Estudio cadena de valor de la Industria Textil- Vestimenta en Uruguay

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2 Consultoría para FLACSO/Argentina RELEVAMIENTO Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE CADENAS DE VALOR REGIONALES Posición: Consultor Componente 1 Uruguay INFORME FINAL Estudio cadena de valor de la Industria Textil- Vestimenta en Uruguay Consultor: Adrián Rodríguez Miranda Colaborador: Carlos González 2013

3 Contenido 1. MARCO CONCEPTUAL: CADENAS DE VALOR E INTEGRACIÓN PRODUCTIVA DESCRIPCIÓN DE LA CADENA... 8 PRODUCTOS... 8 EMPRESAS... 9 LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA SECTORES Y ACTORES RELEVANTES PARA LA CADENA TEXTIL- VESTIMENTA ESQUEMA GRÁFICO DE FUNCIONAMIENTO DE LA CADENA TEXTIL- VESTIMENTA NORMATIVA RELEVANTE PARA LA CADENA EMPLEO, PRODUCCIÓN E INVERSIÓN EMPLEO PRODUCCIÓN INVERSIÓN MERCADOS MERCADO INTERNO IMPORTACIONES DE PRODUCTOS INTERMEDIOS MERCADOS EXTERNOS ANÁLISIS DE COMPETITIVIDAD DE LA CADENA SINÓPSIS DEL SECTOR TEXTIL- VESTIMENTA EN EL MUNDO ANÁLISIS CUALITATIVO DE VENTAJAS Y DESVENTAJAS PARA URUGUAY ANÁLISIS DE INDICADORES DE COMPETITIVIDAD LA CADENA EN PERSPECTIVA DE INTEGRACIÓN REGIONAL RECOMENDACIONES ELEMENTOS PARA UNA ESTRATEGIA DE COMPETITIVIDAD PARA EL SECTOR TEXTIL- VESTIMENTA SOBRE LA ESTRATEGIA DE INSERCIÓN EN LOS MERCADOS REGIONALES BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA LISTADO DE ACTORES ENTREVISTADOS

4 1. MARCO CONCEPTUAL SOBRE CADENAS DE VALOR E INTEGRACIÓN PRODUCTIVA Cadena productiva o cadena de valor El análisis de la totalidad de los procesos y agentes participantes en una producción tiene su origen en la década de los 60 en la Harvard Business School asociado al concepto de agribusiness, aludiendo al funcionamiento de un sistema integrado verticalmente, interdependiente y cuyo dinamismo surge de las innovaciones que se realizan en todas la etapas de la producción agroindustrial, inducidas desde los sectores no agrícolas. Según Gereffi, Humphrey, Kaplinsky y Sturgeon (2001) se puede identificar los siguientes tipos (o clasificaciones) de cadenas de producción o de valor con diferentes implicaciones en términos de escala espacial: Cadenas de proveedores o supply chains que refiere en general a los procesos que involucran la transformación productiva desde materias primas hasta el producto terminado (típicamente las cadenas productivas basadas en recursos naturales). Pueden ser cadenas que se desarrollan en la escala local, nacional, regional o internacional. Las redes internacionales de producción. Donde el énfasis se pone en redes globales de producción en las que las empresas multinacionales operan como los buques insignia. Son redes que involucran a dos o más países. Cadenas globales de productos. Donde el énfasis se pone en la estructura de gobernanza de la cadena de valor y en el rol de las firmas lideres para establecer cómo se organiza la red de producción global y las fuentes de proveedores. Cadenas Globales de Valor (CGV). Enfoque que pone el acento en el valor relativo que aporta cada una de las actividades que se requieren para producir un bien o servicios, desde su concepción y diseño, pasando por las diferentes fases de transformación, hasta llegar a ponerlo al alcance del consumidor final, así como la etapa de su disposición final después de utilizado. Actividades que se encuentran con un alto grado de dispersión espacial y en escala global. Según UDELAR- FCEA (1995) el concepto de cadena o complejo productivo refiere a una sucesión de actividades implican un conjunto de estructuras vinculadas entre sí con cierta integración vertical, que puede incluir a diferentes ramas de la producción y diversos fenómenos como parte de una misma lógica productiva. En el análisis se incluye a los agentes económicos, unidades productivas y empresas de diversa índole que participan en esas actividades y establecen entre sí relaciones de distinta naturaleza; por lo tanto es posible delimitar el conjunto de relaciones económicas y sociales que se articulan entre los diversos procesos de producción, distribución y consumo; permitiendo, además, conocer las relaciones de poder resultantes de la interacción entre los diversos agentes que la componen. Esta definición se puede ampliar incorporando otras dimensiones como las derivadas de la propiedad común de las firmas, alianzas estratégicas entre empresas o el goce común de políticas de fomento. Entonces, una cadena productiva o cadena de valor se puede ver como un sistema de actividades económicas (que pueden ser primarias, manufactureras, logísticas, de distribución 3

