TITULILLO: HABILIDADES SOCIALES Y EMOCIONALES EN LA ESCUELA

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1 TITULILLO: HABILIDADES SOCIALES Y EMOCIONALES EN LA ESCUELA La inteligencia emocional en la práctica: la enseñanza de habilidades sociales y emocionales en la escuela. El programa SEL. Psicología y Educación Doctorado en Psicología- Universidad de Palermo Noviembre 2007 silvana@silvanasavio.com

2 2 1. Introducción Con motivo del seminario de Psicología y Educación del Doctorado en Psicología de la Universidad de Palermo, tuve oportunidad de acercarme más en detalle al concepto de inteligencia emocional. La importancia del desarrollo de la idea de otras formas de inteligencia, que se agrega a la tradicionalmente evaluada con los tests de coeficiente intelectual, radica en la apertura a la posibilidad de considerar que otras capacidades humanas, además de las capacidades cognitivas que dan por resultado un alto coeficiente intelectual, pueden contribuir al éxito en la vida. Parte de las dificultades de identificar las variables personales que conducen al éxito se asientan en el hecho de que no existe una definición unívoca para el término éxito. Si bien existe una representación de éxito que se construye a nivel social y cultural, el mismo posee connotaciones personales basadas en valores, prioridades, expectativas, mandatos, etc. En la actualidad existen varios autores que presentan diversos modelos de inteligencia emocional (IE), es probablemente Daniel Goleman (1995) el mas extendidamente conocido debido, quizás, a un adecuado manejo mediático. Su labor profesional se ha visto plasmada en una serie de libros de fácil lectura que han permitido la difusión del concepto de IE entre el público en general. A nivel organizacional, a partir del concepto de IE, se desarrolló toda una línea de trabajo e investigación acerca de los estilos de liderazgo (Goleman, McKee & Boyatzis, 2002). A nivel educacional, el concepto de IE fundamenta programas que se han implementado a nivel mundial. En los Estados Unidos, el programa SEL (Social and Emotional Learning) forma parte del curriculum regular de cientos de escuelas y las investigaciones evidencian resultados muy positivos no solo a nivel emocional y social, sino también a nivel académico (Zins et al., 2003). El objetivo del presente trabajo consiste en describir los fundamentos y el funcionamiento del programa SEL, que enseña habilidades sociales y emocionales en las escuelas de los Estados Unidos que lo implementan. Asimismo, se presentarán los resultados de algunas evaluaciones respecto de los resultados del programa en el alumnado. Para comenzar, y con la intención de ubicar el concepto de IE en un marco 2

3 3 explicativo, se comenzará por presentar los distintos modelos de IE, identificando a sus autores, sus componentes principales y los instrumentos de medición específicos. 2. La inteligencia emocional En 1990, un psicólogo de la Universidad de New Hampshire, John Mayer, y uno de la Universidad de Yale, Peter Salovey, presentaron por primera vez el concepto de inteligencia emocional (Mayer & Salovey, 1990). Anteriormente, el estudio acerca de la inteligencia se focalizaba en los aspectos cognitivos de la misma, como ser la memoria y la lógica matemática. Sin embargo, ya en 1929, Thorndike hace referencia a la inteligencia social, en una primera aproximación a reconocer la importancia de los aspectos no cognitivos de la inteligencia. En 1940, Weschler destaca los aspectos intelectivos y no intelectivos de la inteligencia y enfatiza que los factores afectivos, personales y sociales, juegan un papel importante en la predicción del éxito en la vida. Weschler define la inteligencia como la capacidad global del individuo de dirigir sus actos, pensar con racionalidad e interactuar adecuadamente con su contexto. Leuner, en 1966, se refiere a la IE como la relación entre la emoción y la cognición, dentro del marco de sus estudios acerca del papel de la familia en el desarrollo de las emociones del niño en la etapa preverbal. En 1983, Howard Gardner, incorpora lo intrapersonal y lo interpersonal y propone los conceptos de inteligencias múltiples, remarcando que son de fundamental importancia. Greespan, en 1989, hace mención a la IE al incorporar el rol del afecto en el desarrollo de la inteligencia. Pero tanto Greespan (1989) como Leuner (1966) no desarrollan el concepto de inteligencia emocional como constructo teórico (Valles y Valles, 2003). Esta consideración alternativa de la inteligencia reviste mayor relevancia en todo el ámbito de la docencia y tanto en la investigación y como en la práctica de la psicología, especialmente en el trabajo con niños. Es de destacar el impacto de estos conceptos en la educación de niños con distintos tipos y grados de discapacidades mentales o con capacidades diferentes, términos que también se suelen emplear (Rambo, 2001; Maglio y Maglio, 1994). 3

