EL ARTE ROMÁNICO 1. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA 2. ANTECEDENTES 3. EL ESTILO ROMÁNICO: CARACTERÍSTICAS GENERALES

Transcripción

1 1. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA EL ARTE ROMÁNICO El Románico es el arte de la plena Edad Media y del Feudalismo. El estilo artístico se adapta a una sociedad ruralizada, inculta, controlada intelectualmente por la Iglesia. Por eso va a ser el arte de la irracionalidad, el oscurantismo y el misterio. Es un arte relacionado con la fe, surgido de una cultura teológica. Existen una serie de rasgos culturales que determinan el estilo. El sentido de este mundo y de todos sus seres se encontraba en la religión. La Teología es a la vez Física, Astronomía, Filosofía, etc. Todo lo humano está referido a lo divino. La Iglesia coacciona el pensamiento libre y desconfía de los individuos que piensan por sí mismos y tratan de ver las cosas con la luz de la razón. Una luz más poderosa, la fe, lo ilumina todo con suficiente claridad. Así vemos como el dogma religioso siempre produce irracionalidad y superstición, pero además produce la concepción de un mundo autoritario, inmutable, eterno y dogmático; algo que estaba muy bien así y no había porqué cambiarlo. Los rasgos socioeconómicos también influyen. El arte románico es la producción plástica de la aristocracia feudal y de los monjes altomedievales. Es, por tanto, un arte monástico y feudal. Socialmente se produce una alianza entre clero y nobleza, dos estamentos con intereses comunes: dominar a los labradores y conseguir mayor poder en una época en la que el poder no es fijo sino algo que se pierde y se gana constantemente. Hay tres estamentos sociales: la nobleza es la clase guerrera, encargada de defender a los demás, el clero es la salvaguarda espiritual y el laboro es la clase encargada de mantener a los otros dos estamentos. Entre nobles y clero hay pues una estrecha alianza para seguir siendo mantenidos, por eso las altas jerarquías eclesiásticas son siempre nobles y actúan como señores feudales: poseen castillos y vastas posesiones, siervos, ejércitos y vasallos. Esta alianza se produce también a nivel arquitectónico. Los monasterios y algunas catedrales son frecuentemente poderosas construcciones, similares a castillos y con idénticas funciones defensivas. Orar y guerrear es a veces lo mismo: los monjes eran a veces guerreros (órdenes templarias o cruzados) y los obispos eran también nobles. Por eso iglesia+construcción defensiva irán a menudo unidas 2. ANTECEDENTES Tras la caída del Imperio Romano se suceden desde el punto de vista artístico, el arte paleocristiano y el arte prerrománico, en la zona occidental del Imperio, y el arte bizantino, en la zona oriental. El Paleocristiano es el primer arte cristiano. Sus inicios se sitúan hacia el siglo III d. C y abarca hasta el siglo VI. Sus principales manifestaciones son en las artes figurativas (pintura y escultura), pues en arquitectura sus aportaciones son escasas, aprovechando edificios o modelos romanos. En cuanto al Prerrománico, se desarrolla en la Alta Edad Media: desde la caída del Imperio Romano de Occidente (476d.C.) hasta los inicios del siglo XI, donde ya se inicia el Románico. Se corresponde con el arte de los diferentes reinos en que se divide el Imperio Romano, correspondientes a los diferentes pueblos que invaden ese territorio: visigodos, francos, ostrogodos, lombardos Se trata de un periodo caracterizado por la ruralización y el empobrecimiento cultural (a excepción del llamado renacimiento carolingio ). A partir del siglo XI, Europa entra en la Plena Edad Media que supone un cambio en todos los sentidos: desaparece la inseguridad, por la crisis que atraviesan los musulmanes y por la conversión al cristianismo de vikingos y húngaros, y, por otro lado, es una época expansiva: las Cruzadas a Oriente, la Reconquista de la Península Ibérica, el relanzamiento del comercio y del auge de las peregrinaciones a Tierra Santa, Roma y Santiago de Compostela. 3. EL ESTILO ROMÁNICO: CARACTERÍSTICAS GENERALES Desde el punto de vista artístico, esta etapa supone el desarrollo del ARTE ROMÁNICO: Cronológicamente abarca desde el siglo XI hasta el XIII: el siglo XI es el Primer Románico. El siglo XII es el Pleno Románico. Y el siglo XIII es una época de transición y, a mediados de este siglo, se convive ya con los inicios del Gótico.

