestión forestal en la prevención de grandes incendios forestales: tratamiento selvícola en formaciones de Pinus halepensis en bosques de titularidad privada de Cataluña CERVERA ZARAGOZA, T. 1, FARRIOL ALMIRALL, R. 1 y LARRAÑAGA OTXOA, A. 2 1 Centre de la Propietat Forestal. Departament de Medi Ambient i Habitatge. Generalitat de Catalunya 2 Direcció General de Prevenció, Extinció d Incendis i Salvaments. Departament d Interior, Relacions Institucionals i Participació. Generalitat de Catalunya Resumen Cataluña presenta 1,9 millones de hectáreas forestales, de las cuales 1,6 hectáreas son arboladas. En los últimos cincuenta años la carga de combustible en los bosques se ha incrementado de forma notoria, la baja rentabilidad de los recursos y la reducida gestión forestal ha conducido a la formación de grandes incendios forestales. Las formaciones puras de pino blanco y las mixtas, con encina como especie secundaria, se encuentran ubicadas en municipios declarados de alto riesgo de incendio forestal y son las de mayor extensión en Cataluña. La formación de estos bosques, la calidad de estación y el comportamiento ante el fuego, determinan una tipología forestal donde el abandono de la gestión forestal es cada vez más importante. El tratamiento de estas masas para conseguir estructuras resistentes al paso del fuego y que limiten los valores de velocidad e intensidad de propagación que caracterizan a los grandes incendios forestales deben presentar una adecuada carga y distribución de combustibles (vertical y horizontal), a partir de diversas actuaciones selvícolas en función de la composición de las especies arbóreas, la fracción de cabida cubierta, tanto arbórea como arbustiva, y la pendiente de la unidad de gestión. En este sentido se realizarán diferentes actuaciones en varias comarcas catalanas, en formaciones de influencia litoral, a partir de la concesión de subvenciones por parte de la administración forestal en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Cataluña para el período , que permitan garantizar a largo plazo el cumplimiento de sus funciones ambientales, sociales y económicas, y por tanto contribuyan a la sostenibilidad y diversidad del territorio. Palabras clave Incendios forestales, tratamiento del Pinus halepensis, gestión para la prevención de incendios 1. Introducción Cataluña dispone de 1,9 millones de hectáreas arboladas, el 60% de la superficie del territorio, de las cuales 1,6 millones son arboladas. Las especies forestales de mayor extensión son el Pinus halepensis, que ocupa un 20% de la superficie arbolada, seguido de muy cerca por el Pinus sylvestris, con un 18% y por Quercus ilex, con un 15%. Aunque el pino blanco se puede encontrar en muchas comarcas del territorio catalán, desde el nivel de mar hasta los 1000 metros, su presencia es muy importante en las comarcas del Bages, Terra Alta y Anoia, y en las zonas comprendidas entre los 200 y 600 metros. En estas áreas mediterráneas los municipios están declarados de alto riesgo de incendio forestal y aunque es una especie que regenera con facilidad, su recuperación es complicada cuando la periodicidad de los incendios es muy alta. La mayor parte de estas masas se encuentran en

3 3/8 montes de titularidad privada y la gestión de estos bosques ha sido concebida siempre a partir de criterios económicos. Los pinares de pino blanco forman masas puras, unas de influencia litoral y otras continentales, y masas mixtas con otras coníferas o bien con quercíneas. La estructura media de las masas está caracterizada por unas densidades medias entre los 800 y 1100 pies/ha y con un recubrimiento medio del 60 y el 70%. Por otra parte, las existencias son muy variables, entre 50 y 97 m 3 /ha según las demarcaciones, y su aprovechamiento comercial es muy reducido. Esto conduce a un incremento cada vez mayor de su biomasa que es frenada por el avance de los grandes incendios forestales. La elevada vulnerabilidad al paso del fuego de las zonas ocupadas por el pino blanco, con una recurrencia de incendios inferior a 25 años en algunos casos, ha dado lugar a una forma de explotación basada en la selección diamétrica, es decir, aprovechamiento maderero de los pies que alcanzan un diámetro comercial, sin tener en cuenta el turno, la edad de madurez o criterios tecnológicos propios de la selvicultura. El resultado son bosques con estructuras heterogéneas en diámetro y altura (aunque en origen sean regulares) y una proliferación de sotobosque importante, compuesta por vegetación heliófila muy reactiva a las cortas del estrato arbóreo. La amenaza constante de los incendios genera premura en el aprovechamiento de las masas más capitalizadas por el temor a la pérdida del valor, intensificando la explotación