SESIÓN 4 la iniciación cristiana II: la eucaristía

Transcripción

1 SESIÓN 4 la iniciación cristiana II: la eucaristía EN LA ILUSTRACIÓN, FRAGMENTO DE UN FRON- TAL DEL TARDO ROMÁNICO (SIGLO XIII) DE SORIGUEROLA, QUE SE ENCUENTRA HOY EN EL MUSEO DE ARTE DE CATALUÑA (BARCELONA). DE LOS BANQUETES DEL JESÚS HISTÓRICO A LA ÚLTIMA CENA; DE LA ÚLTIMA CENA A LOS ENCUENTROS CON EL RESUCITADO; DE ÉSTOS A LA EUCARISTÍA; DE LA EUCARISTÍA AL BANQUETE ETERNO DEL REINO. Esquema ÉSTE ES EL ESQUEMA DE LO QUE VAMOS A ESTUDIAR EN ESTA SESIÓN. 1. ALGO MÁS QUE UNAS SIMPLES GALLETAS 2. LAS COMIDAS Y BANQUETES DE JESÚS 3. LA ÚLTIMA CENA DE JESÚS CON SUS DISCÍPULOS 4. LAS COMIDAS DE LOS DISCÍPULOS CON EL RESUCITADO 5. LAS PRIMERAS CELEBRACIONES EUCARÍSTICAS 6. LA EUCARISTÍA EN LA HISTORIA 7. EUCARISTÍA, BANQUETE Y COMUNIÓN 8. EUCARISTÍA Y SACRIFICIO DE JESÚS 9. EUCARISTÍA Y MEMORIAL 10. EUCARISTÍA Y TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 56

2 11. EUCARISTÍA Y ACCIÓN DE GRACIAS 12. LOS NOMBRES DEL SACRAMENTO 13. LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA 14. LA MISTAGOGIA DE LA CELEBRACIÓN referencia SI TE INTERESA EL TEMA, PUEDES BUSCAR MÁS SOBRE ÉL EN LA OBRAS O PÁGINAS WEB QUE SE TE INDICAN. Jesús ESPEJA, Para comprender los sacramentos, Verbo Divino, Estella (Navarra) 1990, Anselm GRÜM, La celebración de la eucaristía. Unión y transformación, San Pablo, Madrid Luis BAIGORRI, Eucaristía, Verbo Divino, Estella (Navarra) Aquí tienes el enlace a un video con una breve explicación del sacramento del bautismo: para estudiar DEBERÍAS LEER ATENTAMENTE ESTE TEMA, HACER UN ESQUEMA Y ANOTAR LAS DUDAS QUE TE SURJAN. 1. ALGO MÁS QUE UNAS SIMPLES GALLETAS El comer, para el hombre, es, aunque suene raro decirlo, algo más que comer. Es algo más que una simple actividad fisiológica. Por eso en os he traído unas galletas para compartir; pero hemos hecho algo más que comernos unas galletas. La comida es siempre momento de diálogo, de comunicación. No sólo hemos engañado nuestros estómagos hasta lleguemos a casa a la cena, sino que también hemos significado, celebrado y estrechado vínculos entre nosotros. Cuando salimos fuera de casa a comer, normalmente no nos sentamos a la mesa con personas que nosotros no conocemos: cómo vamos a compartir ésta que es una de las actividades íntimas de la persona con gente que no tiene nada que ver con nosotros? Y qué molestos nos sentimos cuando estamos comiendo solos y hay alguien que nos examina, o en una comida de sociedad en la que hay que estar por compromiso, pero que no nos hace mucha gracia. Por eso yo quería invitarlos a comer y por eso he traído las galletas. Vosotros sois ya para mí gente querida, aunque sólo nos veamos una vez a la semana. Sois importantes, porque para mí el hablar de Dios, el expresar mi fe y mis convicciones supone siempre un acicate para salir de mi pereza y estar en búsqueda continua de lo que pienso y quiero pensar, de lo creo y quiero creer, ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 57