5 y comercialización, servicios, etc.) que establecen entre sí relaciones derivadas de la pertenencia a un mismo proceso (en cualquiera de sus fases) que conduce a la obtención de un determinado producto o servicio final. De acuerdo a esta definición, la competitividad del producto o servicio que está al final de la cadena va a depender de la eficiencia en todas las actividades que se entrelazan a lo largo de la misma y en todas sus fases. Esto implica que un mueble, una prenda de vestir, un auto, una máquina o un medicamento logrará una inserción competitiva en los mercados, externos e internos, si es resultado de un sistema de valor que cuenta con una red de proveedores de insumos, materias primas, tecnología y servicios (de todo tipo) que sean eficientes, asegurando ciertos estándares de calidad, costos y tiempos de entrega. Al respecto de esto último no sólo se trata de eficiencia productiva pura, sino que es muy importante el timing (coordinación) a lo largo de toda la cadena (Rodríguez Miranda, 2006). De acuerdo con lo que se ha establecido, en primer lugar, queda claro que una cadena productiva refiere a un amplio rango de actividades que van del diseño, pasando por la producción hasta la comercialización de un producto. Dentro del enfoque que pone énfasis en la gobernanza de esa estructura de producción se diferencia entre las cadenas que son orientadas por el productor y las que son dirigidas o orientadas por el comprador (Gereffi y Korzeniewicz, 1994; Gereffi, 2001). Las cadenas dirigidas por el productor refieren a aquellas donde grandes fabricantes, en general multinacionales, tienen el control en la coordinación de las redes de producción y en los vínculos hacia atrás y hacia delante. Es el caso de las industrias de capital e intensivas en tecnología, como la automotriz, la producción de aviones, computadoras, semiconductores y maquinaria pesada. En cambio, las cadenas que son dirigidas por el comprador son las que muestran el control de la estructura y los vínculos por parte de los grandes comercializadores minoristas (que llegan al consumidor final) y los fabricantes responden a esos estímulos con redes de producción descentralizada en una variedad de regiones y países exportadores. Es el caso de los productos para consumidor final como vestuario, zapatos, juguetes, artículos para el hogar. Ejemplos de esas cadenas son las que son lideradas por grandes comercializadores como Wal- Mart, Nike, Reebok, Liz Claiborne, The Gap, entre otras, que son identificadas como firmas que son una nueva clase de fabricantes sin fábrica, separando la fase de diseño y comercialización, de la producción física que en general se realiza en redes de contratistas en todo el mundo. Las ganancias en este tipo de cadenas se generan en las actividades de diseño, comercialización y servicios financieros. En cambio, en las cadenas dirigidas por los fabricantes las actividades estratégicas, que crean más valor, se relacionan con el aumento de la escala y los avances tecnológicos. En cualquier caso, el enfoque de cadena trata de una visión de procesos, y no de empresas o sectores aislados. El éxito de la cadena depende de todas sus partes y comienza a definirse a partir del primer eslabón. Por lo tanto, hay que pensar a las actividades involucradas desde una perspectiva sistémica, en la que cualquier cambio (tecnológico, organizativo, formación de recursos humanos) que se produzca en una determinada fase seguramente requerirá de un cambio en el mismo sentido por parte de la fase anterior (por ejemplo: proveedores, servicios, logística, investigación) o siguiente (elaboración de productos intermedios y/o finales, comercialización, distribución, logística, marketing). Por otra parte, en cualquiera de los enfoques, el concepto de cadena de valor se vincula inevitablemente al concepto de eficiencia y competitividad, sobre todo cuanto mayor sea la relación con la escala internacional y global. Como señalan Humphrey y Schmitz (2002), las CGV son extremadamente dinámicas y competitivas por naturaleza. Por lo tanto, para que las firmas puedan mantener una buena inserción en esas cadenas globales se requiere de un continuo esfuerzo por aumentar sus habilidades para hacer las cosas, siendo innovadoras y/o 4

6 desarrollar capacidades que le permitan ser competitivas en determinados nichos del mercado. Finalmente, es necesario notar que en si mismo el concepto de cadena productiva no tiene necesariamente una connotación territorial fuerte. Es decir, los eslabones o fases de la cadena y todas las actividades conexas y auxiliares que se desarrollan pueden estar fuertemente aglomeradas en un espacio territorial concreto, por ejemplo, una ciudad o una región en un país, pero también pueden estar más o menos dispersos conformando una cadena productiva nacional, regional internacional (por ejemplo, en la región del Mercosur), o incluso totalmente globalizada (con fases y eslabones dispersos en diferentes localizaciones en el mundo). Cluster Otro concepto que se vincula a los anteriores es el de cluster. Al respecto, podemos interpretar el planteo de Porter (1998) sobre cluster como grupos de empresas e instituciones enlazadas en un sistema de valor y con determinada concentración geográfica de las actividades, lo que permite la especialización. El sistema de valor está conformado por las empresas directamente vinculadas a la actividad productiva central del cluster, pero también por los proveedores de insumos, las empresas e instituciones que aportan funciones de soporte y los canales de distribución y comercialización. La buena coordinación de todas las actividades entrelazadas reduce los costos de transacción, siendo la gestión y articulación de todo ese sistema la fuente clave de ventajas competitivas. Por lo tanto, lo fundamental de un cluster es una buena coordinación y gestión del sistema de valor, que reduzca los costos de transacción y genere ventajas competitivas específicas pero colectivas o comunes al cluster. Por ende, la importancia de la dimensión nacional, regional o internacional en la definición de cluster es relativa y dependerá de las características de cada sistema de valor. Pueden existir clusters fuertemente concentrados territorialmente o pueden existir clusters que localizan en diferentes territorios diferentes fases productivas y componentes del sistema de valor, siendo la escala relevante para definir al cluster la nacional, la regional internacional o la global. Cómo plantea Navarro Arancegui (2001): Según Hendry et al. (1999), los lazos existentes en los cluster pueden tener una base local, nacional o internacional, y en conformidad con ello podríamos distinguir estos tres niveles geográficos de cluster. Sin embargo, la mayor parte de los analistas consideran que, entre otras cosas, por los requerimientos que comporta la transmisión del conocimiento tácito y el funcionamiento en red, se precisa una cierta proximidad de los componentes de la red. Por su parte, Porter (1998) indica que la pauta de geografía económica más idónea para delimitar un cluster en un país es aquella que combina dispersión (ya que así se evitan la congestión, los bloqueos y la inflexibilidad) y especialización geográfica (ya que así se favorece la productividad y su crecimiento). Para Porter los niveles geográficos en los que se presentan los clusters refieren a: países, regiones, zonas metropolitanas y ciudades. Si bien algunos conceptos refieren a una idea mayor de verticalidad (como la cadena) y otros a una idea de mayor horizontalidad en las relaciones (como el cluster), algunos a una lógica de ventaja competitiva basada en localizaciones con especialización concentradas geográficamente (cluster y cadenas nacionales y regionales) y otros enfoques ponen el énfasis en la dispersión geográfica de la producción de bienes intermedios y finales (las cadenas globales de valor), los conceptos de cluster y cadena productiva comparten la importancia de 5

