rónicas de viaje. Tras la huella de Don Antonio Martínez Arredondo. Por Dr. José Antonio Quintana Crónica I

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Ana Moreno Hernández
hace 8 años
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1 C rónicas de viaje. Crónica I Tras la huella de Don Antonio Martínez Arredondo. Por Dr. José Antonio Quintana Financiar un sueño bello y costoso. Presupuestar una necesidad historiográfica. Y sin dinero; más bien, sin divisas. Entonces se nos ocurrió acudir a la sensibilidad humana, a la solidaridad de amigos e instituciones: y resultó. Una obra buena y auténtica encuentra crédito en los corazones grandes. La parte más costosa y difícil del proyecto acerca de la vida y la obra del Doctor Don Antonio Martínez Arredondo ha sido posible gracias a la generosa colaboración de las siguientes empresas e instituciones: - Empresa AirEuropa - Ilustre Colegio de Veterinarios de España - Ballet Nacional de Cuba - Ilustre Colegio de Veterinarios de Cádiz - Ilustre Colegio de Veterinarios de Zaragoza - Ilustre Colegio de Veterinarios de Valladolid - Ilustre Colegio de Veterinarios de Madrid - Veterinaria.org de Málaga - Virbac (Cuba) - B. Pharma (Cuba) - Consejo Científico Veterinario de Pinar del Río A todos, gracias. En breve vuestro aporte cuajará en sabroso fruto histórico cultural.

Una obra buena y auténtica encuentra crédito en los corazones grandes.

2 Crónica II Madrid. Arribamos a la capital de España el 8 de marzo. Allí estaban los amigos y la familia; José Luis, Rómulo, Ramón. Pronto nos quedamos solos con el Doctor José Luis Iglesias, el anfitrión oficial, el cual se convertiría en un facilitador permanente, un diligente y eficiente partner y, desde luego, un noble amigo. De Barajas nos condujo a la Terminal de Atocha, en donde debíamos tomar el AVE (tren de alta velocidad) que nos conduciría hasta Jerez de la Frontera. En la propia terminal de trenes, el Teniente Iglesias nos organizó un almuerzo rápido, agradable y muy entretenido. Fue en el área arbolada que sale a la calle Atocha, un espacio que serena la dinámica general del lugar. Con un abrazo cálido nos despidió José Luis. Ni él ni nosotros podíamos imaginar lo que se nos avecinaba. La vida es impredecible. En un santiamén mutan los proyectos más seguros y los roles del éxito y el fracaso se invierten. Pero esto lo veremos en la crónica siguiente.

De Barajas nos condujo a la Terminal de Atocha, en donde debíamos tomar el AVE (tren de alta velocidad) que nos conduciría hasta Jerez de la Frontera.

3 Crónica III El AVE, tan puntual, no salió. No salía. A Moreno, que fue a saber qué pasaba le dieron distintas versiones: problemas en la vía; fuego en un túnel; descarrilamiento. Que nos llevarían hasta un punto en tren, luego en ómnibus y en Córdoba de nuevo en el AVE. Pero nada sucedía y decenas de pasajeros perdían la paciencia. Nos ordenaron subir al tren, pero este no salía. Cada 15 minutos la megafonía les decía a los pasajeros que si renunciaban al viaje le devolverían el pasaje íntegro. Algunos renunciaron. La mayoría permaneció en los coches. Nosotros estábamos obligados a permanecer allí. La ansiedad crecía. Los pasajeros españoles comenzaron a plantear demandas: tapas, refrigerios, bebidas. El empleado de RENFE a cargo ordenó repartir agua y audífonos (!). La gente hacía llamadas a la prensa, a su casa, a la administración de RENFE. La compañía negaba su responsabilidad. Decía que los trenes eran de ella pero las vías le pertenecían a otra empresa. Corrían especies acerca de salidas. Ahora sí. En cinco minutos. Lo cierto es que se había incendiado un túnel cerca de Córdoba. Seguían repartiendo agua y audífonos. Me hice de varios de estos aparaticos. Al fin, luego de 4 horas de retraso, protestas airadas, críticas a la Empresa, al gobierno y a la suerte, salió el tren. Ahora RENFE, debía llevar los pasajeros a su destino y reintegrarle el pasaje. No valió el mensaje megafónico.