4 4 2.1 Principales modelos teóricos de Inteligencia Emocional Mayer y Salovey definen por primera vez la inteligencia emocional en 1990 como un tipo de inteligencia social que incluye la habilidad para supervisa y entender las emociones propias y la de los demás, discriminar entre ellas y utilizar dicha información para guiar nuestros pensamientos y comportamientos (Salovey y Mayer,1990, p. 189). Desde ese momento, se han venido desarrollando investigaciones sobre IE en distintos campos, como ser salud, organizaciones, educación, etc. En la actualidad, existen tres modelos teóricos principales: el modelo de Mayer-Salovey, el modelo de Goleman y el modelo de Bar-On. Cada uno de estos modelos cuenta con una concepción propia acerca del concepto de IE, abarca distintos componentes y en consecuencia han desarrollado sus propios instrumentos de medición. Atendiendo a la naturaleza teórica de la IE, los modelos teóricos se agrupan en: - Modelos de habilidad o del procesamiento emocional de información: considera a la inteligencia emocional como un conjunto de habilidades con función adaptativa para permitir al individuo una adecuada integración al ambiente cambiante. - Modelos mixtos: considera a la inteligencia emocional como un conjunto de competencias relacionadas con rasgos de personalidad y con aspectos del comportamiento más estables, como ser optimismo, asertividad, etc. Si se consideran las medidas de evaluación que cada modelo utiliza, se identifican dos tipos de instrumentos: - medidas de autoinforme: en los cuales el individuo informa en qué medida cree que posee una determinada competencia o habilidad; - medidas de ejecución: se evalúa la manera en que el sujeto resuelve los problemas emocionales que se le plantean. En el marco de la categorización de modelos y de medidas de evaluación mencionados, los tres principales modelos teóricos se pueden describir de la siguiente manera: Modelo original de Salovey y Mayer (1990) Se trata de un modelo de habilidad. Los autores consideraban a la inteligencia emocional como una parte de la inteligencia social. La misma abarcaba la capacidad de 4

5 5 reconocer y de usar la información de las emociones propias y ajenas como guía de los pensamientos y comportamientos. Existen dos cuestionarios de evaluación para este modelo. Los tres son medidas de autoinforme. a) Trait Meta Mood Scale 48,TMMS-48 (Salovey, Mayer, Goldman, Turvey y Palfai, 1995). Considera las dimensiones intrapersonales de atención emocional, claridad emocional y regulación emocional. b) Shutte Self Report Inventory SSRI (Shutte, 1998). Considera aspectos intra e interpersonales en las siguientes dimensiones: percepción emocional, manejo de las emociones propias, manejo de las emociones ajenas y utilización de las emociones Modelo revisado de Mayer y Salovey (1997) Es también un modelo de habilidad. Incorpora la idea de habilidades básicas y habilidades complejas, y su relación con el razonamiento. El énfasis esta puesto en la percepción de las emociones propias y ajenas, la expresión de las emociones propias en la manera adecuada, la habilidad de usar las emociones para guiar la forma en que hacemos frente a las distintas situaciones y para procesar la información, la habilidad para diferenciar las distintas emociones, para comprender su significado y para identificar su proceso de evolución, la habilidad para manejar las emociones propias y ajenas. La evaluación de la IE desde este modelo se basa en una medida de ejecución. Existe un cuestionario con una versión original y una versión revisada que mantiene los mismos componentes que la original: a) Multifactorial Emocional Inteligente- MEIS (Mayer, Caruso y Salovey, 1999). Evalúa las dimensiones de percepción emocional, asimilación emocional, comprensión emocional y manejo emocional. b) Mayer-Salovey_Caruso Emocional Intelligence Test MSCEIT V.1.1 y V.2.0 (Mayer, Salovey y Caruso, 2001). Versión revisada con los mismos componentes Modelo de Bar-On (1997) Se trata de un modelo mixto que considera la interacción de rasgos emocionales y de rasgos de personalidad en función de la adaptación al medio. La IE estaría formada 5