en cada intervención y agudizando por tanto el proceso de generación de masas vulnerables. Este tipo de estructura pluriestratificada favorece la acumulación de biomasa en el estrato superficial (matorral y herbáceas) y una escalera de combustible desde superficie hasta el estrato arbóreo dominante. La capacidad del fuego de elevarse desde la superficie hasta las copas es mayor, pasando con facilidad de fuego de superficie a fuegos pasivos y activos de copas. El salto cuantitativo en términos de intensidad de frente de fuego y velocidad de propagación superan el umbral de la denominada capacidad de extinción. Este concepto se basa por un lado en el balance de fuerzas entre la energía que emite el frente de fuego y la capacidad de anular sus efectos por parte del servicio de extinción. Y por otro, en el balance entre la velocidad de crecimiento areal del incendio y la capacidad de despliegue de medios con un esquema táctico y estratégico consecuentes con la propagación. Las propagaciones de fuego que implican la participación de las copas de forma sostenida en el espacio y el tiempo superan con creces el balance de fuerzas expuesto a favor del fuego, y por tanto se convierten en la mayor parte de los casos en grandes incendios forestales. Desde la administración forestal de Cataluña se está trabajando en la elaboración de unas orientaciones de gestión forestal (ORGEST) desde una perspectiva multifuncional, a partir de la definición y validación de unas tipologías forestales, con la integración de la vulnerabilidad de las masas a los incendios forestales, sobretodo para las especies que se encuentran en las áreas de mayor riesgo de incendio y donde éstos se han sucedido a lo largo del tiempo. La gestión de las masas desde una perspectiva multifuncional, integrando en este caso las funciones productivas y las ambientales, en un territorio donde la gestión se ha reducido en los últimos años y mayoritariamente de propiedad privada, constituye un reto muy importante para la aplicación de este tipo de orientaciones.

4 4/8 2. Objetivos A partir de las distintas tipologías de las masas de Pinus halepensis, con una determinada composición específica del arbolado, calidad de estación y comportamiento ante un incendio forestal, se deben establecer unas orientaciones de gestión que permitan garantizar a largo plazo el cumplimiento de sus funciones ambientales, sociales y económicas, y por tanto permitan contribuir a la sostenibilidad y diversidad del territorio. Para cada estadio de desarrollo de una masa de pino blanco (desde regenerado hasta masa adulta) se pueden determinar diferentes grados de vulnerabilidad a la propagación del fuego atendiendo a los aspectos básicos de distribución y carga de combustibles. Los tratamientos selvícolas que deban realizarse han de minimizar la vulnerabilidad en cada estadio de desarrollo, y conseguir estructuras estables en el tiempo que reduzcan los efectos de los grandes incendios forestales. La cuantificación del grado de vulnerabilidad para cada caso permite valorar la idoneidad de cada tratamiento en términos de mejora de la vulnerabilidad de la masa y del comportamiento de fuego. De esta forma se dota al sistema de prevención y extinción de herramientas para valorar la adecuación de inversiones en materia de resistencia a la propagación y mejora de la vulnerabilidad. A partir de unas orientaciones teóricas de gestión de estas masas se pretende, en una primera fase, llevar a la práctica, de una forma generalizada, en distintas situaciones del territorio y diferentes tipologías, los tratamientos establecidos para conocer los condicionantes técnicos y económicos de dichas actuaciones y analizar las estructuras finales de esta gestión para conocer las limitaciones de estabilidad en el tiempo. Teniendo en cuenta que estas formaciones son en general de titularidad privada y dada su reducida rentabilidad económica, la aplicación de las actuaciones selvícolas debe de apoyarse en medidas de fomento económico por parte de la administración, subvenciones a la gestión forestal sostenible, y establecer así un equilibrio de sus funciones, productivas y ambientales. 3. Metodología Para conocer la viabilidad de la gestión de las masas de pino blanco, para su mejor estructuración ante la presencia de grandes incendios forestales, se establecieron mediante la aprobación de unas Bases reguladoras de subvenciones para el periodo , en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Cataluña, la posibilidad de subvencionar estas actuaciones. La Orden MAH/105/2008, de 6 de marzo de 2008, estableció entre varias actuaciones, una sección de gestión forestal en la prevención de incendios, que contemplaba entre algunas actuaciones la de Reducción de la carga de combustible en la unidad de gestión, en los municipios de alto riesgo de incendio, y dando prioridad en la concesión de las ayudas las masas ubicadas dentro de los Perímetros de Protección Prioritaria (PPP), de la Red Natura 2000 y aquellas fincas planificadas mediante instrumentos de ordenación forestal. El importe máximo subvencionable se estableció en 2000 euros/ha. Más tarde, a partir de dos convocatorias para la gestión forestal sostenible, con aplicación durante el y , se establecieron las siguientes actuaciones, según se tratara de masas puras de pino blanco o mixtas con encina como especie secundaria, y en función del recubrimiento arbustivo de las distintas fincas:

