CURSO DE FILOSOFÍA ELEMENTAL. Santiago Fernández-Burillo

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1 CURSO DE FILOSOFÍA ELEMENTAL Santiago Fernández-Burillo

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3 Índice general Prólogo por Antonio Orozco-Delclós XV 1. La inspiración filosófica. Filosofía en la calle La inspiración filosófica La filosofía en la calle La admiración, origen del filosofar El valor de la filosofía Filosofías previas El materialismo común La lógica del materialismo Ciencias y método analítico Limitación del análisis Del caos al superhombre..., pasando por el chimpancé Materialismo y creacionismo El esquema materialista Tras las palabras El culturalismo, o relativismo postmoderno Ciencias sociales y cultura El relativismo postmoderno Valoración del culturalismo Naturaleza y cultura. La actividad humana Lo natural y lo artificial El viviente que habla Seres naturales y seres artificiales Materia y forma Principio vital y cuerpo organizado Grados de vida Vivientes y artefactos mecánicos Descripción y definición de la vida Inmanencia, definición de la vida iii

4 iv ÍNDICE GENERAL 2.2. Vida humana y cultura El hombre, naturaleza inadaptada Definición de la cultura La esencia humana Tradición y diversidad cultural La cultura y las culturas ( civilizaciones ) El relativismo La responsabilidad de la cultura La sabiduría Ciencia y Filosofía Los grados del saber La naturaleza instrumental de la cultura La razón y el orden Las virtudes intelectuales: técnica, ciencia y sabiduría La función sapiencial: establecer prioridades Esbozo histórico de la filosofía Actitudes humanas y filosofía La Antigüedad clásica La Academia de Atenas Helenismo e ideal del sabio Epicureísmo La Patrística La Modernidad Kant y la especulación Fichte y la Acción moral Comte y el Progreso técnico Prioridad de la teoría Prioridad de la inteligencia La admiración: del mito a la teoría Tales y Pitágoras. Mirar la tierra desde los astros Sócrates. La admiración de saber que no somos Dios Recapitulación. Una definición clásica de la filosofía Universalidad de la filosofía Apéndice. Las ramas de la filosofía. Definiciones Cuadro esquemático del saber y sus grados Definiciones

5 ÍNDICE GENERAL v 4. La lógica del discurso humano Qué es la lógica Definición Lógica natural La lógica científica Objeto y método Partes de la Lógica formal Panlogismo Lógica del concepto El concepto y el término La significación Comprehensión y extensión de un concepto Equivocidad, univocidad y analogía de los términos Las ideas trascendentales Los universales El problema de los universales Las categorías o predicamentos Los predicables Oposición de ideas La definición Reglas La división Lógica del juicio o proposición El juicio y la proposición. La verdad Clasificación de los juicios y proposiciones Lógica del raciocinio o silogismo El raciocinio Leyes de la argumentación Las argumentaciones: inducción y deducción La teoría del silogismo Valoraciones El silogismo categórico Silogismo y álgebra de clases Principios del silogismo Silogismos (categóricos) incompletos y compuestos El silogismo hipotético La argumentación científica y la demostración Verdad y certeza. Lógica material Verdad formal y verdad material Filosofía del lenguaje y criteriología El criterio de certeza

6 vi ÍNDICE GENERAL Estados de la mente ante la verdad Certeza y voluntarismo Modernidad y criticismo Voluntarismo y racionalismo Empirismo y emotivismo Fe y palabra Sistemas idealistas Nihilismo y materialismo: El Final de la Historia Positivismo y pragmatismo Vida y comunicación El conocimiento El conocimiento y la utilidad El saber y su valor Positivismo y deshumanización Positivismo frente a humanismo El realismo filosófico y la cuestión crítica El realismo filosófico de J. Balmes Características del realismo filosófico Caracterización del escepticismo y del relativismo Valoración crítica del escepticismo Elementos de teoría del conocimiento Entender y discurrir Verdad lógica y verdad ontológica Definición del conocimiento. El ser intencional El error Verdades inmediatas y verdades mediatas Mundo, espacio y tiempo. Filosofía natural (1) La imagen antigua del mundo Un mundo finito Los supuestos de la ciencia antigua La imagen moderna del mundo La Nueva Ciencia: una nueva visión del mundo Los dos infinitos Infinitismo. Espacio y Tiempo El Mecanicismo moderno El dualismo cartesiano El problema de la incomunicación Dominio e incomunicación El Idealismo filosófico

