GUÍA DE ORACIÓN POR LA IGLESIA

Transcripción

1 GUÍA DE ORACIÓN POR LA IGLESIA Domingo 25 de Enero a Domingo 1º Febrero 2015 Iglesia Cristiana Confraternidad Unicentro Le invitamos a leer cada uno de los links relacionados con el ayuno y oración de esta semana: QUÉ ES AYUNAR Y PARA QUÉ AYUNAR? CÓMO AYUNAR Y CÓMO PREPARARME? LA INTERCESIÓN Y MI ACTITUD AL ORAR Y a continuación encuentra la guía para cada día de esta semana: Teniendo presente nuestro lema 2015: Tras los Pasos de Jesús juntos reflejando su carácter y en nuestro enfoque de Enero y Febrero en torno a la adoración a Dios, vamos a clamar como iglesia y por nuestra iglesia a lo largo de esta semana. Por eso encontramos a continuación los temas que nos guiarán en los tiempos de intercesión, a partir de lo que encontramos en el libro de los Hechos de los Apóstoles, donde encontramos algunas características de la iglesia fundada por el Señor Jesucristo: Hechos 2:41-47 Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas. Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.

2 CADA UNO DE NOSOTROS EXPONGA SIEMPRE LA VERDAD BÍBLICA v La Biblia es la Santa Palabra de Dios y anhelamos que sea el eje central de cada cristiano y la guía para todos los ministerios de la Iglesia Cristiana Confraternidad Unicentro. v En cada espacio de enseñanza y predicación, se expongan los principios bíblicos en forma relevante para la cotidianidad de cada niño, joven y adulto de la congregación. v Nuestros caminos como hijos de Dios sean afirmados en lo bueno, lo que construye y lo que edifica a cada persona con la cual nos relacionamos a lo largo de la semana. Salmo 119: Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos. Tengo más entendimiento que los ancianos porque obedezco tus preceptos. Aparto mis pies de toda mala senda para cumplir con tu palabra. No me desvío de tus juicios porque tú mismo me instruyes. Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Son más dulces que la miel a mi boca! De tus preceptos adquiero entendimiento; por eso aborrezco toda senda de mentira.

3 CADA UNO DE NOSOTROS HAGA DE LA ORACION, SU MÁS ALTA PRIORIDAD v La oración es el medio de comunicación con Dios y por eso queremos que cada miembro de la Confraternidad Unicentro establezca y mantenga un contacto permanente con Dios a través de la oración. v Cada actividad y decisión diaria en nuestra vida y como iglesia, sean guiadas por Dios y sean tomadas en medio de la oración. v Jesús oraba constantemente; esta era una de sus costumbres; pedimos a Dios que en este 2015 sigamos los pasos de Jesús de tal forma que nuestro carácter y nuestra iglesia sean transformados en medio de la oración Marcos 1:35-39 Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros salieron a buscarlo. Por fin lo encontraron y le dijeron: Todo el mundo te busca. Jesús respondió: Vámonos de aquí a otras aldeas cercanas donde también pueda predicar; para esto he venido. Así que recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando demonios.

4 CADA UNO DE NOSOTROS CREZCA A TRAVÉS DEL COMPAÑERISMO EN AMOR v Inspirar, crear y nutrir un sentir de verdadera comunidad cristiana entre los grupos de nuestra iglesia. v En medio de los tiempos que estamos viviendo como iglesia fortalezcamos el sentido de pertenencia y el amor unos a otros. v Compartir y desarrollar relaciones profundas con otros miembros de la iglesia. Sea una oportunidad para sobrellevar cargas, para apoyarnos y reflejar el amor de Cristo. 1 Tesalonisences 4:9 Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros; Romanos 13: 8 No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley. COMO IGLESIA CONFIEMOS EN QUE DIOS HARÁ COSAS SOBRENATURALES v Clamemos juntos para que Dios renueve y transforme cada corazón en nuestra iglesia, de tal manera que reflejemos su carácter adorándolo, perdonando, siendo íntegros, siendo generosos, amando a otros y siendo humildes en todo lugar.

5 v Dios traiga restauración de relaciones, sane personas enfermas, levante corazones que l e adoren y lleve al arrepentimiento a familiares y amigos para que sean salvos. v Dios nos lleve a una renovación en nuestra relación con él, para que juntos experimentemos un avivamiento en nuestra fe y nuestra tarea de hacer discípulos que vivan tras los pasos de Jesús. Salmo 40 Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el Señor. Dichoso el que pone su confianza en el y no recurre a los idólatras ni a los que adoran dioses falsos. Muchas son, Señor mi Dios, las maravillas que tú has hecho. No es posible enumerar tus bondades en favor nuestro. Si quisiera anunciarlas y proclamarlas, serían más de lo que puedo contar. A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas, pero me has hecho obediente; tú no has pedido holocaustos ni sacrificios por el pecado. Por eso dije: «Aquí me tienes como el libro dice de mí. Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí.» En medio de la gran asamblea he dado a conocer tu justicia. Tú bien sabes, Señor, que no he sellado mis labios. No escondo tu justicia en mi corazón, sino que proclamo tu fidelidad y tu salvación. No oculto en la gran asamblea tu gran amor y tu verdad que todos los que te buscan se alegren en ti y se regocijen; que los que aman tu salvación digan siempre: «Cuán grande es el Señor!» no te tardes, Dios mío! Mateo 4:23-25 Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente. Su fama se extendió por toda Siria, y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba. Lo seguían grandes multitudes de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y de la región al otro lado del Jordán.

