Salesians of Don Bosco. Salesianos de Don Bosco AS SALESIANS OF DON BOSCO

Transcripción

1 AS SALESIANS OF DON BOSCO We live in communities that are actively engaged in the world of youth. We are members of the Church and work in harmony with its teachings. Prayer and obedience to the Spirit of God are the foundation of our service. We strive to make Don Bosco s dream a reality and to inculcate his unique style and charism. We live out our consecration to God through the three vows: poverty, chastity and obedience. Our pledge to young people is to deepen our credibility as signs and bearers of God s love to each of them. Our preferential option is to work among the poor and abandoned youth of society. Becoming signs and bearers of God s love is our path to holiness - a journey each of us has chosen to make with the young! Don Bosco, drawing his inspiration from the zeal and goodness of St. Francis de Sales, gave us the name Salesians.

2 SENT TO THE YOUNG We feel called by God to walk in the footsteps of our founder. The Lord made clear to Don Bosco that he was to direct his mission first and foremost to the young especially to those who are poorer. We believe that this choice for young people is of supreme importance: Young people are at the age when they must make basic life-choices which affect the future of society. We are convinced that our option for the poorer youth of society is imperative. They are at a greater disadvantage, more impressionable, more vulnerable and often exposed to grave danger thus making them easy victims of injustice. With Don Bosco we reaffirm our preference for the young who are poor, abandoned and in danger, those who have greater need of love and evangelization, and we work especially in areas of greatest poverty. Making the concern of Don Bosco our own, we go to them to prepare them to take their place with dignity and to alert them to the role they must play in the christian transformation of social life. (source: C. 26, 27)

3 IN COMMUNITY To understand who we are, one has to look at how of us from 131 nations have become members of the Salesian Society. Each of us have our vocation stories how we felt called by God to join him in his great plan for youth the Don Bosco way. This common calling brings us together to live in communities that are made up of clerics and laymen who complement each other as brothers in living out the same vocation. Our vocation is lived through our apostolic consecration, that is, the act of offering ourselves totally to God - our will (the vow of obedience) our possessions (the vow of poverty) and our entire being (the vow of chastity). Through our consecration we dispose ourselves to follow Jesus Christ more closely and work with him in building up the Kingdom. We live as disciples of the Lord by the grace of the Father, who consecrates us through the gift of his Spirit and sends us out to be apostles of the young Our apostolic mission, our fraternal community and the practice of the evangelical counsels are the inseparable elements of our consecration which we live in a single movement of love towards God and towards our brothers. (Const. Art.3)

4 FOLLOWING CHRIST Each one of us is called by God to one Salesian vocation. Yet not all of us are called to the same state in which this vocation is lived out. Some are called to be Salesian Clerics others are called to be Lay Salesians (or Salesian Brothers). Salesian Clerics are those who dedicate themselves to the service of the young through their sacramental ministry either as permanent Deacons or as Priests (The term clerics includes those who prepare themselves for the diaconate or priestly ordination). The Salesian Coadjutor Brother Salesian Laymen are those who dedicate themselves to the same vocation of serving the young while remaining in the lay state as brothers among brothers. Each of us is responsible for the common mission, and participates in it with the richness of his own personal gifts and with the lay and priestly characteristics of the one Salesian vocation. The Salesian brother brings to every field of education and pastoral activity the specific qualities of his lay status, which make him in a particular way a witness to God s Kingdom in the world, close as he is to the young and to the realities of working life. The Salesian Priest The Salesian priest or deacon brings to the common work of promoting human development and of educating in the faith the specific quality of his ministry, which makes him a sign of Christ the Good Shepherd, especially by preaching the Gospel and administering the sacraments. The significant and complementary presence of clerical and lay Salesians in the community constitutes an essential element of its make-up and of its apostolic completeness.

5 LOS SALESIANOS DE DON BOSCO Vivimos en comunidades comprometidas, activamente, en el mundo de la juventud. Somos miembros de la Iglesia y trabajamos en armonía con sus enseñanzas. La oración y la obediencia al Espíritu de Dios son el fundamento de nuestro servicio. Nos esforzamos por hacer realidad el sueño de Don Bosco e inculcar su estilo y su carisma únicos. Actualizamos nuestra consagración a Dios a través de los tres votos: pobreza, castidad y obediencia. Nuestra apuesta por los jóvenes es para hacer más patente nuestra credibilidad como signos y portadores del amor de Dios a cada uno de ellos. Nuestra opción preferencial es trabajar entre la juventud pobre y abandonada de la sociedad. Llegar a ser signos y portadores del amor de Dios es nuestro camino hacia la santidad - una ruta escogida por cada uno de nosotros para realizarla con los jóvenes. Don Bosco, inspirándose en la bondad y en el celo de San Francisco de Sales, nos ha dado el nombre de Salesianos.