7 ÍNDICE GENERAL vii Leibniz y la mónada El idealismo transcendental kantiano La refutación kantiana del realismo Un remedio peor que la enfermedad El vitalismo filosófico Un nuevo cientifismo La originalidad de la vida La originalidad del tiempo Actualidad y revisión de los clásicos Dos textos Leibniz: vitalismo frente a mecanismo Bergson: la irreductibilidad del tiempo al espacio Filosofía natural (2) El mundo, problema y misterio Resistencia a la materia Del problema matemático al misterio del ser Hombre y mundo: el cuerpo humano Concepto de naturaleza y temas de la filosofía natural Objeto y método de la filosofía natural o cosmología De los cosmólogos al platonismo Admiración y filosofía Presocráticos. Los cosmólogos Heráclito de Éfeso, el cambio es incomprensible Parménides de Elea, el ser es inmutable Las aporías de Zenón de Elea Platón y la separación : mundo sensible y mundo inteligible La filosofía natural de Aristóteles El realismo aristotélico El ser se dice de muchas maneras Análisis y definición del movimiento Cambio espiritual y cambio físico Tipos de cambio Las causas Teleología y mecanicismo Teleología y evolucionismo El espacio El accidente cantidad El continuo El número infinito

8 viii ÍNDICE GENERAL El tiempo Del mundo a Dios Los entes y el ser (1) La apertura humana a la trascendencia Una aproximación La fe y la razón El agnosticismo El ateísmo El indiferentismo Refutación del indiferentismo El panteísmo Jenófanes y la crítica del politeísmo La idea de Dios. Resumen y Esquema Existencia y comunicación El nombre de Dios en la civilización judeo-cristiana Metafísica y Teología El método de la teología racional La metafísica La analogía El ser y la esencia Causalidad trascendental La teología metafísica de Tomás de Aquino Los entes y el ser (2) La existencia de Dios Creer y saber Tipos de pruebas El argumento ontológico Pruebas metafísicas. Las cinco vías Cinco puntos de partida Esquema argumental de las cinco vías Resumen del argumento de las cinco vías La creación, participación del ser Preámbulos de la fe Pruebas morales La naturaleza divina Los atributos divinos La trascendencia divina Simplicidad Perfección

9 ÍNDICE GENERAL ix Bondad Infinitud Inmensidad Inmutabilidad Vida Eternidad Belleza Atributos operativos de Dios La ciencia divina Ciencia de las cosas futuras La libertad divina Libertad divina y humana El amor de Dios Creación, conservación y providencia Filosofía de la religión Filosofía de la religión El hecho religioso El Espíritu de Hegel Origen del hecho religioso La fenomenología Fenomenología de la religión Fenomenología del objeto y del acto religioso La religión natural La religión revelada El Dios de los filósofos El paganismo Filosofía del hombre (1) La Psicología racional Psicología racional y psicología experimental Hechos físicos y hechos psíquicos, distinción El movimiento perfecto ( práxis téleia ) Las facultades Conocimiento y apetición Los sentidos y la inteligencia Los muchos y lo uno. La teoría hylemórfica Ser en potencia y ser en acto, principios constitutivos La distinción del conocimiento en sensible e intelectual Del inteligible en potencia a la intelección en acto La sensibilidad. Los sentidos externos y los sentidos internos.. 206

10 x ÍNDICE GENERAL Sensación y empirismo La sensación, acto de conocimiento Umbrales sensoriales Sensible per se, sensible per accidens Sensibles propios y sensibles comunes Intuición y representaciones Los sentidos externos Los sentidos internos Percepción y sentido común Funciones del sentido común La imaginación Funciones de la imaginación La conciencia animal. La estimativa La conducta instintiva. Características y funciones de la estimativa La cogitativa, o ratio particularis La memoria El presente de la conciencia y el tiempo Funciones de la memoria Inteligencia y abstracción La intelección El intelecto paciente El intelecto agente El proceso de la abstracción Propiedades de los conceptos abstractos Conclusión. La luz del entendimiento Filosofía del hombre (2) Introducción. Relevancia existencial del amor La personalidad Concepto psicológico de personalidad El temperamento. La tipología moderna La psicometría El carácter Personalidad y ser personal La vida emocional. Las pasiones Apetito natural y apetito elícito Apetito concupiscible y apetito irascible Autodominio y educación del carácter Los sentimientos o vida emocional Clasificación de las pasiones

