PROFETAS MENORES III. por el DR. BRIAN J. BAILEY

Transcripción

1 PROFETAS MENORES III por el DR. BRIAN J. BAILEY

2 Título original: Minor Prophets III Copyright 2002 Brian J. Bailey All rights reserved under International Copyright Law. Título en español: Profetas Menores III Copyright 2006 Brian J. Bailey Primera edición impresa en diciembre de 2006 Todos los derechos reservados Traducción de Ariel E. Ericson, Argentina. Edición de la versión española por Raimundo J. Ericson, Carla Borges Todas las referencias bíblicas en este libro son tomadas de la versión Reina-Valera 1960, Sociedades Bíblicas Unidas, a menos que se indique lo contrario. Abreviaturas de las otras versiones de la Biblia utilizadas: DHH: Dios Habla Hoy NVI: Nueva Versión Internacional LBLA: La Biblia de las Américas Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación, o transmitida por cualquier vía o bajo ninguna forma electrónica, mecánica, fotocopiado, grabado o cualquier otra sin la autorización escrita que exprese el consentimiento del autor. Para mayor información, diríjase a: Zion Christian Publishers P.O. Box 70 Waverly, New York Teléfono: (607) Fax: (607) Consulte nuestra lista de publicaciones en: ISBN La ilustración de portada fue obtenida del recurso Learning Company s Clickart Christian Graphics Deluxe product, 1999 The Learning Company Inc. y sus subsidiarias, 88 Rowland Way, Novato CA 94945, EE.UU. Todos los derechos reservados.

3 Reconocimientos A Ariel E. Ericson y Raimundo Eriscson por su trabajo en la traducción al español de este libro. A los hermanos en Guatemala y El Salvador por su ayuda en la impresión de este libro en sus respectivos países. Equipo Editorial en EE.UU: Rebecca Blodgett, Carla Borges, David Kropf, Justin Kropf y Denise Miller. Deseamos extender nuestro agradecimiento a todas esas queridas personas, pues sin sus muchas horas de inestimable ayuda este libro no hubiera sido posible. Estamos verdaderamente agradecidos por su diligencia, creatividad y excelencia en la compilación de este libro para la gloria de Dios.

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5 ÍNDICE Mapa de Israel 6 Introducción 7 El libro de Hageo 9 El libro de Zacarías 21 El libro de Malaquías 55 Epílogo 73

6 6 Profetas Menores III MAPA DE ISRAEL Líbano Siria Tiro Mar Mediterráneo ISRAEL Betel JERUSALÉN Beerseba EL REINO DE EGIPTO

7 7 INTRODUCCIÓN Profetas Menores III contiene un comentario sobre los tres últimos profetas del Antiguo Testamento. La historia del antiguo Israel es la historia de una nación que salió de la tierra de Egipto para habitar la tierra de Canaán. Los israelitas, poderosamente favorecidos por Dios y con Su presencia que se manifestó también por medio de señales y milagros, fueron los receptores de Sus leyes. Aun habiendo recibido tales muestras de favor desobedecieron a Dios a sabiendas, por lo que fue necesario que el Señor les levantara profetas para advertirlos y hacerlos volverse a Él. En consecuencia, en toda la Biblia hallamos registros de estos hombres que hablaron en nombre del Señor. Sin embargo, Israel no quiso escuchar y Dios trajo sobre ellos los juicios que había declarado por medio de Moisés, el dador de la ley. Estos juicios consistían, básicamente, en la división del territorio en el Reino de Israel en el norte, y el Reino de Judá en el sur; ambos fueron llevados cautivos. Israel cayó en manos de los asirios en 722 a.c. y Judá en manos de los babilonios en 586 a.c. Aun así, Dios prometió hacerlos volver a su tierra. Esta promesa se cumplió con el decreto de Ciro en 536 a.c., cuando regresaron para reconstruir el Templo de Salomón, el cual se conoce como El Templo de la Restauración. Los libros proféticos de Hageo, Zacarías y Malaquías abarcan este período de la restauración, el cual duró aproximadamente hasta el año 444 a.c. Se les llama profetas posexílicos debido a que sus ministerios comenzaron después del exilio babilónico. Su tarea principal era hacer volver a los judíos a los propósitos de Dios, los escritos del templo y el servicio a Dios, hasta el tiempo de la primera venida de su Mesías, el Señor Jesucristo.