3 de lo que soy y quiero ser. Y además vosotros me habéis prestado oídos, y vosotros igual que yo sabéis lo importante que es para una persona el saberse escuchado: tanto que sin la vivencia de saberse escuchado (entendido, aceptado, amado...) nadie puede crecer como hombre ni como mujer. Es verdad que podía haber comprado unos dulces en una pastelería o en el supermercado (detalles como éste solemos tenerlos a menudo, o quizás deberíamos tenerlos más?) y que con ellos podía haber festejado con vosotros nuestra relación. Pero yo quería deciros algo más. Y entonces me puse a hacer las galletas. Podía haberos traído dulces comprados con mis dineros, pero os he traído unas galletas hechas con mis manos; y para mí supongo que también para vosotros mis manos son mucho más importantes que mis dineros. He querido perder alguien ha dicho «perder»? mi tiempo de esta manera por y con vosotros. 2. LAS COMIDAS Y BANQUETES DE JESÚS Para el pueblo de Jesús el comer juntos, el invitar a comer, es un signo de respeto, de paz y de perdón. Tener comunión de mesa es como tener comunión de vida. Pero toda comida festiva tiene también siempre una dimensión religiosa: el estar en comunión con las personas es estar en comunión con Dios, fuente de toda fraternidad. De ahí que, entre las acciones de Jesús, las comidas festivas fueran un capítulo importante. Frente a Juan Bautista, que no comía ni bebía, Jesús apareció a los ojos de algunos como un comilón y un bebedor, que alterna con pecadores y prostitutas (Mt 11,19; Lc 7,34). La razón de este comportamiento de Jesús hay que buscarla además en las imágenes proféticas que presentaban la llegada del Reino de Dios como un banquete. El banquete del Reino es una realidad futura que Jesús anticipa no sólo con sus palabras, sino a través del signo de la comida comunitaria. A menudo entre los comensales sentados con Jesús a la mesa había pecadores y publicanos, pero es que precisamente las comidas de Jesús sacramentalizaban un Banquete al que están invitados todos los hombres y en el que Dios acoge a todos perdonándolos. 3. LA ÚLTIMA CENA DE JESÚS CON SUS DISCÍPULOS De entre las comidas festivas que Jesús celebró en su vida terrena, los escritores del Nuevo Testamento tuvieron buen cuidado de mostrar de modo relevante una, a la que todas las demás se encaminan y a la que hacen de modo implícito referencia: la última cena con sus discípulos. La tradición cristiana ha conservado cuatro relatos de la última cena: Mt 26,20-30; Mc 14,17-26; Lc 22,14-38; Jn 13,1-17,26; 1 Cor 11, Los relatos de los evangelios sinópticos y el de 1 Cor guardan entre sí ciertos paralelismos: una situación (al caer la tarde, la noche en que iban a entregarlo, en un ambiente de despedida y de espera del Reino), unos personajes (Jesús, el que dice las palabras y hace las acciones; los discípulos, que no hacen ni dicen; Dios, el no-nombrado; la multitud, a la que se hace referencia), unas acciones (alrededor del pan: tomar, bendecir, EL RELATO DE LA CENA DEL EVANGELIO DE JUAN NO INCLUYE EL GESTO DE JESÚS CON EL PAN Y LA COPA. INCLUYE, EN CAMBIO, OTRO GESTO: EL DE LAVAR LOS PIES A LOS DISCÍPULOS. EL CONTENIDO DE LOS DOS GESTOS ES EL MISMO, TANTO QUE DESDE LA ACTITUD DEL MAESTRO QUE SE HACE SIERVO SE PUEDE LLEGAR A ENTENDER LA ENTREGA DE UN CRISTO QUE SIRVE HASTA ENTREGAR LA PROPIA VIDA: EL SERVICIO SE HACE SACRIFICIO. AQUÍ TIENES UNA VERSIÓN MODERNA DEL LAVATORIO DE PIES. EL AUTOR ES ALFREDO MORI. LA OBRA SE CONSERVA EN EL MUSEO VATICANO DE ARTE MODERNO. ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 58

4 partir, entregar; en torno a la copa: tomar, dar gracias, entregar), unas palabras (en torno al pan: mi cuerpo; en torno a la copa: mi sangre, alianza; otras: memoria, Reino). Los términos cuerpo y sangre nosotros los utilizamos en sentido físico, material. Pero no es éste el que tienen en los relatos neotestamentarios de la cena. El cuerpo hace referencia a la totalidad de la persona (algunos autores han visto en él una referencia a la carne preparada para el sacrificio). La sangre, siguiendo la concepción bíblica, es la sede de la vida. Lo que Jesús está diciendo a sus discípulos en la cena podría sonar más o menos así: «aquí está mi persona entera que yo he entregado por vosotros...; ésta es mi vida que yo he entregado para el perdón de los pecados de todos». Y tras esto el encargo de Jesús: «haced esto en memoria mía». Una traducción que nos ayude a entender el contenido de la fórmula podría ser la siguiente: «Haced esto para que yo sea recordado (por vosotros y por Dios)»; para que los discípulos puedan recordar lo que Jesús ha hecho por ellos y por todos los hombres, pero también ( y sobre todo!) para que Dios se acuerde de lo que Cristo ha hecho por los hombres y los salve por su causa. El relato del evangelio de Juan está construido desde otra perspectiva; no hace ninguna referencia a la mesa, ni al pan, ni a la copa. El núcleo central del texto es el lavatorio de los pies que en realidad expresa a través de un símbolo distinto lo que otros cuatro relatos de la cena aportan: «Yo soy el Señor, el Maestro y me he hecho siervo (= me he entregado por entero a los hombres); hacedlo en conmemoración mía». Y es que lo que Jesús hizo en la última cena y lo que esperaba que hiciera en memoria suya la comunidad creyente tenía mucho que ver con la actitud con la que había vivido siempre (porque el Hijo del Hombre había venido no a que le sirvieran, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos) y con el punto final de esta actitud vital suya: su muerte en la cruz. 4. LAS COMIDAS DE LOS DISCÍPULOS CON EL RESUCITADO Siempre se ha dicho que la última cena es el momento de la institución de la eucaristía por parte de Jesús; y es verdad. Pero quizás no hayamos insistido con la misma intensidad en la importancia de otros relatos neotestamentarios que son el fundamento último de la eucaristía cristiana. Me refiero a los relatos de comidas de los discípulos con Jesús resucitado. Vas a intentar leerlos (al menos uno de ellos, por favor!) desde la siguiente perspectiva: el escritor no sólo está diciendo que Jesús se ha aparecido a los discípulos y que ha comido con ellos, sino más bien (o también) que los discípulos reunidos para comer (y la eucaristía es un banquete) han descubierto la presencia de Jesús resucitado entre ellos. Aquí tienes las citas de los relatos: Hch 1,4; 10,40-42; Lc 24,13-35; Jn 20,19; 21, LAS PRIMERAS CELEBRACIO- NES EUCARÍSTICAS El mismo libro de los Hechos de los Apóstoles nos presenta una comunidad cristiana que empieza a tener una asamblea litúrgica nueva, distinta de las prácticas judías de culto: la fracción UN ERROR FRECUENTE DE LA TEOLOGÍA CATÓLICA DE LA EUCARISTÍA FUE EL OLVIDAR LA SIGNIFICACIÓN DE LAS COMIDAS DEL SEÑOR RESUCITADO CON LOS DISCÍPULOS QUE NOS PRESENTAN LOS EVANGELIOS. LA EUCARISTÍA CRISTIANA HUNDE SUS RAÍCES EN LA INSTITUCIÓN PASCUAL JUDÍA Y REPITE LOS GESTOS Y PALABRAS DE JESÚS EN LA ÚLTIMA CENA, PERO ADQUIERE SU SENTIDO PLENO EN LA PASCUA DE CRISTO Y EN LA EXPERIENCIA DE ENCUENTRO DE LOS APÓSTOLES CON JESÚS RESUCITADO. EN EL GRABADO PUEDES VER UN DETALLE DE LOS PEREGRINOS DE EMAÚS DE CARAVAGGIO ( ). ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 59