11 ÍNDICE GENERAL xi La irracionalidad de las pasiones Los buenos sentimientos. La educación de la afectividad La voluntad y el amor Naturaleza y objeto de la voluntad Voluntad y deseos sensibles Deseo de felicidad y elección El proceso del acto voluntario La utilidad, el placer y el amor humano La amistad Descripción de la amistad Definición de la amistad El ser personal De la filosofía moderna a la filosofía actual La filosofía de la subjetividad Humanismo ateo y personalismo La antropología actual Nociones de antropología filosófica La grandeza humana Poseedores de la totalidad del ser La edad del yo El problema y el misterio Teoría del conocimiento y antropología Los dualismos Los monismos Deshumanización y cultura moderna La unidad sustancial humana La metafísica clásica y los trascendentales Espiritualidad del alma humana Muerte e inmortalidad La antropología de Leonardo Polo El ser donal Actitud filosófica El límite mental Abandono del límite Teoría del conocimiento y metafísica El existente humano

12 xii ÍNDICE GENERAL 14.La ética o filosofía moral. La ciencia moral (1) El objeto de la moral El hecho moral Moral y conflicto de ideas Bienes, virtudes y normas Los actos humanos Distintas concepciones morales Introducción Escuelas de filosofía moral Técnica, ética y utilitarismo La ciencia moral La ética, ciencia normativa Ética e ideología Ética y positivismo Ética y ciencias sociales Ética privada y moral pública La verdad moral La certeza práctica El bien, principio moral La felicidad La felicidad y los filósofos El fin último y el absurdo El encuentro personal La comunicación La vida moral. Normas y virtudes (2) Introducción. La formación del carácter El carácter Los modelos La formación El obrar moral Reflexión y libertad El acto humano Factores que influyen en el acto humano. La violencia Las pasiones Somos esclavos de las pasiones? Son malas las pasiones? La ignorancia La responsabilidad La autoridad moral. La remuneración La autoridad moral. Su fundamento

13 ÍNDICE GENERAL xiii El buen ateo La norma moral La norma de la moralidad La conciencia La ley moral La especificación del acto moral Las virtudes morales Definición Naturaleza y virtud Virtud y vida Intelectualismo moral y término medio División de las virtudes morales La prudencia La justicia Alteridad, igualdad y deuda División de la justicia La fortaleza y la templanza. Por qué las necesitamos La fortaleza, virtud cardinal Actos de la fortaleza La templanza, virtud cardinal

14 xiv ÍNDICE GENERAL

15 Prólogo por Antonio Orozco-Delclós Este Curso de Filosofía elemental, del profesor Santiago Fernández-Burillo, del Instituto S. Gili Gaya de Lérida, consta de 15 capítulos -que iremos publicando aquí sucesivamente- en los que se van desarrollando los conceptos que todos barajamos -porque todos tenemos, consciente o inconscientemente, una filosofía- en torno al mundo, al hombre y a Dios. Es sencillo, claro, al alcance de todos. Constituye un instrumento muy útil para contrastar el valor de nuestras ideas sobre los temas más trascendentes de la vida humana. No cabe al hombre no pensar y es preciso pensar bien. Hay muchas maneras de enfocar las cuestiones trascendentales. Caben muy distintas opiniones y también muchas certezas asequibles a todo el que piensa con rigor, con interés por la verdad. Es una satisfacción presentar este Curso que introduce en el más importante saber del hombre, a la altura del siglo XXI. El texto es propiedad del autor y de su editor. Los lectores de Arvo Net podrán copiarlo sólo con fines educativos. Rogamos que lo comuniquen a webmaster@arvo.net xv

