Cambio Climático y Eficiencia Energética

Transcripción

1 Cambio Climático y Eficiencia Energética El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés), define el Cambio Climático como un fenómeno atribuible al ser humano, ocasionado por la alteración de la composición química de la atmósfera debido al aumento progresivo de las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Estos gases son producidos por actividades como la quema de combustibles fósiles, la agricultura, la tala de bosques y el manejo de desechos domiciliarios e industriales, entre otras causas. Si bien la concentración de los GEI en la atmósfera es un fenómeno natural, es preciso tomar en consideración que su aumento desmedido producto de las actividades antropogénicas provoca el calentamiento de la tierra y produce el fenómeno conocido como Efecto Invernadero. El IPCC ha establecido que la mayor influencia humana sobre las concentraciones de GEI se ha producido como consecuencia de las actividades desarrolladas a partir de la revolución industrial, y se debe mayormente a la incorporación de los combustibles fósiles a la actividad económica. Estas acciones han producido desde el año 1750, un crecimiento de las concentraciones de GEI. Las consideraciones realizadas por el citado organismo sobre las variaciones históricas de temperatura de la atmósfera establecen que, en la actualidad, el Efecto Invernadero se ha vuelto particularmente intenso, provocando un aumento promedio de la temperatura de la atmósfera de 0.6 C sólo en el Siglo XX. Además, surgió que en la década de los 90, fue la más caliente desde el año 1861, y que el incremento de la temperatura en el hemisferio norte ha sido el más alto de los últimos mil años. El balance de las evidencias es lo suficientemente contundente como para verificar una influencia humana discernible sobre el clima global, con efectos que pueden ser observados en el presente, y cambios que pueden ser proyectados para el futuro. Los actuales observados implican impactos significativos frecuentemente adversos, de entre los que se destacan la ocurrencia cada vez mayor de eventos climáticos extremos tales como sequías, tormentas, inundaciones y olas de calor, etc. Los efectos esperados por el IPCC para el año 2100 pueden ser caracterizados mediante cuatro tendencias futuras: un aumento de la temperatura media global que puede oscilar entre los 1.5 y 6 C; un aumento del nivel del mar como consecuencia del aumento de la temperatura y el consiguiente derretimiento de las grandes masas de hielo del planeta; la ocurrencia cada vez con mayor frecuencia, de eventos climáticos extremos, y el cambio en el patrón de las precipitaciones. Frente a este escenario presente y futuro, gran cantidad de países han asumido que el Cambio Climático presenta efectos adversos en todos los ámbitos de la vida humana y en los sistemas naturales, los cuales se ven reflejados tanto en la reducción de la calidad de vida de las personas y en la degradación progresiva de los ecosistemas, como en la ocurrencia de desastres naturales, pérdida de vidas humanas y bienes 1

2 materiales que acarrean altos costos económicos y sociales que deben ser asumidos por el conjunto de la sociedad. La comunidad internacional ha llevado a que millones de personas, asociaciones y organizaciones se reúnan alrededor del mundo para tratar esta temática ambiental (que condiciona la vida de millones de personas que dependen de los recursos naturales para vivir). En ese tenor, la Organización de Naciones Unidas ONU- ha elaborado mecanismos internacionales para enfrentar los efectos adversos del Cambio Climático, otorgando impulso al rol asumido por los países que realicen actividades que promuevan la reducción de los GEI. Si bien el mayor aporte de estos gases, fue y es realizado por los países industrializados, deduciéndose que la mayor responsabilidad les cabe por el fenómeno del Cambio Climático; sin embargo, dado el carácter global del mismo, sus efectos no realizan distinciones entre naciones desarrolladas o en vías de desarrollo. El impacto que pueda tener el Cambio Climático en los distintos países, dependerá no sólo de la ocurrencia de eventos climáticos extremos, sino también, de la medida en que un determinado sistema sea capaz de afrontar los efectos negativos