2 Geográficamente abarca toda la Europa cristiana: Islas Británicas, parte de la Península Ibérica, Francia, Italia, Alemania. Es por ello el primer arte internacional y europeo de la Edad Media Cristiana, volviéndose a la unidad que caracterizó al arte romano. En la sociedad oscurantista y esotérica del siglo X había una auténtica psicosis de milenarismo o cambio de milenio, que se asociaba con el fin del mundo. Pero al pasar el milenio y no ocurrir nada especial, en acción de gracias, Occidente se llenó de santuarios. Hubo por tanto un predominio de la arquitectura religiosa sobre la civil y militar. El Románico coincide con la plenitud del mundo feudal en el que, como hemos visto, la Iglesia tuvo un papel protagonista pues monopolizaba la cultura y dirigía ideológicamente a la sociedad. Tres elementos relacionados con la Iglesia contribuyeron a la formación y expansión de este arte: - La creación de órdenes monásticas (la más importante la de los cluniacienses) - Las Cruzadas, que facilitaron también el intercambio de las formas artísticas. - La promoción de las peregrinaciones a Roma, Jerusalén y sobre todo a Compostela. A través de las rutas de peregrinación se difundió el culto a las reliquias, tipos de iglesias y formas de decoración. Por ello, a este estilo se le llama también arte de los peregrinos. Sus principales construcciones están a lo largo de las rutas que van a Santiago. La ruta jacobea cruzaba Alemania, Países Bajos y Francia antes de entrar a la Península por Somport en Jaca o por Roncesvalles en Navarra. Esos dos ramales se unían en Nájera-Logroño y ya continuaba por Burgos, León, Orense hasta llegar a Santiago. La ruta de peregrinación atraviesa tierra de nadie, recién reconquistada a los musulmanes aún no repoblada. Es un arte unitario, en el que se integran todas las manifestaciones artísticas con una única finalidad: expresar la majestad del poder, ya sea religioso (en la construcción de abadías, monasterios e iglesias) o político (castillos). Los clientes son monjes y nobles, los estamentos más ricos y poderosos de la sociedad medieval feudal. Sobre el problema de la autoría, tradicionalmente se consideraba que las obras eran anónimas por la propia voluntad de los autores, caracterizados por una humildad cristiana. Actualmente se tiende a pensar que esto no es así, pues, en primer lugar, tenemos muchas obras firmadas, si bien no conocemos nada sobre los autores que las firman y sólo sabemos de ellos los nombres, y, en segundo lugar, existía una normativa por parte de la Iglesia que estimulaba ese anonimato de los artistas. 4. ARQUITECTURA ROMÁNICA: CARACTERÍSTICAS Las características principales son: Un nuevo espíritu: todos los elementos de esta arquitectura (muro de sillares, pilares, arco de medio punto, bóvedas de cañón, etc.) habían sido ya usados en el prerrománico. Pero, a diferencia de éste, estos elementos no se consideran como independientes, sino que forman parte de un conjunto (el edificio) que está sometido a unas medidas precisas que relacionan cada parte con el conjunto: así, entre cada uno de los elementos y el total hay una serie de relaciones y proporciones matemáticas. El material preferido es la piedra, en sillares isódomos, aparejados a soga y tizón. Había cuadrillas de canteros que itineraban de obra en obra. Elementos constructivos. Elementos sustentados. Los arcos son de medio punto, ocasionalmente peraltados. El templo románico se cubre normalmente con bóveda de medio cañón, que es la traslación de un arco de medio punto. Estas bóvedas se refuerzan con arcos fajones en los puntos de incidencia de los pilares. A veces se utiliza la techumbre plana de madera propia de las antiguas basílicas y en España también por influencia musulmana. Pero es también corriente el uso de las bóvedas de arista (sobre todo en

3 las naves laterales), cruce transversal de dos bóvedas de cañón. Las aristas de dicha bóveda se refuerzan con arcos aristones en resalte. Los ábsides se cubren con bóvedas de cuarto de esfera o de horno que contribuyen a contrarrestar el empuje del cuerpo central. Este tipo de bóveda también se utiliza en las capillas laterales y en los absidiolos radiales cuando los hay. En el crucero se dispone una bóveda semiesférica sobre pechinas o trompas. Elementos sustentantes. Todas estas pesadas bóvedas de piedra se soportan con gruesos muros, pilares y columnas. El muro de sillería es el principal. Hay un claro predominio del macizo sobre el vano, por motivos técnicos: el muro debe ser muy fuerte y con pocos huecos para poder soportar el enorme peso de las bóvedas de cañón. Las ventanas son escasas en número y muy estrechas. En el primer románico encontramos columnas cilíndricas en el interior del templo, pero lo más frecuente son los pilares, rectangulares y gruesos, los cuales se complican al adosarse a ellos columnas delgadas, baquetones o pilastras, las cuales sujetan los arcos fajones o formeros de la bóveda. Así surge un pilar fasciculado que se va complicando conforme se complican las cubiertas, hasta llegar al pilar gótico. En iglesias pequeñas lo normal es que el muro grueso, ayudado por contrafuertes o estribos exteriores soporte directamente la techumbre de piedra, sin arcos ni pilares. Por eso los vanos no son posibles porque debilitarían el muro-soporte. La columna románica se utiliza sobre todo como elemento de soporte de las cubiertas menos pesadas: naves laterales, bóvedas de girola o el techo del claustro, pero es en este último cuando la columna adquiere verdadera importancia. La columna románica es diferente a la clásica: parte de un plinto cuadrado a modo de basa, un fuste liso muy desproporcionado entre grosor y altura (no hay concepto de esbeltez) y un capitel grande, troncocónico y decorado con temas vegetales, hojas de parra con tallos retorcidos, o temas de animales, frecuentemente figuras monstruosas de animales o de personas (irracionalismo, oscurantismo y miedo). Estas figuras fantásticas, de auténtico furor expresivo, deben adaptarse a su marco arquitectónico en formas extrañas. A veces simplemente representan escenas del Antiguo Testamento para cumplir con su función pedagógica. Estos capiteles historiados no eran arte popular pues no eran bien entendidos por los fieles, su iconografía profunda era muy iniciática. Muchas veces lo que pretende el autor es impresionar más que enseñar. Ya hemos dicho las dos razones, técnica y de mentalidad religiosa, por las cuales los muros románicos están poco perforados por vanos. Cuando aparecen, estos vanos están tapados por placas de alabastro transparente y se cubren con arcos de medio puntos, abocinados y con decoración arquitectónica exterior: fajas, baquetones, taqueado, etc. En relación con esta característica de los vanos, la iluminación interior de los edificios románicos es escasa. La decoración del templo es austera al interior: en los muros es geométrica y arquitectónica, en los capiteles es escultórica y en los ábsides es pictórica. Pero al exterior es más profusa, sobre todo en lugares