16 xvi 0. Prólogo por Antonio Orozco-Delclós

17 Capítulo 1 La inspiración filosófica. Filosofía en la calle 1.1. La inspiración filosófica La filosofía en la calle En muchas ciudades de nuestro país hay una vía pública que lleva el nombre de Balmes. El filósofo de Vic, Jaime Balmes ( ) es un clásico moderno, su pensamiento posee actualidad. Es interesante observar que a esas calles o plazas no se les ha modificado el nombre a pesar de los cambios de régimen político que se han sucedido. Nunca pareció necesario marginar a Balmes; es patrimonio común. Existe también una filosofía clásica, una philosophia perennis, patrimonio de todas las generaciones, que es a la vez saber maduro y búsqueda abierta. Los clásicos no son antiguos, sino actuales. Lo característico de ellos es su actualidad. También las modas gozan de actualidad, pero efímera. Los clásicos no necesitan (ni suelen) estar de moda. Son actuales siempre. Hay cosas que interesan al hombre de todos los tiempos. Hoy muchos pasan por esa calle: tal vez desconocen quién fue Balmes y no se lo preguntan. También es posible que ignoren qué es la filosofía, qué es un clásico o qué un régimen político. Realidades invisibles, como el aire y la luz; vivimos en medio de ellas, aunque no nos demos cuenta La admiración, origen del filosofar Podemos desconocer lo que tenemos cerca. Normalmente ignoramos lo más próximo: estamos acostumbrados, no nos causa extrañeza, ni admiración; por eso no nos hacemos preguntas. La pregunta que entraña una pretensión de saber, de averiguar, presupone la admiración: una extrañeza y una cierta 1

18 2 1. La inspiración filosófica. Filosofía en la calle maravilla. Maravillarse es advertir que no entendemos. La maravilla nos hace ver en lo ordinario algo insólito. Los filósofos de la antigua Grecia dijeron que la investigación y la filosofía nacieron de la admiración. Hoy en día se acepta que la humanidad posee un alto nivel de conocimiento científico, y eso la hace poderosa. Es cierto, pero dudamos si el edificio del saber humano es seguro. Su prestigio no se desplomaría si el hombre sólo lo hubiera soñado, si fuera mera invención de nuestro deseo de seguridad? El valor de la filosofía Al comenzar, tal vez nos preguntemos: Para qué sirve la filosofía? Se podría responder: no sirve para nada. Aunque se dé esa respuesta, no deriva de ahí que no sea valiosa. No es lo mismo ser útil que valer. Servir para otra cosa es un tipo de valor, el valor de utilidad, propio de los medios. Todos los medios o útiles son valiosos; mas no todos los valores son medios. Los medios son buenos para otra cosa, los fines son buenos en sí mismos. Hay preguntas que se plantea el hombre en todo tiempo. Una de ellas tiene que ver con la diferencia entre el saber técnico y el saber liberal (o desinteresado), esto es, la diferencia entre dominio del mundo y libertad interior, técnica y ética, cosas y personas, en una palabra: el mundo y el hombre. Éstos son temas clásicos del pensamiento filosófico, y cobran especial interés en la actualidad. Con un lenguaje propio de su época, J. Balmes formulaba agudamente algunas de estas cuestiones en un libro publicado en 1846: Todo lo que concentra al hombre, llamándole a elevada contemplación en el santuario de su alma, contribuye a engrandecerle, porque le despega de los objetos materiales, le recuerda su alto origen y le anuncia su inmenso destino. En un siglo de metálico y de goces, en que todo parece encaminarse a no desarrollar las fuerzas del espíritu, sino en cuanto pueden servir a regalar el cuerpo, conviene que se renueven esas grandes cuestiones, en que el entendimiento divaga con amplísima libertad por espacios sin fin. Sólo la inteligencia se examina a sí propia. La piedra cae sin conocer su caída; el rayo calcina y pulveriza, ignorando su fuerza; la flor nada sabe de su encantadora hermosura; el bruto animal sigue sus instintos, sin preguntarse la razón de ellos; sólo el hombre, esa frágil organización que aparece un momento sobre la tierra para deshacerse luego en polvo, abriga un espíritu que, después de abarcar el mundo, ansía por comprenderse, encerrándose

