CONTABILIDAD POLÍTICA

Transcripción

1 CONTABILIDAD POLÍTICA Los CFDi, las PYMES y la democratización contable en línea Por Miguel Zapata Olvera* Una característica distintiva en el mandato de la autoridad fiscal, al hacer obligatoria la expedición de facturas digitales (1º de Enero del 2011), es la poca claridad política en su entorno. Hay confusión y los rumores están por todos lados. Lo cierto es que desde hace tiempo, las autoridades licitaron el método a unas cuantas empresas y les llaman Proveedores Autorizados de comprobantes fiscales digitales por Internet (CFDi). De esta manera, con el objeto de abrir el abanico de la E facturación, estos proveedores de folios situados en el primer estrato, ligados directamente al Servicio de Administración Tributaria (SAT), han escogido a su vez el modo de negocio llamado franquicia. Así, los adquirientes de esas franquicias, puestos en un segundo estrato, ofrecen licencias a precios módicos, con rápida recuperación de lo invertido y ganancias extras, a un tercer y último nivel. Esta categorización por capas en apariencia intrascendente, nos llevará social, tecnológica, política y jurídicamente al establecimiento democrático de la E Contabilidad o Contabilidad en Línea, que en inglés se dice E Accounting. Por qué? Escudriñemos los siguientes cinco puntos de reflexión. 1. Democratización de la digitalización documental vista desde el ángulo de la Contabilidad Política. El esquema operacional de tres niveles para facturación digital popular antes descrito, permite auxiliar de manera efectiva al usuario final, o sea al contribuyente que tenga poca experiencia frente a la emisión sistemática de CFD s; evitándose así la saturación o colapso del servidor en Internet de la autoridad fiscal. La clave está en las antes citadas franquicias otorgadas por los proveedores autorizados certificadores (PAC), mismas que le dan vida a los Distribuidores Autorizados de CFDi. Y ya existen muchos de estos regados por todos lados. Se trata de audaces empresarios que están arriesgando su dinero en esta novedosa aventura de la digitalización democrática documental. Ellos son los que colocan las dichas licencias expendedoras de folios certificados digitales, útiles para emitir facturas, notas de crédito, notas de débito y demás documentación relativa al mundo de cuentas por pagar y por cobrar. Coloquialmente podríamos denominarlos como los pioneros democratizadores del uso de documentación digital ; ya que las

2 minoritarias potencias empresariales, ya cuentan con sus propios desarrollos para la emisión de facturas electrónicas. Luego entonces, vemos aquí dos asuntos muy interesantes. Por un lado se abre un atractivo nicho de negocio, y por el otro se cae por enésima vez en la necesidad de reconocer a la Contabilidad Política. Y no hacerlo dificultará la evolución social sana. Esta disciplina nació hace mucho tiempo pero la Humanidad la perdió de vista. Así, al utilizar el término política, es obligatorio recurrir al gran Aristóteles, quien en este sentido nos mostró magistralmente dos fuerzas muy bien definidas, llamadas en latín paucorum potentiam y populus potentiam. Y, estas denominaciones aplicadas al mundo de la fuerza empresarial, las primeras son minoría y las segundas son la inmensa mayoría. O sea, las segundas son los contribuyentes o empresarios populares que no cuentan con desarrollos sofisticados de sistemas de software (ERP), que les ayuden en el manejo de sus procesos operacionales. En otras palabras a lo que le llaman PYMES, es nada menos que el esencial motor democrático empresarial. Pero más allá de lo anterior, es evidente que la buena intención ecológica es la eliminación del uso irracional del papel que origina arrasamiento de flora y fauna. Y otra buena idea más es la reducción de la evasión fiscal al mínimo. Pero lo mejor para el desarrollo real de los negocios, es que las imprentas, los ciber cafés, los contadores, y todo tipo de emprendedores pueden adquirir un permiso legal para expedir CFDi. Sin embargo, lo que muchos analistas no han dicho, es que llegó la hora de que el empresario, de todos tamaños, se haga cargo de forma directa e indubitable de su propia contabilidad; misma que también pronto pasará de ser electrónica a ser una realidad digital o virtual. En otras palabras, en este mismísimo siglo XXI los sistemas tradicionales de contabilidad utilizados hasta hace unos meses, están a punto de pasar a la historia. Todo cambiará a pasos agigantados. 2. De la mecanización contable al procesamiento electrónico de información financiera. Observada como método informativo, casi todo el siglo XX la contabilidad fue ayudada de manera efectiva, primero por los sistemas mecánicos de registro directo y luego por el denominado EDP, Electronic Data Processing, o proceso electrónico de datos. Pocos años después aparecieron los desarrollos computacionales denominados MRP o manufacture resources planning, enfocados de forma exclusiva hacia los sistemas de elaboración de productos, mismos que luego derivaron en los ahora conocidos modos ERP o enterprise resource planning. O sea, entendamos que la evolución en la tecnología de la información se extendió por toda la empresa o enterprise, y no únicamente se quedó para beneficio aislado del antiguamente denominado departamento de fabricación. Pero también debemos entender con toda exactitud, que tanto los sistemas ERP antiguos como los actuales, son funcionalmente observables de forma endógena y poco en lo externo. Es decir, son procedimientos electrónicos intranet o intramuros, que tiene timoratas relaciones de software con el exterior de las compañías. Y mucho de este temor se debe a la resistencia al cambio, más que a la inseguridad cibernética.

