QUÉ SON EN REALIDAD ESTOS MUROS DE HOY?

Transcripción

1 PARTICIPACIÓN DEBATE Asistimos, desde la caída del Muro de Berlín, a un fenómeno paradójico que tiene que ver con la cuestion de las fronteras y de los conflicos : - una globalización que crea una circulación de bienes, de personas, de flujos financieros y de medios de comunicación y de información sin precedentes : una verdadera «aldea global». - una fragmentación hecha de miedos y de repliegues identitarios siendo, con certeza, el testigo más visible la multiplicación silenciosa de los muros de separación, en acero o en cemento, en diferentes lugares del planeta. Fuera de los ocho casos de muros que hemos estudiado en nuestro libro y en nuestras exposiciones, que son, en su mayoría, muros en conflictos congelados que separan una misma población en un mismo territorio, existirían hoy, según el geógrafo Michel Foucher, diecisiete muros internacionales que cubren 7,500 kilómetros, o sea un 3% de las fronteras actuales. Además, si todos los proyectos en curso de realización fueran llevados a término, el mundo contaría con 18,000 kilómetros de fronteras fortificadas. Existen hoy más muros que los que existían en el momento de la caída del Muro de Berlín. Ante este fenómeno, pueden plantearse tres cuestiones de fondo : - cuáles son las características de estos muros hoy en día? - por qué son estos erigidos? - son estos muros la respuesta eficaz a los desafíos de seguridad de hoy en día? QUÉ SON EN REALIDAD ESTOS MUROS DE HOY? - Un muro es una construcción unilateral. Este se distingue de la frontera, que es aceptada por ambos lados. Esta construcción unilateral hace que haya siempre un lado bueno y malo del muro : un lado bueno que trata de minimizar los efectos del muro y que trata de no emplear este término ; un lado malo que sufre y que trata de denunciar su existencia. - Un muro es algo que se ve y es en parte por eso que se construye. Pero los gobiernos no desean que se vea mucho, y he aquí la paradoja que resuelve en parte la tecnología hoy. La imagen del muro, es ante todo la de la represión y la de la privación de libertad de expresión durante la existencia del Muro de Berlín. Construir un muro causa desorden. Ciertos gobiernos tienen dificultad en asumir su decisión en la materia. - Ante todo, los que los construyen son reacios a utilizar el vocabulario en cuestión. Los gobiernos evitan emplear el término «muro» para calificar la construcción que llevan a cabo : cierre de seguridad, «barrera», son los vocablos preferidos sobre la palabra «muro», con frecuencia proscrito, e incluso prohibido.