4 determinados como en los aleros, ábside exterior, vanos y muros. Los aleros suelen decorarse con arcadas ciegas y canecillos a veces con decoración escultórica, que fingen ser elementos de sustentación. Estas arcadas ciegas se prolongan hasta el suelo cada pocos arcos en forma de fajas. Esto suele ocurrir sobre todo en los ábsides del llamado románico lombardo, por eso se llaman fajas lombardas. Pero donde se concentra casi toda la decoración del templo es en la portada (ver epígrafe escultura). Los edificios religiosos son los predominantes en el Románico: las iglesias y los monasterios. Las iglesias. Suelen construirse en las zonas rurales predominantemente, y también en los núcleos urbanos a lo largo del Camino de Santiago. En este camino (igual que los que llevaban a Roma, tumba de San Pedro, y a Jerusalén, tumba de Jesucristo), los peregrinos caminaban durante meses e incluso años para llegar a su destino. La afluencia de estos peregrinos hizo necesaria una iglesia lo suficientemente grande para acoger en su interior a una multitud de personas y que a la vez facilite su circulación. El modelo que da respuesta a estas necesidades es el de las Iglesias de peregrinación. Su planta es de cruz latina, con tres o cinco naves con un crucero bien marcado, pero la característica más específica está en la cabecera. Allí se encuentra el altar principal en el ábside central, pero éste está rodeado por una girola o deambulatorio, nave de trazado semicircular, prolongación de las naves laterales, que permite la contemplación de las reliquias depositadas bajo el altar, donde suele haber una cripta subterránea con los restos sepultados del mártir o santo que dio origen a la construcción de la iglesia. Es corriente también que en esta girola se localicen pequeños ábsides o absidiolos donde rendir culto a varios santos o santas. Su alzado interior se compone de varios pisos en altura: un primer piso de soportes, que en este caso son pilares, de gran tamaño, y arcos de medio punto que comunican las naves entre sí; un segundo piso o tribuna, que forma una especie de pasillo abierto a la nave mayor por unos vanos llamado triforio; en este caso las ventanas de iluminación prácticamente desaparecen en la nave central. El alzado exterior de las iglesias románicas se caracteriza por el empleo de formas geométricas simples y claras. Destacan los contrafuertes adosados al muro. Sobre el centro del crucero se suele situar una torre-linterna o cimborrio, de planta cuadrada o poligonal, que permite iluminar el interior. En la fachada, el acceso se realiza bajo las arquivoltas, que enmarcan el tímpano (espacio delimitado por el dintel y las arquivoltas) decorado. Este tímpano suele estar soportado por un parteluz o mainel. Rematando la fachada puede haber una espadaña (muro con uno o más vanos en los que se alojan las campanas); en otras ocasiones las campanas se alojan en una torre-campanario adosada a la iglesia. Ejemplos de estas iglesias de peregrinación en el Camino de Santiago son: San Sernín, de Toulouse, Santa Fe, de Conques y Santiago de Compostela, en La Coruña. Esta última constituye el principal

5 ejemplo, por varios motivos: se trataba de una ciudad rica, por las peregrinaciones, lo que permitirá a los obispos invertir en la construcción grandes sumas. En ella se aplican todas las soluciones que ya se habían experimentado en otros edificios del Camino, es un verdadero compendio de la arquitectura románica. Plantea soluciones que marcan la transición hacia lo que será luego el Gótico. Su construcción se inicia hacia 1075, con el obispo Diego Peláez, aunque su principal impulsor es el obispo Gelmírez quien la consagra en el No obstante, a su muerte en 1140 todavía estaba inacabada. En su construcción intervienen varios maestros: Bernardo, Roberto, Esteban, la mayoría franceses, por lo que la influencia de los modelos franceses será grande. Es la iglesia prototipo del románico español (que será analizado con más detalle a continuación). Tiene una planta basilical (ver imagen anterior) de tres naves con otras tres de crucero que forman una perfecta cruz latina. Tiene cuatro capillas semicirculares en los brazos del crucero y una girola sobre la que se abren otras cinco capillas semicirculares. La nave central se cubre con bóveda de medio cañón y las laterales con bóvedas de aristas sobre las que descansa el suelo de la tribuna, la cual se cubre con bóvedas de cuarto de esfera. Esta tribuna se continúa por la girola y se abre a la nave central por ventanas de dos arcos. La tribuna era una fórmula para ampliar el espacio del templo y albergar a todos los peregrinos. Todas las techumbres reposan sobre un conjunto de pilares cruciformes con columnas adosadas. Presenta este edificio la originalidad de tener arcos de medio punto peraltados para dar mayor sensación de esbeltez y de altura. En la tribuna hay columnas pareadas que sostienen un doble arco de medio punto, formando uno de los mejores triforios del románico europeo. La planta de Santiago se parece a otras iglesias francesas, sobre todo a San Sernín de Toulouse. Ambas pudieron influirse recíprocamente porque fueron coetáneas. En algunos aspectos la original es la de Santiago y en otros la de San Saturnino. Como principales aportaciones tenemos: De origen francés: *uso de la girola y el triforio, poco usuales en la Península. *torres y carácter de edificio prismático. De origen hispano, los arcos lobulados de la Puerta de las Platerías. Como aportaciones originales tenemos, sus extraordinarias dimensiones, especialmente en altura, y su luminosidad interior, lo que anuncia caracteres del gótico. Otros ejemplos de iglesias románicas son: En Francia, las abadías de Cluny (precursora), San Esteban de Caen (en Normandía), Santa Mª Magdalena de Vezelay y San Lázaro de Autún (Borgoña), Saint Gilles de Gard y San Trófimo de Arlés (Provenza), Santa Fe de Conques y San Sernín de Toulouse (Auvernia), Nuestra Señora de Poitiers (Poitou) y Saint Front del Perigueaux (Perigord). En Italia, la catedral, el baptisterio y la torre de Pisa, la Catedral de Parma, San Ambrosio de Milán, San Zenón de Verona, San Miniato al Monte en Florencia. En Inglaterra, la Catedral de Durham. En Alemania, las catedrales de Worms, Spira y Maguncia. En España (ver epígrafe específico). Dentro de la tipología de edificios religiosos del románico, cabe destacar también los Monasterios. A partir del siglo X se produjo una renovación de las órdenes monásticas que se extendieron por la Europa cristiana, por lo que fueron agentes indispensables en la unificación de los modelos constructivos y en la difusión del románico. Los monasterios fueron importantes centros culturales, y muchos de ellos poseían bibliotecas y talleres donde se copiaban e ilustraban con miniaturas libros antiguos que tal vez se hubieran perdido sin la labor de estos monjes. También destacaban por su labor como centros económicos, ya que poseían tierras que explotaban para abastecer al monasterio.