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9 EL LIBRO DE HAGEO

10 10 Profetas Menores III CONTEXTO Hageo es el primero de los profetas posexílicos. Profetizó entre agosto y diciembre de 520 a.c., en el segundo año de Darío, rey de Persia, unos 16 años después del decreto promulgado en el primer año de Ciro, que puso fin al cautiverio babilónico en 536 a.c. REYES PERSAS NOMBRE PERÍODO CIRO II, El Grande CAMBISES II SMERDIS DARÍO I, El Grande JERJES I (Asuero) ARTAJERJES I (Longimano) DARÍO II ARTAJERJES II ARTAJERJES III ARSES III DARÍO III a.c a.c. 522 a.c a.c a.c a.c a.c a.c a.c a.c a.c. Luego siguió Alejandro Magno, rey de Grecia ( a.c.). ETAPAS DE LA RESTAURACIÓN DEL TEMPLO Se erige el altar: día primero del mes séptimo, en el año primero del reinado de Ciro. Se celebra la fiesta de los Tabernáculos. Se echan los cimientos: segundo mes del año segundo La obra se detiene hasta el segundo año de Darío (520 a.c.) cuando, por medio de las profecías de Hageo y Zacarías, el gobernador Zorobabel y el sumo sacerdote Josué comienzan a construir. Esta iniciativa fue confirmada por el decreto de Darío I (Esd. 6:8). El templo se concluye el día tercero del mes sexto, el mes de Adar (516 a.c.). Nota: El nombre Artajerjes fue agregado más tarde por el autor para señalar el carácter definitivo de la aprobación (Esd. 6:14).

11 El libro de Hageo 11 INTRODUCCIÓN Hageo profetizó durante el período de la restauración, cuando Israel volvió de la cautividad babilónica. Los mensajes de los profetas de este período (Hageo, Zacarías y Malaquías) son muy diferentes a los mensajes de los otros profetas. Son de gran relevancia para nuestro tiempo porque hablan de restauración, lo cual será uno de los aspectos principales del avivamiento que viene. Hageo fue el primer profeta que se levantó después del exilio y profetizó en el período en que Persia dominaba Oriente Medio e Israel. Sofonías había profetizado aproximadamente setenta años antes que él, al comienzo del exilio, al igual que Jeremías, Ezequiel y Daniel. Hageo se levantó después de los setenta años de cautiverio predichos por Jeremías y de la destrucción de Jerusalén, la caída de Babilonia y el retorno de Israel a su tierra (esto último había sido profetizado con anterioridad). El Imperio Babilónico, que había destruido Jerusalén en 586 a.c., cayó ante el Imperio Persa en el tiempo de Hageo. Isaías 44:28 dice: Que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado. Esta profecía fue pronunciada unos 150 años antes de este suceso y se cumplió en el tiempo de Hageo, al reconstruirse el templo. Hubo dos personas al frente del proceso de restauración del templo: el sumo sacerdote Josué y Zorobabel. Bajo Zorobabel (un príncipe de Judá y descendiente de David) y el sumo sacerdote Josué, regresaron a Jerusalén alrededor de hombres libres y siervos y siervas, lo cual está registrado en Esdras capítulos 1 y 2. El decreto para la reconstrucción del templo fue promulgado por Ciro en marzo de 536 a.c., durante su primer año de reinado (Esd. 6:8). El altar fue restaurado en el mes séptimo de ese mismo año, y se echaron los cimientos en el mes segundo del segundo año de Ciro, en 535 a.c. (Esd. 3:8-10). El Rey Darío de Media tomó Babilonia en Octubre de 539 a.c. En realidad, Babilonia fue tomada por Ciro, quien en ese momento era el capitán del ejército de Darío (ver Is. 44:28). Darío el medo reinó por tres años, luego de lo cual Ciro, su sobrino y capitán de su ejército, se convirtió en el primer rey de Persia en 536 a.c., llevando de esta manera a los persas al poder. En cierto sentido, Ciro, como capitán de Darío, co-gobernó con él durante los tres años de su reinado. Por esta razón, algunos historiadores señalan que Ciro reinó desde 539 a.c., aunque en realidad no tomó la posesión absoluta del trono hasta 536 a.c. Ciro fue capitán de su tío Darío el medo, quien reinó de 539 a 536 a.c. Los cimientos del templo de Jerusalén se echaron en 535 a.c., pero los enemigos dificultaron y aun detuvieron la obra por cerca de quince años. La reconstrucción del templo continuó en 520 a.c., gracias al ministerio profético de Hageo y Zacarías durante el reinado de Darío de Persia (Esd. 5:1-5), y se completó en 516 a.c. Estas fechas nos permiten ver que el enemigo logró detener por muchos años la obra iniciada a partir del decreto del rey. Debemos perseverar en oración en contra de decretos de autoridades o contra personas malvadas que utilizan a las autoridades para detener la obra del Señor. Dios levantó dos profetas en ese tiempo: Hageo y Zacarías. Ambos profetizaron alentando a los líderes Zorobabel y Josué, a finalizar la obra en los días de Darío rey de Persia en 516 a.c. Cuando el templo fue restaurado celebraron la fiesta de los Tabernáculos. Esta fiesta es un tipo de la Iglesia de los últimos