6 6 entonces por la inteligencia intrapersonal, bajo la forma de autoconciencia, autoestima, independencia y asertividad; por la inteligencia interpersonal dada por la empatía y la responsabilidad social; por la adaptación, que se logra a través de la adecuada solución de problemas, flexibilidad en la cognición y en el comportamiento y comprobación de la realidad; por el adecuado manejo del estrés; y por la felicidad y el optimismo que caracterizan el humor presente en general en el sujeto. Existe principalmente un cuestionario de autoinforme para evaluar la inteligencia emocional y social de las personas desde este modelo, y tres cuestionarios satélite tendientes a complementar el primero. a) Bar-On Emocional Quotient Intelligence- EQ-i (Bar-On, 1997). Considera las cinco dimensiones descriptas como componentes del modelo: inteligencia inter e intrapersonal, adaptación, manejo del estrés y humor en general. b) EQ-i short: Versión reducida del anterior que mantiene la misma estructura. c) EQ-interview: entrevista semiestructurada destinada a corroborar los datos obtenidos con el EQ-i. d) EQ-360: se evalúa la IE desde la mirada de un observador externo Modelo de Goleman (Modelo reformulado de Boyatzis, Goleman y Rhree, 2000) Es un modelo mixto, por lo tanto al igual que el modelo de Bar-On, considera a la IE como un conjunto de competencias emocionales y rasgos de personalidad. En este modelo, los componentes de la IE son: autociencia de las propias emociones, evaluación de uno mismo y autoconfianza; automanejo, que abarca autocontrol, fidelidad, coherencia, adaptabilidad y orientación al logro; conciencia social, empatía; manejo de las relaciones sociales, manejo de conflictos, liderazgo, habilidades de comunicación e influencia. Este modelo cuenta con dos cuestionarios de evaluación de la IE. Ambos son medidas de autoinforme: a) EQ-test (Goleman, 1995). Considera cinco dimensiones: conocimiento de las emociones propias; control de las emociones propias; capacidad de automotivarse; reconocimiento de las emociones ajenas; control de las relaciones. 6

7 7 b) Emocional Competent Inventory-ECI. (Boyatzis et al, 2000). Considera cuatro dimensiones: autoconciencia; automanejo; conciencia social; manejo de las relaciones. Es un cuestionario orientado al entorno laboral y permite la evaluación de observadores externos. Las investigaciones llevadas a cabo, principalmente, dentro de estas líneas teóricas de inteligencia emocional, han conducido no sólo a adelantos respecto de los componentes del concepto y de su correspondiente medición, sino que han dado lugar, en la práctica, a distintos programas, en áreas como organización, educación y salud. En el área educacional, específicamente, el reconocimiento de que las habilidades y competencias emocionales pueden desarrollarse, aprenderse y ejercitarse ha motivado a la implementación de programas que se incorporan dentro de las actividades escolares como un requisito mas de la currícula regular anual. 2.2 La inteligencia emocional en las escuelas En los últimos diez años se han multiplicado a lo largo del mundo los programas que enseñan habilidades sociales y emocionales en la escuela. Entre ellos, el programa SEL (Social and Emocional Learning) forma parte de los requerimientos escolares obligatorios en muchos distritos, e inclusive en estados enteros, de los Estados Unidos. De la misma manera que los alumnos deben lograr un determinado nivel en matemáticas o en lengua, deben llegar a los estándares requeridos en las habilidades sociales y emocionales. Los programas SEL incluyen sub-áreas de prevención de la violencia escolar, prevención de las drogas, prevención del suicidio a través de la capacitación en la resolución de problemas, etc. El gran desarrollo de la enseñanza social y emocional en las escuelas de los Estados Unidos se dió desde mediados de la década del 90, con la aparición de los conceptos de Inteligencias Múltiples de Gardner (1993) y de la Inteligencia Emocional de Goleman (1995). La enseñanza social y emocional se basa en investigaciones y estadísticas que evidencian que la instrucción integrada de competencias sociales y emocionales y de áreas de desarrollo académico, conducen a maximizar el potencial del alumno para tener éxito en la escuela y en su vida (Wang, Haertel y Wallberg, 1997). El Centro Nacional de Estadísticas para la Educación (NCES, 2002) indica que la mayoría 7