6 Para construirlos se elegían lugares apartados de las poblaciones en plena naturaleza, para facilitar la meditación de los monjes, y en zonas con abastecimiento de agua. Eran recintos amurallados que funcionaban como auténticas ciudades autosuficientes. La abadía de Cluny, fundada en el 910,sirvió de modelo para los monasterios construidos posteriormente. Pertenecía a la regla de San Benito de Nursia ( ), es decir, era una abadía benedictina, cuya fórmula básica era Ora et Labora. Fue prácticamente derribado durante la Revolución Francesa y los primeros años del XIX, pero gracias a los dibujos conservados se ha podido reconstruir el aspecto que pudo tener este enorme conjunto. Su plano estaba basado en el del monasterio carolingio de Saint Gall. Sus distintos edificios se disponían a partir del claustro. Siguiendo el modelo de Cluny, veamos las partes de un monasterio: -Claustro: patio cuadrangular con galerías de columnas en sus cuatro lados. Tiene un jardín, dividido por lo general en cuatro sectores; una fuente, un pozo o un árbol remarcan el centro, como símbolo del cruce de las coordenadas espacio-temporales. Los capiteles de las columnas, muchas veces dobles o geminadas tienen decoración escultórica con escenas religiosas para ayudar a los monjes en su meditación. A partir del claustro se distribuyen el resto de dependencias. Es el centro de la vida monacal. -Iglesia: suele construirse contigua al ala norte del claustro. Su tamaño depende de la importancia del monasterio. -Sala Capitular: espacio cuadrangular construido en la parte este del claustro y accesible desde él. Aquí se reunían los monjes para leer los capítulos de la Regla y tratar sobre cuestiones de la comunidad. Bancos corridos adosados a los muros servían de asiento a los monjes. -Refectorio: comedor de los monjes. Espacio rectangular construido en paralelo en la galería sur del claustro. La cocina se hallaba adosada al refectorio. -Dormitorio: solía situarse en un piso superior. Tenía forma rectangular y una de las escaleras daba acceso directo a la iglesia para que los monjes pudieran bajar durante la noche a los oficios religiosos. -Escritorio y biblioteca: los monjes copistas se dedicaban aquí a copiar e iluminar manuscritos. Estaba situado en un piso superior para que recibiera más luz natural. En España también se construyeron monasterios, como el benedictino de San Pedro de Rodas, en Girona. Este vivió su esplendor entre los siglos XI y XII. Se construyó sobre terrazas y contaba, como todos los cenobios de la orden, con iglesia, claustro y el resto de las dependencias.

7 DESARROLLO DEL ROMÁNICO EN ESPAÑA ROMÁNICO INICIAL O PRIMER ROMÁNICO (SIGLO XI) Desde el punto de vista cronológico, se desarrolla después del Prerrománico. Va a ser una etapa de transición y de tanteo hacia lo que después serán las características plenamente románicas, y dentro de él se pueden seguir varias tendencias simultáneas, dependiendo de la zona donde se desarrolle. Se extiende por la mitad norte de la Península, puesto que el sur está ocupado por los musulmanes, y de este a oeste, desde Cataluña a lo largo del Camino de Santiago. El Camino de Santiago es uno de los tres destinos esenciales en la peregrinación medieval y fue, además, una importante vía para la llegada de formas artísticas de otros países. De otro modo, sería difícil explicar la fuerte presencia de elementos lombardos en la arquitectura catalana del siglo XI, el empleo del modelo de edificio de peregrinación en Santiago (un esquema genuinamente francés), las nuevas técnicas artísticas o los nuevos valores estéticos. Los edificios más destacados son los de la Marca Hispánica, zona que comprende parte de la actual Cataluña y parte del SE francés, el Rosellón, y que políticamente estuvo vinculada a la monarquía carolingia. No obstante, a partir del siglo XI se observa una progresiva independencia política. Esto, unido a una mayor seguridad frente al poder musulmán, ahora en proceso de descomposición, va a favorecer una amplia actividad constructiva. Los edificios se caracterizan por su independencia de los modelos franceses y una mayor similitud con los de la Lombardia italiana. Ello se debe a que son equipos de canteros del norte de Italia los que van a recorrer toda esta zona, participando en las construcciones que allí se hacen y aportando las influencias del Norte de Italia (magistri comanici). Las construcciones son sencillas y se caracterizan por: El elemento sustentante fundamental es el pilar cuadrado. Austeridad decorativa: en el exterior solo aparecen algunas arquerías ciegas, apoyadas en pilastras alargadas, denominadas bandas lombardas. Una gran torre, a veces exenta, como en Italia. Material sencillo de piedra en sillarejo. Arcos sencillos de medio punto. Las principales construcciones de este primer periodo son las dos Iglesias de San Clemente y Santa María de Tahull (Lérida). Los edificios son de pequeño tamaño, sobre todo en comparación con la enorme torre situada en la cabecera. Tienen tres naves, sin crucero,con tres ábsides en la cabecera, el central de mayor tamaño. Sus cubiertas, debido a la sencillez de la construcción no son de piedra, sino de madera. El material empleado es el sillarejo y, como elemento decorativo, las ya mencionadas arquerías ciegas. Lo más destacado es la enorme torre, abierta con numerosos vanos, en seis pisos donde se abren ventanas geminadas cada vez mayores para disminuir el peso progresivamente y favorecer el equilibrio de la torre. Otras obras de esta etapa son San Pere de Roda, San Martín de Canigó, San Vicente de Cardona y el Monasterio de Ripoll. EL ROMÁNICO PLENO (SIGLO XII) Las obras se localizan en la zona norte: Navarra, Castilla, León y Galicia (libres del dominio musulmán). Los principales ejemplos están a lo largo del Camino. A diferencia del periodo anterior, la influencia procede ahora de Francia, aunque también hay influencias prerrománicas y a veces musulmanas, lo que da a este románico gran personalidad. Principales ejemplos: Catedral de Jaca (Huesca). Iniciada en 1063, se termina en el siglo XII. Tiene planta de tres naves terminadas en tres ábsides semicirculares con crucero que no sobresales de las naves laterales. Sobre el crucero hay un impresionante cimborrio de bóveda semiesférica sobre trompas con nervios cruzados en el centro. La decoración es muy importante. Aparece el taqueado ajedrezado (taqueado jaqués) que luego se extenderá por todo el Camino. San Martín de Frómista en Palencia es un templo del Tiene planta de tres naves