12 12 Profetas Menores III días, ya que esta celebrará espiritualmente la fiesta de los Tabernáculos después de su restauración. Por eso, el mensaje de Hageo es extremadamente significativo para nuestro tiempo. El ministerio profético de Hageo del que tenemos registro duró quince semanas. El llamado y ministerio de cada persona son diferentes ya que el Señor usa a los Suyos en maneras diferentes. El ministerio de Jesús duró tres años y medio y el de Juan el Bautista sólo unos dieciocho meses, mientras que Oseas y Daniel profetizaron durante casi sesenta años. Dios quizá use a algunos de nosotros por un corto período de tiempo, mientras que otros pueden ser usados durante un período más largo. Es como el teclado de un piano: hay teclas que se usan casi todo el tiempo, como el Do central, mientras que otras tienen su momento de gloria en alguna que otra pieza. Aunque se utilizan por apenas un momento, son esenciales para la pieza de la que forman parte. Hageo es un libro de restauración. La importancia en relación con la restauración del templo es que la fiesta que Israel celebró fue la fiesta de los Tabernáculos. La Iglesia primitiva experimentó gran gloria. Luego vino la Edad Media, que fue un período de gran confusión y tinieblas espirituales. Entonces Dios usó a hombres como Martín Lutero y John Wesley para restaurar determinadas verdades de la Iglesia. Se ha estado llevando a cabo una constante restauración para hacer volver a la Iglesia a la plenitud de su gloria, y una gloria aún mayor que la que tuvo en sus primeros tiempos. Hageo y Zacarías son los dos profetas que profetizaron durante la restauración del templo, aunque sus profecías también se aplican a la Iglesia de los últimos tiempos. No profetizaron durante la fiesta de Pentecostés, la cual simboliza el derramamiento del Espíritu Santo sobre la Iglesia primitiva, sino durante la fiesta de los Tabernáculos, la última gran fiesta de Israel, la cual es símbolo de la Iglesia de los últimos tiempos. La Iglesia primitiva celebró la fiesta de Pentecostés. Cuando Israel recuperó su tierra en 1967, hicieron sonar las trompetas sobre el monte Sinaí, con lo cual el Espíritu de Dios indicaba que la Iglesia estaba en la fiesta de las Trompetas. En 1973 ocurrió la Guerra de Yom Kippur (iniciada en el día de la Expiación), con lo que el Señor estaba indicando que Su Iglesia había llegado a la celebración del día de la Expiación. La Iglesia de los últimos tiempos deberá alcanzar su madurez y gloria antes del regreso de Cristo. El Señor llevará esto a cabo por medio de la fiesta de los Tabernáculos, cuando la gloria de nuestro Señor resucitado se derrame en abundancia sobre Su Iglesia. En la actualidad estamos en el tiempo en que la Iglesia se haya pronta a celebrar espiritualmente la fiesta de los Tabernáculos.