5 del pan, el día primero de la semana. La fracción del pan (así llamada por la importancia que se le concede al gesto de partir el pan para compartirlo, significando así que se comparte la vida y el destino de Jesús) en un principio, está unida a una comida festiva, según el rito habitual judío; las fórmulas y acciones en torno al pan y al vino se sitúan al principio y al final de la comida respectivamente (como Jesús lo hizo). Posteriormente la comida pasó al principio y los ritos del pan y de la copa se unieron al final de ésta. Finalmente, la comida se eliminó, dando importancia primordial a las acciones que Jesús había inaugurado en la última cena y añadiendo en torno a los dos ritos del pan y la copa otra serie de ritos y de oraciones. Que el banquete eucarístico en un principio estuviera unido a un banquete tenía su sentido: procurar los medios de subsistencia a los miembros más necesitados de la comunidad (de lo que hoy queda un vestigio en la misa: la colecta). 6. LA EUCARISTÍA EN LA HISTORIA Después del Nuevo Testamento los primeros textos eucarísticos que nos encontramos están en la Didajé, en las obras de Policarpo de Esmirna y de Clemente y en la Tradición apostólica de Hipólito. En este último texto (siglo III) aparece ya fijado el ritual de la eucaristía prácticamente como nosotros los conocemos hoy (de hecho nuestra plegaria eucarística segunda es una adaptación de la que Hipólito presentaba como modelo a imitar). Sin embargo, a pesar de que ya en el siglo III los cristianos celebraban la eucaristía siendo más o menos el mismo esquema que nosotros hoy, a lo largo de la historia tanto la celebración como la reflexión sobre ella han conocido diferencias. A grandes rasgos podríamos señalar: 1.Siglos I-III: sencillez y brevedad en la celebración eucarística. La reflexión parte de la celebración. 2.Siglos IV-VII: creatividad y conciencia comunitaria. Las oraciones eucarísticas comienzan a reunirse en libros. 3.Siglos VIII-XI: crecimiento ritual, privatización y disminución de la participación del pueblo. Surgen las primeras controversias eucarísticas: la controvertida cuestión de la presencia real. 4.Siglos XII-XV: la eucaristía como presencia. Proliferan las interpretaciones alegóricas de la misa y surge el concepto de transubstanciación. 5.Siglos XVI-XX: la celebración y la reflexión sobre la eucaristía en contexto de polémica. Separación del aspecto sacrificial y sacramental de la eucaristía. El sagrario (no el altar) como centro del templo y de la piedad de los fieles. 6.Vaticano II a nuestros días: renovación de la celebración y la reflexión de la eucaristía desde la renovación litúrgica, bíblica, etc. 7. EUCARISTÍA, BANQUETE Y COMUNIÓN La tradición cristiana nos habla de la eucaristía como alimento. Sin embargo, el término comida no es el más apropiado para hablar de la eucaristía; necesita ser complementado. Tiene el peligro de ser interpretado individualistamente ( yo como ), pues el comer es una acción de apropiación excluyente; sin embargo el comer se hace verdaderamente humano cuando se abre a la comensalidad, a la hospitalidad. El banquete no tiene como objeto principal el mantenimiento de la persona (la comida), sino el comer con otros. Por ello los símbolos principales de la eucaristía no son el pan y el vino a secas o el puro acto de comer y beber, sino que esto se hace en y con la comunidad. La eucaristía no es sólo alimentación, también es comunión. Jesús no sólo se hace presente en los dones, se hace presente en la comunidad y se hace presente como anfitrión. Participar en el banquete es hacer comunión con el anfitrión, pero también con los comensales, es unirse a Cristo y a los cristianos. Por eso, no tiene ningún sentido que a veces ( muchas veces!) nos traguemos a Cristo sin estar dispuestos a tragarnos al hermano. ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 60

