AUTO-COACHING PARA EL DÍA A DÍA.

Transcripción

1 AUTO-COACHING PARA EL DÍA A DÍA. VALÓRATE Si tú no te valoras, qué posibilidades tienes de alcanzar lo que deseas? por el Dr. J. Miguel Fernández-Balboa 2011 Si tú no te valoras, qué posibilidades tienes de alcanzar lo que deseas? El término valor tiene distintos significados, si bien éstos se relacionan entre sí. Por un lado, hace referencia a la valentía o el coraje de las personas; toda acción, incluso tener sueños propios y conscientes, requiere cierto valor. Por otro lado, también se dice que algo "vale" aludiendo a su grado de estimación, no en vano procede del vocablo latino eastimable. Además, aplicado a las personas, este concepto sirve como medida de apreciación subjetiva de su inteligencia, capacidad relacional y/o conducta moral. Ahora bien, para el propósito de este capítulo, tal vez lo más interesante de este concepto es su aspecto reflexivo: valorar-se, en el doble sentido de querer y dar coraje a uno mismo. De ahí que se hable de autoestima. 1

2 Lejos de lo que suele creerse, la autoestima no se encuentra cambiando aquello que no nos gusta de nosotros mismos, sino que reside en la propia aceptación, tal y como somos. Me explico: en la sociedad actual, se nos dice con insistencia que debemos cambiar, que debemos ser diferentes a quienes somos. Ello, además de una gran confusión, crea un gran dolor, pues nadie puede ser diferente a quien, en esencia, es. La verdadera autoestima, pues, consiste en estar dispuestos a ser normales y corrientes, a aceptarnos con defectos y virtudes, pues ahí reside lo realmente extraordinario. Ello no quiere decir que, ocasionalmente, no tengamos que cambiar ciertas creencias o acciones, pero, aún así, estos cambios deben estar orientados hacia una justa valoración de nosotros mismos. En la famosa película musical "El mago de Oz", basada en la novela infantil de Frank Baum, el león aspira a ser valiente, mientras que el hombre de hojalata desea poder sentirse querido. Al final, los deseos de ambos se hacen realidad gracias un cambio radical en su forma de percibirse. Ninguno de los dos cambió en absoluto su esencia, ya que nunca un cobarde podría ser valiente o quererse si la valentía o el amor no estuviese innatamente en él. A pesar de ser ficticia, el mensaje de esta historia es perfectamente aplicable a nuestra realidad cotidiana. Estos dos personajes, combinados, representan a toda persona con una baja autoestima. La moraleja de este cuento es que si aspiras a ser valiente y valioso, no has de preocuparte, puesto que ya lo eres. Lo que ocurre es que todavía no sabes verlo. Por lo tanto, puedes estar tranquilo, acéptate sin reservas; lo único que debes hacer es transformar el modo de verte a ti mismo y, en eso, afortunadamente, mandas tú. Sí, tu autoestima depende únicamente de ti; de ahí que este término lleve el prefijo "auto-", para indicar que es algo intrínseco. Sería inverosímil esperar que la autoestima llegase del exterior, de los demás. Míralo de este modo: como la decisión de valorarte y quererte es únicamente tuya, puedes tomarla es este preciso instante. Ciertamente, estamos acostumbrados a dejar que las opiniones y los comentarios de otras personas, tanto en positivo como en negativo, nos afecten. Si alguien recibe críticas constantes, puede que se vea incapaz de sobreponerse a ellas; al igual que quien recibe elogios continuos es posible que tenga una visión distorsionada de su verdadera personalidad. Aún así, de nuevo, no hay que olvidar que, en última instancia, la facultad de aceptar o rechazar esos juicios ajenos siempre 2