7 la visión sistémica, que supera la visión del producto para hablar en término de sistema de valor, al que cada parte integrante del sistema debe contribuir y cuya eficiencia es resultado de todo el sistema y cada una de sus partes en interrelación. No se trata solo de un sistema de relaciones económicas y productivas puras, sino también de alianzas, estrategias, acuerdos, donde opera una lógica rectora donde la reciprocidad y la cooperación suelen alternarse con los mecanismos de mercado. Por lo tanto, los conceptos de cadena de valor, cadena productiva, complejos y clusters, pueden combinarse, incluso en diferentes escalas geográficas, como forma de entender los procesos productivos que muestran claras diferencias con la visión tradicional que muestra a las firmas como unidades independientes que maximizan su utilidad en mercados atomizados. El enfoque de cadenas de valor para el escalonamiento económico y el posible rol de la integración productiva La creciente globalización de la economía mundial es en sí una etapa diferente de la división internacional del trabajo, ya que permite separar los procesos de producción en diferentes localizaciones geográficas de cualquier lugar del mundo, dividiendo también la generación de valor de la cadena. Según Gereffi (2001) esta dispersión global de las cadenas productivas aumenta las oportunidades de los países en desarrollo de participar y ganar a partir del comercio, bajo el supuesto de que esto les proporciona un espacio mayor para poder especializarse en las etapas de trabajo intensivo del proceso productivo. Como plantean Kosacoff y López (2008), participar de una CGV no es, a priori, un aspecto positivo desde el punto de vista de la competitividad a largo plazo de una empresa o desde la perspectiva de desarrollo de un país. Para que sea un elemento positivo debe darse una jerarquización (upgrading) de las firmas nacionales que permita que puedan absorber los potenciales beneficios derivados de insertarse en dichas cadenas. Humphrey y Schmitz (2002) y Gereffi (1999) identifican cuatro tipos de escalonamiento o upgrading, que requieren de diferente tipo de procesos de aprendizaje en la firma: Escalonamiento de producto. Aquí las empresas avanzan moviéndose a la producción de artículos y bienes más sofisticados (con mayor valor unitario). Escalonamiento de procesos. En este caso se transforman inputs en outputs de forma más eficiente, reorganizando el sistema de producción o a través del cambio técnico. Escalonamiento intra- cadena. En esta modalidad hay varias formas de avanzar, por ejemplo, adquiriendo nuevas funciones en la cadena, ya sea moviéndose hacia delante o hacia atrás en la cadena, de la producción al diseño y marketing, o de la producción de bienes finales a bienes intermedios. También se pueden aumentar y diversificar los vínculos con firmas de la red y con diferentes localizaciones geográficas. Se trata de una expansión dentro de la cadena de valor, ya sea en términos de funciones, integración vertical o vínculos de red. Escalonamiento inter- cadena. Aquí la firma aplica el aprendizaje obtenido en la cadena de valor que integra para avanzar hacia otras cadenas de valor, en otros sectores y referidas a otros tipos de producciones y servicios. A nivel de las actividades económicas realizadas el escalonamiento puede referir a avanzar hacia tareas crecientemente sofisticadas de producción, comercialización y diseño. Por ejemplo, ascender desde el ensamblaje, pasando a la fabricación de equipo original (FEO), luego manufactura original de marca (MOM) y, finalmente, manufactura de diseño original 6

8 (MDO). Esto estaría más relacionado al escalonamiento intra- cadena. Otra forma de ascender es moverse hacia el cambio intersectorial desde industrias intensivas en mano de obra de bajo valor a industrias intensivas en capital y tecnología, en este caso en un escalonamiento inter- cadena. Recientemente Gereffi, Fernandez- Stark y Psilos (2011) se han enfocados en las habilidades requeridas por la mano de obra o fuerza de trabajo para lograr el upgrading a nivel de las firmas y contribuir al desarrollo del país. Definen el desarrollo de la fuerza de trabajo como el proceso por el cual la dotación inicial de capital humano de un territorio se convierte, por medio de la educación, la formación, aprendizaje y servicios claves como la intermediación en el mercado de trabajo y el acceso y difusión de la información, en una fuente de ventaja competitiva para las firmas localizadas en ese territorio. El desarrollo en este sentido de la fuerza de trabajo es una de las condiciones que los autores advierten como fundamental para que los países en desarrollo se puedan insertar en las CGV de forma beneficiosa. Los autores llegan a determinadas conclusiones a partir del estudio de casos respecto a que es necesario promover para el mejor desarrollo de la fuerza de trabajo. Entre otros factores, mencionan la adecuación de los sistemas educativos formales a los requerimientos de las CVG, la necesidad de formar y preparar más técnicos y profesionales altamente especializados, en otro nivel generar la oferta de formación no curricular incluyendo la certificación de idoneidad y habilidades, trabajar en el desarrollo de capacidades interpersonales y en la capacidad de aprendizaje de las personas, generar acuerdos públicos- privados y comprometer a nuevos actores en estos procesos de formación, educación y calificación (asociaciones empresariales, ONGs, empresas líderes, programas gubernamentales especiales), así como promover las alianzas sur- sur para cooperar en generar las soluciones adecuadas. En el contexto de las anteriores definiciones sobre cómo se organizan las empresas para producir y comercializar en los países, las regiones y el mundo, la integración productiva regional puede ser un camino para resolver limitantes fundamentales dadas por las asimetrías de las estructuras productivas de los países y el desafío del relacionamiento con el resto del mundo (extra- región), a través de la complementación y especialización en el marco de cadenas de valor presentes en los países de la región y en las que las empresas se integran. Kosacoff y López (2008) advierten que América Latina no parece haber logrado aún una integración en la economía global, a las CVG, que permita garantizar un sendero sostenible de crecimiento en el largo plazo. En la región existe todavía un patrón de especialización basado en ventajas comparativas estáticas (recursos naturales y mano de obra barata) sin mostrar grandes avances en los procesos de cambio estructural en las economías de la región. En ese contexto, al integrarse a las CGV nuestros países lo hacen en funciones mano de obra inten- sivas o en fases extractivas de recursos con escaso valor agregado local y con restricciones para avanzar en los procesos de jerarquización. Las ventajas de la integración regional entre empresas de una misma cadena de valor pueden asociarse, en el marco de compromisos a largo plazo, a las ganancias de escala de mercado, la minimización de riesgos que se asumen en forma compartida, las externalidades propias del aprendizaje conjunto y, en general, la posibilidad del upgrading o escalamiento económico que refiere al proceso a través del cual los eslabones y fases que integran la cadena se mueven hacia actividades de mayor valor agregado en la cadena productiva a nivel regional, e incluso global, mejorando así la situación de cada empresa participante y del conjunto. 7