6 8. EUCARISTÍA Y SACRIFICIO DE JESÚS No cabe hablar ))y no siempre hemos tenido esto bien claro)) de la eucaristía como sacrificio en el sentido de repetición del sacrifico de Cristo. No es tampoco el mero recuero intelectual de la muerte de Cristo. La eucaristía es la continuación y la prolongación de la presencia de alguien que no deja de ofrecerse, del que, sacrificado, vive para siempre. Y la iglesia cuerpo de Cristo se ofrece a Dios junto con su cabeza. 9. EUCARISTÍA Y MEMORIAL La memoria es una dimensión de la conciencia humana que ayuda al hombre a comprender la historia como una concatenación de hechos ocurridos: la memoria vence la caducidad del tiempo. La memoria es el ámbito de presencia y de encuentro con las personas. La relación interpersonal no es sólo un conocer, sino un re-conocer. La amistad puede mantenerse en los momentos difíciles y a pesar de la lejanía porque existe el recuerdo y el reconocimiento. La memoria es el ámbito d la presencia y de la revelación del misterio: sólo es posible pensar en una historia de salvación a partir del re-conocer. La experiencia del pecado y de la gracia no tiene lugar en un momento puntual, sino en el recuerdo de la comunidad creyente: los acontecimientos históricos que hacen referencia a Dios van siendo continuamente recordados, interpretados por la memoria comunitaria. Es el ámbito de la presencia y del encuentro con Jesús resucitado. La memoria comunitaria (el memorial) se plasma en una celebración comunitaria: el recuerdo se hace mediante palabras y signos. Una celebración que tiene una triple dimensión: rememorativa (se recuerda un acontecimiento del pasado), manifestativa (el acontecimiento pasado tiene valor actual) y prognóstica (anuncia y anticipa el futuro que está por venir). LOS RELATOS EVANGÉLICOS DE LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES Y LOS PECES TIENEN, INDUDABLEMENTE, UNA REFERENCIA EUCARÍSTICA. EN LOS SINÓPTICOS HAY UN PARALELISMO MARCADO ENTRE LOS GESTOS DE JESÚS EN LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES Y EN LA ÚLTIMA CENA. ES POR ESO QUE DESDE EL PRINCIPIO LOS CRISTIANOS USARON LA ICONOGRAFÍA DE LA MULTIPLICACIÓN (PANES Y PECES) PARA REFERIRSE A LA EUCARISTÍA. EN EL GRÁFICO, PARTE DE UN MOSAICO DE LA BASÍLICA DE TABGHA (SIGLO V). 10. EUCARISTÍA Y TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO La reflexión eclesial encontró un término para denominar la conversión que se produce en los dones eucarísticos, el término transubstanciación. Según la filosofía que lo sustenta, las cosas están compuesta de sustancia (lo esencial) y de accidentes (lo accidental). Pues bien, en la eucaristía cambia la sustancia del pan y el vino por la sustancia del cuerpo y la sangre de Cristo, mientras que los accidentes de pan y de vino siguen presentes. Para nuestra mentalidad actual esta explicación tiene muchos inconvenientes, por eso es necesaria una traducción o una explicación del contenido de este término. En primer lugar, sustancia no significa lo mismo para nosotros que para el mundo en que fue construida esta explicación de la conversión eucarística: para nosotros significa más bien todo lo contrario: lo sensible, lo medible, lo analizable. Por otra parte esta explicación no indica ninguna relación del hombre con la conversión eucarística: este acontecimiento aparece como un hecho estático que acontece sin implicar de ninguna manera al cristiano. Cuando hablamos de transformación en los dones eucarísticos tendríamos que hablar de una ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 61

