LOS EJÉRCITOS DE JEHOVÁ

Transcripción

1 LOS EJÉRCITOS DE JEHOVÁ INTRODUCCIÓN El Israel espiritual, el pueblo del Señor redimido por la Sangre de Cristo, se encuentra inmerso en una lucha que es principalmente espiritual. Notemos que el Apóstol Pablo exhorta a pelear la buena batalla, indicando que nuestra lucha es contra huestes espirituales de maldad que flotan en las alturas. Tal batalla requiere también de guerreros cuyos músculos espirituales estén ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. DESARROLLO El tiempo que los hijos de Israel vivieron en Egipto fue de cuatrocientos treinta años. Y sucedió que al cabo de los cuatrocientos treinta años, en aquel mismo día, todos los ejércitos del Señor salieron de la tierra de Egipto. Ex 12:40-41 Uno de los títulos de nuestro Padre Celestial es Jehová de los Ejércitos, y uno de sus más temibles ejércitos es la Iglesia, que se figura en el libro de Cantar de los Cantares imponente como ejército en formación. Notamos que cuando los Israelitas salieron de Egipto, Jehová se refiere a ellos como ejércitos, los cuales debían llegar a tomar posesión de Canaán. Esta situación proyecta las luchas actuales del pueblo del Señor, en su conjunto y en lo individual. Veamos las siguientes situaciones: 1. De obreros a guerreros: En Egipto los hijos de Israel gemían por la dura servidumbre a que estaban sometidos por los egipcios, su trabajo era hacer ladrillos con paja. Tal situación se agravó desde que Moisés habló con Faraón, pues ya no les dieron paja y les exigían la misma tarea diaria. Faraón es figura del diablo, en cuyos dominios habitábamos antes de nuestra conversión y de nuestro traslado al reino del amado Hijo de Dios. Allí nuestras actividades eran: Criar ganados: figura de actividades carnales, las cuales son abominación para Dios. Hacer ladrillos con paja: figura de obras terrenales y vanas, las cuales como la paja, finalmente serán quemada. Israel en Egipto era un pueblo esclavo, cuyo único entrenamiento era ser criadores de ganado y ladrilleros, sin embargo cuando salen de Egipto, Jehová se refiere a ellos como

2 2 ejércitos Ex 12:41, y en efecto por dentro ya lo eran. De esa manera, nosotros también, aunque veníamos sin ningún conocimiento de la guerra espiritual, saliendo de la esclavitud del dominio de las tinieblas, ya nuestro Padre Celestial nos veía como sus ejércitos, lo cual en efecto ya llevábamos por dentro. Jehová estaba comenzando la obra. El pueblo de Israel con su caminar por el desierto, fueron haciéndose un verdadero ejército armado y poderoso en el Señor ante el cual los pueblos temblaban. Ahora el Israel espiritual también está llevando a cabo el mismo proceso. 2. El éxodo y la persecución: Y se levantó Faraón en la noche, él con todos sus siervos y todos los egipcios; y hubo gran clamor en Egipto, porque no había hogar donde no hubiera alguien muerto. Entonces llamó a Moisés y a Aarón aún de noche, y dijo: Levantaos y salid de entre mi pueblo, vosotros y los hijos de Israel; e id, adorad al Señor, como habéis dicho. Ex 12:30-31 Continuando con la figura, después de las diez plagas, Faraón accede a que los israelitas se vayan, para servir a Jehová como habían dicho. Se figura aquí nuestro traslado del dominio de las tinieblas al reino del amado Hijo de Dios. Esclavos como éramos del reino de las tinieblas, Dios nos liberó por medio de Cristo que venció en la cruz. Es nuestra salida de la vana manera de vivir con que antes existíamos, bajo el dominio del espíritu que gobierna el presente siglo. Notemos aquí que se producen varias situaciones: Había otro objetivo en la salida de Egipto: Además de hacer sacrificios a Jehová en el desierto, el pueblo debía servir a Jehová. De esa manera, Dios nos ha liberado del dominio de las tinieblas, no solamente para que le adoremos, sino para que le sirvamos en toda la clase de buenas obras que ha preparado para que nosotros caminemos en ellas. Faraón es avisado que los israelitas huían Ex.14:5: Los ejércitos de Israel no huyeron de Egipto, fueron liberados. En esta situación se aprecia que el diablo toma como huida nuestra liberación. La verdad es que él no puede luchar en contra de los designios y del poder de Dios. Por el Hijo de Dios, Cristo Jesús fuimos liberados y somos verdaderamente libres Jn 8:36. La persecución: Faraón unce su carro, toma su pueblo y 600 carros escogidos con sus capitanes y sale tras de los hijos de Israel Ex 14:6-9. Notemos que Faraón tiene un ejército que persigue a los israelitas, situación que vemos también reflejada en nuestra vida, pues con frecuencia somos objeto de persecución del mal.