9 No obstante, los autores señalan que hay casos exitosos en la región que muestran que las estrategias de integración basadas en recursos humanos de alta calificación o capacidades innovativas de clase mundial son posibles para América Latina, por ejemplo, en la industria aeronáutica en Brasil y la nuclear en Argentina. Un camino que ha sido subutilizado y mal utilizado para poder avanzar en la región en el upgrading es la integración productiva en clave de cadenas de valor regionales, apuntando a los estándares globales para ser parte de las CVG, con una inserción beneficiosa para nuestras empresas y países. Para alcanzar este objetivo, como señalan Kosacoff y López, es preciso que surjan visiones compartidas acerca de cuáles son las estrategias deseables de desarrollo. Esto implica que el sector empresarial, el Estado y la academia puedan generar consensos en torno a la necesidad de transformar las estructuras productivas y los patrones de especialización de los países de la región. En esos acuerdos, que deben trasladarse a acciones concretas, la integración regional y la generación de condiciones favorables en la región pueden ser muy relevantes para facilitar los procesos de jerarquización o upgrading de las empresas nacionales y regionales en las CGV. Por lo tanto, la metodología de cadenas productivas o cadenas de valor es un buen instrumento para observar en qué medida la integración regional puede contribuir o no al mejor desarrollo de empresas y sectores pertenecientes a la cadena en cada país para impulsar procesos de cambio estructural en las matrices productivas que permita movimientos hacia posiciones más estratégicas en los sistemas globales de producción. En síntesis, pensando en nuestra región en concreto, desde esta perspectiva se puede contribuir a una mejor comprensión de las debilidades y potencialidades que la integración presenta para el fortalecimiento y escalamiento económico de las empresas, sectores y, en general, de las economías de los países del Mercosur. 2. DESCRIPCIÓN DE LA CADENA PRODUCTOS La industria de la vestimenta, que es el eslabón final de la cadena textil- vestimenta, puede analizarse según el tipo de producto final atendiendo las diferencias en los procesos productivos y materias primas utilizadas, distinguiendo entre los productos de tejidos planos, los de tejido de punto, la vestimenta de cuero y un grupo de otros productos textiles: Prendas de tejidos planos: Son productos que se elaboran en base a lana, fibras naturales como algodón u otras, sintéticos y mezclas. En función de las tendencias de la demanda internacional la lana ha ido perdiendo espacio en los mercados a favor de las mezclas de fibras con o sin lana. En general estas empresas compran en plaza la materia prima o la importan (telas y tejidos). Prendas de tejidos de punto: Son prendas que se producen en empresas que suelen tener integrada la producción de hilado y/o la tejeduría, aunque también utilizan 8

10 materias primas nacionales e importadas, en general predominan las mezclas entre sintéticos, fibras naturales y lana. También el proceso de producción puede integrar solo la parte de tejido e importar o comprar en plazas el hilado. En Uruguay, en este sector de prendas de punto es importante la producción de sweaters y prendas similares de lana y mezclas con lana. Prendas de cuero: Este grupo de empresas trabaja en la actualidad con cuero ovino nacional y destina la mayor parte de su producción a la exportación. No guarda relación con la industria textil sino con los frigoríficos ovinos y las curtiembres, haciendo parte, en realidad, de la cadena del cuero (o cárnica- cuero). Otros productos textiles: Refieren a productos de tejidos con base en sintéticos y no necesariamente vestimenta, por ejemplo, arpilleras, trapos de piso, alfombras, así como forros de chaquetas y calzados, tejidos para usos técnicos o productos de tejidos angostos como etiquetas, cintas, cordones y otros. EMPRESAS Total del sector textil- vestimenta Según el INE, algo más de empresas se ubican en el sector textil- vestimenta, que representa el 12% del total de las empresas de la industria manufacturera. Es decir que no se trata de una actividad menor en cuanto a la cantidad de unidades productivas que involucra. La mayor parte de ellas son micro y pequeñas empresas, según sus niveles de empleo. Sólo un 5% llega a emplear entre 20 y 99 personas y un 1% posee 100 o más personas ocupadas, según puede verse en el siguiente cuadro. Empresas en el Sector Textil- Vestimenta Año TOTAL % del total de empresas manufactureras Distribución según tramo de personal ocupado o más ,5% 74,8% 16,7% 7,3% 1,3% ,0% 76,1% 15,7% 7,0% 1,2% ,0% 75,9% 16,3% 6,5% 1,3% ,6% 77,8% 15,1% 5,9% 1,2% ,2% 78,3% 15,6% 4,8% 1,3% ,0% 81,0% 13,6% 4,3% 1,0% ,9% 81,4% 13,5% 4,3% 0,9% ,6% 80,0% 14,5% 4,7% 0,8% Fuente: elaboración propia con datos de registro de empresas del INE (2011 último año disponible) 9

11 Fabricación de productos textiles La información con la que se cuenta muestra el número de empresas para el conjunto de actividades que se pueden clasificar como fabricación de productos textiles corresponde a la división 17 CIIU Rev3. Es decir que incluye lavaderos y tops, hilanderías y tejedurías, fabricación de tejido de punto y otras actividades de producción textil. Empresas de fabricación de productos textiles Año TOTAL % del total sector textil- vestimenta Distribución según tramo de personal ocupado o más ,5% 58,0% 25,1% 14,2% 2,8% ,4% 63,4% 21,0% 13,3% 2,4% ,6% 65,7% 20,2% 11,5% 2,6% ,3% 62,6% 20,0% 14,2% 3,2% ,7% 65,7% 21,5% 8,4% 4,4% ,5% 70,4% 17,6% 9,0% 3,0% ,8% 71,3% 17,9% 8,7% 2,1% ,3% 75,2% 15,1% 7,9% 1,7% Fuente: elaboración propia con datos de registro de empresas del INE (2011 último año disponible) Dentro del rubro de fabricación de productos textiles, el sector de lavaderos y peinadurías está conformado por muy pocas empresas grandes, con una alta concentración de la producción y exportación. Los lavaderos están integrados a la misma firma peinadora, para fabricar tops. Hay cinco empresas topistas, además de unos nueve exportadores de lana sucia (en general barracas). Las empresas peinadoras (tops) son Lanas Trinidad, Engraw, Tops Fray Marcos, Central Lanera Uruguaya y Lanasur. Por otra parte, el sector de hilanderías y tejedurías está conformado también por muy pocas empresas grandes, con una alta concentración de la producción y exportación. Las empresas productoras de hilado y tejidos más grandes eran seis, pero actualmente queda dos, Agolan en Juan Lacaze y la ex- Paylana en Paysandú que actualmente es Tessamérica y pertenece a una cooperativa llamada Cotrapay que ha comenzado a funcionar en el marco de un acuerdo entre el Fondo para el Desarrollo (FONDES) y el Instituto Nacional del Cooperativismo (INACOOP). Destacan los cierres en años recientes de grandes empresas como Fibratex, Dancotex, e Hisud. Por otro lado, existe además un conjunto de empresas de hilandería, más pequeñas, que abastecen a la industria nacional, trabajando para algunas empresas de vestimenta. A su vez, 10

