U.S.-Mexico Chamber of Commerce

Transcripción

1 U.S.-Mexico Chamber of Commerce Binational Conference & Binational Awards Gala Dinner AGENDA Febrruarry 7tth,, 8tth and 97tth,, 2006 Panel I Foreign Investment - Capital Flows Remittances Los mexicanos en el exterior y el financiamiento del desarrollo Mario López Espinosa Procedo a compartir reflexiones sobre algunos de los principales factores que, en mi opinión, condicionan la eventual contribución de migrantes nacionales en el exterior al desarrollo local del país, y cuya potencial incidencia en los niveles de inversión extranjera y flujo de capitales hacia México puede tener una relevancia inesperada y sorprendente. 1.- La importancia y el destino de las remesas Con respecto a la importancia y al destino de las remesas, destaco dos hechos contundentes y de la mayor trascendencia. En primer término, si se considera la contribución que, en cálculos netos, hace el ingreso de divisas al equilibrio de la balanza de pagos y a la generación de demanda agregada y actividad económica, el ingreso neto proveniente de la transferencia de remesas, apenas es superado por el saldo neto en el comercio exterior de los hidrocarburos. De no haberse registrado el año pasado un incremento de 25 % y de no haberse alcanzado el superávit más alto en la historia de la balanza comercial de petróleo crudo, petrolíferos, petroquímicos y gas natural, la contribución neta en este rubro habría pasado a segundo lugar, después de las remesas. Esta ventaja de aproximadamente 10 % podría, por cierto, perderse en el presente año. Al flujo de inversión extranjera directa debería descontarse igualmente el egreso de divisas por concepto de repatriación de utilidades y desinversiones, e incluso el monto de inversiones que realizan los residentes en México hacia el exterior. Al aplicarse este criterio, la contribución neta de la inversión extranjera directa en 1

2 México, hace ya varios años que no alcanza los niveles netos del flujo de remesas. En segundo término, debiera aceptarse que las remesas constituyen la transferencia parcial de salarios que trabajadores migrantes envían a sus familias de bajos ingresos para desendeudarlas, en una primera etapa, y para atender, básica y explicablemente, la satisfacción de necesidades esenciales, en una segunda. Las remesas constituyen sin duda el principal factor de combate a la pobreza, pero la posibilidad de que una parte de éstas se conviertan en inversión productiva es extremadamente limitada y por lo mismo incapaz de incidir en el desarrollo local de sus regiones de origen de manera trascendente. 2. La participación de los mexicanos en el exterior en el financiamiento del desarrollo La transferencia de remesas hacia México, la realizan no más de 5 millones de mexicanos en el exterior, por cierto los de más reciente emigración; en su mayoría indocumentados. Los trabajadores migrantes que registran los menores ingresos entre la población de origen mexicano que reside en los EE.UU. Sin embargo, quienes hemos mantenido un estrecho y creciente contacto con los mexicanos en el exterior y con sus organizaciones, nos hemos podido percatar de que entre los otros, los más de 20 millones de trabajadores de origen mexicano, de primera o segunda generación, los que ganan más en términos relativos, entre quienes figura la mayor parte de los residentes legales y de los mexicanoamericanos, se manifiesta una creciente disposición a poner en riesgo una parte minoritaria de sus ahorros para participar en inversiones en México y contribuir colateralmente al desarrollo económico y social de sus regiones y comunidades de origen. Esta fuente potencial de recursos, que en términos acumulados puede alcanzar cifras muy considerables, podría sí, en cambio, contribuir de manera muy significativa al financiamiento del desarrollo del país. Aquellos migrantes que se han convertido en inversionistas y empresarios en sus nuevos lugares de residencia, pueden desde luego colaborar con inversión y administración al desarrollo de sus comunidades. Su importancia es sin duda apreciable, pero su efecto en el desarrollo local es limitado porque relativamente son muy pocos los migrantes-empresarios, sobre todo los que están dispuestos a desviar su decisión de inversión productiva hacia México y que aceptan destinar el tiempo y esfuerzo necesarios para monitorear su inversión local. Estos inversionistas actúan y razonan como cualquier otro inversionista extranjero y tienden a preferir como lugar de inversión a las zonas urbanas más avanzadas de sus estados y no sus municipios y comunidades de origen, que por lo general presentan limitaciones y obstáculos estructurales que dificultan la inversión y la operación empresarial. En buena medida, por ello se fueron. Son, en efecto, los trabajadores migrantes, sobre todo los ya establecidos y los mexicano-americanos, los que podrán impulsar el desarrollo local de sus 2