3 3. Pensamiento contable pacioliano contra la elite informática y en beneficio de la contaduría. Ya es inminente el arribo de la digitalización contable total, denominada en castellano E Contabilidad o Contabilidad en Línea, y en inglés E Accounting Y justamente este momento lo he estado esperando desde hace más de quince años. Así es, desde el año 1994 me di cuenta que tecnológica y democráticamente hablando, la E Contabilidad ya era posible. Pero socio política y jurídicamente hablando, resultaba imposible de lograrse. El aspecto sociopolítico en esto, desde aquel momento benefició exclusivamente a las llamémosles enterprise paucorum potentiam atendidas con atingencia por PeopleSoft, Oracle y SAP; entre otras firmas de tecnología de la información o proveedores de elite informática. Pero por mi lado, y también desde ese entonces, con tal conocimiento y con esa idea me propuse tratar de entender en su totalidad el pensamiento pacioliano relativo a la contabilidad y su viabilidad en los futuros métodos en línea útiles también para las enterprise populus potentiam ; comparando asimismo dicho pensamiento con la idiosincrasia contable anglosajona. Y por eso, hoy es pertinente recordarle al estimado Lector, que uno de los motivos principales por los cuales se publicó en el año 2006, mi obra denominada Contabilidad Pacioliana, junto con el extraordinario trabajo grupal denominado La firma y la factura electrónicas, se perseguía precisamente la anticipación necesaria para esperar con calma ésta gran oportunidad que tenemos ahora todos los contadores. Estos trabajos fueron publicados por el IMCP y presentados por el CPC Manuel C. Gutiérrez García, quién fungía en aquél entonces como Presidente del CCPM. La lectura de estos dos libros es ahora muy recomendable. Pero esos fueron los primeros pasos rumbo a lo que ya se avecinaba. Lo que luego se hizo, fue seguir investigando y para ello preparé un análisis completo de la Summa de Luca Pacioli, junto con una revisión profunda de lo ocurrido en lo contable durante el siglo XVI y XVII, tanto en el mundo latino como en el mundo anglosajón. Y el resultado cierto, es una inclinación de la balanza hacia el lado del pensamiento contable clásico latino, favoreciéndolo y recomendándolo para ser utilizado en este siglo XXI. Pero dado que esto requiere de todo un tratado, aquí sólo doy algunos pormenores de mi extensa investigación. Pero esto que estoy diciendo debe ya poner en alerta a todo investigador de las ciencias administrativas y contables, especialmente a la gente del CINIF, para que no se dejen arrastrar solamente por la insustancial vorágine del pensamiento contable anglosajón. No es que el pensamiento latino sea mejor que el anglosajón, o viceversa; simplemente son agua y aceite. John B. Geijsbeek, uno de los mejores investigadores norteamericanos de la contabilidad, alguna vez sugirió la eliminación en la práctica contable en inglés del debit credit, tomando en su lugar el dare et hauere de Pacioli. 4. El párrafo insertado en el espíritu de las leyes fiscales que da nacimiento legal a los CFD s. Un derecho o una obligación? El primer párrafo del artículo 29 del CFF es ya históricamente una joya para la contaduría mexicana, no importando que haya apenas nacido en el año Su gracia consiste en que nos

