La experiencia venezolana de participación en salud desde los movimientos sociales

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1 La experiencia venezolana de participación en salud desde los movimientos sociales La participación social en el campo de la salud en Venezuela se puede sintetizar diciendo que hemos marchado desde la participación comunitaria hacia la construcción del poder popular. Nuestro país, en su historia Republicana, ha vivido tres grandes momentos: el predemocrático, desde la Declaración de Independencia en 1810, hasta 1958 cuando comienza el período de democracia representativa, y recientemente, con la aprobación de la Constitución de 1999, el de democracia participativa y protagónica. En esta última Constitución en 130 de sus 350 artículos se habla directa o indirectamente de participación social, política o ciudadana. Tal propuesta no tiene precedentes en la historia del país. De una participación social en salud limitada a elegir ocasionalmente una Asociación de Vecinos o la incorporación de miembros de la comunidad en tareas de apoyo en los centros de salud (ambulatorios u hospitales), limitadas a participar en campañas de vacunación, labores de limpieza o reparación de infraestructura, e incluso en recolectar fondos para el financiamiento de los centros de salud lo cual expresaba una política de privatización, se pasa a una participación activa y protagónica a partir del año 2000, que incluye la creación de varios miles de Comités de Salud y grupos de Contraloría Social. En este desarrollo de la participación social en salud se combina la promovida desde el gobierno y el partido oficial (Partido Socialista Unido de Venezuela PSUV) con otras formas e iniciativas autónomas promovidas directamente por el movimiento popular. Este proceso cobra impulso a partir de la creación, por parte del gobierno nacional, del programa social en salud conocido como Barrio Adentro en el año 2004, llegando a conformarse más de de estos Comités de Salud en todo el territorio nacional. Desde el movimiento comunitario hay toda una efervescencia que mantiene abiertas las posibilidades de la Participación Ciudadana, cuyo destino probablemente dependerá del fortalecimiento del tejido social, de la auto-

2 organización social y política, de la autonomía que logre respecto al Estado, todo lo cual es expresión de la construcción de ciudadanía. La nueva Constitución venezolana crea las condiciones para el desarrollo de la Participación Ciudadana lo cual es ampliamente confirmado mediante el análisis del texto constitucional, y el desarrollo de los acontecimientos de puesta en práctica de los principios contenidos en la Carta Magna sobre este tema. La nueva Constitución promueve la Participación Ciudadana, en tanto: consagra en el texto constitucional un conjunto de principios, tales como los derechos a la participación, incluye lo ciudadano y lo público en términos claramente coherentes con el deseable proceso de construcción de ciudadanía, en el marco de una nueva relación Estado-sociedad, definido éste como un Estado Social de Derecho y de Justicia, y establece una base jurídica suficientemente consistente que sirve de referencia para las organizaciones comunitarias en su intento por desarrollar los mecanismos de Participación Ciudadana. Se enfatiza la satisfacción y convicción acerca de cómo la nueva Constitución ha fortalecido, promovido o impulsado la participación de la comunidad. También, de manera categórica, se observa la tendencia hacia el aumento, en la cantidad y extensión geográfica, de organizaciones comunitarias, en el período posterior a la aprobación de la Constitución. El ejemplo más evidente son los Comités de Salud de la Misión Barrio Adentro: se han venido juramentando de 100 a 500 de estos comités en numerosos actos públicos. Sin embargo, es necesario y pertinente comentar también por lo menos tres asuntos relacionados con tal aseveración: a) La Constitución de 1999 es aprobada en buena medida como producto de la participación popular y establece, a su vez, bases para generarla y/o fortalecerla. Su contenido y aprobación fueron impulsados por la movilización popular desde formas inorgánicas -como el estallido social conocido como el Caracazo - y luego a través de formas organizadas de lucha y movilización de la década de los noventa que la convirtieron en su conquista;