3 comunidades de origen, poniendo en posición de riesgo una parte menor de sus ingresos o ahorros para impulsar proyectos productivos. Si menos de 5 millones de los trabajadores migrantes de menor ingreso, transfieren al año más de 20,000 millones de dólares, en calidad de donación, encontrar un cauce efectivo e inteligente para que los otros más de 20 0 millones acepten desviar una proporción modesta de sus ingresos y ahorros para ponerlos en posición de riesgo, con un enfoque de negocio, en el impulso a la inversión productiva, puede constituirse en el desafío más interesante y trascendente de cualquier política de desarrollo en México. 3. No basta el financiamiento Los trabajadores mexicanos en el exterior tienen, sin embargo, preocupaciones muy concretas: Cómo asegurar que los recursos se utilizarán con absoluta transparencia y con racionalidad empresarial? Cómo garantizar que los proyectos tendrán una adecuada sustentación técnica y una razonable viabilidad económica y financiera? Cómo cerciorarse que los protagonistas y beneficiarios principales, serán los miembros de la comunidad de origen? Cómo asegurar que se dispondrá de los servicios adecuados de apoyo empresarial en materia de información, capacitación, asesoría técnica, financiamiento, promoción comercial y soporte tecnológico? Estos son algunos de los cuestionamientos cuya respuesta satisfactoria podría otorgarle al fenómeno migratorio una dimensión insospechada. Para concretar este propósito, sin embargo, se requiere de una estrategia activa de fomento y de un esquema metodológico confiable, eficiente y realista, que tome en particular consideración los valores y motivaciones locales y las preocupaciones básicas de los migrantes; un esquema que no es el convencional que se aplica tradicionalmente en las zonas urbanas; un esquema funcional que asegure el equilibrio y la conjugación del sentido social, por una parte, y la prevalencia del enfoque empresarial, por la otra. Es lamentable pero absolutamente cierto que de las comunidades de origen han emigrado los más emprendedores. La mayoría de los que han permanecido responden a los perfiles de empleado, trabajador o emprendedor productor. Para impulsar con eficacia proyectos productivo-empresariales en estas localidades, se requiere de la formación de unidades y empresas de servicios de administración empresarial. Aquí la participación activa e imaginativa de quienes tienen la experiencia de concretar proyectos y negocios en el marco de la relación económica entre ambos países, puede adquirir una relevancia significativa 4. La contribución al desarrollo local Los proyectos productivos que claramente interesa apoyar a los trabajadores migrantes, son aquellos que pueden surgir como acción instrumental de una estrategia endógena de desarrollo local. Es conveniente, por lo tanto, que los proyectos sean invariablemente aceptados por la propia comunidad, que debe 3

