Residuos Sanitarios - 1

Transcripción

1 CLASIFICACIÓN DE LOS RESIDUOS SANITARIOS - 1

2 CONCEPTO Y DEFINICIONES Son todos aquellos productos de desecho, sustancias o basuras que se generan como consecuencia de una actividad sanitaria que tena relación con la salud humana, la veterinaria o con los laboratorios. También se pueden definir los residuos sanitarios como aquellos productos derivados o generados como consecuencia de las actividades de atención a la salud de las personas que de alguna manera han estado en contacto directo o indirecto con personas enfermas ingresadas en cualquier hospital o centro sanitario, o bien, como aquellos productos y materiales que se derivan de las siguientes actuaciones: Actividades de asistencia a personas enfermas. Actividades de prevención de la salud, llevadas a cabo con personas sanas. Obtención y manipulación de productos biológicos, como ocurre en el caso de la extracción de muestras, su procesamiento y su estudio analítico. Procesos de investigación que conllevan el manejo de productos biológicos y de productos químicos, los cuales llevan implícitos riesgos importantes para la salud de aquellos profesionales que están en contacto con ellos. En la actualidad se entiende por residuos sanitarios todos aquellos productos o materiales de tipo sólido, líquido o gaseoso que se generan en los centros sanitarios, que deben mantenerse en envases específicos y debidamente acondicionados con el fin de evitar riesgos que pueden llegar a desencadenar alteraciones en el organismo y, por tanto, poner en peligro el estado de salud de las personas que los manipulan o están en contacto con ellos. CLASIFICACIÓN DE LOS RESIDUOS SANITARIOS Se pueden clasificar los residuos de las siguientes maneras: Desde su punto de vista general. En función de su estado físico. En función de su procedencia. - 2

3 CLASIFICACIÓN GENERAL Se basa en una serie de aspectos científicos y éticos, relacionados con la posible implicación que pueden tener sobre la salud. En este sentido, los residuos sanitarios pueden clasificarse en cuatro grandes grupos: GRUPO I Grupo I o tipo I: residuos sanitarios asimilables a los residuos urbanos. Grupo II o tipo II: residuos sanitarios no específicos. Grupo III o tipo III: residuos sanitarios específicos. Grupo IV o tipo IV: residuos tipificados en normativas especiales y específicas. Forman parte de este grupo los residuos sólidos, generados en instituciones sanitarias, que no son específicos de la actividad asistencial o sanitaria propiamente dicha. Estos residuos no suponen un riesgo para la salud. Dentro de este grupo se incluyen: GRUPO II Papeles, cartones y materiales de oficina, es decir, todo el material derivado de actividades administrativas. Desechos y basuras derivados de actividades llevadas a acabo en la cocina y en la cafetería, comedores, bares; por lo tanto, llevan incluidos restos de comida, envases de diferentes tipos (vidrio, plástico) Desechos de muebles, colchones y equipos médicos fuera de uso Desechos y derivados de jardinería. Todos los residuos que hayan sido esterilizados, aunque estén incluidos dentro de otros grupos. Son los residuos sólidos que se generan como resultado de la actividad sanitaria propiamente dicha. Se conocen también como residuos clínicos. Estos residuos se consideran de riesgo solo mientras permanecen en el hospital o centro sanitario, ya que constituyen un reservorio de gérmenes oportunistas con posibles efectos negativos sobre los pacientes hospitalizados con inmunodeficiencias. - 3

4 Suponen también un riesgo para el personal sanitario que los manipula, por lo que deben controlarse en el propio centro sanitario donde se generan. Si son debidamente tratados, pueden considerarse como residuos asimilables a los urbanos. Dentro de este grupo se incluyen: GRUPO III Materiales textiles mezclados con líquidos o fluidos corporales (ropa desechable de cama). Ropas de los pacientes con enfermedad no infecciosa. Material de curas, gasas, compresas, apósitos, yesos y vendas. Envases vacíos de perfusiones intravenosas. Sondas, catéteres, equipos de perfusión y de diálisis. Material desechable que ha estado en contacto con pacientes con enfermedad no infecciosa. Son aquellos que, en caso de eliminarse directamente como residuos urbanos, suponen un riesgo significativo de infección o de contaminación, tanto para el personal sanitario como para el resto de la comunidad, e incluso para el medio ambiente. Se conocen también como residuos patológicos e infecciosos, o de riesgo. Deben ser controlados por el centro sanitario que los genera y por el organismo responsable (ayuntamiento o comunidad) al que pertenece dicho centro. Entro de este grupo se incluyen: Residuos de cultivos microbiológicos, generados en los laboratorios de microbiología, y las muestras de pacientes infecciosos. Residuos generados en los laboratorios de anatomía patológica, tales como restos de tejidos, órganos Residuos generados en los laboratorios de inmunología. Residuos procedentes de animales infecciosos de laboratorio. Materiales y productos contaminados procedentes de quirófanos, paritorios, hemodiálisis, salas de aislamiento de pacientes infecciosos y otros productos o materiales de características similares estos. Sangre y hemoderivados en forma líquida. - 4

