Dominio público, medio natural y rural en Abarán a través de las vías pecuarias

Transcripción

1 Dominio público, medio natural y rural en Abarán a través de las vías pecuarias Héctor M. Quijada Guillamón Técnico en Trabajos Forestales y de Conservación del Medio Natural Ecologistas en Acción Resumen En el medio natural y rural, podemos encontrar varios bienes de carácter demanial, como son los terrenos de Montes Públicos, el Dominio Público Hidráulico, los caminos municipales y las vías pecuarias. En el municipio de Abarán, es destacable la presencia de hasta 18 vías pecuarias, más dos descansaderos, a través de las cuales es posible la conexión de los espacios naturales, también públicos, situados en los confines de su término municipal, así como con otros de la comarca. Se puede hacer un seguimiento por la historia y las características más interesantes de la red pecuaria abaranera, gracias a la información disponible en las actas de deslinde, proyectos de clasificación y cartografía, realizadas desde finales del siglo XIX. Haciendo un recorrido por sus casi 80 km. de veredas, es posible además conocer numerosos elementos asociados, tanto naturales, como históricos y culturales de primer orden. Pero sobre todo, las vías pecuarias son un bien público que puede jugar un papel fundamental hoy en día. 187

2 A lo largo de la historia, el mundo rural ha hecho uso de los denominados bienes comunales como parte básica del orden agrario popular. A partir de la revolución liberal comienza un proceso de transformación rural y social que continuará hasta hoy, incidiendo directamente sobre el territorio, especialmente sobre lo que hasta el momento eran los usos comunales que, tras los procesos de desamortización (siglos XVIII - XX), pasan a manos privadas o del Estado 1. De dichos usos comunales poco queda hoy en día, pero en cierta manera se puede interpretar que, en la actualidad, lo único en lo que la gestión del territorio y los recursos necesarios para la vida, no dependen única y directamente de la propiedad privada y las leyes del mercado, aunque cada vez menos, es lo relativo a lo público, en este caso lo que queda en manos del Estado, donde incluimos a las comunidades autónomas y los municipios, por ser la forma en que ha llegado a nuestros días. Poco tiene ya que ver con el uso comunal de antaño, el cual era más dirigido y participado por todos los habitantes de un pueblo. Sin embargo, tampoco en la denominación de público hay que ver siempre una tutela y organización por parte del Estado, sino que también puede entenderse como un derecho social de todas y todos, una posibilidad de ser autogestionado por parte de la colectividad a la que pertenece. Dicho esto, de lo que aquí se trata es de hacer un acercamiento a los usos del territorio cuando se refieren al medio natural y rural, que tengan el carácter de bienes públicos. Se trata de rescatar y destacar estas zonas naturales y rurales del municipio de Abarán, dando a conocer algunos de los usos que se han dado desde antaño y que han determinado la configuración del ámbito municipal de Abarán y su paisaje tal como lo conocemos en la 1 Una investigación y descripción, desde un punto de vista bastante crítico, a la vez que interesante, sobre el proceso de descomunalización y su efecto sobre el mundo rural tradicional que tiene lugar en la Península Ibérica, sobre todo en Castilla, se puede encontrar en la publicación, de corte anti-industrial y revolucionario, de Félix Rodrigo Mora (Naturaleza, Ruralidad y Civilización, editado por Brulot, Primavera de 2008). 188 actualidad. En una primera parte, hemos visto útil utilizar el patrimonio de carácter demanial que representa la red de vías pecuarias a nivel local, a través del cual puede hacerse un recorrido que nos descubrirá otros usos, también sobre terreno público, por ejemplo los enmarcados en los Montes del Catálogo de Utilidad Pública y el Dominio Público Hidráulico asociado a los cauces. Estos espacios públicos en el término municipal de Abarán suponen más de la mitad de su superficie. Sólo contando los Montes de Utilidad Pública, tendríamos has; a las que habría que añadirle las correspondientes a los 80 km. de vías pecuarias y m 2 de descansaderos, lo que nos da una idea de su importancia. Vías pecuarias Los caminos fijos que desde antaño son utilizados por los ganaderos para trasladar sus rebaños a las zonas de pasto, en función de la climatología, reciben el nombre de vías