4 considerarlos como suyos. El auténtico desarrollo no ha llegado jamás de afuera hacia adentro. Para impulsar verdaderamente el desarrollo local, las responsabilidades y consecuencias del éxito o fracaso en un proyecto de inversión debieran ser fundamentalmente de la comunidad y, sobre todo, de quienes estuvieron dispuestos a poner en riesgo su esfuerzo, su talento, su patrimonio y su prestigio por impulsar su iniciativa emprendedora. La experiencia en México es elocuente, cuando los proyectos productivos no son considerados como propios por las comunidades, se activa un extraño sistema de anticuerpos sociales que no descansa hasta destruirlos, a pesar de que estén generando beneficios concretos. En términos de desarrollo local, lo trascendente es que los proyectos productivos generen un saldo neto positivo en el flujo de recursos que entran y salen de la comunidad. Si el saldo es favorable y el circulante monetario se incrementa, el proyecto productivo, aún con modesta rentabilidad al capital, contribuirá de manera significativa al desarrollo local comunitario, Si, por el contrario, el saldo es negativo y el circulante monetario se reduce, aún con alta rentabilidad para el capital, se incrementará inevitablemente la pobreza local. Es por ello que la simple bancarización de comunidades pobres, sin disponerse de mecanismos eficientes para reciclar el ahorro comunitario a inversiones productivas locales, puede tener efectos devastadores al retirar de las comunidades los recursos de las remesas, reduciendo el circulante monetario, para prestarlo a otros inversionistas de zonas urbanas de mayores ingresos. 5. Proyectos productivos orientados a la exportación Mucho se ha destacado que los migrantes en el exterior constituyen un mercado creciente cada vez más atractivo. En el caso de México, más de 25 millones de consumidores de origen mexicano que laboran en los EE.UU. registran en la actualidad un poder adquisitivo cercano a los 500,000 millones de dólares. La configuración de un mercado nostálgico y solidario podría justificar, en la práctica, la activación de un número significativo de proyectos productivos en las comunidades de origen. Los trabajadores en el exterior pueden constituirse, además y sobre todo, en aliados estratégicos para acceder a los mercados generales de sus lugares de residencia. Los países expulsores de migrantes y, en particular las comunidades de origen, disponen de un poderoso Caballo de Troya para acceder a los mercados más exigentes y atractivos del mundo. En el caso de México, nos referimos sin duda al más importante de todos. 6. Proyectos productivos bilaterales En México, el fenómeno de la migración ya no puede ni podrá explicarse jamás sin hablar de las redes socio-culturales que se han venido formando entre los mexicanos en el exterior y sus municipios y comunidades de origen. Su relevancia es extraordinaria y creciente. Se abren expectativas nunca imaginadas. Las redes, 4

5 en el marco de una nueva realidad de globalización y de creciente interdependencia, se convierten en actores dinámicos de un inevitable proceso de integración económica, social y cultural entre ciertos municipios y condados de México y EE.UU., En línea con las principales recomendaciones de la Conferencia sobre Migración, Remesas y Desarrollo Económico organizada por la OCDE en Marrakesh, en febrero del 2005, se recomienda impulsar proyectos en una vía de doble sentido, en la que los protagonistas y beneficiarios fundamentales no sean únicamente los integrantes de la comunidad de origen, sino en la que se abran en paralelo nuevas oportunidades de incrementar el bienestar y mejorar las perspectivas de desarrollo personal a los mexicanos en el exterior, la mayoría de los cuales se encuentra en situación de pobreza. Sería más que una mera colaboración, sería una auténtica Joint Venture, una alianza estratégica para instrumentar proyectos binacionales de interés recíproco; proyectos diseñados y operados en el contexto de la red socio cultural que han construido, en la que ambos integrantes aportarían patrimonio y esfuerzo productivo-empresarial y se beneficiarían de los resultados. No se trataría de la iniciativa de unos que llevan a cabo con el sustento de otros, sino de un esfuerzo emprendedor de ambos. Los migrantes mexicanos en lo general podrían, adicionalmente constituir y administrar, por conducto de sus clubes o asociaciones, fondos especiales de apoyo a los proyectos productivos de sus respectivos municipios y comunidades de origen, para cubrir ciertas acciones de respaldo, como las siguientes: a) Realizar investigaciones de mercado b) Editar y distribuir material promocional c) Contratar asesores que apoyen temporalmente a las comunidades de origen d) Adquirir y enviar muestras, diseños, prototipos, herramentales e innovaciones tecnológicas e) Organizar ferias y exposiciones en las localidades de residencia f) Cubrir honorarios a equipos de ventas, formados por hijos de los propios migrantes g) Instalar observatorios y locales de comercialización 7. Un respaldo financiero contingente Por lo general, quienes habitan en las comunidades altamente expulsoras de migrantes no son sujetos de crédito del sistema formal de financiamiento. Los trabajadores migrantes en el exterior, en particular aquellos que han obtenido su residencia legal y los de segunda generación, disponen de una capacidad de 5