5 Vacunas de virus atenuados. Material cortante o punzante que esté contaminado (agujas, bisturís). PELIGRO BIOLÓGICO GRUPO IV Este tipo de residuos, aunque no sean infecciosos debido a sus características (composición o actividad) presentan un peligro para la salud o el medio ambiente cuando se eliminan de forma indiscriminada y sin controles específicos. Dentro de este grupo se incluyen: Residuos químicos. Sustancias citostáticas. Medicamentos. Residuos radiactivos. Residuos derivados de laboratorios radiológicos.. CLASIFICACIÓN EN FUNCIÓN DE SU ESTADO FÍSICO grupos: Teniendo en cuenta este aspecto, pueden clasificarse, a su vez, en dos grandes Residuos sólidos: tipo I, II y III. Residuos líquidos: de vertido permitido a la red, de vertido prohibido a la red, con tratamiento previo al vertido, y tóxicos y/o peligrosos. - 5

6 RESIDUOS SÓLIDOS Estos residuos, a su vez, pueden ser: Residuos de tipo I: asimilables a los residuos urbanos. Residuos de tipo II. Sanitarios no específicos. Residuos de tipo III. Sanitarios específicos. RESIDUOS LÍQUIDOS Generalmente, se engloban dentro del grupo o tipo IV. Estos residuos, a su vez, pueden ser: De vertido permitido a la red de alcantarillado Para que puedan ser vertidos a la red de alcantarillado, deben cumplir una serie de condiciones y limitaciones establecidas por la ley en materia de vertidos, con el fin de proteger los recursos hidrológicos donde se desechen, para que no afecten a la red de alcantarillado ni a las depuradoras de aguas residuales. De vertido prohibido a la red de alcantarillado Dentro de este punto se incluyen los productos: Radiactivos. Citostáticos. Requieren tratamiento para su vertido a la red de alcantarillado Dentro de este grupo se incluyen los residuos que son o llevan en su composición: Sustancias coloreadas. Mezclas que pueden desencadenar un proceso de explosión. Es decir, son líquidos con un punto de inflamación menor o igual a 55ºC. Aceites y grasas. Residuos tóxicos y peligrosos Se consideran residuos tóxicos aquellos que presentan características físicas y químicas especiales, según las normativas medioambientales, por lo que es necesario un proceso específico para su tratamiento, recuperación o eliminación. Muchas sustancias químicas o productos que se emplean en los centros sanitarios, y sobre todo en los laboratorios, llevan asociado cierto grado de peligro para el personal que los manipula. Debido a este riesgo y a las características de estos productos, es - 6

7 obligatorio incluir en la etiqueta del envase toda la información que sea posible, que advierta de sus características y de su peligrosidad. Entre los datos que deben aparecer se incluyen: Nombre del producto, composición y fórmula química. Normas de utilización y manipulación. Pictogramas de peligrosidad. Frases R (especifican los riesgos principales, por ejemplo Muy tóxico por ingestión) Frases S (especifican los consejos de prudencia y normas de seguridad, por ejemplo: conservese en lugar fresco, en caso de malestar, acuda el médico ) DESCRIPCIÓN DE LOS PICTOGRAMAS DE PELIGROSIDAD Los pictogramas de peligrosidad son símbolos gráficos que alertan de las condiciones de seguridad y peligrosidad de un producto químico Explosivos: son sustancias y preparados que pueden explotar bajo el efecto de una llama o que son más sensibles a los choques o a la fricción. Comburentes: son aquellas sustancias y preparados que en contacto con otros (inflamables), pueden dar lugar a una reacción exotérmica. Inflamables: sustancias y preparados líquidos cuyo punto de inflamación es igual o superior a 21ºC e inferior o igual a 55ºC. Tóxicos: son sustancias y preparados que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden entrañar riesgos agudos, graves o crónicos para la salud, e incluso pueden producir la muerte. Corrosivos: son sustancias y preparados que por contacto con los tejidos vivos pueden dar lugar a la destrucción de sus células. Irritantes: sustancias y preparados que por contacto inmediato, prolongado o repetido con la piel o las mucosas pueden provocar una reacción inflamatoria. Nocivos: son aquellas sustancias y preparados que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden entrañar riesgos de gravedad limitada para la salud. - 7

