Bericht BA PLUS A.K. Universidad Autónoma de Barcelona, 2014/15

Transcripción

1 Bericht BA PLUS A.K. Universidad Autónoma de Barcelona, 2014/15 Antes de la estancia La primera vez que oí hablar del programa Bachelor Plus tenía mis dudas, ya que no consideraba mi nivel de español suficientemente alto como para estudiar un año entero en una universidad en España. Además, estaba en mi primer año de la universidad y aún tenía que acostumbrarme a la vida estudiantil y a la nueva ciudad. Dado que empecé a aprender el español cuando comencé con el grado de traducción, tenía que avanzar muy rápido y, aunque hice dos cursos de español y un tándem fuera de la universidad, no era suficiente para llegar a un cierto nivel y obtener la fluidez oral que quería. Así y tras un encuentro informativo con la Sra. Recio y anteriores participantes, decidí estudiar un año en España durante el cual pude mejorar mucho mi español. Entre las dos opciones que se me ofrecían (estudiar dos semestres o estudiar solo un semestre y hacer unas prácticas) supe desde el primer momento que elegiría hacer las prácticas en el segundo semestre. Las prácticas me parecieron una experiencia muy útil dado que te dan una idea de cómo sería trabajar en una agencia de traducción. En nuestra carrera no tenemos la oportunidad de hacer prácticas tan intensivas por un periodo de tres meses y medio. Dos semanas después de entregar mi solicitud con un curriculum vitae, mi carta de motivación y un certificado de mi nivel de español, recibí la respuesta positiva de haber conseguido una plaza. Enseguida entregué mi Annahmebestätigung con los datos de mi cuenta bancaria para la beca del DAAD. Antes de empezar nuestro año de estudios en España el IÜD y la coordinadora del Bachelor Plus Sra. Recio nos invitaron a un encuentro para darnos las últimas informaciones y despejar nuestras dudas sobre la estancia. Ahora solo faltaba una cosa para que estuviera lista: una habitación en Barcelona. Como no me fiaba mucho de las fotos de las páginas web, decidí buscar directamente allí. Llegada a España: Mi primer día en la Universitat Autònoma de Barcelona fue el ocho de septiembre y en aquella semana pudimos asistir a las asignaturas que nos interesaban. La oferta de las

2 asignaturas me decepcionó mucho. Lamentablemente, muchas asignaturas las daban en catalán, aunque no lo hubiesen puesto en el plan de estudios. Aunque quería aprender la lengua catalana, solo es posible elegir asignaturas en español cuando haces el programa BA- Plus. La mayoría de las asignaturas que me interesaban solo se podían cursar en el segundo semestre, cuando yo hice mis prácticas, por ejemplo traducción de B-A (alemán-español). Por lo tanto, no tenía mucha libertad en cuanto a la elección de las asignaturas. Mi coordinador de la UAB era muy amable e intentó mucho ayudarme pero no estaba familiarizado con el programa Bachelor Plus. El 15 de septiembre empecé oficialmente la universidad y a partir de entonces tuve dos semanas en las que podía cambiar asignaturas si quería. Cada vez que quería cambiar o preguntar algo que no pudiese solucionar con mi coordinador tenía que pedir una cita en el departamento de gestión académica. Lamentablemente no son muy amables allí y aunque yo tuve suerte y no tuve malas experiencias con ellos, mis amigos me contaron lo contrario. Sobre la universidad puedo decir que parece una ciudad pequeña. No solo tiene un autobús con el que puedes ir de una facultad a otra, sino que también se pueden encontrar tiendas (una óptica, una papelería, una peluquería y un centro médico). Además, hay muchas zonas con césped donde se puede hacer picnic con los amigos entre clase y clase. La comida de la cafetería estaba muy rica, pero era cara y las raciones eran pequeñas. Muy a menudo me llevaba un tupper, ya que la universidad pone microondas a disposición de los alumnos. El día en la universidad se hacía muy largo porque tenía que coger los Ferrocarriles Catalanes, que tardan 40 min en llegar desde el centro (Plaza Catalunya), pero uno se acostumbra muy rápido. Las clases empezaban temprano, a las nueve normalmente y con una pausa de una o una hora y media para el almuerzo. Por lo tanto, solía llegar a casa a las cinco de la tarde. Al final me sentí muy cómoda en la universidad, puesto que la gente es muy alternativa y amable y el ambiente muy relajado. Además, los profesores nos ayudaron mucho cuando teníamos dudas. Intenté hacer amigos catalanes en la universidad, pero no son muy abiertos con los extranjeros, ya que hay muchísima gente de todo el mundo que estudia en la UAB y saben que vuelven a sus países en seis meses o un año. Asimismo, tienen ya sus grupos de amigos y los catalanes en sí son más cerrados que los españoles de otras partes de España. Por lo tanto, la mayoría de mis amigos eran extranjeros: italianos, franceses, belgas e irlandeses. Al contrario de la Universidad de Heidelberg, el edificio y el equipamiento son muy modernos. La evaluación se hace de otra manera, ya que no solo se tienen en cuenta los exámenes, sino que también hay que entregar muchos trabajos durante el año. A veces, estos últimos incluso reemplazan los exámenes. Asimismo, hay que preparar menos presentaciones.

