Programa para la Escuela Sábatica. Revalidando una promesa

Transcripción

1 Programa para la Escuela Sábatica Ministerios PM Revalidando una promesa Para el 6 de septiembre del 2008 Patricia de Márquez - Unión Colombiana División Interamericana Programa 36 Preparación para el programa Haga preparativos para que la iglesia esté decorada como para celebrar una boda y tenga flores para regalar una al esposo de cada pareja. Coloque en un sitio visible, a la entrada de la iglesia (si es posible desde la semana anterior), una tarjeta muy grande, para que todos los miembros la puedan ver. La tarjeta debería ser como de bodas y decir lo siguiente en su interior: LAS PAREJAS CASADAS DE ESTA IGLESIA Tienen el gusto de invitarles a la ceremonia de reafirmación de los votos matrimoniales que se celebrará el día, a las de la mañana en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Además de las flores que usted tiene preparadas para dar al esposo de cada pareja a la entrada, entréguele un

2 papelito en blanco. Servicio de canto Himno inicial "Todo es bello" (Himnario adventista, n 509). (Dirigido por una pareja de esposos.) Lectura bíblica Mateo 19: 4-6. Oración Mensaje de apertura y bienvenida Es un placer para mí verlos en este templo que ha sido consagrado para Dios. Estoy feliz porque llegaron temprano, y sé que esto hace feliz a nuestro Dios y Creador, porque hemos venido para alabarlo y glorificarlo como se merece. Nuestro programa de hoy es muy especial. Se titula: "Revalidando una Promesa". Vaya pedir a las parejas casadas presentes, que se pongan de pie. Deseo entregarles algo que espero lo conserven hasta el final del programa. (Entregar la flor al esposo.) Sentémonos y prestemos atención a lo que viene a continuación. Marcando el rumbo Parte especial (Una pareja leerá el escrito "Descripción del hombre y la mujer", de Víctor Hugo, que aparece a continuación. Sería interesante que la mujer leyera lo que se refiere al hombre, y el hombre lo que se refiere a la mujer.) Mujer: El hombre es la más elevada de las criaturas. Hombre: La mujer es el más sublime de los ideales. Mujer: Dios hizo para el hombre un trono; Hombre: Para la mujer un altar. Mujer: El trono exalta. Hombre: El altar santifica. Mujer: El hombre es el cerebro. Hombre: La mujer es el corazón. Mujer: El cerebro fabrica luz. Hombre: El corazón, el amor.

3 Mujer: La luz fecunda. Hombre: El amor resucita. Mujer: El hombre es el genio. Hombre: La mujer es el ángel. Mujer: El genio es inmensurable. Hombre: El ángel es inefable. Mujer: Se contempla el infinito. Hombre: Se admira lo inefable. Mujer: La aspiración del hombre es la suprema gloria. Hombre: La aspiración de la mujer es la virtud extrema. Mujer: La gloria hace lo grande. Hombre: la virtud hace lo divino. Mujer: El hombre tiene la supremacía. Hombre: la mujer la preferencia. Mujer: La supremacía significa la fuerza. Hombre: La preferencia representa el derecho. Mujer: El hombre es fuerte por la razón. Hombre: es invencible por las lágrimas. Mujer: La razón convence. Hombre: las lágrimas conmueven. Mujer: El hombre es un templo. Hombre: La mujer es el sagrario. Mujer: Ante el templo nos descubrimos. Hombre: Ante el sagrario nos arrodillamos. Mujer: El hombre piensa.

4 Hombre: La mujer sueña. Mujer: Pensar es tener en el cráneo una larva. Hombre: Soñar es tener en la frente una aureola. Mujer: El hombre es un océano. Hombre: La mujer es un lago. Mujer: El océano tiene una perla que adorna; Hombre: El lago la poesía que deslumbra. Mujer: El hombre es águila que vuela. Hombre: La mujer es ruiseñor que canta. Mujer: Volar es dominar el espacio. Hombre: Cantar es conquistar. Mujer: El hombre tiene un fanal, la conciencia. Hombre: La mujer tiene una estrella, la esperanza. Mujer: El fanal guía. Hombre: la esperanza salva. Mujer: En fin, el hombre está colocado donde termina la tierra. Hombre: La mujer donde comienza el cielo. Relato misionero Director: A muchos nos gusta asistir a bodas; mucho más si es la de un familiar muy cercano o de amigos. Las bodas son especiales. El matrimonio lo instituyó Dios en el Edén, y fue su plan que durara toda la vida de los cónyuges; por eso, cada día debemos cultivar el amor y el respeto por la pareja que Dios nos ha dado. Cuando en 1912 se hundió el trasatlántico Titanic, pocas mujeres perecieron, gracias a la vieja tradición de "mujeres y niños, primero". Una de las que murieron fue la señora Strauss. Había conseguido lugar en un apiñado bote, cuando vio a su esposo entre los que estaban todavía sobre el barco que se hundía. Salió del bote, se colocó junto a su esposo, y le dijo: "Hemos estado juntos mucho tiempo. Ahora somos viejos. Donde tú vayas, iré yo". Quedaron tomados de la mano en la cubierta del barco mientras éste desaparecía bajo las olas. Creen ustedes que esto fue una tragedia? Más bien, fue una hermosa puesta de sol. (Historia extraída del libro Alegría Matinal, de Raymond Woolsey, p. 130.) En esta mañana vamos a dedicar unos momentos para hacer un ejercicio de pareja. A la entrada hemos dado unos papelitos a cada pareja, y vaya pedir a cada uno de los que los recibió que tenga la gentileza de escribir en su papel cinco cosas que su cónyuge haya hecho hoy por usted. Tómense un poco de tiempo para pensar; es posible que la esposa le haya hecho el desayuno al esposo, o que el esposo haya arreglado la cama; la esposa puede anotar, tal vez, que su