8 y crucero inscrito, con cubiertas de medio cañón sobre pilares cruciformes con medias columnas adosadas. El cimborrio sobre el crucero es de planta octogonal al exterior y contiene al interior una bóveda semiesférica sobre trompas. Al exterior presenta un juego de volúmenes característico con ábsides de diferente altura y con una novedad: dos torres cilíndricas que se adosan a los pies del templo. Es una arquitectura más evolucionada que la catalana porque cuenta con el apoyo de un rey más poderoso. También podemos ver que en esta tierra de nadie se realizan experimentos arquitectónicos sin ninguna relación con el pasado al ser una zona vacía y recién reconquistada. San Isidoro de León se levanta sobre una antigua iglesia del prerrománico asturiano. En el siglo XI se transforma en el Panteón Real de San Isidoro, destinado a conservar los restos de Fernando I. La iglesia es de planta basilical de tres naves sobre pilares con columnas adosadas que sostienen arcos de medio punto. Los arcos del crucero tienen el intradós lobulado lo que indica influencia musulmana. La nave central se cubre con medio cañón y las laterales con arista. El crucero sobresale a ambos lados y la cabecera se remata con tres ábsides sin girola. Añadido a la iglesia está el Panteón de los Reyes, creado por doña Sancha Entre 1056 y Son tres naves con bóvedas de arista sobre gruesas columnas y pilares. Son nueve bóvedas sobre cuatro columnas exentas y doce pilares adosados. Los capiteles se decoran con escultura de tema vegetal muy tosca. Esta es una obra de confluencia entre el Prerrománico Asturiano y el Románico. Las pinturas murales que decoran las bóvedas son las más importantes de la pintura románica española. Catedral de Santiago de Compostela: obra cumbre del románico español (ya analizada en páginas anteriores). ROMÁNICO TARDIO Las Catedrales de Toro (1240), Plasencia, Salamanca y Zamora (1274), están ligadas entre si por la presencia del cimborrio, un tanto exótico, con las siguientes características: -Las cúpulas arrancan de unas pechinas en las que se inserta el tambor. -En el tambor se abren ventanas que permiten la entrada de luz. -La bóveda es semiesférica, gallonada y nervada. -En el exterior tienen torrecillas cilíndricas. -Están recubiertos de escamas pétreas (excepto en Toro). -Su origen podría estar en algunas construcciones de la región francesa del Poitou o en la arquitectura bizantina. Además de estos edificios, otro tipo de construcción son los de planta central, posiblemente ligados a los templarios (que escoltaban las peregrinaciones a Tierra Santa y por tanto conocían bien la arquitectura islámica). Esto inspiró el uso de plantas centrales y cubiertas de nervios que se entrecruzan dejando un espacio poligonal en medio. Ejemplos: Iglesia de la Veracruz en Segovia, Iglesia de Eunate en Navarra.

9 LA ESCULTURA ROMÁNICA El precedente de la escultura románica hay que buscarlo en los pueblos bárbaros, junto a alguna influencia de Bizancio, el cual era el portador de todo el legado grecorromano. Pero los pueblos bárbaros cultivaron la escultura con poco entusiasmo; hicieron escultura de pequeñas dimensiones, ornamental. Por lo tanto, la tradición escultórica antigua se perdió. El legado grecorromano no sirve como base para la escultura románica, formando ésta un mundo aparte y original. La escultura, junto con la pintura, son complementarias de la arquitectura, sirven para realzar el conjunto, pues es un arte unitario al servicio de la expresión del poder político o, sobre todo, religioso. Su mensaje es religioso, así como sus temas. La finalidad es didáctica, docente: enseñar a los fieles, que son mayoritariamente iletrados, los dogmas fundamentales del Cristianismo, prevenir acerca del Bien, del Mal y de la inminencia del Juicio Final y proponen a Cristo como vía y modelo de salvación: por ello se las denomina como BIBLIA PAUPERUM. La principal fuente es la Biblia y, dentro de ella, los Evangelios. No obstante, hay otras fuentes, como son los Evangelios Apócrifos, las Leyendas de Santos (Leyenda Áurea), los Bestiarios (libros con fábulas y descripciones de animales, la mayoría imaginarios), Lapidarios... Su intención no es reflejar el mundo real, ni imitarlo, pues su ideal es el mundo sobrenatural y trascendente. Por ello sus representaciones no buscan la belleza física ni la imitación de la realidad. A través de ella se refleja la idea omnipotente y omnipresente de Dios, la idea de religión como misterio, como único agarradero para no sucumbir en un mundo desconocido y oscuro. Así sus principales caracteres son: El uso de la perspectiva jerárquica. La frontalidad de las figuras, caracterizadas también por la isocefalia (línea de las cabezas de la misma altura en todos los personajes). Su rigidez y geometrización. La inexpresividad. La inexistencia de un canon ideal: las figuras se adaptan al marco en que se encuentran, en lo que se conoce como Ley de adaptación al marco. Las incorrecciones anatómicas pues no se trata de reflejar la realidad sino la idea principal y trascendente. El artista románico rehúye la representación del cuerpo desnudo y cubre a todas sus figuras con abundantes vestiduras. No interesa representar la belleza corporal sino la espiritual. Se tiene el concepto del cuerpo como cárcel del alma, el origen del pecado, lo sensitivo, lo sensual. Tiene un carácter decorativo. No está realizada para ser contemplada aislada sino inserta en un conjunto arquitectónico. Es decorativa, se concibe para llenar un espacio arquitectónico previsto de antemano y su forma y dimensiones dependen de este espacio. Su dependencia con respecto a la arquitectura es total. Las zonas arquitectónicas principalmente son los capiteles y las portadas. Un buen ejemplo de esta nueva estética son los relieves del Monasterio de Santo Domingo de Silos (siglo XII). Son ocho y se sitúan en los pilares angulares del claustro. Los principales temas son La Duda de Santo Tomás, el Descendimiento o Pentecostés. (Sus caracteres son los ya vistos. Se repite la yuxtaposición de la composición, con la superposición de frisos para agrupar a las figuras. Los rostros, las posturas y el tamaño de todas las figuras (los doce Apóstoles y Jesús) se repiten excepto en la figura de Cristo que es más grande).

