XXI Asamblea General de la IEMA Dios nos guiará por sendas de Justicia

Transcripción

1 XXI Asamblea General de la IEMA Dios nos guiará por sendas de Justicia ESTUDIOS BÍBLICOS 1) Sobre sendas, justicia y la voluntad de Dios (Aclarando términos) El salmo 23, tal vez uno de los más conocidos y memorizados en el mundo entero, es acaso también el que más haya contribuido a una visión personal de la relación con Dios. El pronombre posesivo de la primera persona del singular abunda en sus versos. De hecho nada de malo hay en esto, más aún cuando reconocemos que la decisión y compromiso como respuesta al llamado de Dios, debe ser necesariamente personal. Sin embargo debemos también reconocer que la línea con la que solemos separar lo personal de lo individual es, a veces muy delgada. Por eso, ciertamente así como afirmamos que la relación con Dios es necesariamente personal, con la misma convicción debemos apurarnos a decir: pero en absoluto es individual. El Evangelio de Cristo no reconoce otra religión que la social ni otra santidad que la santidad social. Este mandamiento tenemos de Cristo: que el que ama a Dios, ame también a su hermano Afirmaba Juan Wesley en sus escritos. Queriendo resaltar con esto el hecho de que la fe cristiana nace de una respuesta personal al llamado de Jesucristo, pero se construye socialmente, en comunidad. Las lecturas individualistas que ha sufrido por siglos el salmo 23, por cierto no hacen justicia al sentido profundamente social que este posee. En principio porque la primera persona del singular no refiere a un individuo, sino a un colectivo: es el pueblo de Dios que está hablando, el pueblo que a lo largo del AT se reconoce como ovejas de su prado (Salmo 95, 7 ; 100,3, etc). Nunca el gran pastor del AT, ni del NT lo es de una sola oveja sino de un rebaño. La sola afirmación El Señor es mi pastor, revela que el salmista está hablando en nombre del pueblo al que representa. Pero además, es sumamente elocuente la afirmación del verso 3 que da el título a estos estudios y el lema a nuestra próxima Asamblea: 1

2 El mismo Dios que no acompaña, nutre y conforta, también nos hace caminar por sendas de justicia. Esto es: nos desafía. Los términos, sendas, senderos en hebreo nathiyb nacen con una connotación negativa, la raíz de la palabra denotaba trampa. Eran los senderos desconocidos que un viajante desprevenido podía tomar desviándolo del camino principal derek poniendo así en riesgo su vida. Esta antigua connotación está presente en algunos proverbios que recogen tradiciones arcaicas, como por ejemplo el 2, 13 Para librarte de los que abandonan los caminos rectos para andar por sendas tenebrosas Sin embargo la literatura posterior cambia el sentido de la expresión. Esta se transforma así en un complemento, o más aún en un sinónimo de camino y adquiere una significación positiva, son las sendas que Dios abre o que invita a abrir para rectificar la dirección del extraviado. y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. (Hebreos 12, 13) De esta manera el término senda o sendero queda íntimamente ligado a la idea de una opción de fe, una opción moral, una forma de vida guiada por Dios y de la cual el pueblo de Israel solía apartarse a menudo: Así dijo Jehová: «Paraos en los caminos, mirad y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino. Andad por él y hallaréis descanso para vuestra alma (Jeremías 6,16), también el Salmo 25, 4: Muéstrame, Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Así, sendas, caminos, veredas rectas o torcidas son todas alusiones metafóricas que remiten en definitiva a una manera determinada de caminar por la vida: No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz. (Isaías 59:7-9) Ahora bien si al término sendas el cual de por sí tal como dijimosestá cargado con un fuerte sentido moral, se le suma el adjetivo justas o de justicia el cuadro resultante revelará el profundo sentido comunitario que esta salmo desea comunicar. En el Antiguo testamento la palabra justicia tiene dos acepciones. Una de ellas está dada por la palabra hebrea mishpat, y por otra: tzedaká. La primera. Mishpat es comúnmente traducida como ley, pero su sentido es el de justicia en cuanto a una orden o regulación, 2