7 trasformación mucho más radical. Lo que podríamos llamar sustancia (en el sentido tradicional del término: lo esencial, lo que hace que las cosas sean las cosas) no se encuentra en el antes sino en el después, en la nueva creación, en la escatología. Con ella cambiará el universo entero. De esta transubstanciación del universo, la eucaristía es un prefiguración real. Esta transubstanciación no es una aniquilación de la realidad creada, sino su elevación a la plenitud. En la eucaristía, un trozo de realidad creatural es asumida por la realidad escatológica, incorporándose a ella. El pan y el vino son vehículo que expresa y realiza la unión de Cristo con su cuerpo. A través de la eucaristía los hombres se hacen concorporeos y consanguineos de Cristo y unos de otros. QUIZÁ HEMOS PASADO DEMASIADO AÑOS CONCIBIENDO LA PRESENCIA DE JESÚS EN LA EUCARISTÍA COMO UNA PRESENCIA TOTALMENTE ESTÁTICA. AL LEER LOS RELATOS DE LA CENA NOS HEMOS QUEDADO EN EL «CUERPO» Y LA «SANGRE», PERO HEMOS OLVIDADO LO DE «ENTREGADO» Y «DERRAMA- DA». QUIZÁ POR ESO A VECES NUESTRO CRISTIANISMO HA SIDO TAN ESPIRITUALISTA Y TAN POCO COMPROMETIDO CON LA REALIDAD: LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA NO NOS HA EXIGIDO QUE NOS «ENTREGUE- MOS» Y QUE NOS «DERRAMEMOS» POR LOS DEMÁS COMO JESÚS LO HIZO. AQUÍ ARRIBA PUEDES VER UNA REPRODUCCIÓN DE «EL EXPOLIO» DE EL GRECO ( ), QUE SE CONSERVA EN LA CATEDRAL DE TOLEDO. 11. EUCARISTÍA Y ACCIÓN DE GRACIAS La palabra eucaristía, de origen griego, significa precisamente eso: acción de gracias. Y es que a ella no vamos a recibir gracias, sino a darlas. Es verdad que la eucaristía es la fuente de la gracia para el creyente y que en una época histórica (en la que, por otra parte se multiplicaron las misas sin medida) se la denominó bona gratia. Pero en esto hay un malentendido que conviene aclarar. Los fieles (también los curas) se aburren durante la misa porque lo que ellos quieren es que les aproveche, que les sirva para algo, que les consiga gracias. Pero la misa es ante todo para agradecer, para alabar, para dar gracias a Dios. La verdad es que nos cuesta trabajo entrar en este movimiento fundamental de restitución, de alegría, de gratitud y de gratuidad que debería guiar no sólo nuestras eucaristías, sino cada momento y cada actividad de nuestra vida cotidiana. La eucaristía enseña a los cristianos no a recibir, sino a algo mucho más importante, a dar: porque el hombre, movido por el Espíritu Santo y motivado por el ejemplo de Cristo, es capaz de entusiasmarse y de entregar de un solo golpe todo lo que tan larga y generosamente ha recibido; y eso es precisamente la eucaristía. 12. LOS NOMBRES DEL SACRAMENTO La riqueza inagotable de este sacramento se expresa mediante los distintos nombres que se le da. Cada uno de estos nombres evoca alguno de sus aspectos. Repasamos estos nombres que los cristianos hemos dado y damos a la Eucaristía. Eucaristía porque es acción de gracias a Dios. Las palabras eucharistein y eulogein recuerdan las bendiciones judías que proclaman sobre todo durante la comida las obras de Dios: la creación, la redención y la santificación. ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 62

8 Banquete del Señor porque se trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos la víspera de su pasión y de la anticipación del banquete de bodas del Cordero en la Jerusalén celestial. Fracción del pan porque este rito, propio del banquete judío, fue utilizado por Jesús cuando bendecía y distribuía el pan como cabeza de familia, sobre todo en la última Cena. En este gesto los discípulos lo reconocerán después de su resurrección, y con esta expresión los primeros cristianos designaron sus asambleas eucarísticas. Con él se quiere significar que todos los que comen de este único pan, partido, que es Cristo, entran en comunión con él y forman un solo cuerpo en él. Asamblea eucarística, porque la Eucaristía es celebrada en la asamblea de los fieles, expresión visible de la Iglesia. Memorial de la pasión y de la resurrección del Señor. Santo sacrificio, porque actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador e incluye la ofrenda de la Iglesia; o también santo sacrificio de la misa, «sacrificio de alabanza», sacrificio espiritual, sacrificio puro y santo, puesto que completa y supera todos los sacrificios de la Antigua Alianza. Santa y divina Liturgia, porque toda la liturgia de la Iglesia encuentra su centro y su expresión más densa en la celebración de este sacramento; en el mismo sentido se la llama también celebración de los santos misterios. Se habla también del Santísimo Sacramento porque es el Sacramento de los Sacramentos. Con este nombre se designan las especies eucarísticas guardadas en el sagrario. Comunión, porque por este sacramento nos unimos a Cristo que nos hace partícipes de su Cuerpo y de su Sangre para formar un solo cuerpo; se la ha llamado también pan de los ángeles, pan del cielo, medicina de inmortalidad, viático... Santa Misa porque la liturgia en la que se realiza el misterio de salvación se termina con el envío de los fieles (missio) a fin de que cumplan la voluntad de Dios en su vida cotidiana. 13. LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA Este es el esquema del rito de la celebración de la eucaristía: RITOS INICIALES * Saludo * Acto penitencial * (Gloria) * Oración colecta LITURGIA DE LA PALABRA * Lecturas y Evangelio * Homilía * (Profesión de fe) * Oración de los fieles LITURGIA EUCARÍSTICA * Presentación de los dones * Oración sobre las ofrendas * Prefacio y santo * Plegaria eucarística RITO DE COMUNIÓN * Padrenuestro * Rito de la paz * Comunión RITO DE CONCLUSIÓN * Bendición * Despedida La plegaria eucarística es la oración central y más importante de la eucaristía. El misal Romano actual incluye 13 plegarias eucarísticas. Todas ellas siguen en lo esencial un mismo esquema. Es el siguiente: * Diálogo inicial (entre el sacerdote y el pueblo) * Prefacio (que desarrolla un aspecto de la historia de la salvación o del misterio de Cristo o de los santos) * Santo ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 63