5 5/8 1.- Clareo y tratamiento de restos vegetales 2.- Clareo, selección de rebrotes y tratamiento de restos vegetales 3.- Clareo, selección de rebrotes, desbroce y tratamiento de restos vegetales. Para la determinación del tipo de estructura a tratar y la selección de las distintas actuaciones a realizar, se contó con la participación del conocimiento experto de técnicos especialistas en extinción de incendios y gestión de combustible mediante quemas prescritas de Bombers de la Generalitat de Catalunya. La experiencia recogida en 10 años de seguimiento de incendios forestales, basada en la respuesta de diferentes tipos de estructura de pino blanco al comportamiento del fuego, ha servido para determinar el grado de vulnerabilidad en términos de mortandad e intensidad de fuego. Los datos de referencia para completar la relación entre estructura y comportamiento de fuego se han basado en el seguimiento realizado en 38 quemas, realizadas en estructuras de pino blanco y en diferentes estadios de desarrollo. En cada quema se establecieron 2 puntos de seguimiento en los que se tomaban datos de comportamiento de fuego; longitud de llama y velocidad de propagación, así como datos meteorológicos; humedad relativa, viento y temperatura. Una vez establecidas las actuaciones a realizar era necesario seleccionar las masas susceptibles de recibir las ayudas. Para ello se establecieron las siguientes premisas: Masas con fracción cabida cubierta alta (>80%). Masas adultas con cierto grado de capitalización Las masas de estas características presentan la mejor ratio de mejora de vulnerabilidad versus inversión, ya que un tratamiento que elimine combustible de superficie y de escalera minimiza la posibilidad de ascenso a copas, y garantiza por más tiempo la limitación a la proliferación de matorral por el inhibidor efecto de la sombra. Por el contrario masas abiertas, con abundante sotobosque y escalera de combustible, requieren inversiones elevadas para mejorar la vulnerabilidad. Los resultados en estos casos son más efímeros por la alta reactividad de la vegetación heliófila del sotobosque, frente a la poca capacidad de las copas para ocupar espacio en el estrato arbóreo. En cada una de estas actuaciones, después del clareo, era necesario dejar una fracción de cabida cubierta entre el 70% y el 80% (Fcc) y las actuaciones de selección de rebrotes y desbroce debían reducir la continuidad vertical con el estrato dominante. En la primera convocatoria de ayudas publicada, se concedieron diez actuaciones de gestión para la prevención de incendios forestales, con un importe total de euros. En una primera fase del proceso se analizaron las distintas solicitudes, las zonas y los propietarios que se podían beneficiar de estas ayudas, a partir de los condicionantes y prioridades establecidas en las convocatorias, y se llevó a cabo un asesoramiento directo a los gestores y empresas de explotación. En una segunda fase, después de la resolución y posterior aceptación por parte de los beneficiarios, se seleccionaron cuatro fincas (Figuras 1 y 2), masas puras y masas mixtas, para el seguimiento y mejor aplicación de este tipo de actuaciones, análisis de los parámetros forestales antes y después de los trabajos forestales, valoración económica del proceso y disponibilidad y adaptación de la propiedad privada para este tipo de actuaciones. Estas

6 6/8 parcelas de seguimiento de pino blanco están ubicadas en las comarcas del Priorat, Baix Ebre, Vallès Occidental y Vallès Oriental, en las provincias de Tarragona y Barcelona y presentan diferentes características en cuanto a densidad, distribución diamétrica, existencias y recubrimiento de encina. La fracción de cabida cubierta media de cada una de estas zonas se sitúa entorno al 70-75% y esto ha conllevado a la aplicación de distintos criterios de corta en función de los rodales existentes, con el señalamiento de distintos grados de clareo de la masa. En la mayoría de los casos se ha aprobado la ejecución correspondiente al conjunto de actuaciones (clareo, selección de rebrotes, desbroce y tratamiento de restos vegetales), teniendo en cuenta la presencia de encina, bien como especie secundaria o como especie acompañante, y por la necesidad de realizar actuaciones sobre el matorral existente. La trituración o eliminación de los restos vegetales generados es básica para minimizar la acumulación de combustible fino seco en superficie. Figura 1. Localización de las parcelas de seguimiento de pino blanco Figura 2. Parcela 1:Can Viver de la Serra, Vallès Occidental, antes de las actuaciones y Parcela 2: Prat de Dalt,Vallès Oriental, después de las actuaciones

