Alumbrado y Urbanismo en España

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1 URBANISMO 7 Alumbrado y Urbanismo en España JOSÉ IGNACIO URRACA PIÑEIRO Ingeniero del Ayuntamiento de Zaragoza España La exposición sobre alumbrado y urbanismo en España, requiere considerar tanto su normativa, como la especial idiosincrasia del español, con unos horarios sui géneris (se cena muy tarde), y un clima favorable, que invita a las relaciones sociales, lo que incide en una vida nocturna prolongada. El urbanismo (ordenación del territorio) y el planeamiento de carreteras, está regulado por una amplia y actualizada legislación urbanística y de obras públicas (ley del suelo de 1992, ley de carreteras de 1988, plan general de carreteras , planes de carreteras de las Comunidades Autónomas, etc), siendo el alumbrado público, dotado de sus propias reglas, uno de los aspectos que contemplan dichas disposiciones. En síntesis los fines del alumbrado público son los siguientes: 1 Disminuir los accidentes de tráfico y aumentar la fluidez en la circulación, creando fiabilidad de percepción y comodidad visual en la conducción de vehículos. 2 Proporcionar una visibilidad aceptable para el peatón, su seguridad y la de los edificios y bienes del entorno, humanizando e incrementando la vida social y la movilidad de los ciudadanos. 3 Potenciar la iluminación en los planos verticales, mediante el alumbrado ornamental de edificios y monumentos, realzando el valor cultural de las ciudades. - Autopistas Km. - Autovías Km. - Red Nacional Km. - Comarcales y Locales Km. Según datos oficiales (D.G.T.) de 1989, la probabilidad de verse implicado en un accidente con víctimas es 2,43 veces superior durante la noche que respecto al día, con un número de muertos en accidentes nocturnos 3,10 veces los ocurridos durante el día. A pesar de ser el tráfico de vehículos sensiblemente inferior durante la noche, no obstante, el 50% de los accidentes mortales se producen en dicho período, correspondiendo un 35,7% de Fig. 1. Número de victimas en función de la luminosidad ocurridos en 1990 (Dirección General de Tráfico-D.G.T.) ALUMBRADO EN VíAS DE TRÁFICO RODADO A 31 de Diciembre de 1991, según datos de la Dirección General de Tráfico (D.G.T.), la red interurbana de carreteras en España (2º país más montañoso de Europa), estaba constituida por los siguientes tipos de vías: Esta comunicación fue leida por su autor como representación española en las Jornadas Nacionales de la Luz francesa, celebradas en Estrasburgo en octubre de 1992 y organizadas por la A.F.E.

2 8 URBANISMO Fig. 2. Evolución de los accidentes. Tendencia (Dirección General de Tráfico-D.G.T.) los muertos en accidente nocturno a las zonas con alumbrado, y el 64,3%, restante a las vías de tráfico con alumbrado, tal y como se representa en la figura 1, correspondiente al año Así mismo los accidentes con peatones víctimas en función de la luminosidad, se especifican en la tabla siguiente: El número de peatones muertos en accidente, es 2,6 veces superior en zonas no iluminadas por la noche, con un 55,75% del total de peatones atropellados mortalmente durante dicho período. En la figura 2 puede observarse que, durante los años , la tendencia de los accidentes ha sido creciente, incrementándose el total de accidentes un 25,2% entre el 86 y el 89, si bien disminuye un 7,6% el número total en el período La gravedad de los accidentes, medida por el índice del número de muertos por 1000 accidentes, ha aumentado durante los años y 90, siendo su evolución la siguiente: Sin embargo, en zona urbana y para esos mismos años, el índice del número de muertos por 1000 accidentes, se ha mantenido estable alrededor de la cifra 23,21. Todos estos datos oficiales ratifican la superior proporción de accidentes por la noche, el más elevado porcentaje en las zonas sin alumbrado, así como la bastante mayor gravedad de los mismos en horas nocturnos. Se debe considerar al respecto que la luz de cruce de los vehículos, aún con los nuevos proyectores dotados de lámparas de descarga, permite una visibilidad solamente de alrededor de 50 a 60 metros, lo que implica como máximo una velocidad del orden de 60 km/h, al objeto de que el automovilista pueda efectuar la detención del vehículo sin atropellar a un peatón o chocar con un eventual obstáculo, teniendo en cuenta el tiempo de reacción del conductor, así como el de frenado propiamente dicho. Por otra parte, es razonable hacer constar que generalmente en España no se conduce mucho más despacio por la noche que por el día, lo que supone para velocidades por ejemplo de 100 y 120 km/h la necesidad de distancias de paradas o visibilidad del orden de 160 a 250 m., que en modo alguno pueden suministrar la luz de cruce de los vehículos. En consecuencia cuando, en un tramo de una carretera, la intensidad del tráfico alcanza valores tales que, prácticamente, no es posible la utilización de la luz de carretera de los vehículos, se requiere instalar alumbrado público. En España, además de la puesta en~ vigor el pasado 15 de Junio del nuevo Reglamento de Circulación, el Ministerio de Obras Públicas y Transporte (M.O.P.T.) en sus últimas recomendaciones de 1992, para el planeamiento y proyecto de carreteras, aconseja iluminar el tronco de aquellas cuya intensidad de tráfico es de veh/día, así como los nudos (intersecciones y enlaces) con intensidades de veh/día.