de estos fenómenos, junto con el grado de vulnerabilidad que posea. En ese sentido, los países en vías de desarrollo son más susceptibles a los efectos del Cambio Climático, toda vez que estos estados poseen menor capacidad de adaptación (en términos de recursos económicos, capacidad instalada, nivel de desarrollo, etc.) para resistir los impactos desfavorables producto de la ocurrencia de eventos climáticos extremos. En virtud de este contexto, es esperable que la condición de vulnerabilidad se replique, ocasionando que los sectores más desfavorecidos de la sociedad sean también aquellos más sensibles a sufrir las consecuencias negativas de los efectos del Cambio Climático. Antecedentes y políticas de cambio climático en la ciudad Según datos de la ONU, las ciudades son responsables del 80% de las emisiones de GEI a la atmósfera, a través de diversas actividades tales como el uso de vehículos convencionales, consumo irracional de energía en viviendas, edificios e industrias, gestión inadecuada de los residuos, entre otros. De este modo, las ciudades constituyen la principal fuente generadora de GEI y, a la vez, son las más vulnerables a los impactos del Cambio Climático, especialmente, aquellas ciudades ubicadas en los países en vías de desarrollo, y que presentan un acelerado crecimiento urbano con características desordenadas y ausentes de planificación. Es importante tener en consideración el carácter global y la complejidad existente frente al fenómeno del Cambio Climático, y que una gran parte de las soluciones a los efectos negativos podría alcanzarse mediante acciones a nivel local. Por tales razones, es que los gobiernos locales han asumido un rol activo respecto a la mitigación de las causas de esta variabilidad climática, y adaptar a las ciudades a sus consecuencias adversas, promoviendo el cuidado de la población, en especial, a los sectores más frágiles y garantizando una mejor calidad de vida para todos sus habitantes así como la protección de los recursos naturales. 2

3 En este contexto, nuestra ciudad ha asumido como un actor proactivo en esta temática, conjuntamente con las principales ciudades del mundo, a fin de emprender acciones y poner en marcha medidas locales de mitigación y adaptación, basándose en políticas de sustentabilidad eficientes. Estas gestiones y prácticas nos permitirán adaptarnos mejor a los cambios que ya son una realidad. El día 21 de Noviembre de 2010, Rosario firmó el Pacto Climático Global de Ciudades Pacto de la Ciudad de México, junto a ciudades de diferentes regiones del mundo, con el propósito de comprometernos, voluntariamente, a tomar medidas de mitigación necesarias para la reducción de los GEI como, también, para lograr la adaptación de la ciudad frente a los efectos del Cambio Climático, partiendo de la concepción que las ciudades son estratégicas para enfrentar el Calentamiento Global 1. Otro de los compromisos trata sobre el desarrollo de políticas y estrategias de acción locales que permitan comprender los riesgos actuales y la vulnerabilidad específica de cada territorio, así como los escenarios futuros a los que deberá adaptarse ese espacio geográfico particular en el corto, mediano y largo plazo. Estas estrategias deberían constituirse en una herramienta para que las ciudades, en concordancia con los Inventarios Nacionales de Emisiones, definan sus propias líneas de base locales de Emisión de Gases de Efecto Invernadero, con miras al establecimiento de metas concretas de no incremento o incluso, de una eventual reducción de emisiones de GEI. La planificación y la puesta en marcha de estas políticas locales se convierte en una materia de vital importancia, toda vez que no resulta razonable disponer de ingentes recursos para acciones de reparación para paliar las consecuencias negativas de los eventos extremos, si resulta posible orientar las acciones y los recursos a actividades de prevención. Por su parte, existen una serie de medidas referidas al cambio climático que nuestro municipio viene desarrollando y que debe profundizarse e incorporarse en un programa integral. Para ello se ha diseñado una serie de acciones para reducir el efecto del cambio climático. Dichas acciones se basan, especialmente, en poner en agenda temas que, cotidianamente, se hablan como la diversificación