6 CADA UNO DE NOSOTROS MANTENGAMOS LA UNIDAD COMO IGLESIA v Cada Confradiano se comprometa en compartir a otros de Jesucristo, testificando su transformación y llevándolos a entregar su vida a él como Señor y Salvador. v Cada miembro y asistente proteja la unidad de la iglesia, amando a otros, no hablando mal de otros, no practicando el chisme y reconociendo la autoridad pastoral. v Cada Confradiano apoye la iglesia asistiendo fielmente. Efesios 4:1-16 Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos. Pero a cada uno de nosotros se nos ha dado gracia en la medida en que Cristo ha repartido los dones Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo. Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro.

7 CADA UNO DE NOSOTROS VIVA UNA CULTURA DE GENEROSIDAD v Clamemos para que cada uno de nosotros como cristianos ejemplifiquemos una buena mayordomía como fruto de la madurez espiritual viviendo en santidad, sirviendo con gozo y aportando para el sostenimiento de la iglesia y la extensión del reino de Dios. v En cada familia haya un corazón generoso que se esfuerce por compartir con otros de lo que Dios provee cada día. v Nuestros corazones sean generosos en la vida diaria de tal manera que otros sean bendecidos a través de nuestros dones, talentos, bienes, capacidades y recursos. Proverbios 11: Unos dan a manos llenas, y reciben más de lo que dan; otros ni sus deudas pagan, y acaban en la miseria. El que es generoso prospera; el que reanima será reanimado. CADA UNO DE NOSOTROS PARTICIPE DE LA ADORACIÓN EN GRUPO v Cada asistente sienta la necesidad y el anhelo de participar en los tiempos de alabanza como congregación para que crezca nuestra fe y nuestra adoración a Dios.

8 v La Palabra de Dios sea el pan diario de cada confradiano leyéndola, estudiándola, meditándola y sobre todo viviéndola. v Nuestra vida sea renovada cada día en medio de reafirmar nuestra entrega y dependencia de Jesús como Dios vivo, rey de Reyes, Señor de Señores, Príncipe que trae Paz. Salmo 95 Vengan, cantemos con júbilo al Señor; aclamemos a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante él con acción de gracias, aclamémoslo con cánticos. Porque el Señor es el gran Dios, el gran Rey sobre todos los dioses. En sus manos están los abismos de la tierra; suyas son las cumbres de los montes. Suyo es el mar, porque él lo hizo; con sus manos formó la tierra firme. Vengan, postrémonos reverentes, doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios y nosotros somos el pueblo de su prado; somos un rebaño bajo su cuidado!...» Apocalipsis 4: 8-11 Y día y noche repetían sin cesar: «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era y que es y que ha de venir.» Cada vez que estos seres vivientes daban gloria, honra y acción de gracias al que estaba sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postraban ante él y adoraban al que vive por los siglos de los siglos. Y rendían sus coronas delante del trono exclamando: «Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas.»

9 COMO IGLESIA INVITEMOS Y ACOJAMOS NUEVAS PERSONAS COMO INTEGRANTES DE LA FAMILIA DE DIOS v Cuando Dios da el crecimiento, cada uno de nosotros estemos preparados para demostrar hospitalidad a los recién llegados y para abrirles espacios de servicio y compañerismo en la iglesia. v Las actividades y programas sean canales de bendición a través de los cuales se establezcan y desarrollen relaciones que transmitan el amor de Cristo. v Nuestros ojos sean abiertos para acoger y amar a cada persona nueva que Dios traiga a nuestra congregación ya sea los domingos o entre semana, y así juntos impactemos el mundo que nos rodea. Hechos 16:31 Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos... Juan 4: Muchos de los samaritanos que vivían en aquel pueblo creyeron en él por el testimonio que daba la mujer: «Me dijo todo lo que he hecho.» Así que cuando los samaritanos fueron a su encuentro le insistieron en que se quedara con ellos. Jesús permaneció allí dos días, y muchos más llegaron a creer por lo que él mismo decía. Ya no creemos sólo por lo que tú dijiste le decían a la mujer ; ahora lo hemos oído nosotros mismos, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo. A ti sea la gloria, la honra y el poder, por siempre! Amén! *NOTA: Esta guía de oración fue inspirada y adaptada del material Lo que las iglesias sanas hacen David O. Dykes. Tyler, Texas, U.S.A Impreso en Colombia.