3 URBANISMO 9 Así mismo recomienda instalar alumbrado público en los tramos de carretera comprendidos entre nudos iluminados, cuy distancia es igualo inferior a 2 Kms, con el fin de evitar el efecto agujero negro y en zonas cuya relación entres accidentes nocturnos y diurnos es superior a una determinada proporción, así como en túneles y, por último, en carreteras situadas en las inmediaciones de áreas residenciales densas. España, como miembro de pleno derecho, está participando en la elaboración de la normativa de iluminación de túneles, cuya aprobación probablemente se efectuará a finales de 1993, dando lugar a la primera regulación europea en materia de alumbrado. Los criterios de calidad de las instalaciones de alumbrado público se adaptan a las recomendaciones de la Publicación 12.2 de la C.I.E., en la actualidad en trance de revisión al parecer con cierta polémica. A título informativo, las Instrucciones Técnicas de Alumbrado Público de la Comunidad Autónoma de Aragón (1987), establecen tanto la clasificación de vías como los estándares y niveles mínimos luminotécnicos siguientes: CLASIFICACIÓN DE VíAS - Vías clase A: Autopistas y autovías - Vías clase B: Carreteras nacionales y principales. - Vías clase C: Cinturones de circunvalación y carreteras radiales, vías de malla básica, interconexión entre polígonos y distritos y vías urbanas de tráfico rápido sin fachadas en sus proximidades. - Vías clase D: Vías provinciales, comarcales y travesías de poblaciones. Vías urbanas y calles comerciales, todas con tráfico mixto, lento y denso o gran circulación de peatones. - Vías clase E: Vías de unión de zonas residenciales con la red general de vías urbanas. Calles locales de distrito, barrio o polígono. - Vías clase F: Vías interiores de polígonos industriales. - Vías clase G: Caminos peatonales en urbanizaciones en manzanas abiertas. - Vías clase H: Andadores, caminos peatonales y zonas de estancia en parques y jardines. - Vías clase I: Caminos rurales o extramuros de uso esporádico. - Vías clase J: Zonas monumentales, históricas o artísticas. - Vías clase K: Calles peatonales comerciales o de ocio modernas.

4 10 URBANISMO Puente de "las Fuentes" en Zaragoza sobre el río Ebro. Tiene una longitud de 350 m y una anchura de 30 m entre barandillas El alumbrada se ha realizado mediante la ínstalación de 2 columnas de 40 m de altura, con una separación entre ambas de 380 m. En cada columna se han instalada 36 proyectores con lámpara de vapor de sodio alta presión de 400w la iluminancia medía es de 45 lux y la uniformidad del 50% Para facilitar el mantenimiento, la carona que saporta las proyectores es móvil y permite bajarlas a nivel del suelo. A juicio del Técnico que suscribe, hoy en día están plenamente vigentes los criterios de luminancias uniformidades y deslumbramientos de la Publicación 12.2, tal y como ha confirmado el Sr. Lecocq en la comunicación presentada en Julio de 1991 (Melbourne, 22ª Sesión de la C.I.E.). Todo ello teniendo en cuenta la validez del modelo de cálculo de los niveles de visibilidad propuestos por el Sr. Adrian en 1989, confirmados también por la citada comunicación, en la aplicación de dicho modelo de cálculo a obstáculos hemiesféricos. Por último se considera necesario que, específicamente en aquellas carreteras interurbanas sin instalación de alumbrado, cuya configuración y sinuosidad las haga singularmente peligrosas, se refuerce tanto la señalización vertical como horizontal. Especialmente en este último caso, la implantación de marcas viales reflectantes (pintura o impregnación con incrustaciones de pequeñas esferas de vidrio), captafaros y balizas, aumenta las distancias de visibilidad, llegando incluso a duplicarse con tiempo claro y luz de cruce del vehículo, gracias a la retrorreflexión de los rayos emitidos por los faros del coche. Todo lo cual ayuda al guiado óptico y mejora la seguridad del automovilista en la conducción nocturna. ALUMBRADO URBANO En las ciudades, los peatones, constituyen una parte importante del entorno urbano, ya que están presentes en las calles y son visibles contra fondos diversos, tales como la calzada, fachadas de los edificios o áreas abiertas que puedan estar dotadas o no de alumbrado. Las exigencias visuales del peatón, y aún del conductor, se extienden también al contexto arquitectónico y paisajista de la urbanización, pues constituyen las "paredes" y ornato de la escena visual, y de ahí que su iluminación sea imprescindible para definir el espacio y su ambiente, para evitar zonas obscuras -siempre depresivas dentro del campo de visión-, para recrear y potenciar la belleza