La Clase de Música en el Aula del Siglo XXI

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1 La Clase de Música en el Aula del Siglo XXI "El pastor ata la campanilla al pájaro y al soltarlo exclama: música!" (Película Kaos, de los Hermanos Taviani) Autor: Fabián Kesler Materia: Introducción a las Estrategias de la Enseñanza Profesor: Carlos Caram Resumen: Un replanteo a las clases de música teniendo en cuenta tanto los avances didácticos como tecnológicos característicos de esta era, con los cuales es posible interactuar para obtener una clase dinámica, moderna y de aprendizaje vivencial. Palabras clave: estrategias - música - tecnología - replanteo - grupo - capacitación - resignificación La música es, al igual que otros campos de la enseñanza, una materia que merece una discusión a fondo acerca de los paradigmas y abordajes emprendidos para su aprendizaje, pues en muchos casos se continúa, aún hoy en día, con esquemas puramente formalistas y ya caducos desde hace décadas, desconexos de la realidad musical de los alumnos. Tal como dice Freire (2008), el docente debe definirse entre ser un agente de la reproducción social o un agente de la transformación. Por supuesto que la realidad como construcción es dinámica por naturaleza y la música es clara demostración de ello dadas las diferentes modas, sean éstas genuinas o impuestas por el mercado. Lo que sí se debería mantener es la actitud de actualizar, de replantear y de integrar la historia y la contemporaneidad, evitando así caer en enciclopedismos solemnes, muchas veces erróneos o al menos discutibles, teniendo además en cuenta que en 1

2 muchas instituciones se utiliza bibliografía de vasta antigüedad cuyos contenidos en algunos casos ya son caducos para la práctica musical actual. Un docente activo, no haragán y realmente interesado en enseñar, debería estar al día con la bibliografía, y diseñar su propio material en diversos soportes, no solo en caso de no existir el mismo, sino también porque lo podrá optimizar y adaptar a cada circunstancia de enseñanza. Debería incorporar su propia experiencia como lector, como investigador y como profesional, y apoyar estos puntos con su propia formación como docente, como agente de la didáctica, algo que hoy en día debería ser lo normal si se quiere encarar este trabajo con la seriedad con que lo merece. Como dice Bain (2007), los docentes que logran mejores resultados son aquellos que son críticos y reflexivos con la historia de su materia. Los cuestionamientos tienen que ver con una era de mayor reflexión, de una construcción de conocimiento más que de una simple transmisión. Reflexión y replanteo tanto en los docentes como en los alumnos: Un reinicio critico y sincero. Esto último es puesto en práctica desde su definición misma, que se revela incompleta y ambigua: Se define a la música como el arte de combinar los sonidos. Qué es el arte musical según esta definición? Es igual ahora que hace tres siglos? Hoy en día se hace música hasta con ruidos cotidianos, algo que varios siglos atrás ni siquiera podría haber sido imaginado, con lo cual se observa lo relativo e incompleto de la definición. Tampoco se hace referencia a los silencios, que junto con los sonidos, conforman el total musical. Por otro lado, se enseña que la música es un lenguaje universal. Universal cuando las herramientas, los modismos, la instrumentación y la funcionalidad varían de manera dramática entre las músicas occidentales y las orientales? En todo caso, serían muchos lenguajes y no uno solo universal. Un fraseo musical que para un occidental se puede asociar a un sentimiento triste y melancólico, sonará indiferente o distinto para un habitante de Bali, pues sus 2

3 esquemas mentales fueron estructurados en una cultura completamente diferente a la occidental. Para terminar con estos ejemplos, la definición de sonido, soporte de la música, merece su tratamiento a fondo también. Muchos libros que incluso se siguen utilizando en carreras relacionadas a música y sonido, lo definen como una vibración. Si fuese solamente una vibración, Cómo se explica su impacto en nuestro estado anímico, en nuestra psicología, en su activación de recuerdos, en sus fines terapéuticos? Un docente actual del área debería tener en claro que la vibración es el fenómeno físico que lo genera, pero el sonido es una sensación cuyo centro no está en el oído como comúnmente se cree, sino en el cerebro, donde es decodificado, comparado, almacenado, y donde finalmente se establece la sensación sonora. De este modo, discutir las diferentes acepciones del término en cuestión permitirá a los mismos alumnos reordenar y rearmar sus esquemas mentales, acudiendo al llamado fracaso de la expectativa al que se refiere Bain (2007). Sabemos que el sonido es el fenómeno responsable de la música. Un buen docente de música debería hablar y reflexionar sobre esta noción más abarcativa, para luego sí introducir a la música. Hoy en día la multimedia es una herramienta que permite que los conceptos lleguen por varios sentidos, y así generar en los alumnos un aprendizaje vivencial y duradero. El aprendizaje profundo es secuencial, necesita una base sólida de los conceptos a tratar para aspirar a que el alumno reflexione, enlace, compare, repiense lo aprendido. Sería posible dar una clase de la Revolución Francesa sin que se haya discutido en clase fuertemente el concepto de lo que es una revolución, del significado histórico acerca de lo que es ser revolucionario? Respecto a la práctica de las clases de música y la implementación de trabajos en grupo, se necesitaría también repensar los procedimientos a utilizar. 3