pecuarias, existiendo varios tipos de movimientos y nomenclatura para referirse a ellos. Así, se considera trashumancia cuando es un movimiento de ganado a larga distancia (más de 200 km.), denominándose trasterminancia cuando el ganado se traslada a media distancia (hasta 200 km.) 2. También pueden darse movimientos de ganados a nivel local, aunque no reciben un nombre específico. Cuando se habla del origen del sistema cañariego en la Península Ibérica, se suele hacer siempre asociando a las vías pecuarias con La Mesta, la asociación única de ganaderos trashumantes, impulsada por Alfonso X, que le dio rango legal al unir todas las Mestas de la Corona de Castilla en el año 1273 (Villalvilla Asenjo, H., 2000). Pero en los últimos años, las investigaciones 2 Villalvilla Asenjo, H., Los caminos tradicionales en España y en la Región de Murcia. Majal Blanco, Murcia septiembre de Inédito. Una versión muy aproximada puede encontrarse la publicación del mismo autor: Manual para la defensa de los caminos tradicionales, Ediciones Talasa, Madrid, 2000.

3 apuntan a que los orígenes de la ganadería trashumante se retrotraen a épocas anteriores, hablando incluso de una actividad trashumante más o menos reglada en la Hispania prerromana y romana 3. Si nos retrotraemos al origen y motivo por el cual han tenido, y tienen lugar, los movimientos migratorios estacionales de las manadas de herbívoros salvajes, vemos que llevan miles de años aprovechando los pastos frescos de las montañas durante el verano, retornando en invierno a los valles más cálidos del sur y las áreas costeras, lo que nos recuerda cómo los cazadores paleolíticos seguían a las manadas en sus desplazamientos, permitiéndoles densidades óptimas de ganado, aprovechando un clima más benigno. Un buen ejemplo sobre la relación entre los trazados de las cañadas con las rutas prehistóricas y con el viario romano lo tenemos en los completos estudios realizados por Jesús Joaquín López Moreno sobre este tema en torno a la Cañada real de los Cabañiles o de la Mancha a Murcia 4. Como peculiaridad en el Reino de Murcia, pese a pertenecer a la Corona de Castilla, no se implantó el modelo mesteño unificado, al parecer, porque el fuerte gremio local murciano consigue evitar ser absorbido por la Real Cabaña. Existiendo así otras Mestas locales, como las de Cartagena, Molina, Alhama, Lorca, etc. (Villalvilla Asenjo, H., 2000). 3 SÁNCHEZ JAÉN, J., El pasado remoto de la trashumancia, Hiedra-Documentos, Nº 8, Aedenat, Madrid, mayo-1994, LÓPEZ MORENO, J. J., La calzada Carthago Nova- Complutum y sus enlaces con el Valle de Ricote, Actas IV Congreso Internacional del Valle de Ricote. Ricote, 8/11 Nov. 2007, Ricote, 2007, ; y LÓPEZ MORENO, J. J., La Cañada Real de los Cabañiles o de La Mancha a Murcia, una de las principales rutas prehistóricas en el sureste peninsular. Programa de festejos de Abarán, Ganado transitando por la Cañada Real de los Cabañiles. Año Foto: J. J. López Moreno. El declive de la trashumancia, y por lo tanto de la principal actividad que dio razón de ser a las vías pecuarias, se agudiza a mediados del siglo XIX con la crisis del sector lanero, teniendo lugar la abolición de la Mesta (1836), el gran referente en la organización del sistema cañariego, así como otros cambios socioeconómicos, como la aparición del ferrocarril, las repoblaciones forestales, la competencia con las roturaciones agrícolas, venida de la mano de la desamortización comunal (1855). Consideramos este último hecho, uno de los principales mazazos dados al territorio de común aprovechamiento sobre el que se asentaba el mundo rural, a partir de cual comienza su declive. No obstante, hay que tener en cuenta que a la abolición de la Mesta, le sucedió la Asociación de Ganaderos del Reino. Esta nueva organización, que tenía como finalidad el desarrollo de la ganadería con métodos más racionales que la trashumancia 5, también se preocupó por mantener el sistema cañariego heredado, por lo que llevó a cabo deslindes y reconocimientos con métodos de descripción cartográfica. Las actas de deslinde y amojonamiento de 1907 en Abarán recogen la intervención en dichos actos de D. José Cobos de Arcos, como visitador general de la Asociación de Ganaderos, el cual también es denominado en 5 ECOS, Boletín de satisfacción Ambiental de la Región de Murcia. Secretaría Sectorial de Desarrollo Sostenible y Protección del Medio Ambiente, Consejería de Industria y Medio Ambiente. Nº 9, octubre Murcia.