2 . A qué asemejan los muros de hoy en día? Estos tienden a hacerse visibles y a militarizarse. Con los progresos tecnológicos y la aparación de las nuevas amenazas, incluso el aspecto de los muros tiende a cambiar, incorporándose numerosos equipos electrónicos de detección. En los Estados Unidos, aparatos equipados de cámaras infrarrojas sobrevuelan ciertas partes de la frontera desde hace poco tiempo. torres de vigilancia, pilones metálicos, de treinta metro coinde alto, han sido instalados en las regiones desérticas. Sus cámaras y sus radares son capaces de cubrir una superficie de 45 kilómetros de frontera. Se habla entonces de «virtual fence (verja virtual, en español), es decir, una especie de muro invisible cuya real misión es la de parar a los migrantes. - El carácter virtual o la robotización de un muro tiene un límite : este no puede abstraerse totalmente de la presencia de un sistema de vigilancia humano para decidir cuáles intervenciones llevar a cabo para detener a los migrantes. El factor humano es incluso determinante en lo que respecta a la eficacia del muro. De este modo, por ejemplo, existen hoy 120,000 militares marroquíes a lo largo del Berm en el Sahara Occidental, a pesar de la instalación de numerosos medios de vigilancia y la presencia de campos minados. La zona desmilitarizada entre las dos Coreas es vigilada en el Norte por aproximadamente 700,000 solados y en el Sur por aproximadamente 400,000 solados. En la región de Cachemira, 450,000 solados se encuentran desplegados en el Cachemira Indio y 30,000 solados en la región del Cachemira paquistaní. Los efectivos de los guardias fronterizos en la frontera entre los Estados Unidos y México han sido multiplicados por tres en 10 años. - En consecuencia, el muro es solamente un edificio, una construcción ; es un sistema que separa. De este modo, en Palestia, la doble barrera de seguridad electrónica está respaldada por un completo sistema de control y de obstáculos (barreras, colonias, rutas prohibidas, túneles reservados, zonas militares cerradas, puntos de control) a través de Cisjordania, cuyo conjunto forma una construcción tan infranqueable como el muro de cemento de 9 metros de alto construido en las ciudades (Jerusalén, Qalqilyia, Tulkarem, Belén). - El muro cuesta caro no solo por su construcción sino también por sus costos que conlleva. 50 mil millones de dólares han gastado los Estados Unidos para reforzar la barrera a lo largo de su frontera con México para mantener el dispositivo de vigilancia. El muro israelita cuesta 2.5 millones de euros por kilómetro. Este muro, virtual, se convierte en algo más «políticamente correcto» a los ojos de la población en cuestión, las cuales consideran que aún en períodos de restricciones presupuestarias, es este el precio que hay que pagar para sentirse seguro o para sentirse mejor «en casa». - Los «nuevos» muros son construidos por las democracias (los Estados Unidos, Israel, España, India). Vemos bien la necesidad de las dictaduras para rodearse de barricadas. Pero para las democracias, la construcción de un muro plantea cuestiones de fondo, en lo que concierne a su capacidad de administrar fenómenos mundiales, en lo que respecta a las respuestas fáciles que estas democracias dan a sus ciudadanos, etc.

3 - POR QUÉ ESTOS MUROS? Qué lleva a los hombres a construir muros, incluso a encerrarse en ellos? Tres grandes funciones (que a veces conciden) pueden asignarse a los muros. La función de mantenimiento del statu quo incluso la de consolidación de un GAIN terrotorial. Hasta la década de los 80, los muros se inscribían en un marco militar y político tradicional y eran con frecuencia erigidos como consecuencia de un conflicto. Servían, y todavía sirven, para definir los límites territoriales o de las zonas de influencia, a eternizar un hecho cumplido, o a congelar una situación en lo que se espera una solución ulterior (más o más hipotética). Este statu quo caracteriza bien la situación de la península coreana, dividida en dos a partir de 1953, de la isla de Chipre, dividida y ocupada en el Norte por el ejército turco a partir de 1974, de Cachemira, zona de tensión permanente entre India y Pakistán desde 1947 y del conflicto congelado entre Marruecos y el Frente Polisario en el Sahara Occidedntal desde Algunos de estos muros crean de facto una frontera (Corea, Cachemira) o tienen la intención de construir una (Israel). La función de protección y de control en una lógica de seguridad a corto plazo. La fonction de protection et de contrôle dans une logique sécuritaire de Estos últimos años, los muros se han multiplicado para tratar de responder a las nuevas amenzadas (inmigración, terrorismo, pobreza), como lo muestra la elevación de las barreras de Ceuta y Melilla, el reforzamiento de la frontera méxico-americana y la construcción de una barrera para la India a lo largo de su frontera con Bangladesh para tratar de disminuir la inmigración ; la construcción del muro de separación por Israel para limitar la ola de atentados suicidas, y luego la de una barrera electrónica por Arabia Saudita para cerrar sus fronteras con Irak y el Yemen. En cierto modo, el mundo está tratando de reproducir, a escala mundial, el fenómeno de las «gated communities», que tuvo su origen en los Estados Unidos en los años 70. Se trata en este caso de tranquilizar a una opinión pública traumatizada e inquieta y que quiere resultados concretos y rápidos. Se trata, para los gobernantes, de mostrar a su opinión que este domina una situación y que responde a la amenaza. Es, en cierto modo, una puesta en escena de la acción del Estado. La función de separación y prohibición. Estas dos primeras funciones de protección y de consolidación del hecho cumplido desembocan en realidad a una sola, a la vez física y simbólica : la separación. Uno se protege separándose del pobre, del peligroso, del desconocido, de el que uno no quiere más relacionarse y al que uno nunca no quiere ver más!!!. En este sentido, el muro marca la asimetría, materializa un desequilibrio que tiene su origen de una separación que se desea y se sufre al mismo tiempo. Uno se protege tratando de encerrarse y de rodearse de muros, la fluidez de los medios de comunicación y de transporte complican muchas cosas. Uno se