que brinda la ciudad. El planeamiento del alumbrado urbano requiere por tanto el establecimiento de criterios de vecindad entre vías de diferente naturaleza (avenidas, bulevares, calles y callejuelas), con plazas, caminos peatonales y su mobiliario urbano; de elementos de relación (las vías no son de uso exclusivo de los vehículos) y la consideración de factores urbanísticos (además de las calzadas existen otros espacios y elementos arquitectónicos a tener presentes). A la hora de proyectar la instalación de alumbrado de un espacio urbano, el método a utilizar es integrar el espacio a iluminar en su entorno, tratándolo como un conjunto coherente (vías de tráfico rodado, caminos peatonales, plazas, fuentes, monumentos, esculturas, etc), analizando previamente lo existente, identificando espacios, usos, tipo y comportamiento de los usuarios, introduciendo posteriormente los parámetros lumínicos de calidad y finalmente, encanjando los condicionantes existentes, tanto económicos como tecnológicos y de mantenimiento de la propia instalación. ALUMBRADO PEATONAL Los criterios de calidad del alumbrado peatonal no son iguales a los de carretera, ya que tanto la tarea visual Tres puentes sobre el Ebro en Zaragoza La iluminación se ha ejecutado implantando 4 soportes de 35 m de altura. Codo columna está dotado de plataformas donde se han ins talado 18 proyectores con lámparo de halogenuros metálicos. La iluminancia media es de 50 lux y la uniformidad del 65%. Así mismo, 5 plataformas son móviles, descen diendo hasta una altura que permite efectuar los trabajos de mantenimiento con vehículo grúa.

5 URBANISMO 11 Calle peatonal de Zaragoza, cuyo alumbrado se ha efectuado con columnas de 4 m de altura y luminarias dotadas de fotometría, con lámpara de vapor de sodio alta presión de 150 W Se han evitado los ínterdistancías regulares entre puntos de luz. como las necesidades de los peatones son diferentes a las requeridas por los automovilistas. La velocidad de movimiento es menor y la percepción de los objetos que rodean a los peatones tiene más importancia que su visión a distancia. El tipo de pavimento y su textura, la configuración de bordillos, escalones, marcas y señales sobre la calzada y superficie de las vías peatonales para los conductores de vehículos. Así mismo, en áreas urbanas resulta de mayor significación para los peatones la percepción de su entorno inmediato, al objeto de evitar cualquier tipo de atentado o delito, tales como atracos, robos, vandalismos, agresiones sexuales, actos de terrorismo, etc. Los niveles luminotécnicos de calidad utilizados en el alum brado peatonal son los siguien tes: - Iluminancia Horizontal (Eh) s Valores medios entre 5 y 25 lux s Valores mínimos entre 2 y l0 lux - Iluminancia Semicilíndrica (Esc) s Valores mínimos entre 2 y 12 lux La iluminancia semicilíndrica, medida a 1,5 m. sobre el suelo, constituye una exigencia importante para el reconocimiento facial de los peatones, ayudando a la detección, a una distancia de seguridad suficiente, de un incipiente acto de agresión por parte de un extraño. La iluminancia horizontal es una medida de la adecuación del alumbrado peatonal a nivel de suelo, disminuyendo su valor en el punto medio entre dos luminarias cuando la altura del punto de luz es baja, pudiendo en cambio resultar satisfactoria la iluminación sobre superficies inclinadas. La iluminancia semiesférica Ehs (valores mínimos) suministra una buena información sobre la adecuación del alumbrado en esas circunstancias, para visión de obstáculos tales como bordillos, escalones, etc. Así mismo, en función de la altura del punto de luz, se controla el deslumbramiento, ya que su aumento produce una reducción en la distancia de visibilidad. ILUMINACIÓN ORNAMENTAL Los ciudadanos desean que el alumbrado contribuya a la animación y vida de la ciudad, creando un ambiente agradable y alegre que les estimule a pasear disfrutando de los alrededores, extendiendo sus exigencias visuales al contexto arquitectónico y paisajista del entorno urbano. El sistema para la implantación de una iluminación ornamental com- Basílica de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza situada a la orílla del Ebro. El conjunto sugiere el estilo oriental o bizantino. El objeto de la iluminación ornamental es resaltar la originalidad de la silueta del monumento, permitiendo su visión nocturna a distancia. La instalación se ha realizada con 330 proyectores datadas de lámparas diversas (vapor de sodia alta presión, halagenuros metálicos, fluorescencia, etc) la potencia total es de 320 Kw con un coste de 170 millones de pesetas en 1991.

