EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA Y LOS DERECHOS HUMANOS: NORMAS DE CONVIVENCIA PARA LA SOCIEDAD ACTUAL

Transcripción

1 EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA Y LOS DERECHOS HUMANOS: NORMAS DE CONVIVENCIA PARA LA SOCIEDAD ACTUAL Antiguamente solo se consideraban ciudadanos los varones con determinada posición económica dentro de la sociedad. No tenían ese derecho las mujeres ni personas como los agricultores o los artesanos. Hoy en día, en las sociedades democráticas, son ciudadanos todas las personas, hombres y mujeres. Pero no en todos los países se ha alcanzado este grado de igualdad. La ciudadanía es la condición que tenemos todas las personas de ser miembros de la comunidad lo que genera derechos y deberes. La ciudadanía nos enseña a convivir y a compartir. Los ciudadanos deben tener siempre en cuenta los derechos de los demás y contribuir al bien común respetando valores como la justicia, la igualdad y la paz. La manera de contribuir a la construcción de una sociedad mejor es ejercer la ciudadanía mediante el voto, participando en elección de los representantes políticos, respetar las leyes y participar en iniciativas que mejoren las condiciones de vida de todas las personas que convivimos en sociedad. Con respecto a los valores cívicos y éticos son creencias y comportamientos que facilitan la convivencia de los ciudadanos y permite que haya buenas relaciones entre ellos. Muchos aspectos de estos valores cívicos están escritos en las leyes, pero otros forman parte de las costumbres y se transmiten a través de la familia y la escuela. Son valores cívicos la responsabilidad, la solidaridad, la justicia y la libertad. Se recogen en la Declaración de los Derechos Humanos y en el preámbulo de las constituciones democráticas. Los valores éticos tienen relación con nuestras acciones y nos impulsan a ser mejores personas. Nos ayudan a mejorar constantemente y a elegir cómo queremos ser y qué queremos hacer. Pero la asimilación del proceso de aprendizaje de los valores éticos y democráticos que deben ponerse de manifiesto en la sociedad actual, es un procedimiento lento que debe adaptarse a las necesidades del ser humano. En ocasiones, los niños/as, se obsesionan con crecer rápido y ser adultos, pero convertirse en ello lleva tiempo y tenemos que pasar por distintas etapas a lo largo de nuestras vidas. En cada una de estas etapas hemos de alcanzar unas metas para ejercer la ciudadanía activa y lograr incorporarnos de manera satisfactoria a la vida adulta, contribuyendo al pleno desarrollo social y personal del individuo. Además cada persona somos diferentes y eso es la grandeza de cada uno de nosotros, cuando maduramos nos damos cuenta de cómo somos, llegamos a conocernos y a aceptarnos, y es desde esta perspectiva de donde debemos observar