13 El libro de Hageo 13 BOSQUEJO Hageo profetizó por un lapso de quince semanas durante el segundo año del reinado de Darío I. Se distinguen cinco mensajes: Parte 1 Mediten sobre sus caminos y reedifiquen la casa del Señor (1:1-12) Día primero del mes sexto. Parte 2 Yo estoy con ustedes (1:13-15) Día vigésimo cuarto del mes sexto. Parte 3 La gloria de la casa postrera será mayor que la de la primera (2:1-9) Día vigésimo primero del mes séptimo. Parte 4 Desde este día los bendeciré (2:10-19) Día vigésimo cuarto del mes noveno. Parte 5 Dios hará temblar los cielos y la tierra (2:20-23) Día vigésimo cuarto del mes noveno.

14 14 Profetas Menores III Parte 1 MEDITEN SOBRE SUS CAMINOS Y REEDIFIQUEN LA CASA DEL SEÑOR (1:1-12) 1:1 En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo. Hageo y Zacarías profetizaron en el segundo año de Darío rey de Persia (520 a.c.). Zorobabel, el gobernador designado por Ciro para gobernar Judá, y el sumo sacerdote Josué fueron comisionados para liderar al pueblo en su regreso de Babilonia y reconstruir el templo. Zorobabel era hijo de Salatiel y nieto de Jeconías (Mt. 1:11-12), por lo que formaba parte del linaje real de David y Cristo. Antes de quedar definitivamente como rey, Darío peleó diecinueve batallas en los primeros dos años de su reinado. Este fue un período verdaderamente turbulento en el reino Persa y Satanás no deseaba el progreso de Darío, ya que sabía que el rey finalmente daría la orden para continuar con la construcción del templo. En esos momentos Satanás se hallaba más preocupado por la pequeña colonia de Judá que por cualquiera de los grandes imperios mundiales. Satanás siempre busca crear inestabilidad, porque la inestabilidad crea un ambiente apto para que él pueda operar, de modo que habrá gran inestabilidad en los gobiernos en los últimos tiempos. Satanás pone toda su energía en derrotar a Israel y a la Iglesia, porque sabe que por medio de estas entidades los propósitos de Dios se cumplirán en la tierra tal como los ha establecido en el cielo. 1:2 Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada. Debido a la oposición de los samaritanos, cuyos altos consejeros impidieron el cumplimiento del decreto de reconstruir Jerusalén, el pueblo estaba desanimado y pensaban que no era el tiempo del Señor para construir. Esta es, muy a menudo, la reacción del pueblo de Dios frente a la oposición; piensan que Dios no los apoya porque no es tiempo para que se haga Su voluntad, en lugar de reconocer las estrategias del enemigo para desanimar, desalentar y retrasar la obra de Dios. Dios profetizó en Isaías 44:28 que Ciro decretaría la reconstrucción del templo, y aun cuando se trate del tiempo de Dios Su determinación puede ser estorbada. Debemos perseverar en oración hasta ver cumplida la voluntad de Dios. Sólo porque la obra es estorbada no significa que no es el tiempo de Dios. No debemos decir: Bueno, no ha de ser el tiempo de Dios, o de lo contrario no habría oposición. Si Dios nos comisiona para hacer algo, podemos estar seguros que habrá oposición por parte del enemigo, el cual hará todo lo posible para detener la obra del Señor. Así como Satanás intentó detener la restauración del templo, en los últimos tiempos también tratará de impedir que la gloria de Dios sea restaurada a la Iglesia. Los programas de construcción de iglesias son cargas tremendas. Muchas veces existe gran oposición de parte de los funcionarios del gobierno y fuerzas demoníacas. El ministerio de construcción de edificios ocupa un lugar determinado en la tierra, que constituye una fortaleza para el reino de Dios. Debido a que Satanás trata de impedir que la Iglesia ocupe más territorio, muchos pastores fracasan