3 Muy cómodo me parecía, que los profesores pasaran las notas directamente a la gestión académica. El segundo semestre: Antes de mi aventura en España fui a la Praktikumsbörse en el IÜD para informarme sobre la situación de prácticas en Barcelona. Me dijeron que había muchas ofertas, especialmente en el ámbito de traducción y que debería buscar una vez allí porque las agencias buscaban a corto plazo. En diciembre empecé a buscar en la página web del Praktikumsbörse, donde se pueden encontrar prácticas en toda Europa. La mayoría de las prácticas que encontré no eran remuneradas. Además, se buscaban candidatos que trabajaran desde casa. Obviamente quería trabajar en una agencia, ya que quería aprender algo de los traductores allí y ver cómo sería trabajar cada día como traductor. Al final empecé mis prácticas en una agencia especializada en traducción jurídica. Desde marzo hasta mediados de junio traduje, redacté listas de terminología, corregí traducciones del español al alemán y formateé documentos. Las chicas responsables de la gestión eran muy amables conmigo. Lamentablemente, no trabajaban como traductoras y, por lo tanto, no podían ayudarme y explicarme las cosas que quería aprender. Además, todos los traductores de la empresa trabajaban desde su casa, como free lance. Pasaban semanas en las que no tenía nada que hacer, lo que me desmotivaba bastante. En estos tres meses y medio me he dado cuenta de que no me veo en el futuro como traductora. No aguantaría estar siempre en casa o en frente de un ordenador en una agencia traduciendo. Aparte del hecho de que me di cuenta de que tengo la necesidad de hablar y comunicarme con la gente, intercambiar informaciones y tener más experiencias, mi motivación de estudiar interpretación en el máster ha crecido durante este año. Como trabajaba solo por la mañana, tenía tiempo para hacer un curso de preparación para el DELE, nivel C1. En la asignatura Idioma castellà per a traductors e interprets I el profesor nos habló del DELE; era la primera vez que oía hablar de este certificado oficial del Instituto Cervantes. En mayo empecé el curso por la tarde en la escuela de idiomas BCN Languages. Cada día iba desde mis prácticas directamente a la clase, ya que la escuela está ubicada de camino a mi casa. El 23 de septiembre fue el día del examen, que duró cinco horas más o menos. El examen tuvo lugar en la escuela Don Quijote, dado que colabora con el Instituto Cervantes. Ya estaba muy nerviosa, pero aún más cuando vi que solo ponían a nuestra disposición sillas con una mesita plegable. No tenía suficiente espacio para escribir mis ensayos y siempre se me caían el bolígrafo y el lápiz. Además, en la prueba de la comprensión

4 auditiva, no funcionó el disco. Por esas deficiencias del Instituto Cervantes lo pasé muy mal durante el examen. Por suerte, no afectó mi nota y tres meses después me confirmaron por correo electrónico que había aprobado el examen. Mi vida aparte de la universidad y de las prácticas La primera vez que visité Barcelona en 2010 ya me quedé impresionada por su belleza. En estos doce meses me he enamorado realmente de este sitio. Barcelona tiene todo lo que necesitas para tener un buen estilo de vida. Un centro histórico precioso, la playa y el mar, las montaña detrás de la ciudad, muchas tiendas para ir de compras y atracciones culturales como las fiestas mayores. Siempre hay algo que hacer en esta metrópolis. Al principio quería vivir en el centro, en el Barrio Gótico o el Born, pero poco a poco me fui dando cuenta de que hay muchos turistas que visitan Barcelona durante todo el año y que, por lo tanto, estas zonas son muy ruidosas. Siendo la zona más visitada de Barcelona, no se puede conocer la auténtica vida catalana allí. Cuando fui a ver Gràcia (un barrio en el oeste de la ciudad) durante la fiesta mayor de Gràcia (a lo largo de una semana, los habitantes festejan su barrio, decoran sus calles y cada noche hay conciertos) me enamoré en seguida. Con sus plazas, su tranquilidad, sus pequeñas botigues (cat.: tiendas) y bares parece un pueblo dentro de la gran ciudad metropolitana. Siempre hay vida por la calle. Encuentras a tus amigos en las plazas y se puede tomar una cerveza allí, charlando sobre la vida. Es un barrio estudiantil y a la vez, viven muchas familias y gente mayor allí. Después de una búsqueda muy larga, encontré una habitación en un piso compartido con todas las instalaciones que querría: calefacción, Wi-Fi y una ventana (sí, muy a menudo se encuentran habitaciones con la ventana al patio o simplemente sin ventana). Recomendaría buscar por las páginas web: idealista.com, yaencontre.com y pisocompartido.com pero también por Facebook. Además es muy importante buscar algo con calefacción! Aunque no lo parezca, hace mucho frío aquí en invierno por la humedad. Muchos de mis amigos sufrían por el frío en sus pisos y se resfriaron. Hay que tener mucho cuidado también en cuanto a los precios. Muchos barceloneses se aprovechan de los extranjeros y piden un alquiler muy alto para ganar dinero. Ya he escrito sobre casi todas las facetas de mi vida aquí, pero me falta una muy importante: la conciencia nacional catalana. Antes de mi año en Cataluña ya sabía que los catalanes están muy orgullosos de su lenguaje y cultura que, como he podido ver durante 12 meses, es diferente a la española y puedo entender ahora por qué se sienten como una nación propia. Lamentablemente nadie podía explicarme las ventajas que tendría si fueran independientes.

5 Aprendí que se trata de algo sentimental: la unión que tienen por querer lo mismo. Olvidan que la independencia conlleva también inconvenientes. Aparte de una experiencia mala con un señor que no quería hablar conmigo en español ( We are in Catalonia, you have to learn catalan ) no tuve problemas. Sin embargo, aprendería el catalán si volviera después de mi carrera a trabajar aquí, para que me acepten como una más.