2 la diversidad mediante un punto de vista enriquecedor para el conjunto de la sociedad. Cuando crecemos adquirimos responsabilidades, o lo que es lo mismo, asumimos tareas, misiones y pequeños trabajos por los que debemos responder ante nuestros padres o profesores. Estas prácticas nos permitirán incorporarnos como ciudadanos responsables al mundo laboral, familiar o social en el que nos moveremos cuando seamos adultos. En la construcción de la personalidad existen unos factores o necesidades que debemos resaltar ya que son indispensables para satisfacer otras necesidades. Podemos distinguir: Necesidades biológicas: Son las necesidades propias de nuestro cuerpo, como la alimentación, la higiene y salud o el ejercicio físico. Necesidades Socio- afectivas: La necesidad de comunicación con otras personas y el sentirse parte de un grupo humano es una de las grandes necesidades de todos. Sentirse seguro, respetado, querido, apreciado y valorado por lo que nos rodean es imprescindible. Necesidades Intelectuales: Para desarrollarnos como seres humanos necesitamos realizar diferentes actividades mediante las que se pueda contribuir al al cultivo de un aprendizaje lógico y matemático además de valorar la expresión cultural y artística para que se tenga una visión más holística del ser humano. Asimismo se pretende que los alumnos sepan resolver diferentes situaciones con actitudes adecuadas en cada momento. Necesidades Morales y Espirituales: Las creencias morales y religiosas ayudan a dar sentido a las grandes cuestiones de la vida, a regular las conductas y a entenderse uno mismo confiando en nuestras posibilidades, actitud imprescindible para el respeto hacia los demás. Por todo ello, el contacto directo entre escuela y familia debe ser una realidad que llegue a nuestras aulas. Por un lado, las familias, tienen la obligación de colaborar con los centros y con los maestros/as. Según el Decreto 328/2010, de 13 de Julio, por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de E. I. de 2º Ciclo, C.E.Pr., C.E.I.P.s y C.P.E.E.E., la colaboración de las familias se concreta en estimular a sus hijos/as en la realización de las actividades escolares, respetar la autoridad y orientaciones del profesorado así como las normas de convivencia del centro y procurar el buen comportamiento de sus hijos/as en el centro y cuidado de todos los materiales de éste. Por otro lado, los alumnos deberán cumplir las normas registradas en dicho reglamento, entre las que resaltamos el respeto hacia los demás compañeros, profesorado y normas de organización y convivencia del centro así como hacer un uso adecuado de las instalaciones del propio centro. Por su parte el profesorado deberá programar las áreas encomendadas, realizar una evaluación del proceso de enseñanza- aprendizaje del alumnado así como la orientación del mismo, a través de la tutoría, atender al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y moral del alumnado, informar periódicamente a las familias y contribuir a un clima de respeto, tolerancia, participación y libertad. Con todo ello, el profesor tendrá derecho al reconocimiento de su autoridad magistral y académica. Teniendo en cuenta que la clara intención educativa de la Educación obligatoria es

3 ofrecer al alumno/a una cultura común a la que debe tener acceso cualquier ciudadano, es aquí donde se condensan las aspiraciones de igualdad de oportunidades que deben caracterizar a la educación escolar. Reivindicar una escuela pluralista, abierta a la diversidad, supone educar en el respeto de las peculiaridades de cada niño/niña y en el convencimiento de que las motivaciones, intereses y capacidades de aprendizaje son diferentes entre los alumnos/as, debido a un complejo número de aspectos, tanto individuales como ambientales que interactúan entre sí. De esta manera la atención a la diversidad del alumnado, no es un valor añadido a la enseñanza, sino la vía a través de la cual la enseñanza, se hace posible. Todos y cada uno de los alumnos sigue su propio proceso de construcción o reconstrucción del conocimiento, partiendo de sus experiencias previas, utilizando sus propias capacidades y con unos determinados intereses, motivaciones; y todos y cada uno de ellos requiere de una ayuda pedagógica que tenga en cuenta tanto la naturaleza de sus aportaciones individuales al aprendizaje como la singularidad de su proceso de construcción. Uno de los valores por tanto que se debe fomentar a través del área de Educación para la Ciudadanía es tomar conciencia de la realidad de la diversidad de los alumnos de una aula así como diversidad hay en la propia sociedad. Si respetamos las diversidad desde nuestras aulas, contribuimos a que nuestros alumnos tengan un punto de vista más amplio de la sociedad actual y sean alumnos más tolerantes, responsables, solidarios, cívicos, respetuosos, etc., en definitiva, ciudadanos íntegros. Características de la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos en la etapa de Educación Primaria. La iniciativa de dar a los valores democráticos la entidad de área surgió en el año 2005 (año europeo de la ciudadanía a través de la educación), año en el cual el Consejo de Europa quiso poner de relieve que la educación juega un papel crucial en el desarrollo de la ciudadanía y a favor de la participación en la sociedad democrática. El objetivo era animar a los Estados miembros a la puesta en práctica de políticas de Educación para la Ciudadanía Democrática y Educación para los Derechos Humanos. Así pues, se diseñó esta área con el objeto de ofrecer a todos los estudiantes un espacio de reflexión, análisis y estudio acerca de las características fundamentales y el funcionamiento de un régimen democrático, de los principios y derechos establecidos en la Constitución española, la europea y en las declaraciones universales de los derechos humanos, así como de los valores comunes que constituyen el sustrato de la ciudadanía democrática. La Educación para la Ciudadanía Democrática y la Educación para los Derechos Humanos, ha sido área prioritaria para el Consejo de Europa desde En una primera fase, el Consejo de Ministros de Educación de 2002, estableció una guía general sobre los objetivos, contenidos y métodos para las políticas reformas de ECD.