3 es la decisión de un juez a la hora de dictar sentencia, son las enseñanzas en el sentido que le da (Génesis 18, 19), o las acciones justas de (Deuteronomio 32, 4), la palabra posee un carácter más bien normativo. En cambio la palabra hebrea tzedaká posee otro sentido. Está más vinculado a lo social y a la necesidad de velar por la equidad, tiene un peso ético, más que jurídico-legal, es el doble grito de Yavé en (Dt 16,20) requisito ineludible para ser pueblo de Dios. Los sabios judíos afirmaban que la tzedaká es la suma de todos los mandamientos combinados. Es la palabra que usa el salmista cuando dice: me guiará por sendas de justicia. La tsadaq es en definitiva la convocatoria ética que Dios realiza para que sus hijos e hijas la adopten como estilo propio de vida. El Nuevo Testamento cuando tiene que traducir al griego tzedaká utiliza la palabra dikaiosune la cual conserva el sentido de la acepción hebrea. La utiliza Jesús cuando se refiere a llevar una vida dispuesta en favor de otros, sin medir las consecuencias. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. (Mateo 5, 6 y 10) y también dikaiousune es el estado de equidad en las relaciones generadas por la presencia del Reino de Dios, lo cual debe ser buscado incansablemente por los cristianos (Mateo 6, 33). También la palabra era usada para referirse a la justicia, como un estado de perfección o pureza moral auto-lograda,. por ejemplo, por los fariseos, por eso Jesús advierte: porque si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos nuca entrarán al reino de Dios (Mateo 5, 20). En este mismo sentido pero desde una acepción positiva utiliza el término Pablo particularmente en la carta a los Romanos. En los escritos de Pablo la palabra dikaiosune posee un sentido peculiar, Pablo despega su sentido del ámbito de lo social, como estaba dado en Jesús, y lo asocia al nuevo estado de salvación que el cristiano obtiene al creer en Jesucristo. De esta manera la dikaiosune para Pablo es la gracia de Dios que transforma en justa a la persona que por sus méritos nunca lo sería. De allí el término justificación. De lo que se deduce, aunque Pablo no lo dice demasiado claro, es que el ser humano justificado por Dios, no puede hacer otra cosa que vivir en justicia. O, diciéndolo de otro modo: si el ser humano no vive en justicia es que no ha sido justificado. En este sentido: Las sendas de justicia son fe encarnada 3

4 A través de la línea profética y su continuidad en el mensaje de Jesús, el transitar sendas de justicia no es una opción independiente de la fe, sino que es un requisito ético constitutivo de la propia fe, es su prueba verificadora. Es una manera de vivir que revela la voluntad de Dios, o la opaca en caso de no transitarlas: Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios (Miqueas 6, 8). También Amós advierte sobre el peligro de una vida religiosa, sin su correlato de compromiso ético: Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. Lo que quiero es que corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo. (Amós 5, 23) El profeta Isaías destaca aún más filosamente la necesidad de una vida justa como requisito previo a la obtención del perdón de Dios: Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. (Isaías 32, 16-18). Dios quiere guiarnos por sendas de justicia, esa es su voluntad. Desea que todos podamos disfrutar de su compañía y al mismo tiempo vernos desafiados por su voluntad. La única posibilidad que los hijos de Dios tienen para proclamar su fe es transitando senderos de justicia. De lo contario las palabras serán solo sonidos desechables para Dios. (Mateo 7,21) Este último texto destaca también la expresión la voluntad de mi Padre o la Voluntad de Dios. Algunas lecturas pietistas han llevado a concebir la voluntad de Dios como una necesidad interior de descubrir un plan que Dios tiene preparado para cada persona. La necesidad de una guía cotidiana para saber qué debo hacer o qué decisión tomar en cada ocasión. Una práctica que, por lo general utiliza la Biblia como una excusa o peor aún, como una perinola de adivinación. Sin embargo hay otra manera de saber lo que Dios espera de nosotros y es comprendiendo el sentido global que posee la Palabra de Dios, esto es el testimonio de un pueblo luchando consigo mismo para entender los senderos por los que Dios lo ha guiado y continúa 4

5 haciéndolo. En la Biblia en términos generales y en particular en la enseñanza profética, la voluntad de Dios es transitar por sendas de Justicia. Aún en la traducción vaga y demasiado libre que presenta la versión de la Biblia Dios habla hoy, (no es la mejor versión para nuestros estudios) es significativa la manera en que traduce Mateo 6, 33. La traducción libre expresa: Por lo tanto pongan toda su atención en el Reino de Dios y en hacer todo lo que Dios exige Con esta traducción, la versión equipara el término original y su justicia con hacer lo que Dios exige Entonces, Qué es lo que Dios quiere o exije? lo que yo quiero es desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo. Que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano. Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. (Is 58, 5-8) En definitiva la voluntad de Dios es que podamos encarnar nuestra fe transitando sendas de justicia. Como afirmaba Juan Wesley: La visibilización de la fe, se da a través de las obras de amor, y las obras de amor y de misericordia, a lo largo de toda la Biblia se expresan siempre en la práctica de la tzedaká Aplicación: 1. Antes de leer el estudio, compartir con el grupo: - qué nos sugiere en lenguaje cotidiano la palabra sendas - qué entendemos por justicia 2. Leemos con nuestro grupo el estudio para luego discutir: - coinciden nuestras apreciaciones previas sobre las expresiones sendas y justicia con las interpretaciones del texto bíblico? - qué implicaciones éticas concretas personales y comunitarias- tiene entender el texto de esta manera? Compartamos ejemplos que representen reales desafíos para nuestras vidas. 5

6 3. Sugerimos la confección de un póster que pueda sintetizar la frase lema de la XX Asamblea. 6