3 3 Alcanzados pero no golpeados ni vencidos: En este punto es muy conveniente resaltar que a pesar de la fuerza utilizada por faraón, y que los alcanzaron al llegar al mar, ni un sólo israelita de los liberados, ni ninguna de sus pertenencias fueron dañados por los perseguidores. De esa manera podemos tener confianza en que no importa el nivel de fuerza que el enemigo envíe tras de nosotros, aún alcanzaremos a verlos, pero a nosotros no llegarán. Dudas en el ejército Ex 14:11-12: Al momento en que los israelitas tuvieron a la vista las huestes enemigas, comenzaron a dudar y a quererse volver a Egipto. Esta situación se da también en los actuales ejércitos del Señor, pues en ocasiones al tener a la vista la fuerza enemiga se duda y muchas veces se producen deserciones, hermanos que huyen del combate, seguramente por falta de fe. Jesús anunció que por su causa tendríamos persecución y lo anunció para que cuando sucediera no nos escandalizáramos Mt 11:6. La mano que libera Ex 14:8: Israel salió de Egipto con mano poderosa, de manera que no había fuerza que le pudiera detener. Esa mano poderosa y liberadora, también nos liberó a nosotros, expliquémonos ahora por qué pudimos abandonar vicios, pecados, situaciones del mal que nos esclavizaban y para gloria del Señor, pudimos vencer sobre situaciones adversas, producidas durante nuestra conversión. También se figura aquí la acción liberadora de parte de Dios, que los cinco ministerios, traen de parte de Dios para el levantamiento de su pueblo. Dios les evita la guerra Ex 14:17-18: Los israelitas fueron conducidos por el camino del desierto, para evitar el enfrentamiento con los filisteos, para evitar que dudaran al entrar en batalla. De esa manera, a los recién salidos de Egipto, los recién convertidos actuales al Señor, bebés espirituales, Él les evita la guerra y es más, es Jehová el Señor el que pelea, al punto que pueden estar tranquilos. Caminando de día y de noche Ex 17:21-22: De día el pueblo caminaba bajo la nube, protegido del sol, y de noche lo iluminaba una columna de fuego. Esta situación proyecta, que los ejércitos del Señor, no deben detener su avance en ningún momento. El enemigo que nunca volveremos a ver Ex 14:13: Las huestes que perseguían a Israel llevaban un destino: perecer bajo las aguas, ninguno saldría vivo y los hijos de Israel jamás los volverían a ver. Aquí, la figura sugiere que aquellos enemigos que Dios vence por nosotros al momento de trasladarnos del dominio de las tinieblas al reino de su Hijo, luego que Él los ha vencido, jamás los volveremos a ver. Nuestra lucha será contra los enemigos del desierto, camino a Canaán.