de la matriz energética a través del uso de energías renovables y alternativas, el uso racional de energía y diseños más sustentables en edificios y viviendas, mayor reciclaje y valorización de los residuos generados, transporte limpio y eficiente, etc. Lo más importante de estas intervenciones, es involucrar a la ciudadanía desde el compromiso individual, impulsando la concientización para enfrentar entre todas y todos el Cambio Climático. Estas políticas abarcan el compromiso ciudadano, medidas de mitigación y de adaptación 2. Dentro de las cuales se pueden destacar en nuestras políticas locales, las 1 Documento de World Mayors Summit on Climate Mexico City, Medidas de Mitigación: son aquellas que contribuyen a la reducción de los GEI en la atmósfera como, también, ayudan a la fijación y mejora de la absorción de carbono en depósitos terrestres (sumideros de carbono). Por ejemplo, implementación de energías renovables, mayor utilización de transporte no motorizado, alumbrado eficiente, programas de forestación, entre otros. - Medidas de Adaptación: son aquellas que atenúan los impactos y consecuencias que el Cambio Climático produce en los distintos sectores, protegiendo la salud y calidad de vida de los ciudadanos, los recursos hídricos, la infraestructura urbana y costera que posee la ciudad y protegiendo la economía local. Las medidas de adaptación puede ser estructurales y no estructurales, por ejemplo: Medidas Estructurales: Obras de defensa contra inundaciones, obras de conducción, de retención de excedentes hídricos, etc. 3

4 siguientes medidas de mitigación: Movilidad Sustentable, Planificación Urbana, Construcción Sustentable y Eficiencia Energética, Reducción de Emisiones de GEI en la Administración Local y Gestión Integral de Residuos. Y en el caso de las medidas de adaptación: Fortalecimiento institucional y la adaptación al Cambio Climático. Cabe destacar que, muchas de estas medidas son ejes de actuación en otros instrumentos de planificación ambiental como lo es la Agenda XXI Local, el Plan Estratégico Rosario Metropolitana (PERM), el Plan Urbano Rosario (PUR) y el Plan Integral de Movilidad (PIM), por lo tanto, se tratará, en este proceso, de ampliar y reforzar dichas medidas existentes y, por otro lado, crear nuevas acciones. El éxito de las políticas a implementar a partir de una estrategia local depende de su integración y coordinación con los distintos sectores de la sociedad así como, en las distintas áreas de la administración pública, asociaciones, entidades privadas, agentes locales socioeconómicos, académicos y científicos y la ciudadanía. De igual modo, se prevé la elaboración de propuestas sobre diversos aspectos (energía, residuos sólidos urbanos, etc.) que busquen incluir en las necesidades de la gestión municipal diversas actuaciones en materia de mitigación y adaptación, apostando a un cambio de paradigma. En lo que respecta a las medidas de adaptación, el desafío consiste en incluir el cambio climático en los escenarios futuros para la toma de decisiones, adecuar las condiciones urbanas, informar y sensibilizar sobre el cambio climático, generar planes de prevención de desastres, de resiliencia así como desarrollar planes de emergencia con participación de la comunidad, avanzar hacia soluciones específicas a problemas ambientales y sociales, y desarrollar sistema de alerta temprana. La resiliencia y la ciudad El concepto de resiliencia ha sido usado en diferentes disciplinas como ingeniería, sicología, y en múltiples campos, que van desde la política, sociología, planificación de desastres, entre otras, con un significado que plantea la habilidad y capacidad de adaptación. De este modo, la resiliencia surge como un proceso y no de una respuesta inmediata a la adversidad. Este concepto trata sobre la capacidad de una comunidad expuesta a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos de manera oportuna y eficaz. Actualmente, es una estrategia que está siendo impulsada por diferentes instituciones y organizaciones internacionales y nacionales que buscan la reducción de los riesgos y desastres en las ciudades en el marco del cambio climático. En ese sentido, es importante el desarrollo de políticas locales de resiliencia las cuales vienen a aportar una mayor capacidad a resistir situaciones traumáticas, manteniendo sus funciones esenciales y recuperándose con rapidez y eficacia. Cabe destacar que nuestra ciudad posee políticas que contribuyen al desarrollo de acciones de resiliencia, mediante instrumentos y normativas de uso del suelo, a través Medidas No Estructurales: Planes de contingencia, planes de mantenimiento de la infraestructura, planificación de políticas de adaptación al Cambio Climático, campañas de cuidado y prevención de daños a la salud por eventos climáticos extremos, implementación de sistemas de alerta temprana, etc. 4