3 b) Sus contenidos en materia de Participación Ciudadana en buena medida fueron producto de un proceso de activa participación de grupos comunitarios organizados que existían previamente a la aprobación de la Carta Magna, y c) Los acontecimientos que se han venido desarrollado desde la aprobación de la Constitución muestran que es importante pero no suficiente contar con un marco jurídico para que se genere la participación ciudadana. Estamos ante un proceso que se presenta en Venezuela desde mediados del siglo pasado y su plataforma aparece en las numerosas organizaciones populares que desde los años setenta se conformaron en el país. La Constitución del 99, además de ser una conquista del movimiento popular, catapultó la potencialidad de un proceso que venía gestándose en los sectores populares en todo el país. Ello quedó evidenciado cuando se observa la manera como el marco constitucional produjo un impacto significativo sobre todo en los sectores populares, que constituyen la gran mayoría de la población, en lo que a la Participación Ciudadana se refiere. Se multiplicaron los grupos, asociaciones, comités, pero lo que es más importante: sus integrantes se dedicaron a tareas no sólo de naturaleza técnica o administrativa, típicas del modelo tradicional (neo-liberal o reformista), sino que las han asumido con objetivos relacionados con la auto-organización social y política. Asimismo, han fortalecido en términos significativos el componente formación-capacitación y su permanente movilización para exigir la participación en el control social de la gestión pública en los distintos niveles de gobierno, todo lo cual forma parte del proceso de construcción de ciudadanía. No se trata de la práctica tradicional que utiliza a la población como mano de obra barata o, de manera simbólica, legitima una burocracia auto-reproductora, sino de una estrategia que promociona calidad de vida e incorpora a cada individuo y al colectivo como sujetos de derechos que luchan por hacerlos efectivos

4 En todo el país se han conformado las Áreas de Salud Integral Comunitaria, las cuales son los territorios socio-sanitarios que con el apoyo de la Misión Médica Cubana ( más de treinta mil profesionales y técnicos) llevan a cabo una extraordinaria labor de Atención Primaria en Salud que abarca ya a casi la totalidad de la población venezolana. De igual manera se desarrolla con el apoyo cubano un plan masivo de formación de médicos (Médicos Integrales Comunitarios) que ha graduado catorce mil nuevos profesionales venezolanos, además de odontólogos y enfermeras. En toda esta red del primer nivel de atención se han venido incorporando los voceros de las comunidades en la perspectiva de la construcción del poder popular. La Constitución Bolivariana de Venezuela establece la salud como un derecho social, obligación del estado, asimismo la obligatoriedad de garantizar la seguridad social de todos los venezolanos y define su carácter público, la gratuidad de los servicios y la prohibición de su privatización. Es importante destacar la aprobación, entre los años 2009 y 2013, de un conjunto de Leyes que fundamentan el marco jurídico de la participación popular en Venezuela: Ley de los Consejos Comunales y las Leyes del Poder Popular, de Planificación Pública y Popular, de las Comunas, del Sistema Económico Comunal y la de Contraloría Social. Aún con este marco jurídico, político y social favorable para el movimiento popular existen fallas, deficiencias, contradicciones, limitaciones, que han llevado a grupos y sectores del pueblo a presentar protestas, reclamos y efectuar movilizaciones para lograr que se haga efectivo el derecho a la salud. Las tareas planteadas hoy incluyen: lograr la participación del pueblo organizado en la toma de decisiones, en todos los momentos (definición de la política, planificación, ejecución, control y evaluación) y a todos los niveles (microlocal, local, municipal, estadal y nacional). Son muchos los logros pero aún falta camino por recorrer para lograr el objetivo central: la consolidación del Sistema Público Único Nacional de Salud con participación protagónica del pueblo.

5 José León Uzcátegui -Médico-psiquiatra. Doctor en Ciencias Sociales. Docente universitario. -Coordinador General de la Coordinadora Nacional de Participación Comunitaria en Salud (CONSALUD) -Miembro del Equipo Coordinador de la Red de Salud Colectiva- ALAMES de Venezuela (REDSACOL-ALAMES)