Homilía de Mons. Antonio Ceballos Atienza con motivo de sus Bodas de Plata Episcopales

Transcripción

1 Hospital de Mujeres, 26 dpdo CÁDIZ Oficina de Prensa, Tlfno: Ext. 5 prensa@obispadocadiz.org gabineteprensa@obispadocadiz.org Cádiz, 8 de abril de 2013 Homilía de Mons. Antonio Ceballos Atienza con motivo de sus Bodas de Plata Episcopales Emmo. Sr. Cardenal, Arzobispo emérito de Sevilla Excmo. Y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Sevilla y Obispos de Jerez, eméritos de Málaga y Huelva y auxiliar de Sevilla. Mi querido Sr. Obispo D. Rafael, hermanos en el episcopado. Ilmo. Sr. Deán y Capitulares. Rector del Seminario. Vicarios General y de Pastoral. Curia Diocesana. Amadísimos sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, personas consagradas, vírgenes consagradas, seminaristas y fieles cristianos laicos, jóvenes, adultos y mayores. Representantes de Asociaciones de fieles y AA. Y CC. Movimientos y Carismas Apostólicos. Hermanos y hermanas. Amigos todos. Bienvenidos! Aun disfrutando del gozo pascual, en esta Santa y Apostólica Iglesia Catedral de Cádiz, vivamos todos una celebración jubilar, y muy jubilosa!, muy sencilla y muy íntima. Veinticinco años de vida episcopal! Cuántas gracias ordinarias y extraordinarias recibidas! Cuántas gracias Dios mío! Esto debe mantenerme en una actitud de amor y de humildad. Hace 25 años que la Santa Iglesia me hizo Obispo. Aunque muy indigno y pobre: en este momento me agrada pensar en mi pasado, en mi presente y en mi futuro. En estos 25 años, como en una confesión recito el MISERERE, que es mío, y el MAGNIFICAT, que es todo del Señor. 1.- LA PALABRA DE DIOS PROCLAMADA EN LAS LECTURAS DE HOY NOS HABLAN DE ALEGRIA Y ESPERANZA, EN ESTA FIESTA DE LA ANUNCIACIÓN HEMOS ESCUCHADO HACE UNOS MOMENTOS Alégrate, llena de gracia, El Señor está contigo El Espíritu Santo vendrá sobre tí No temas Hágase, en mí según tu palabra (Lc ) HEMOS ESCUCHADO UNAS PALABRAS DE ALEGRIA: Es una alegría salvadora, revelada a los pequeños y sencillos de corazón; que sobrepasa el bienestar y que va más allá de las alegrías de este mundo porque es la alegría de presencia del Señor. HEMOS ESCUCHADO UNAS PALABRAS DE ESPERANZA: Porque creo en el amor de Dios y en Jesucristo. El mismo es nuestra esperanza (Mt 12,21 (Rm 15,12) y porque creo en la Iglesia, madre y maestra que cada vez con más impulso misionero y evangelizador tiene mucho que decir y que servir al mundo trabajando por el hombre, y la paz de los pueblos.