15 El libro de Hageo 15 porque la presión que genera sobre ellos el programa de construcción es demasiada: debemos oír a Dios antes de comenzar un proyecto de construcción. Si Dios nos habla de construir, entonces nos dará la fe para conseguir los recursos necesarios para completar el edificio. 1:3-6 Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. Los judíos se pusieron a sí mismos en primer lugar antes que al Señor. Construyeron sus casas y dejaron la casa del Señor en ruinas, por lo que Él les advirtió que consideraran sus caminos y la razón de su falta de prosperidad en esos momentos. El pueblo de Dios debe dar abundantemente para la obra del Señor, lo que liberará las bendiciones de Dios sobre sus vidas. 1:7-9 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová. Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. Por no edificar la casa del Señor, Dios trajo el desastre económico sobre el pueblo que volvió a Jerusalén. La tendencia de los pastores es pensar primero en sí mismos, creyendo que necesitan una casa, un mejor automóvil, una habitación nueva y muchas otras cosas. Jesús dijo en Mateo 6:33: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Los pastores y ministros deben poner la voluntad y la obra de Dios por delante de sus deseos personales. Proverbios 24:27 señala la importancia de cuidar de nuestro campo antes de construir nuestra casa: Prepara tus labores fuera, y disponlas en tus campos, y después edificarás tu casa. El Señor me reveló este versículo mientras pastoreaba en Nueva Zelanda. Me dijo que me concentrara primero en el campo misionero y luego en nuestra iglesia local. Cuando fue el tiempo de Dios para construir nuestra iglesia, recibimos más de un millón de dólares en un sólo servicio dominical. 1:10-11 Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos. El Señor permitió que los judíos enfrentaran esta crisis económica a fin de que se volvieran a Él de todo corazón y clamaran por Su ayuda para finalizar la construcción del templo. Muchas veces, el Señor hace lo mismo con nuestras vidas, al enviar situaciones difíciles para que avancemos. 1:12 Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová. En este período, Israel fue bendecido con gobernantes temerosos de Dios que obedecieron la palabra del Señor, y llevaron al pueblo por los caminos de Dios. La clave de la prosperidad está en tener líderes piadosos capaces de llevar a cabo la voluntad de Dios. Por tanto, debemos orar la oración de Jeremías 3:15, para que el Señor nos dé pastores conforme a su corazón, que alimenten al pueblo de Dios con sabiduría y entendimiento.

16 16 Profetas Menores III Parte 2 YO ESTOY CON USTEDES (1:13-15) 1:13 Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová. Si nos volvemos al Señor, Él se volverá a nosotros; estará con nosotros si obedecemos Su voz y ponemos Su obra en primer lugar. 1:14-15 Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios, en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío. Salmos 69:9 dice: Me consumió el celo de tu casa. Dios desea despertar nuestros corazones para hacer la obra que se ha propuesto hacer a través de nuestras vidas. El celo de Dios debe consumirnos de modo que no descansemos hasta ver cumplida la voluntad de Dios. David experimentó enorme celo por la obra del Señor, al decir en Salmos 132:3-5: No entraré en la morada de mi casa, ni subiré sobre el lecho de mi estrado; no daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento, hasta que halle lugar para Jehová, morada para el Fuerte de Jacob. Debemos pedir al Señor que nos dé este mismo celo por ver completada la obra de Dios. Parte 3 LA GLORIA DE LA CASA POSTRERA SERÁ MAYOR QUE LA DE LA PRIMERA (2:1-9) 2:1-3 En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? No es ella como nada delante de vuestros ojos?. Después que los judíos reconstruyeron el templo los ancianos lloraban, porque habiendo visto el Templo de Salomón, no podían compararlo con la gloria del templo restaurado. Los jóvenes que no habían visto el Templo de Salomón se regocijaron porque ahora tenían un templo; no tenían otro modelo con qué compararlo. La presencia de Dios no fue tan fuerte en el templo restaurado como en el Templo de Salomón, lo que también se aplica a la era de la Iglesia. La Reforma bajo Martín Lutero, cuando la verdad de la justificación por fe fue restaurada, fue como nada en comparación con la gloria de Dios que se manifestó en la era de la Iglesia del Nuevo Testamento.