8 La toxicidad y peligrosidad de este tipo de residuos vienen determinadas por los valores o las características de los siguientes parámetros: El valor de ph: debe ser menor de 2 y mayor de 12,5. Su punto de inflamación: debe ser menor o igual a 55ºC. Su capacidad para producir daño en los tejidos del organismo, bien por ser inhalados o por estar en contacto directo con la piel durante un tiempo determinado, susceptible de producir toxicidad. Este tiempo puede ser de quince minutos, aproximadamente. Su capacidad para producir un proceso de corrosión: o o Ácidos: clorhídrico, acético, fórmico, carbónico, láctico Bases: sosa, potasa, hidróxido de amonio Su capacidad para desencadenar algún tipo de reacción, tales como explosión, incineración, desprendimiento de gases tóxicos o inflamables al ponerse en contacto con el aire o el agua Su contenido en productos que conllevan un riesgo importante para la salud, como es el caso de productos mutagénicos, teratogénicos o cancerígenos. CLASIFICACIÓN EN FUNCIÓN DE SU PROCEDENCIA Teniendo en cuenta este parámetro, los residuos se pueden clasificar en: Residuos clínicos, propiamente dichos, o biológicos. Residuos radiactivos. Residuos citostáticos - 8

9 Símbolos internacionales de peligrosidad de sustancias tóxicas y peligrosas (pictogramas) RESIDUOS CLÍNICOS O BIOLÓGICOS Se engloban dentro de este grupo todos aquellos productos biológicos que proceden directamente de los pacientes, o bien de los objetos o materiales que han estado en contacto con ellos. A su vez pueden ser: RESIDUOS INFECCIOSOS Son todos aquellos que pueden contener microorganismos y que, por lo tanto, son capaces de producir y desencadenar enfermedades infecciosas en los pacientes o en aquellas personas que están en contacto directo con ellos (personal sanitario), si cumplen las siguientes condiciones: Que los microorganismos sean realmente patógenos. Que dichos microorganismos sean lo suficientemente virulentos. Que exista un número suficientemente elevado de microorganismos. - 9

10 Que superen fácilmente la vía de entrada hacia un organismos receptor. Que el organismo receptor sea susceptible de padecer la infección. Se incluyen dentro del grupo o tipo III. Las probabilidades de que todas estas condiciones se produzcan son bastante escasas, ya que el conjunto de residuos de este tipo es muy limitado en los centros sanitarios. RESIDUOS NO INFECCIOSOS Son todos aquellos residuos que no se incluyen dentro del grupo de los residuos infecciosos, pero que se producen dentro del hospital o centro sanitario. RESIDUOS RADIACTIVOS Dentro de este grupo se incluyen los productos radiactivos y todos los materiales contaminados con este tipo de productos. Estos residuos se generan fundamentalmente en los servicios de medicina nuclear, debido a la utilización de isótopos radiactivos en: Procedimientos de diagnóstico. Tratamiento de determinadas enfermedades. Para que estos residuos puedan llegar a producir efectos nocivos sobre la salud, deben estar en unas concentraciones superiores a las autorizadas por la legislación. CLASIFICACIÓN Se pueden clasificar teniendo en cuenta los siguientes criterios: El tipo de radiación que emiten. El estado físico en que se encuentran. Su actividad específica. Su periodo de desintegración. Su capacidad de desencadenar efectos radiotóxicos. - 10

11 En función de su estado físico pueden ser sólidos y líquidos: Los residuos sólidos incluyen los generadores de radioisótopos, viales de vidrio Los residuos líquidos provienen, generalmente, de soluciones o suspensiones acuosas de sustancias o de las eliminaciones de los pacientes que están sometidos a tratamientos con isótopos radiactivos. En función del grado de toxicidad radiactiva, pueden clasificarse, a su vez, en cuatro grandes grupos: Grupo A. Incluye los radionucleidos de alta toxicidad como: 241Am, 239Pu y 226Ra. Grupo B. Incluye los radionucleidos de toxicidad media, tales como 131I, 126I, 125I y 90Sr. Grupo C. Incluye los radionucleidos de toxicidad media-baja, tales como: 198Au, 99Mo y 32P. Grupo D. Incluye los radionucleidos de baja toxicidad, tales como: 99Tc, 51Cr y 3H. El criterio de radiotoxicidad define la peligrosidad de los residuos raiactivos desde el punto de vista biológico y engloba los siguientes parámetros: Tipo de radiación. Período de desintegración. Tendencia a fijarse en determinados tejidos y órganos. Rapidez con que es expulsado del organismo. En función del grado de actividad, se pueden clasificar en residuos de actividad media y de actividad baja. PROTECCIÓN ANTE LAS RADIACIONES En España, el reglamento de protección sanitaria contra la radiación establece unos límites anuales de dosis radiactivas para personas expuestas profesionalmente. - 11