4 dichas actas como Visitador extraordinario de ganaderías y Cañadas. La pérdida de la gran cobertura otorgada por La Mesta a la red cañariega, unida al desuso ganadero que llega con los tiempos modernos, acelerado también por la entrada de España en una economía capitalista, con los cambios socioeconómicos ya citados, provocan un gran menoscabo en las vías pecuarias, a base de intrusiones de los propietarios colindantes, algo que, como veremos más adelante, ya se atestigua con las actas de deslinde de las vías pecuarias del término municipal de Abarán a principios de siglo XX. Entre todos estos cambios, a partir de 1924 se estableció la posibilidad de enajenar las vías pecuarias. Con el advenimiento de la II República española fue regulada la gestión forestal tal y como la conocemos hoy en día, asumiendo la administración definitivamente todas las competencias sobre la gestión de las vías pecuarias. Por lo tanto, es en este momento cuando la asociación de ganaderos pierde todas sus competencias en relación con la gestión de la red cañariega, la cual pasa a ser tutelada directamente por el estado 6. Durante el franquismo se aprueba el Reglamento de Vías Pecuarias de 23 de diciembre de 1944, en base al cual se realiza el Proyecto de Clasificación de las Vías Pecuarias del Término Municipal de Abarán, aprobado en el año Posteriormente, la Ley 22/1974, de 27 de junio, de vías pecuarias, normativa que recogía el carácter demanial de estos bienes (imprescriptibles y enajenables), consideraba, sin embargo, que podían existir vías pecuarias innecesarias o sobrantes. Con esto, permitía la enajenación de las que no fueran estrictamente útiles al tránsito ganadero o de las comunicaciones agrarias. Es más, a través de su reglamento de 1978, daba derechos sobre el dominio público a los propios intrusos. De aquí quizás podamos sacar alguna conclusión, 6 Información recabada de la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. 190 cuando más adelante conozcamos la situación de las distintas clasificaciones realizadas en Abarán. En 1984, el ICONA deja de tener competencias sobre las vías pecuarias, transfiriendo la gestión de éstas a las comunidades autónomas, de las cuales pasan a depender, aunque manteniendo la regulación de la ley de 1974 y el reglamento de Hasta que llega la Ley 3/1995, de 23 de marzo, de Vías Pecuarias, la de vigencia actual, dando el gran salto y reconociendo la importancia de la red cañariega y su legado histórico, único a nivel europeo, así como su papel en la conservación de las razas ganaderas autóctonas y la ganadería extensiva, su interés ecológico y la demanda social en relación con el uso destinado al contacto y disfrute de la naturaleza. Se les otorga así el carácter de bienes de dominio público de las Comunidades Autónomas, destacando que ese reconocimiento de bien territorial público, lleva implícitos ciertos beneficios legales de gran interés, al ser imprescriptibles, inalienables e inembargables. Imprescriptibles, al no afectarle la prescripción posesoria, por lo que no se pueden adquirir por el mero transcurso del tiempo, no afectándoles, pues, la usurpación. Inalienables, al no poderse enajenar. E inembargables, al no poderse embargar. En algunas Comunidades Autónomas se han aprobado reglamentos o leyes sobre vías pecuarias, gracias a esta ley. Algo que en la Región Murciana sigue sin acometerse, a pesar de su necesidad, al existir aproximadamente km., que ocupan unas 646 has., el 10% de todo el territorio, según datos de la propia comunidad autónoma, superficie pública que en buena parte se encuentra ya ocupada. En cuanto a los nombres y anchos de las vías pecuarias, no son los mismos en todos los territorios del Estado Español. Según señala Hilario Villalvilla Asenjo, gran estudioso de los caminos tradicionales y la red pecuaria peninsular, en los antiguos territorios de la Corona de Castilla se habla en general de vías pecuarias, conociéndose sus tipologías principalmente por la nomenclatura mesteña: cañada, cordel, vereda, colada y descansadero. Sin embargo, en Murcia, aunque estuvo integrada en la Corona de Castilla, también