5 de un Código Urbano vigente que reglamenta el desarrollo de la ciudad, el área edificable, el destino y las alturas de la edificación aplicables a propiedades privadas o públicas, y la definición de zonas inundables, entre otros. Además, cuenta con una serie de protocolos de abordaje para las emergencias, que prevén la intervención integral de las distintas áreas municipales en el territorio afectado, a fin de responder a los hechos más recurrentes en la ciudad: alertas meteorológicas, accidentes viales múltiples, incendios, derrumbes, derrames de sustancias peligrosas, accidentes aéreos y accidentes náuticos. Los mismos tienen como fin, proyectar las acciones más favorables a aplicar y los recursos humanos y materiales necesarios y son periódicamente evaluados, revisados y ajustados. A través de la implementación de políticas y acciones de resiliencia locales se espera lograr una reducción en los riesgos, por ejemplo, a la población asentada en sectores con riesgo de inundación, mediante la realización de obras de infraestructura y mejora de los sistemas de alerta temprana. Asimismo, una reducción en la vulnerabilidad de la población, principalmente de las personas de menores recursos, mejorando la capacidad de la ciudadanía, las instituciones, empresas y gobierno municipal de anticiparse a situaciones de inundaciones y fuertes tormentas, reducir daños y recuperarse rápidamente, tanto con intervenciones en infraestructura como con protocolos de actuación, y disponibilidad de los recursos necesarios para abordar la emergencia. Igualmente, se espera lograr la inclusión de la dimensión de resiliencia en las políticas públicas locales y a nivel metropolitano. Eficiencia Energética Ante el contexto planteado en relación al cambio climático, y siendo el uso de la energía uno de los componentes estratégicos de las políticas de mitigación y reducción de los GEI, asimismo se hace necesario prever acciones que puedan afrontar escenarios futuros de escasez de energía y garantizar el acceso a condiciones de bienestar para toda la población. Por ello, la ciudad de Rosario ha venido implementando diferentes acciones en materia de eficiencia energética y energías renovables a fin de contribuir con el desarrollo urbano sustentable. La ciudad apunta a profundizar dichas acciones alentando y promocionando el uso de energías renovables, de diversas tecnologías de baja emisión de carbono, así como programas de ahorro del consumo energético en edificios públicos de la administración municipal, el fomento de cambios de hábitos en la ciudadanía, en torno al consumo responsable de la energía, entre otras operaciones. Alumbrado público: Más luz con menor consumo El Programa más luz con menos consumo de eficiencia energética contempla el reemplazo de manera progresiva las lámparas blancas de mercurio de 250 w (ya obsoletas) por luminarias amarillas de sodio de alta presión de 150 w. Esta nueva tecnología no sólo permite mantener los niveles lumínicos recomendados por las normas internacionales, además de tener menor emisión de rayos ultravioletas y bajo nivel de encandilamiento sino que además ahorra el consumo energético. Desde la década de los 90, este plan viene desarrollándose en Rosario. A modo de ejemplo, en el año 1992 el sistema lumínico contaba con lámparas de mercurio y de sodio. Actualmente, se revirtieron los valores y se instalaron unas lámparas de mercurio y de sodio. De esta forma, ya se han reemplazado más del 80 % del total de lámparas distribuidas en la ciudad. Además, se han ido 5