7 7/8 Una vez realizadas las distintas actuaciones, se analizará las dificultades de aplicación de los conceptos subvencionables y los condicionantes de ejecución que se deberían establecer en las futuras convocatorias de subvención a la gestión forestal sostenible. 4. Conclusiones La gestión de las masas de Pinus halepensis en el área mediterránea de Cataluña, a partir de unas orientaciones de gestión multifuncional, función productiva y de prevención de grandes incendios forestales, teniendo en cuenta que la mayoría de los montes son de propiedad privada, y después del proceso de aplicación práctica de distintas actuaciones selvícolas a partir de la concesión de subvenciones a la gestión, se pueden establecer las siguientes conclusiones: 1.- La aplicación de las actuaciones mediante el apoyo de las subvenciones forestales, requiere de un mayor esfuerzo de asesoramiento y transferencia de resultados para una mayor acogida por parte de los propietarios. 2.- El gran número de incendios y la gestión realizada hasta el momento no permite una aplicación generalizada de las actuaciones de prevención puesto que las masas de pino blanco se encuentran en muchos casos en estado de regeneración o por otro lado presentan recubrimientos inferiores a los necesarios para esta finalidad. 3.- La estabilidad en el tiempo de estas masas de pino blanco requiere de unas orientaciones en las distintas fases de evolución de las mismas. 4.- Para el estadio de regenerado, caracterizado en esta especie por densidades elevadas (>5000 pies/ha), no se han considerado iniciar tratamientos hasta no tener criterios contrastados que permitan determinar el tratamiento más adecuado y el régimen de intervención para aunar los objetivos selvícolas y los de mejora de vulnerabilidad. 5.- En masas con vuelo de pino blanco y subvuelo dominado por la encina, existen dificultades claras de selección del árbol así como de la especie de futuro para garantizar la mejor estructura de la masa y el objetivo planteado. 6.- La función económica de las masas en las zonas de mayor producción, establecida como función principal por parte de los propietarios, puede llevar a la pérdida de la estabilidad frente a los grandes incendios en un corto periodo de tiempo y por ello debe aplicar-se un tratamiento adecuado en el conjunto del territorio, considerando las cortas por rodales, en unidades de actuación o de finca, para garantizar dicha estabilidad en cada una de las zonas en que se apliquen los distintos tratamientos establecidos. 7.- Los propietarios perciben la actuación de reducción de la carga de combustible en la unidad de gestión como una oportunidad de mejora y conservación de sus montes. El objetivo de prevención de incendios prevale de forma clara por encima del aprovechamiento maderero, hecho que favorece su implantación territorial. 8.- Es esencial la implicación de la propiedad y administración forestales para transferir los criterios de gestión al rematante o empresa de servicios forestales como garantía de cumplimiento del objetivo establecido en el momento de la ejecución.

8 8/8 9.- La aplicación de estas orientaciones de gestión y la priorización de las zonas de actuación en el proceso de concesión de las subvenciones forestales deben enmarcarse en los futuros Planes de Ordenación de los Recursos Forestales (PORF), que deben determinar las zonas de mayor viabilidad de estos tratamientos para el cumplimiento de los objetivos establecidos. 5. Bibliografía CASTELLNOU, M; Informe de l efecte del combustible en el comportament dels grans incendis forestals del Juliol 98. Unitat de Focs Forestals, CTFC-UdL. CREAF; Inventari ecològic i forestal de Catalunya. Número 10, DIARI OFICIAL DE LA GENERALITAT DE CATALUNYA; Ordre MAH/105/2008, per la qual s aproven les bases reguladores dels ajuts a la gestió forestal sostenible. Núm OFFICE NACIONAL DES FORESTS; CENTRE REGIONAL DE LA PROPRIETÉ FORESTIÈRE; Le pin blanc: une espèce provençale en plein essor. Forêt Mediterranéenne PIQUÉ, M.; VERICAT, P.; Elaboració d orientacions de gestió sostenible i multifuncional per als boscos de Catalunya. Centre de la Propietat Forestal.