5 se las conoce habitualmente con el nombre de azagadores, ya que el concepto de cañada se emplea para denominar a zonas del terreno más bajas, que configuran una hondonada, rodeadas de relieves más prominentes. Por ejemplo, Cañada Hidalgo, La Cañá, Cañada de los Morzaletes o Cañada de Patrax (Abarán). Según la definición dada a azagador, en la publicación Vocabulario Murciano, editado en 1990, en Murcia también se conoce como senda o trocha frecuentada por los ganados, que dejan marcada su huella 7. A través de la toponimia, encontramos la denominación de El Azagador, en la Sierra de la Pila, en la divisoria de los términos de Abarán y Blanca, en las inmediaciones de la Vereda de los Pardiñales, que hacia el collado del mismo nombre, accede desde la vertiente sur. Este paso se encuentra en lo alto de la sierra, siendo utilizado desde tiempos inmemoriales y por el cual se podía pasar de una vertiente a otra. Se corresponde con una serie de antiguos caminos que recorrían el ámbito serrano, teniendo muchos de ellos la función de paso de ganados, aunque no hayan sido nunca objeto de clasificación oficial. Otra nomenclatura utilizada dentro del término de Abarán, la cual encontramos en las actas de deslinde de 1907, para las Coladas del Sordo y Valcárcel en la Sierra de la Pila, es la de Ramal, refiriéndose no específicamente a un camino ganadero, aunque entendemos que servía para ello, recorriendo la sierra de manera transversal a los barrancos de la vertiente norte, en los cuales finalizaban las vías pecuarias descritas. Textualmente lo encontramos en la Colada Bco. Sordo:...donde termina esta servidumbre enlazando con el ramal que desde las Pocicas pasa por el Charco del Lentisco y va a la Cueva de la Excomunión.... Y en el Cordel del Bco. Valcárcel:...que tiene su principio con el ramal que desde el Barranco del Tollo y faldeando por la Sierra de la Pila termina en la Cueva de la Excomunión,.... Por lo que queda claro que estas vías pecuarias se comunicaban con otras a través de estos ramales. Este tipo de denominación es utilizada de forma 7 Manual para la defensa de las vías pecuarias, Cuadernos de Ecologistas en Acción, Nº 3, Madrid. 191 más genérica para vías pecuarias, según su ancho, en la Comunidad Foral de Navarra 8. En cuanto a la denominación de Vereda, según la tradición oral de Abarán, es la forma más común utilizada para referirse a una servidumbre ganadera, por no decir casi única. Referencias documentales sobre esta denominación tenemos varias, como la referida a la Vereda Concejil del Campillo 9, en este paraje situado entre la Rambla y Abarán, actualmente enmarcada dentro de la Cañada Real de la Sierra del Oro. El resto, a través de la cartografía antigua 10, dando testimonio de varias de ellas en la Sierra de la Pila, como la Vereda de los Quemados, que del Barranco del Sordo asciende hasta el paraje del Prisco, así como la Vereda de Ganados de Casablanca, que se cruza con el final de la Colada de las Macanesas, antes de adentrarse en la sierra, conectadas ambas a su vez con la Colada del Barranco del Sordo, a través de otra Vereda de Ganados, según los trabajos topográficos del término municipal de Abarán, de 1898 y Otro ejemplo de interconexión de vías pecuarias en el ámbito de la Sierra de la Pila abaranera. Sin embargo, en el listado oficial no encontramos ninguna vía que reciba este nombre. 8 Ver nota 2. 9 Quijada Guillamón, H. M. y López Moreno, J. J., Vía Pecuaria-Vía Carraria, Programa de festejos de Abarán, Mapa topográfico de la Dirección General del Instituto Geográfico y Catastral. 1ª edición, Ed. Instituto Geográfico Nacional Instituto Geográfico y Estadístico, 1898 (Ley 24 agosto de 1896); Instituto Geográfico y Catastral, 1930.