12 hay algunas otras empresas, también pequeñas, de tejidos e hilados que exportan volúmenes pequeños. Fabricación de vestimenta Según el Plan Sectorial de la Vestimenta (Gabinete Productivo, 2011), en el sector de vestimenta hay unas 41 empresas formales de prendas de tejidos planos, 34 de prendas de punto y 17 de prendas de cuero. Pero son muchas más las informales. Las empresas de vestimenta son el 80% de las empresas del sector textil- vestimenta, por lo que se trata de un sub- sector mucho menos concentrado que las fases de lavaderos y peinadurías, y las hilanderías y tejedurías. En efecto, además de las empresas grandes y medianas, que exportan y se dedican al segmento medio y alto del mercado local, hay varias centenas de talleres, muchas veces en la informalidad, que se orientan al segmento de ingreso medio- bajo del mercado local. Empresas del sector vestimenta Año TOTAL % del total sector textil- vestimenta Distribución según tramo de personal ocupado o más ,5% 80,9% 13,6% 4,8% 0,7% ,6% 80,9% 13,7% 4,7% 0,8% ,4% 79,8% 14,8% 4,6% 0,8% ,7% 81,7% 13,8% 3,8% 0,7% ,3% 80,5% 14,6% 4,1% 0,8% ,5% 83,0% 12,9% 3,5% 0,7% ,2% 83,4% 12,6% 3,4% 0,7% ,7% 81,2% 14,3% 3,9% 0,6% Fuente: elaboración propia con datos de registro de empresas del INE (2011 último año disponible) Aunque el número total de empresas no ha caído, sino aumentado en los últimos años, hay que señalar que, de todas formas, se ha producido un proceso de fuerte concentración si se consideran las empresas de mayor tamaño, como en el resto de la cadena textil- vestimenta. Esto es consecuencia del cierre de empresas medianas y grandes. En efecto, de unas 30 empresas de tamaño medio y grande que había en los noventa, se ha pasado a contar con sólo unas 4 a 5 empresas de tamaño importante en la actualidad. Por otra parte, se puede decir que unas 14 empresas explican prácticamente la totalidad de las exportaciones del sector, y con las 5 primeras exportadoras ya se explica algo más de la mitad del total exportado. 11

13 LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA Con base en el registro de empresas del INE para 2011 (último año disponible) se puede establecer la distribución según departamentos de las empresas. En el cuadro siguiente, puede observarse la gran concentración de empresas en Montevideo, seguido de Canelones y, bastante lejos, San José, seguido de Colonia y Maldonado. Esto refleja la localización del sector vestimenta, que es el que representa la mayor cantidad de empresas en el sector textil- vestimenta (80%). La fabricación de vestimenta de carácter industrial se localiza en Montevideo y área metropolitana (departamentos de Canelones y San José). En la vestimenta la presencia de empresas en otros departamentos responde a talleres pequeños y tejedoras (en muchos casos con algún grado de informalidad). La situación de sub- sectores como los tops y alguna de las hilanderías y tejedurías muestran una situación diferente, con una mayor dispersión geográfica. Dispersión geográfica de empresas Sector Textil- Vestimenta Departamento % Montevideo 63,52% Canelones 15,34% San José 4,93% Colonia 2,46% Maldonado 2,15% Florida 1,64% Paysandú 1,59% Soriano 1,54% Tacuarembó 1,18% Cerro Largo 0,82% Salto 0,77% Río Negro 0,72% Rivera 0,67% Durazno 0,56% Rocha 0,51% Artigas 0,46% Flores 0,41% Treinta y Tres 0,41% Lavalleja 0,31% Fuente: elaboración propia en base a INE Dispersión geográfica de empresas Sector Textil Departamento % Montevideo 55,16% Canelones 14,68% San José 8,33% Colonia 3,97% Florida 3,57% Paysandú 3,57% Maldonado 3,17% Cerro Largo 1,19% Río Negro 1,19% Salto 1,19% Soriano 1,19% Flores 0,79% Tacuarembó 0,79% Lavalleja 0,40% Rivera 0,40% Rocha 0,40% Artigas 0,00% Durazno 0,00% Treinta y Tres 0,00% Fuente: elaboración propia en base a INE Los cuadros que muestran la distribución de empresas por departamento dan cuenta de una menor concentración en Montevideo de las empresas de peinaduría (tops), lavaderos, 12