4 Una segunda fase concluyó con la Conferencia de Lanzamiento del Año Europeo de la Ciudadanía, en el año Todo este proceso ha tenido eco con la inclusión en uno de los cursos del tercer ciclo de la Etapa de Enseñanza Primaria, artículo 18 del MEC de 2006, de «educación para la ciudadanía y los derechos humanos en la que se prestará especial atención a la igualdad entre hombres y mujeres». La incorporación de esta área por primera vez como materia independiente en el currículo, sitúa la preocupación por la ciudadanía en un lugar muy destacado del conjunto de las actividades educativas, en la misma línea en que lo hacen los organismos internacionales como las Naciones Unidas o el Consejo de Europa. También la Unión Europea insiste en la necesidad de fomentar la ciudadanía responsable en una sociedad democrática como fórmula para lograr la cohesión social y una identidad europea común. La ECD tiene por objeto ayudar a los alumnos/as a participar activa y responsablemente en los procesos decisorios de sus comunidades. El aprendizaje de la ciudadanía responsable, que engloba aspectos relacionados con el conocimiento y el ejercicio de los derechos y responsabilidades cívicas, exige un largo aprendizaje que se inicia cuando niños y niñas establecen relaciones afectivas, adquieren hábitos sociales y aprenden técnicas para desarrollar un pensamiento crítico. Este aprendizaje requiere que se inicien en la participación activa en el centro docente y en su comunidad y, en esa medida, adquieran los rudimentos de la participación democrática. En el último ciclo de la educación primaria, momento en el que se introduce el área, los niños y las niñas están en condiciones de adoptar una perspectiva más amplia para trascender los hábitos adquiridos en relación con el trabajo en grupo, la participación en el funcionamiento de reuniones o asambleas de clase y la práctica de hábitos sociales. Esta área no busca la adquisición de nuevos conocimientos, sino que se centra en las prácticas escolares que estimulan el pensamiento crítico y la participación, al objeto de formar futuros ciudadanos responsables, participativos y solidarios. Propuestas de Intervención Educativa Las características singulares de esta área hacen que la intervención del maestro o la maestra sea muy específica y que requiera el dominio de algunas técnicas pedagógicas concretas y motivadoras que nos ayuden a fomentar el pensamiento crítico, el aprendizaje afectivo, el respeto de las diferencias en las vivencias y opiniones de los demás y la participación activa de todos. Algunas técnicas propuestas por la Organización de las Naciones Unidas para utilizar en el aula son las siguientes: a) Intercambio libre de ideas: Se analiza el problema que se trata de solucionar. El intercambio libre de ideas fomenta un alto grado de participación y estimula a los participantes a encontrar el máximo de soluciones creativas. b) Estudios de casos: Los alumnos, divididos en pequeños grupos, estudian