17 El libro de Hageo 17 2:4-5 Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis. El versículo 5 es un precioso pasaje de lo cual habla también Isaías 59:21: El Espíritu mío que está sobre ti. Debemos hacer pacto con Dios y pedir que Su Espíritu permanezca siempre sobre nosotros. 2:6-7 Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Este pasaje (Hag. 2:6) se cita en Hebreos 12:26. Hasta cierto punto, esto sucedió cuando se reconstruyó el templo. 2:8-9 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos. Estos versículos tienen dos cumplimientos y aplicaciones principales: una aplicación literal, natural y otra espiritual. Abraham tuvo dos simientes: una simiente natural (Israel) y otra espiritual (la Iglesia). Casi todas las promesas a Israel tienen un cumplimiento en la Iglesia, ya que la Iglesia es el Israel de Dios (Gal. 6:16) y el templo del Espíritu Santo (1 Co. 3:16-17; 6:19). Este versículo se aplica literalmente a la construcción del templo del Milenio que Ezequiel vio y describió en su libro (Ezequiel caps ). La casa postrera (el Templo del Milenio) será más gloriosa que la casa primera (el Templo de Salomón). El templo que Ezequiel describe es un templo literal y no un templo espiritual, porque el Señor declara que toda la plata es Suya. La plata no es necesaria para construir un templo espiritual. Israel será restaurado en el reino milenario de Cristo y será el centro del mundo. El rey David, quien recibió el modelo del Templo de Salomón e hizo los preparativos para su construcción, resucitará, reinará con Cristo como el príncipe de Israel y participará en la construcción del templo del Milenio. No es posible que este versículo se refiera al templo de la Tribulación que será construido en Israel en los últimos tiempos, donde el Anticristo ofrecerá la Abominación Desoladora. El templo que el Señor describe en Hageo es un templo que Él construye y llena con Su gloria. La aplicación espiritual de este versículo es que la gloria de la Iglesia de los últimos tiempos será mayor que la gloria de la Iglesia primitiva. Existen muchos versículos y profecías que lo confirman, entre los que se encuentra Joel 2:28-29: Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Jesús dijo en Juan 14:12: De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. El maestresala de la fiesta de bodas dijo a Jesús en Juan 2:10: Tú has reservado el buen vino hasta ahora. Del mismo modo, Jesús reserva el mayor derramamiento de Su Espíritu para la Iglesia de los últimos tiempos. Israel experimentó gran gloria en el Templo de Salomón y luego entró en un período de oscuridad (perdiendo la gloria de Dios), al que siguió la restauración del templo. Del mismo modo, la Iglesia experimentó gran gloria en la era del Nuevo Testamento, pero luego entró en una etapa de gran oscuridad,

