Arturo Buitrón Paisaje rizoma

Transcripción

1 Arturo Buitrón Paisaje rizoma Fundación Sebastián A. C. 4 de julio de 2013

2 Rizoma total. Encáustica, óleo, acrílico y papel / tela y madera. 200 x 488 cm. Serie: Paisaje rizoma, Políptico de 8 piezas de 200 x 61 cm.

3 ARTURO BUITRÓN, EL PAISAJE SALVAJE Avelina Lésper El paisaje es fluido, móvil, inasible, se fuga, se transforma, y se revela de su propia presencia. El paisaje no es algo estático que pertenezca a un espacio. Es una fatalidad que el universo que nos rodea exista antes que nosotros mismos, y que seamos necesarios al entorno en la medida en que tengamos la capacidad de aportarle conocimiento. Lo sabemos, lo estudiamos, lo enfrentamos, y con una comprensión razonada y sensorial entramos en su configuración inestable. Esta emancipación constante la compartimos con el entorno, nosotros cambiamos y nuestros puntos de vista evolucionan, somos tan inestables e impredecibles como la naturaleza y el paisaje. Arturo Buitrón pinta paisajes, naturalezas que se amplifican o se reducen al grado de perder la noción clara de sus formas. Buitrón abstrae al paisaje. Este trabajo de reinvención del entorno es deliberado, para Buitrón no es suficiente lo que ve, no le basta lo que le rodea, no le satisface la naturaleza en su presencia bucólica. Sus paisajes tienen las pulsaciones de las células que vemos a través de un microscopio o la síntesis que plantea una toma aérea. No podemos determinar desde qué punto está viendo, si se paró enfrente de la maleza o la amplificó a tal grado que es el fragmento de una toma monumental. Esta alteración de la presencia perenne del paisaje hace que la pintura sea una creación casi autónoma del tema, las pinturas de Buitrón son pintura pura, no se preocupa por la mimesis, investiga en la esencia de la noción de un paisaje, en eso que existe antes de que lo conceptualizáramos como tal, de que fuera domado por una definición. La fugacidad de sus formas hace que entendamos que el paisaje no puede estar estático, que crece, se degrada, se ve afectado por las estaciones del año. Lo que Buitrón indaga es que, además, el paisaje no tiene que responder a la naturaleza, no es una investigación de la flora de un sitio en específico, es la atmósfera de lo que un paisaje significa, de lo que implica esa maleza salvaje, Pastizal, (serie Paisaje sin horizonte, 2007)

4 que no puede ser tocada ni domesticada, de los colores de la savia que se alteran con la luz, de la presencia feroz de los follajes. Esa atmósfera nos remite a que en el arte el entorno es un estado de ánimo porque es un camino para manifestar emociones. Esa fiereza de la flora es la vida subterránea de la pintura, es trabajar en la entraña del cuadro, es un lenguaje que se describe paralelo a la emoción pictórica. Si la maleza crece aparentemente anárquica, si en Horizonte número 1, 2013, el mar se revienta sin un plan predecible o el Nocturno, (serie Paisaje rizoma, 2008) tiene la fosforescencia de la clorofila que la luz de la luna alumbra y hace surgir, es porque pintar no es un ejercicio testimonial, es un trabajo creador de lo que no somos capaces de ver en la vida inmediata. Para ver esto necesitamos del arte. Las Hespérides cuidando dentro y fuera de la naturaleza La relación íntima con la naturaleza promete la vida eterna, y ofrece algo más, el privilegio de conservar la juventud e inocencia, la pureza. Promesa fantástica que, sin embargo, se rompe cada vez que maltratamos al entorno. El jardín que cuidaban las ninfas Hespérides es un lugar mítico, y como todos los sueños, aún estamos a tiempo de buscarlo. El jardín es una invención que intenta capturar a la flora como a un animal dentro de una jaula. Estas ninfas eran las cuidadoras, entre otras cosas de la luz que iluminaba al jardín, la del amanecer, del atardecer, los reflejos de la luna. Los frutos crecían con sus cantos, los colores se enamoraban de sus voces. La pintura cuida hoy del paisaje, lo procura, hace que exista. La naturaleza está ahí, y va a seguir ahí porque los desastres son para advertirnos que nos enfrentamos a algo más grande que nuestra mísera estatura. Arturo Buitrón cuida que el paisaje artístico exista, lo hace presente en un acto de revolución creadora. Estamos frente a un género pictórico que se aborda poco porque las vanguardias lo despreciaron como un recurso decorativo y porque el paisaje exige de una aportación muy osada para que salga de los cánones. Entonces el paisaje es muy difícil y eso ahuyenta a muchos artistas. Buitrón se arriesga con una visión que se sumerge en la configuración orgánica del entorno, en sus moléculas, en sus reacciones, y en otros elementos que también son paisaje y que no vemos. Rizoma rojo (2009) y Lava (2011), son visiones de la naturaleza que no podemos contemplar en una condición normal y que tal vez no