12 Esta dosis varía en función de la parte del organismo expuesta a la radiación: Totalidad del organismo: límites de 50 milisierverts. Piel y extremidades: límite 500 milisieverts. Órganos aislados: límites 500 milisierverts. El personal que trabaja en contacto con materiales radiactivos debe protegerse mediante dosímetros personales y detectores de radiación ambiental. Los lugares donde se manejan estos materiales deben estar señalizados con el símbolo internacional de radiactividad, que indica el peligro de radiación. El color del símbolo indica a su vez, el grado de precaución y el nivel de vigilancia; de este modo, diferenciaremos: El color rojo: como zona de acceso prohibido. El color amarillo: como zona de permanencia limitada. El color verde: como zona controlada. El color azul: como zona vigilada. Además del color, el símbolo tiene las siguientes características: Estrellado: indica peligro de radiación externa. Punteado: indica peligro de contaminación y de radiación externa baja. Estrellado y punteado al fondo: indica peligro de contaminación y de radiación externa. Señales de radiación - 12

13 Las radiaciones producen lesiones que llevan asociado daño celular con alteración del ADN y patología cancerosa, que afecta fundamentalmente a la piel, al sistema hematopoyético, a los pulmones y a las gónadas. RESIDUOS CITOSTÁTICOS Están formados por sustancias que proceden de los fármacos que actúan inhibiendo la división o el crecimiento de las células del organismo. Se generan fundamentalmente como consecuencia del tratamiento de personas con patología cancerosa (antineoplásicos) y por material contaminado. Se caracterizan por su alto poder carcinógeno, mutagénico o teratogénico. Es importante que este tipo de productos se manipulen con precaución para minimizar los riesgos que conllevan para la salud personal y ambiental. Deben utilizarse guantes y mascarillas durante su preparación, administración y eliminación. RECOGIDA, TRASLADO Y ALMACENAMIENTO DE RESIDUOS SANITARIOS El procedimiento para llevar a cabo la recogida, el traslado y el almacenamiento de los residuos en el hospital o centro sanitario donde se generan, dependerá de sus características específicas, del tipo de riesgo que conllevan para la salud y de la organización e cada hospital o centro sanitario en particular. RECOGIDA DE LOS RESIDUOS Se realiza utilizando contenedores específicos, que deben reunir una serie de condiciones necesarias para adaptarse a la normativa vigente. La recogida se debe llevar a cabo en el lugar o centro en que se generan, y para ello hay que hacer una selección previa de los residuos y distribuirlos en los recipientes o contenedores adecuados, en función de su tipología. - 13

14 CARACTERÍSTICAS DE LOS CONTENEDORES Que puedan cerrarse fácilmente y en su totalidad (cierre hermético). Que sean opacos, por lo que no van a permitir ver lo que hay en su interior. Que resistan a la carga, perforación y rotura, para evita riesgos para la salud personal, pública y del medio ambiente. Asepsia total en su exterior. Ausencia en su exterior de elementos cortantes o punzantes. Un solo uso. Todos estos aspectos son importantes, pues va a existir un contacto directo entre el recipiente utilizado y los residuos que contiene. Cuando se realiza el llenado de los contenedores, es importante tener en cuenta una serie de normas básicas que garanticen la seguridad del personal que los manipula: RESIDUOS TIPO I Manipularlos utilizando siempre protección personal. No mezclar, en un mismo recipiente, distintos tipos de residuos. Tratar como residuos contaminados todos los que presenten características desconocidas. No mezclar ningún residuo con materiales punzantes o cortantes, por el riesgo que llevan asociado de rotura. Los materiales (punzantes y cortantes) deben recogerse en envases resistentes, herméticos e impermeables. Se recogen en bolas homologadas de color gris o negro de 100 L de capacidad. Las bolsas deben reunir las siguientes características: Estanqueidad total. Opacidad a la vista. Resistencia a la rotura. - 14