Nos ordenaron subir al tren, pero este no salía. Cada 15 minutos la megafonía les decía a los pasajeros que si renunciaban al viaje le devolverían el pasaje íntegro. Algunos renunciaron.

4 Crónica IV Lola Flores es de aquí? Inquirió Moreno. Esa no es nadie respondió el taxista- Esa ni canta, ni baila ni ná; es una farsa y no la conocen en ningún lao. La que e buenísima e La Paquera, esa sí que e una artista. Después nos enteramos de la rivalidad entre los barrios de Lola Flores y La Paquera. El taxista vivía en el de esta última. Luego agregó: yo estuve en Cuba. El Ariel ese de ustedes es un dictaó. A Miami no deja ir a nadie, de Cuba no pue se salí. Qué Ariel es ese? preguntó Moreno. El de la barba, el de la Sierra, dijo el taxista. Ah, ese no es Ariel, es Fidel. Ese mismo. Bueno, y si es como tú dices cómo explicas que nosotros estemos aquí? No habló más. Así fue nuestra llegada a Jerez de la Frontera, tras 16 horas de viaje. Hacía un aire frío, cortante. Nos apeamos frente a la Residencia Militar. Estaba cerrada. Nos esperaban? Al poco rato estábamos instalados cómodamente en nuestras habitaciones. Moreno y Reinaldo salieron a explorar, a buscar un caldo caliente para cenar. Yo preferí dormir. A las tres de la mañana me despertó Reinaldo porque no había agua caliente en sus pilas. Sencillamente no sabía manipular las llaves. En la Residencia Militar pasamos 10 magníficos días. Un lugar de confort austero, limpio y pletórico de simpatía. Allí sentimos que estuvimos en casa. Nos atendieron con esmero y cariño. Todos, sin excepción. Y sobre todo, el carismático administrador Comandante José María Rivas, al que nunca olvidaremos.

Luego agregó: yo estuve en Cuba. El Ariel ese de ustedes es un dictaó. A Miami no deja ir a nadie, de Cuba no pue se salí. Qué Ariel es ese? preguntó Moreno.

5 Crónica V Cuando nos registramos en Residencia Militar había una nota en la carpeta para nosotros. Era de Andrés Flores, de Málaga, gerente de veterinaria.org. Nos anunciaba su inminente visita. Al siguiente día, domingo, ya estaba en Jerez. Venía acompañado de Victoria, su elegante e inteligente esposa. Y de dos amigos inolvidables; él, científico; ella, psicóloga; ambos, maravillosos. Andrés Flores está emparentado con los veterinarios pinareños por solidaridad consanguínea. Es nuestro hermano. Un hombre que sirve a la comunidad veterinaria con los recursos de la comunicación y difusión de ideas, noticias y material científico. Un humilde mecenas silencioso, lleno de ansias de contribuir al bien común. Malagueño como Picasso y Antonio Molina. Victoria y su amiga hicieron las delicias del día. Desaparecían por ratos. Sus esposos decían que para fumar. Luego descubrimos que, además de para eso, se esfumaban para buscar el bar adecuado para consumir unas tapas y un buen vino o el restaurante sosegado donde cenar Qué mujeres! Ejecutivas. Decididas. Cultas. El día terminó. Flores y du distinguida compañía emprendieron el largo regreso en automóvil hasta Málaga. Detrás quedaba la charla profesional, los comentarios sobre arte y los sentidos y melodiosos boleros cubanos.

Andrés Flores está emparentado con los veterinarios pinareños por solidaridad consanguínea. Es nuestro hermano.

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