4 separa encluyendo al otro, impidiendo que entre.(y no, como en el caso del Muro de Berlín, impidiéndole salir). Como afirma Wendy Brown, «los muros parecen encarnar el poder del «no», proclamando y poniendo en práctica físicamente lo prohibido. También se construyen muros por facilidad, por defecho, a falta de una política real, a falta de abordar los verdaderos problemas, por pereza y por miedo a los sacrificios que esto puede conllevar. Ya que a falta de poder o de querer abordar directamente las causas profundas de las nuevas amenazas, por naturaleza extremamente complejas y multidimensionales, se elige tratar de aislarlos y de contenerlos físicamente... de manera un poco irrisoria o ilusoria. El muro ofrece a los gobernantes, además, la inmensa ventaja de dar la impresión de «hacer algo» en el momento, siempre indispensable para una reelección que no está nunca demasiado lejos. El muro simbolisa, en consecuencia, el fracaso de lo político y del diálogo. Es, según Wendy Brown, el teatro de la política. SON LOS MUROS UNA RESPUESTA EFICAZ? Cuál es la eficacia real de estos muros? Como lo afirma Wendy Brown, los muros «funcionan, con frecuencia, de un modo espectacular, proyectando un poder y una eficacia que no podría ejercerse concretamente y que se contradice en los hechos». Naturalmente, esto plantea la cuestión de los efectos del muro a largo plazo, sobre las poblaciones que se encuentran confrontadas, sobre las marcas que dejan. Una eficacia que tiene solamente un tiempo. - No se puede negar, en primer lugar, una cierta eficacia de estos muros en términos de protección. Podemos decir que el muro en Israel ha dado la ilusión de reducir el número de atentados complicando seriamente la circulación de las personas. Los muros de arena en el Sahara Occidental han parado las incursiones de las fuerzas del Frente Polisario. El muro de alambres de púasen la Línea de Control de Cachemira ha parado el flujo de militantes yihadistas. - Muchos muros tienen huecos : sea esto por una falta de medios financieros (EE.UU., Israel), sea por una falta de trazado definitivo (Israel). - De hecho, esta eficacia no es más que temporal, incluso ilusoria. Como lo ha declarado Janet Napolitano, Secretaria de Estado de la Seguridad Interior de los Estados Unidos : «Construyan un muro de 15 mietros de alto, y verán aparecer una escalera de 16 metros de alto». Un muro siempre puede rodearse y ser rodeado. El mismo atisa los rodeos. Estrategias de rodeo se ponen en práctica de manera progresiva. Esto se ve en Gaza, donde se rodea el muro mediante el lanzamiento de pequeños cohetes y por medio de túneles. El muro en la frontera entre México y los Estados Unidos, virtual o no, no para el número de inmigrantes que tratan de atravesar la frontera todos los días. Y estos matan más, ya que los migrantes se