14 hilanderías y tejedurías (55%), respecto al sub- sector de vestimenta (67% en Montevideo). En efecto, los lavaderos y peinadurías se sitúan, en buena parte, en el interior, atendiendo a razones de proximidad con la materia prima (la lana) y aspectos de logística que, por ejemplo, hacen del centro del país una zona adecuada para establecer centros de recibo, acopio, distribución y producción. Lanas Trinidad cuenta con un centro de recepción, clasificación y preparación de la materia prima en Durazno y una planta industrial donde se realiza el proceso de lavado y peinado de la lana situada en la ciudad de Trinidad. Engraw tiene planta en Fray Marcos (Florida) y Tops Fray Marcos se ha localizado en San José (con la compra de un lavadero ya existente). A su vez, Central Lanera Uruguaya (ex Lanera Piedra Alta) está localizada en Florida. El sector de hilanderías y tejedurías, como los tops, a pesar de su concentración en pocas empresas, está bastante desconcentrado territorialmente. Si bien destaca una presencia de firmas en Montevideo y Canelones, esto refiere a empresas de menor relevancia (en empleo y producción). Las empresas más grandes que siguen operando (o están siendo reactivadas) son Agolan en Juan Lacaze (Colonia) y Tessamérica (Cotrapay) en Paysandú (capital). Además de la tejeduría Nabifer, también en Colonia. Las empresas de vestimenta, así como otras empresas que fabrican diversos productos que podemos clasificar como otros productos textiles, se concentran principalmente en Montevideo y algunas en Canelones o San José (área metropolitana, en general). SECTORES Y ACTORES RELEVANTES PARA LA CADENA TEXTIL- VESTIMENTA Un primer eslabón en la cadena es la producción lanera. La lana representa el 3% del consumo mundial de fibra. Este porcentaje es pequeño y no se espera que suba, por el contrario, se observa un tendencia al consumo de otras fibras, más livianas. La cantidad de productores agropecuarios laneros, según el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) rondan los La producción de lana en Uruguay corresponde en un 50% a la raza Corriedale y entre 30% y 35% a Merino, que requiere mayor especialización de los productores que las demás razas, siendo el resto correspondiente a la raza Ideal y otras razas de menor presencia. A nivel general el 70% de la lana tiene destino industrial el cual se descompone en lana para uso en vestimenta (66%) con micronaje menor a 23, lana para uso en interiores (30%) con micronaje entre 24 y 28 y la lana de uso industrial (4%) con micronaje superior a 32. Es de destacar que en Uruguay el sector de producción ovina, el SUL y la industria topista han trabajado en forma conjunta para mejorar la calidad y finura de la lana. En particular, existe lo que se llama el Club Merino Fino, que tiene como objetivo mejorar la finura (reducir el 13

15 micronaje) de la lana. Además de los manejos y cuidados del stock ovino, se ha invertido en mejoras genéticas, vía importación, lo cual ha mejorado en promedio 2 micras la finura de la lana. En Uruguay el micronaje promedio va de 25 a 26 micras. La preocupación por el micronaje es muy importante debido a que es determinante del precio al que se puede colocar la lana en los mercados internacionales. El siguiente cuadro muestra para el mercado australiano las diferencias de precios según micronaje. Mercado lanero australiano. USD por kilo lana base limpia según finura (micronaje) Raza principal Merino Merino Ideal Merilin Corriedale Micras Inicio zafra 2012/2013 Inicio zafra 2013/ /08/2013 Variación respecto inicio zafra actual Variación respecto inicio zafra anterior 16,50 16,34 13,14 13,11-0,23% - 19,6% 17 14,70 11,82 11,93 0,93% - 19,6% 17,5 14,38 11,39 11,47 0,70% - 20,8% 18 13,81 10,81 10,98 1,57% - 21,7% 18,5 13,43 10,45 10,52 0,67% - 22,2% 19 13,23 10,31 10,13-1,75% - 22,1% 19,5 12,93 10,20 9,94-2,55% - 21,1% 20 12,72 10,15 9,82-3,25% - 20,2% 21 12,69 10,11 9,79-3,17% - 20,3% 22 12,62 10,25 9,66-5,76% - 18,8% 23 12,40 10,32 9,69-6,10% - 16,8% 24 11,63 10,34 s/c s/c - 11,1% 25 10,78 8,81 s/c s/c - 18,3% 26 9,53 7,54 7,24-3,98% - 20,9% 28 6,52 5,98 5,78-3,34% - 8,3% 30 6,05 5,43 5,35-1,47% - 10,2% Romney 32 5,08 4,54 4,47-1,54% - 10,6% Fuente: S.U.L. El sector de tops utiliza lana de origen nacional, pero también recurre a importaciones de lana debido a la falta de oferta nacional de lana (caída del stock ovino), al aumento en la exportación de lana sucia nacional y, en menor medida, para mezclar con lanas de mayor finura (menor micronaje). De hecho, la insuficiencia de la oferta nacional es una de las debilidades que se señalan desde el sector. La reducción en el stock ovino uruguayo lo ha llevado en el momento actual a una cifra de cabezas para la zafra (datos SUL). El stock era de de cabezas en El stock ovino nacional produce unos 31 millones de kg de lana sucia (datos S.U.L. para la zafra 2011/2012), de los cuales se exportan en ese estado (sucia) en el entorno de los 7 millones de kg, y la industria de tops procesa alrededor de 20 millones de kg de lana sucia. A 14

16 esa cantidad hay que agregarle otros 20 millones de kg de lana sucia importada (es decir, más o menos el mismo volumen que se compra de la producción nacional). El siguiente cuadro muestra las importaciones de lana y pelo fino, que en su mayoría corresponde a lana sin cardar ni peinar (92% del total importado en 2012; y 90% en promedio en el período ), y que ascienden casi a 50 millones de dólares en Si se considera que la exportación de tops fue de algo más de 150 millones en 2012 se puede ver la importancia de la importación de lana como fuente de materia prima para la industria. De hecho, casi la totalidad de las importaciones de lana sucia ingresan mediante el régimen de admisión temporaria, o sea con destino a procesarse para ser reexportada. Los orígenes de la lana importada, como muestra el cuadro, son Brasil, Argentina, Perú y Europa (producción que está subsidiada), también se importa de Chile, Australia y Nueva Zelanda. Importación de lana y pelo fino, según país de origen. En dólares. País de origen Brasil Perú Argentina Italia Reino Unido Chile Australia Nueva Zelanda China Total Fuente: procesamiento propio de datos de aduna (PENTA TRANSACTION) De todas formas, aun con las importaciones de lana, hay capacidad ociosa en la industria de elaboración de tops, debido a la falta de oferta disponible de lana, lo que lleva a que se ocupe aproximadamente 2/3 de la capacidad industrial instalada total (que es de unos 60 millones de kg de lana sucia). En cuanto al origen del capital en las empresas de la cadena, en los topistas hay capital nacional y trasnacional. Lanas Trinidad es de capitales franceses, mientras que el resto de las grandes empresas topistas son de capitales nacionales. El sector textil cuenta con una cámara propia que nuclea a las cinco empresas topistas, además de unos nueve exportadores de lana sucia (barracas), y a las hilanderías y tejedurías. Se trata de la Asociación de Industrias Textiles del Uruguay (AITU), que pertenece, a su vez, a la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU). Por otra parte, como exportadores, todas las empresas de tops pertenecen a la Cámara Mercantil de Productos del País, mientras que no todas las barracas exportadoras de lana sucia son miembros de la misma. 15