6 12 URBANISMO prende el estudio previo del emplazamiento, contorno y dimensiones de la edificación, tipo de arquitectura, acabado de los paramentos, etc., y la consideración de la dirección principal de visión, alumbrado de las áreas cercanas, luminancia de fondo y distancia de visión. Posteriormente se procede a la correcta elección tanto de las fuentes de luz (en función de su temperatura y rendimiento de color), como de los proyectores y aparatos de alumbrado, así como su idónea ubicación tratando de ocultarlos en lo posible y, por último, a la adecuada regulación de su encendido. Todo ello considerando las nuevas tendencias desarrolladas para este tipo de alumbrado como, por ejemplo, el estudio previo de la viabilidad de la iluminación, que se realiza sobre fotomontajes en negativo de las condiciones luminotécnicas ambientales del monumento, lo que conduce a modular apropiadamente los contrastes, una vez imaginados por el proyectista. También empleando la técnica de simulación mediante ordenador de la iluminación diseñada, sobre una maqueta computerizada del monumento, de forma que dicha simulación permite resolver a priori la técnica de modelado del monumento. En el aspecto de la ambientación, el alumbrado no puede ni debe desligarse del aspecto urbanístico, social e histórico de la ciudad en la que se asientan sus realizaciones. La importancia de la ambientación es difícilmente valorable y cuantificable, pero evidente, pues es la base de la individualidad y personalización de una ciudad. Por tanto, la iluminación ornamental de edificios, monumentos y otras obras arquitectónicas tiene por objeto realzar el valor cultural de una ciudad, realizar una labor de personalización de la misma y coadyuvar en la atracción de visitantes. En nuestras ciudades españolas actualmente se incide en que el alumbrado urbano tienda hacia una buena integración en el ambiente y entorno urbanístico, diferenciando los espacios, las calzadas de tráfico -cuyo alumbrado debe ajustarse a criterios funcionales-, las zonas reservadas a los peatones en las que, además de evitar sectores de sombra, debe huirse de la monotonía y uniformidad, realzando los monumentos, edificios, esculturas, fuentes, murales, etc., de forma que, mediante iluminación ornamental, todos ellos constituyan elementos de animación ciudadana. Para todo lo cual en general existen materiales suficientemente variados que evitan el uso continuado de modelos repetitivos, implantando farolas, candelabros, brazos y aparatos denominados "históricos" con calidad estética, pero únicamente ligados a determinados lugares monumentales de las ciudades, utilizando modelos "antiguos", característicos del paisaje urbano, en enclaves clásicos céntricos. En ambos casos, cuidando el diseño de época, se dota a los aparatos de fotometría, al objeto de optimizar el rendimiento luminoso. Se instalan luminarias tradicionales y discretas en zonas de las ciudades exentas de monumentos, potenciando la animación en sectores nuevos, mediante la colocación de puntos de luz modernos y futuristas. Plaza del Pilar de Zaragoza, lugar simbólico, centro administrativo y religioso de la ciudad, constituida por un espacio peatonal de m 2, A la derecha primer plano se ve el Ayuntamiento. Justamente detrás está la Basílica y al fondo del todo, la torre de San Juan de los Panetes. El alumbrado de la plaza, incluida la iluminación ornamental del Ayuntamiento, Palacio de la Lonja. Delegación del Gobierno e Iglesia de San Juan de los Panetes, se ha ejecutado mediante la instalación de aparatos con un total de 1220 fuentes luminosas díversas. La potencia instalada es de 190 Kw con un coste en 1991 de 160 millones de pesetas. El importe de las columnas de bronce y acero inoxidable apraximadamente de 200 millones de pesetas.