6 ENVIADOS A LOS JÓVENES Nos sentimos llamados por Dios a caminar sobre las huellas de nuestro Fundador. El Señor le hizo ver claramente a D. Bosco que su misión debía dirigirse sobre todo a los jóvenes, especialmente a los más pobes. Creemos que esta opción por los los jóvenes es de una importancia extrema: Los jóvenes se encuentran en una edad en que tienen que tomar opciones básicas en su vida que comprometen el futuro de la sociedad. Estamos convencidos de que esta opción nuestra por los jóvenes más pobres de la sociedad es urgente. Se encuentran en situación de desventaja, son más impresionables, más vulnerables y, frecuentemente, están más expuestos a peligros serios, haciéndoles así víctimas de injusticias. Con Don Bosco reafirmamos nuestra preferencia por la juventud pobre, abandonada y en peligro, la que tiene mayor necesidad de ser querida y evangelizada, y trabajamos, sobre todo, en los lugares de mayor pobreza. Imitando la solicitud de D. Bosco, nos dirigimos a ellos a fin de hacerlos idóneos para ocupar con dignidad su puesto en la Sociedad y en la Iglesia, y para que tomen conciencia de su papel en la transformación cristiana de la vida social. (Fuente: Const. 26, 27)

7 EN COMUNIDAD Para mejor entender quién somos, uno tiene que saber cómo los que somos, provenientes de 128 naciones, hemos llegado a ser miembros de la Sociedad Salesiana. Cada uno de nosotros tiene su propia historia vocacional. cómo nos sentimos llamados por Dios a seguirle en este ambicioso plan por la juventud, siguiendo las huellas de Don Bosco. Esta llamada común nos lleva a vivir en comunidades que se componen de clérigos y laicos, complementándonos unos con otros, como hermanos, experimentando la misma vocación. Nuestra vocación la vivimos a través de nuestra consagración al apostolado, es decir, a través de la ofrenda total de nosotros mismos a Dios nuestra voluntad (voto de obediencia), nuestros bienes (voto de pobreza) y todo nuestro ser (voto de castidad). Con nuestra profesión religiosa nos disponemos a seguir a Jesucristo más estrechamente y a trabajar con El en la construcción del Reino. Nuestra vida de discípulos del Señor es una gracia del Padre que nos consagra con el don de su Espíritu y nos envía a ser apóstoles de los jóvenes...la misión apostólica, la comunidad fraterna y la práctica de los Consejos Evangélicos son los elementos inseparables de nuestra vida consagrada vividos en un único impulso de caridad hacia Dios y hacia los hermanos. (Const. Art. 3)

8 SIGUIENDO A CRISTO Cada uno de nosotros está llamado por Dios a una misma vocación Salesiana. Con todo, no todos están llamados al mismo estado en que se vive la vocación. Algunos están llamados a ser Salesianos clérigos ; otros, para ser Salesianos Laicos (nuestros Salesianos Hermanos). Los Salesianos Clérigos se dedican al servicio de los jóvenes a través del ministerio sacramental, ya sea como Diáconos permanentes o como Sacerdotes. ( El término clérigos abarca a aquéllos que se preparan para la ordenación del Diaconado o del Sacerdocio).Los Salesianos Laicos son aquéllos que se dedican a la misma vocación de servir a los jóvenes desde el estado laical, como hermanos entre hermanos. Cada uno de nosotros es responsable de la misión común, y participa en ella con la riqueza de sus bienes y de la característica laical y sacerdotal de la única vocación salesiana. El Salesiano Coadjutor lleva a todos los campos educativos y pastorales el valor propio de su laicidad, que de modo específico lo hace testigo del Reino de Dios en el mundo, cercano a los jóvenes y a las realidades del trabajo. El Salesiano presbítero o diácono aporta al trabajo común de promoción y de educación en la fe lo específico de su ministerio, que lo hace signo de Cristo pastor, sobre todo con la predicación del Evangelio y la acción sacramental. La presencia significativa y complementaria de salesianos clérigos y laicos en la comunidad, constituye un elemento esencial de su fisonomía e integración apostólica.