2 El acontecimiento que estamos celebrando es un signo del Amor de Dios y de la esperanza que ofrece la misma Iglesia. El Evangelio de Anunciación del Señor a María contiene toda la historia de la esperanza de la Salvación Jesús en el mismo momento en que María pronuncia el Hágase en mí, responde con un Si gozoso al Padre y toda su vida sería la realización de ese Si : Heme aquí, oh Padre, para hacer tu voluntad (Heb 5), Aquí estoy (ibd), Por ellos (Jn 17,19), Amen Aleluya (Mt 5,18) (Ap 7,12) Jesús, que ha venido para enseñarnos a decir con nuestra vida Si a Dios Padre, lo hace desde el primer momento de su Encarnación cuando también María dijo Hágase dijo Sí (Mt 6,9; Lc 1.38) Teniendo delante las actitudes de María en la Anunciación, y de Jesús, pronuncié varias veces, durante mi Ordenación Episcopal, el Si. Di mi Si al Señor y a la Iglesia, y al pueblo de Dios. Pues bien ese Si abierto aún perdura en mi ministerio Apostólico para la nueva Evangelización. Recuerdo que aquella tarde maravillosa decía al pueblo de Dios, allí reunido. A partir de ahora, con vosotros soy cristiano; para vosotros, Obispo (S. Agustín) ofrezco mi persona y desde mi pequeñez me pongo en las manos del Pastor de nuestras almas a la vez que me encomiendo a las vuestras. Así, pues, no podre más que anunciaros a Jesucristo, el mismo que fue ayer, hoy y siempre (Ef 5,8). 2.- MISTERIO DE SUCESION APOSTOLICA. Así inicie mi peregrinación en la fe como Obispo de todos. Esa tarde viví en profundidad el misterio de la sucesión apostólica. Los obispos, unidos al sucesor de Pedro, el Papa, seguimos a Jesucristo Buen Pastor Pastor de ojos grandes que miran a todas partes (cfr. Hermas), con las manos abiertas para dar y con los pies hermosos del caminante que anuncia la paz (sal 122,6). Es Jesucristo el único Buen Pastor que se hace presente en los obispos: entonces decía: ayer, Demetrio; hoy Antonio. Un solo Señor, una sola fe, un solo Bautismo, un solo cáliz para unirnos con su sangre, un solo altar, así como no hay más que un solo obispo juntamente con el Colegio. (cfr. Carta de S. Ignacio de Antioquia a S. Policarpo) (Obr. Cit. Pag. 483). Él nos lleva a todos sobre si y no quiere que ninguno se pierda Entonces me presenté como pastor que velaría en todo tiempo con cariño y con paciencia por todos. Deseaba ser padre y hermano, compañero y amigo; acompañante y acompañado, compartiendo y agradeciendo. Entonces me presenté como el Pastor que no esquivaría el hombro al peso de las dificultades diarias y a los problemas que se apilan en tiempos recios y de ideas blandas. Os decía que teníais derecho a recordarme siempre el consejo de San Agustín: Si me amas, dice Jesús a Pedro, no pienses en apacentarte a ti mismo, si no a mis ovejas, como mías. Apacientalas como mías, no como tuyas Busca mi gloria en ellas, no tu gloria Mis intereses, no los tuyos Así intente vivir mis primeros años de vida como Obispo, con mi lema episcopal: In ómnibus caritas (en todo el amor). En el año 1994 viví de nuevo el Si abierto en la sucesión apostólica como Obispo de Cádiz y Ceuta: Jesucristo el único y Buen Pastor que seguía haciéndose presente en los Obispos: ayer Antonio Dorado: hoy Antonio y en 2011 viví en profundidad este misterio de la sucesión apostólica, cuando deje de ser Obispo titular y pasé a ser Obispo emérito, tal y

3 como me encuentro ahora. Fue un día gozoso al contemplar el misterio de la sucesión: Entonces, tuve que decir: ayer Antonio; y hoy, Rafael. Querido Rafael, agradezco tu invitación a estar con vosotros en esta efemérides singular de los 25 años de Obispo y Pastor, en los que pase la mayor parte en esta amada y querida Iglesia de Cádiz y Ceuta. 3.- QUE DECIR, A MIS VEINTICINCO AÑOS DE VIDA EPISCOPAL? A 25 años de distancia constato que inicié mi nuevo ministerio con entusiasmo, humildemente y con fortaleza, y que he dado pruebas de debilidades, de nuevos impulsos, de una voluntad tenaz, fiel y convencido, por encima de las seducciones y tentaciones del espíritu mundano. A 25 años de distancia me viene el recuerdo de mis culpas, para notificación saludable de mi espíritu. Cuántas culpas y flaquezas en veinticinco años! Veinticinco años de misas episcopales, ofrecidas con todo esplendor de buenas intenciones y también con todo el polvo del camino, Confirmaciones, cartas Pastorales y visitas pastorales y atención a los pobres y todo el pueblo de Dios Que misterio de gracia y, a la vez, de confusión. Las gracias de las ternuras de Jesucristo, Buen Pastor, para conmigo, pastor et epíscopus que me eligió para Obispo suyo! La confusión hasta el extremo de que no encuentro consuelo sino en el confiado abandono, en sus manos. El Señor Jesucristo, Buen Pastor, me ha sostenido, me ha ayudado y me ha impulsado a ser transparencia suya en el camino y en la mesa, hasta el día de hoy. A los 25 años de distancia, Cuanta flaqueza, y cuantas pequeñas concesiones a la prisa, a la indecisión, e incluso, a la pereza, al gusto preferente por una cosa en lugar de otra, a las impaciencias interiores por lo que ocasiona molestias y sinsabores! Cuantas distracciones en la oración oficial y privada, y cuanto tiempo perdido en cosas menos relacionadas con el cumplimiento de mi deber inmediato. Oh, Señor mío cuantas gracias te doy por haberme conservado fiel a este principio: yo figuro entre los pequeños y los pobres.trabaje siempre con ilusión y pasión, en la Diócesis de Ciudad Rodrigo, en mis primeros años de episcopado, tu gracia abundante me mantuvo el gozo interior que me ayudo a esconder las angustias y sinsabores, en tierras castellanas Más tarde, en la Diócesis de Cádiz y Ceuta, durante los casi