15 Ausencia en su exterior de elementos sólidos, líquidos, suciedad o roturas. Estas bolsas, a su vez, se introducen en otras, también de color gris o negro, de mayor tamaño y más resistentes. Las dos bolsas perfectamente cerradas se depositan en contenedores homologados de 120 o 240 L de capacidad, que se caracterizan por ser cerrados y remolcables, es decir, son similares a los de la recogida de residuos domésticos. No requieren identificación externa. RESIDUOS TIPO II Se recogen en contenedores homologados de color verde, de 60 y de 100 L de capacidad (presentan las mismas características que las utilizadas para los residuos tipo I). Se introducen a su vez en otras bolsas del mismo color pero más resistentes. Estas dos bolsas bien cerradas se depositan en contenedores homologados de 120 o 240 L de capacidad, con tapa verde, que son cerrados y remolcables (de características similares a los residuos domésticos). La recogida se lleva a cabo conforme a la normativa municipal vigente. No requieren identificación externa. RESIDUOS TIPO III Estos residuos se recogen siguiendo diferentes procedimientos, en función de que sean no traumáticos o traumáticos. NO TRAUMÁTICOS Se recogen en contenedores rígidos (de polietileno), impermeables, de cierre hermético y opacos, o en bolsas de color rojo, de gran resistencia, par un máximo de 60 L, que después se introducen en los contenedores rígidos. Se destruyen generalmente por esterilización al vapor o por incineración. TRAUMÁTICOS Incluyen los residuos cortantes o punzantes. Se recogen en contenedores rígidos, impermeables y a prueba de perforaciones, de color amarillo, con tapa roja o verde, y además deben ser biodegradables y de un solo uso. Se llenarán solo las dos terceras partes y se procederá a su cierre definitivo. Una vez cerrados, se introducen en contenedores rígidos d e30 o 60 L. Presentan, por lo tanto, las mismas características que los de recogida de residuos no traumáticos. Los contenedores rígidos y biodegradables deben: - 15

16 Ser impermeables, rígidos y de un solo uso. Permitir la apertura y el cierre hasta su total llenado. Quedar cerrados herméticamente cuando se llenan. Tener un volumen máximo de 2 L. Los contendores en que se recogen estos residuos deben estar identificados en su exterior como residuos de biorriesgo. RESIDUOS TIPO IV Se recogen, según normativas específicas, en contenedores que suministran las empresas especializadas en la recogida de este tipo de residuos (en España, ENRESA). Deben estar claramente identificados en su exterior como material contaminado químicamente, y rotulados con la palabra Precaución!, indicando, además, el tipo de residuos que contienen: radiactivos, citostáticos Si el residuo es citotóxico, se recoge en contenedores de color rojo (con tapa negra), señalizado con el pictograma de citotóxico. TRASLADO Y ALMACENAMIENTO DE LOS RESIDUOS Los residuos sanitarios recogidos en las distintas zonas de los hospitales o centros sanitarios deben ser trasladados dentro del propio centro, al menos, una vez al día hasta la zona o el local designado como almacén de residuos. TRASLADO INTERNO Por lo tanto, es importante tener en cuenta que no deben depositarse bajo ningún concepto en lugares o espacios que no estén habilitados para este fin. Para evitar todos los posibles riesgos que el traslado de estos residuos puede llevar asociados, se debe tener organizado y previsto un itinerario seguro y rápido, de acuerdo con las características de los distintos residuos que se generan en cada centro sanitario y con su tipo de organización. CARACTERÍSTICAS DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE INTERNO Los vehículos o carritos deben cumplir los siguientes requisitos: Ser estables, silenciosos e higiénicos. Fácilmente desplazables (provistos de ruedas) y con tapa y pedal de apertura (residuos tipo I y II). - 16

17 Estructura sencilla con bordes y esquinas redondeadas, para que puedan limpiarse y desinfectarse sin dificultad. Estar identificados de acuerdo al tipo de residuo que transportan. Deberán desinfectarse periódicamente, utilizando agua a presión y detergentes apropiados, o bien con algún desinfectante (una parte de lejía con cuatro de agua). Los residuos peligrosos no deben trasladarse, en ningún caso, junto con los residuos asimilables a los urbanos, se llevará a cabo en vehículos especiales: carros con barras de seguridad para el transporte de contenedores y recipientes cerrados. PROCEDIMIENTO DE TRASLADO Habitualmente, el traslado de los residuos generados en los centros sanitarios lo realiza el personal de limpieza, aplicando todas las medidas de prevención necesarias en función de las características de cada tipo de residuo. Protocolo de actuación Los aspectos a tener en cuenta en el procedimiento de traslado interno son los siguientes: El horario y la frecuencia de recolección deben ser conocidos por todo el personal. El personal utilizará siempre medidas de protección. En cada centro sanitario debe existir una serie de circuitos para realizar el traslado de los distintos tipos de residuos. La recogida para el traslado deberá atender a criterios de segregación, higiene, inocuidad y economía. Debe organizarse de forma que no coincidan los horarios de traslado para los diferentes tipos de residuos, pues no es conveniente que los circuitos de unos y otros se crucen. La frecuencia de traslado será como mínimo de dos veces al día, aunque dependerá de las características de los servicios que los generan (mayor frecuencia en quirófanos, unidad de cuidados intensivos Deben evitarse las rutas de alto riesgo y seleccionar el recorrido más corto posible entre lugar de generación y de almacenamiento. - 17