6 Vertiente norte del Parque Regional de la Sierra de la Pila, por donde discurren varias servidumbres ganaderas. En lo relativo a los descansaderos, esta común denominación, junto a la de abrevadero, solían ir ligadas ambas, ya que la mayoría de casos coincidía la zona de descanso con la de abrevadero, con la presencia de algún manantial. A saber, abrevadero de Macicandú; abrevadero del atranque de Román; abrevadero de las Pocicas; abrevadero de Aldeán; abrevadero de Charrara; descansaderoabrevadero Cueva Salmerón; descansadero del Acebuche; descansadero-abrevadero del Barranco del Molar; descansadero del Cabezo de la Sierra; abrevadero Concejil de Patrax; el abrevadero del Barranco del Sordo, el cual no se cita en las descripciones, pero cuya existencia constatamos hasta la actualidad, así como el abrevadero del río Segura. Según las descripciones de los trazados, vemos que los puntos de agua eran numerosos, algo de suma importancia en un contexto semiárido. La existencia de abrevaderos y descansaderos adecuados, para que los animales puedan beber y pacer, cada 5 km. aproximadamente, es fundamental para la actividad trashumante. Existe además una zona denominada El Sestero, situada al paso del Cordón de las Pocicas y Aldean, en la Sierra de la Pila, que también se refiere a una zona de descanso. Esta denominación es utilizada para los descansaderos en Aragón y País Valenciano (Villalvilla Asenjo, H., 2000), lo que no es nada raro, dada la influencia de la cercana provincia de 192 Alicante en la parte más oriental de esta sierra. Encontramos, además, una referencia al demarcadero de ganados de la Cueva de la Excomunión, con más de 2 has. de extensión. En este caso, no hemos encontrado referencias que expliquen de qué puede tratarse este demarcadero de ganados. Nos quedamos pues con el propio significado de la palabra demarcar, relativo a marcar y señalar los límites de un terreno. Las denominaciones oficiales en Abarán coinciden con las de la antigua Corona de Castilla, que la ley 3/95, de 23 de marzo, de vías pecuarias, adopta de forma general en su artículo 4.1, quedando establecidas como Cañadas, cuya anchura no sobrepase los 75,5 metros; Cordeles, cuando su anchura no sobrepase los 37,5 metros; y Veredas, con anchura no superior a 20 metros. Los abrevaderos, descansaderos, majadas y demás lugares asociados al tránsito ganadero tendrán la superficie que determine el acto administrativo de clasificación de vías pecuarias. Asimismo, la anchura de las Coladas será determinada por dicho acto de clasificación. Éstas últimas, según la clasificación vigente, en Abarán suelen tener una anchura variable, o estar en torno a los 8 metros. También tiene relación con la denominación el artículo 4.2: dichas denominaciones son compatibles con otras de índole consuetudinario, tales como azagadores, cabañeras, caminos ganaderos, carredadas, galianas, ramales, traviesas y otras que reciban en las demás lenguas españolas oficiales. La explicación de por qué tenemos ya estas denominaciones un siglo antes, viene dada por la anulación oficial que se produce en el siglo XVIII, al implantarse las denominaciones de origen castellano a Aragón y los otros territorios no castellanos, incluida Murcia (Villalvilla Asenjo, H.). Como uno de los antecedentes documentales de la actividad trashumante en Abarán, podemos citar las ventas de pastos que, durante los siglos XVII y XIX, son registradas a vecinos de Las Pedroñeras, San Clemente, La Roda o Albacete, localidades situadas en la zona de paso de la Cañada Real de La Mancha a Murcia o de los Cabañiles, para que sus ganados pudieran