6 incorporando otros adelantos tecnológicos, como los sistemas de doble balasto (dimerización, que posibilitan bajar y subir gradualmente la iluminación según la hora del día, sin afectar la visibilidad) y la instalación de led's. Este municipio posee el segundo parque lumínico del país, cuenta con un total de luminarias, cifra dinámica que se incrementa con la creación de nuevas áreas urbanizadas, sumado al recambio permanente y al mantenimiento de las instalaciones que se encuentran en funcionamiento. Durante los últimos doce años y de manera sostenida, la Dirección General de Alumbrado Público de la Subsecretaría de Servicios Públicos lleva adelante un ambicioso programa de eficiencia energética centrado en nuevas tecnologías que mejora el perfil del consumo energético del servicio, sosteniendo niveles lumínicos en calles, veredas y espacios verdes de nuestros barrios. Las acciones planificadas para el uso racional de la energía anticiparon la agenda ambiental del país de los años subsiguientes, se destacó durante la presentación. Esta economía no es sólo energética sino que también agrega beneficios ambientales, ya que con esta tecnología además se reducen las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero. Se ha disminuido en toneladas el CO 2 liberado a la atmósfera. Durante el año 2013, gracias a estas acciones la Municipalidad ahorró 4,88 gw-hora al año, cifra que representa el consumo del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), la Maternidad Martin y el Hospital de Niños Víctor J Vilela de la ciudad. Tecnología Led s aplicada a los semáforos Otro proyecto que sigue la misma intención es el reemplazo progresivo de las lámparas incandescentes del rojo semafórico por los iluminantes led s de última generación. Los sistemas lumínicos en base a esta tecnología tienen beneficios mundialmente reconocidos, entre estos se encuentra el ahorro energético, el cual ha sido estimado en 217 mega wats/hora. Disposición de mercurio También se implementó un método de recuperación de residuos peligrosos generados en el alumbrado público. Se trata de la disposición controlada del mercurio contenido en las lámparas, que ya han sido reemplazadas en al vía pública. Hasta la actualidad se ha dispuesto en un relleno de seguridad un kilo de mercurio, y considerando que cada artefacto posee 1,5 miligramos, esta cantidad corresponde a decenas de miles de lámparas que evitamos que se mezclen con los residuos sólidos en el relleno sanitario y produzcan contaminación. De esta forma, Rosario se convierte en la primera ciudad en considerar el acopio controlado de este tipo de desecho peligroso. Programa de Eficiencia Energética Rosario 10% - En el marco de la Estrategia Local de Acción Climática, y del Programa de Construcciones Sustentables y Eficiencia Energética, y con el firme convencimiento de que la administración municipal debe estar a la cabeza de los cambios que impulsa en la ciudad, se ha puesto en marcha el Programa Rosario 10% -. Esta iniciativa responde a la necesidad de reducir la contaminación ambiental y afrontar escenarios de escasez de energía, con involucramiento del personal y los proveedores del Estado Municipal. Asimismo, se propone mantener acotado el consumo de energía en los edificios 6

7 públicos de la administración municipal, y capacitar a su personal sobre el funcionamiento de equipos e instalaciones en relación al consumo energético, etc. En un proceso de mejora continua se desarrolla a través de la implementación de tres estrategias: comunicación, normalización y sustitución tecnológica. En una primera etapa se ha ido implementando en los edificios de la Secretaría de Servicios Públicos y Medio Ambiente y los Centros Municipales de Distrito. El proyecto prevé también, el involucramiento de empresas vinculadas con el municipio (seguridad y limpieza), junto al equipo técnico de la Subsecretaría de Medio Ambiente Municipal, y el personal calificado del Laboratorio de Eficiencia Energética, Sustentabilidad y Cambio Climático (IMAE- FCEIA- UNR). La gran mayoría de los edificios públicos de Argentina en general y de Rosario en particular, no han sido diseñados teniendo en cuenta criterios de sustentabilidad. En el marco del programa Rosario 10%- se presenta un Programa de Gestión del Consumo de Energía Eléctrica en Edificios Públicos (en gran medida generada por fuentes fósiles), de modo de lograr la reducción de dicho consumo. Actualmente, el programa analiza en detalle los flujos de energía