6 crédito con el sistema bancario de su localidad de residencia que, aún siendo modesta, podría resultar de gran significación para respaldar actividades productivas en sus comunidades de origen. En efecto, los connacionales en el exterior podrían respaldar inversiones productivas simplemente abriendo líneas de contingencia en los bancos de sus lugares de residencia para respaldar, como garantía virtual, los préstamos que el sistema bancario mexicano canalizara a sus paisanos en sus comunidades de origen. 8. Cooperación para el desarrollo productivo Es indudable que el único factor que podría atenuar o al menos regular el flujo migratorio de países en desarrollo hacia países avanzados, es la generación de actividad productiva autosostenible y de empleo razonablemente retribuido en las propias comunidades de que provienen. Sería conveniente, por lo tanto, que instituciones de fomento de ambos países, como Nacional Financiera, Bancomext y el Small Bussiness Administration, así como organizaciones empresariales, como la US Mexico Chamber of Commerce, instrumentaran programas de acción conjunta con universidades e institutos tecnológicos, para promover y respaldar la formación de unidades de servicios empresariales especializadas en el respaldo de este tipo de proyectos binacionales. También resulta aconsejable el diseño e instrumentación de nuevos esquemas de financiamiento paralelo y de co-financiamiento bilateral para consolidar y vincular la demanda de los mercados de residencia con una nueva oferta productiva de las respectivas comunidades y regiones de origen. Estos esquemas podrían sustentarse en la constitución de fondos especializados de financiamiento y capital de riesgo, mediante la emisión de bonos de desarrollo municipal e incluso comunitario como vehículos para canalizar la participación de los trabajadores migrantes, quienes podrían ampliar con mayor confianza su capacidad de inversión productiva en sus localidades de origen y recibir también respaldo financiero, bajo esquemas de cuasi-capital, para activar una infraestructura de importación y distribución en los mercados de residencia. El respaldo técnico, promocional y/o financiero para activar estos instrumentos de parte de organismos multilaterales, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la OCDE en especial, que se ha convertido en el foro más importante sobre el tema de migración y desarrollo, y algunas agencias de Naciones Unidas, además de la AID y otras fundaciones internacionales y agencias de cooperación para el desarrollo de la sociedad civil, podrían proporcionar a los migrantes la indispensable confianza para participar con recursos en riesgo en el financiamiento del desarrollo de las zonas más pobres de México. 6

7 La Cámara de Comercio México-Estados Unidos podría tener una participación determinante al persuadir a los gobiernos locales en los EE.UU. de respaldar de manera decidida la instrumentación de iniciativas bilaterales de promoción de proyectos productivos de exportación, justamente en aquellas comunidades y municipios de donde provienen y seguramente seguirán proviniendo la mayor parte de sus inmigrantes. Ante un hecho incuestionable de mercados laborales globalizados, no cabe duda que para los condados norteamericanos altamente receptores de migrantes, resulta más conveniente que la demanda de cualquier producto en sus mercados sea abastecida por oferta de las principales localidades de donde provienen sus inmigrantes sobre cualquier otra procedencia. Promover y facilitar este abastecimiento comercial, que no sólo contribuiría a regular el flujo migratorio sino que además aportaría nuevas oportunidades laborales para sus respectivas minorías, podría adquirir una relevancia de orden estratégico para ciertas autoridades locales en los EE.UU. Estimo que este tipo de iniciativas de cooperación bilateral y multilateral para el desarrollo sí vendría a disminuir y regular, en efecto, el flujo migratorio de México hacia los EE.UU., cuyo crecimiento parece en la práctica inevitable.. 7

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