7 invernar 12. Los antecedentes documentales de la existencia reglada de vías pecuarias en el municipio de Abarán la tenemos en las Actas de Deslinde de 1883, sobre las cuales se basa un posterior acto de Deslinde y Amojonamiento en el año Además de los mapas catastrales y topográficos antiguos, que reseñan la existencia de tales veredas. La relación de vías pecuarias vigentes actualmente sobre territorio abaranero se enmarcan en el Proyecto de Clasificación del 25 de diciembre de 1961, que fue aprobado el 25 de abril de 1962 y publicado en el B.O.E. nº 11 del 9 de mayo del mismo año 13. Siendo el municipio de Abarán uno de los mayores exponentes dentro de la Región de Murcia en cuanto a la densidad de caminos pecuarios, con un total de 18 vías pecuarias y 2 descansaderos, recogidas en la siguiente relación: - Cañada Real de la Sierra del Oro. - Cañada Real de los Cabañiles. - Cañada real de la Rambla del Moro. - Cordel de Charrara y Rambla de Benito. - Cordel de las Pocicas y Cueva de la Excomunión. - Cordel del Barranco del Tollo. - Cordel del Barranco de Valcárcel. - Colada del Saltador. - Colada de Patrax. 12 LÓPEZ MORENO, J. J., La Cañada Real de los Cabañiles o de La Mancha a Murcia, una de las principales rutas prehistóricas en el sureste peninsular. Programa de festejos de Abarán, Con motivo de los proyectos de colonización y concentración parcelaria promovidos por el estado en la década de los cincuenta, se aprueba el Decreto-Ley de 5 de marzo de 1954, el cual manifestaba la necesidad de deslindar previamente superficies sobre las que habría de operar y las vías pecuarias que pudieran estar relacionadas con las parcelas objeto de concentración. Como consecuencia de aquello y con la consideración de que las vías pecuarias eran dominio público, a partir de 1956 se promocionó su clasificación, deslinde y amojonamiento. Información obtenida de la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia Colada del Barranco de la Sabina. - Colada de los secos y Poza Frasco. - Colada de la Cuesta de Ricote. - Colada del Soto Damián. - Colada de Cartagena y corral de Lorenzo. - Colada del Barranco Molax al río Segura. - Colada del camino y Barranco de la Cuna. - Colada del Barranco del Sordo. - Colada de las Macanesas a la Sierra de la Pila. - Descansadero del Acebuche. - Descansadero del Cabezo de la Sierra. Nos remontamos pues hasta el siglo XIX a la hora de tener datos sobre los caminos ganaderos en el término municipal de Abarán, ya sean de manera escrita o cartografiada. Como diferencia significativa entre las actas de deslinde y amojonamiento de 1907 y la actual clasificación de 1962, destacar el mayor grado de detalle al que se llega en la primera, donde se informa además de todo tipo de ocupaciones y roturaciones, con nombre y apellidos de los causantes, que ya afectaban a estas servidumbres, así como la situación exacta que se daba a los mojones tras el pertinente deslinde. Señalar que durante nuestras visitas al campo no ha sido constatada la presencia de ninguna mojonera de las cuales se citan en dichas actas, cosa curiosa, si tenemos en cuenta lo accidentado del terreno y lo poco transitado de algunos de los linderos. Este hecho nos ha llevado incluso a pensar, que estos mojones fueran retirados, dado que en años posteriores (como por ejemplo en 1924 ó 1978), se abre la posibilidad de enajenación de algunas vías pecuarias. En cualquier caso, resulta curioso que ni un solo mojón haya llegado hasta nuestros días, siendo una pena la pérdida de un amojonamiento que ya estaba hecho y que supuso un trabajo de cierta entidad. Pero sobre todo de gran utilidad para el mantenimiento de la red pecuaria, al ser los mojones las únicas señales permanentes que, sobre el terreno, sirven para fijar el ancho de las vías pecuarias y por lo tanto, los