5 veríamos como convencionalmente se piensa de la vista panorámica de un lugar. Para Buitrón la erupción de un volcán, la lava que brota destruyendo y creando piedras nuevas a su paso es una forma de captar a la naturaleza en su indomable presencia. Los tonos de Rizoma rojo (2009), que también podrían ser la violencia de la expresión natural que no tiene límites, que no conoce reglas, es naturaleza, es temperamento vital. No sabemos de qué parte del paisaje fue extraída, no sabemos cómo la vio, pero está presente porque la pintura es para eso, para representar lo que la mente es capaz de reinventar. Del código creativo y el código técnico Este acercamiento con una vida orgánica que no tiene descanso, que no detiene su formación y deformación, debe recrearse con medios técnicos que nos den la noción precisa y también metafórica de lo que sucede. Es parte del misterio del arte, porque la pintura nunca dice cómo es algo con los elementos obvios de ese algo, la descripción es una audacia de la creación. Para que el espectador sienta qué sucede con el paisaje, con sus diferentes planos, con la fuerza de sus elementos, la técnica es indispensable, la selección de los colores, la decisión y la impetuosidad con la que se plasma. Buitrón decidió que esto lo puede expresar mejor con la encáustica. Así los rojos que chorrea la lava del volcán, las ramas de una maleza informe, la violencia de la aguas marinas se revuelven en ceras con pigmentos, espesas, táctiles que se extienden generosas en el lienzo. Estos relieves nos acercan al placer que el artista experimenta con el uso de los materiales cuando los controla como una relación de complicidad. Él mismo se reconoce vicioso de trabajar con el lienzo, con el aroma de las ceras, con la experimentación constante con los pigmentos y las temperaturas. Llevando el experimento al límite de la pérdida, del error y el acierto que alimentan las opciones creativas. Esta aventura se vive como la exploración en las posibilidades de expresión. Los materiales se definen con la intención, se piensan en función de lo que el artista quiere decir y quiere mostrar, no hay accidente. Si la encáustica, con materiales naturales, le da a Buitrón la posibilidad de inventar un paisaje matérico, en relieves que nos evocan la vida que respira, fue un reto que asumió para llevarlo lo más lejos posible. Esto nos entrega pinturas vivas, que se sienten, que hay que disfrutar como el jardín de las Hespérides.

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7 Rizoma de la montaña. Encáustica, óleo y acrílico / tela. 150 x 140 cm. Serie: Paisaje rizoma,

8 8 Paisaje del jubileo. Encáustica / tela. 110 x 160 cm. Serie: Jubileo, 2000.

9 Horizonte número 1. Encáustica y óleo / tela. 117 x 168 cm. Serie: Paisaje rizoma, Colección: Jorge Luis Fuentes. 9

10 10 Tiempo cero. Encáustica y óleo / tela. 207 x 137 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2013.

11 11 Círculo abierto. Encáustica y óleo / tela. 207 x 137 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2013.

12 12 Apaisajado. Encáustica y óleo / tela. 137 x 207 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2012.

13 13 Lava. Encáustica / tela. 200 x 200 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2011.