9 * Postsanctus (puente entre el prefacio y la plegaria propiamente dicha) * 1ª epíclesis (invocación del Espíritu sobre los dones de pan y vino) * Relato (recuerdo de las palabras y gestos de Jesús en la última cena) * Aclamación * Anámnesis (memorial de la obra de Cristo) * Oblación (ofrenda; la iglesia ofrece a Cristo y se ofrece a sí misma con él) * 2ª epíclesis (invocación del Espíritu sobre el pueblo * Intercesiones (por la iglesia, los vivos, por los difuntos) * Doxología ( Por Cristo, con él y en él... ) 14. LA MISTAGOGIA DE LA CELEBRACIÓN Todos se reúnen. Los cristianos acuden a un mismo lugar para la asamblea eucarística. A su cabeza está Cristo mismo que es el actor principal de la Eucaristía. Él es sumo sacerdote de la Nueva Alianza. Él mismo es quien preside invisiblemente toda celebración eucarística. Como representante suyo, el obispo o el presbítero preside la asamblea, toma la palabra después de las lecturas, recibe las ofrendas y dice la plegaria eucarística. Todos tienen parte activa en la celebración, cada uno a su manera: los lectores, los que presentan las ofrendas, los que dan la comunión, y el pueblo entero cuyo «Amén» manifiesta su participación. La liturgia de la Palabra comprende «los escritos de los profetas», es decir, el Antiguo Testamento, y «las memorias de los apóstoles», es decir sus cartas y los Evangelios; después la homilía que exhorta a acoger esta palabra como lo que es verdaderamente, Palabra de Dios, y a ponerla en práctica; vienen luego las intercesiones por todos los hombres, según la palabra del Apóstol: «Ante todo, recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad» (1TM 2,1-2). La presentación de las ofrendas (el ofertorio): entonces se lleva al altar, a veces en procesión, el pan y el vino que serán ofrecidos por el sacerdote en nombre de Cristo en el sacrificio eucarístico en el que se convertirán en su Cuerpo y en su Sangre. Es la acción misma de Cristo en la última Cena, «tomando pan y una copa». La presentación de las ofrendas en el altar hace suyo el gesto de Melquisedec y pone los dones del Creador en las manos de Cristo. Él es quien, en su sacrificio, lleva a la perfección todos los intentos humanos de ofrecer sacrificios. Desde el principio, junto con el pan y el vino para la Eucaristía, los cristianos presentan también sus dones para compartirlos con los que tienen necesidad. Esta costumbre de la colecta (ver 1Co 16,1), siempre actual, se inspira en el ejemplo de Cristo que se hizo pobre para enriquecernos: «Los que son ricos y lo desean, cada uno según lo que se ha impuesto; lo que es recogido es entregado al que preside, y él atiende a los huérfanos y viudas, a los que la enfermedad u otra causa priva de recursos, los presos, los inmigrantes y, en una palabra, socorre a todos los que están en necesidad (Justino, Apología 1, 67,6). Con la plegaria eucarística (o anáfora), oración de acción de gracias y de consagración llegamos al corazón y a la cumbre de la celebración: En el prefacio, la Iglesia da gracias al Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo, por todas sus obras, por la creación, la redención y la santificación. Toda la asamblea se une entonces a la alabanza incesante que la Iglesia celestial, los ángeles y todos los santos, cantan al Dios tres veces santo. En la epíclesis, la Iglesia pide al Padre que envíe su Espíritu Santo (o el poder de su bendición sobre el pan y el vino, para que se conviertan por su poder, en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, y que quienes toman parte en la Eucaristía sean un solo cuerpo y un solo espíritu. En el relato de la institución, la fuerza de las palabras y de la acción de Cristo y el poder del Espíritu Santo hacen sacramentalmente presentes bajo las especies de pan y de vino su Cuerpo y su Sangre, su sacrificio ofrecido en la cruz de una vez para siempre. En la anámnesis que sigue, la Iglesia hace memoria de la pasión, de la resurrección y del retorno glorioso de Cristo Jesús; presenta al Padre la ofrenda de su Hijo que nos reconcilia con ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 64