8 8 de las causas para el abandono de la escuela involucran factores sociales y emocionales: mala relación con los maestros (35%), mala relación con los compañeros (20.1%), sensación de no pertenecer al grupo (23.2%), no sentirse seguro en el ejido escolar (12.1%). La enseñanza social y emocional (SEL) en la escuela abarca aspectos cognitivos, emocionales y conductuales. Implica aprender y poner en práctica actitudes y habilidades necesarias para reconocer y manejar efectivamente las propias emociones, desarrollar interés y cuidado por el prójimo, tomar decisiones responsables, establecer relaciones positivas con los demás y manejar situaciones problemáticas de manera eficiente. Los programas se focalizan en prevenir problemas de comportamiento por medio de la promoción de competencias emocionales y sociales. De la misma manera en que los alumnos aprenden habilidades académicas, aprenden y practican habilidades sociales y emocionales que se van complejizando. La enseñanza social y emocional sistemática comienza en el pre-escolar y se extiende hasta el fin de la escolarización como parte integrada de la currícula escolar (Greenberg et al., 2005) Principales componentes de la enseñanza social y emocional (SEL) Los programas SEL enseñan, practican y refuerzan cinco dimensiones: - Auto conciencia: se identifican y reconocen las propias emociones, los talentos y demás habilidades, se desarrollan el sentido de eficacia personal y la confianza en si mismo. - Conciencia social: se refiere a la empatía, al respeto por los demás y a la capacidad de colocarse en perspectiva, considerando la visión de un otro. - Auto control: además del control de impulsos y del manejo de estrés, esta dimensión abarca la persistencia, la capacidad de establecer objetivos y de motivarse para lograrlos. - Habilidades interpersonales: se enfatiza la cooperación, la búsqueda y el ofrecimiento de ayuda y la comunicación. 8

9 Implementación de la enseñanza social y emocional En la mayoría de los casos, el programa de enseñanza social y emocional debe incorporarse a una estructura escolar ya armada y en funcionamiento, con pocos espacios temporales libres. Se hace necesario, entonces, introducir una serie de modificaciones que pueden ser menores o que pueden requerir de mayores cambios. Si bien los resultados de las investigaciones evidencian que a mayor fidelidad a los procedimientos del programa SEL, se producen mejores resultados (Elliot & Mihalic, 2004), no siempre es posible introducir la enseñanza social y emocional como parte del curriculum escolar. En esos casos se recurre a utilizar los principios del SEL como parte de las pautas de dirección de la escuela y a través del modelaje del personal docente y demás personas del entorno escolar. Existe más de una manera para aplicar los conceptos de la enseñanza emocional y social (Zins, et al., 2003): - implementar un programa especifico de enseñanza social y emocional como parte de la curricula regular de la escuela; - incluir actividades orientadas a la enseñanza de habilidades sociales y emocionales dentro de las materias académicas; - reforzar las habilidades sociales y emocionales durante los momentos informales del día escolar como ser recreos, almuerzos, etc; - desarrollar un clima de estudio y convivencia que facilite el aprendizaje; - promover la interacción de escuela con la familia y la comunidad; - integrar la enseñanza social y emocional en actividades extracurriculares como ser los deportes, las salidas de estudio, etc.; - reflejar las habilidades sociales y emocionales en el comportamiento de los directivos, docentes y demás personal de la escuela Resultados obtenidos con la enseñanza social y emocional Existen numerosas investigaciones como así también estrategias de medición y evaluación de los resultados de los programas de enseñanza social y emocional (Zins et al.,2003). Los resultados de un reciente meta-análisis de 668 estudios de programas de enseñanza social y emocional en alumnos desde pre-escolar hasta fin del ultimo año escolar, llevado a cabo por la Universidad de Illinois evidencian que el 50% de los alumnos mejoraron su rendimiento académico y un 38% mejoró su promedio escolar. Los 9