18 18 Profetas Menores III especialmente durante la Edad Media. La restauración de la Iglesia comenzó con Martín Lutero durante la Reforma, y continuó con los avivamientos de John Wesley, el Avivamiento de la calle Azusa y el Avivamiento de Gales a principios de 1900, el avivamiento de sanidad en la década de 1940 y la Renovación Carismática en la década de La era de la Iglesia culminará con su completa restauración, cuando la Iglesia alcance la plenitud de su gloria, unidad y madurez. En los últimos tiempos, la Iglesia experimentará la lluvia tardía del derramamiento del Espíritu de Dios, como se describe proféticamente en Joel 2:23: Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Santiago 5:7 dice claramente que el Señor no volverá hasta que se produzca la lluvia tardía del derramamiento del Espíritu: Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. La Iglesia experimentará gran gloria en los últimos tiempos. La promesa de Isaías 60:1-2 se aplica también a la Iglesia: Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. El Señor Jesús regresará para buscar a una Iglesia gloriosa, una Novia sin mancha ni arruga, como vemos en Efesios 5:27: A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

19 El libro de Hageo 19 Parte 4 DESDE ESTE DÍA LOS BENDECIRÉ (2:10-19) 2:10-14 A los veinticuatro días del noveno mes, en el segundo año de Darío, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo: Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será. Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Jehová; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo. Aun después de ser restaurados, los judíos no estaban limpios; no caminaban en justicia delante del Señor. 2:15-17 Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová. Antes que sucediesen estas cosas, venían al montón de veinte efas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había veinte. Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice Jehová. El propósito final de las dificultades de Israel era hacerlos volver al Señor. Aun después que regresaron a Jerusalén, los judíos no se consagraron de manera completa al servicio del Señor; estaban más preocupados por construir sus propias casas que por edificar la de Él. Aun después de todo lo que había hecho por ellos, continuaban rehusándose a seguirlo con todo su corazón. 2:18-19 Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón. No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía; mas desde este día os bendeciré. El Señor declara que los judíos eran impuros por haber desobedecido Su orden de reconstruir el templo. Sin embargo, porque se arrepintieron y reedificaron el templo, Dios promete bendecirlos. El poner la obra de Dios en primer lugar libera Su bendición sobre nuestras vidas. Amado, Dios también quiere sacarlo de su cautividad; Él quiere restaurarlo a todas sus bendiciones sobre usted, y sobre todo, a Su presencia. Quizá ha estado alejado del Señor o está volviendo a Él con un corazón quebrantado. Dios quiere que usted sepa que desea restaurarlo y derramar ríos de agua viva sobre su corazón sediento. Dios quiere volver su desierto en un frondoso jardín y poner una canción nueva en su corazón. Dios quiere darle la promesa de Hageo: desde este día os bendeciré. Vuélvase hoy al Señor con todo su corazón y experimentará nuevamente la bondad de Dios en su vida.

20 20 Profetas Menores III Parte 5 DIOS HARÁ TEMBLAR LOS CIELOS Y LA TIERRA (2:20-23) 2:20-22 Vino por segunda vez palabra de Jehová a Hageo, a los veinticuatro días del mismo mes, diciendo: Habla a Zorobabel gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano. Zorobabel pertenecía a la línea real de David, y habría llegado al trono si Jerusalén no hubiera sido vencida; sin embargo, ahora gobernaba el rey de Persia, y Zorobabel perdió su derecho al trono de Judá. 2:23 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos. Aquí el Señor hace una promesa a Zorobabel. En la antigüedad, el anillo de sellar era muy importante, y se utilizaba para firmar y sellar documentos presionando el anillo sobre cera caliente, lo que permitía hacer una impresión del anillo en la cera. Básicamente el Señor estaba diciendo a Zorobabel: Quizá hayas perdido tu trono terrenal el cual era tuyo por derecho de nacimiento, pero cuando Yo regrese, estarás junto a Mí como Mi anillo de sellar. Podrás hablar y actuar en mi nombre. Esta promesa hecha a Zorobabel no se cumplió durante su vida, sino que tendrá su cumplimiento durante el Milenio. Muchas de las promesas que el Señor nos da no se cumplirán en nuestra etapa de vida terrenal, pero se cumplirán durante el reinado milenario de Cristo sobre la tierra, en el período de los cielos nuevos y la tierra nueva.