10 él. En las intercesiones, la Iglesia expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia del cielo y de la tierra, de los vivos y de los difuntos, y en comunión con los pastores de la Iglesia, el Papa, el obispo de la diócesis, su presbiterio y sus diáconos y todos los obispos del mundo entero con sus iglesias. En la comunión, precedida por la oración del Señor y de la fracción del pan, los fieles reciben «el pan del cielo» y «el cáliz de la salvación», el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se entregó para la vida del mundo: «Porque este pan y este vino han sido, según la expresión antigua «eucaristizados», llamamos a este alimento Eucaristía y nadie puede tomar parte en él si no cree en la verdad de lo que se enseña entre nosotros, si no ha recibido el baño para el perdón de los pecados y el nuevo nacimiento, y si no vive según los preceptos de Cristo» (Justino, Apología, 1,66,1-2). textos escogidos ESTOS TEXTOS SIRVEN DE PIE PARA LA REFLEXIÓN Y EL TRABAJO QUE SE TE INDICAN DESPUÉS. 1 El esquema de la celebración de alianza. Correspondencia entre los relatos de alianza veterotestamentarios y la estructura de la eucaristía cristiana. ASAMBLEA CONVOCADA PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA CONSEN- TIMIENTO PACTO DE LA ALIANZA ALIANZA DEL SINAÍ (Éx 19-24) Moisés convoca al pueblo de parte de Dios El decálogo Cumpliremos todo lo que ha dicho el Señor Los sacrificios ALIANZA EN SIQUÉN (Jos 24) Josué convoca al pueblo de parte de Dios Proclamación de las maravillas de Dios Profesión de fe Se levanta una estela ALIANZA DE ESDRAS (Neh 8) El pueblo es convocado en Jerusalén La Ley de Moisés: la Torá Ceremonia penitencial El comer y beber en las tiendas DISCÍPULOS DE EMAÚS (Lc 24,13-35) Jesús se acerca a los discípulos Jesús explica las Escrituras Quédate con nosotros La fracción del pan EUCARISTÍA CRISTIANA Reunión de la asamblea, que se saluda Liturgia de la Palabra Profesión de fe y Diálogo inicial de la plegaria eucarística Liturgia eucarística En el cuadro de arriba se puede apreciar la repetición del mismo esquema celebrativo de alianza en tres textos fundamentales del Antiguo Testamento. Pero esa misma estructura se encuentra en el relato de la aparición de Jesús resucitado a los discípulos de Emaús y en la celebración de la eucaristía cristiana. No es de extrañar que una de las claves más importantes de la explicación de la eucaristía sea precisamente la de alianza, puesto que, aparte de la importancia de tal clave en el ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 65

11 Antiguo Testamento, Jesús mismo en la última cena, especialmente en las palabras sobre el cáliz, la retoma. 2 La oración eucarística de la Didaché. Didaché, IX-X. Sobre la eucaristía, así daréis gracias. Primero sobre el cáliz: Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David, tu siervo, que nos diste a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti gloria por los siglos. Luego sobre el pan partido: Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento, que nos diste a conocer por Jesús, tu siervo. A ti gloria por los siglos. Como este pan partido estaba esparcido por los montes y, reunido, se hizo uno, así sea reunida tu iglesia de los confines en tu Reino. porque tuya es la gloria y el poder por Jesucristo, por los siglos. Mas nadie coma ni beba vuestra eucaristía, sino los que han sido bautizados en el nombre del Señor; porque también sobre esto dijo el Señor: no deis lo santo a los perros. Después de estar saciados, daréis gracias así. Te damos gracias, Padre santo, por tu nombre santo, que has hecho habitar en nuestros corazones, y por el conocimiento y la fe y la inmortalidad, que nos has dado a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos. Tú, Señor omnipotente, has creado todo por tu nombre, has dado comida y bebida a los hombres para refrigerio, para que te den gracias; pero a nosotros donaste comida espiritual y bebida y vida eterna por tu siervo. Ante todo, te damos gracias, porque eres poderoso. A ti gloria por los siglos. Acuérdate, Señor, de tu iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu caridad, y reúnela de los cuatro vientos, santificada, en tu Reino, ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 66

12 que le has preparado, porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos. Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. Si alguno es santo, avance; si alguno no lo es, se arrepienta. Maranatha. Amén. 3 La estructura de la plegaria eucaristíca. Las partes que componen la plegaria eucarística y su explicación. Con el ejemplo de la plegaria eucarística segunda. EXPLICACIÓN PARTE PLEGARIA EUCARÍSTICA SEGUNDA Entre el sacerdote y el pueblo Desarrolla un aspecto de la historia de la salvación o del misterio de Cristo o de los santos Himno de aclamación de inspiración bíblica Puente entre el prefacio y la plegaria propiamente dicha Invocación del Espíritu sobre los dones Palabras y gestos de Jesús en la última cena Diálogo inicial Prefacio Santo Postsanctus 1ª epíclesis Relato El Señor esté con vosotros. Y CON TU ESPÍRITU. Levantemos el corazón. LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. ES JUSTO Y NECESARIO. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias, Padre Santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo tu Hijo amado. Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo, fuera nuestro Salvador y Redentor. Él, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo. Por eso, con los ángeles y los santos, cantamos tu gloria diciendo: Santo, santo, santo es el Señor... Santo eres en verdad Señor, fuente de toda santidad: por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y Sangre de Jesucristo nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: tomad y comed todos de él porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros. Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía. ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 67