8 límites de la propiedad pública de suelo que representan. Otro dato importante a destacar es la omisión que la Clasificación de 1962 hace de algunas vías pecuarias deslindadas en En este caso encontramos las siguientes: - Cordón de las Pocicas y Aldean Colada de Cerro Corona. - Colada del Salto de Charrara a la Loma Alta y Cabezos Negros. - Colada del corral de los Dieguitos. - Colada de los Dieguitos o de los secos. Si bien, también encontramos variaciones en algunos trazados, sobre lo cual sería necesario un estudio más pormenorizado para conocer más en profundidad algunas de estas vías pecuarias. No obstante, gracias a este acto de deslinde, hemos conocido algún abrevadero que no es recogido en la clasificación de Como el abrevadero del atranque de Román, en la Rambla del Moro, aunque ya entonces se había destruido por la acción de un particular; o el abrevadero de Aldean. Así mismo, hemos conocido la denominación de Cueva Salmerón, dada al abrevadero-descansadero situado en la Rambla de Benito, en clara alusión al abrigo rocoso situado en el estrecho del cauce, donde se encuentran los restos de un antiguo aprisco. También algunas variaciones en lo que se refiere a la denominación de ciertas vías. La Sierra del Oro es citada en alguna ocasión como Sierra del Segura; al paso de esa misma Cañada por el casco urbano de Abarán, en las actuales calles Fernando Gómez y David Templado, se denomina Calle Real. La Colada del Barranco Molax al río Segura, que es denominada Vereda o colada de la Sierra, siendo la única referencia oficial a Vereda en el término de Curiosamente esta vía pecuaria, pese a no haber sido incluida en la clasificación oficial vigente, ha sido señalizada a iniciativa de ganaderos del lugar, al paso por la carretera del Boquerón A-10. Abarán. El abrevadero del Acebuche, según la clasificación vigente, es denominado en el deslinde de 1907 como abrevadero de Macicandú, nombre más adecuado para éste, ya que la denominación actual pensamos que podría ser fruto de un error de transcripción o confusión con el descansadero aledaño a la Cañada Real de los Cabañiles. También se pueden encontrar diversas variaciones en los trazados, llegando como decimos, a un mayor grado de detalle. La importancia de que estos caminos históricos hayan llegado hasta nuestros días, viene dada no sólo por su carácter público, sino que lo es también por las importantes funciones que pueden cumplir hoy en día, relacionadas, no sólo con el tránsito ganadero, sino también con la actividad agrícola, o de ocio y tiempo libre, de conservación de patrimonio cultural, además de su incuestionable papel como corredores ecológicos, al servir de conexión entre numerosos espacios naturales. Usos también contemplados en la legislación estatal de vías pecuarias, recogidos en sus artículos 16 Usos compatibles y 17 Usos complementarios. El propio trazado de muchas vías pecuarias supone, ya en sí mismo, un elemento de interés por constituir un camino tradicional y con historia, además de atravesar zonas naturales y rurales con bellos, singulares y antiquísimos paisajes propios de nuestra zona. Vías pecuarias, patrimonio natural y biodiversidad Las vías pecuarias juegan un gran papel en relación con la conservación de la naturaleza y el mantenimiento de la biodiversidad. Estos espacios de terreno público realizan una importante función como corredores ecológicos, conectando hábitats naturales, así como espacios protegidos, permitiendo de esta manera el flujo permanente de la flora y la fauna, paliando de alguna manera la fuerte fragmentación a la que está sometido nuestro territorio en la actualidad, con grandes infraestructuras (autovías), urbanismo desaforado, etc., tan negativas para la conservación de los ecosistemas. 194