14 14 Paisaje rizoma en azul. Encáustica y óleo / tela. 130 x 200 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2010.

15 15 Rizoma rojo. Encáustica / tela. 110 x 160 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2009.

16 16 Paisaje rizoma II. Encáustica y óleo / tela. 130 x 200 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2010.

17 17 Amazónico. Encáustica / tela. 150 x 100 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2008

18 18 Bodegón. Encáustica y óleo / tela. 117 x 168 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2012.

19 19 Invierno 6:30 pm. Encáustica y óleo / tela. 120 x 150 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2012.

20 20 Rizoma y torso. Encáustica, óleo, acrílico y papel / tela. 170 x 140 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2011.

21 Rizoma con estructura roja. Encáustica, óleo, acrílico y papel / tela. 142 x 180 cm. Serie: Paisaje rizoma,

22 22 Rizoma de punto rojo. Encáustica / tela. 100 x 110 cm. Serie: Paisaje rizoma, Colección: Familia Flores Orozco.

23 23 Rizoma intervenido. Encáustica / tela. 120 x 100 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2011.

24 24 Tríptico Rizoma. Encáustica / tela. 120 x 248 cm. Serie: Paisaje rizoma, piezas de 120 x 80 cm.

25 Rizoma de tres capas. Encáustica, óleo, acrílico y papel / tela y madera. 154 x 153 cm. Serie: Paisaje rizoma, Políptico de 30 piezas de 24 x 29 cm. 25

26 26 Políptico rizoma. Encáustica / tela. 177 x 268 cm. Serie: Paisaje rizoma, Políptico de 6 piezas de 86 x 86 cm.

27 27 Rizoma nocturno. Encáustica / tela. 177 x 268 cm. Serie: Paisaje rizoma, Políptico de 6 piezas de 86 x 86 cm.

28 28 Rizoma de un punto. Encáustica, óleo, acrílico y papel / tela y madera. 182 x 178 cm. Serie: Paisaje rizoma, Políptico de 48 piezas de 21 x 28 cm.

29 3/4 s primarios. Encáustica, óleo, acrílico y papel / tela y madera. 206 x cm. Serie: Paisaje rizoma, Políptico de 56 piezas de 24 x 28.5 cm. 29

30 30 Rizoma en layers. Encáustica, óleo, acrílico y papel / tela y madera. 128 x 184 cm. Serie: Paisaje rizoma, Políptico de 30 piezas de 24 x 29 cm.

31 Políptico courant. Encáustica, óleo, acrílico y papel / tela y madera. 128 x 184 cm. Serie: Paisaje rizoma, Políptico de 30 piezas de 24 x 29 cm. 31

32 32 Tres. Óleo / tela. 157 x cm. Serie: Paisaje rizoma, Tríptico de 49 x cm. c/u.

33 33 Paisaje rizoma. Encáustica / tela. 182 x 253 cm. Serie: Paisaje rizoma, Colección: Familia Cervera Berzunza.

34 34 Nocturno. Encáustica / tela. 90 x 120 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2008.

35 35 Pastizal. Encáustica / tela. 110 x 160 cm. Serie: Paisaje sin horizonte, Colección: Familia Flores Orozco.

36 36 Paisaje aéreo. Encáustica y óleo / tela. 110 x 130 cm. Serie: Paisaje sin horizonte, 2009.

37 La fragua. Encáustica, plomo y cobre / tela. 240 x 363 cm. Políptico de seis piezas. Serie: Jubileo,

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39 39 Rizoma primario azul. Rizoma primario rojo. Rizoma primario amarillo. Agua fuerte y agua tinta. Imagen: 97 x 39.5 cm. Papel: 117 x 54 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2013.

40 40 Tríptico sin titulo. Agua fuerte y agua tinta. Imagen: 60 x 40 cm. Papel: 67.5 x 54.5 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2012.

41 41 Místico. Rizoma de trazo libre. Agua fuerte y agua tinta. Imagen: 60 x 40 cm. Papel: 67.5 x 54.5 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2012.