eléctrica entrante, utilizados y salientes (pérdidas), con el objetivo de lograr reducir el consumo anual en al menos 10%, respecto del año anterior. El proceso de implementación fue realizado bajo la metodología de la Norma IRAM ISO Sistema de gestión de la energía- Requisitos con orientación para su uso. Como principales resultados, se ha obtenido en el primer bimestre auditado valores picos de ahorro del 46 % y un promedio ponderado de 10.8 %, entre los bimestres 1/2012 y 1/2013, para los 263 edificios auditados de la administración municipal, según informe de este programa en abril de Cabe aclarar que estos datos preliminares se han obtenidos mediante una capacitación de los directivos y mensajes a los empleados y sin haber efectivizado aún las estrategias de normalización y sustitución tecnológica. Normativa El Programa 21 de Naciones Unidas en su punto 9.12 inciso f dice: "Examinar las diversas fuentes actuales de abastecimiento de energía para determinar en que forma se podría aumentar la contribución de los sistemas energéticos ecológicamente racionales en su conjunto, en particular los sistemas energéticos nuevos y renovables, de manera económicamente eficiente, teniendo en cuenta las características sociales, físicas, económicas y políticas propias de los respectivos países, y estudiando y aplicando, según proceda, medidas para salvar cualquier obstáculo a su establecimiento y uso;..". Conjuntamente, la Ley Nacional N o aprueba el texto de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y en la misma se expresa en su artículo 4 (compromisos) incisos 1.b y 1.c que las partes (los países) deben: "Formular, aplicar, publicar y actualizar regularmente programas nacionales y, según proceda, regionales, que contengan medidas orientadas a mitigar el cambio climático, tomando en cuenta las emisiones antropógenas por las fuentes y la absorción por los sumideros de todos los gases de efecto invernadero no controlados por el Protocolo de Montreal, y medidas para facilitar la adaptación adecuada al cambio climático; c) Promover y apoyar con su cooperación el desarrollo, la aplicación y la difusión, incluida la transferencia, de tecnologías, practicas y procesos que controlen, reduzcan o prevengan las emisiones antropógenas de gases de efecto 7

8 invernadero no controlados por el Protocolo de Montreal en todos los sectores pertinentes, entre ellos la energía, el transporte, la industria, la agricultura, la silvicultura y la gestión de desechos;... También, el Poder Ejecutivo Nacional a través del Decreto N o , se declaró interés y prioridad nacional el uso racional y eficiente de la energía. En cuanto a normativa local, la ciudad ha implementado diversas ordenanzas para promover un marco normativo de cuidado del medio ambiente. La Ordenanza Municipal N o 8.208/07 Programa de Terrazas Verdes tiene como objetivo mejorar la calidad del aire en el área urbana y especialmente en la zona céntrica, promoviendo en los consorcios de edificios, los particulares, empresas y organizaciones diversas, la utilización de la superficie de sus terrazas para emplazar especies vegetales diversas. En ese mismo tenor, la ciudad cuenta con la Ordenanza Municipal N o 8757/2011, modificación al Reglamento de Edificación, denominada Aspectos Higrotérmicos y Demanda Energética de las Construcciones, cuyas exigencias son aplicables a la construcción de edificios. Asimismo, posee una normativa que regula el aprovechamiento de la energía solar para la producción de agua caliente Ordenanza Municipal N o 8784/2011 para todos los edificios públicos nacionales, provinciales y municipales situadas en Rosario. En adición a estas ordenanzas existen otros decretos que promueven la sustentabilidad en el uso de la energía, convirtiéndose así en una de las primeras ciudades en dar su aporte en la lucha contra el calentamiento global, entre los que se encuentran: - Decreto N o 0563/2011 que crea el Programa de Construcciones Sustentables y Eficiencia Energética. - Decreto N o 1492/2012 sobre la designación de los representantes para la reglamentación de la Ordenanza Municipal N o 8757/ Decreto N o 2120/2012 que aprueba la reglamentación de la Ordenanza Municipal N o 8784/2011; y - Decreto N o 0985/2013 que aprueba la reglamentación de la Ordenanza Municipal N o 8757/