3 reside en la persona misma. Es más, fuera de casos extremos, los seres humanos tenemos una idea bastante acertada de cómo somos y de cómo hacemos las cosas. Por eso, una baja autoestima es sólo el reflejo de los propios pensamientos, de una lógica distorsionada que, por sea por las razones que sea, interfiere con la justa valoración de uno mismo. Si ese es tu caso y te preguntas cómo puedes calibrar tu valía acertadamente, puedes empezar por poner en práctica los contenidos de este libro, sin importar el orden en que lo hagas. Cada uno de ellos contiene claves en ese sentido. Si las aplicas, conseguirás valiosos recursos que, a su vez, te servirán para valorarte cada vez más. Con esa valoración positiva y acertada, te será fácil alcanzar, e incluso sobrepasar, tus metas. Te pondré un ejemplo. Hace poco, una cliente acudió a mí para que la ayudase a resolver unas dudas sobre su futuro. Su caso es el siguiente: tiene un trabajo como preparadora física y nutricionista en una pequeña empresa deportiva y de salud. Su salario mensual apenas llega a los 400 euros, lo cual es insuficiente para pagar su alquiler y otras necesidades básicas. Por consiguiente, se ve obligada a "trapichear" (su palabra) en varios sitios para incrementar sus ganancias e ir sobreviviendo. Para cambiar su situación actual, tiene la intención de estudiar un máster y, así, con ese título, tener la opción de acceder a otro puesto de trabajo mejor remunerado. La cuestión es que los estudios de posgrado cuestan un dinero que ella ahora no tiene. Habiéndose reunido anteriormente conmigo y sabiendo que yo, en mi papel de coach, no doy soluciones, trajo escrito un pequeño esquema con sus objetivos más inmediatos, siendo uno de ellos el aumentar sus ingresos y ahorrar parte de ellos para sus estudios. Después de un rato de conversación sobre el tema, en el que aclaró cuánto dinero necesita para poder costearse la matrícula del master, empezamos a examinar cómo podría ganarlo. En ese sentido, llegó a la conclusión de que primero debía conseguir clientes particulares. Hablamos sobre (a) cuántos sería razonable obtener y mantener, (b) durante cuánto tiempo, (c) dónde y cómo conseguirlos y (d) cuánto cobrar por cada consulta. Consideró que, tres personas semanales, a 25 euros por sesión, durante un año, serían suficientes para ganar la cantidad requerida y llevar a cabo su plan. Parecía que el asunto estaba resuelto hasta que, justo antes de despedirnos, la observé dubitativa, como si le quedara algo por decir, pero no se atreviese a hacerlo. 3

4 Le pregunté si deseaba añadir algo, y me confesó que no se veía capaz de "pedir tanto dinero" por hora. Añadió que, "la gente sólo piensa en ganar dinero y, a mí, eso me parece mal". Esa frase me ayudó a comprender que ella no podría realizar su plan de vida a no ser que cambiase su percepción acerca del dinero y de quienes lo ganan honestamente gracias a su trabajo. Es más, el "problema", en su caso, no era la falta de ingresos, sino una baja valoración, tanto de su labor profesional como de sí misma en relación a esa labor. Con la intención de darle a entender que cobrar por un trabajo bien hecho, lejos de ser malo, es una cuestión de integridad y justicia, decidí dar un golpe de efecto: " Ves algún inconveniente en que yo cobre por mi trabajo? tanteé. Ella respondió que no. Continué indagando: Piensas que es justo que la gente cobre por su trabajo?". "Sí." replicó. "Entonces," añadí " qué inconveniente hay en que tú cobres por el tuyo?". Sin mediar palabra, dirigió su mirada hacia abajo, como buscando la respuesta en su interior. Dejé pasar unos segundos. Luego le pregunté si solía atender a consultas de forma gratuita. Resoplando y entornando los ojos hacia arriba, exclamó: " Sí, muchas veces!". Concluí nuestra sesión invitándola a esta reflexión: " Si las hubieses cobrado todas, estarías ahora en condición de poderte pagar ese máster que tanto anhelas?". Al cabo de un par de días, me envió un correo electrónico diciéndome que ya había conseguido una nueva clienta al precio convenido de 25 euros por hora y que, además, había concertado otras dos citas con conocidos para ofrecerles sus servicios como entrenadora personal. Para mí, a parte del dinero que pueda ganar a partir de ese momento, lo más relevante de nuestro encuentro fue la transformación en su auto-percepción. Al valorarse, pudo darse permiso para cobrar razonable y honradamente por su trabajo. A todo esto, recientemente, ha sido contratada por otra empresa en la que ha triplicado el salario neto que antes recibía. Tal vez pienses que ello es pura casualidad, pero yo me inclino a pensar que su nuevo contrato es fruto de la nueva energía que empezó a proyectar al sintonizarse con su verdadera valía. He ahí la gran importancia de una sana autoestima. Una cosa más: la auto-valoración implica auto-responsabilidad. Shakespeare, en su Soneto 146 1, viene a decir que la gran mayoría de las tragedias en nuestra vida surgen porque no miramos o no sabemos ver su origen, el cual se encuentra en nuestro interior. Quien no es consciente de ello, tiende a repetir los mismos errores una y otra vez. Ello, claro está, puede acarrear, además de una pérdida de la auto- 4

5 confianza, otras pésimas consecuencias. Para evitarlo, es preciso valorarse, asumir la auto-responsabilidad esa habilidad que todos tenemos de responder con amor a quien verdaderamente somos y crear un espacio propio y seguro para el desarrollo personal. Quien así lo hace, no deja de asombrarse de todo lo bueno que atrae hacia su vida. 1.