17 Las empresas de hilandería y tejeduría utilizan materia prima nacional, lana peinada, pero también importada. Esto varía mucho en el subsector según el tipo de hilandería y tejeduría. De todas formas la disponibilidad materia prima nacional no es tan determinante, como si lo es para los topistas, ya que la mayor parte de la materia prima e insumos se importan, utilizando el régimen de admisión temporaria que permite exonerar gravámenes (para re- exportación). Por otro lado, además de lana, se importan otras fibras y sintéticos para mezclar o realizar determinados tejidos que demandan los mercados de exportación. Debido a la contracción del sector y la dinámica de importación de las materias primas, es escaso su encadenamiento actual hacia atrás en la cadena nacional. A su vez, las compras que las hilanderías y tejedurías pueden hacer al sector nacional de tops son insignificantes para el negocio de estos últimos (que se focalizan a la exportación). Al mismo tiempo, salvo algunas hilanderías y tejedurías pequeñas, o procesos integrados dentro de la fabricación de prendas de punto, este subsector también se orienta a la exportación directa, por lo que tiene escaso vínculo hacia adelante con la industria nacional de vestimenta. La falta de un eslabón fuerte de hilandería y tejeduría que permita oferta nacional disponible para la industria de vestimenta es una importante dificultad para articular una verdadera cadena textil- vestimenta en el país. No obstante, hay que señalar que, cuando el sector de hilandería y tejeduría todavía era un sector importante, también estaba principalmente orientado a la exportación, lo que dificultaba conseguir oferta nacional suficiente de hilo para las empresas que producían vestimenta. Por supuesto, esto se ha agravado con el declive señalado en estas industrias textiles. Las hilanderías y tejedurías son, en su mayoría, empresas de capitales nacionales, pero también existen algunas inversiones de capitales de la región (por ejemplo, Nabifer). Por su parte, Agolan es propiedad de la CND (Corporación Nacional para el Desarrollo) lo que la sitúa en situación de intervención pública para asegurar su mantenimiento, al tiempo que Tessamérica es una cooperativa (la ex emblemática industria de Paysandú Paylana recuperada). Agolán posee un alto grado de integración vertical, se abastecen a sí mismas de distintos servicios, como ser tintorería o acabado de tejidos. Adquieren lana en lavaderos nacionales y también importan. Utilizan lana media o gruesa para cardado, además de mezclas con fibras de algodón y sintéticas importadas. Su situación actual es de reconversión 1, reducción de personal (pasaron en unos años de 340 a 200 empleados) y focalización del negocio, con cierta incertidumbre en su futuro. 1 Agolán es una empresa de derecho privado pero con el 100% de capitales públicos, de los que principalmente participa la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), que apoyó la reconversión de la vieja textil Campomar y Soulas (referente nacional del sector, fundada en 1905) que quebró en 1992, dando lugar en 1994 a la nueva empresa Agolán. En 2011 y 2012 se realizó una fuerte apuesta de reconversión de la planta vía adquisición de maquinaria importada de Italia y maquinaria de segunda mano adquirida en el medio local (de otras textiles que cerraron), lo que generó nuevas posibilidades de producción. 16

18 Actualmente Agolán apuesta a la exportación de productos Premium buscando nichos de mercado, produciendo hilados, tejidos tela plana, frazadas y mantas, tapados y sacos sport. Su capacidad de producción es de 1 millón de metros por año, trabajando en el momento a un 70% de su capacidad. Entre el 70% al 80% de su producción se exporta y entre el 5 al 8% se destina a confecciones para el Estado. Su mercado es básicamente regional, siendo Brasil el primer destino (frazadas y mantas), además de Argentina (donde se exporta la tela que ingresa como materia prima). También se exporta a EEUU, Chile, Perú, Ecuador y México. Por otra parte, la vieja Paylana tiene una historia importante en el litoral del país, ubicada en Paysandú, asociada al desarrollo industrial de esa región en los cuarenta (en la etapa de sustitución de importaciones). La actual cooperativa, Tessamerica, cuenta con 170 socios, de los cuales están trabajando 98 operarios. El Gobierno apoya la recuperación de este emprendimiento productivo. El FONDES y el INACOOP le otorgaron un financiamiento puente de US$ y un crédito previsto por de US$ Actualmente trabaja con pedidos de hilados de bonetería (lana) que se utiliza para la confección de buzos los cuales se destinan para el mercado interno. A su vez, la textil también está trabajando a façon en terminación y tintorería. En cuanto al mercado exterior se cerró un acuerdo para abastecer de tela a una empresa argentina y se están haciendo contactos con clientes de Perú, Brasil y EEUU para exportar telas para confección de trajes. También hay otras hilanderías que trabajan para el mercado interno, pero de menor tamaño (entre las que se encuentra Itel, Vindysol, Pacu, Telfe, Atersa) y una tintorería industrial (de las pocas que quedan). A su vez, hay dos empresas que exportan pequeños volúmenes. Una en el departamento de Colonia, Nabifer, de capitales brasileros, propietarios de la textil Farbe en aquel país, está dedicada a la elaboración de tejidos de punto que sirven como materia prima para luego desarrollar telas deportivas e inteligentes. Los mercados, muy específicos y de alta calidad, a los que se apunta son México, EEUU y Argentina. La otra empresa es Novalina, que hace hilado de lana (de origen nacional e importada) para tejido artesanal exportando a EEUU y Europa. Por otra parte, desligado de la cadena textil lanera, también existía en el país un sector importante de hilandería y tejedurías en base a algodón y sintéticos importados, pero que ha ido desapareciendo, quedando solo algunas pocas empresas pequeñas. También hay un sector de producción de otros productos textiles, pero que más que un sub- sector se trata de empresas diferentes entre sí y que fabrican productos también diferentes (por ejemplo, acolchados, algodón hidrófilo y derivados, incluso una empresa de etiquetas y grifas). Entre las empresas que trabajan algodones hidrófilos y derivados destacan Aler y Sagrin. Entre los otros productos textiles destaca el sector de acolchados, frazadas, ropa de cama, de mesa y de baño. Destacan las empresas Xumir, Alondra, Anarela, Dideral, Biberberg y Saul. Las empresas más grandes del rubro facturan valores en el entorno de las empresas más grandes de vestimenta (que son muy pocas), aproximadamente 5 millones de dólares. Por lo que se trata de un segmento importante. Hay también algunas empresas de capitales brasileros y argentinos (Lenilux y Belmur) y, además, las empresas nacionales más grandes y que exportan tienen participación de accionistas o socios de la región. Esta es una forma de poder acceder a 17