4 Si se acepta que se aprende haciendo, Por qué aún persisten clases donde se enseñan nombres y fechas a modo memorístico y sin que ni los mismos docentes comprendan para qué se enseña? Ausubel (2002) afirma, defendiendo el aprendizaje significativo por sobre el memorístico, que el conocimiento se centra en relacionar los aprendizajes previos con la nueva información, pero que además es clave el interés del alumno y su valoración de los contenidos, tomando en cuenta su funcionalidad. Queda claro que si los contendidos se limitan a fechas y ejercicios sin justificación, sin puesta en práctica y sin vinculación con los deseos generales de los alumnos, el objetivo de la buena enseñanza fracasará. Acordando con Egg (1999) quien se refiere al taller como un lugar de trabajo en el que se aprende haciendo No sería mejor considerar que para aprender música lo mejor es hacer música? Teoría y práctica se integran así en un aprender fluido y profundo pues cada punto a aprender es discutido y practicado de manera casi simultánea, generando un ámbito dinámico, crítico y vivaz en la clase. Por lo tanto es imprescindible de realizar prácticas musicales, incluso con alumnos iniciales. Esperar a que el alumno sea avanzado para que pueda comenzar a desarrollar sus propias ideas musicales es un acto soberbio y frustrante por parte del docente, que generará de este modo una situación de inseguridad en sus alumnos. El buen profesor ideará ejercicios aptos para cada nivel. Ya en pleno siglo XXI, y con existencia de expresiones de la tecnología ya muy populares y económicas, puede ser de interés incorporarlas a las clases, generando así un lazo con un aspecto que los alumnos dominan, pero resignificado con fines pedagógicos para ser integrados en la clase de música. Si se consideran por ejemplo de los teléfonos celulares y tabletas digitales comunes de hoy en día, en todos es posible, por medio de aplicaciones gratuitas, expandir las clásicas funciones que utilizan los alumnos, como ser chats, juegos y mensajes, y utilizarlos como instrumentos musicales, equipos de grabación, procesadores de voces, y a partir de allí generar actividades prácticas con resultados tangibles y motivadores: Los alumnos de música estarán componiendo y tocando música con 4

5 recursos acordes a esta era y reaprovechando elementos que ya poseen, sin incurrir en gastos elevados ni por parte de la institución ni del alumnado. Pero no es solamente la música obtenida de este proceso, sino también el conocimiento y el aprendizaje dado entre los mismos alumnos al interactuar: Al respecto, Roselli afirma que también registramos y analizamos la verbalización de los sujetos en la fase de interacción, o sea que consideramos el proceso de coconstrucción cognitiva y no meramente el producto o resultado (1999, p.15) No deberían existir prejuicios con el uso de la computadora en el aula a esta altura de su recorrido en tantas áreas, incluida la educación La computadora como herramienta en la clase de música aporta innumerables aportes al profesor abierto, instruido y crítico. Un ejercicio grupal posible a realizar con algunas computadoras, es que cada grupo componga un elemento de la textura musical de una obra, como ser un ritmo de batería, una melodía de piano, con algunas premisas básicas que garanticen la compatibilidad, dejando gran parte a la creatividad de cada grupo. Este ejercicio podría integrar elementos musicales tradicionales junto a elementos de estilos musicales que los alumnos conozcan. El docente puede obtener esta información sobre saberes y gustos previos en base a intercambios orales y trabajos de escritura en las primeras clases, que le servirán a modo de diagnóstico. Poniendo nombre a cada grupo particular, y además un nombre al grupo clase, se logra mayor interés y conciencia de pertenencia acerca de este trabajo en cooperación. Roselli (1999) dice al respecto que es necesario que el grupo exista como tal, como realidad psicológica, de modo que todos los miembros se sientan involucrados en la meta común que es la realización de la tarea (1999, p.81) Entonces, este trabajo se cerraría realizando la grabación, el arte de tapa, una edición física en CD y otra virtual en Internet, todas éstas tareas que se pueden repartir entre los integrantes y que sin duda serán motivadores, además de servir como registro duradero y tangible de una actividad técnico-artística realizada en cooperación. En conclusión, un docente debería estar con una actitud de apertura hacia los avances tanto pedagógicos como tecnológicos si realmente está interesado en 5

6 evolucionar en su labor y en que sus alumnos aprendan de manera profunda y duradera. Por supuesto, esto será posible solamente en caso de sentir amor y pasión por lo que se hace, y en el caso de la docencia especialmente, habiendo involucrados tantos actores dependientes del docente, debería ser lo normal. Lo es? Referencias bibliográficas: Ander-Egg, E. (1999). El taller: una alternativa de renovación pedagógica. Buenos Aires: Magisterio del Río de La Plata. Ausubel, D. (2002) Adquisición y retención del conocimiento. Una perspectiva cognitiva. Barcelona: Paidós Ibérica Bain, K. (2007). Lo que hacen los mejores profesores universitarios. Barcelona: Universitat de València. Freire, P. (2008). Pedagogía del oprimido (5a ed). Buenos Aires: Siglo Veintiuno. Roselli, N. (1999) La construcción sociocognitiva entre iguales. Rosario: IRICE 6