10 El lugar arquitectónico que más se decora es la portada. Se trata de un vano abocinado, con arcos de medio punto rehundidos progresivamente, cada vez más pequeños y denominados arquivoltas (c). El abocinado de la portada es al revés que en los vanos, los cuales son estrechos al exterior y abiertos al interior para cerrar a las influencias exteriores que perturben la paz del interior ( y por razones militares), mientras que en la portada el abocinamiento se abre al exterior como si fuera un embudo que intenta absorber a la gente. Las arquivoltas se decoran con figuras en forma radial con motivos geométricos, vegetales o figurados. Cada arquivolta se prolonga en el muro, el cual también se rehúnde con columnas o figuras que hacen la función de jambas (e). Sobre la puerta se crea un tímpano semicircular (a) que se decora con escultura también, y si el dintel (b) es demasiado largo se refuerza con un soporte, columna, pilar o figura, denominado parteluz (d). El tímpano recibe la escena evangélica principal que suele ser el Pantocrator o Cristo en majestad. Cristo aparece representado dentro de una mandorla o almendra mística, sedente y en acto de bendecir, rodeado de los cuatro evangelistas, los cuales suelen representarse con las cabezas de sus animales simbólicos: el toro (Lucas), el león (Marcos), el águila (Juan) y el hombre (Mateo), es decir el Tetramorfos. Otra escena típica del tímpano es el Juicio Final a cuyo pie aparecen los 24 ancianos del Apocalipsis. También es frecuente la Virgen con el Niño y la Crucifixión. Por último, existe otra figura simbólica, de origen paleocristiano, que representa a Jesucristo y que es el Crismón o círculo con dos líneas perpendiculares en su interior y con cuatro letras griegas: Pi y Ro porque son las iniciales de Cristo en griego y Alfa y Omega porque significan el principio y el final de todo. También puede aparecer con las iniciales en latín IHS. Este Crismón suele aparecer flanqueado por dos ángeles o dos animales fantástico. También se decoran las jambas y las figuras pueden llegar a derramarse por toda la portada e incluso por la fachada en algunos casos. En las jambas y parteluz suelen representarse figuras de apóstoles, personajes que han estado en la Tierra y han sido sacralizados, de tal modo que adquieren la función de mediar entre Dios y los hombres. En los capiteles se representan temas vegetales y animales o diversas escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. Muchas portadas estaban policromadas, aunque se ha perdido el color. La escultura exenta suele estar realizada en madera policromada y los temas más frecuentes son la Virgen con el Niño, y el Crucificado. La Virgen suele aparecer frontalmente sentada en un trono y sobre ella el Niño, también en posición frontal. La comunicación Madre-Hijo es inexistente, la Virgen se limita a ser trono de Dios. Ejemplos: Virgen con el Niño del siglo XII del Museo de Arte de Cataluña. Los Crucificados no dan muestras de dolor, se limitan a contemplar mayestáticamente al fiel desde una cruz de 4 clavos, uno para cada una de sus extremidades. Cristo ha triunfado sobre la muerte sin sufrimiento ni agonía, sin rastro de dolor físico ni moral. Pueden aparecer o bien vestidos con una túnica (Majestad Batlló) o con un paño de pureza (Descendimiento de San Juan de las Abadesas).

11 Principales ejemplos de escultura románica por países Francia.- los principales focos son -Borgoña: destacan las esculturas de Santa Mª Magdalena de Vezelay y las de San Lázaro de Autun realizadas por el maestro Gislebertus, sobre todo la portada en la que se representa el Juicio Final. -Languedoc: Saint Sernín de Toulouse, y San Pedro de Moissac. En una de las portadas de ésta última se representa a Cristo en majestad, el Tetramorfos y los 24 ancianos, los cuales sobresalen notablemente del marco con la cabeza orientada hacia Cristo. -Provenza: las obras más importantes se sitúan en la 2ª mitad del XII y están enmarcadas por el Clasicismo. Las figuras de las portadas nos recuerdan a las imágenes de los sarcófagos romanos. Destacan San Trófimo de Arlés y Saint Gilles du Gard. -Poitou: la decoración se extiende por las fachadas. Nuestra Señora la Grande de Poitiers. El Pórtico Real de Chartres, ejecutado a mitad del XII es un preludio del gótico (cuerpos bastante estilizados), aunque las estatuas-columnas estén aún excesivamente sometidas al marco arquitectónico. Italia.- destaca el maestro Guillermo que trabajó en la catedral de Verona, con la colaboración del maestro Nicolás. Otro escultor importante fue Benedetto Antelami ( ), que trabajó en Parma y estuvo muy influido por el arte francés. Su estilo se acerca al gótico por la estilización de las figuras. Obras suyas son el púlpito y el baptisterio de la catedral de Parma, donde sobresale el relieve del Descendimiento. Alemania.- en Hildesheim se crea una conocida escuela de broncistas de la que posiblemente salió un autor de origen alemán que trabajó en Verona en las puertas de San Zenón. Encontramos también pilas bautismales, verdaderos trabajos monumentales como la de la Catedral de Hildesheim. Inglaterra.- los normandos valoraron más la arquitectura, por tanto la escultura no destacó como en otros países. El renacer de la plástica se produjo en Canterbury. En este periodo se lleva a cabo la Puerta del Prior de la Catedral de Ely. España.- Siglo XI: una de las primeras obras que conocemos es el dintel de San Genís des Fonts en el Rosellón. -Catedral de Jaca (Huesca). Destaca la portada en la que se representa el Crismón con las letras griegas antes explicadas, y flanqueado por dos leones, símbolos de Cristo, que a la izquierda acogen al pecador arrepentido (de su boca sale una serpiente, símbolo del mal) y a la derecha se imponen a dos animales dañinos, un oso y un basilisco (cruce de gallo y dragón). -Colegiata de San Isidoro de León. Destacan dos interesantes portadas: en la Puerta del Cordero se representa el tema del sacrificio de Isaac. En el eje de la composición aparece el Cordero sobre la cruz y rodeado de la mandorla, símbolo de Cristo que muere por los hombres. Bajo él, la escena del sacrificio Isaac, que simboliza cómo la fe nos salva igual que salvó a Isaac la fe de Abraham. Los caracteres formales son los ya vistos: desproporciones e incorrecciones anatómicas, perspectiva jerárquica, adaptación al marco, etc. En la Puerta del Perdón, más tardía, aparece el Descendimiento, las Marías ante el sepulcro y la resurrección de Cristo. -Claustro de Santo Domingo de Silos: se cree que intervinieron artistas diferentes en la realización de los capiteles y machones del claustro. Es difícil de datar pero suelen establecerse dos ciclos distintos en su realización: El lado nororiental (finales del XI). La ejecución de los capiteles es de gran calidad, sobre todo en los temas vegetales a los que se suman animales híbridos entrelazados, arpías (mezcla de pájaro y mujer) En los machones del claustro se representan la Ascensión, Pentecostés, el entierro de Cristo, el encuentro de Emaús y la duda de Santo Tomás. Las elegantes posturas de los pies recuerdan mucho la plástica de las portadas francesas. La mayor parte de la galería W y parte de la meridional (2ª mitad del XII). Las imágenes no son tan fantásticas y caprichosas. Se hacen más naturalistas y las