4 4 3. Las dudas del inmaduro: Pese a que con el tiempo, los obreros del barro, llegan a ser verdaderos guerreros, durante la travesía del desierto muchas veces dudaban. De la misma manera, durante nuestro caminar cristiano, hay ocasiones en que nos asaltan las dudas y nos hacen tambalear. Ahora bien, las dudas son consecuencia de ciertos estados espirituales: por ejemplo la inmadurez espiritual, la cual con la paciencia de Dios y perseverancia seguramente se supera; o bien la dureza de corazón, que tiene resultados negativos para el que padece de corazón endurecido, pues Dios no se agrada de ello. 4. Pandero en lugar de espada: Los ejércitos de Jehová recién salidos de Egipto no usaron espada y Dios mismo les hizo dar un rodeo para evitar la lucha contra los filisteos Ex 14: Al observar la victoria del Señor, cantaron y danzaron con pandero. De esta manera podemos indicar que el pueblo del desierto, sin agua ni alimento a este punto, danza con pandero en lugar de pelear, es mas ni saben como usar la espada. Dios mora en medio de la alabanza de su pueblo y los ejércitos solo danzan con pandero, no pelean, Dios es el que pelea. 5. El canto de victoria: Salvó Jehová aquel Israel de la mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar Ex 14:31. Hasta este momento, en la Biblia no había habido una acción tan contundente de Jehová Dios en favor de la liberación o salvación de un pueblo. Notemos entonces que se producen dos situaciones: Lo primero es cantar al Señor: Se genera entonces el primer salmo de la Biblia, cantado por Moisés y los hijos de Israel Ex 15: antes no se había evidenciado una alabanza de este tipo; y es que no había sido liberado ningún pueblo entero por Él y para Él. En Egipto los israelitas nunca cantaron a Jehová y es que los esclavos no tienen libertad para cantar. De la misma manera, cuando éramos esclavos del dominio del mal tampoco cantábamos alabanzas al Señor, es más, ni siquiera le conocíamos. De allí que solamente los que han sido liberados pueden alabar a Dios. El pueblo liberado danza Ex 15:20-21: Cuando Moisés y los israelitas terminaron de salmodiar a Jehová, María la profetiza les respondió con más alabanza para Jehová, pero esta vez acompañada de danza.

5 5 6. Las aguas amargas: Moisés hizo partir a Israel del mar Rojo, y salieron hacia el desierto de Shur; anduvieron tres días en el desierto y no encontraron agua. Cuando llegaron a Mara no pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas; por tanto al lugar le pusieron el nombre de Mara. Ex 15:22-23 Mará viene del hebreo marim que significa amargura. Para los actuales ejércitos de Jehová, la Iglesia, figura las situaciones de amargura que se presentan a veces en nuestro caminar cristiano. Notemos que: Habían caminado tres días en el desierto: Representa aquellos esfuerzos que hacemos para caminar en la dirección indicada por Dios, a pesar de los obstáculos del camino del desierto, en los cuales comprometemos nuestro ser integral, espíritu, alma y cuerpo. No encontraron agua: Los tres días de camino provocaron sed, figura de necesidad interior y no encontraron agua. Esto es una proyección de aquellas situaciones en que nos esforzamos, no sentimos la presencia de Dios y nos seguimos sintiendo secos. Encuentran Mara: Esto parecía un oasis pero sus aguas eran amargas. Proyección de aquellas cosas que aparentemente sirven para quitar nuestra sed, pero al probarlas nos hacen sentir amargura. Sin Cristo, las aguas del desierto son amargas. El árbol que quita la amargura: Al clamor de Moisés, Jehová le mostró un árbol que al ser echado a las aguas, las volvió dulces Ex 15:25. Figura del sacrificio de Cristo en la cruz, por quién nuestra amargura se transformó en dulzura. Notemos que Jesús mismo en la cruz se negó a beber la hiel o amargura, porque no quería que su Cuerpo, la Iglesia, sufriera de amargura. CONCLUSIONES Dios nos trasladó del dominio de las tinieblas al reino del Hijo, no solamente para rescatarnos del mal, sino para que le adoremos y le sirvamos. Dios entonces nos ve como guerreros aunque nuestras fuerzas y adiestramiento en la guerra espiritual sea muy poca. En Cristo cuando somos redimidos, Dios lucha por nosotros, vence nuestros enemigos y nunca los volvemos a ver. Los enemigos con que nos enfrentamos después son diferentes. Los ejércitos del Señor, la Iglesia, luchan con alabanza y adoración.

6 Los bebes espirituales dudan con frecuencia y en los momentos amargos la cruz de Cristo hace llevaderos los problemas. 6