4 dieciocho años, también he vivido una vida gozosa y dolorosamente acompañada y adornada de diarias espinas de las muertes del estrecho, de tantos y tantos inmigrantes, incluso niños y, la situación de paro de tantos jóvenes y adultos y la entrega sin descanso a mis sacerdotes, laicos y consagrados, y tantas buenas obras realizadas. Considero que no debo envanecerme por nada, atribuyendo todo a tu gracia, Señor Una vez más, gracias sin fin, Jesús mío. 4.- GRATITUD Y ALEGRIA. Ahora solo me queda comunicar mi alegría y agradecimiento, en esta Eucaristía de acción de gracias. Este es un día inolvidable para todos los aquí presentes y para mí en la celebración de mis 25 años de vida episcopal. Muestro mí agradecimiento al Santo Padre, el Papa emérito Benedicto XVI, que unos días antes de hacerse pública su renuncia, me envió una Felicitación y Bendición Apostólica que conservo en un cuadro, como testimonio. Y asimismo, muestro mi agradecimiento al Santo Padre, el Papa Francisco que con tanta esperanza inicia su pontificado. Gracias! Mil gracias, a todos los aquí presentes y ausentes que me han felicitado! Gracias, al eminentísimo Sr. Cardenal, Arzobispo emérito de Sevilla, que ha tenido la delicadeza de estar a mi lado en este día! Gracias, Sr. Arzobispo de Sevilla D. Juan José y Obispos Antonio Dorado, José de Jerez, Ignacio, Rafael de Gibraltar, Santiago y a tantos que me han felicitado y no les ha sido posible estar! Gracias, querido Rafael que tuviste la idea de que viniese este día a estar con vosotros...! Gracias a las Autoridades, tanto de Ciudad Rodrigo como de Cádiz y Ceuta! Gracias, a mi querida Diócesis de Ciudad Rodrigo, donde pase mis primeros años entre los castellanos! Muestro mi gratitud entrañable a mi Diócesis de Jaén, en donde nací en la fe y en mí sacerdocio y he recibido tanto amor profesado, por parte de todos! Gracias, mil gracias, a vosotros amadísimos Gaditanos y Ceutíes! Me faltan palabras para mostraros mi agradecimiento, en donde he pasado la mayor parte de mi vida como Obispo: sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, de vida activa y monasterios de clausura, personas consagradas, vírgenes consagradas, seminaristas y fieles cristianos, con los que he trabajado durante tantos años, hablando de Jesucristo y sembrando el Evangelio. Como no agradecer asimismo a tantos y tantos amigos que habéis venido de distintos lugares para estar a mí lado en este día. A todos os reconozco el cálido esfuerzo realizado. Al celebrar esta Eucaristía de Acción de Gracias, Mariana y Eclesial. Con tanta fe y tanto amor y al compartir esta alegría, y este agradecimiento os abrazo a todos y os suplico que os acordéis de mí en vuestras oraciones. A mí, solo me queda entonar mi pequeño MAGNIFICAT con el Apóstol San Pablo: Con mucho gusto presumiré de mis debilidades, de mis flaquezas, de mis limitaciones, para que se muestre en mí el poder de Cristo... pues cuando me siento débil, entonces es cuando soy más fuerte (2 Cor 12,9-10). Ahora en mi retiro, en la oración de cada día por vosotros, me encuentro muy cercano.

5 Que Santa María del Rosario y de África y los Santos Patronos San Servando y San German de Cádiz y, Daniel y compañeros mártires y Santa Beatriz de Silva de Ceuta nos acompañen ahora y siempre.