19 1.1. La inspiración filosófica 3 en sí propio, allí dentro, como en un santuario donde él mismo es a un tiempo el oráculo y el consultor. Quién soy, qué hago, qué pienso, por qué pienso, cómo pienso, qué son esos fenómenos que experimento en mí, por qué estoy sujeto a ellos, cuál es su causa, cuál el orden de su producción, cuáles sus relaciones: he aquí lo que se pregunta el espíritu; cuestiones graves, cuestiones espinosas, es verdad; pero nobles, sublimes, perenne testimonio de que hay dentro de nosotros algo superior a esa materia inerte, sólo capaz de recibir movimiento y variedad de formas; de que hay algo que con su actividad íntima, espontánea, radicada en su naturaleza misma, nos ofrece la imagen de la actividad infinita que ha sacado el mundo de la nada con un solo acto de su voluntad. (J. Balmes, Filosofía Fundamental, I, cap. 1, 4). La cuestión del saber. Según el filósofo de Vic, es preciso filosofar, porque junto a la ciencia natural y el progreso técnico, se precisa humanidad; además, advertimos gran diferencia entre la fuerza física y la conciencia, entre lo externo y lo interior, entre la materia y el espíritu, entre el mundo y el Creador. La sola enumeración de esos temas, persuade a muchos de su dificultad. Estos asuntos se dirá son importantes, pero no están al alcance: son cosa de opinión o cosa de especialistas. Eso es una dificultad; tal vez la mayor para quien se acerca por primera vez a estas materias. Se nos presenta, así, la disputa sobre el mismo saber filosófico. Las razones a favor y en contra insinuadas por Balmes, vienen a ser estas: A) En contra: Después de veinticinco siglos la filosofía sigue sin alcanzar utilidades claras. Continúa haciéndose las mismas preguntas. Queda lejos la Edad Media! Estamos en el siglo XXI, época de continuas sorpresas, de nuevos progresos tecnológicos. La filosofía no progresa, no es científica. Por qué ocuparnos de ella? B) A favor: precisamente por eso, la necesitamos. Ciencia y técnica tenemos, pero nos falta meditar sobre la grandeza del hombre, su origen y su destino. Más allá del rendimiento y la utilidad, hemos de poder discurrir sin límites. El progreso material no basta, se necesita progreso espiritual. Ahora bien, en este siglo de metálico y de goces de dinero, placer y confort, en que las fuerzas del espíritu la ciencia, el saber se desarrollan sólo al servicio de la técnica y del mercado, se detecta un vacío de espíritu. Más que nunca se requiere un saber desinteresado, la contemplación desde las cumbres.

20 4 1. La inspiración filosófica. Filosofía en la calle Pensemos en fin, qué nos mueve al saber? Interesa sólo por su utilidad, o también porque ilumina el sentido de la existencia? Qué ciencia, qué técnica se propone hacer esto último? Filosofías previas Así pues, la misma ciencia y el progreso material replantean la necesidad de filosofar, es decir, de ir a la búsqueda del último por qué, que dé razón de todo cuanto existe. Ahora bien, esa meta no es inasequible, ni es preciso partir de cero, aunque algunos lo hayan pretendido; seamos o no conscientes de ello, todos llegamos a la filosofía con gran número de conocimientos previos. Todos tenemos una idea quizá confusa de lo que significa una concepción filosófica de la realidad; y, de hecho, conocemos más de una. Vamos a considerar tres de esas visiones (cosmovisiones) que se advierten y distinguen fácilmente en la actualidad: La primera concibe la filosofía como sabiduría. Sostiene el primado del espíritu sobre la materia, y la libertad como señorío del hombre sobre las cosas. Es creacionista, esto es, ve el mundo como la obra de un Artífice inteligente, y al hombre como imagen de Dios. La segunda es el materialismo científico, actualmente divulgado y al alcance de todos. Se lo encuentra en los medios de comunicación. Contiene una concepción cerrada a la trascendencia. El hombre se basta a sí mismo, la materia es lo único que existe y es autosuficiente. A menudo concede prioridad a la moda (lo que se lleva) y al éxito (previsible a corto plazo). La tercera es la postmoderna. Sostiene que buscar el último porqué es pensamiento duro, intolerante. Según esta visión, la filosofía expresa sólo la mentalidad vigente en un grupo social y una época. Ni la inteligencia ni la materia pueden dar cuenta de un origen absoluto; en consecuencia, nada puede hacerlo. Una descripción de la primera idea la hemos encontrado ya en el texto de Balmes. Consideraremos ahora, brevemente, las otras dos, para plantearnos la pregunta sobre la verdad de esas filosofías preconcebidas. Como hemos sugerido, todos nos encontramos en alguna de las tres y tal vez no lo sepamos El materialismo común La lógica del materialismo. Hay una imagen del hombre y del mundo muy divulgada en los medios de comunicación que simplifica las cuestiones y ofrece la impresión de que