18 Almacenamiento de residuos En todos los centros sanitarios debe existir un espacio reservado para el almacenamiento de sus residuos, que debe cumplir los siguientes requisitos: Tener fácil acceso para los vehículos que efectúan su recogida y transporte externo para su eliminación. Ventilación adecuada, para evitar intoxicaciones o cualquier tipo de reacción química. Aislamiento con un buen sistema de impermeabilización. Espacio suficiente para permitir el almacenamiento de todos los residuos que se generan hasta el momento de su destrucción. Estar señalizado correctamente para evitar riesgos por desconocimiento de su existencia. Estar provistos de un buen sistema de iluminación, con interruptores de fácil acceso. Bien refrigerado, para evitar que se desencadenen reacciones adversas e imprevisibles. Construcción y acondicionamiento específicos que permitan limpiarlo y descontaminarlo con facilidad. Debe disponer de una toma de agua. Se recomienda que los suelos tengan pendiente hacia un desagüe y que las paredes estén alicatadas, para facilitar su limpieza y desinfección. Debe estar situado en lugares o espacios separados de las zonas en las que se realice la actividad sanitaria. Estará protegido con ciertas medidas de aislamiento frente a las altas temperaturas, el agua de la lluvia, descargas eléctricas Que pueda cerrarse fácilmente, si en algún momento es necesario. Estar protegido frente a artrópodos, roedores y animales domésticos. El local se destinará exclusivamente a estos residuos. Acceso restringido a personal autorizado. - 18

19 Los residuos se almacenan: o o o En bolsas y recipientes de desechos, que estarán debidamente selladas y etiquetadas. Colocados en pilas separadas, de acuerdo con el color de las bolsas. Se debe poner en la puerta el símbolo universal de residuos biológicos. TRANSPORTE Y ELIMINACIÓN DE LOS RESIDUOS SANITARIOS El transporte externo de los residuos sanitarios fuera del centro que los genera, cuando en este no es posible su tratamiento o su eliminación, va a depender de: Las características físicas y biológicas de los residuos. Los riesgos que conllevan para el medio ambiente. Es competencia de los servicios del ayuntamiento de la localidad donde esté ubicado el centro sanitario; aunque también puede llevarse a cabo por empresas privadas especializadas en este tipo de servicios y autorizadas por el ayuntamiento o la comunidad autónoma, teniendo en cuenta la legislación vigente. Este transporte, que se realiza desde el centro sanitario, tiene como objetivo final el tratamiento de los residuos siempre que esto sea posible, para su reciclaje o eliminación. Se entiende por tratamiento aquellas medidas (químicas, térmicas o biológicas) que se aplican sobre los residuos para: Su aprovechamiento y transformación. Su eliminación, sin que el proceso conlleve riesgos para la salud de las personas o del medio ambiente. CARACTERÍSTICAS DE LOS VEHÍCULOS DE TRANSPORTE EXTERNO Estarán revestidos internamente de acero inoxidable o aluminio. Las superficies internas serán lisas e impermeables para facilitar su limpieza y desinfección. Provistos de una puerta con llave y un sistema de ventilación. Llevarán pintado un símbolo de identificación, alusivo al residuo que transportan. - 19