9 La presencia de vías pecuarias en Abarán, que encontramos dentro de los límites del Monte de Utilidad Pública número 39 de la Sierra del Oro y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Red Natura 2000, dentro de la cual se enmarca, son 5: la Cañada real de la Sierra del Oro; el Cordel de Charrara y Rambla de Benito, Colada del Salto de Charrara a la Loma Alta y Cabezos Negros, Colada de los Secos y Poza Frasco y la Colada del Barranco de la Sabina. La presencia de vías pecuarias de Abarán, que encontramos dentro del Monte de Utilidad Pública número 40 de la Sierra de la Pila, ZEPA y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Red Natura 2000 de este espacio natural, son 5: el Cordel de las Pocicas y Cueva de la Excomunión; Cordón de las Pocicas y Aldean; el Cordel del Barranco del Tollo; el Cordel del Barranco de Valcárcel y la Colada del Barranco del Sordo. A su vez, encontramos una serie de vías pecuarias que conectan espacios naturales del municipio y de la zona norte del Valle de Ricote, como son: todas las vías pecuarias enmarcadas en el Espacio Natural Protegido de la Sierra de la Pila enlazan con el gran corredor ecológico que representa la Cañada Real de la Rambla del Moro, que recorre el término municipal en su limite septentrional, NE-SO, hasta acabar en el río Segura. Este último cauce, que cruza el término de norte a sur, con su zona de Dominio Público Hidráulico, representa un eje de conexión entre los caminos pecuarios de la zona oriental, a los que habría que sumar los corredores de la Colada del Barranco Molax al río Segura y la Cañada Real de los Cabañiles, y los de la zona occidental, que conectan con la Sierra del Oro y la ZEPA de la Sierra del Molino, Embalse del Quípar y Llanos del Cagitán. En este caso, a través de la Cañada Real de la Sierra del Oro, el Cordel de Charrara y Rambla de Benito, la Colada del Saltador, la Colada de Patrax, la Colada del Barranco de la Sabina, la Colada de los Secos y Poza Frasco, la Colada de la Cuesta de Ricote, la Colada del Soto Damián, la Colada de Cartagena y corral de Lorenzo y la Colada del camino y Barranco de la Cuna. Por lo tanto, un entramado pecuario que, dada su densidad dentro del municipio, supone un auténtico sistema de corredores ecológicos, de carácter público, que juega un importante papel para la conexión de los espacios de la Red Natura Las vías pecuarias cumplen la importante función de corredores naturales. En esta serie de corredores ecológicos nos servimos, además de las vías pecuarias, del Dominio Público Hidráulico del río Segura, reforzando así este planteamiento. Pero es que en el caso de las vías pecuarias que discurren por cauces, como en la Rambla de Benito y la Rambla del Moro, contamos además con dos figuras de terreno público que se solapan, al añadir el relativo al dominio público hidráulico del Estado, constituido, según define el artículo 2 de la Ley de Aguas, en su artículo 2, por los cauces de corrientes naturales, continuas o discontinuas. Asimismo, el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, en su artículo 4 define cauce natural de una corriente continua o discontinua como el terreno cubierto por las aguas en las máximas crecidas ordinarias. Además, indica que se considerará como caudal de la máxima crecida ordinaria la media de los máximos caudales anuales, en régimen natural producidos durante diez años consecutivos. Vías pecuarias y patrimonio histórico-cultural Las vías pecuarias encierran una gran riqueza histórica y cultural. Al propio valor 195