12 columnas en lugar de estar separadas están yuxtapuestas. -Catedral de Santiago de Compostela. Destacan aquí los relieves de la Puerta de las Platerías y los del Pórtico de la Gloria (ya del siglo XII). La Puerta de las Platerías corresponde a finales del siglo XI y su autor parece ser el maestro Esteban, que había trabajado también en San Isidoro de León. La distribución de los relieves de esta portada no se corresponde con la original, pues debido a una serie de circunstancias (incendio, reformas) se incluyeron relieves de otros maestros. De entre las del maestro Esteban destacan la figura de Rey David y la de la mujer adúltera, en las que se aprecian todavía rasgos de geometrización, esquematismo, canon alargado Siglo XII.- -Portada de la Iglesia del Monasterio de Ripoll: la decoración se distribuye en varios registros, aparecen estatuas-columnas en las jambas, todo ello coronado por un Cristo en Majestad, con los ancianos del Apocalipsis -Portada de San Pedro el Viejo de Huesca: dos ángeles sostienen un Crismón. -Claustro de San Juan de la Peña en Huesca: los capiteles se decoran con figuras de grandes ojos totalmente sometidas a las dimensiones y a la forma del capitel. -Iglesia de Sangüesa en Navarra: portada decorada con una escena del Juicio Final, con figuras bastante estilizadas, cercanas al gótico. -Portada de Carrión de los Condes en Palencia. -Portada de Santo Domingo en Soria. -Cámara Santa de la Catedral de Oviedo: marca la proximidad del gótico. Es un espacio rectangular cubierto con bóvedas de cañón sustentadas por doce estatuas-columnas de los apóstoles, dispuestas por parejas y alzándose sobre zócalos decorados con figuras animalísticas. Fue un espacio creado para guardar reliquias, como si fuera una gran arqueta relicaria. Aunque las figuras son notablemente más estilizadas, continúan estando embebidas en la columna y el naturalismo es aún un poco forzado. -Catedral de Santiago de Compostela. Los relieves del Pórtico de la Gloria, de finales del XII, son la obra más importante del Camino de Santiago, si bien por sus caracteres y la calidad de las esculturas sería ya una obra de transición al Gótico: El volumen y las proporciones son más reales. El modelado de las figuras es más cuidado. Las posturas son más naturales, con mayor sentido de la profundidad y el volumen. Además las figuras están individualizadas, con un estudio de las expresiones y las actitudes más realista. Los temas representados son los típicos del Románico, destacando la Portada con el tema del Juicio Final, con un Cristo menos severo. Los profetas y los apóstoles en las jambas de acceso: son el Antiguo y el Nuevo Testamento. El Apóstol Santiago en el parteluz, acogiendo a los peregrinos. Su autor es el Maestro Mateo, del que no sabemos si es francés o hispano.

13 LA PINTURA ROMÁNICA La manifestación más importante fue la pintura mural de las iglesias, ya que las grandes superficies de muros continuos, bóvedas y ábsides ofrecían un espacio idóneo para la representación de temas religiosos. Su aparición en el interior del templo fue más temprana que la escultura monumental y, a diferencia de ella, se desarrolló en todo el ámbito del Románico: una iglesia no se consideraba terminada del todo hasta que no estaba cubierta de esculturas y pinturas, aunque desgraciadamente la mayoría de éstas se ha perdido. La situación de estas pinturas decorativas era, con frecuencia, en los muros de las zonas más significativas de la Iglesia cristiana. En el ábside se sitúa el Cristo en Majestad, ocupando toda la bóveda de cuarto de esfera. Por debajo, en forma horizontal se encuentran ángeles, la Virgen o los Apóstoles. Las paredes laterales se dedican a santos o escenas del Evangelio, y en el muro de los pies de la iglesia se localiza el Juicio Final. No obstante, este programa de inspiración bizantina, no se sigue con rigidez. También fueron de gran interés la miniatura y la pintura sobre tabla, especialmente la de los frontales de altar, cuya producción fue característica de España y en particular de Cataluña. Muchos temas coinciden con los de la escultura y tienen la finalidad de aleccionar a los fieles sobre lo que deben hacer, a través de la representación de pasajes de la Biblia. Dos temas muy comunes son: La Maiestas Domini o Cristo en Majestad (Pantocrátor) sentado en un trono y rodeado de la mandorla o almendra mística, acompañado del Tetramorfos (los cuatro evangelistas). Se trata de la visión apocalíptica o el Cristo juez del Juicio Final. La Maiestas Mariae o Virgen en majestad con el Niño sobre sus rodillas, igualmente entronizada y rodeada de la mandorla. Se trata de una imagen inspirada en la Virgen Kiriotisa bizantina. La pintura románica comparte también con la escultura muchas de sus características (función didáctica, adaptación al marco, horror al vacío, tratamiento antinatural de las figuras, carencia de profundidad espacial y de perspectiva), pero a ellas habría que añadir algunas específicas de la pintura: Generalmente la pintura está supeditada a la arquitectura. La mayoría de las pinturas románicas cubren los muros y cúpulas de los ábsides y las bóvedas de las iglesias. La técnica empleada es el fresco, pero rara vez era un fresco puro, lo más normal era aplicar una técnica mixta que añadía una última capa de pintura al temple sobre el muro ya seco, para obtener un resultado final más vivo. En la pintura sobre tabla, se empleaba el temple al huevo, después de haber preparado convenientemente la madera (se le pegaba una tela de cáñamo o un pergamino y se aplicaba encima una fina capa de estuco). Siguen la ley de adaptación al marco, como vemos en las pinturas de la iglesia de la Vera Cruz en Maderuelo en Segovia. Las dos escenas se distribuyen sobre un muro en forma de arco. Los personajes que quedan en el centro aparecen de pie; en cambio, en los laterales se han pintado arrodillados o con las piernas encogidas como si flotaran. Esto sucede porque la altura del espacio disponible es menor en los extremos. Se mantiene la jerarquización del espacio y las figuras, de modo que la escena principal ocupa el lugar central, y las figuras más importantes se representan a mayor tamaño. Hay tendencia a la abstracción y al esquematismo. Las figuras son planas, la anatomía se plasma de forma somera, las vestimentas son esquemáticas. El rostro se simplifica: destacan los ojos y unas líneas perfilan la nariz, la boca y las cejas. Las figuras aparecen de frente (ley de la frontalidad), mostrando escaso movimiento (hieratismo) y sin relación entre ellas. Como en la escultura, el horror vacui hace que todos los espacios se cubran. Las composiciones suelen ser simétricas y las escenas se disponen en formas geométricas. Las imágenes se representan sobre fondos planos, sin intención de profundidad. No se representa la luz ni sus fuentes (tampoco se distingue entre ambiente interior y exterior). Un trazo negro muy grueso dibuja, perfila y marca los detalles, y todo se rellena de color. Los colores son muy vivos, aunque planos y sin efecto de claroscuro.