20 RESIDUOS TIPO I Dispondrán de un equipo de desinfección (para utilizar en caso de derrames). Su uso será exclusivo para este tipo de residuos. Una vez terminada la ruta, se limpiarán y desinfectarán en un lugar adecuado. Debido a sus características de asimilables a urbanos, se transportan en camiones compactadores hasta un vertedero controlado, donde serán eliminados, siempre siguiendo las pautas especificadas en la legislación vigente para este tipo de residuos. Este proceso no debe desencadenar ningún tipo de daño o de impacto medioambiental. Se reciclarán todos aquellos residuos que sea posible: papel, vidrio, plástico RESIDUOS TIPO II El transporte se realiza en camiones especiales adaptados para transportar los contenedores que se emplean para su recogida. Estos residuos se trasladan hasta: Un vertedero controlado, donde serán eliminados. Una planta incineradora, donde son incinerados para su destrucción. Siempre que se realice de acuerdo con la normativa municipal o autónoma vigente, la elección de una forma u otra eliminación depende de la gestión específica de la institución sanitaria. RESIDUOS DE TIPO III Requieren un sistema de transporte específico, llevado a cabo por empresas especializadas, hasta una planta incineradora, donde se eliminan siguiendo las pautas especificadas en la legislación vigente. También pueden tratarse mediante esterilización por vapor en autoclaves, dotados de un sistema triturador, lo que permite su eliminación posterior como residuos sólidos urbanos en vertederos controlados. Otros métodos utilizados son la trituración, la desinfección térmica y la desinfección química. - 20

21 RESIDUOS DE TIPO IV El transporte se realiza conforme a normativas específicas: Si los residuos son radiactivos, se encarga de su gestión en exclusiva una empresa nacional especializada en residuos de este tipo (ENRESA). Si los residuos son citostáticos, se van a tratar fuera del centro que los genera, por personal especializado y empresas autorizadas. Se eliminan siguiendo la normativa específica vigente. RESIDUOS LÍQUIDOS Algunos de estos residuos pueden ser eliminados directamente a la red de alcantarillado, si no suponen un peligro para los recursos hidrológicos y no afectan a la red y a las depuradoras. Siempre se tendrá en cuenta que deben hacerse controles periódicos para asegurarse de que son inocuos. Los centros sanitarios que utilizan la red del alcantarillado para eliminar los residuos líquidos deben tener una arqueta de registro que permita tomar muestras y realizar los análisis necesarios para valorar las concentraciones máximas de sustancias contaminantes permitidos que se han vertido a la red. Si no es posible llevar a cabo el vertido directamente a la red de alcantarillado, se pueden tratar de la siguiente forma: Tratamientos generales Diluir los residuos con agua cuando no son capaces de reaccionar con ella. Neutralizarlos para mantener un ph final que oscile entre 2 y 12,

22 Tratamientos específicos Si los residuos llevan colorantes, diluir con un volumen de agua cinco veces superior al contenido del colorante para poder ser vertidos a la red de alcantarillado sin riesgos. Si estos residuos llevan líquidos corrosivos (ácidos y bases), se tratan neutralizándolos con los productos más adecuados para poder ser vertidos a la red; o bien se diluyen con agua (salvo que sean capaces de reaccionar con el agua) y se neutralizan hasta que el ph esté entre 2 y 12,5. Si llevan incorporadas mezclas explosivas, se diluyen con dos volúmenes de agua por cada volumen de la mezcla explosiva y se eliminan a través de la red. Si los residuos contienen grasas, aceites o productos de características similares pueden eliminarse directamente a la red de alcantarillado, siempre y cuando su concentración sea menor de 100 mg/l. Si la concentración de estos productos supera la concentración permitida por la normativa vigente, se recogen en contenedores metálicos especiales y después se eliminan mediante incineración. Los líquidos radiactivos que contienen sustancias cancerígenas, mutagénicas o teratogénicas nunca se vierten a la red del alcantarillado. Los residuos químicos sólidos se eliminan en contenedores negros homologados con tapa amarilla y los líquidos se recogen en garrafas blancas y/o azules con tapa roja (10-25 L) que deben etiquetarse según la clasificación del grupo. GESTIÓN DE RESIDUOS SANITARIOS En los últimos años, debido a los avances de la ciencia y de la tecnología en el campo de la medicina, se ha producido un aumento significativo tanto en el volumen como en la variedad de residuos que se generan en los centros sanitarios, como consecuencia de: Actuaciones encaminadas a la prevención de la enfermedad. Pautas y procedimientos de diagnóstico. Tratamiento de todo tipo de enfermedades. Estudios de investigación. - 22