42 42 Rizoma. Azul. Agua fuerte y agua tinta. Imagen: 60 x 40 cm. Papel: 67.5 x 54.5 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2012.

43 43 Azul II. Laberinto. Agua fuerte y agua tinta. Imagen: 60 x 40 cm. Papel: 67.5 x 54.5 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2012.

44 44 Sólido amarillo con blanco sobre blanco. Sólido rojo con blanco sobre blanco. Agua fuerte y agua tinta. Imagen: 97 x 39.5 cm. Papel: 117 x 54 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2013.

45 45 Solidos en negro. Solidos en rojo. Agua fuerte y agua tinta. Imagen: 97 x 39.5 cm. Papel: 117 x 54 cm. Serie: Paisaje rizoma, 2013.

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47 Arturo Buitrón Nació en la Ciudad de México en Es egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y desde 2010 es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) con su proyecto Paisaje rizoma. De 1983 a la fecha ha realizado más de 40 exposiciones individuales; destacan entre ellas Dos años y un día (Centro de Arte Contemporáneo El Piramidón, Barcelona, 1995), Círculo abierto, Bajo la luz de Montserrat (Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, Morelia, 1996), Jubileo (Museo Universitario del Chopo, 2000), La Isla (Zócalo de la Ciudad de México, 2002; Instituto Michoacano de Cultura de Morelia, 2003), y Cenital (World Trade Center, 2009); la más reciente Paisaje, se llevó a cabo en la Galería de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) en Ha participado en 44 exposiciones colectivas en espacios como la Fundación Cultural de la Caixa de Terrasa (Barcelona), la Galería Moret (Tarragona), el Centro Cultural La Santa (Barcelona), y en México, el Museo de Monterrey, la Galería Luis C. Morton, el Palacio de Bellas Artes, la Galería Arte AC. en Monterrey, el Centro Cultural San Ángel, el Museo de Arte Contemporáneo Carrillo Gil, la Galería Casa Frissac, la Galería Óscar Román y el Museo de Arte Moderno. En 2006 formó parte de la muestra urbana Cow parade, en 2008 participó en la exposición-subasta de la Fundación Mexicana de Ayuda a Niños Contra el Cáncer y en el mismo año, en la exposición Arte Vivo en el Centro de Diseño Alemán. En 2010 formó parte de la muestra Carne (Antiguo Palacio del Arzobispado) y en 2011 fue seleccionado para la V Bienal Nacional de Artes Visuales de Yucatán. Su obra forma parte de colecciones del Museo Alfredo Zalce de Morelia, el Museo Universitario del Chopo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la Secretaría de Relaciones Exteriores (mural Ollin en la embajada de México en Lisboa, Portugal), la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, la Delegación Xochimilco y el Centro de Arte Contemporáneo El Piramidón de Barcelona, España. Ha dado cursos de dibujo y pintura en el D.F., al interior de la República y en Barcelona. Participó en el Coloquio Interamericano Fotografía, en una la exposición itinerante por América Latina organizada por el Centro de la Imagen. En 1996 obtuvo la beca de Jóvenes Creadores del Fonca. En 2000 fue becario del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del Fonca y de la Fundación Cultural Bancomer. En 2002 obtuvo una beca del programa Arte por todas partes de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

48 Texto Avelina Lésper Diseño Brígida Recamier Fotografía Rogelio Cuéllar Impresor de obra gráfica Arturo López Velázquez Proyecto apoyado por Fondo Nacional para la Cultura y las Artes Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte Impreso y hecho en México, 2013 Agradezco el cariño y el apoyo de mis amigos que han hecho posible esta exposición y la elaboración del presente catálogo, Pilar Jiménez Trejo, Brígida Recamier Díaz de León, Isadora Cuéllar, Virginia Pérez Delgado, Miguel López, Armo Diseño S.A. de C.V., Luciano Contreras, Titán, Sofía Orozco y Ricardo Flores; especialmente a la Fundación Sebastián A. C. por recibir mis últimos trabajos en sus muros. A Guadalupe Belmont de Buitrón y José Buitrón Montfort por su incondicional apoyo y complicidad.