13 Reconocimiento de la presencia de Jesús en los dones Recuerdo de la obra de Cristo por nosotros La iglesia ofrece a Cristo y se ofrece a sí misma con él Invocación del Espíritu sobre la comunidad reunida Oramos a Dios por la iglesia Oramos a Dios por los difuntos Oramos a Dios por los vivos (los presentes en la celebración) Glorificación de la Trinidad en Cristo. Aclamación Anámnesis Oblación 2ª epíclesis 1ª Intercesión 2ª intercesión 3ª intercesión Doxología Éste es el sacramento de nuestra fe. ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN. VEN, SEÑOR JESÚS! Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo. Acuérdate, Señor, de tu iglesia extendida por toda la tierra; y con el papa (N), con nuestro obispo (N) y con todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad. Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron con la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas. Por Cristo, con él y en él a ti Dios Padre omnipotente en la unidad del Espíritu Santo todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. AMÉN. 4 Plegaria eucarística V/b. Jesús, modelo de caridad. El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. Te damos gracias, Padre fiel y lleno de ternura, porque tanto amaste al mundo que le has entregado a tu Hijo, para que fuera nuestro Señor y nuestro hermano. Él manifiesta su amor ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 68

14 para con los pobres y los enfermos, para con los pequeños y los pecadores. Él nunca permaneció indiferente ante el sufrimiento humano; su vida y su palabra son para nosotros la prueba de tu amor; como un padre siente ternura por sus hijos, así tú sientes ternura por tus fieles. Por eso, te alabamos y te glorificamos y, con los ángeles y los santos, cantamos tu bondad y tu fidelidad, proclamando el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo... Te glorificamos, Padre santo, porque estás siempre con nosotros en el camino de la vida, sobre todo cuando Cristo, tu Hijo, nos congrega para el banquete pascual de su amor. Como hizo en otro tiempo con los discípulos de Emaús, él nos explica las Escrituras y parte para nosotros el pan. Te rogamos, pues, Padre todopoderoso, que envíes tu Espíritu sobre este pan y este vino, de manera que sean para nosotros Cuerpo y + Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Él mismo, la víspera de su Pasión, mientras estaba a la mesa con sus discípulos, tomó pan, te dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros». Del mismo modo, tomó el cáliz lleno de vino, te dio gracias con la plegaria de bendición y lo pasó a sus discípulos, diciendo: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 69

15 y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía». Este es el Sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. Ven, Señor Jesús! Por eso, Padre de bondad, celebramos ahora el memorial de nuestra reconciliación, y proclamamos la obra de tu amor: Cristo, tu Hijo, a través del sufrimiento y de la muerte en cruz, ha resucitado a la vida nueva y ha sido glorificado a tu derecha. Dirige tu mirada, Padre santo, sobre esta ofrenda; es Jesucristo que se ofrece con su Cuerpo y con su Sangre y, por este sacrificio, nos abre el camino hacia ti. Señor, Padre de misericordia, derrama sobre nosotros el Espíritu del Amor, el Espíritu de tu Hijo. Fortalece a tu pueblo con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y renuévanos a todos a su imagen. Derrama tu bendición abundante sobre el Papa Francisco, y sobre nuestro Obispo Ramón que todos los miembros de la Iglesia sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en la fidelidad al Evangelio; que nos preocupemos de compartir en la caridad las angustias y las tristezas, las alegrías y las esperanzas de los hombres, y así les mostremos el camino de la salvación. Acuérdate también, Padre, de nuestros hermanos que murieron en la paz de Cristo, y de todos los demás difuntos, cuya fe sólo tú conociste; admítelos a contemplar la luz de tu rostro ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 70

16 y llévalos a la plenitud de la vida en la resurrección. Y, cuando termine nuestra peregrinación por este mundo, recíbenos también a nosotros en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria. En comunión con la Virgen María, Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, y todos los santos, te invocamos, Padre, y te glorificamos, Por Cristo, Señor nuestro. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén. para reflexionar Y trabajar en grupo SIGUE LAS INSTRUCCIONES Y ESCRIBE TU REFLEXIÓN O COMÉNTALA EN TU GRUPO DE TRABAJO, SEGÚN SE TE INDIQUE. 1 En el texto escogido 4 tienes la plegaria eucarística V/b del misal. Léela e intenta descubrir en ella cada uno de los elementos que hemos dicho que componen una plegaria eucarística. Para ello, te puede ayudar el esquema que te doy en el texto escogido 3. 2 Comenta en el grupo los otros textos escogidos. 3 Examínate con sinceridad y responde. Comenta tus respuestas en el grupo. a) Cómo reconoces la presencia de Jesús en la eucaristía, como una presencia meramente estática o como la presencia de alguien que se entrega y se dona y que exige don y entrega? b) Cómo vives tú la conexión íntima y necesaria entre eucaristía e iglesia? c) Son «banquete» nuestras eucaristías cotidianas? Son signo del «banquete del Reino»? Razona las respuestas. ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - BLOQUE 3 - UNIDAD 4 PÁGINA 71