4 lleva de regreso 500 años atrás en los usos y costumbre contables, ya que el universo digital moderno rechaza de forma natural al insustancial debit credit anglosajón y acepta de buen agrado tanto el Dare Habere como el Per A paciolianos. Por supuesto que existen otros aspectos conceptuales profundos, mismos que no voy a tratar aquí, simplemente por falta de espacio. La trascendental última parte del primer párrafo del artículo 29 del Código Fiscal de la Federación, a la letra dice lo siguiente: Las personas que adquieran bienes, disfruten de su uso o goce, o usen servicios deberán solicitar el comprobante fiscal digital respectivo. Desde tiempos inmemoriales los cánones o preceptos jurídicos contienen siempre obligaciones o derechos para los ciudadanos. Y aquí la tarea resulta fácil pues se trata de una obligación jurídica marcada con el vocablo deberán, y recae sobre el comprador no sobre el vendedor. O sea, quien compra está obligado legalmente a exigir le entreguen un CFD respectivo. Es una obligación jurídica hasta para un niño! Ya que no se define allí ni persona moral o física, ni contribuyente o ciudadano. Y esto, en sentido contrario nos indica que lo que es obligación para uno es derecho para otro. En otras palabras, esta ley mexicana establece como un derecho jurídico para el vendedor, la expedición de CFD s. Comprendamos pues que un derecho se ejerce y una obligación se cumple o se solventa. De esta suerte el asunto estaría al revés, en caso de que la ley dijera lo siguiente: Las personas que adquieran bienes, disfruten de su uso o goce, o usen servicios podrán solicitar el comprobante fiscal digital respectivo. Escrito así sería un derecho para el comprador y una obligación para el vendedor. Pero aún estando como está, el precepto es de inmenso valor para la Contabilidad, pues basta tan sólo que el vendedor ejerza su derecho a emitir CFD s, para que se hagan realidad tres cosas importantísimas para la sociedad mexicana: la erradicación casi total de la evasión fiscal, la preservación de los árboles, y la Contabilidad en Línea. 5. El maravilloso mundo futuro de la USB y de la E Contabilidad al estilo pacioliano. Desde el ángulo de la Contabilidad Política vimos antes que la voluntad jurídica en la emisión de CFD s está ahora en manos de los que venden, no en la voluntad de los que compran. Ejercer un derecho es un acto eminentemente de voluntad política o cívica, mientras que el cumplimiento de una obligación es un acto jurídicamente punible. Así, bajo una rigurosa interpretación del precepto en estudio, hoy un niño mexicano está realmente sujeto a una posible sanción por no exigir un CFD cuando realiza una compra. Es por eso que la autoridad fiscal siempre está emitiendo resoluciones posteriores, y con ellas va adecuando ese sentir político, trastocando un derecho en obligación o viceversa. Por ello, las grandes tiendas de autoservicio tienen hoy la oportunidad de hacer historia, permitiendo que el comprador obtenga información digital en una USB, en lugar de darle a éste un ticket de compra, que las más de las veces es tirado a la basura. De esta forma se eliminarían toneladas de papel en un sólo día, y luego el comprador descargaría dicho ticket digital en su PC precargada con un software contable casero y obtendría una utilísima contabilidad en línea de la economía hogareña. Obviamente que dicha USB tendría que contener la FIEL y el sello digital necesarios, requeridos y establecidos por las autoridades. Nada es ya imposible en el nuevo mundo de los CFD s. Es hora pues de que el SAT se decida e implemente de

5 forma obligatoria y generalizada el uso de registradoras láser con puerto USB para entrega de información digital motivada por cualquier clase de compras hechas, tanto en las enterprise paucorum potentiam, como en las enterprise populus potentiam. Y en estas últimas también incluyo al empresario ambulante, que quiérase o no también son PYMES, sólo que con puesto callejero. La tecnología de la información y la política ya nos lo permiten. Lo contable déjenlo a cargo de los investigadores, quienes establecerán los nuevos modos afines al mundo cibernético. Las ayudas básicas periféricas en hardware para la E Contabilidad son: la USB o cualquier otro porteador similar de información, la PC, y evidentemente el ATM automatic teller machine. Eso es todo. Y lo que tampoco debemos olvidar es la ciencia contable del gran monje italiano Luca Pacioli. *Miguel Zapata es investigador e historiador de Contaduría Pública El Colegio de Contadores Públicos de México, se reserva la reproducción total o parcial de este material. El contenido de los artículos firmados es responsabilidad del autor, sin que éste necesariamente refleje la opinión del Colegio sobre el tema tratado. Cuando se exprese la opinión del Colegio se especificará claramente.