10 10 problemas de comportamiento disminuyeron un 28%, las suspensiones disminuyeron también un 44% y la tasa de asistencia se elevó significativamente. Los cambios, producto de la implementación de los programas de enseñanza social y emocional, se manifiestan en tres dimensiones: actitudes, comportamientos y rendimiento (Zins et al., 2003). En relación a las actitudes se observa: - mayor sentido de auto eficacia - mayor sentido de pertenencia al grupo - mayor responsabilidad y adhesión a los principios democráticos - mejora en las actitudes éticas y en los valores - mayor respeto y confianza en los docentes - mejor afrontamiento de los problemas que se suscitan en el ámbito escolar - mejor comprensión de las consecuencias de las acciones. En relación a los comportamientos, se evidencia: - Comportamiento prosocial - Mayor asistencia, menor cantidad de sanciones y suspensiones - Mayor participación en clase - Menor cantidad de problemas de conducta - Menor uso de drogas, alcohol y tabaco. Menores conductas delictivas - Mayor participación en actividades deportivas. En cuanto al rendimiento académico, se observa: - mejoría en el rendimiento académico de matemáticas y lengua - mejor rendimiento en los exámenes - mejora en el proceso de aprendizaje - mejor uso de estrategias de resolución de problemas y de planificación - mejora en el razonamiento abstracto 3. Síntesis y Conclusión El desarrollo del concepto de inteligencia emocional ha venido desarrollándose con celeridad desde mediados de la década del 90. Si bien existen múltiples líneas de investigación al respecto, en la actualidad contamos principalmente con tres modelos teóricos que consideran que la inteligencia emocional es un conjunto de habilidades 10

11 11 sociales y emocionales, por un lado, o un conjunto de rasgos de personalidad y de habilidades, por otro lado. Cada modelo da cuenta de distintos componentes de la IE y presentan sus métodos de medición y de evaluación de la IE. La gran novedad introducida por el concepto de las habilidades emocionales y de las habilidades sociales radica en la apertura a la posibilidad de considerar y valorar otras formas de inteligencia mas allá de la que tradicionalmente se expresa por medio del coeficiente intelectual. Asi, sobre los fundamentos de la inteligencia emocional, se han implementado programas de habilidades sociales y emocionales en distintas áreas del quehacer humano, especialmente en el ámbito laboral, educacional y de la salud. En educación, el programa de enseñanza social y emocional se ha introducido en cientos de escuelas a nivel mundial y especialmente en los Estados Unidos. Las investigaciones aportan evidencia a favor de dichos programas al demostrar que no solo se ha logrado capacitar a los alumnos en el uso de habilidades sociales y emocionales que le servirán para mejorar sus relaciones interpersonales, sino que tienden a maximizan el potencial de desarrollo de las personas, observándose asimismo una mejoría en el desempeño académico en general y en las pautas de conducta. El trabajo por realizar es aun extenso ya que no siempre es posible introducir la enseñanza social y emocional como parte de la curricula regular de la escuela, por falta de estructura o por falta de la suficiente capacitación que se brinda al personal de la escuela. En nuestro país, la realidad política, social y económica dista mucho de las circunstancias de ese país de hemisferio norte. Si bien existe en ámbitos educacionales una conciencia de la importancia del desarrollo integral del alumno, no solo a nivel académico sino también en cuanto a las habilidades sociales y emocionales, los esfuerzos no son aun sistemáticos y continuos, al menos desde una política de estado. Al menos desde el plano de la discusión teórica existen esfuerzos de la comunidad tendientes a identificar las causas del fracaso escolar y a generar propuestas para una mejor integración del alumno, familia, escuela y comunidad. Una de estas iniciativas es llevada a cabo por la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Psicología, que desarrolló el programa Generación de espacios de intercambio de experiencias psicoeducativas de atención al fracaso escolar. Durante 2001 se llevaron a cabo espacios de reflexión y talleres que giraron en torno a cuatro ejes temáticos: i) identificar las razones 11

12 12 que llevan al fracaso escolar, ii) relacionar el fracaso escolar con las diferencias y desigualdades sociales, iii) identificar posibles intervenciones psicoeducativas, iv) priorizar intervenciones a llevar a cabo. Erausquin (2001) realiza una síntesis y un análisis de dichos encuentros y destaca que las estrategias clásicas educativas juegan un papel importante en el fracaso escolar. Esto podría entenderse como un indicador de la importancia de considerar, entre las estrategias propuestas, la inclusión de actividades tendientes a desarrollar la inteligencia social y emocional con el fin de lograr que mas niños transiten su escolaridad de manera exitosa, no sólo desde el no abandono de la escuela sino desde la posibilidad del desarrollo integral de sus diversas capacidades y talentos. 12

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