5 casos reales o ficticios que los obligan a aplicar normas de derechos humanos. c) Expresión creativa: Pueden utilizarse técnicas como la narración de relatos, la poesía, la expresión gráfica, la escultura, el teatro, las canciones y la danza. d) Debate: Hay numerosas técnicas para estimular los debates en parejas, pequeños grupos, entre toda la clase o con el sistema de la "pecera" (un pequeño grupo debate un tema mientras que el resto de la clase escucha y, después, hace comentarios y preguntas).se pueden abordar diversos temas interesantes para nuestros alumnos. e) Salidas curriculares: Es positivo para los alumnos que la escuela se abra a la comunidad y aprender en los lugares en los que se plantean cuestiones de derechos humanos, como los tribunales y las fronteras internacionales o donde hay personas que defienden los derechos o socorren a víctimas, como organizaciones voluntarias, depósitos de alimentos o ropa para necesitados, etc. f) Entrevistas: Las entrevistas sirven para aprender directamente y personalizar las cuestiones y la historia. Las personas entrevistadas pueden ser miembros de las familias o de la comunidad así como testigos presenciales de sucesos relacionados con los derechos humanos. g) Proyectos de investigación: Las investigaciones pueden consistir en estudios de tipo académico, utilizando las bibliotecas o Internet, o bien investigaciones basadas en entrevistas, encuestas de opinión, información tomada de los medios de comunicación y otras técnicas de recopilación de datos. h) Juegos de rol/simulaciones: Los juegos de rol tienen un valor especial para sensibilizar a los alumnos respecto de los sentimientos y las perspectivas de otros grupos y la importancia de ciertos problemas (simulacros de juicios, entrevistas, audiencias, etc.). i) Material visual: El aprendizaje puede mejorarse utilizando apoyo visual mediante las pizarras, retroproyectores, fotografías, diapositivas, vídeos y películas. La información que se exponga debe ser breve y concisa y presentarse en forma de esquema. Asimilar esta área de Educación para la Ciudadanía y Derechos humanos, supone que además de trabajar y aprender valores propios del área, se pongan de manifiesto la utilización de contenidos de otras áreas en el proceso de enseñanza- aprendizaje, contribuyendo, por tanto, a la c Para entender y saber interpretar adecuadamente los contenidos del área es imprescindible partir del conocimiento y del uso de términos y conceptos propios del área lingüística; el uso de debates sistemáticos, procedimiento imprescindible en esta área, exige ejercitarse en la escucha, la exposición y la argumentación. Por otro lado, hace posible comprender la realidad social en la que viven, cooperar, convivir y ejercer la ciudadanía democrática en una sociedad plural. Del mismo modo propone el estímulo de las habilidades sociales, el impulso del trabajo en equipo, la participación y la síntesis y exposición de las ideas propias y ajenas y se desarrollan iniciativas de planificación, toma de decisiones, participación y organización. Se

6 fortalece la autonomía para analizar, valorar y decidir, desde la confianza en sí mismos. Los contenidos que abordará esta área se distribuyen en bloques de contenidos que deberán asimilar los alumnos a lo largo del curso: En el primer bloque, titulado Individuos y relaciones interpersonales y sociales, se tratarán los aspectos personales, la autonomía, la identidad y las emociones. Se trabajarán aspectos sobre la igualdad de hombres y mujeres y la dignidad de todas las personas así como el respeto hacia uno mismo y las demás personas que nos rodean. En el segundo bloque La vida en comunidad, se verán contenidos relacionados con la convivencia con el entorno, los valores cívicos, la convivencia en los grupos de pertenencia, y el ejercicio de los derechos y deberes de la persona en el seno de esos grupos. En el último bloque Vivir en Sociedad, se recogen las normas y principios de convivencia establecidos en la Constitución así como el conocimiento y valoración de los servicios públicos, de los bienes comunes y de las administraciones públicas. Teniendo en cuenta todos los criterios que definen el área de Educación para la Ciudadanía, a través de ésta pretenderemos que nuestros alumnos sean capaces de asimilar una serie de conceptos así como inculcar en las personas de su entorno más próximo todos los valores que deben manifestarse positivamente en nuestra sociedad. De este modo, los alumnos deberán: - Mostrar respeto por las diferencias y características propias de sus compañeros/as. - Argumentar y defender las propias opiniones. - Escuchar y valorar críticamente las opiniones de los demás, mostrando una actitud de respeto a las personas. - Aceptar y practicar las normas de convivencia. Participar en la toma de decisiones del grupo, utilizando el diálogo para favorecer los acuerdos y asumiendo sus obligaciones. - Conocer algunos de los derechos humanos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Convención sobre los Derechos del Niño y los principios de convivencia que recoge la Constitución española e identificar los deberes más relevantes asociados a ellos. - Reconocer y rechazar situaciones de discriminación, marginación e injusticia. - Explicar el papel que cumplen los servicios públicos en la vida de los ciudadanos y mostrar actitudes cívicas en aspectos relativos a la seguridad vial, a la protección civil, a la defensa al servicio de la paz y a la seguridad integral de los ciudadanos. La Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos es un área que surgió para reivindicar la importancia de que los alumnos adquieran las nociones básicas de la participación en una sociedad democrática así como la asimilación de unos valores y deberes que le permitan actuar pacíficamente en su actuación diaria y observar la realidad social como un conjunto multicultural que nos aporta valores. Asimismo, las distintas organizaciones y la propia Unión Europea insisten en la necesidad de fomentar la ciudadanía responsable en una sociedad democrática como fórmula para lograr la cohesión social y una identidad europea común.