23 Así, su eliminación o reciclado supone un coste social y económico para la comunidad. Paralelo a todos estos avances, y de forma progresiva, ha ido aumentando también el conocimiento de las consecuencias o riesgos derivados de la eliminación de los residuos sanitarios: Riesgos para la salud del personal sanitario. Riesgos para la salud pública relacionados con el transporte y la eliminación de los residuos. Riesgos para el medio ambiente derivados de los sistemas de eliminación. Se ha podido constatar que la gran mayoría de los residuos sanitarios puede tratarse como los residuos sólidos urbanos y que solo un pequeño porcentaje debe tratarse de forma especial. PROCEDIMIENTO DE GESTIÓN Se entiende por gestión el conjunto de actividades que se llevan a cabo en los centros sanitarios para el tratamiento y la eliminación de los residuos que se generan, teniendo en cuenta las características de estos residuos. Estos residuos deben gestionarse con criterios de racionalidad, seguridad e integración, para potenciar la higiene de los centros, garantizar la seguridad de los manipuladores y proteger la salud pública y del medio ambiente. El proceso de gestión se basará en la organización y control de los siguientes aspectos: GESTIÓN INTERNA (EN EL ÁMBITO DEL CENTRO SANITARIO) Correcta selección, teniendo en cuenta la clasificación de los diferentes tipos de residuos. Manipulación adecuada y segura, tomando todas las precauciones necesarias de protección personal. Envasado diferenciado y adecuado al tipo de residuo, cerrado e identificado correctamente. Traslado desde el lugar de origen hasta el lugar de almacenamiento, utilizando los medios más adecuados. Almacenamiento en condiciones de máxima seguridad. - 23

24 GESTIÓN EXTERNA (FUERA DEL CENTRO SANITARIO) Recogida de envases de las zonas de almacenamiento. Transporte externo, hasta el lugar de tratamiento y eliminación. Tratamiento y eliminación en función del tipo de residuo. MODELOS DE GESTIÓN Dos son los modelos de gestión externa de los residuos sanitarios: la gestión clásica y la gestión avanzada. GESTIÓN CLÁSICA Este tipo de gestión tradicional se basa en el principio de que cualquier residuo que haya estado en contacto con un paciente, o contaminado con líquidos biológicos, es potencialmente infeccioso y, por lo tanto, debe eliminarse de forma diferente a los residuos sólidos urbanos. Se caracteriza por considerar a la mayor parte de los residuos sanitarios como especiales (de riesgo). Este planteamiento no se basa en los riesgos reales que estos residuos tienen sobre la salud pública, por lo que lleva asociado un elevado coste y un procesamiento complejo para su tratamiento y eliminación. En la actualidad, este modelo está prácticamente en desuso. GESTIÓN AVANZADA Es un modelo basado en criterios objetivos de riesgo real, es decir, trata de identificar aquellos residuos que representan un riesgo potencial de causar infección durante su manejo y eliminación y para los que es necesario adoptar unas medidas o precauciones especiales. Para llevar a cabo el modelo de gestión avanzada, hay que plantear las siguientes cuestiones: Cuáles son los residuos peligrosos? Por qué son peligrosos? Para quién son peligrosos? En qué condiciones son peligrosos? Siguiendo este planteamiento, solo un pequeño porcentaje del total de los residuos sanitarios son considerados como especiales (de riesgo) y cuál va a ser el tratamiento específico más adecuado para cada uno de ellos. - 24

25 VENTAJAS Es objetiva, pues se basa en riesgos asociados a los residuos sanitarios. Disminuye la cantidad de residuos que exigen tratamiento especial. Simplifica la gestión interna de los residuos sanitarios. Requiere una infraestructura más pequeña que la gestión clásica para el tratamiento y la eliminación de los residuos especiales. Se gestiona con mayor facilidad, pues permite la aplicación de prácticas de manipulación, recogida, traslado, tratamiento y eliminación de estos residuos de forma más controlada. Lleva asociado un coste de procesamiento menor en relación con la gestión clásica. Teniendo en cuenta las características de este tipo de gestión, los residuos asimilables a urbanos no requieren tratamientos especiales y, por lo tanto, pueden eliminarse siguiendo las mismas precauciones que en el caso de los residuos sólidos urbanos. Los residuos sanitarios especiales requieren un tratamiento específico para su eliminación con el fin de evitar los riesgos que pueden afectar al a salud pública (personas y medio ambiente). CONCLUSIONES De los estudios realizados sobre los residuos sanitarios y los riesgos que producen, se concluye que la mayoría no son más peligrosos para la salud y el medio ambiente que los residuos sólidos urbanos. La probabilidad de que lleguen a causar una enfermedad que pueda afectar a la población, por una incorrecta eliminación, es muy baja. La gestión de estos residuos debe realizarse de forma integral y adecuada a las condiciones tecnológicas y legales de cada comunidad autónoma o país. Sin embargo, siempre ha de primar el criterio de que el tratamiento o tratamientos que e seleccionen, así como la disposición final de los residuos, deben llevarse acabo de manera que no provoquen ningún tipo de riesgo para la salud ni para el medio ambiente. - 25