14 Las iglesias románicas solían estar completamente cubiertas de pinturas y esculturas. Pero mientras éstas, por la resistencia de la piedra, han sobrevivido en gran medida al paso del tiempo, son muy escasas las muestras de pintura que nos han llegado, en unos casos por su propio deterioro y en otros muchos por el desinterés de las generaciones posteriores, que las eliminaron hasta dejar la piedra desnuda o las cubrieron totalmente. No obstante, se conservan buenas muestras de la pintura románica. Las obras maestras de la pintura románica europea son los frescos de Sant Angelo In Formis, en Italia, de la corriente llamada italo-bizantina, y en Francia, las bóvedas de Saint Savin sur Gartempe (corriente franco-bizantina). Es España el país que conserva mayor cantidad de obras y en mejor estado, sobre todo del siglo XII, época de máximo esplendor de la pintura románica. En nuestro país se dieron dos influencias diferentes sobre la pintura mural: La influencia francesa penetró en España a través del Camino de Santiago y se aprecia principalmente en la pintura castellano-leonesa, cuyos rasgos más destacados son: -una gama cromática reducida, con predominio de colores ocres y terrosos. -figuras expresivas y dinámicas. -una cierta tosquedad. Como ejemplo de esta pintura tenemos los frescos del Panteón Real de San Isidoro de León. Es la obra más completa de la pintura románica española y se encuentra en buen estado de conservación. La mayor parte de los temas han sido sacados del ciclo de la Natividad y no se sabe muy bien porqué; se piensa que pudo ser porque el rey Fernando I murió por aquellas fechas. Es una obra amable, que carece del aspecto sobrecogedor de las pinturas catalanas. Aparece un claro gusto por lo popular. Son también interesantes las pinturas de la Veracruz de Maderuelo en Segovia. Se conservan en el Museo del Prado instaladas en forma de capilla y respetando el orden original. Es una obra vigorosa, de colores brillantes y bastante antinaturalista, como muestra la escena del pecado original y la expulsión del Paraíso, en la que los cuerpos de Adán y Eva se resuelven esquemáticamente. La influencia italo-bizantina, en cambio, afectó sobre todo a la pintura catalana, que presenta algunas diferencias respecto a la castellano-leonesa: -rico cromatismo de origen bizantino, con predominio de colores rojos, verdes y azules vivos. -figuras hieráticas y con escasa expresividad, también por influjo bizantino. -un relativo clasicismo que recuerda en cierta forma el arte paleocristiano de los siglos IV y V. A finales del siglo XI se hacen las pinturas de San Quirce de Pedret, unas de las más antiguas que se conservan. Su temática es apocalíptica: el Cordero, el Pantocrátor, el candelabro de siete brazos, el altar con las ánimas, y en los laterales las parábolas de las vírgenes necias y las prudentes, así como algún que otro tema pagano. La obra más impresionante y representativa es San Clemente de Tahull (Lérida), posiblemente contemporánea a Santa María de Tahull. No podemos ser tajantes en la afirmación de que el maestro que pintó en esta zona era de origen italiano, lo que si es cierto es que poseía una gran personalidad y que con estas obras ha dejado su impronta en la Historia de la Pintura. El Pantocrátor de San Clemente con una mano bendice y con la otra sujeta un libro en que podemos leer Ego sum lux mundi, rodeado por dos ángeles; debajo de Él, el Tetramorfos y, finalmente, los apóstoles alrededor de la Virgen que lleva en su mano una copa.

15 En Santa María de Tahull, la Virgen es trono de Dios, rodeada por un halo de divinidad, la mandorla, al tiempo que es adorada por los Reyes Magos. El fondo se construye a base de bandas polícromas. En esta misma iglesia se pintó a David y Goliat. Sin embargo, esta distribución geográfica de las influencias no debe tomarse en un sentido demasiado estricto, pues ambas llegaron en mayor o menor grado a todos los territorios hispanos y son muchas las obras que incorporan características de una y otra, además de las propias de sus tradiciones locales previas. Estas tradiciones locales se aprecian sobre todo en las pinturas de San Baudelio de Berlanga (Soria). Pintura sobre tabla: los frontales de altar Los frontales son tablas rectangulares con escenas pintadas que se colocaban delante del altar. Solían contener pinturas relativas a los santos, a Cristo o a la Virgen, con el fin de narrar sus vidas para que los fieles pudieran conocerlas a través de las imágenes. El frontal se divide en secciones que recogen las diferentes escenas. Aquí también prima la simetría, la frontalidad y la jerarquía, como podemos observar en el frontal de la Seu dúrgell, Lleida (siglo XII). En el compartimiento central se sitúa Cristo en majestad con doble mandorla. En los laterales, grupos de apóstoles ladean la cabeza y dirigen la mirada hacia el Pantocrátor. En estas obras es fácil percibir la influencia bizantina. Para realizarlas se utilizaba madera recubierta de varias capas de yeso que se pintaban al temple con ricos y brillantes colores. Otros ejemplos son: el Frontal de Aviá, algo más tardío, marca la transición al gótico por su mayor capacidad narrativa: la Virgen entronizada con el Niño se gira para mirar a los Reyes que están en uno de los cuatro recuadros que rodean la escena principal. En los otros se representan la Anunciación, la Natividad y la Presentación.