5 ariesgan más atravesando el desierto. Igualmente se construyen túneles (principalmente por traficantes de droga). Algunos de estos han sido descubiertos en San Diego. El flujo anual de clandestinos entre 2005 y 2008 habría descendido a 500,000 en lugar de los 800,000!!! entre 2000 y Pero esta baja se debe, principalmente, a una aplicación más estricta de las leyes de inmigración (y especialmente a las expulsiones 300,000 en 2008) y no por el muro. Al elevar y reforzar aún más la barrera en Melilla y en Ceuta, las autoridades españolas pararon, prácticamente, la emigración sub-sahariana hacia estos enclaves y protegido, por un tiempo, el equilibrio demográfico de estas dos ciudades encerradas en un pequeño pedazo de territorio frente al mar. De hecho, la motivación para rodear los obstáculos acaba siempre por ganar. - Si el muro puede ser rodeado, no puede entonces ser totalmente efectivo y sobretodo, este crea cierto rencor ya que hace más caro el precio del rodeo. Su efecto es entonces contraproductivo a término. La construcción de un muro agraba, en realidad, la situación que este está supuesta a regular. Un efecto contra-productivo - El fracaso viene acompañado del sentimiento de frustración que crea el rencor, incluso la desesperación. separando a los que están situados del otro lado, con frecuencia victimes que las personas situadas del lado buena de la barrera, no hace más que acentuar las frustraciones y los rencores (refugiados sarauis olvidados en Tindouf, los palestinos de Cisjordania, los habitantes de Cachemira). El muro impone, de hecho, una visión binaria de los problemas infinitamente complejos. Estos impiden a las gentes dejar atrás sus rencores. El muro es, a largo plazo, una trampa, tanto para los que se supone que estos protegen como para los que se trata mantener al exterior. Los muros son, en realidad, factores de desestabilización. Las personas situadas del lado correcto de la barrera, hace más que acentuar las frustraciones y los rencores (refugiados sarauis olvidados en Tindouf, los palestinos de Cisjordania, los habitantes de Cachemira. - Los muros son construidos por los Estados más poderosos, pero son, al mismo tiempo, una confesión de impotencia de parte de los Estados, un signo de debilidad. Impotencia para regular el problema en cuestión, impotencia de la política, que acaba por hacer más fuerte al débil, éste en un estado de desesperación. Creyendo que con estos han aislados físicamente las nuevas amenazas, las sociedades piensan haberlas soluciado. Estas evitan de este modo, plantearse las verdaderas cuestiones relativas a una mejor redistribución de los ingresos relacionados con la globalización que permitirían a los que se deja por su cuenta S EN SORTIR mejor. Estas olvidan también tratar, en el plano político, la cuestión de las minorías. - El muro es, en realidad, una inversión a largo plazo y el signo que hoy, los gobiernos, como ayer, prefieren invertir en la guerra y en el ámbito de la seguridad que en la paz. Claro está, es más rentable no solo financieramente sino también políticamente. Cualquiera que sean los muros, estos no detienen la historia.

6 En Berlín, como en otras partes, las murallas de cemento no pueden in fine impedir el deseo de libertad. Si los muros contribuyen a retardar el curso de la historia estos no la detienen. Relacionados con frecuencia a un conflicto o a una situación de tensión permanente, los muros contribuyen a lo más a mantener una situación de statu quo durante algunos años, incluso durante algunas décadas. Todos los muros, como los imperios, están destinados a convertirse en obsoletos y a caer tarde o temprano. Finalmente, los movimientos de los hombres es más fuerte que la construcción de muros, tanto ayer como hoy. Como lo ha escrito Jean-Christophe Rufin en nuestro libro, «los muros que los hombres erigen entre ellos resisten a todo menos el tiempo. Creados para ser eternos, estos no son más que efímeras construcciones humanas. Es una de las raras leyes de la historia que no experimentan ninguna excepción». Como escribe, a su vez, el profesor Serve Sur, «los muros están en contra del movimiento, así como la muerte está en contra de la vida». Estos finalizan su vida como atracción turística, como la Muralla China, el Muro de Adriano y el Muro de Berlín. Y entonces podemos preguntarnos si, a largo plazo, la razón dará la razón a los muros o a las fronteras amuralladas. Traducción, Rafael DESPRADEL HERNANDEZ rdespradel@hotmail.com Santiago de los Caballeros, 7 de junio de 2011