5 esposo le dio un beso como saludo de buenos días. En fin, yo creo que no será difícil poner allí cinco cosas. (Déles 2 Ó 3 minutos para que escriban.) Ahora, el esposo le va a leer a su esposa lo que registró en su papel y viceversa. Dígale a su esposa(o) que está muy agradecido(a) por lo que hace todos los días por él (ella). Dense un abrazo fuerte y díganse cuánto se aman. Guarde en su Biblia esta hojita; ojalá puedan hacer esto frecuentemente, para recordar lo que su cónyuge hace por usted cada día. (Se oye la marcha nupcial, entra el pastor seguido del niño que lleva la Biblia que entrega al pasto. Luego entra el esposo, después una niña, o las niñas que representarán las damas de honor; después entra la esposa.) Se invita a las parejas de casados a que se ponga de pie, uno frente a otro; el esposo le entregará a su esposa la flor que recibieron a la entrada de la iglesia. El pastor toma la palabra: Pastor: Es grato para nosotros estar en la presencia de Dios en esta mañana. Somos conscientes de que el matrimonio ha sido provisto por Dios con el fin de desarrollar la felicidad. Lo más hermoso de esta relación de origen divino es poder celebrar los años de matrimonio, fieles a su promesa. Dios les ha brindado su bendición y les ha permitido construir un hogar lleno de amor. En estos momentos renovaremos la promesa de amor y fidelidad que hicieron ante Dios, unos hace pocos años, otros hace más. Prometerán que, con la ayuda de Dios, seguirán siendo fieles y leales hasta que el Señor así lo disponga. El esposo aquí adelante repetirá su reafirmación de votos y los esposos que se encuentran en la congregación lo harán junto con él; de igual forma, lo harán las esposas. Esposo: "Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree... en toda la tierra". Esposa: "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente". Ambos: "Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él". Esposo: "Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre". Esposa: De esa forma, como en el Edén, hemos dejado a padre y madre y nos hemos unido, escogiendo ser una sola carne por medio del matrimonio. Esposo: Y Dios vio que el matrimonio que había creado, era bueno. Esposa: "Tal es mi amado, tal es mi amigo". Esposo: He encontrado a una mujer virtuosa; mi corazón reposa confiado en ella. Esposa: A ti entrego mi vida: te respeto, te apoyo, comparto contigo mi amor, para que puedas llegar a ser todo lo que puedes ser como cabeza de nuestro hogar. Esposo: Me gozaré en ti, esposa de mi juventud y prometo amarte, como Cristo amó a su iglesia y se dio a si mismo por ella. Ambos: Como dedicación a Dios y los unos a los otros, en la presencia de estos amigos, renuevo mis votos de amor hacia ti, mi amor eterno, para continuar considerándote como mi mejor amiga(o), para comprenderte, para aceptarte, para animarte, para perdonarte, para crecer juntos mientras Dios nos dé vida. Esposo: Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre. Pastor: Que Dios les dé sabiduría y fortaleza en su matrimonio y que les llene de gozo y paz. Oremos. (Hace una

6 oración por todos los esposos que se encuentran en la iglesia.) Ahora los esposos pueden besar a sus esposas. (Salen los esposos de la plataforma, y los demás que han formado parte de la ceremonia.) Repaso de la lección Palabras finales "Todos los que contraen relaciones matrimoniales con un propósito santo -el esposo para obtener los afectos puros del corazón de una mujer, y ella para suavizar, mejorar y completar el carácter de su esposo-, cumplen el propósito de Dios para ellos. Cristo no vino para destruir esta institución, sino para devolverle su santidad y elevación originales. Vino para restaurar la imagen moral de Dios en el hombre, y comenzó su obra sancionando la relación matrimonial" (El hogar adventista, p. 84). Dios esté siempre en nuestros hogares es mi gran deseo para todos. Himno final "Hogar de mis recuerdos" (Himnario adventista, n 510). Oración Compilador: Dr. Pedro Martínez