19 los canales de venta en los mercados de la región, es decir a las cadenas y tiendas que venden directo al consumidor. En cuanto a la industria de prendas de vestir se observa tanto empresas que fabrican prendas de tejido de punto o de tejidos planos, así como empresas que producen ambos tipos. Lo que hace muy difícil poder separar, según las estadísticas que se poseen de valor agregado y producción, la vestimenta según el tipo de tejido, siendo más sencillo en las exportaciones por los códigos con los que se computan (capítulo 61 y 62 en la NCM, punto y plano respectivamente). El sector de prendas de tejido de punto fabrica productos como suéteres, pullovers, chalecos, cárdigans, bufandas, medias y ropa interior. Se trata de un sector con mucha tradición en el país, que es heredero de la inmigración recibida en los años cincuenta desde Italia, España y Polonia (polacos judíos), entre otros países. Es una historia de empresarios y obreros que trajeron consigo el arte del oficio y desarrollaron una importante industria nacional, hoy en declive. Dentro de este sub- sector de vestimenta de punto hay unas 8 fábricas que pertenecen a la cámara Punto Industrial Uruguayo (PIU), más otras 5 o 6 que no están asociadas. Además, hay unos 50 talleres que son informales, situados en su mayoría en Canelones y San José. Cabe mencionar que desde los noventa se ha registrado un importante cierre de empresas, ya que en esa década el número de empresas afiliadas al PIU se acercaba a las 40. La actividad industrial se orienta a la exportación, sobre todo a la región próxima, pero también hay empresas exportadoras que venden para el mercado interno en porcentajes altos de sus ventas totales. Incluso hay marcas propias que apuntan a segmentos de altos ingresos en el mercado interno con posicionamiento de marca (ej: los sweaters y ropa de lana de la marca Burma, de la empresa Hipertex). Dada la dificultad para obtener el hilado o tejido desde un proveedor nacional es que, en general, la producción de prendas de tejido de punto se realiza en unidades productivas que tienen tejeduría propia e importan el hilado o, en algún caso, lo producen ellos mismos con materia prima importada y nacional. Es decir que es una actividad de alta integración vertical (con hilandería y/o tejeduría propia) 2. Pero también se importan ciertos hilados y tejidos (por ejemplo, italianos). Además de lana, también se importan mezclas, acrílicos y sintéticos, alpaca y otras fibras, utilizando el régimen de la admisión temporaria, para luego re- exportarlas incorporadas en la vestimenta. Tanto en las empresas de fabricación de prendas de vestir de punto como en las de vestimentas de tejidos planos los capitales son mayormente nacionales, aunque hay algunas empresas de capitales de la región, como Medeltop de Argentina que produce ropa exterior, 2 Por ejemplo, la empresa de vestimenta PRILI que importa el hilado, lo teje (tejido de punto) y confecciona medias y ropa interior, siendo socia de AITU, al tener internalizado el proceso de tejeduría. 18

20 con la marca Columbia. En general, las empresas del sector se caracterizan por un perfil de organización familiar, más allá de la profesionalización que existe en el sector. A continuación mencionamos algunas de las empresas destacadas del sector vestimenta. Una empresa que destaca por su capacidad de diseño es Filaner. Esta empresa diseña y desarrolla el hilado, importando las fibras y sintéticos, mezclando con lana uruguaya o importada. La empresa tiene unos 60 empleados más otros 15 indirectos. Tiene un área de diseño con 5 empleados. Trabajan para marcas mundiales de renombre, los clientes proporcionan una muestra y una idea del producto que quieren y la empresa desarrolla el hilado para esa prenda en base a diseño propio (importando materiales y con lana uruguaya), envía muestras a los clientes como un servicio sin cargo, hasta que se define el producto final y confeccionan la prenda, con la grifa de la marca cliente. También exporta el hilado. Una de las empresas más grandes de vestimenta de punto es Hipertex, que importa la materia prima (cintas de acrílico de Alemania, no usan lana) y produce el hilado, es la única fábrica que tiene tintorería propia. Con un proceso de integración vertical total elaboran la prenda final (sweaters), con 50% de destino exportador y 50% al mercado interno con marca propia, apuntando al segmento de alto poder adquisitivo. Emplea aproximadamente 190 operarios llegando a 230 con el personal administrativo y mandos medios. Otra empresa relevante es Twins ocupa cerca de 90 personas, compra el hilado, lo tiñe y tiene la tejeduría para producir sweaters. Sus ventas son 80% para exportación (Brasil y Argentina) y 20% para mercado interno (segmento de alta gama). Hay otras empresas, como Urulan, que también confeccionan sweaters, contando con la fase de tejeduría. En lo que refiere al subsector de vestimenta de tejido plano, las empresas producen en su mayoría abrigos, chaquetones, trajes, sacos, conjuntos, chales y pañuelos. La industria de vestimenta de tejido plano se agrupa en la Cámara Industrial de la Vestimenta (CINVEST). Este segmento, como toda la cadena, también se ha venido verificado una contracción importante a lo largo del tiempo. De unas 30 empresas de tamaño medio y grande que había en los noventa, actualmente se pueden contar sólo unas 5 empresas de tamaño importante y alta capacidad exportadora. De hecho, dos empresas realizaban más del 50% de las exportaciones hasta el Estas empresas eran Welcolan S.A. y Tom Mix S.A. Esta última cerró en octubre de 2012, por lo que ya en 2012 no se cuenta entre las empresas del sector. Este es un capítulo más en la contracción de la producción nacional. En todo el sector de vestimenta de tejidos planos se utilizan tejidos importados, principalmente de algodón o sintéticos, así como mezclas con lana y otras fibras. Los tejidos importados son en su mayoría de Asia (cerca del 80%). En algún caso se importa también desde Europa. Se podría decir que más del 90% de las materias primas en este sector, e incluso el 100% en muchas empresas, son importadas (consecuencia de la contracción y casi desaparición en el país de las hilanderías y tejedurías de algodón y sintéticos). Las principales empresas de vestimenta de plano son prácticamente 100% exportadoras. 19